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LEsTotiah AMERICA Lar LOS ESTUDIOS TRANSAREALES (TRANSAREA STUDIES) COMO UNA NUEVA DIMENSION DE LA HISTORIA COMPARADA Ronny J. Viales Hurtado y Juan José Marin Hernindes (Universidad de Costa Rica) El estudio de lo deletion, confi alge que hemos sortie desde hace alg erp a rece dod de reconsinar- kas soiedades qe estudiaras |. pensand y repensando esasoviedad desde ta imagen que dela enn fox ination qu vivian en la epoca que sid bajo muestra mira José Daniel Gil Aw de que cayera el muro de Berlin y de que el Socialismo real se legara a coneehir como wna ulopia, existia en las Ciencias Sociales y en la Historia un fuerte cuestionarmiento a los marcos tedricos estructurales. En América Latina, desde ta década de 1960, exisié: un. marcado interés por Pensar y repensar (a realidad Jatinoamertcana (Trindade et al., 2007). Por lo general, las intelectuniles Tatinoamericanos cercanos a las ciencias sociales han tenido que recurrr as interpretaciones de y desde sus condiciones materiales y sus necesidades sociales, En ese devenit, ha quedado patente que cualquier andlisis de La realidad. o de as realdades si we quiere, debe neconocer las dimensiones estructurales y sus cambios temporakes; pero tambien las sensibilidades y pricticas sociales dos sujetas, actones y actrices, asi como sus visiones simbdlicas de la realidad. Tal y como plantea Sagot [sc la constraccidn del eoncepta def sujcto popular de la época, categoria privilegiada Para muchos autores y autoras, especialmente ls influenciadas por el marxismo, dlescansaba en una patente ficcida que relegaha la esfera privada y el mundo de la subjetividad y de Jas semtimientes al espocié de la naturaleza y de-lo personal, es decir fuera del mundo de Ia politica, Desde esa perspectiva, se hizo una construccicn bastante simple del sujeto revolucionario, muy parecida a la del individuo de la moderna ex decir, abstiacto, ahistirice, sin género, sin etnta, solo que Con la calidad “de: hombre nuevo revolacionaria’ (Sagot, 2007: 2 Es interesante tomar en consideracién que durante tio él desarrollo de la SocinlogtarTearti Social en América Latina, desde finales del siglo XIX hasta el presente, 1a Historia, como disciplina, ha sido consumidory dé Tos esquentas planteadas desde a teoria social para construir sus descripciones y explicactones (Viales Hurtado, 2006), pero ahora es importante buscar ciertos grados de Tbertacvindependencia en los que el Conocimiento histéiriéo se puicde comprendér eorio una trayectoria de historicidad, es decir como una trayectoria cuyos condicionantes tienen validez en un tiempo y en un espacio déterminodos y, a la vez, constituyen un factor causal de las dimensiones de fa(s} realidad(es), ‘SvnLimasir AS01 157 Esrumia AMEIUEA Lari: 158 3 Revos v Prssrecrvas Esta es una categoria hibrida que constraimos a partir de.dos ideas. Por una parte, la nacién de “arayectoria” de los andlisis par dependence, sein la cual existe un efecto acurmilativo de la historia que se conereta por media de la dotacién natural de recursos y de las instiluciones, pero también de las ‘influencias sociales y de la cultura moldeada por una (rayectoria histérica particular (Thorp, 1998: 73). Y, por otra, ls nocidn de “historicidad” planteada por Mariano Alvarez Gomez, para quken ésta se ha construido desde el siglo XIX y que iiplica, al menos tres aprosimaciones: la forma em ka que las ‘ranstormaciones inducidas. por ki seeién del hombre, de Ia sociedad diriamos nosotros, transforma fa realided humana; la idea de que la historia constituye un transcurrir,en ¢l que interactiian y se afectan los jindividuos, y las individuas agregariamos nosotos, sin Ia posibilidad de detener sv curso, y Ia representacidn de que la historia es un proceso de rupturas succsivas (Alvarez Gomez, 2007), aunque en contraposiciin con ese autor, creemos que eso no-excluye la posibilidad de que existan continuidades, Esto es particulammente importante, pues si bien el esquema interpretative postmoderista y deconstructivista de las dcadlae de 1990 y de 2000, pretenkis sobredimensionar el peso de fo intangible, ta inconstancin y la inposibilidad de aprehender Ia realidad, en América Latina tha subsistida el interés or mantener la relaciGn entre fo estructural y el peso de los actores sociales en kt configuracion y reconfiguracién dé las estructura econdmicas, sociales, culturales y politicas. En el caso de la Historia, es particularmente interesante, pues ademis de decurollarse como un campo disciplinur procurd promover el andlisis de los diferentes procesos en forma cruzada, entrelazada, entretejida, maltiple y con diferemesritmos, Si bien en su momenta hi “historia wa", fue considera como ridicula¢ inalcanzable, la pretensidn de rescalar las diferentes dimensiones de Io rea de kas précticas y las representaciones sociales nunca desfalleeis, Las denominaslas hisfaire compere, hisioire croisée y. més recienlemenie, los cstudios transarcales se han reenconirado con las Ciencias Sociales descosas de encontrar en ka Historia, como-eonocimaiento, una variable mis de interpretacin social y de visibilizacién tanto de fos actores.y las actrices como-de los procesos sociales. El propsito de este trabajo es plantesr fe posbilidad de que, @ pair de una motodalogia ransversal, se pueda (elinvestigar problenidticas caino el eeecintento, el desarrollo, las configuraciones politics sociales e identita en América Latina, pero con nuevas posibilidades: lo que vamos a plantear es ha posibilidad de interclacionar la comparacién (enfoque compara, méuxlo- comparativo), ct planteamiento de los estucios transareales ¥ la triangulacién metodoligica, 1. LA CRETICA A LOS ENFOQUES DISCIPLINARIOS ¥ LOS NUEVOS ENFOQUES DE INVESTIGACION SOCIAL DESDE LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XX. ‘Armediados de la década de 1940, el enfoque disciplinar surgido mediados del siglo XIX comenc6 a ser seriamente cuestionado. Las criticas nds severas le reclamaban ta excesiva compartimentalizacién del Cconocimiento, [a multiplicacion de lenguajes espectficns e hiperespecializadass, la adherencia casi religiosa al mito de una ciencia objetiva y lire de valores, la preferencia por soluciones disciplinarias antes que el ‘Un plareituo merece nl recone La exisendia de wna “hidria wea” ese lel isons ecg y amon, que sc-ocnir el aniisis de In enevelucin entre la Sociedad y a Numarleza. Sein ©! Crnour (1997), ese tipo de ise wea, debi a gue hs movfizacionss ambisales ques Ievena cabssn cui parte de ani, fsnen epeteusiones pansanas. aa didioge con ofras saberes. la creaciin de métodos restrictives y li creaciéin de una racicnalidad cientifica, 3 como lgicas preferides que tlevaban ans tomizacindc| eonocimicnio, inclusive en lamiama disciptina. Esa especializacién, no s6lo acerres la inevitable ereacicn de ls lenguajes especificos, que pasaban a é ser poco menos que esoléricos para quienes no pertenecfan a una disciplina particular, sino que también promovicron la creacién de comunidades cientfficas asociadas a los Estadlos-nacién (Tesser, 1999). En Buropa y en Estados Unidas, se reaccioné contra esta especializacién Konica créciente y contra el localismo analitico. De este modo, s¢ promevieron enfoques de andlisis totalizadores, holisticns, que’ dicran euenta de las realidades complejas. Primero el murxismo y ef estucturalismo, y luego ch gniluclismo y el funcionalismo, con sus posteriores combinaciones, se utilizaran como enfoques que permiticran el didtogo interdisciplinario, la creacién de un lenguaje comin y la claboracién de un mareo de andlisis imernuciosal. No obstante, esta posibilidad replicé la limitacicn de itmponer un enguaje tinico, el convencimiente casi dogmiitioa de su enfoque como abjetivo y verdadero, Ia instauracién de métodos prixativos y le crescidn de una recionalidad cientifiea tniea, En América Latina, af igual que en alras entornos, la prcacupackia por crear marcos analiticos imiis abarcadores que los planteados por los enfoques disciplinarics, evan, por ejemplo, a los ccanomistas ltinoomericanas de [a Camis Feanémica para América Latina (CEPAL), entre: as que se destacaron el argentino Rail Prebisch y el brusilefio Celso Furtado, a crear un enfoque interpretative de Latinoamérica desde Latinoamérica (Prebisch, 1986; Furtado, 1978; Nelly, 1998). Asi, después de Ia ‘Segunda Guest Mundial, desarrollaron sisternticamente ba nociin de una dualidad centro-periferia para describir un orden econémico mundial integrado por un cenuo industrial y hegemeaico que estatblece ‘ransaeciones econdmicas desiguales con uns periferia agricola y suborcinada, Tal enfogue rivaliz6 con et enfaque de W. W. Rostow del desurrollo gradual a partir de su esquema de las etapas del crecimiento ccondmice® que influys de manera directa la sociologfa latinoamericana de lneigcada de 1950, La rivalidad ims importante para esta interpretacién, desile América Latina, sungid de la teoria de ka dependencia con ‘eoricos como Vania Bambirra, Femande Henrique Cardoso, Enzo Faletto, Theotonio Dos Santos y André Gunder Frank y de la nocidn de sabdesarrolta ‘Anibal Quijano ha resumido ta rivalidad entre ef modelo eeanomicista y ef planteade por los tedricos: de la dependencia, del cual forma él parte: Nadie pods discutir seriamente que too posible desaroto de una sociedad, ska pucde ocurtir con un desarolto intensive de lx eapacixtad prxtuetiva de est sociedad, Pero, en cambio, es bien claro a esta altura del debate, que privilegiurla de manera aislada es teGricamente eméneo y pricticamente ineficaz y, sobre toda, conduce a ‘ocultarel hecho de que en todas las sociedades Harmadas hoy dia “subdesurolladas", las relociones de poder econdmico ex que consisten, en lo fundamental, kas Hamadas "Pan Rosow em posable ubicar cualgiiersocialod en una poh evoliiva de cinew extegorias: fa wciedl raion, las pre= ‘endiciones de despegue tke off el desperu,el arnino a la madre y ira el pleno corso se mass, Por Io tani sami Fain el darrell era vile put de reforms y de lnerulciém se hin eapas del crimiento que habia sep la ceded occ neds ylido recor que Bert Heine acct mclera trail al lise del dessroll consis y del cam bre social en 1960, a pore de variables pursnians, y ta fixe ba hae para lati de Ras (ch, Vises Hurt, 2108) 159 Esrumia AMEIUEA Lari: 160 3 Revos v Prssrecrvas “estructuras eoondmieas”, se sostienen y expresen en relaciones de pader politico y social y que las relaciones politicus cntre los principales grupos de interés social y las Jnstrumentos de dominackén politica que dichos grupos dispulan permanente fortan el nhucin gordiano de las “estructuras del subdesarratlo” [,..] Puede ser ya, acaso, ta hora de volver a las viejas ensefiunzas alcjandrinas, segdn lax cuales lo Gnioa que se puede hhacerse con ese muds es ... comarlo (Quijano, 1975). La polémica planteada por los dependentistas Jeno I necesidad de reflesionar Ia realidad Jtinoamericana desde un instrumental propio, puesto que Compartian una insatisfaccién coa los akcances de los marcos tedious monoexplicatives, degmiticos @ abistérieos. De ahi, la nevesidad de reMlexionar sobre el subdesasrolo, la conciencia social, la dependencia, ef cambio social, la masginalidad y la relacisn centro periferia, ung de los conceptas mas emblemaéticos dla teoria de la dependencia, Si bien el cancepla cento-periferia fue purticularmente exitose para referiise a las desigualdodes sociales y econémicas y su desigual distribucisn espacial, en el émbito mundial tuve una serie de problemas. Entre ellos se pucden sefialar los siguientes: un simplismo analitico al responsabilizar a los. paises hegeménicos del subdesarelio, evitando analizar las complejidides de esa relacidn; la traspolicidn del cconcepio de mercado, que se pensaha histéricamente como Gnicore invariable ¥ que slo servia para el emmpo brecimiento de la periferia; ef excesiva peso clo ala nocién “mercamilist” al indicar que ka existencia det ccapitaismmo se fundamentaba séo en la presencia de! mercado: y la polémica no resulta de si Ia dependen cia era una “Telacién® @ una “situacida” que impedis el desarrollo, Finalmente, a pesar de pensar sas anélisis a nivel mundial, no podo evitar et sesgo espacial. pues adennds de continuar referencianda la Risto ria continental, nacional y regional, la hacia desde una perspectiva jerinquica y univees, sin pensar tas interrelaciones y la movilidad de los espacios (Imbert, 2003). A pesar de todo ello, la nockin centro-periferia den1o16 una preocupaciGn por salir de los estudios economieistas, ¥ ¢s una parte fundamental de un ambiente ‘académico latinaamericane inquicto por salir de los marcos disciplinares, regionales y fumcionasias La teorin del sistema-mundn, desarrollada por Imunanuel Wallerstein, redefinié la teoria cle ta dependencia a través del concepto de seonomia-mundo, que pretendia analizar el conjunto de las naelones en el mundo y sus relaciones —predominantemente: de canieter econémico, aunque no exclusivamente— puesto que constituian un todo organizade. El eardcter de “‘organizado” se sefiere simplemente a la interrelacién mayor 6 menor de Tos elementos (en este caso fas naciones y sus principales agentes econdmicos) y no implica ninguna valoracién de tipo meral « politico, Para los tedricas de la economia mundo el sistema mundial es esencialmente de caricter histGrico, con trayectorias de largo plaza, y hha tenis en el pasado diversos antecedentes (Wallerstein, 199), Desde 1955 también se desurollaron fos Estudios Transalanticos, los cuales se han isko definiendio coino campo Converseaté de investigacién y dehate a partir de la prctica critica y didéctica de distintos hispanisias, economists, sovidlogos, historiadores, litetos y comparaistas que se mosttaban muy eriieos con las modelos dominantes en las disciplinas: los estudins de dre, el desarrollismig © incluso can las visiones centro-periferia, en. cvanto a fos Himites de Jos relatos tesricos objetivistis, ¢ inequivocos y Tas derivaciones jerarquivadas de las expliciciones. La preocupscién por la complejidad’, el retorno det sujeto como agente de la historia, ef peso de los procesos interculturales y fa idea de favoreoer un trahajo LEsTotiah AMERICA Lar dialégico, animaren la eonstitucién de distintos grupos de trabajo interdisciplinaria, Ios cuales aceptaban Bas teorias de la cconomis-mundo y los cnfoques comparativos (Onega, 2003). En las ditimas décadas, en algunos segmentas del mundo ucadémico estadounidense se ha vend prvileiandé el eafoque de la “historia atlintica”, cuyo niicleo central parte de la concepcién de que “las Américas”, Attica y Europa constituyen un “sistema regional”, desde finales del siglo XV hasta el presente (University of Pittsburgh, 2004), Los defensores de este enfoquie le atribuy-en tres ventajas principales: ‘SvnLimasir AS01 © 1a posibilidad de hacer historia comparativa de las subregiones: cl concepto de “sistema” permite abordar una amplia gama de temiitiras que tienen come ln de fondo Las relaciones 6 los vinculos entre las subregiones y, Finalmente, cl enfoque, al tener un énfasis en ta historia mundial o global, permite establecer comparaciones de ‘range ms amplio con otras dress © regiones, por ejemplo con el mundo istimico o con Asia. Desde 1940, can objetivos muy diferemes, los paises hegemdnicos comenzaron a fomentar los Estudios de Area (area situdies) que pretendian comprender continentes y regiones que estuvieron ‘interconectados 0 bajo su influencia. Estos aparecen en los Estados Unidos, durante la Segunda Guerra ‘Mundial, y luego se extienden a otras latitudes, Su idea de base plantcaba que una iirea se define como una zona geogrifica amplia, qu tiene supuestamente alguna cofperencia cultura, histrica yl lingtsticay ast aparecen miltiples areas: URSS, China (0 Asia Oriental), América Latina, Medio Onente, Africa, Asia Meridional, Asia Sudoriontal, Europa Central y Oriental, Europa Occidental, Estados Unidos (o América del Norte} (Noiriel, 2006), y Centroamérica (o América Central), agregariamos nosotros. ‘A este tipo de estudlios, se le critica su caricter instrumentalist, pero también se les reprocha que tienden a ubicar al: Estado como agente social hegeménico, asi como el peso preponderamte que le dan a lo global sobre lo local. partir de 1990, se busca un enfoque dlalégico de lo.global en lo local y viceversa, con lo gue se reconoce las veniajas del andlsis local para entender la dindmica global, Esta redefiniivn epistemolégica fue también importante porque se intradjeron aserciones tesricas dirigidas a entender las ineraceiones “globules ? locales" En Ja actualidad, fas Estudios de Arca se manticnen como un enfoque geaestratégico. E| “chaque de civilizaciones™ que plantea Samuel Huntington (1997) evidencia la necesidad de las clases dominantes de Tos paises hegeménicos de decidir lay estrategias de iniervencigin en oiras partes del mundo, a partir de Ja creencia de que en

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