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J IGNACE LEPP LA “COMUNICACION DE LAS EXISTENCIAS epiciones Cartos Lonit BUENOS AIRES She , Versién directa del original francés: LA COMMUNICATION DES EXISTENCES por Manuel Mercader ‘Unica ediclén debidamente autorizada por La Colombe, Editions da Views Colombier, Pais (Francia), y.protaida en todos los paises. Queda hecho chdepésto que previeneIa'ley 1 11.725. Todos los derechos reservats Octave edicin, mayo de 1980, Tirada: 2.000 siamplases © 1004 by Eaton Cray Lahl6 (Clos Lohié, S.A 1. jal 1516, Buenos Aires.) Ampreso en le Azgetina Printed in Argentina. I DESCUBRIMIENTO DEL YO EN LA SOLEDAD G3 aramons a ssitogo, responder que nance hombre ha estado menos solo que en nuestros dx El lugar que lo scaly lo colectvo, ocupa en Is vida de cada uno e hoy tan Preponderante que la mayorla de los hombres modernos carecen Ya Ge toda posbilided de soledad.JLos grandes poblados con sus indades obzeras, sus hoteles amucblados, donde ada paso reper: cure en coda la casa, sor trenes subterrancos y sus éxnnibus, han logrado despojar al individuo de toda vida privada. El tabsjo en La fbrica y'en la oficing, el pereenecer 2 sociedades innumersbles, sgropos ¥ clubes, han desarrllado en el hombre, en grado clevado, el instinto de cociabilidad.'La mayorla de los hombres modernes no ‘lo no sente Ia necesidad de la soledad, sino que pesvamence le iene miedo, En medio de la muchedumbre y dela agitacion perpe- ta, $0 vide fterior ha empobrecido al punto de que se sburre en cuanto se encuentra solg,ntre los habitanes de In ciudad, por cos gustin de salir a vaciciones solos; aun para esto, la mayoria acude al gropo y se abandona a las caravanas de las excursiones, & tas vacaciones organizedas En estas condiciones, st comprende que la mayorla de nuestros contemporineos no se asste ante la idcloginscolecivas que ame. fazan @ la persona con la disolucién oul. ba liberesd indicus i ida privads, son realidades a las que se ha tenunciado desde hace emp. "Completamente diferente seri la comprobacién del psicSlogo que observa no at hombre colectivo sino al indviduo, indlviduo que’ es fon frecuencia un hombre enfermo. Para el aly el hombre moderne se halla terriblemente solo. ¥ no se debe al acaso que lo filosoia txitencial, flosofla del hombre conctetn, se preocupe tanto por el 10 1A COMUNICACION DE LAS IXISTENCIAS problema de la soledad, Nadie ignora que Ia clientela de los médi- Cos psiquiacras es hoy més numerosa que nunca, y todo psiquiatea gue se ha tomado el trabajo de observar el alma enferma con alguna profundidad confesaré que la inmensa mayoria de los engus- tiados, de los neurasténicos y aun de los psicasténicos son seres que nna. preden sufrir Ia soledad, La contradiceién entre socidlogo y psicélogo es solo aparente. La realidad de la soledad, como todas las realidades existenciales, cs ambigua. No significa necesariamente, ni primariamente, Ia se- paracién fisica del resto de los hombres, la aislacién o la secues- Reaci6n, Su realidad es positiva, de orden moral y espiritual. Le foledad resulea de una rupcora entre lo subjetivo y lo objetivo. are atra yds Mier, cuando tens on simple Sit Siator namerables iso manor an0qimae Por GY rarén SES ee Sor terdbienente solg en medio de le mulécod, y So Birtioger donde el hombre exté mis solo que ls mdchedumbress 1 Yads’moderns dende 4 eliminat de Ios sslaciones nteshuma- ae rode caricter de intiniad, de personalidad, Las converst- She habitus de Is ofiina, oy sales, los distnes agrapacio- Ser9 fun In mayor Gs las fain son csi sempre personales. BE Bets ae negocios de con de acontecimienton, de ideas abs- Se aol rs vee las personas se ierpelan en verdad de hombre tore, Se sujeeo almfetes Mochos hombres monca han sido para ‘ipuien ‘un set, on ser die no iatercambiabey son Gnieamente seyras deus eudady de woo empresty de ona agrupacion, de cae fant: Pars Is mayorla de los patrons, el servieio doméstico Yes ebretos son simples re Fee ea de denocratescon en al vecy Ia wivienda y 30m SEE Cdueaclin y le coltura contibuye con to suyo « extender SP icine del snocinew. Ahora bien, lograr una comunieseiéa a+ we perumal, gral ume ol vee patency a GLauMEly HES et Raton Oe ee ear cache ao se comple a Bel Soe Tlancalia, angusté, neusosis. Solo un amor_per- SAS Eee se aves toy fomancy ol sncimien de set algo *Baeo, de ferper sl mareo-de lo Obeives Pero. cuir 152 fx se amca se bopierom amados por slguien. La mama familia es, op hums frecuenci, un loge de sledad, una experiencia maeva Gus at abre ante el hombrs tegicamente solo. En la mayoria de Ii fats ow miembros se quedan east siempre’ (como por na Cie de Nibtn conta en in vide socal) en plano de fo Siero, y tn fabo.pudor les ampide ser, los unos pata los otros feigee toberian act elo inde profundo. de mismos- Al parece, Tehte Jorencies y jovenciay que se easan ignoran que podrian imeatos que no tienen rostro. ¥ una DRSCUURIMIRNTO DEL YO EN ZA soLUDAD it ser, el uno para el otro, algo més que instrumentos en el interior de la propia soledad, Tal soledad moral no es la suerte exclusiva dde quienes podriamos llamar los vencidos de la vida: sivientes, proletarios, huésfanos. También la conocen los jefes, los hombres Superiores, y con acuidad tanto imayor cuanta cs la finura de su conciencia, Schopenhauer Mega a decir que la soledad es patrimo- tio. de todos los espritus superiores, precisamente porque son so- periores. El politico admirado, el industrial que hace brillantes negocios, cl artista a quien aclaman las muchedumbres, pueden también ser solitarios y serlo mais que ia vieja sirvienta en su des- vin, Malraux demuestra, en Le condition humaine y L'Espoir, que Ta soledad del hombre crece en la medida de su ascensién en ia e- rarqala social. Mientras Manuel era un simple mitante en las flas del partido, se sentia rodeado de laros de afecto innumerables y de 1 comprensién que eresba a lucha en comin. Pero al legat a jefe, el partido y los eamaradas silo ven en él la funcion, y ys zo puede ‘contar con alguien que lo comprenda y comparca sos Y preocupaciones, El médico, el aitente social, el profesor Si bien ejercen profesiones lamadas sociales, lo rara vez encten- tran al hombre en el cliente 0 alumno: los miran dnicamente como casos, y ellos mismos sélo euentan como funcién; aun el sacerdote Slo 3 duras penas evita el tropiezo de la objetivacion y se preserva de la “foncionarizaci6a". Y sin embargo, a soledad no es algo puramente negativo. Bs in- dispensable 2 Sslir de Is cviiidad cotiiana EI hombre "ps a quien fa civilizacion y la culeura an so han podido'arrancar del extalo de naturale, ignore la reli dad de In soledad, En su caso te pucde hablar Gnicamnte de ai cién, de separacién fisica de aquellos cuya vida se compare habi- tualmence. £1 primitivo es miembro de una colectvidad, mis cons- tiente de pertenecer al grupo socil que de su Yo individeal. EL nif el hombre del montén, pertenecen «esta categoria de “pr> TPara que el ser humano pueda captarse como tinico, tener con- ciencia de si realidad como, penwnal, levarse una existenca tténica, hay que pacar por Ia prucba de la soledad y- romper mo tnentineemente los fazos'que unen ala sociedad y a mando. No habrd existencia auténtica para quien no haya atrasesdo le an- gusta, y lr anguwia cxistencial mace de Ta toma de conciencis, de is experiencia de la soledad, Canto cl ser humane mis se afiema cn st singularidad.y toma conciencia. desis riquezas personales, 12 LA COMUNICAGION DE LAS EXISTENCIAS inde prnzance ae Ines en él ta enguntia on Ja experiencia de 1a sole- dad.jComo bien lo ha dicho Kierkegaard, “nada hay tan terrible ni tam grande como el existir en cuanto individuo, como el vivit bajo el control de sf misino, solo en el mundo entero”."E] descue brimiento del Yo exige necesariamente una separucién —fisica unas veces, moral siempre— del mundo ambiente. La intimidad para afirmarse requiere que se la proteja de las solicitaciones que vienen demon) : Pucsto que silo en la soldad el Yo se, capta consientemente 4 sf. misma.y apren verdadero de la exisiencia,siguess Ae todo hombre viene on derecho egrago ala soledad: in Suds alguna, el hombre que pasa por la vida sin experimentar la necesi- dad de estar solo, se evitard angustias numerosas y sufrimientos inte lores, pero no ‘saldré de un estado infrahumano ni alcanzari Ja autenticidad de Ja condiciéa humana. Negar al hombre los bene- ficios de Ia soledad y ahogarlo en la masa anénima es el crimen imperdonable de algunas formes de colectivismo), Los grandes filésofos que han tenido una conciencia clara y ele- vada del valor y destino personal del hombre, se han convertide 0 propagandistas de Ja soledad. Schopenhauer invita a los huma- fos a conquistar ta propia soledad en una lucha feroz contra el instinto de sociablidad que todos experimentamos en nosotros. No ignora los tormentos de Ia soledad; pero, segin él, los hombres superiores no deben hesitar en preferitlos, como un mal menor, a las agitaciones superficiales de la vida en sociedad. Para Kierke- gard, por el simple hecho de units, los hombres estin en el error; Segin 4, Dios 5 accesible solamente al hombre solitario. Sin embargo, es Nietzsche quien, mis que nadie, ha exaltedo el valor de la soledad, que es para él el valor supremo, aquel cuya presencia cep spensable para Ta vida de todos los demés valores. Para él no Beste pricticamente el mundo en cuyo seno vive. Si sgeneralmente prefiere el poblado al campo, lo hace porque en nin- guna parte se siente uno tan solo como en medio de la multitad Y para conquistar la soledad absoluca, no le arredta sumergirse en un aislamiento espantoso. En la época en que pidié la mano de lou Salomé, Nicesche parece haber queride escape a lt pease las de la soledad; con todo, las carta del periodo de los esponsales prucban que lo que Nietzsche amaba en st prometida era no tanto 2 Ia joven en ai misma cuanto a la disciptla fiel que habria de proteger Ia soledad del maestro contra las solicicaciones del mundo exterior. ¥ al romperse los esponsales, el fil6sofo se encierra en. una soledad mis feror que nonce Lo que Nietasche mis reprocha al cristiano es su miedo de scep- tar Ia soledad absolura de la condicién humans, si se inclina por DESCUBRIMIBNTO DEL YO EN LA SOLEDAD 13 ls doctrina del eterno retorno, lo hace porque en ella habla des- cubierto el carécter circular que tan bien evadraba a su concep- ‘in de In soledad sin salida, “Si hubiese dioses, cémo podsfa so- portar no ser yo uno de ellos", habfa dicho. Pues bien, s6lo en « mismo, en la soledad, podia Nietesche satisfacer su necesidad de ser un dios, de autoadmirarse sin reservas. La patria de Zaratustra 3 el desierto: “Los veridicos vivieron siempre en el desierto”; los verfdicos, es decir: los hombres verdaderamente superiors. Es cosa sibida que este filésofo, euya doctrina ha sido explotads com tanto éxito por el fanatismo'nacionalsocilisa, ha sido eno de los adversarios mis decididos del nacionalismo y ha exigido a grandes voces Ia destruccién de todas las naciones. No, sin embargo, paca que en su lugar triunfe la Internacional, sino para que al fin el hombre pueda estar solo. Para que la ‘soledad tenga verdadero precio, ef hombre debe destruir con sus propias manos cuanto 10 lune a los otros hombres, debe hacerse rechazar y excomulgar por la sociedad de los hombres. El hombre solittio’ se opone absolu- famente al hombre humanista porque en modo alguno busca el Bienesear de la homanidad ya que se accion sélo se propone como fin a s{ misma. La soledad era para Niewwsch. la condicion primera de esa existencia trigica que era su ideal. Para sleanzarla, no teme afrontar Ia experiencia de la soledad absoluea, de Ia que él mismo afirma que es espantosa. Con terquedad trivnf 6 de todas las resis- fencias, supo hacerse rechazar por todos sus amigos, y cs bien sa- bido hasta qué punto fue total la soledad de sus ilkimos afos y de su muerte. Sabla cuinto terror encierra la soledad total, mas la encontraba proferible = toda comunieacién. con los demi. En la soledad, dice, el solitario se roe el corszén: "En la multtud, 1a muchedumbre se lo roe a al. Por Jo tanto, jelige!” Evidentemente el amor de la soledad absoluta, tal como aparece en Schopenhauer, Kierkegaard y Nietrsche, es excesive, porque I soledad ¢s s6lo eainino que ha de conduc a fa comiunicacign con los demis. Pero esta reaccién fue quizd necesuria pata contrapesac el horror que el mundo modemo experimentaba ante la soled, cconsiderada como medio de profundizacion espiritual Sia soledad es indispensable paca que el hombre pueda reali- tar la autenticidad de su exixencia, import gin embargo escolos rnumerosos, sobre todo por el hecho de que quienes la ann expe. Fimentan la entacién de convertirla en absol En efecto; la soledad no es una Feslidad ontoligica sino una rea 4 1A COMUNICACION DI, LAS HXISTENCIAS Tidad sour, psleoligla, Afaerse por la soledad absslura, onco- Iiyiea equivalirla a proclanar que nada existe fuera del Yo, po- sida que ning ideulistaescéptico ha oxado soxtener.|Bergeon ha demosttado de una manera defintiva que el concepto de nada ab- fol es'unseudovoncepto.Igvalmente a nocign de soledad abeo- itta earece de sentido. En realidad, para entender Ia soledad hay ave cousderarla como fenémeno soci, ya que es la negacién dis- Tein de is sbsoceion y diolueign del Indiwidvo por la coleesivi- dad. So consctucién requere In comprobacién y la afirmacién de la gusencia de otfos, lo que linplica que se ha reconocido primero in cusencia Ge estos otes La sledsd adquire on eareter tigico porque el hombre, cortadss las telacionesexistencales con los de- This sepia con codes sos foersas vies al resablecimiento de esis felationes. Y porque entce todat ls realidades humanas el sufri- Inieato es lo que mds nos caesta compartir con los dems, por e10 nee él experimentamos nuesto estado. de soledad con intensidad tmayor que ante oto acto interior cualquier ° gran tentacion del hombce que ha conocido los beneficios de Ia woedad, sobre todo despues do una vide soil deepcionante, consste en no consderatla como medio para legar « comunicaio- tes mis profundas y mis autntcat y en hacer de ella un valor en Sota soledad onal y prolongada le ea al hombre insoporable, y €l mismo Nietzsche ha clamado un dla confesando la propia impo- fencia pace soportar por mis Gempo 20 terrible sslamiento. El slitaio que eatece de valor, © quid de facrea, para sobre- ponerse 2 su soledad, se instala en cll trata de cstablecer un Bfuloge consige tome: Siguiendo l ajroplo de Narciso ee auro- contemp ys admit. Enel narcshmo, dice Fready el Yo se toma si mismo como objeto dela ibid. Cres descbris una ple- ritud, un goce que no puede percbarzelacin alguna eon los dems. En realidad no ha experimentado 50 foes, sno 90 debiidady no ha encontrado la plenitud de su Yo sino #2 indigencia, su pobreza, Su conungencia pofunds, Si et solittio sabe sear provecho de tsca experiencia para comunicare con Tos demi, Ia soledad se Te Wo llevard por 1 camino recto a la neurosis y a la Jocurs. El mismo Kietkegrard, que tanto habla exakado, por ous. parte, los trneicios de ta soledad para el hombre espinal, conten, sin dodar. is tentaciones de orgllo encerradas en el amor de la sole Sade “Ah, hasta que punto siento estar elo! jah, maldicién de este comeatomienta orfulloso de exat slo!” El hombre qoe hace Gs ia sledad cl estado definiivo de so exitencia slo pede ser “Siempre segia Kieslegaard~ un "Semoniaco", uno de aquéllos DESCUDRIMIENTO DEI. YO EN LA SOLEDAD 15 del propio Yo. " nas Maat lemon come goo 2 ee eer Bs ose ssn ree Epa ene Seagal cay ‘mo, el hastio se convierte en Ja herencia inevitable de quien a a a peels Te a eye sme Yad op wiles sos em eal om admiracién; y se puede encontrar todavia mis solo en el sena de ena area le ec See ee ae a pe acer ee ane canta eee Ny maine uote ee sehr puses 2 fre lia ei dene a ees eel ageless Beane de ements a a rE cea een eae el Bee ee ce yaa lan, eae Soe eae wane tele Swany state om engin See Moe al ec ao 16 LA COMUNICACION DE LAS 1OISTENCTAS chera que le hace ver s0 nuevo estado coal un paraiso terrestre fn comparaciin con el extado de soledad precedente, Sin embargos $2 fasted mucho tiempo sin darse cuenta de que tal comunicacién To Sotra Gnicamente en la capa més superficial del Yo, de que, t Sus ap riqueaae dnternas de su ser doicubirtas en Ia soleded ni Sak comprendidas ni apreciadss por el Orro, y de que a lo postce a corpptcado ain la procha de la soledad. Gusndo tal ecurre, se Rate my solo que nunca e inelinado a infer que la soledad es ‘fttmediable y. que nadie ni nada lo podrin ibrar de ella. En al Efsaclon, puede el hombre romper completamente con Tos demés y encerrafe en un sislamiento total; o quis resignarse a eomo- Yicicones soperficiales sin esperanca alguna de legar un dia a wna Tunénges cormunién existencial: en uno y otro caso, la soledad $= ie preseneari como una carga pesida que no cesard de apabullarlo, (2&in duds, para que el ser humaoo se convierta en existente autén- fico, er necesario’ que rompa su solidaridad natural con el todo Sésinico y social, y-acepte pasar por Ia experiencia de Ia soledad. Pero ex cvidente ‘ambien que pata que la soledad no conduzca + [eexetidad moral y esprit al naresismo egoista y desecamte, fro ge la debe aguantar pasivamente ni hacer de ella un logar, de Fecencién y feposo, El Hombre ha de saber servirse de la soledad, Consideracia como tna etapa en el devenir personal, etapa que ha til-de conducirlo nuevamente a Tos ouos, no para restaurar las Comunicaciones superticiales de antes sino para Tograr la come- Slum profonéa yauténtica de que lo ha hecho capa la soledad. | Ses cual faere nuestro amor de la soledad, guardamos casi siem- pre Is nostalgia de ln comunign con otros seies, Rara vez st itjere a lr soledad por s misma, Si el hombre rompe loz lazos que iD Snian a los oucos hombres y se cetira al desierto (que este “de- “eno” sea fisicn, geogrdtico 0 solamente moral poco smport2), Io Hge porque sur felaciones con lor otros sélo eran superficaies, perteneefan al dominio de las apariencias; y lo nace también por- ree cl hombre no se habla conquisado saficientemente a sf mismo Seino. para aportar algo esencial a los demés. La soledad revela al fombel el propio Yor y por el mismo hecho, renace Tz nostalgia Ge cominiéa con el oto. Y cuanto el hombre soleario mis ha SSavertdo en realidad ta tingolardad Sinica del Yo, mas imperioss SSthace Is nccesidad de comunion con el oxo. Al tal, el Yo se le Ki Imifereado, en efecto, como lo qce es esencalmenie, dear, relacin’ al oxo: " aa DESCUBRIMIZNTO DEL YO UN LA SOLEDAD 7 ‘Todos los psiquiatras reconocen concorJemente que la concien- cia del hombre moderno es mis cuitada que la del hombre de an- fai, No se debe, empero, a que se halle més solo. Los padres del Gesterto. de la andgiedad cristana,el padre de Foucauld que Goluntariamente habian elegido una soledad tan completa como porible-, no son precisamente testimonios de una couicncia acon- Pojaday Hi algo lus distiugue c= un optiminto rolusto, un amor Etenso ypoderoso a Jos demas hombres. Sin duds, han expesi= tmentado le nostaigia de conunién en el seno de la soledad, ras la tinién con Dios los ha colmado. La soledad no los ha separado del mundo sino en Jo que éste tiene de superficial, de objenvo, de ex terior al Yo profundo. El hombre moderna, en cambio, se. sente desgraciado_y abandonado en. dad porque nadie le ha cnse- Fado a desearla, porque su én dz le ha infundido ua ver~ lero fiiedo frente a la soledad.-No la ha elegido para conocerse snejofr $e ls ha impuesto desde afvera el mecanismo implacable de Ia vida modern: Segun Is concepcién filos6fica mis estendida en esta época, et hombre no es mas que ua realidad social, una parcela intima del todo césmico y social En esta perspectva, la vids interior solo puede ser fruty de una especie de alieacién y debe. desaparecer Fon el progeeso de ln sociedad. Toda ln modema civilizacion ferlalse se funda sobre la negacién de Ia interioidad del hom En Extades Unidos, como en Ia Rusia sovidtica, se emplean téeni- Gas para impedie que el horbre vuslva la mirada sobre si, pars iinpedirle tomar conciencia de su Yo insimo. Fs necesario que la Inrioeidad, ef Yo, tenga caices verdaderamente profundis en cl ‘Corazon del hombre para que su vor sc deje oir a pesar de todo fo que se hace para ahogeria. En ninguna parte del mundo es tan Iuchativa la protesion de psicoanalista como en Estados Unidos. La Clentela la ormman casi exclusivamente hombres y mujetes que Safren por el aislamiento, que tienen micdo a la soledad ¢ ignoran fo que tienen que hacer, En la USS, con repularidad sorpren- dente, el gobicrno se ve obligado a tomat sanciones severas contra poets pintores, misicos, novelistas y filésofos, culpables de haber Pranfestado “tendencias burguesss hacia la introspeccién, de caze- ‘cer de espiritu social, de extraviare en el individualismo”. La ex- pericnela, paes, parece demestrac que "es imposible ahogar al. Yo Peet af ccd lenis Chanda or leg # te pan, el borbre tho puede sbportar su condicidn de mienbro del rebafo, toma con- Gencia dé s4 Soledad dolorosa en medio de un mundo objedivado. Por dg “18 TA COMUNICACION DE LAS EXIOTENCTAS iperior”, Pero en cada una de estas expetiencias lo tnico que con- ‘sighe es descubrir més la propia indigencia y aumentar asl el sme fencia. La soledad del hombre modemo es trigica porque el hombre ai sabe supi vencerls, EY descorszona- Imiento que de esto resulta hace que el’ mundo parezea un recinto fenebroso y. sin salide, eargado de tristeza. Tenemos, pues, que averiguar si la soledad’ puede ser superada o si es el infierno vn puerta nj ventanas que conciben Heidegger, Sartre, Malraux Intentar tal estudio es lo que harin los capitulos siguientes, tf EL YO DESCUBRE AL OTRO TA enzo que ha descubiert el propio sero la slded ¥ que al mismo tiempo ha tomado concieaci de la-abuclue, insuficiencia de la soledad y ha decidido sae de ella, wo’ poctes Y2 satsfacerl los Imzos_putamente objeives que consdtajen fer Bieualmente la relacién social de los hombres mbdesmos Ayal ex tencia, la soledad le ha descubierto su. Yo. Pars que termine is anguatia en que el Yo ha nacido, no basta multpheat ls vekctoaes ee acceurio descubris al ouo en cuanto Tis decie; cove ve see ae ha pasado, como uno, por la prucba de la soledad y ha neck Zado su Yo. Mientras el Yo no enuentre un Tt con quien pacts acometer la creacién de esta mocva resided existencia oe eMac Nosoraos, la concieneia permancceta enccrrada en. walesee Porque, como dice Louis Lavelle "si se experiments la soledad oot tno soledad, ello se debe a que la soledad cs al mismo tempo oa Yamada dirigido a soledads,semejantes en todo 2 br nuctes con las cuales sentimos Ia necesidad de entrar en comunicacioa”, 2 La superacién de Ia soledad por cl descubtimiemo del ove en modo alguno implica Ia destruction o la negecion de is Solclat La destrcciin es una negucinesttcn, mien que fa sapere 6 una negacién dialéetica de la que nace una rediiad neers oe fica, que contin cuanto habia de suténtico en la realidad sopecels La mayoria de las decepciones que el hombre eaperimenca’ em Ia telacones con que se liga 3 otros tra haber aravenido l exjesienss de la soledad, provienen precisinente de que se ha cred ae elo superar sino destuir la soledad. Al peeder contacto con cox tore de ensiquecimiento, que ex la soledad, el hombre agors sipioe, mente 10 que en ella habla abrevado, y entonces poce & pct oes relaciones con los deinis se trasformaa en vinculee objec, fas stereos, en los que proato nada babi de lo que consseore Ges 20 TA COMUNICACION DIE LAS TXISTRNGIAS auténtica comunién interpersonal. El resultado es la recafda en un desamparo nuevo, en la soledad estéril, que es la suerte comin del hombre modemno. 4 1a skernancia cntce soledad_y comunicacién con el otro debe el Fiano norival de na enistencia auttacica, Para_no_perder Tada del Yo, deseabien en la soledad,-deberct sumergiznos_en a perddieamenre. Muchos Hombres Ge accion, muchos padies ¥ miles de Taiia critianos, han setiia nis 0 menor confor inente la necesidad absoluta de una cura de soledad, lo que explica dl daito reciente de los retitos cerrados en el silencio de vn con- vento o de un monasterio. La superioridad espiritual de los orien- tales sobre Occidente se debe, en gran parte, al hecho de que el amor de la soledad continda viviendo en el corazén del hind, mien- tras que el occidental se dispersa en Ia agitacién. Pero la nocién hinds de Ia vida espieitual implica wna rotura total con el mundo, Si Oceidente lograse restablecer el equilibrio entre el estado solitary el estado de comunicacién con los otros, equilibrio éste que esté implicito en la esencia del cxistanismo que ba constituido la civilizacién y a mentalidad.occidentales, su superioridad sobre Oriente no daria lugar 2 dudas. 'No basta sin embargo con practicar la alternancia soledad-vida en sociedad. Aun en et eno de la soledad el hombxe ha-de vivie en comunia con Jos tos y ante todo can-el Orro absoluro, Di No er una paradoja que el papa Pio XI haya proclamado a una inonja Gantlica prota de fas swisiones; fo es solo. en aparenei Todos los hombres de Dios que sc han reticado la soledad han tomado, en su desirto y en so monascerio, parte intensa en las pe nas y angustiat del mundo que lian abandonado. Abandonaron el tmundo, mas no rompieron Ia comunicaciin espiritual con él Por otra parte, por intensa que sea muestta combnicacién cox tos demas, éa ni Hegarh at debe lege, abolt toralmente maes- tia soledad, Hay, en efecto, uga parte de nuestro Yo, la mas intima, que siempre seri incomunicable en el plano natural, que_goardari a"wostalgia de Ia fin absolut con Dios hasta que esta co- ‘nUntGn se Convierta en realidad nl Encontrar el medio de romper con la soledad que cada dia se pre- senta mis y mas como una prisién, es el gran problema de quien ha tomado conciencia de su soledad y de la unicidad de su Yo. La soledad es el Yo, pero un Yo que no es él mismo. Ahora bien pro- EL. YO DESCUBRE AL OTRO Pio ex de Ja naursera de fa existncia humana el rea 18 ca Sere hss money tee Fr FEL convcimiesto oe preseata al hombre corso ts pimers vs pare salie de le soledad, En el misma acto en que el Yovronte conciencls de el mismo, intaye ramblén el mundo exterior. Con todo, en a primer estilo, todo el interés del Yo. se vuclea sobre wf y el Frundo exetior puede Uegar a parccr un obetscua pare ta wide interior del Yo. Se separa tte erronces lo ms pouible dela cons, porque en todo ve bsiteulo y ditracién.« “Ha habido.contempativos que se han encerrado en una celia donde lo ico que Haba eran cunro paredes grey lo han hee cto pars qe elumente obreen la mitaay el ide lonriaces ‘Almedida que la soledad se hace mit oprimente y_ parce ame- nazar al Yo con el shogo, a medida que Exe verfcy que no ke porble sacar del propio interior todo cl alimento necerio pare Evia del eopricn a mando exterior adquiere nm interes noeto 7 {1 hombre se sbalana sobre € cn ua curesded inten espera do encontrar e allmento que neces, El soliario gusa de comm: plar las montafasy las flores, de escuchar el conto de low pars ¥ ls mien y de ister lor tnacory los monmmentes, Enodind totinics,coleecionard exampills postales, se expecialza en are Y Iierarara, Quizl se convierea en hitorndor,sotblogo, pscdloge Pedaono, filéofo, To certo ex que estos todos diferemes. del Conociniento se le peesutrin al Yo paler como une verdadera Hberacién de recurtosinfiies de enriquecinienes y de cypansion Gracias il conoctmiena, el Yo amplin su espacio y 91 duraier igure innumone sine FT gente ayer a SET Te contemplcion, acto fan clevado que flsofos come Arie tcles y Plata y reblogos como santo Tomés de Aquino han vito ties Ia verdsdera bienavenucanes Je hombre Sin erbaego, In-experienla-nosenebs que sie cosocinemo Cina medias de sr soledad, Como In ha demestrado Bergson, el onocimiento’en cuanto tal tiene por fin i -uleacién, I suecion de lo que se conoce. El Yo solitaio sigue sendo el contro y 2 41 tonfluye etanto se conoce. Todo lo que slcanza un conocimiento de esa natursieza se ohjcivien, sétse de mers sores narra, de otros hombres 0 aun de Dios."F! mundo de los objetos, que et conocimiento nos permite poseet, representa eiereameate pa con- Gusta aprecsble como primer momento de Is dalétics que toma SX punto. de partida en la soledad radial. El resultado. un en- Fqtecimicnto indodable del Yo, Pero si me detengos site 20 * LA COMUNICACION DE'LAS EXISTENCIAS fot {ego con le apereura que me proporciona el eonoclmiento ano tae "da expesimentaré mi frees “Gracias al conociniento, he descubiero el mundo y aprendide 2 dominarlo, En el terreno del poser, mi siquers st akon! ten parablemente superior a la que poscia antes de conocer, Mo Prsesiin del mundo abjetiva no ie arcanes a ni ole, Soa fb aledad ng se atin on ln permectnn det parse ae PS Yo-se encuentra vinculto, coesdenado a él Sa coal foe al nae mero de objeros, om iqucra, cl Yo seguil etanlo sole y aber donado, Para que el conocimicnto pueis romper ls soleted a atl eaado de abandono de la concieni, fy nesestio que Se Se Verdadera uniéa personal entre elo y lo que wo Goal Yen Tal union no es posible reaizarla con lo geversl Lon lo sbsracey, efrecido por el Conocimiento objedvo. Fvidemtementa, ct Yorn odes esenpar a in veclosin en simian al mi ais asl Mena, ‘Als Mlowolaraconl a como se ene en el bachillerato y como domsinaba hasts hace pocn ch toda Is Univerdadc oa Ie he teresdo el misterio del Otro en cvam ta. Cudntee Wes he he currido en el curso de una dscusién flosien hablee del Ova Yy del descubrimiento del Otro y encontrar incomnprensée toe ce personas no earenter de coltora ilesfien, Han aide norco Ie 8 expicaciones pera comprender uns reildad. que ce ui eae brargo tan primordial y can simple: La rand de «2 groreie ns evident: la filosfiariclonal, a pesa de au careter arene eenes desintereado y_paramente tebtce, Gende ‘nicanene ean real de esa filo- sofia, Himese por lo demés “realist”, “idealists” o “materialista”™ EI mérito de haber planteado de verdad cl problema filoséfico del Otro pertencce a Ia filosofia cristiana, entendiendo cl vocy, blo en sentido amplio. 1.os grandes misticas, empezando con san Jugn_ el Evangelista, han sido los primeros que han insistido sobre él_hecho de que Dios no se entigga a Rants ee be ge nocimiento Taelectua, sno on Uh couacinicaer oie oe teams. Tedo su esfucrap se encamina hacia ef descubimiento del Oxto absolute, Dios Nose tata de un Jeeubsiniints woke ee mo el de ios filésofos més o menos teistas, sino de tuna relacién in- medias, San Agustin, Pascal, Kierkergaaed, Borden, Gebvkk Mon cel, Blondel, Guition... han fundamnentado, so flcssfis sobre fe inuiciin primera de que es posible al hombre slemest ot Gare tries del Otro absolut divino o del otro pertenecente sl ondeg YY ML YO DESCUBRE AL OTRO 23 La atenta observacin de los hechos de Ia conciencla parece det- cubrir que, cronolégicamente, Is inwicién del Oxro precede a la Jnewicin del Yo; en todo caso no le es posterior. El ismo sexo. de conclencia que me descubre la realidad de mi propio Yo me descu~ bre_también Ja existencia de_un.Ti.sCiertamente, el Yo et quien pone al Orco eh vanto Ti. En on sencido Sarre no anda tan des- faminado al acordar en su filosofia una importancia grande al ser- para-el-Orro, es decir, a lo que somos 2 lor ojos de les demis. En verdad la soledad ha ‘ocupado un lugar importante en la toma de conciencia de mi Yo, mas la mirada del Oteo no ha tenido una parte menos preponderance. La misma soledad no se entiende sino sp la considera como una relaclin negative con el Otgor me dento golo orgie He Tee Ovo El papel postive del Oto rena sin-embargo MUCK was eficar que si ausencls, y ero ts lo que no ha sabi conprendar enstenctaas corns Site En on deus oo. Seles describe un airor moderna a reveacion marist, una eras era revolucién intima, que se tealiza en el alma de un paraltico ine curable, pobre, mezquino, amargado por los milos trator, el dia en que descubre que puede despertar interés en una jovenciaigualmen- {¢ paraitica, Y esto es lo que ocurre tambien en La Pete de Caron "En fa soledad el hombce puede ejercitar la introspsccién y.ad- gui wo cies grande sb i msm. Sin embargo I mada del Oxro puede siempre descubrir en él y manifesarle aspectos daderamente ences de st ser qne ninguna itvospecein pod dest pms Bs skeet om ean ver for I los demis que por los propios. Pero et hombre tiene cova la raz5a del mundo ano confit en fa vin gue Gane desu Yo, si no a ve confirmada por la mirada del Oxeo: Is joven no se slente heros no To ha leido en la mirada admirativa de fos dems, y aun el ge- rio experimenta la necesidad de encontrar en otro el reconveimiento de su geniogEn sentido opuesto, todo psiquatra o director de slmas sth gue In mayors de Jos Sres tins ¥ desgrciadon que seen a ellos para quejarse de su desgracia son desgraciades Unicamente ve otros los han juzgado faltos de inteligencia o incapaces. La Eoqueteri, Ia vanidad, slo rara ver manifistan ly sfcenes, buena opinién que el hombre tiene sobre si mismo; cou mayor fre- testimonian nuestra falta de confianza en nosotros mises, necesidad de sabernos apreciados por los demis. De donde resulta esta paradoja que los vanidosos y las presuntuosss son mie has veees Homie con mayor sutetcdad Que aquellos de qui nes se dice que son modestos. Si estos Sltimos no buscan complacer a los demés, xe debe con frecuencia a au orgullo, pes desprecian a tos demas y'confian excesivamente en si mismus, creen no tener ne= cesidad de la aprobacin de Ora ieee ies LA COMUNICAOION DIL LAS XISTRNOIAS nblisis pricolbgica me enseRa que el_Orro desempevs en tn ‘existencla el papel indispensable de mgdiadur entre Vo y Yo inising. No puedo realizarme como no sea por obra del Otror pero como Jo tm dicho profundamente Jaspers el Owo slo bars de in To que yo soy ya por mi mismo, en mi soledad. 'Para_oxistit en el sentide propio del término, nq_basta_con_to- wnat concteneis Te fs cr-necentie Tambien pnscer H_capacidnd de emir un Tee Ae wlor-salie mame. St soy Gaieamnre un objeto entre Tos abjetos, como To quiere el materialismo, o un sux jeto puro en un mundo de objetos, como Jo pretende el idealismo, rho me es posible juzgarme, es decie: establecer mi propia medida. El juicio propio sélo es posible si el Yo, que sabe que es sujeto, puede contemplarse con alguna objetividad. Frente al mundo ex- terior me congzco inevitablemente como sujeto puro, como aquel aque juega y no es juzgado por nadie, En Ia mirada del Otro des- cubro mi cualidad de objeto; gracias al Otro aprendo a juzgarme porque sé que él me juzga. Sin duda alguna, es necesario que logre jwzgarme con una independencia relativa frente a los juicios que sobre mi formula el Orro, para que mi personalidad no se diluya delante de la del Oteo, para que mi voluntad no renuncie a su auto- nomia, Hay que prevenir adenis el peligro de farisefsmo, en este sentido: que de conceder valor dnicamente 2 1a mirada del Otro, podria apegarme con exclusividad excesiva a las apariencias, des- ccuidar las cuslidades interiores y escondidas, que constituyen por sobre todo el bien esencial del Yo. Exagera Hegel, cuando Mega a afirmar, tomando el partido’ diametralmente opuesto al idealismo de Ia escuela de Kant, que soy lo que aparezco delante del Orre, que nada hay en mf sino lo que ve el Otro y que soy en éilima instancia lo que él ve. Sabido es el uso que han hecho de este pos- tulado los marxistas, los disefpulos de Comte, los sociologistas. El individuo deberfa todo lo que tiene de realidad a cste Otro colec- tivo y anénimo que se llama la sociedad. En la base de esta con- ccepciin se encuentra el error que Hegel comparte con el conjnnto de los idealist, a saber, Ia confusién del ser con el aparecer! Fs indubitable que, aun reconcentrado sobre si mismo en la soledad, ol hombre existe dnticamente. Sin embargo, el Otro es necesatio para ‘que Is existencia Hegue a ser una ascensién dialéctica. En relacién con el mundo objetivo, el mismo Yo es negacién diatéctica, en el sentido de que Ia primera toma de conciencia de si consiste en Ja rnegacién de la identidad del Yo con el mundo material. Para que el Yo trascienda ol placer narcisista que le procura el descubimienco de su trascendencia frente al mundo, es necesario que el msmo Yo sea negado dialécticamente, Tal negacién no puede provenir del mundo objetivo porque ello implicaria un cireulo vicioso y no hay Co. mt. a i EL YO DESCUBRE AL OTRO 5 progreso de la concienela en un elreulo ta. $5lo el Otro, ibertad wenctencia con los miams tiules que et Yo, puede Megat a set 1K oonte de una negstvidad dialécics seine. Generalmente et juice personal e independiente alo se aprende con la ayuda de lox Nicos" que formulan los demée sobre el Yo. Con frecuencia silo Jexputs do haber comprobado el error € 10s juicios ajenos,empezs- Shoe a jurgarnes yor Rosetcos mismos. AGn entoncesserd necestio Canfeobest sin cosa moesteo prop juicho con el de Ios demis. 2 Em exe eaado, el Yo 9 el Onto sim dos enicncias raiealmente separadas, y si quedaran asi, no Tabria verdadera superacién de is"voledad por el descabrimiento del Otzo sino simplemente. con- froneacién, mis o menos host de. dos soled. En realidad, el hombre no se limita a conocer o recanocer la exintencia del Oto, 2 saber que es conocido ¥ reconocido por el Otro. Desde el momenco en gue se encuentra con el Orr0, tende facls I inaugoracén de_una expeciencia toralmente diferente Je Cuanto habia odio realizar en la soledad 0 en ls relacones ob- feria con el'mondo exterior, Quiere entrar en na camunicacién Como una orcura intuicén de que [a mukipliciéad de Tes y onseenees slo existe con mires a formar una nin roa Ince frente 3 tos Ts dems vwiones Je nace univeno Ningin ser particular puede realizar su devine personal si no To face conjuntamente con otros eres capirtales, en el interior de Gn Todo del que cada uno fornia parte. 2 En un universo donde el pecado no hubiera quebrado Ia unidad primitiva, el hombre veria espontincamente en todo hombre un Hermano, un complemento necesario del propio Yo. Por un empuje natural tenderia hacia la realizacién de una comunién cada vez més perfecta con todos los demi FTotalmente diferente es la situacion de nuestro mundo conereto, dl que divide y asola el pecado. Es verdad que el Otro se nos pre amigo y avuda, pero no lo es menos que asi siempre vemos también en él al advetsatio, al comperidor, at ‘obstécula,{Este hecho se palpa entre les nifios del jardin de infantes Jy cn las comunidades religinsas, en ¢} equipo de trabajo y ca el hogar Inds unido, De donde se dedice que mat comporcasnienta con Fes pecto al Otro seid siempre y necesariamente algo ammbiguo, Lo Busco: no puedo pasar sin ély mas cambién le huyo. Le pido ayuda, senta con freeuencia com LA COMUNIOAOION DH LAS RXISTENCIAS niga Je dexonfi,y con frecuencia me eieo obligido « ie ‘Para encontrar al Otc en el eteno epics, es necesaio que suga dem en sguna medida, que renuncs ngunos de ee oes ton mis atrayents y a pacers deteeminados lo mle agueten Se tn exienci soleatas Hacerioimplcrd pors pela le whe tart el Ouo una compencion de lo que aeifea! Le copeiteen tne enteha que en todo enseutso con otto hore lay etn tn resp Schopantaucr y Nisaiche pions que mate eee pieta-aportar el Otro compenca lis pérdidas a que obliga tts contacto con Ia sociedad, y que por lo tanto, el aislamniento es lo me. jor. Heidegger y Saree Slo eneuentran en el deseo nae eos Imunietién com lay dens, proyeces tbaardos cielo oe clabors Is conciencia humand ener Nadie, segin ests fidsfos, puede comprenderme, y a mi ver yo no puedo comprender nati En sealed capone ioc t© ha emostrado sigo semejane? ‘St bien cr cio aaa aa centro con el Otc, fa comuieci6n auEnTST Sun aT we oe ares a No te tat agul,naruralmente, de Ix percepién del Oro en ‘cuanto pura exterioridad; en esto no hay Liferencia entre nissteas Felacioes con um hombre y com ls com, y sade de en bilidad' de na peseepeion fa Lo que consieye a Oar ea lead es prstamente que Otomo expan spn ee mi Yo. : a . Para muchos fildsofos ateos, las relaciones entre el Yo y el Otro sélo pueden ser intcmonidics, Pose, eleramente, I acide fe ia extencia del Otto pero mi ineuon so logs mie is fe afirmacin de su existent, Silo puedo conocer dt Ovo pos foers Observando sbsresccioncsy sus comportamientoniBa Ty Rovels fe Matra, Lat Contin Huonaine, Us reaciones entre lee esse Kyo y May iusran perfectamen ess conespetin de lt relelones inteiumanas, Ahora bien feds eta fos so funda es i reer Cin de esa realidad esiritual humana que Mattar sa Es evidene, en efeet, gurls reaconee de cuerpo costo sito pueden ser emeriores El tucrpo del Ouro mo 08 fart inf ree aug in objeto sobre el eval abo, que utilz, que conoeco ejedvacate como conozco otras tealidades matectes i ods I raidad ames ta face eorpora, sera imposible toda comunien werdadees: quicee Pretenden razr na intmided con ef Oto por ia sols contnion lin de los everpos no ccaparan a desegato'y quedaris coon iene decepconadon Lo qu expt y afin en mi nniibn es el Otc en evato rea Sey RL YO DESCUBRE™AL OTRO a7 dad eapcicusl, woldario de mi propia vocacin eapiccsl. El descu- trimienc dela realidad carnal del Otro chen verdad neceaio, pero blo debe ver como un segondo momento daleten, Sola cua el ‘Ouro hays sido aptao en go Coglidady esplcvu y camera co ome Sonn par ee UTE de cece ders Co tn) Tos gue eT eal ua Too, Pee caries seas Gad exidenctl: ct Nosoutoe-V ound el Nesovos Raye taco, ta soled edard siperalsy ersicendide Ca pales Ones ine at Hols, el noYo, lo que no et Yo, sao aqel que por 5 propia naruradsta es escepabe de sco" grime pare que los dos formers juntos una nueva" reldad ex ESncislvel Nosotros, Como yo soy una peta del Ou a el Owe fr una espera de mig Lo que no Guiee fect, sn embargo, que el Grro sds existe por esta espera, que el Otro eatece de rerkdad Indopendientemente de mi Yo. Al geal gue yo soy una soledad anes {de abrisme aon ders acl Otto su propia sledad antes de ofte. ‘frome on su condicign de Ouro. Y por profunds que neds legs 2 ver muses innidad, ambow guardneaion stanger subse prenio ScGHE, Ua Pare abvolucamene incomunisnble do Rust ser Pre- ciscente Tone Te RS Be ee ea edad imaccesble mi soledad es lo que consieaye ef primer momento de tn telecon con el Otte. Viton no al lado del otro, sabemer los Sos que estamos en presencia metus: nos diigimor i palabra, nor Prestamor servicios, pero no formamos toda un Novouos evi. fencia Con frecucnsia nos forjamon la sian de que Is esa, Glin de ese Noworres con el set que hemos enconttdo, na ha de sfecer dificuladsn y al adverie que lx comuicacin ho 4 esa" ieee, cameron el fcsgo da descorevarnar 7 ercamos que ff. “publ Es que ls formacign de un Nosttos mports und scvidad Treadory, le que oo te eal ta turen. Sin embargo, en cozato nes damos cventa de que 10 somos los Snicos que stamos en suledad, de que hay ones soledader a le ds a stra, a daletica dele exiencia da un gram pao adelante El siople echo de sufir Gnieamente por mivewwa de que al Otro entre como wn elemento consariva en mi wutrniente yn Ini angosta, wasforma totalmente mi experiencia de Is stedad-Ue ip ls de lied SaaS EL encuentro con el Otro hase nager en el cotzzba del hombre ony seldn anbigus Toauade de epeaneey de tamoe" FO dee se me Sports ser cuys mirada bisie-y- ques 0 eee busca quad Ia tia? Sis simple pereepeton de mi eastencn ba echo, det fo de mii soledad, ago may Ipenoso de Hevare que sfttetes mueves promote una comunicacién evental con cl Oro? fe mip 7 28 TA COMUNICACION DE LAS EXISTENGIAS ‘La comunicacién con el Otzo puede arrancarme de mi aslamiento 8 permite construir con él el Nosotros existencial, que podré mul. licar mi poder de obrar, mi intensidad de vivir. Pero puede aca. srearme también una absorcién de mi personalidad por la. suya, ‘mis poderosa e imperante, Hasta puede ocurrit que el Otro quiera deseruizme, hacer de mi un siniple ingteumento de su voluntad de potencia, Y porque el yo ignora lo que le depararé quien puede lle- gat a ser para él un TG, duda antes de correr a su encuentro y abrirle fos brazos. A. pesar de’mi desco ardiente de ofsecerme al Otro, no ss raro que le oponga resistencia y hasta que llegue a rechazaclo ‘Tal desconfianza es paricularmence inensa en quienes noes la pe mera ver que hacen la experiencia de la comunicacién con los de- iis. En el entusiasmo juvenil, no fueron quizi demasiado exigentes ¥ se dieron a quien mo era capaz de acogerlos; y estos primeros fra- esos los dealeearon y los tornaron excepicon Por otra parte, también el Orzo tiene derecho a rechazarnos y 4 no acogernos, si eree que nada podri esperar de nosotros. Sia ‘embargo, la mayor parte de las veces si los otros nos rechazan se debe Gnicamente a que nosotros mismos no estainos dispuestos recibirlos en cuanto Otros. El Oero no se entregati si no tiene la nuestros intereses egocéntricos, sino a @ miso, verdadero v inico objeto de nuesto Taree WI EL ENFRENTAMIENTO DE LAS EXISTENCIAS tos noqumio la certidumbreteérica y presics de que el Yo toltario cr slo una quimera peiigrom de que el Hombre es necearamente micmbro de una Soviied ge hombres, El hom: bre aislado nicamente podria reazat ls parte indivdust de 0 Vo Jo que ya es algo, aunque est Isjos de contcir lo eoncial de 3 wocucin de hombre, ‘Aum considerado como realidad corporal, carnal, el indvidvo no se basta, Mis indlspenable ex, con todo, la preseacia del Ouro pars al rendiniento-pleno Ue Te-vida de nuesco spirits del Romie os fal Ts slidaridad de tos destlos esprtuates no cy SOlmene Ua ‘Trecho: ex una necesided onteligics. Se equivoce mecfideamene Quien considera al hombre Indidoal comm. ona realad ques ya Consisido, entra despots en eomunicacion con les demés hombres Los problemas del Yo y del Ouro ce mplican niutvanente. Lo gor nos fnctesa ahora sabe es, pors naroalers de ext comunionoa tate el Yo y el Ox Muchos flésfos contemporéneos, més 0 menos iaflkides por Hegel, conciben las telacones ent los hombres como i focen fandamnentalimente reloiones de lucha, En su famosa, dlecdca del amo y del esclavo, Hegel hace, en elecio, do la lucha ener las con clenclas el factor prinepal del progrese humano. En la dalécues tarsst, el papel de la lucha se convicree en ua factor aa mis primordia poss segin Morn toda la histori de la humanidad se Fede a la Ristori dela Tocha ence clases socales antagonists ists un pensidor tan profundamnente cepisicalsta Como, Kae Jaspers; no eneventes otro medio para eet hombre entre en inset coe Ours eel ata campuses tat Y las modaldodes de ete corobate pueden cambiar, pero hasty 30 1A COMURICAGION DI LAN }OUNTRNOIAS mismo amor ablo serla un combate disfrazado, Ciertamente necesita del Orzo, no puede prescindir de €1; pero que nadie espere encon- tar en el Otro un complemento armonioso de su Yo. Hl Otco serd siempre para el Yo wn enemigo, un competidor, y si el Yo no pus Ge prescindir del Oreos se debe a que in atiracién de mi Yo noes sita mis de un obsticulo que de una ayuda, y un enemigo le ¢s mis Stil que el amigo. ‘A nadie extrafiard si decimos que en Ia filesofia de Jean Paul Sartre y de sus disefpolos, la esencia de las relaciones interhumanas festi tainbign constituida por la lucha, La oposicién entre los indi- Yiduos no se situarfa solamente en el plano moral y psicolégico, sino sobre cl plano propiamente ontolégico. Los hombres son ene- rigos irreduetibles no porque sus deseos se opongan y se excluyan, sino porque son hombres: esti en su natureleza el odiarse. Los hom bres se agrupan y forman sociedades no porque intenten una obra en comin o la ayuda muta, sino porque necesitan combatirse y felarse. Todas las relaciones humanas estarian, pues, fundadas s0- bre la violencia, y el Yo y el Otro serfan como dos néufragos que disputan por la'tabla que puede salvar a mo solo, Tia actitud final de toda la filosofia que ve en la lucha Ia esencia de las relaciones entre los hombres, seré necesariamente el rechazo Adel Orro; si se lo bosca, xe lo hard porque se tiene necesidad de él para afirmar el Yor el Otro en eianto tal carece de interés; no hay Inotivo para intentar comprenderlo, Nictasche es también en este ceaso quien expresa esta tesis con mayor franqueza: el hombre supe- flor Slo puede vivic aplicndoxe a parade Abraham sa #o- Lot! “si eliges In izquierda yo tomaré la derecha; si te de~ cides por la derecha, marcharé por Ia izquierda”. Creemos poder establecer que Ia fucha no es la Ginica modalidad de commnicicién entre los hombres y que ni siquiera es la moda- lidad dominante. No importa que en la condicién acrual de la hu- ‘manidad las relaciones de lucha sean un hecho, y evidentemente no rnos cabe el derecho de ignorar esta triste realidad. Y si general- mente svs efectos son negatives, no es raro que un bien auténtico resulte de este mal La manera més difandida de rehusar al Otro, de luchar contra su intromisién en nuestra existencia, es la indiferencia. Tal es, sobre todo, el arma de los débiles, mas también de los hastiados. zAcaso no es Voleaire, ef gran escéptico, quien dijo: “todo es igual HE PSWAUNTAMIENTO DHL LAS HXINFERCIAS at 1 ehemlny de la jonnas y cdo ot igual cambign al being de tue ds las jornadss?™ Le mayoria de ls hombres de nuestro impo ext convencida, imis'o menos explichamente, de que no debe esperar beneficial uno de fos denis, y por tal razdn a indiferencia ex la aetitud que Inds frecuentemeate se demucstra frente los eos. La mayor parte Ge los hombres solo van hacia los dems ceando el interés personal los empuja: de lo contraio afectan ignorar hasta su exitenca. Com Is indierencia se viene decir implicismente al Octo que su exe tencia no now lama Ta atencion en riod alguno, y que no nos Elser humano que sélo encuentra indiferencia au dertedor —y es el caso de muchos~ te sence recharado 3 una sledad que nada tiene de comin con ese extado de tensin espirtalcuyo clogio he thos hecho tnis arriba; fl estado er e200 de abandon, tH § desprovito de signifcacin espiticua) Thay un indiferenia que no es un verdadero rechazo de comu- nicacén con los demds. Es como una spat provenicnre de desco- fezonamiento 0 del hecho de que ln concincia no ha dspertdo todavia al sentido. del Ouro. Existe tambicn a idiferenia. det Sub que erce poder escapar, gracias 4 ella, «lt servidombres det, diempo. La iniferencia de que hace gala el cxoie, a0 propone ven- fcr al sufrimiento, Ninguna de estas formas de indferenia ver Gaieramence culpable, Totalmente. distito. cs el caso del hombre aque se endurcce deiberadamente para cxcluir al Oto dela propia Eso inifereneia de combat e slo un arma para lucha contra los dems hombres: muchos de nuestros contemporsncos se valen tt- Bian de lla para rechazat al Ouco abstr, Dion. En fa Francia de hoy al secharar a Diss ya no se manifest, en efexo, por medio de la perscucién de los ereyenes, ni por la profanaciin de lo si- grado, El sscerdote puede atravesr los Barros mis "rojos™ sia fue fe Tnneen ninguos pdr, sin que To inelten. ;Cuinta fe. ia con lo que acuitia hace ua chsrto de siglo! Nos engaaria ‘embargo, si dela auseneia de violencia Trence a a reign, Concluyésemos en una simpatia reciente frente 4 Dios y los que fo representan. Una proporcida considerable de ba humanidad de hoy Bene frente 2 Dion slo indiferencay Dios no le interest y nada tiene que decile i podicle Aun en la propia Rusia sovieia, tras aos de_perseeucion sangrients, ha adoptado la tictca de is iniferencit, Se nos hace dffell prefer sta indiferencia, que- fida y generalizada, alos gritos de furor y odio de un Niceache. ‘Tang en un caso como en el otco, Je To que se trata es de un “resinato de Dios". Probablemente el corazon de un advetsario us He a 32. LA COMUNIGACION Dit LAS EXISTENCIAS vivlenco 49 balla nls abicieo a Hmmade de Dios que el cormin del indiferente. ‘Aparentemenete la indiferencia causa menos mal que las formas violentas de rechazar al Ouro. En realidad es més nefasta_y emp 4s vletimas a Ia desexperacién. Introduce en la existencia cl prin sipio de inerea, ct germen de la mucrte spiritual, La. primera etima serd el iismo indiferente porque s0 incapacita para amar 4 los otros, se encierrs en el narcismo orgulloso y no tardard en focumibir a la neurons. El coravén del inference pierde. sensibi Tided, recepsividad, y se endurece mis y mis hata Is avatica y Ia risantropia. ara que Ia indiferencia sea psicolégicamente posible, s¢ neces sia, desde el primer paso, una cera dosis de cnceguectiniento. El indiferente no ve lo gue hay de comin entre él y los. demss, El Oro se le aparece como radicalmente diferente, o' lo menos co- two si fuera neccsario obrat en el supucsto de que el Owo es 1a" dicalmence diferente, S ello no cuerera, el home no tardaria en darse venta de que rechseae al Orro, que es to que implica la actitud de indiferencia, es también om sceharae cl propio’ Yo La indiferencia de que aqoi hablamos, pertenece al segundo mo- mento de la disléeica del devenir personal, y es por lo tanco porerior al descubrimiento dsl Orro\cn ls soledad, El solipsino fue practca cl indiferente ao cs Ia soledad donde el Yo descubre fer, sino la caparazén artificial Ta que el Yo se retira por or- guilo, por cobardia, por debilidad, En este caso cl individuo sabe {que Tos ortos ein aki pera obra como si estvise solo en el mame 45; como si fuese el centro del universo, El indiferente rehusy i tar al Orro caya presencia conoce. Los otros no son para él mis gps insromentos@ mecantos que puede vtnar por dezmine lor procadimientos. El indferente no fe encuentra con el Otro pss 0 lado 0 to roza como paa al ldo le los cosse y 1s roza, © bien lo evita, como evits lr piedras y espinas que cierran et amino, Se niegs «imaginar que los otror puedan también necesiar de dl Sabe que tos demis lo ven y To jurgan, pero se esfuerza por no saberle Niel incerés oi Is picdad para con el préiimo caben en la in- diferencia. Los otros no tienen nombre pars el indiferente, y cuan- do habla de ellos, dice: “ono” 0 “esta gente”. En moestro mundo modeeno la indiferencia se ha convertido en una de lap actitudes frente a los dems més difundides. Tanto el combnismo como el eapitaimo son fuerzas antpersonales que sélo ven en cl hombre su funeign, ay wrifidad social. La indferenc convertda en principio de la’ vida colectivs, hace que el pata ignore que el obcero ex también hombre; que el comunist estime EL ENFRENTAMIENTO DE IAS EXISTENCIAS 33 ‘que las “viboras libricas” no tienen Ia misma grandeza humana que 41 experimenta en lo més fatimo de sl. La indiferencia permite, ef cconsecuencia, la exploraciéa sin escripulos del mis débil, el aplas- tamiento de quienes no entran en “la linea”. No se puede esperar ningiin resultado positive de la actitud in- diferente frente al Orzo. Mi indiferencia puede, eso si, hacer més ppenosa, mis triste y mis solitaria, Ia vida de los dems: pero en cambio no me aporta bien alguno, Lo tinico que hace es privarme comprender que el nico remedio tsa profunda miset, a deste glo que lo cunsume es la creactin de nncvas comuniaes, Sete {odo en paies vsjor como Francia, donde le desolcion det ie Givigvalismo ha’ sido. mayor, um potent: tejdo de. comunidades espiitales,econémieas, asics, dey ha comenzado » racer Loy intleetuaes han abandonado Ia cndatny se han reid al came fo, donde viven en comunidades tater En ls mst chs fics patronos y obrerortratan de swine ta empress captain, racida en fs cra del individeationo, por comunidades de wabsia Yen todas pater eneonttamos comunidades inpersbley ie hogares, de hombres y mujeres animados den mmo ied! qe teatan de hacer un realidad det poner cn comin @ intereamtar les bienesespircales y materiales. El sn hecho de eve un nie ‘ero incontabie de pequehas comunidades praca Ta necesidad que cupefinonts | homie deli de hasta | peat te hacerlo, fuera de toda duda que fa humanidad ain no se ha espi Tizado lo bastante ni ha evolucionado to suficiente como para que los estadus, los continentes, la tierra entera puedan formar uns eo. ssnunidad auténtien. Lun el estado actual desu ascension espiricual, los hombres solo han logeado la capacidad de comunicarse ‘con un amero restringido de enistencias. A pesar de ello, estamos intima 80 1A COMUNICAGION DEL LAS BRISTENCIAS destinada a camoflar el totalitarismo. Ph \ La comunién que llamamos “existencial” es una relacién de ine | | COMUNICACION DE LAS EXISTENCIAS aL No que el Yo debs identficarse con en objeto con ol ver se identifcaria otro Yo. Una relacin asi todavia seria dzmusiado extrinseca y objetiva, y no mereceria el nombre de comuaion. Esta de cuanos-parteipan an ell, Si decinny que-€l conocin naa y et tunor Ran de rervi de nscdiadores de I conaniga, lo hacemos cn el Sentido de que deben brindar a existencis compromeidas en la ern- yoraliad, fi pesiblidad de un encuentro Sumediano La eouunion empieza generalmente por intermedio de una ceai- dad la que simuitincamente perciben dos concicnciss y"aman dos corazones. 1a nacuralczs, el arte on todas sus formas, ls histor tia de nuestro pals y sus luchas presentes, fa filosofa y Ia elenet, Iss leccorasy las meditaciones pueden presetae a un howbre ots tanas. posiidades y oportunidades de encontrar: con oto Hombres, Tnsistamos una ver. mis sobre el hecho importante de que todo Sino que es simplemenre sv vehfcalo y oporcunidad. Las convunida- des que sélo quisierin tenet como contenido las personas que hs omponen, janis legarin a echar ralces. Por el contratio, ls habor una auréntica omonisn ensencisl hats ence amor y evcavon, entee Tassos y diseipalos, entre hombres y mujeres. Pero es necesario en estos Gxs0s que la relaciin. amo-ciclavo, macsteo-discipulo, hombre-mu jen sea trascendida, En Ta comunin existencial, los hombres antes de expetimentarse como maestros, esclavas, disefpalos, hombres @ mujeres deben experimentarse a 81 mistnos eome hombres y expe- simentar a los demés como hombres. Para hallarme en disposicién de entrar en comuniéa con otro ser, debo empezar por hacer cl inventario de mis siguezas v tomar concent de ic le dar al Orro. Ta genetrad tal Vo 70 Solamente es condicion de la comiunion cxistencial sino que cons “on todo, ni_aun esto basta, Es necesario que ademés tome concigncia de mi pobsera, de mi contingencia profuida, de fa ne- “Geldad. que tengo 82 Toe me Stace geod Te an 2 aquellas con “qu ‘comutiico. Para la"comunién el espfritu de SaaS c tae tidspetsble como el de generat, Tey Haldades muy fet aprerrmene degra ques epi gran genessidad, gue son incapnces de envrar en comunin a tlotien con otros sever: lo que Taman, con elera satisaccibn, Inada, aslo ex cn realidad onlin, complejo te sper dads que les hace pemor que nada tienen que esperar de lw dems. ¥ que poswen cuaheo necetan, Tales petsonaidades cjereen 4 ve Zesofe los demis una fuerte int luenea, quis hava bieechors, pero permanecen encerados sobre si mismos, cn sv sblamient. Brorgele les hace coniderar como vrvud to que en reldad es impotencia. Noe verdad. que el hone superior até fatalmente Cohenado 2 Is soledad y que putea apestar mucho bueno fs demde sin sect nada a'su vex, Este prejucio muy difendilo es tecaues principle que muchos hombres inigentesy facets wu LA COMUNICACIGN Du LAB BXIOTACIAS no den toda lo que son eapacen de der y quo sean con frecuencia despractadon. A Tos tales les faa explita Ue poboozay su orgullo les hace creer que su superioridad sobre lor dems es absolus. Y sin embargo, ningiia hombre es absolutamente superior a los de- ‘mis, en todos hay una ndigencia, y todos tencmos algo que rec bir, aun de aquellos que estin muy por debajo nuestro en saber 0 limportancia de acci sin embargo de Ts tenacion de "aigelamo™ Debemos tener el es Jor y la franquers de reconocer que no habri presencia. esi entre seres hurmanos sino se halla mediatizada por la presencia cac- nal, Dios misma se ha hecho carne pars que fos hombees pueda tniseleespriualmente. Los grandes misicenecianes (san Juan de Ia Cruz, stata Teresa, sn Agus...) an prevenido a sus dicipi. los contra ia preteosin oxgillosa de sleanaar a Dios, Espsita sbso- Into, sia reeurrir ala mediaciin del Verbo hecho caine: Lo misao vale a frtior, para Is presencia expctval ene hombre y hombre, Guienes por rgullo ©. por_prejuiclo“espircalsa™ peetenden realizar eireceamente Una preseaca exclusivamente espirtual, ie. hes eeusan esta humildesrvients, que esl presencia sense, ai tn en lo abstract en fo impersonal y su “realidad espiieual slo seri un eoncepto pobre, sn soporte ai contend Ta mediaciin ch orden 1 la preseicis cspiiveal dela presencia carnal encierza coino eseol el peligro de detenerse en Io setsible ¥ de romaio por un fin en si i ex indispensable yas por lo sensible necenrin rhmibién no tnsalrse on dy weeeendorles Novo trata {ae chiinar por completo To sensible egado el momento de alah: ‘arse en lo espisitval Como lo prucba el dogina de la resureeceiga 4e fos cuerpan, aun on la coma de Tos santos To sensible ten Ss una funeidn gue compli. Se trata Je que to sensible se in tegre poco a poco en la cormanign eapiitual, sin dearrllar une ‘medida. La comunién existencial abraza al ser tou, espititu y care. El Nosotros que resulta del encuentro del Yo con un Ta no es simplemente la summa de dos. Posee una realidad propia, y el Yo y el ‘Té encuentran en ells lo que ni el uno ni el otco poscen solos. Ja comunidad es, en primer término, resultanre de Ia comunién entre exivtencias: tas una vez realizada ésta se convierte en ereado- +a, fuente y escuela de comunidn. Impediri que las existencias que > a { COMUNICAGION DE LAS FXISTENCIAS 85 retornen a su estado anterior de separalén; Use EL Nosoteusexistenial es la unidad pinta, quebrada por el pecs do, reencontcada y enriquecida eval dsbe serio el tercer termina de un dovenir dilécico, : Porque poseemos la cetidumbre metaica de que les hombres no son individung monddics, de que exhte cote eles ua Unidad oncoldgica anterior a todos tus efuerzos de unidad sociolgiea 0 poltica, podemos excer todavia en Ia posildad de una comanign existencial auténtica entre seres humanvs. Una comunion senijance no se coneibe ni en les perspectivas de una filsofa seamen, ni én las de una fenomendoga pura. Lis seranclas ul como lis hae concebido Arisézeles y sts dicfpulos son, cn efecto, individustida- des incomonicables y entre ells lo puede haber lazos de comuni- facién objetiva:solidaridad fluency ee... Dara les fenomenola- jscs como Husserl, Heidegger y Sartre, ix persona es también one Irénada cerras: Optsmos rervckamente porta sion fe heen dad que han tenido los més grandes ente los Padres v dectores de Ig (Oe, sn Grou de Nis oa Ambros) me ieamente Ia persona es una pero extédividida moralmeate por el pecado. Exa unidad metafsica dl genero hurano ez lo qos cons: tuye el Gnico fundsmento valedero de ln comanioa autCuiea, No viene éta'a deste cl earicter rigurosam:nte personal de ead na de las existencha, sino 2 rchacer y perfeccionar lo que cl pecado fa destuido. ‘A cste propésito la diincién que establoce Gabriel Marcel en su obra Les Honner contre PHtinein ener le wniveral yas mes S25 confirma mucstas propss observaciones, La reaceiéa volenea de nuestra época conten fx fragoventacion individuals de los Cltimos Sighs es no dudarlo una resign sana, ea lalins del Cuerpo hls. nico que se eiifiea a través de las edadss. Pero la eiileaton de tases que vende 2 ocupar el lugar deh ivillacién individualist: tan inhurmana como Qa. Las masts son lo humano degeadado ¥, or lo mismo, nn estado degeadado de To humano. Las reonsew fades del comunamo, del nism y en rao menor del yanguans Son Ia condenaeidn de toda civiliracion de masa. Las masas ton fa. hitieas incapaces de amor e inteligencia, Una civlacion ue masa ts y sora necesariamente, por imperio absoluto de las eos, mate- Fiala porque s6lo ta materia es masa ‘Lo unwersal por lo contratin, es espitit, y-una eiviiaacién uni versalsa sélo puede act espittalita Se fonda sobre el amor tue personas, reenara toda clise de fansixno, todo toralarisno, toda imterancia. Una eomunidsd pequey fundada sobce el amor personal ~aunque mis ino sea el de ton familia una, parcoquia © oe ' ' ae (is grupo de anyos- es inco tn Inmienso estado coraliaro, Hay que lamentar come. de deena de las mases, por rabfemente 59 wd 3A COMUNTOACION DB LAS ExISTENCIAS versalista. que iticnlarmente geave que movimnieneos spiracién crstiana se hayan dejado arrastrar por Ja mistica mon cl cristianisino se halla. esencialmente en las antipodas de todo fo que es masa, ya que precisamente sone por misién sobre esta tierra la promuciin de las personse, Afweg bien, las ma hhostiles 2 Ja persona y aspiran a En el seno de una comunidad auténdica el Otro dosti no se Jimica a ser el eco amplificado de nuest entimic i 10s propios sentimientos, pensantien- fos y reacciones. La comunién no significa, en efector ieinafe del amor propie, ni exaltacion det Yo eyoista; entraha so pena ie sen arse a si misma, una victoria verdadera sobce el amot propio. La humildad evangélica, cual ta analiza Gabriel Marcel en su Mystére de UBsre, os una’ de las virrudes fundamentales de le coe Los miembros de ln comunidad ejercen, sin dud, debenejereer na influeneiaretprocay ast debe ter.A' post de lo Ie soo tsfalera de Ia comin exienca recline gue Is sftenea ae syerce no tenga por objeto comunicar a log demi quezas sino hacerles deseubrir las suyas, as propias rie » Fiquezas que se converti- rin en bien de la comunidad y por lo tanto en fuentes teres de ropio enriquecimiento. Para cjereer sobre los dems esta nflucncls alsereta v lvidada de si, se require un gran dlesimtenéss um denj, iatse sin mesiida de todo amor propio. Hay que escuchar los Wes rms (oun cuando no digan nada y més st eo Dy hay que estar atento a codes fas manifestaciones de su experiencia’ exiareneieh, singular y dinica. Sin duda es esto mis dificil que dar abe dees Jo que uo ya hs adqu do © descubietto por sf mismo y contentarse ‘con lo que elios han hecho en esta parte, Si nes abandonamos » Ia fentaciin de In facilidad, no formaremos une comunidad aueearion sino an grupo wniga por lox vineulos de la influcncia interpersonal que lejos de liberar tas existenciay las encadenaed sunas otra, ‘coma galeotes Para poder esablcver uma relacién de eomunién entee hombres, s¢ reqsiere que hayn entre ellos puntos de contacto tox y aspiraciones communes objetivos, gus Sin embargo, para que la comunidad sea dinimiea y auténtica, no basta compartir un bien comin. El vinculo verdadero de Is coma, Bion existencial se halla itremplazable en cada I sue hay de verdaderamente personal € La siqueza y of valor especifico de la comunidad radica justamente en lo que cada no de sus aniembren aporta como nico. Lo primero que se nota al extublecer contrere con una comunidad suréntica son as convieciones, 1 t COMUNIGAGION DE LAS EXISTENGIAS ar Aescubritt qirse que mie real que rata cy in @¥ersiad le yess samientes, eomveetones y apiraioncs, Voc lega 9 ctcee us i co tos medion de leg a sar cl msm: Deccubrnine nf hasty su en to Ia comunidad difere del qsup imasivo y hasta. que pune es sido dado conocer de ceren, linraba Ie teneit dene ses ¥ los maravilaia no tanto por la cohesion de sue meteor bien pequcta) evanta:preitmente por la estes divenadad de isto. Giencony Iteratos, gene de reels y de iguiadie at tas hombres de negocios, formiban parte de ell com tleaion ene tusiasmo yen ella encontraban une valoizsion idéatca We so ies v ambiciones de cala uno ye sas manos Fecbian lo qu rs S$ ucgntieas qe ne ha ef toms leidos s Kejamas evn Tas amie dulees efusinnes, enact y sus canara tanned 1a comunién esistencial silo sens anate fades sentinientales foxmadas poor piros a Is luz de la tuna, que exaia uns ciceta i *roméintica™. La mayoria de is veces et tales amis apariencia de conunidin, en Ia que tinicarsente-entran en juss Tae caps superficsles dle I'sensiilidad. Ls ersnuniin pesca hemos dicho, importa cl compromisa del Vode eada uno de-ien companentes. Ahoia Dien, ete Vo oa, Gratico,_que ve puede define. Pew Tani cor even de Ja realidad Imana ng e: sel mismo ardeu que et Alevenir de Is materia. fsa evolucinna bajo presi de la exsaitad mecinica y poco importa que esa causaliad bre desde el interior 0 desde el exterior. Por cf eouteatio, ef hombre no es un objeto pasivo dl propio devenie, sino st atjeta active, Parecw ‘pertivn werer probar Ia existencia del operae hivmine, porque es tna ev dene Inmedints La acisn chon terpscta sie ida un heck

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