Está en la página 1de 12
REVISTA MAPOCHO N°%Z, SEGUNDO SEMESTRE pE ZUZ (AGS. 27 a 49 COMUNIDAD, MUSICA, POESIA* Juan Pablo Arancibia Carrizo** “Lo que se opone coopera, y de lo que diverge procede la més bella armonia, Ya lucha engendra todas las cosas”. Hersdlito, Fragmento 8 1 Conuntnan La Comunidad se Canta. La Comunidad se En-Canta. Mésica, arrobamiento poético de la Comunidad. La Comunidad poético-musical entrafia su Fxtasis. En ello acecha un peligro. Misica y Poesfa exponen al Abismo. Misica y Poesta abren al Caos. La comunidad deviene lo des-comunal En lo que conocemos como origen de la cultura occidental, Musica y Poesia no se distingufan, antes bien, consttufan tna reunién consustancial. Miisica 1 Poesia se expresaban en correspondencia y reciprocidad. La poesia era can- {o, el canto era pottico.' En el tiempo mitico —anterior incluso a Homero y Hesfode—, misica y poesia, palabra y canto arraigaban en unidad primordial. Esa unidad comportaba una disposicién, una experiencia. Esa unidad poético- ‘musical era Fiesta, Carnaval, Ditirambo, Extasis. Siesta unidad primordial entre Mésica y Poesta era Festa, aquella no remi- tia a una actividad privada, cercada. La idea de fiesta aetual posee un cardcter privado, exclusivo, es mas bien un acto cerrado, de separaciGn y segregacion, * Fl presente texto es un fragmento de un trabajo de investigacion en curso, realizado en el Programa de Misica y Poesia, de la Direcci6n de Investigacion de la Universidad anos, y del Seminario de Investigacion del Magister en Comunicacién, Politica de la Universidad de Chile. ‘Magister en Flosofia Politica, Universidad de Chile. "Si bien esta cuestiin ha sido ampliamente debatda, actualmente existe una vastay diversa bibliografia que documenta aquellacorrespondencia. Desde lo que oy constituyen los més tempranos hallazgos musicales, desde las primeras fautas que ‘datan de 40 mil afios de anigiedad, descubiertasen la cveva de Hobie Fels, en la Jura ‘de Suabia; hasta el ‘Himno de Ugarit’ descubierto en Siria,y que data del sigho xv aC, Y que ha sido sindicado como el origen del alfabeto de la cultura occidental. incluso, Se afirma, que los orfgenes del enguaje se emontan ala préctica del rto poético-mu- sical Vase: Alee Roberson; Denis Stevens, etal, Historia General dela Miisza, Madrid, Ediciones istwo, 1983, pp. 18-30. Asimismo, Josep Soler, La Misiza: De la épca dela religion ala edad dela raxén, Barcelona, Ed. Montesinos, 1987, pp- 9-17. Philip Ball, EI instinto musical. Hscucha, pensar y vivir ia wisica, Madi, Ed. Turner, 2010, pp. 23-40. Walter Burkert, Hl ergen salve Rito de sacrfiio y mito entre ls grieges, Barcelona, Ed ‘Acantiladom, 2011, pp. 2731 de otros, y de la comunidad. Por el contrario, en su sentido mitico y originario, Fiesta remitfa a un “decir-cantat” que reunfa, Festejar era congregar, ecolectar yy conmemorar. Trétase del reunir-se de la comunidad.* La comunidad celebra su reuni6n, Fiesta, celebracién, era canto-poético. En su celebracion, el festin de cimbalos y églogas, la comunidad canta y se en-canta. ‘Si hay algo asociado siempre a la experiencia de la fiesta, ¢s que se recha- za todo el aislamiento de unos hacia otros. La fiesta es Comunidad, es la ppresentacién de la Comunidad misma en su forma més integradora. La ficsta es siempre fiesta para todos [...] Se dice que las fiestas se celebran; tun dia de fiesta es un dia de celebracion. Pero, équé significa eso? 2Qué ‘quiere decir celebrar una fiesta? ZTiene “celebrar” tan solo un significado ‘egativo, “no trabajar”? Y, si es asf, por qué? La respuesta habrd de ser: porque evidentemente, el trabajo nos separa y divide [..] Por el contrario, Ia fiesta y la celebracién se definen claramente porque, en ellas, no solo no hay aislamiento, sino que todo esti congregado.* Gadamer explica que en la actualidad ya no se advierte este cardeter de unidad de la celebraci6n. Celebrar serfa un arte. €En qué consiste propiamente ‘ese arte? Ese arte realiza la unidad, el arte es una reunién, el arte-celebracion ros retine. Pero no solo como una mera aglomeracién, sino que interrumpe nuestro aislamiento y separacion, nos pone en relacidn. Celebrar rede. Si la celebracién es en-canto-poético, y ese cantar-poetizar concicrne al reunir, reunir-se, es en la misica y poesfa que somos reunidos, albergados. En ese albergue poético-musical adviene la Comunidad. Celebramos al congregarnos por algo y esto se hace especialmente claro en. «el caso de la experiencia aristica. No se trata solo de estar uno junto a otro ‘como tal, sino de Ia intenci6n que une a todos y les impide desintegrarse ‘en didlogos sueltos o dispersarse en vivencias individuales.* * Sobre el particular, relevante seria examinar la etimologia de la palabra loges ‘que offece Heidegger, donde se destaa el cardcterrelacional del concepto. Lages como ttn reunir-recolectar,reunir-reunirsealbergar-se. Asimismo, advertir la relacién que existnfa entre logos y poesia. Martin Heidegger, 4 Arial. Logs, Barce- Jona, Ediciones del Serbal, 2001, pp. 153-197. Véase también en la mista edicin: “Podicamente habia el homdre..", p- 139. En torno a la relacién poética de la égloga con. cl trabajo, la recolecién y la comunidad, véase: Gerardo Vidal Guzmén, "Hesiodo, la poesia del campesinado”, En Reralr de a antigledad, Santiago, Editorial Universita- a, 2007, pp. 27-33. * Hans-Georg Gadamer, La actualidad de io bello, Barcelona, Fa. Pads, 1998, pp. 99-100. + Ibid, p. 101 ‘Tal como advierte Philip Ball, una de las caracteristicas més tempranas y cevidentes de la misica, de cualquier lugar del mundo, es que tiende a ser una actividad grupal. La miisica desde su origen, incluso en sociedades tribales, tiene en principio un caricter comunal. Aunque su composicin y ejecucion ‘corra a cargo de una minoria selecta, la norma es que la misica se dé en Iuga- tes y contextos en los que contribuye a la cohesi6n social, al reconocimiento de la comunidad, ya sea en fiestas y ceremonias religiosas, rituales, en cantos co bailes comunales. Fl uso casi universal de la miisica en los ritos comunales obedece a su ca- ppacidad de suscitar emociones y rondar la frontera del significado, sin que ‘ningiin contenido seméntico llegue en ningiin momento a hacerse evidente [Luc gracias a la cual parece idénea para expresar o representar conceptos ‘numinosos. Se dirfa que Stravinski coincidia con ese punto de vista cuando afirm6 que “el significado profiando de la misica y su propésito fundamen- tal es promover la comunién del hombre con sus semejantes y con el Ser ‘Supremo”.? Aquello rezuma inequivocamente el carter trgico que comporta aque- Ia fiesta pottico-musical, pues ella, si bien esta dada al canto, la misica, la poesia la danza, sin embargo, si signo primordial consste en una donacién, tin donar se un darse, un ponerse en comunién. Ese donare a, esa domacién hnunca es dausura,cerre oconsumacion. Antes bien, trtase de una apertura de un desborde ~en sentido estricto, de un Fxctasis—. Asi, Misica y Poesia fabren, en tanto donacion al desborde, a lo iimitado. All aguarda lo trégico, Como aquello ante lo cual nos hemos ex-puesto en relacién. O de otro modo, Sl aguarda To trégico como cl advenimiento de un extralimitarse, como un fiaera de limite, un fuera des. Ah, en el arrobamiento poético-musicaladviene la apertura exttica ytrgica de la comunidad, Sibien ain se extulia, cules seran los sentidoseimplicancias que se ponen cen juego en la expresin misma de Tragedia un raygo parecira itrevocable, ‘cs aquello que concieme al canto-poético del dolor humano, en si elacion con lostitosy mitos de renovacién politica dela comunidad. Ta existenca y juego de unos Cantos, de unos cores, poemas, danras,y scrifcios cl ‘macho cabrio’ esti destinados a la celebracion dela comunidad abierta —esto es, abiertay expuesta al desborde—, queen tanto se canta y se en-cant, se abre y expone * Op. Git, Philip Ball, #1 Frstino musical, p. 43. © Vease: José Lasso de la Vega, De Siecle 2 Brecht, Barcelona, Ba. Planeta, 1970. Cormetias Castoriadis, De Homero« Herichia, Buenos Aires, Fondo de Cultura Fxon6- ‘mica, 2006. Perre Vidal-Naquet, Ef mundo de Homeo, Buenos Aires, Fondo de Cultura Economica, 2001. Simone Weil, Lafuente griego, Madrid, Ed. Trott, 2005. Jean-Pierre ‘ermant, Erase wna vez EL unioero, or dows, ls hams, Buenos Aires, Fondo de Cul- ‘ura Econémica, 2005. ‘asu limite. La comunidad en-cantada, expuesta y suspensivamente dispuesta, en el rito poético-musical se renueva y abre a su posibilidad a la disolucién del orden sigue la refundaci6n de la péis en las fiestas Panateneas [...] En los ritos de iniciaci6n se remueva la vida de la comuni- dad; en los ritos de afio nuevo que surgen de aquellos se renueva el orden. de la pls. Eso sigue valiendo asimismo para la Grecia del periodo clésico [.--] Para el hombre son mas acuciamtes y més imperiosos los problemas de |i comunidad y de su ordenacién. Solo podia perdurar aquello que, tras- cendiendo el terreno arbitrario individual, era reconocido como ssagrador. ‘Las comunidades de las pales griegas, y especialmente las atenienses, sabia {que su forma de vida estaba arraigada en los cultos y los ritos festivos: y ‘no porque con estos se persiguieran fines de magia agricola fundados en ‘reencias primitivas, sino porque en la santidad inviolable de los ritos, ast ‘como en la poesia mitica que los iluminaba, se conservaban unos ordena~ ‘mientos vitales desde los tiempos mas remotos, y aun unos ordenamientos fandamentales de la existencia humana’ a fiesta poético-musical comporta dos rasgos fundamentales de lo tigico- ‘comunal: por un lado, el cardcter de fatalidad que sobrecoge y desborda las tribulaciones de los hombres; por otro, una finitud inderogable que somete ‘los hombres a unas fuerzas supremas, ininteligibles e ingobernables.* Aht la tragedia acusa una tensién prima: la cuestiOn del gobierno de la comu- nidad. De modo que, admitiendo todas las discusiones en torno al caracter de la fiesta trgica, una cuestién parece ser inequivoca, su carécter politico y comunitario.” El canto mito-podtico interpela a la comunidad, exponiéndola fen su relacién, abriéndola hacia su permanente refundacién, hacia su pro- pio riesgo." En el canto del mito tragico, la comunidad es remitida hacia su violencia fundacional, exponiéndola al fragil ejercicio agonistico de su sobe- 7 Op. Git, Walter Burkert, oigan salvaje, pp. 129-130. Una de las fiestas mis an- ‘cestrales de ls que tenemos noticias, remit ala formacién sumerio babilnica. Se trata Sel mito de Enema esh que canta el origen del universo y que se recitaba en las fiestas, Se ato nuevo. Al recitarlo, la comunidad recreaba el acto originaro de la creaion yres- tablecta su pacto con los dioses. Paul Gael, “El pensamientoprefilsifie en Mesopeamia. En Brice Parain, Historia dela fsofa, México, Siglo xx editores, 1997, pp. 30-3. WAI; Restugitre, La esencia de a tragediagriega, Barcelona, Ed. Ariel 1986, pp. 15-17. En toro al cardcter tragico del héroe poético y el lugar que ocupa en la comu- hhidad, vase: ML. Finley, “El hogar el parentecoy la comenidad” en EL mundo de Odeo, México, Fondo de Cultura Econémica, 196, p-81. Asimismo, Gerardo Vidal Guzmén, Reiraes dela entguedad, Santiago, Editorial Universitaria 2007, pp. 13-26. rina reciente actualiraciin de los sentidos politicos de lo trigico se encuentra en Terry Eagleton, Dulce violencia, La idea de otrgico, Madrid, Hd. Trot, 2011, 1 Nicole Loraux, Mito y politica en Ales, Buenos Aires, Ed. El cuenco de plata, 2007, pp. 47-61 ranfa.!! En ese sentido, todavia en el orden del rito, la fiesta expresaria un ierto ordenamiento comunitario brindado por lo sagrado, emanado desde los dioses."* El canto mito-poidico expresaria un orden césmico hacia el cual los hombres se encontrarian irrecusablemente dispuestos. En la fiesta poético-musical el trabajo esta en reposo, los hombres se con- .gregan y se resinen con los dioses. En el canto pottico la comunidad se abre a quello que la desborda, alo sagrado. Aquello que desborda, eso que Holderlin, lama “poderoso divinamente hermoso”, la physis. El canto poético pone a la comunidad en su des-borde, ante lo inmenso, lo colosal. Eleanto poético pone a la comunidad ante el abismo."* Ese desborde de la comunidad es su propio ‘en-canto, su embriaguez ‘Sin embargo, esta embriaguez no ha de ser confundida, a primeras, con mera borrachera. No se trata de una vulgar pérdida de los sentidos, antes bien, se trata de su apertura, de su disposicién. Se tratarfa mas de una aiehesis antes ‘que de una anesteis. Aquella embriaguez trigica del canto poético-musical, trae ¥y proyecta una luz oscura, que no niega la claridad, sino que impide el exceso de brillo que ciega los sentidos. Ast el canto poético de la comunidad en fiesta suscita la embriaguez hacia lo abierto. No debe emborrachar, sino producir embriaguez. La embriaguez es esa ‘sublime disposicién de Snimo (Stimmung) en la que ya solo se oye la vor que da el eomdn acorde a fin de que los que han logrado en ella la consonancia, se decidan a alcanzar las ms extrema alteridad respecto de si mismos. Claro {que no estén decididos gracias a una decisi6n calculads, sino porque su ser hia sido convocado precisamente por Io que les ha dado a entender la vor del que da el acorde [...] La embriaguez alza hacia la luminosa claridad ‘en la que se abren las profundidades de lo oculto y en donde la oscuridad ‘aparece como hermana de la claridad."* De modo que en la fiesta poético-musical tiene lugar un fest, una celebra- ‘Gn, una conmemoracién. " Qué es ahtlo que se festeja? La comunidad celebra poéticamente las nupcias entre los hombres y los dioses. Aquella fiesta expone ala comunidad a su limite, no Ta conduce hacia lo quietivamente dispuesto, no la asegura, sino que la expone al peligro de comparecer ante siy lo abierto. 1 Jean-Pierre Vernant, Atravesarfoneras, Eire mio y politica n, Buenos Aites,Fon- ‘do de Guitura Econémica, 2007, pp. 140-142. "Jean Prerve Vernant, Ls origenes del persamientogriego, Buenos Aires, Fd Pads, 2004, pp. 10-14 1s Martin Heidegger, “Como cuando en dia de fies Haldertn, Maciid, Alianra Editorial, 209, pp. 55-85. Op. City M. Heidegger, “Memoria” en Adavaciones a la poesia de Holder, pp. 131-182. © Marin Heidegger, 40h signifia pensar, En Aclaraions la poesia de fadrid, Ed. ota, 2005, pp. 134-141 Pero los dias festivs, en sentido estricto, son algo bien distinto del mere vacio causado por una interrupci6n. El simple hecho de detener el trabajo supone un suspenderse, un detenerse-en-si que tal vez sea lo més determinante. Porque eso ¢s justamente lo que nos permite llegar a nosotros mismos [...] cl detenerse-en-si nos traslada afuera, a un émbito apenas experimentado desde el que se determina nuestro ser. Este traslado da lugar al asombro, ces algo que asusta 0 que da temor. Cada vez surge una reflexién y un cono- cimiento nuevo. Todo se abre ante el hombre.” La comunidad reunida en la miisica y la poesfa, en el canto, la fiesta y el ditirambo,” se abre y expone a lo numinoso y colosal. i rastreamos en el mundo lasico, esta reunién comunal nos conduce al término kolassés. Los griegos se referian asa un rito festivo centrado en una experiencia y des-borde particular. Elkolasis es un monolito de piedra que emplaza la relaci6n con un ausente 0 luna ausencia, generalmente indicaba el lugar de un muerto. Sin embargo, e] ‘olssés en nada se parece a la figura del muerto, no representa su fisionomia risus detalles, noes un “retrato", no conserva parecido ni semejanza. En rigor, cliolasés era un doble, una apertura que permitia poner en relacién el mundo de los hombres con el mundo de los muertos y los dioses."* El kolossés sirve para atraer y fijar un doble que se encuentra en condiciones, anormales; permite restablecer entre el mundo de los muertos y el mundo de los vivos relaciones perfectas. El kolossés posee esta virtud de fjacién, porque él mismo est clavado ritualmente en tierra. No es, pues, una simple sefial figurativa. Su funcién es la de traducir en una forma visible el poder del muerto y la de efectuar su inserci6n, conforme al orden, en el universo de los vivos. El signo plastico no es separable del rito.”” Lfolossdsigna una actin ritual, un acto miico de canto y de encanto me- dante el cual la comunidad se disponta en reunién, en unidad. éSi no ese pare- do, ni semejanza, cul es la raz6n porla que el alsés mimetiza,encarna, dobla, presenta? Lo que hice al lass una encarnacin, una prsnifaién, esa fuerza Vivificante que comport el ito, la fuerza mitico-poiética que conduce al éxtasis:” Op: GM. Meidegge "Momori” en Adasen vp. " andisco R. Adrados, Ft, comet: sob lin sd Darcelona, Ed Mata, 107, pp tz Ea ons eerie coma ws Aled Llanos, "Gravitacin dela sttica en a historia yl teatro" en Larson fia y Inomaniomo rig, Bsns Ares, ares Et, 1969, p. 141 * Nalerano Boral Mines as tegen ys css, Madrid Ea. La balsa de la Me- dus, 1987, pp. 07-08 % "Jean Mere Vernan, Mie ersomio om a Ga antigus, Barcelona a, Arc, 2007, pp. $1436, Op. Gi, Bosal, Mines, p68 Las cualidades materiales del holasés son insuficentes para mimetizar al ‘muerto, para reunirnos con él. Lo que realiza la unidad es el rto, el canto, la danza, la poesia, aquella invocacion que nos abre al abismo. Se precisa del ritual que permita su venida, la reunién de invocacién que lo adviene. ‘Tal ‘como explica Bozal, solo con el rito, la piedra pasa a ser kolossés. Dicho de otro modo, con el canto, y en el canto, lo inerte ad-viene a la vida, la comunidad ‘quiescente deviene comunidad danzante. Por ello, en ciestos rituales de muerte se hacfan presentes las «silenciosas», aquellas sacerdotisas que velaban el viaje del difunto al reino de la muerte, ah donde estaba prohibida toda miisica y todo canto, pues la muerte serfa el solemne cenobio del silencio." Por el contrario, la miisica vivifca, la poesia invoca e invita a venir. Poesia, cs decir, la migraci6n desde lo ausente a lo presente, de lo inexistente a lo cexistente.® Miisica y poesia nos retinen y abren al abismo. No se trata de una simulacién ni de una representacin. Se trata de una preventificaién, de un advenimiento, El doble es una realidad ins6lita y exterior al sujeto, opuesto a los objetos familiares, al decorado ordinario de la vida, y se revela como pro- veniente de un otro lugar inaccesible. Esa presentficacién que redine es lo que primariamente se ha llamado mimesis. La mimesis del holassés es una encarnaci6n a través de un rito que espera, ‘como toda accién sacral, obtener resultados. No es una encarnacién cualquiera, ‘en ella, dos mundos distintos y distantes se ponen en contacto y Io inacesible Se hace presente. La mimesis no es exclusiva del Rolassés, se encuentra primor- dialmente en las fiestas agrarias, —antes del teatro y a lirica—, en las que se producia la embriaguer y el éxtasis en los cantos y las entonaciones poético ‘musicales que producian cambios de personalidad. ‘Un hombre posefdo por Luss, al imitar los gestos, la cara y los gritos de la Gorgona, se vuelve una especie de bailarin de los muertos, un bacante de Hades. El terror que lo estremece, que lo hace bailar ala horrible melodia de la flauta, asciende ditectamente del mundo infernal: es el poder de un ‘muerto, de un demonio vengador que lo persigue por expiacién 0 por venganza, un alastor, una deshonra criminal, miasma, que pesa sobre él 0 aque ha heredado de su raza". _Mimesis deriva de mimas y mimeithai, términos que se referfan originariamente al cambio de personalidad que se experimentaba en ciertos rtuales en que los ficles sentian que se encarnaban en ellos seres de naturaleza no humana —di- ‘Op. Git, J.P. Vermant, Milo pensamiento om la Grecia antiga, p. 811. Glongio Agamben, £1 hombre si contenido, Barcelona, Bd. Altera, 2005, p. 11. © Op. Cit, Bozal, Mime, p. 69. 2% Jean Pierre Vermant, La muerle ls ojo. Fguras del Otro ela antigua Grecia, Barcelona, Fd. Gedisa, 2001, p. 75. vina 0 animal—o héroes de otro tiempo. Mimeisthai no es tanto imitar como respresentar, es decir, encarnar y presentificar a un ser Iejano.® En la fiesta a veces hay mimesis, esto es individuos humanos adquieren una ‘nueva personalidad de héroes o divinidades; intervienen enmascarados con rasgos semianimales, asf en las danzas de sitiros, en los enfrentamientos cen Siracusa de los bucoliastas, que levaban cuernos de ciervo, ete. Pero Ja mimesis no exige la mascara: las mujeres atenienses hacian el papel de Jenas 0 bacantes en las Leneas, o de seguidoras de Adonis, que lloraban su muerte, en las Adonias; en Creta danzaban coros que representaban a los ‘auretes; sabemos de canciones erdticas femeninas cantadas por mujeres que cencarnaban a heroinas del pasado, tales Calice y Herpalice.® Al igual que el kolosés, la mémess es una fiesta ritual que trae la presencia de los dioses y provoca la katharsis de los que danzan en el rito. Algunos instrumen- tos musicales eran empleados ahi especificamente con fines orgiésticos para provocar el delirio, destinados a producir esta gama de sonidos infernales que ponia a los hombres ante los abismos. El espanto que producian en el auditorio ‘era tanto més intenso, dado que los misicos y sus instrumentos permanectan ‘ocultos y los sonidos parecfan no provenir de ellos, sino directamente de lo invisible, surgir del més alls, como la vor enmascarada de una potencia de ul- tratumba, como un eco que viene desde muy lejos y retumba nisteriosamente aqui.” Asi la mimesis canta la ablacién que abre y retin el mundo de los dioses y el mundo de los hombres.” Ahi resalta el cardcter exultante, divino y comunal ‘que suscita el arte de la maisica y la poesia. “Tal disposici6n permite a los hombres entrar en comunicacién con seres de un caracter igualmente ardiente y animado, sobre todo con aquellos “espectros” especialmente importantes a los que vulgarmente denomina dioses o daimones, y permite asimismo recibir de ellos efluvios que produ- ‘cen vivas impresiones. La recepcién de estos “espectros" dotados de ideas, ‘emociones ¢ impulsos, confiere a dichos hombres, durante un tiempo y en. un cierto grado, el cardcter de los seres de los que proceden. ¥ es en una crisis de exaltacin sobrehumana, semejante al estado de locura en el que se ‘rean las obras de arte y se revela la verdad en comunién con la divinidad. Aunque rebaja a dioses y demonios a la condicién de la existencia natural ® Op. Git, Bozal, Mines, pp. 69-70, ™ Rodrigues Adrados, F, Origenes de la cn griega, Madrid, Rew de Ocidente, 1976, p. 20. 2 Ope Git JF ermant, La muerte nls. Fga del Ot nti ii, pb ® Op. Cit, Boral, Mime, p. 70. HUMANIDADES incluso material, mantiene no obstante el poder sobrehumano de estos y ‘su capacidad para intervenir en los asuntos humanos.”” ‘Son los dioses quienes otorgan el genio de este arte, para servira su culto y deleitar alos hombres.* El rito mimético se despliega en canto, msica, danza yy embriaguez, y habiendo renunciado a toda semejanza, tanto la mimesis como el lasss tienen la ambicién de establecer con el més alld un contacto real, de hacer patente su presenci. terrena. Sin embargo, en este mismo empefio, se advierte que el mas allé de la muerte encierra para los vivos lo inaccesible, lo misterioso, lo inefable y esencialmente otro." La mimesis ritual se explica por la sugestiGn, la conmocién, el delirio y arro- ‘bamiento, como clemento fundamental para hacer vivida aquella invocacion. La mimesis es un hecho antes que la eualidad fisica, es accién y relacién, es un ponerse y exponerse a la relaci6n. En ello, la celebracién ditirambica, en tanto ‘que abre, reiine y pone en relacién, comporta a la comunidad en reunién. No solo la comunidad como reunién entre los hombres, sino que la comunidad como la reunién de los hombres con aquello que les trasciende y extasia.™ Aquel que participa en la aec6n ritual, en la mimesis, est representando a una Wid, p.72. ™ Ver, Ortega y Gasset, La idea de principio en Lribms, Madrid, Alianza Editorial, 1979, pp. 148-151 "Op. Cit. Boral. Minesis.p. 72 ‘cardcter primordial, pues ella pertenece al tiempo en que se venera la salvaje naturaleza.® 0 Musts, EXTASI, CAOS La idea de fuerza de la naturaleza parece estar contenida en el nombre mismo ‘de lo que lamamos misica. Si examinamos a expresion *Mésica”, advertiremos ‘que el sustantivo Mousikésignificaba “arte de las musas”. Para los griegos, “la iisica” englobaba el canto, la danza y la poesfa, y en un sentido més general, formacién espiritual, educacién superior, cultura y ciencia.* Las Musas deben su nombre a una rafz que se refiere al ardor, a tension, viva que se consume en la impaciencia, el deseo o la ira, y se abrasa por llegar a saber y hacer. La musa anima, evanta, excita, pone en marcha. Vela menos sobre Ia forma que sobre la fuerza. O, més exactamente: vela con fuerza sobre la forma. Pero esa fuerza mana en plural. Se da, de entrada, en formas miiltiples. Son las Musas, no la Musa. Aunque su nombre haya podido varia al igual que sus atributos, las Musas siempre habran de ser varias. Lo que tiene que interesarnos es este origen miltipl...* a makipliidad yacout concn ca xpi nmi como ol tein plural colette y agouti de las Muy, as eve hij de Zeus Mnemenyne fcr as can ner dada capaci ona las distintas artes. Caliope ("Hermosa voz") es la musa de Ta poesia épica y se teicprsenacon ua bila yun pny lo lero) ea musa det Vora ysc lara cna al eos Et ania ms {et posi legis su inramento esa lis uterpe Cee”, a musa Se ee Gane pene Cone) somo etre 2 a muestra con una miscara gin, Pia Comchas facionl) la usa de apostasy note boos expels erp Sire Cel Cast dea dana) ca ma coral y a daa, eva una lis ‘hin Clesvided”), musa de a Comedia, wa na miscara come: y Urania (esl) mana ln asvonomf se la muestra con a ars yun globo:* Las (oes antet que cualgerrepesentacion son facia agontticn, dana Ino wvifcanes as muses son heras pis, potencias donadoras de © “HiedrichNiewsche, Tate ila, Obra Completa, Yo, Buco Aires A. Agila, 1957, p63 co Publis La een musical dade ls alga ha siglo wx, Madi ‘Aan Edtra, 2005, p40 1 yea tne Nancy as Musas, Buenos Aires, Arr Eres 2008, p 1 ‘ Tia Rowell ductile des mac, Barcelona, Fd Get, 205, pe la creaciOn, intensidades extiticas de la embriagues y la donacin. Los poetas, ‘aedos, rapsodas y cantores les invocan para acceder a la donacién divin de la inspiracin, Alcman entona asi su rogativa a las Musas Lienadme, Musas del Olimpo, el alma com el amor de wna nueva cancié: (quiero escuchar la vox de las muchachas entonando hacia el cielo wn hermoso himo...* El concepto mowsiké comprendia un conjunto de actividades diversas, aun ‘cuando todas ellas eran incorporadas en su multiplicidad communal; asi“mésica” inelufa, sobre todo, la poesta, la danza, incluso la gimnasia. En el contexto de la Grecia clisica, una educacién de cutio aristocrético exigia cl culto a la virtud, el aprendizaje de la lira, el canto y la poesfa." El caracter integrador y agonal del término mousiké est4 ya presente en los poemas homéricos y en los tempranos testimonios poéticos que remiten a la miisica.”” Es evidente que la msca, sie la considera “el arte de las musas”, en la Grecia clisica requerfa un campo mayor que el que exige en la sociedad moderna. Unia verso, danza, actuacin, ritual yliturgia, especalacin césmicay otras amas de la educaci6n con el arte del sonido. Su gama expresiva incluia tanto el rectado apolineo de la poesta lirica refinada, acompatiada por la lira, cuanto laintensidad emocional dionsfaca de los grandes coros en los dramas de Esquilo, Sofoctes y Euripides. La misica era considerada como Algo valioso y desconfiable a la vez: valioso pot su capacidad de despertar, ‘complacer y regular al alma y de producir buenas calidades en sus oyentes; “Juan Ferrate, Lvs gris ani, Barcelona, Bd Sex Baral, 1966, Ame, V3. Estrofa 1-2, pp. 167-169. a * 6 Th eardcer agonistic coma dela potica musical greg se apreiatem- pranament. Aunque algunos nares proponet na dstincon rics froge ae and una fren ear el canto pera de post el ano coal Selene cuca. H males free ds grandes nombres. Alco y Saf (om nc) Acco fe desterado durante 13 ats. Sind de guerero de fortuna n Epp. Sos cbse fermen ez Hosen la pcs lj oda Cran poesia de ison cancer pula de parte cantos de bei cnn dean fuera parece sr soda lat reminncencas plas yperunales,laxsmargras del viaje decile de sealer Mura. ir stra cn rege Benn ies, p14 Asian, vase Juan Reva, Line regs eas, Al, Barca ‘Ed. Seix Barral, 1965, p. 271. ae venta fsst ies: ecu rin, Msc, od de Cle ont, 20, iso, wae: M1. Hoc, La gigas del entpandd ‘Barcelona, Editorial Labor, 1966, pp. 95-117. oe i Ope Git Pini Letina. 2 HUMANIDADES pero, a la vez, se desconfiaba de ella por su capacidad de sobreestimular, rogar, distracr y Hevar a excesos en la conducta.* Flyin cats oss trot ian tte ea en ee caine mane ar a mec on i Soin oe te te ry tee pee km ne ae! tere en er te ana fener it a ot Esta operacién irracional e incluso inconfesable se cumple al margen de laverdad, por ello esté més cerca de la magia que de la ciencia mostrativa. ‘Aquel que quiere convencernos no con razonamientos, sino persuadirnos ‘con canciones, pone en préctica un arte pasional de agradar, de subyugar ‘sugiriendo, y de someter al oyente mediante el poder fraudulento y em- baucador de la melodia, de conmoverle con las tretas de la armonia y la fascinacién de los ritmos.*° ‘Se constata ahi la reunién primordial entre el arrobamiento del mundo iitico y el éxtasis del canto poético musical. Ciertamente, el més temprano ‘conocimiento musical nos ha sido traido precisamente mediante el canto mi- tico. Probablemente, el mito musical més célebre, ms antiguo y, quizd més significativo, es el canto de Orfeo." Orfeo es el héroe mitico que unié para la posteridad, de forma indisoluble, cl canto con el sonido de la lira; pero no es esto lo que fascina del mito 6r- fico, sino, principalmente, el aspecto encantador y magico que adquiere la isi... La miisica dentro del mito 6rfico es una potencia magica y oscura Op, Git, Rowen a lf dea misc, p = PBasai nie Lateef, ah Alpha Dey 205 p17 > hid, p18, dos inmentores, qui lds importante, de sc, Nacdo em as 56 siden Tai del monte Olinp sei eyed Sa misc encanta tos TEAK tin solo secs human sn tab animes y plantas esos fers mamas Se sna epresesr cantando con Tecetonngy Tame fl primes pote iver de los mers ques cena wear lon ecametres dacs o von hers. La leyenda lo hace partir de ‘eee as deo srgonatas, pr ators principle gud lela del desceso ‘eaSitan tase de ou amd Eure qc pier defame por voher SESE Gian to que le abt seo nda, cuando ya se enconaba en SUG begreo del mis al Op Ct, Rowe adeno laf dl mie MAPOCHO | qe mbvirte as eyes naturale que puede recncila en una wad lon Principle opuesioy sobre lo qc serge la naturalera: vida y moet, mal bien, ellen fealdad estas antinomis legan a anulaae uta a ors en camo es or Ons ral poser mage ono Si por un lado, una corriente del pensamiento griego concibié Ia misica como factor civilizador,educativo y de armonizacién del hombre a polis; por ‘otro lado, la misica se consideré también fuerza oscura, conectada con las po- tencias del bien y del mal, paz de curar enfermedades y de eleva al hombre hasta la divinidad, asi como capa de precpitarlo hacia fuerzas malignas; por «to, la misica asume una dimensin propia del rtoreligiosoyétco-politico.* ‘Se sigue de ahi una de ls preocupaciones que manifesta Plat6n por distinguir elearicter de cienas melo» rmos qu pian, tan bien oriemara virtua, ‘como desencadenar pasiones, deliriosy vicios que amenaraban el orden tomo desencadenar ps Y vieios que ban el orden de la El mito 6rfico expresa esta amenaza, en cuanto no se opone al delete musical, sino que lo profandiza yacentGa. Como apelacién a tat fuerza supremay, 30 canto procura un placer magico que puede transmutarse en encantamiento Y forzar alos seres que lo sigan, como si hubiesen sido abducidos por un poder superior. La concepcién de la mésica en el mito de Orfeo es andloga ala que brota del mito de Dionisos, el dios de la embriaguer y del frenestorgistco que celebra con su flauta la fiesta pinica de la naturaleza®* Orfeo canta y acompatia su canto con los sonidos procedentes de Ia lira; desde sus origenes, la facultad de hechizo atribuida a la misica por los _antiguos griegos deriva, sin embargo, de dos elementos diferentes, aun ‘cuando ambos se hayan dado siempre totalmente fundidos: la palabra y la _ntsica, la poesia y el sonido.** De este modo en la misica arraiga un juego dinamico ¢ incesante entre el frenesty la calma, el éxtasis yel orden, la rapsodia y la armonfa.” Sin embar- Op Gc, bin a tin masa... 49. * Id, p30. aa Ly, Madrid Ed. Gredos, 1999.1 668-.pp. 27-278 ximimo véa se Jue Vive, Cle yeni de Tata pois, Made, A. Grex, 197, pp. 158160, Vere también FM Cormford “ta comnidad atic EL flo srt, Barcelona BAe, 1974.9 = fied Nite, Origen dl ge, del pit de le msi, ones Austral-Espasa, 2000. one Opi, i, citi mas. 2 STbdn a ctesion dela armenia cel mando cio grigo un concpto inuinado yayjto aun conjnto de mitaciones se destaca especialmente cl aricer _HUMANIDADES, {g0, Dionisos, a diferencia de Orfeo, obtiene sus potestades exclusivamente del istrumento propiamente dicho, del sonido sugestivo emitido por la flanta, que ‘obviamente, tanto el canto como la poesia. Dionisos lleva a cabo st ‘nte con la ayuda de la mésica, que se vuelve mas grandiosa atin por medio de la danza que la acompata. A Dionisos se le representa como bailarin, y con ello simboliza las fuerzas primigenias inmersas en ¢l sonido.” Antiguas leyendas narran la contiendaexistente entre Dionisos y Orfeo, entre culos y byra,® pero la controversia mas importante, y delicadamerte politica, fe libza en torno al valor y supremacia de la masica sobre Ia poesia. En este entido, las leyendas procuran, en sa mayor parte, ubicar a los miticos héroes ‘musicales, tanto a Orfeo como a Dioniso, en una época muy anterior ala de la ‘epopeya homérica, para indicar con ello una prioridad, historica y logica, de a msica sobre la poesia. Esta tensin ancestral ha trascendido aquella escena fundacional” y se mantiene activa hasta hoy. Poesia, Masica: Idos monstruos sagrados entre los cuales se entrevié mu- chas veces un duelol... Mallarmé levantaba una hipoteca, segrin Wagner, y “monestaba: “Olvidemos la vieja distincién entre la Msicay las Letras, que ‘solo ¢s la escisi6n, querida, para su recncuentro ulterior... Que la Mésica J las Letras son el rostro alternativo ampliado aqui hacia lo oscuro...”.% Recuerda Boulez que René Char se queja también de que la miésica, hasta hace poco, no se unfa realmente con la poeséa —o ala inversa—, salvo por el de Tear yconjuncgn, pero inialmente se watarta de a unidad de elementos en te Sin contafedad: Exe sera cl sentido primordial que le daria Hert, om terres que pteronmente rd mutando, basta Hega ala len de aro Pri dedi oconariedad.jothan Barnes. Lat proc, Madd, Ea CaS Toe pot tara una reviin nis exhauatva del concept ys interpreta CESS est Mendlfo, Hert etry roles de uteri, México, Siglo edie 1971; pp 174-186. Asis para ver losin qe Plan eda la Mioatde Ferscid vem Giorgio Cally La tbdria rga- Hove, ol, Madi, eatftt 2010p. 111 también Leo Spite, eas lea yori dele armonda de trond, Medi, Abaa eitore, 2008, pp 17-18. wt Pete ales derencaseteprcacones de Dinisosy Oreo, vase Giorgio Coli, attra ga Doi, VL, Madi a Tota, 2008, pp7-128. simi see seat Die Etolme eal, Barcona, Earl Lab, 1978 pp. 129.158 Fubini, La etic musical... 51 © FPaulos,o la flauta, el instrumento caracteristico de Dioniso, el idénco para acompafar las desconcertadas danzas dtirambicas,responde, por el contrario, a un itmpulko que nose halla regulado por una ley definda, ni desde el punto de vita ético ni desde ef musical. Ibi, p. 47 © Thid, p51 herve Boulez, Palos de referencia, Barcelona, Gedisa editorial, 2001, p. 158. hecho de que na dela do, desde el primer comps, quedaba derotada y toclmente sometda a aot Se ranaformaba en su dpleaign, sy tontars, dle modo que estos dos grandes, ingotalesy diferentes misteio,poclay isc consent eh apatceruntos para dibujo ana onde on seracin en los labios que aeudian 3 saboearion Boulee parece apentat Ja restauraci6n de aquella unidad primordial. ae Tip rn nines cma ond perl enrrtener pete en eters tetera otal a pee ops a Stor cue __Perspectiva semejante recorre una amplia gama de estudiosos, poetas y mi sicos, desde un helenista clisico como Burckhardt, quien afirma que la poesia ‘est unida con la miisica, pues ambas son cosas de cantor. Cada elemento de la misica y de la poesia tuvo su leyenda ideal de fundacién: Hermes debi in- ventar Ia lira; Apolo, la forminx-cftara; Pan la siringa; y las Musas representan, absolutamente todo el espfritu. En el Olimpo mismo se encuentran continua ‘mente en su elemento el canto y la musica, el contenido del canto poético de las Musas expresa los dolores del género humano."* En el ritmo y en la melodia, animados por el sonido, la danza y la poesia se reconocen y aman a sf mismas, recuperan su propia esencia objetivada en. Jo sensible ¢infinitamente embellecida y facultada. Pero el ritmo y la melo- dia son los brazos del arte sonoro, con los que este abraza a sus hermanas (poesfa y danza) en amoroso entrelazamiento; ellas son las costas entre las ‘que el arte sonoro, el mar, une dos continentes." La miisica seria el més fascinante de los modos poéticos. Por medio de la !nisicay la poesia a los hombres se expresaria el dolor y la belleza, —solo por medio de los modos poéticos—alcanzamos breves e indeterminadas vislumbres < Map, © Jae Burkard, Hier dl cuss, Volumen, Rarclo, Ed. Mon- taner, 1965, pp. 86-87. eats ‘Richard Wigs et dee, Bacns Ais, Prometo Los, 2011.7. En rn a doc de aceon nad @ tenn ene sate edb owe lables deo sonidny clearer no nine de epoca tae: Ean Iie Deine nal Modi Sane, pp Vaan ela qe ep arn pests en lar area, GWE. Hegel Ae del are ete, Maid Abad editor, 3006, p17 ce __HUMANIDADES _ de lo inmortal y la eternidad.* Allan Poe reconoce en e308 frisos poéticos la tunidad trégica de la misica y la poesia, del canto y el verso. ‘Solo en el “canto” y nada més que en él se ajusta el “espiritu” a la articula- cién memorable de lo sagrado. Pero el espiritu no alienta en cada “canto”. Esto solo sucede en el canto del poema [...] El canto tiene que brotar det despertar de la naturaleza “desde el alto éter hasta el profundo abismo", ‘entonces alienta en el canto el halito de la venida de lo sagrado. En este ‘caso, el origen del canto es distinto de lo habitual. De esta manera, misica y poesta parecen indiferenciadas en su despliegue inaugural. Esta unidad no es una mera mixtura 0 complementos de materias significantes, sino que ella misma encierra y manifesta una relacin mitica y ‘cnigmatica de su propia unidad. La misica y la poesfa entablan una relacién ‘esencial con el abismo, con el Caos. Asse expresa el mito érfco, donde el poeta Grfico se imagina, pues, la materia primordial como informe, oscura, nebulosa yun tanto siniestra, en la que todo estaba mezclado y nada indistinto podia verse. La Noche que era la primera diosa nacida en la Teogomia de Derveni y en Ta Budemia esya en las Rapsodias una materia primordial, anterior al nacimiento de cualquier otro ser, obscura, infnita, eterna, en la que nace Tiempo que lo barca y cubre todo. En este entorno “catico", en el que parece que Caos, que en Hesiodo sig- fifa "Hue" © “Abertara’ primordial, ha pasado a significar “materia Tonfusa”, nace Tiempo. En la cosmogoniapitagorica, el Tempo es un ser divine que eonoce desde sempre la configuracin del univers. Tiempo tiene dds hos, Fiery Abismo. Elabismo es Caos, Caosma, un amplisimo espacio Sin limites, ese abismo sin limits, sin hu y carene de toda definiion® En a interpretacién de la teogonfa presocritica se establece entonces una relacién entre el cardcter de las Musas y el principio del Caos. Esto se encon- trarfa referido en Hesfodo, en la Teogonia, donde se articulan tres relaciones 0 ‘momentos de estos términos: a) el problema de la verdad, que se advierte en las © Fagar Allan Poe, Eserios sabre poesia y podica, Madrid, Ed. Hiperi6n, 2008, pp. 19, 198-195. Desde otra ‘ease San Agustin, “La mtsica es una cierta arte Iiberal” En De Misia, Cordoba, AlciGn editora, 2000, p. 29. En torno a la tension que ‘custrfa entre misica y poesia, yuna certa rupturao dislocacén ontol6gica que ope ‘aria Morart entre la misica prerroméntca y mésica romntica, véase:Slavoj Zizek, La ‘misica de Eo, dpera, milo sexualidad, Buenos Aires, Prometeo Libros, 2011, p. 33. ‘Op. Git, M. Heidegger, Camo cuando en di de festa, pp. 73-74 © Al ernabé, Tels dros, Madrid, Fd. Trot, 2004, p. 47 © Thid, pp. 47-50. Palabras de las Musas al pocta al pie del monte Helicén: “sabemos decir muchas ‘cosas falsas semejantes a verdades, pero sabemos también, cuando queremos, ‘cantar verdades”;b) la pregunta por el origen, paradigméticamente planteada al comenzar el desarrollo de la teogonia propiamente dicha: “Decidme estas as Musas que Lectin Imoradas, dec el principio (arth), y elo primero aquellas. Ciertamente al principio de t fue Caos... Ast canta la Tengo de Hesiodo. prep desode Comencemos nuestro canto por las Musas Heliconiedas, que habit montaa gran dvi del cn, fran bln) deere la.cumbre del Helicén ysecimbrean vivamente sobre sus pies. Partiendo de all, envuclas en densa niebla marcham al abrigo de la noche... Inspired. Ie esto, Masts que desde un principio habits las mansiones cp y decide lo que de elo fue primero, "En primer higar exstié el Caos, Del Caos surgieron Erebo y la negra Noche. De la Noche a su ver naceron el Fiery el Dia, alos que alumbré prefiada en contacto amoroso con Erebo” Heidegger explica qu Cao significa, en una primera lec, lo queseabre como un bose, a foura bir espacio aber que se abc akery coe «qed ha quedado englido Ahi la fora impide lalquicrapoyoigeccen tita ditingurofundar alg, por eo cl caos parce lo arene de danetnoe ¥porllose easel aa pura contusion. Sin embargo, lo "udiess ene Sst, era a negacn dela exencia de que signi “Caow Resade dete ln“naturalez's laos sigue send ea fauradende la que abe lesen abieto con el fn de ques cada coe dtinguida se le cancels eden Yenida ala presencia Morello Holerin le lama “sgrados” al “ce hae confi” eaos sera lo agra mismo. Ning semento teal pees a eta ira, sino que se limita sempre a entaren ell Tadecletione tan aparece es slemprey cada ver supera por el Gaon m ‘COMUNIDAD MUSICAL Y LO DES-COMUNAL Caos eso des comunal. Lo dexcomunalconcieme alo extraodinar alo extraoninari, alo inane ate 0 oka Ln decomuna cone a eo extralimitarse- Lo dscomnal como lo facra de medida fuera dlp des ‘modo, lo fuera dea comunidad Lo poético muskalabiendo al cos sone ‘comunidad ante lo descomunal. . © Ramén Cornavaca, Prescritias » a Fragmentos 1, Barcelona, Ed, Losada, 2008, pp. 7 Hesiodo, Obras y fragments, Teognta, Madrid, Fd. Gredos, 2000, 1-125. pp. 916, ™ Op, Cit, M. Heidegger, Come cuando en da de fiesta, p. 70. _HUMANIDADI ~ Esante el riesgo de lo descomunal que reaeciona Plat6n intentado un proceso de destierro y aquictamiento de la misica y la poesia. Esta terapéutica musical fencontraria célebres antecedentes ya en el siglo vit A.c. con el poeta-mtisico “Terpandto, inventor de los némoi.™ Por qué los cantos registrados bajo el nombre de némaoi se Haman ast? ZAcaso tno es porque los hombres, antes de que conocieran la escritura, cantaban ya las leyes con el fin de no olvidarlas, de la misma manera que hacen todavia, los Agatirsos? Por la raz6n aducida, de todos los cantos que los hombres Iegaron a usar, estos lamaron siempre a los primeros con dicho nombre. sn Plat, los imo! debieronreprsentar durant el pevodo tco la tran melds amiga y austera:lamsica condi conforme a una ‘iid ey, inica sin corromperatn por fo evs wos zfs costambres, A Te del, Paton enablee i relcton iecta de decadencia dela tad Tra calpando aos cregony aed dea confusion reinante deo de os “Taso génton mascaley dea dvapariign de una ley que repr lox ‘rent ipos de compeniiones. Asi ariculando una terapéutica mio ata Caabece un correla ene ay de oe sil ly del Sdn comunal® Del citarsta ‘Terpandro se contaba que, con el arte de su canto, habia He- gado a reprimir una revolucién en Esparta. Por lo que se refiere al misico Frinis o Phrynis de Mitilene, nacido en Lesbos en el afio 450 Ac. hay que afiadir que fue defensor de la concepci6n estética representada por la ntic~ ‘va mésica griega —con formas més teatrales, populares y sofisticadas, que ‘iticara Platén—, cuyo resultado fue la separacién que se produjo entre el fare musical y el arte poético propiamente dichos en un sentido moderno. Si esta terapéutica tiene un propésito en Platén, es acercar la rmisica a la virud y al orden, Para ello se precisa una nueva demarcacin entre poesia y wT instauré la ensefianza de la misca en Esparta y perfeccion6 la ira, al amentr emer de ted deca ste, queria demon spend ‘dela lira sobre la flauta. Pero, el hecho més importante, arco, es que “Terpandro fue el inventor de ls nome, que debi signiiar le; los némoihabrian sido Teodias que se establetan de forma rigurosa para diferentes ocasiones, o en orden a In consecucin de los efectos que deberfan haber producido; de ser as, habrian consti- tudo el ndcleo de a radicion musical ulterior que asentara una verdadera ensefianza, dela mésica. Op. Git, Fubini, Eudtica musical, p. 46. Ibid, p. 46. % Tid, p47. Wid, p47. Se oe ean race ny ar mare Erect fara acer nex la misc cntronea con a escain elseo pee fe SUS Sesto on pt Ee scan as yaar a eee pepe ic dS ae ocd Hs ert auc posta, peo ss alas no sn para dec ‘como las palabras dsI c6digo civil, son palabras para cautivar, son palabras de ia ape a nrc pn Yerdaderamente, la operacidn musica , musical, como la iniciativa podtia, e wna accion inaugural y por ello merece elnombwe de “Encante At noma yt cy nc Laconia a ol mS i cre re om «al inmediato, concierne a una compejdadflosica, histéricay potica en oe neg nar a a at pati ae aesmenyrae een ni neta ye ee ec “ei iy meagan ce es bs definen’® La comunidad cy, princpalment una reac, h ponerse eh fase ta catia aya ant ae ees Tees ety se rd esa cre feemncunnse pei alice ieoreha oetanapencaacions Pa ret Se ea es teen ann Se andre mi ein, pp 127-128 % ad p. 180 Wa, Repti, Madrid, Ea. Gres, 1998. {hic hl, Mai, E Cred, 190, pp 05 vc ttl err dai, sapenin scone ie com vne: Jom comin, commuriiad lo ques compart” En La wndad de dena Banos es, Aner eitores, 008. gunete cnt ra Ply ‘Jesn-Le Nancy, H mio nai, Barca, a. Anthropon, 2002; err . ya desde Maquiavelo, Spinoza, Rousseau, cruzando por mae “courant jt Lace, Hebe Ran cuss camer te ee pe ee eee pares cae oe filosofia politica contempordnea, muy particularmet a ia politica xx. Especialmente ‘os wager Fee gs agents Jacques Rancitre, EL eparto dela sensible. Estticay politica, Santiago, Ed. Lom, —HUMANIDADES —____ Desde esta advertencia, a idea de “comunidad musical” recobrarfa aspec- tos decisivos de la nocién filos6fica de comunidad, entendida esta como una relacion constitutiva-constituyente, donde el cardcter de la relacin se conserva suspensivamente dispuesta, a condicién de que ningin contenido en particular Consigue consumarla o finiquitarla,® se trataria siempre de una comunidad “inoperante”.”’ La “comunidad musical” es la comunidad libil, que opera como una relacién abierta, suspensiva, desbordada c inquicta por una pro-vocacion, centrada en la experiencia estética de la escucha. sta “experiencia estética” no se reduce nica o unfwoeamente alo que con ‘vencionalmente se entiende como relacién con obras de arte, contenidas en el “juico de gusto del arte bello”. " Antes bien, concierne a la ica etimol6gica de tun sentir y ese sentir estarfa dado, en primera instancia, por una escucha, una tescucha que siente, una escacha que hace y se hace sentir. Los griegos clasicos ‘conservaron para esta, Ia expresiOn diesthesis, que conciene en primer lugar ‘al registro sonoro, ala experiencia de una escucha. La ratz ai, proviene de aié, ‘escuchar. A2mi, ath, soplat, exhalar, de donde provienc la expresi6n latina ‘audio®. La escucha serfa la primera experiencia sensible a partir de la cual nos. Constituimos, si se quiere, la escucha seria la primera relacién, dado que solo thay “mundo” en la medida que se est4 en medio del suceso auditivo”. En ese sentido la “comunidad musical” es ya la experiencia esencial dela escucha sen~ sible, aetética, yen esa experiencia se dona lo esencial.” En esa comunidad de eseucha se suscita el mundo, que adviene como experiencia poético-musical."* En esa experiencia de la “comunidad musical” los oyentes no preexisten al mundo, sino que son trafdos al mundo mediante la escucha, asi una sensuatidad ‘musical estaria configurando la matriz inaugural-matriarcal de lo que liamamos “mundo”. Ese mundo solo es con ocasién de la mésica que emana, de abt la posibilidad de pensar la relacin temprana y primordial entre lenguaje y ‘misica, en tanto que la musicalidad serfa la temprana relaci6n y experiencia ‘comunal de lenguaje.** £2009. Asimismo, véase: Philippe Lacoue Labarthe, Heidegger: la poltica del poema, Ma did, Ed. Tota, 2007, *% Philipe Lacoue-Labarthe, La fic del politic, Madrid, Arena Libros, 2002 © Jeanttuc Nancy, La Comunidad Desobrada, Madiid, Arena Libros, 2001. ‘= Tmnmanuel Kant, Olseroacines sobre el sentient de lo elo lo subline, México, F. ‘de Cultura Econémica, 2004 2 Jean-Luc Nancy, El Sendo del Mundo, Buenos Aires, La Marca, 2003, p. 152 Sobre cl eardcter de lo estético en la Grecia csica véase: Bernard Bosanguet, Historia dela estética, Buenos Aires, Editorial Nova, 1949, p. 42 Se eer Slot, Exiratamien de! mundo, Valencia, Pre-textos, 2008, p. 287. * Jean-Laxc Nancy, A la scucha, Buenos Aires, Amorrort, 2007, p- 33. ‘= Rabur Schopenhauer, £1 mundo com voliniad y wpreseniacion, Madrid, Akal, 2005, p. 865 > eigenio THs, La imaginacién sonora, Barcelona, Galaxia Gutenberg, 2010, pp. 568-569. Op. Philip Ball, 1 instinto musical, p. 417. Una euestion esencial que se ar- MAPOCHO | cl.canto, la palabra, el lenguaje,represcntan un oscurecmiento yen derto sentido uma degradacidn del sonido, per en el canto (el que el dios inspira de verdad cl canto delirant), a palabra y cl lenguaje aparecen como valion hacia el Sonido, dominados por la nostalgia de su potencia orginaria. Es por eso que el canto muestra eémo exe Sonido no surge en un momento dado para nego tacer silencio: el sonido nace continuamente. Eslo.que nos recucra el poeta. Dirigiend al Sonido sus palabras y lenguaje, os vivilicn en esta fuente, en esta potenca, los hace aparecer in audios os recrea™ Asfla “comunidad musical” es, en primer término, una relacion de escucha. Esta se da a la escucha de lo que llama. La comunidad se hace responsable. Responsable es responder: Responder a lo que lama, lo que invoca, lo que suscita, lo que provoca. Ast, la “comunidad musical” concierne a ese escuchar responder, escuchar-acudir, escuchar-constituir, escuchar-deveni® En ese “cum- ‘munus” aiestéico-musical se comportan las fuerzas de lo primordial, yacen ahi las fuerzas miltiples de lo plural, que son en tanto comunidad relacién de fuerzas.” Ahi la “comunidad musical” configura otro régimen de pocticidad, ‘que es otro régimen de politicidad, ahi donde la escucha, el canto, lo pottica Politico, deviene grito descomunal, exaltacién, descontrol, desborde, cormanidad descomunal, comunidad en tragedia.™ En esa experiencia de la “comunidad ‘musical” advienen las relaciones de fuerzas que conciemnen a la memoria” de Ja relacion prima, a la Mnemasine, la memoria y made de las Musas, facteas sonoras que desbordan lo bello"; y en tanto que rebasan lo bello, advienen fuerzas de espanto y horror. ‘icala alles deca relacin entre lenguajey vor, como lacondicign ica y politica riginara de ios hombres, aht donde se expresa un al lenguaje, como la aberara i ‘experiencia abismal, como apertura al fexgo mortal del nada; Vease Giong ten gue ye mace, Valencia, a Pesexton S002. p. 130 Tal Ass on tomo a la lac ence misicay lengua, vee la dsincn propuesa por Adore ‘Th. Adorno, Bris musicals, 1, Madrid, Akal editor, 2006, P25 ‘Massimo Cacciari, dos que bal, Buenos Aires, Ed. Pad, 200, p. 48 Martin Heidegger, De Camino a Halla, Barcelona, Ed. Del Serbal, 2002 © Op. Cit, JL. Nancy, Las Maas, pI En tomo a ia cenralidad de i escucha como condicin eomunitaria, como

También podría gustarte