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LA DEFENSA DEL MCDONALD'S Anoche se produjo un incendio de origen desconocido en el McDonald's de Pyongyang. No hubo que lamentar pérdidas humanas ya que todo ocurrié cuando el local estaba cerrado. A dia de hoy, los indicios parecen seftalar que todo ocurrié por culpa de un cortocircuito, sin embargo, el cuerpo de bomberos dictamina que no sera posible esclarecer la causa conereta del fuego hasta que los investigadores concluyan su trabajo. Es por ello que todavia no se puede confirmar que este incidente tenga una conexidn directa con el incendio que tuvo lugar la semana pasada en el McDonald’s de Gaesong, Recuerdo que la primavera en la que cumpli veinte afios todo el mundo a mi alrededor defendia algo; unos querian defender la integridad empresarial frente al capital externa, otros resguardar a sus hijos del acoso escolar que se extendia por el pais, algunos querian preservar el derecho a la vida ~amenazado por el neoliberalismo-, y algunos otros asegurarse de que las arterias principales de la ciudad no se verian afectadas por la nieve mas acuciante que habia caido en los iltimos cien aftos, Aquella primavera el pueblo tenia cosas que defender y entre esas cosas también se encontraba Dokdo". La gente estaba atareada eludiendo a los accionistas de apariencia amable, pidiendo la instalacién de cémaras de seguridad en las escuelas, manifestindose en la calle con cintas a la cabeza que rezaban: ;Viva el derecho a la vida! pasindose la noche entera vertiendo cloruro calcico en la calzada nevada y, por tltimo, aunque no por ello menos importante, gritando exacerbadamente ante Ia cembajada de Japon. Fue una primavera tumultuosa y lacerante, como una guerra ‘La primavera en la que cumpli veinte afios yo también tenia cosas que defender ‘Tenia que defender mi virginidad ante el ateo lascivo de mi novio, un chico de futuro incierto con las hormonas a punto de ebullicién. También tenia que defender a mi familia y cuidarla, ya que estaba acuciada por el incomprensible despido de mi padre. ‘Nada de esto era facil de comprender, pero el caso es que yo tenia que defender lo mio a toda costa, asi podria demostrarle al mundo que no soy un initil. Pero lo que tenia que tratar de defender aquella primavera con més fiereza, como una gata embarazada, no era mi virginidad aunque mi novio me acosara-, ni mi cascarrabias pero amada familia, ni el local de un negocio multinacional de comida répida cuya desaparicién ni siquiera se notaria; lo que tenia que defender a toda costa era el valor de mi persona, que seria vital para crearme un futuro cémodo. A ese valor del que hablo algunos Io Ilaman precio Yo empecé a trabajar a tiempo completo en el McDonald's para contrarrestar la inesperada pérdida del empleo de mi padre. Hasta entonces solo habia hecho pequeftos trabajos para pagarme mis caprichos. Mi padre habia sido jefe del departamento ejecutivo de tuna empresa que suministraba piezas para una compaftia de automoviles posicionada como la segunda o tercera con mas ventas en ef ranking del momento. A mi lo Gnico que me importaba era cuanto era el extra de fin de afio de mi padre y cusindo lo recibia. La verdad es 10 WN. del T, Islote deshabitado situado en el mar de Japén («mar dei Este», para los coreanos) disputado histéricamente entre Japén y Corea. que no me interesaban cuales eran los articulos que distribufan. Sea como fuera, todo se fue al garete porque habian trasladado la cadena de produccién a China. La direccién justificé el traslado diciendo que era imprescindible recortar el coste de produccién que se habia elevado por la subida de precio de la materia prima, Explicaron también que esa era la iinica altemnativa; pero esa alternativa no habia sido capaz de mantener el puesto de trabajo de un padre de familia que tenia que alimentar a sus dos hijos y esposa. Mi padre, que nunca culpaba a nadie de nada, optd por culparse a si mismo de no haber estudiado chino. Lo que una vez fue un pequefio arrepentimiento se convirtié en una profunda lamentacién por la oportunidad perdida. Impotente por su insolvencia econémica, empez6 a llegar a casa bebido y a soltar improperios enfadado. Mi hermano pequefio, dandoselas de sabido, comentaba que mi padre habia perdido su trabajo no por culpa de unos individuos sino por culpa del sistema. Si mi padre hubiera podido, de veras que le habria dado un pufietazo en la cara a ese «sistema», Lamentablemente nadie ha sido capaz todavia de verle la cara al sistema. Mi padre, tras haberse quedado en paro, empez6 a matar el tiempo yendo al aeropuerto de Incheon para ver los aviones despegar. Si no hubiéramos encontrado de casualidad en la lavadora un folleto con el horario de autobuses al aeropuerto, nadie se habria enterado nunca su peculiar actividad, una actividad que no dejé por mucho que nosotros se lo pidiéramos. —jA qué vas al aeropuerto? —le pregunté una vez. —A ver los aviones despegar, me tranquiliza —respondié él con un semblante tranquilo, como imagindndose no sé si los aviones despegando o a si mismo dentro de un avion Quizas pensaba que en China podria vérselas con el «sistema» y por eso iba hasta el aeropuerto internacional de Incheon, a dos horas en autobiis, en vez de al de vuelos domeésticos de Gimpo, que solo estaba a una hora en metro. Que mi padre perdiera su trabajo solo fue el presagio de una catistrofe mayor. Tras quedarse en paro no dejé de ir de mal en peor, como si toda la suerte se hubiera terminado para él. Después de perder poco a poco todo lo que le quedaba de pension invirti¢ndolo en bolsa, mont un ambicioso restaurante de pollo asado con un préstamo que consiguié hipotecando su apartamento; pero su negocio se fue al traste porque justo en aquel momento estallé la gripe aviar. Hubo una época que con solo ver un huevo me entraban ganas de voritar. Pasamos mucho tiempo teniéndonos que comer todos los pollos que no se habian vendido. El unico consuelo que me quedaba era no tener que trabajar en el KFC. Una vez mas, mi padre no pudo echarle Ia culpa a nadie, ya que el hecho de que los pollos se contagiaran en masa de un virus era un desastre natural contra el que nada se podia hacer. Al final el banco se qued6 con el apartamento, Lo iinico bueno de todo aquello es que mi padre acabé perdiendo toda gana de maquinar un nuevo plan para recuperarse. Mi hermano pequefio tuvo que marcharse a la mili antes de que la tinta del diploma de ‘su graduacién del instituto se hubiera secado. Mi madre se puso a vender purificadores de agua a las amigas con las que solia irse de excursién a ver arboles otofiales. Yo tuve que dejar Jos estudios e intentar labrarme un futuro por mi cuenta y mi padre, por su parte, retomé los viajes al aeropuerto. Yo hasta Hegué a sofiar una vez que conseguia irse como polizon a China. Cuando me desperté de aquel suefio me sonrojé como una nifia a la que le habian descubierto un secreto. Mi padre, a pesar de que habia perdido 1a solvencia econémica, seguia manteniendo su rol de padre de familia, Al menos asi to iba a pretender hasta que yo Megara al altar de su brazo. En el apartado «Razén» de la solicitud para la interrupeién temporal de los estudios escribi: Curso de chino en China, Cuando le pregunté al encargado de mi trabajo —que siempre solia bromear conmigo si podia trabajar fija de mafianas. El, con una sonrisa picara, me contest6 devolvigndome una pregunta: — {Qué pasa? tienes problemas 0 qué? —Pues es que tengo que abortar y necesito el dinero para ello —le respondi algo mosqueada. El se qued6 aténito, con cara de haber visto un fantasma. No necesitaba darle explicaciones para que me diera un puesto fijo de mafianas, pues de todas formas todos los que estaban temporales iban a la universidad en esa franja horaria. Ademés es por la mafiana ‘cuando hay que hacer los trabajos mas duros. Todo el mundo evita el horario matinal al no ser que estén faltos de dinero, Antes solo trabajaba tres dias a la semana pero desde aquel entonces debia ir todas las mafianas. Asi es como pasé de tener un contrato temporal a tener un contrato fijo. Era més duro de lo que imaginaba. Tener que empezar a trabajar todos los dias a las ‘ocho de la mafiana ya era duro de por si, pero ademas estaban los dias en los que tenia que ir una hora antes porque venia el camién de mercancia; concretamente tres dias a la semana. El camién siempre traia mucha cantidad y variedad de ingredientes, desde lechuga hasta sirope de Coca-Cola; la mercancia nunca se acababa. El pan o las cares eran faciles de trastadar pero los liquidos, como el mencionado sirope, pesaban mucho. Primero trasladaba los ingredientes, después armaba los equipos de cocina que un cempleado el dia anterior habia separado y lavado previamente, luego limpiaba Ia cocina y la sala, y por tltimo ordenaba la habitacién que los empleados usaban para cambiarse de ropa 0 descansar. Unicamente después de terminar de hacer todo eso era cuando podia abrir el local. Este proceso no debia de ser muy diferente al de los locales de Nueva York, Pekin o Mosct, pues el proceso de apertura de este restaurante de comida répida, que sirve al dia a cuarenta y tres millones de personas en todo el mundo, esta estandarizado por un protocolo que pasa por encima de las razas, los idiomas, las religiones o las ideologias. Pero eso no era lo unico estandarizado. Los clientes comen hamburguesas del mismo sabor en cualquier parte det mundo sin importar la edad, el sexo 0 Ia clase, y ademas ofrecen su fuerza de trabajo para cencargarse ellos mismos de los restos. Después de comerte una hamburguesa, ya seas Bill Gates o mi padre que esti en el paro, todo el mundo tiene que tirar por si mismo los restos de su comida, Debajo del doble arco dorado las diferencias pierden todo su sentido y una vez dentro del local, todos se convierten en hermanos y hermanas. Cuando comencé a trabajar, en el curso de orientacién, el encargado de mi local nos ensefé con un video el origen y la historia de esta gran empresa multinacional. El video hablaba del orgullo del «mito» del restaurante que los hermanos McDonald fundaron en California poco después de estallar la Gran Depresion del veintinueve; un pequefio restaurante que acabé convirtiéndose en un negocio con mas de treinta mil locales repartidos por mas de ciento veinte paises en el mundo, En el video también se comentaba que MecDonald’s contribuia a la paz mundial, ya que nunca habia habido una guerra entre dos paises con McDonald’s. Hay hasta una teoria para esto, la «teoria de los arcos dorados para la prevencién de conilictos», 0 algo parecido. Pero un compaftero que tenia la cara lena de granos interrumpid: «Pues segin tengo entendido en mil novecientos noventa y nueve, cuando la OTAN bombardeo Yugoslavia, habia diez McDonald’s ahi», dijo el chico granudo mientras mostraba los diez dedos de la mano. El encargado, que habiendo empezado con un contrato temporal logré convertirse en el responsable de uno de los cinco locales de Seill con mayor facturacién —Hegando a ser considerado como un personaje legendario gracias a su carrera ejemplar-, enrojeci6 y dio un final apresurado a aquel curso orientativo. «Antes de preguntaros qué puede hacer McDonald’s por vosotros, preguntaros qué podéis hacer vosotros por McDonald's. Ahora que formais parte de la familia, tenéis que ser McDonald's de Tos pies a la cabeza». La reaceién del encargado fue tan tenaz.que el chico granudo dejé el trabajo antes de que transcurriera ni siquiera un mes. De tan vengativa manera se comportaba el encargado, que cuando el chico granudo filtraba el aceite de las freidoras, lo hostigaba haciéndole climinar impurezas que ni siquiera podian verse. Yo no podia imaginarme qué es lo que pensaba aquel chico mientras filtraba sin parar aceite hirviendo a mas de trescientos grados, pero seguro que no cabia entre sus planes hacerse amigo del encargado. El, cuando dejé el restaurante, me dijo, como si me estuviera revelando un gran secreto: «En realidad me equivoqué. En mil novecientos noventa y siete ya habia en Yugoslavia once McDonalds. Estaba claro que a él no le habian conseguido « macdonalizar». Un mes después de empezar a trabajar en el horario de maftanas ocurrié un incidente. Era una mafiana Iluviosa. Cuando llegué al restaurante vi algunos papeles tirados enfrente de la puerta. Al principio pensé que era publicidad de bares 0 discotecas, pero cuando cogi uno me di cuenta de que estaba equivocada. Habia algo extraiio escrito en aquel papel mojado por {a Huvia, Las letras y las palabras estaban tan deformadas por la tinta corrida que no era capaz de entender lo que ponia. Parecia un texto subversivo que habia logrado aguantar en silencio la censura durante mucho tiempo, adquiriendo asi ese aspecto lamentable. Nuestras XXXXciones: 1. No exXXXéis a IXs XXXXres del XXXXo. 2. Detened de inmediato la XXXXXXXcidn del MXXXo XXXXXte. 3. No XXéis XX saXXX de los XXXos Si no atXXdéis a estas exXXXcias, tendréis que XXXneros a las consecuencias. XXXnte dX XXXXXXXXXX del XXXXXX XXXXO. Debajo de aquel texto ininteligible habia dibujada rudamente una hamburguesa tachada con una cruz. Si no hubiera sido por ese dibujo habria tirado el papel a la basura inmediatamente. Yo sequé en el horno aquel panfleto y se lo ensefié al encargado. Su cara se endurecié. Me pregunt6, con mucha curiosidad, como, cuando y dénde lo habia encontrado. Por aquel entonces habian abierto justo enfrente un Burger King, y en el Pizza Hut que habia cerca estaban organizando un evento de marketing agresivo. El encargado, pues, se ‘encontraba comprensiblemente nervioso. Algunos de los otros trabajadores se acercaron para preguntarle qué pasaba. El, con esfuerzo, volvid a poner su cara de siempre y, riendo de ‘manera burlona, dijo que un loco les habia gastado una broma y que no pasaba nada, A mi, sin embargo, su risa me parecié forzada, Seguro que el instinto desarrollado al haber trabajado durante tanto tiempo en la industria de la comida rapida, donde el débil se doblega ante el fuerte, le hizo percibir algo sospechoso. Pero a mi aquel papel lo tnico que me parecia era un panfleto jocoso. Pasé una semana sin que ocurriera nada. El encargado mantenia la alerta pero se le notaba algo aliviado. El resto de trabajadores y yo nos entretuvimos intentando descifrar las letras emborronadas. Aquel juego proporcionaba una fresca vitalidad a nuestras mentes endurecidas por el trabajo monétono y rutinario. Unos pocos pensaron al principio que la frase que abria el panfleto era Nuestras ambiciones, pero al poco tiempo todos Hlegamos a resolver en consenso que lo que decia era ‘Nuestras peticiones. Lo dificil era lo que venia después. Alguien sugirié: No expongdis a los seftores del cielo, pero eso carecia de sentido. Otro pensé que decia: No extirpéis las flores del suelo pero aquello no coincidia con el nimero de letras. Alguien también propuso: No exportéis a los lugares del mundo; pero esto, una vez mas, no tenia mucho sentido. La segunda frase podia ser: Detened de inmediato la exploracién del mundo viviente; o bien: Detened de inmediato la instrucctén del mando pensante. Tampoco podia descartarse que la tercera frase fuera: No andéis al salén de los raros, 0: No recéis al santo de los malos. Sin embargo la frase que desaté mas polémica fue la iltima, es decir, la que mentaba la agrupacién 0 asociacién que habia escrito los panfletos. Se hablé de: Puente de fraternidad del pueblo unido; también de: Fuente de recitacién del cuento corto; hasta de: Siente la perfeccidn del cantar hondo. Las opiniones eran tan variadas que resultaba imposible saber quignes eran los responsables. Nos devandbamos los sesos intentando adivinar cuales eran las letras perdidas de aquel escrito sin que nos viera el encargado, como desciftando un crucigrama o un rompecabezas. Lo que de verdad nos traia de cabeza no era tanto averiguar el contenido original del panfleto sino poder darle algun sentido a aquel mensaje carente de forma, Pero el juego no duré mucho. Pronto aparecié otro panfleto, esta vez en perfecto estado, sin una letra de menos; no estaba mojado por la Tuvia ni lo habjan manchado con pisadas. Nuestras peticiones: 1. No explotéis a los menores del mundo. 2. Detened inmediatamente la destruccién del medio ambiente. 3. No dajiéis la salud de los nifios. Sino atendéis a las exigencias, tendréis que ateneros a las consecuencias. Frente de Liberacién del Tercer Mundo. Tras el descubrimiento el local se volvid un caos. Todos estibamos algo alterados pues nos acabébamos de dar cuenta de lo absurdas que habian sido nuestras deducciones. Nadie habia imaginado que se trataba del Frente de Liberacién del Tercer Mundo. El encargado sostenia que la actitud de los empleados repercutia directamente en las ventas, as que decidié hacer algo frente a aquella situacién y congregé a los trabajadores. «No os inquietéis, No son mas que un grupo pseudoterrorista. No vamos a negociar con ellos y ‘menos ain nos rendiremos. Somos una familia. Confiad en la familia. A partir de ahora entraremos en estado de emergencia y alerta. Estad bien atentos para detectar cualquier sujeto con movimientos sospechosos para poder aislarlo a tiempo» {Terroristas! Creo que no fui yo la unica que se alarmé al escuchar esa palabra. Me vinieron a la mente imagenes de vehiculos ardiendo, edificios destruidos y envueltos en llamas, y de victimas transportadas en ambulancia. Imagenes que solo habia visto en las peliculas o en las noticias. No era agradable imaginar ser el objetivo de un ataque repentino perpetrado por unos asesinos encapuchados mientras calentabamos el pan, cocinabamos la came o freiamos las patatas, Una amenaza inconcreta como aquella es ain més intimidatoria precisamente porque no es conereta. El terrorismo atentaba directamente contra McDonald's y su espiritu. El efecto de la aparicién del panfleto descodificado fue rapido y contundente, Al dia siguiente tres empleados dejaron sus puestos de trabajo. Eran los que habfan sugerido las siguientes frases: No expongdis a los senores del cielo, No recéis al santo de los malos y Puente de fraternidad del pueblo unido. Supongo que ellos fueron los que se sorprendieron mas ante el mensaje revelado, pero tampoco estaba claro que eso fuera Ia tinica causa de su abandono. El encargado, tras lamarles «cobardes» y «traidores», decidié tomar medidas determinantes: Contrat6 tres nuevos empleados, todos hombres de cuerpo robusto. Contratar solamente varones habia sido algo sin precedente. Quién sabe de dénde vendrian; tenian los ojos almendrados y la mirada torcida. Corria el rumor de que eran expertos en artes marciales. Todo parecia indicar que el encargado creia en la existencia real del Frente de Liberacién del ‘Tercer Mundo. El nos advirtié de la gravedad de la situacién ~a pesar de no saber decimnos qué era aquello que era tan grave- y prometié pagar una bonificacién extra a los empleados que aguantaran el tipo sin abandonar su puesto de trabajo. Aquel sobresueldo era, pues, una indemnizacién por riesgo 0 una recompensa especial por enfrentarse al peligro, A mi no me entraba en la cabeza que unos terroristas tuvieran como objetivo una hamburgueseria, sin embargo, una vez obtuve ese dinero extra 0 mejor dicho- esa indemnizacién por riesgo, aque! peligro que una vez habia considerado infundado, comenzé a ser concreto, tanto como la cantidad de remuneracién extra que el encargado nos proporcionaba ‘Asi pues, todo cambié tras la aparicién del plus de peligrosidad, La paz se terminaba y estallaba el conflicto. Desde entonces mi seguridad y la del restaurante serian lo mas importante, Los peligros, hasta entonces ocultos, salian a la luz, Un lugar tan accesible € indefenso como nuestro establecimiento era el blanco perfecto para un ataque sorpresa. “Todos los clientes que entraban por la puerta eran potenciales terroristas. Nosotros no sabjamos quignes eran ellos, pero ellos si que podian saber cual era nuestro puesto y nuestra labor en el restaurante gracias a nuestros uniformes. Al no haber ningun obstaculo entre la cocina y la sala, nuestra ruta de distribucién se hallaba completamente al descubierto. Era imposible saber cémo y cuando los terroristas nos atacarian, podian hacerlo desde que entraban por la puerta hasta que salian, Podian actuar mientras pedian el meni, comian sus hamburguesas en una mesa apartada, traban los restos a la papelera o incluso justo antes de dejar el local EI método de ataque tampoco era facil de pronosticar. Podian asaltar el lugar armados con bates, podian echar en Ia basura una bolsa con sustancias téxicas, 0 embestir en el mostrador del drive-in con un coche cargado de explosivos. Pero sin duda alguna lo més grave era desconocer quiénes eran, Ante un riesgo tan grande lo dinico que nosotros podiamos hacer era vigilar cada rincdn del restaurante. Para no descuidar la vigilancia se decidié entrar mas pronto a trabajar y salir mas tarde, repartimos las horas de la comida y renunciar a los descansos de los que tanto habiamos disfrutado antes en el cuarto de empleados. Mientras preparibamos Ia came de temera de exactamente diez milimetros de grosor y montabamos las hamburguesas con pan de diecisiete milimetros exactos de espesor, cebolla de siete gramos y medio, lonchas de queso de catorce gramos y lechuga que habia atravesado congelada el Océano Pacifico, teniamos que estar también atentos a cada rincén del restaurante, a la vez que atendiamos a la gente al otro lado del mostrador haciéndoles las preguntas dictadas por el manual de servicio al cliente. «,Quiere también Coca-Cola». «{Desea algo mas?». No habia lugar para el «yon en mitad de aquella tensién pues cada uno de «nosotros» tenia que cefirse a su tarea por el bien del conjunto, Esa era la manera de macdonalizar el peligro. Pero eso no era lo tinico que se estaba macdonalizado por aquel entonces. En mi casa no hablabamos mucho. Ya teniamos bastante con aguantar nuestros propios problemas como para interesamos por los de los demés. La comunicacién entre nosotros se reducia a ocasionales frases cortas, «jHas comido?», «Ya estan. Igual que los clientes del McDonald's, mi padre y yo escogiamos nuestra comida individualmente y luego nos deshaciamos nosotros ‘mismos de los restos. Las tareas del hogar no estaban encomendadas a nadie en particular y se repartian de manera «eficaz» segiin la necesidad y capacidad de cada uno. Eso era porque mi madre, que siempre habia sido ama de casa, tuvo que ponerse a trabajar después de que mi padre se quedara en paro, Mi padre siempre volvia a casa en el dltimo autobus que salia del aeropuerto. Una vez entraba al apartamento se ponia a ver peliculas chinas de artes marciales mientras se comia ‘una hamburguesa y unas patatas fritas que yo le traia del MeDonald’s. A veces se le saltaban las lagrimas con esas peliculas de ruidosas peleas y aspavientos. De pronto un dia le of a mi madre pronunciar la palabra divoreio Quizs ella ya no percibia ni un atisbo de esperanza en mi padre, que lo Unico que hacia era llorar con la boca llena de comida mientras veia la television. Yo no sabia por qué exactamente Hloraba tanto, pero por si acaso decidi dejar de traerle hamburguesas y corté el servicio de televisién por cable a pesar de que tenia una oferta de dos meses gratis. No queria que mis padres se divorciaran, Yo no era ni guapa ni rica, tampoco tenfa estudios, asi que no podia permitirme el lujo de afladir a mi existencia la marcha del divorcio de mis padres. Pero cuando iba a ver a mi novio, que vivia metido en un cuartucho pequefio preparando unas oposiciones, llegaba a comprender los sentimientos de mi madre. Dicen que hay que ponerse las metas altas, pero mi novio no se estaba preparando ni para abogado del estado ni para notario, sino para ser un simple funcionario de grupo C «No hables sin saber. Ultimamente hay mucha gente que a pesar de haber aprobado el examen de abogado del estado 0 de notario sigue en paro porque no sacan plazas. Sin embargo hay puestos de sobra para los que se han sacado las oposiciones del grupo C, y una vez que consigues plaza ya no tienes que preocuparte de que te echen. Es lo mejor». Las respuestas de mi novio eran previsibles como él. Cuando quedabamos siempre hacfamos lo mismo, comer en un restaurante de comida rapida e ir a una sala de videos oa un karaoke, En todas nuestras citas gastdbamos unos veinte mil wones, y siempre me pedia que fuera yo a su barrio con la excusa de que como estaba estudiando, cada minuto de su tiempo era precioso. Pero hasta entonces Io habia podido soportar, la falta de trabajo de mi padre habia hecho que mi opinion sobre a vida cambiara, y Hegué a la conclusién de que la estabilidad es mas importante que la fama o el dinero. Lo que me resultaba dificil era tolerar su «automatizada» conducta de empezar a tocarme nada més entrabamos a una sala de videos 0 a un karaoke, El problema no eran los toqueteos en si sino su actitud hacia mi, Su manera de esforzarse en aliviar su deseo repelia el romanticismo, cosa que empez6 por molestarme y acabé por despojarme de toda esperanza. Que se pusiera meloso cuando me Ilamaba por teléfono para decirme que queria verme era gracias a que yo defendia con ufias y dientes mi Virginidad, Mi novio no podria zafarse de mi control mientras la conservara, Sin embargo, cuanto mas fuerte era su deseo, mas fuerte se hacia mi insatisfaccién, —Sera mejor que no nos veamos por un tiempo —Ie dije yo un dia que se quejé de que nunca quedaba con él. —iTe crees que me asusta que quieras cortar conmigo? —me respondié. Dos dias despues, sin embargo, me volvié a llamar para pedirme perdén. —Sera mejor que tampoco hablemos por teléfono durante un tiempo —afiadi yo. Esa en realidad no habia sido mi intencién, pero una vez dicho me parecié que no era tan mala idea. En realidad era como si hubiera tenido ganas de decirle aquello desde hace mucho tiempo. Necesitaba reconsiderar seriamente la relacién. No se habfan macdonalizado solamente las conversaciones en mi casa, sino también el amor y hasta la livido de mi novio. Pero nadie tenia la culpa pues todo era fruto de una imposicién. Habja pasado un mes desde el descubrimiento del panfleto y todavia no habiamos recibido ningun tipo de ataque. Siempre habia gente que hacia algo inapropiado; se les caia la Coca-Cola, manchaban la mesa de kétchup, tiraban la bandeja entera a la basura o dejaban el suelo recién fregado leno de pisadas. Sin embargo, estos simples descuidos nada tenian que ver con el Frente de Liberacién del Tercer Mundo. El encargado nos comunicé que iba a suspender la bonificacién a partir del mes siguiente, pero nos pidié que, de todas formas, por si acaso, no bajéramos la guardia, La suspensién del salario extra implicaba la desaparicién del peligro, Se desmonté la vigilancia y se redujo la tensién. El peligro no respaldado por dinero no era mas que un espectro. La desaparicién de la vigilancia y de la tensién hizo que cometiéramos algunos errores estipidos. Varios clientes se quejaron de que a sus hamburguesas les faltaba la lechuga © incluso la carne. También atendiamos més lento en la caja, y en el drive-in entregabamos Cheeseburgers en vez de los Big Macs que nos pedian. Incluso un niffo se echo allorar al ver la cara intimidatoria de los nuevos empleados. El trabajo en equipo se esfumo y las ventas cayeron en picado. Pero la verdad es que era muy dificil que una hamburgueseria fuera el blanco de un ataque terrorista. Eso era lo que probablemente todos pensébamos mientras preparébamos nuestras hamburguesas sin lechuga 0 came, nos confundiamos con los pedidos de los clientes 0 castigabamos con la mirada a los niftos que tiraban la Coca-Cola al suelo recién fregado. Para el encargado, pues, fue todo un golpe de suerte descubrir un nuevo panfleto. Dijo que se lo habia encontrado mientras aparcaba el coche. Inmediatamente, como si Jo hubiera estado esperando, convocd una nueva reunion del personal. El nuevo panfleto decia lo siguiente: 1995. Incendio en el local de Copenhague, Dinamarca. 1997. Explosién por bomiba en el local de Cali, Colombia, 1998. Explosién por bomba en los locales de Atenas, Grecia; Rio de Janeiro, Brasil; y San Petersburgo, Rusia 1999. Incendio en el local de Amberes, Bélgica. 2000. Ataque en el local de la Plaza de Trafalgar, Londres, Reino Unido. 2003. Ataque en el local de Venezuela. ‘Ante nuestros ojos tenfamos la crénica sangrienta de los ataques que el Frente de Liberacién del Tercer Mundo habia perpetrado hasta la fecha. Fue una sorpresa saber que ‘McDonald's habia suftido tantos ataques. Si esa crénica de incendios, explosiones y saqueos no era mentira, nos estaban dando una valiosa informacién: sus métodos de ataque. Alguien sugirié que lo denuncidramos a la policia, pero el encargado lo descarté explicando que involucrar a la policia no ayudaria nada con las ventas, En su lugar decidio volver a darnos una bonificacién por riesgo. Como dicha bonificacién tenfa que estar a la altura de la nueva amenaza debia ser de una cantidad mayor. Asi pues, independientemente de la veracidad 0 no del Frente de Liberacién del Tercer Mundo, el peligro se volvié a convertir en realidad. La inquietud y la tensién regresaron junto a aquella suma extra de dinero. Nuestros rostros endurecieron y nuestros movimientos entorpecieron, pero resurgié el casi desaparecido espiritu de equipo y todos volvimos a ser una gran familia. Volvimos a ser capaces de atender correctamente los pedidos de los clientes y entregarles perfectas hamburguesas ~y volvimos a sonreir ante los nifios que tiraban sus Coca-Colas en el suelo recién fregado. ‘Ahora que conociamos el modus operandi de los terroristas podiamos focalizar nuestra vigilancia, pues el peligro antes imprevisible era ahora conereto. Debajo de la caja colocamos un bate de béisbol y un extintor, y el jefe de sala recibié una pistola de gas. Las personas que llevaban una mochila demasiado grande eran el objeto de nuestras miradas escrutifiadoras y los conductores que hacian sus pedidos desde el coche tenian que suftir la amarga bienvenida de los vigilantes de seguridad. El riesgo concreto y la alerta automatizada se habfan convertido en un rutinario devenir. Ahora el peligro también se habia macdonalizado. Pasé otra semana hasta que un nuevo panfleto aparecié. Fue un dia en el que yo estaba al mostrador porque K, uno de los empleados de caja, habia faltado al trabajo sin avisar. Los que si que habiamos ido a trabajar tuvimos que aguantar la bronca del encargado hasta que llegaron los primeros clientes. «jQué egoistas son algunos, de verdad! No saben lo que es el respeton. Pero lo peor era que no habia suficiente gente trabajando. Todos estibamos tensos por tener que suplir los puestos de todos aquellos que habian abandonado el frente de batalla, Precisamente ese dia vinieron muchos clientes. Uno de ellos me puso especialmente nerviosa, porque me pidié que le partiera la hamburguesa por la mitad, pero luego me dijo que no, y luego al final me pidié unas patatas fritas y se fue sin decir nada. —F... es0... —dijo balbuceante un extranjero de largas patillas y tez oscura mientras seflalaba el menii de la pared Parecia del Sudeste asidtico. Llevaba una chaqueta y una mochila negra. Yo me puse seria. Seguin el manual antiterrorista que nos dio el encargado, aquella persona correspondia con un perfil sospechoso, Era una situacién de alerta roja. Puse toda mi atencién en su mochila, Qué habria ahi dentro? ;Un rifle M16?, ;una granada, {una bomba de relojeria? Se me pasaron por la cabeza todo tio de imagenes grotescas y comenzaron a temblarme los brazos. Una hamburguesa! —grité a la cocina tratando de quitarme los malos pensamientos de la cabeza. Ni siquiera estaba segura de lo que el cliente habia pedido. —Muchas gracias. ,Desea también una Coca-Cola? —le pregunté rigurosamente —Si, Coca-Cola —contesté aque! hombre de procedencia desconocida después de un breve momento de indecision. Pero yo no habia sido la Unica que habia puesto los ojos sobre él. S, que estaba limpiando a sala, se pas6 la mano por la cintura pata seftalar que era ahi donde Hevaba la pistola de gas que el encargado le habia proporcionado. Mi mirada se encontré con la suya, y entonces él, con una expresion tensa, asintié con la cabeza para indicar que nos habiamos entendido. Era evidente que él también estaba nervioso. El extranjero, esperando su pedido, no consciente de nuestra vigilancia, toqueteaba el tirante de su mochila mientras miraba a suv alrededor. Yo, intentando mantenerme en calma, le entregué la bandeja con su hamburguesa y Coca-Cola. El extranjero miro dentro del pan de la hamburguesa. De repente su cara se torcid y pege un grito estridente: —No beef! jOh my God! Todos el mundo volvié la mirada, Yo me puse atin mas de los nervios ante su alarido, pero para que aquello no fuera a mas le pregunté: —What's the problem? —No beefl —grité de nuevo mientras dejaba violentamente la bandeja sobre el mostrador. No fui capaz de comprender Io que me dijo a continuacién, Habia seguido hablando cen su lengua nativa, una lengua que no tenfa ni idea de cual era. Sin parar de hablar ni un momento, de repente movid las manos apresuradamente y abrié Ia mochila. Todo el restaurante se estremecié, Las sillas se tambalearon y los refrescos se desparramaron por el suelo. Unos se arrastraban debajo de las mesas y otros salian despavoridos hacia fuera. Pero nosotros, que tenfamos una bonificacién extra, no podiamos permitimos abandonar el restaurante, Los empleados se abalanzaban hacia aquel hombre con cualquier objeto que encontraran a su alrededor. Uno levaba un bate de béisbol, otro un extintor, otro una escoba y otro incluso una hamburguesa —iPor MeDonald’s! —exclam6 el encargado repentina ¢ heroicamente. S disparé su pistola de gas en cuanto pudo y yo me desmayé, quedindome sin conocimiento, tal como si hubiera legado el fin del mundo, dejando de defender en un instante todo aquello que habia que defender ante un desastre que no habia sido capaz de manejar, Me desperté en la camilla de un hospital. Miré por la ventana, miré la televisién, pero nada habia cambiado. Las noticias decian que nuestro pais ya no era una zona segura frente a los terremotos. La influencia del iltimo terremoto que habia habido en Fukuoka, Japon, se habia sentido sobre la peninsula coreana, Lo que habia sacudido el restaurante no habia sido el terrorismo sino un terremoto. Era como si me hubieran engafiado, Después de despertarme, ademas de descubrir la raz6n del temblor en el restaurante, descubri también que el extranjero que habia protestado sorprendido por la hamburguesa que yo le habia dado no era ni un terrorista ni siquiera un sospechoso, era un programador que ‘rabajaba en una empresa multinacional de informatica. Me lo coments el encargado cuando me vino a visitar. También me dijo que era indio, y que habia sido una suerte que S no le hubiera dado al extranjero con la pistola de gas sino a mi. Yo no fui capaz de decirle nada ante su descorazonado comentario, pero él entendié mi silencio como una demostracién de autoinculpacién y autorreflexién y, muy serio, me dijo que se veia obligado a rebajarme la bonificacién debido a que no habia cumplido con mi responsabilidad durante el desarrollo del suceso, Afiadié también que tendria que estar agradecida de que no me despidiera. Yo le pregunté qué era lo que aquel extranjero queria sacar de su mochila. — Qué pasa? ,Pensaste que iba a estallar una bomba 0 qué? Solo era un diccionario —me respondio él Después me pregunt6 cémo pensaba enfrentarme al Frente de Liberacién del Tercer Mundo con mi escasa capacidad para evaluar las situaciones. Parecia que tras todo lo sucedido habia aumentado en él la preocupacién con respecto a la banda. ‘AI dia siguiente el encargado declaré que subiria la bonificacién por riesgo. Aquel dia los empleados trabajaron con mas concentracién que nunca y todos acataban con esmero las érdenes. Hasta K —que un dia se ech6 a lorar cuando el encargado le regafié por haberse ausentado del trabajo sin avisar- tomaba los pedidos con una gran sonrisa y una mirada brillante, ocultando perfectamente el estado de alerta. S, con su pistola de gas bien cargada escondida en Ia cintura, vigilaba los movimientos de los clientes mientras barria y fregaba el suelo. Pero no habia bonificacién extra para mi. Mientras cocinaba la care me preguntaba por qué teniamos que ser nosotros y no Burger King 0 Pizza Hut el objetivo de los terroristas. {Y por qué tenia que ser precisamente Seill y no Manila o Bangladesh? ,Y por qué nuestro local y no el de Shinchon 0 Apgujeong? Era curioso que no me hubiera preguntado esas cosas hasta entonces. Miré hacia la calle. A la izquierda de nuestro restaurante habia un Burger King y un Pizza Hut, a la derecha un Starbucks y un gimnasio, al otro lado de la calle se divisaban los locales de Chrysler y Toyota. Parecia una calle en la que habia especialmente concentradas varias empresas multinacionales, pero a la vez. era un paisaje urbano similar al de cualquier otra parte de Sed, Por mas que mirara a mi alrededor no conseguia resolver mis cuestiones, mas bien me entraban més dudas, Lo més urgente no era hacer frente al peligro macdonalizado, sino resolver las dudas no macdonalizadas. ;Por qué teniamos que ser precisamente nosotros? K tenia el suefio de hacer un viaje mochilero por Europea con sus ahorros. J se pasaba el tiempo viendo fotos en su teléfono mévil nuevo de cinco megapixeles. H levaba gafas tintadas para tapar los efectos postoperatorios de una operacién de cirugia estética de parpados que se habia hecho en las vacaciones del invierno pasado. S era conocido por su habilidad en las artes marciales. L, el empleado de la caja del drive-in, solia aguantar las regafiinas del encargado por pedirle autégrafos a los famosos que pasaban con su coche. {Por qué paises viajaria K?, ,qué imagenes veia J?, jen donde se operd H los parpados?, jen qué ‘gimnasio entrenaba S? A qué famosos consiguié L pedirle autografos? {Quiénes éramos nosotros, que nos dedicdbamos todos los dias a freir patatas fritas, preparar hamburguesas, atender el mostrador y limpiar el suelo? ‘Anoche se produjo un incendio de origen desconocido en el McDonald's de Pyongyang, No hubo que lamentar pérdidas humanas ya que todo ocurrié cuando el local estaba cerrado. A dia de hoy, los indicios parecen sefialar que todo ocurrié por culpa de un cortocircuito, sin embargo, el cuerpo de bomberos dictamina que no seri posible esclarecer la causa conereta del fuego hasta que los investigadores concluyan su trabajo. Es por ello que todavia no se puede confirmar que este incidente tenga una conexion directa con el incendio que tuvo lugar la semana pasada en el McDonald's de Gaesong, No obstante, un grupo denominado Frente de Liberacién del Tercer Mundo, dice haber sido el autor material de esta serie de incendios.

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