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Revista del Profesor de Mateméticas. 4 5 LA CUADRATURA DEL CiRCULO Luis E. Jobet Bourquez Universidad La Repiblica Los griegos fueron capaces de construir un cuadrado de superficie ‘equivalente a un poligono dado. Comencemos mostrando cémo cons- truyeron un cuadrado de superficie _ 7 equivalente a.un rectangulo dado (fi gura 1). Esta transformacién se re- ¥ presenta por la ecuacién 2? = a-b, Figura 1 Esta ecuacién se construye con re- gla y compas de la siguiente manera: 8 Construya un trazo de largo a+ b, siendo H el punto en que se unen ambos trazos. Ubique el centro O x del trazo a+b. Luego construya un semicirculo con centro en O y radio R= (a +b)/2, Ahora construya la oH perpendicular al trazo a+b que pasa eS ae Por H. Figura 2 Sea S el lugar donde esta recta intersecta al semicfrculo. De acuerdo con el teorema de Tales, HS” = a-b, 0 sea, z = HS es el lado del cuadrado equivalente en rea al recténgulo de lados a y b. Se dice que el trazo z es la media proporcional entre los trazos a y b. Usando casi el mismo procedi- miento se puede transformar cual- quier tridngulo (ver figura 3) en un cuadrado de area equivalente. El lado del cuadrado vendré dado por la media proporcional de la mitad de un lado y la altura, Algebrai- camente lo anterior es equivalente a encontrar ¢ tal que Figura 3 6 Sociedad de Matemética de Chile Es facil transformar un cua- drilétero ABCD en un triéngulo AED. Para ello basta trazat la paralela EC a la linea que pasa por B y D (ver figura 4). En efecto, los tridngulos DBC y DBE tienen la misma base y ® + la misma altura (por consiguiente . también la misma rea). Figura 4 Es evidente que usando este procedimiento en forma reiterada se puede transformar un pentdgono arbitrario en un cuadrilétero y luego éste en un tridngulo. Generalizando, cualquier figura rectilinea con NV lados puede transformarse, con regla y compés, sucesivamente en figuras rectilineas con V ~ 1, N ~2, etc. lados, hasta transformarla en un tridngulo con drea equivalente. Este, a su vez, tal como ya hemos mencionado,-se puede finalmente transformar en un cuadrado, Podemos preguntarnos: si cualquier figura rectilinea se puede trans- formar en un cuadrado con superficie equivalente, {por qué no tratar de hacerlo con un figura curvilinea? Intentémoslo con la figura curva ms simple, el cfrculo. ‘Tratemos de encontrar un cuadrado de su- perficie equivalente a un cfreulo de — x radio unitario. Algebraicamente el problema lleva a la ecuacién 2? = +R? = 7, 0 sea, el lado del cua- drado 2 es la media proporcional entre x y 1. Esta media se cons- Figura 5 truye tal como se mostré en la fi- gura 2,cona=myb=1. El problema se reduce a determinar, con regla y compés, la lon- gitud x. Esta es la condicién primordial para resolver el problema en. forma geométrica. Recordemos que la regla es un instrumento que sirve para trazar lineas rectas, no para medir longitudes, mientras que el compés sirve para trazar circulos con centros diferentes y de cualquier radio. Para resolver un problema en forma geométrica, estos instrumentos deben ser utilizados un niimero finito de veces. En la historia de las Mateméticas se pueden definir tres épocas bien precisas del intento de construir geométricamente el mimero 0 para determinar su valor exacto. Revista del Profesor de Mateméticas. 4 7 Primer periodo. Este abarca desde los antiguos tiempos griegos (siglo IV A.C) hasta mediados del siglo XVII D.C. Este periodo se caracte- tiza por ingeniosos intentos de encontrar el valor de x por métodos puramente geométricos (con regla y compas). Arquimedes (287-212 A.C.), el mas grande de los antiguos ma- tematicos, calculé + como limite de poligonos regulares circunscritos ¢ inscritos en una circunferencia. Usé poligonos hasta de 96 lados y legs. a encerrar © entre los valores 1 10 1428571 = 3, = : SMM2A571 = 35 > 4 > 377 = 3.140845 Ludolph van Ceulen en el siglo XVI llegé a calcular m con 17 decimales, valor numérico que en Alemania ain es llamado ntimero de Ludolph. En el afio 1621, el matemético Snell evalué con 35 decimales, usando para ello poligonos regulares (inscritos y circunscritos) de 2 lados. Segundo periodo. Comienza en el siglo XVIII. Con la ayuda del Andlisis Matematico (Célculo) recientemente inventado, grandes ma- tematicos como Fermat (1601-1667), Wallis (1616-1703), Newton (1642-1727), Leibnitz (1646-1716) y Euler (1707-1783), se dedican a trabajar en el problema de la cuadratura del circulo. Como resultado de estos estudios se descubrieron varias férmulas que permitfan expre- sar, de una u otra manera, el valor de x como series infinitas, productos de términos y fracciones continuas. El matematico francés Francois Viste (1540-1603) obtuvo la pri- mera férmula digna del honorable niimero =: Tt [aed lieve oe ia fieeiee Nese | baa VE ya fpetlie ha z El matemético irlandés Brouncker obtuvo 8 Sociedad de Matemética de Chile Estos esfuerzos, aunque acrecentaban la precisién de x, no revelaban la naturaleza profunda del significado de este enigmético mimero. Pa- tecfa curioso que 7, cuyo origen es puramente geométrico, pudiese ser calculado a partir de fracciones continuas y de series y productos in- finitos, expresiones que tienen aparentemente pocos contactos con la. Geometrfa. Esto fue una fuente de gran asombro y llegé a ser un gran estimulo para la actividad matematica. El matematico Johann Lambert (1728-1777), en el afio 1761, logrd demostrar que x era un mimero irracional, es decir, no se podia repre- sentar como un cuociente a/b de dos niimeros enteros. A pesar de este avance sustancial en el conocimiento sobre la naturaleza del niimero mr, el problema fundamental sobre la cuadratura del circulo permanecié. sin resolverse, ya que hay muchos nimeros irracionales que se pueden construir con regla y compas. Por ejemplo, la diagonal de un cuadrado de lados unitarios vale V2, un mimero irracional. ‘También es interesante mencionar que Euler descubrié la relacién em e1=0. Es una de las més asombrosas y sin duda la més hermosa de todas las Mateméticas. En una ecuacién combina de manera elegante todos los niimeros més importantes de esta ciencia exacta: el 0, 1, ¢, i= V—1 y el ntimero 7. Auténticos mateméticos se han entretenido buscando, por medio de tanteos bien orientados, soluciones geométricas aproximadas que permitan “cuadrar” el cfrculo sélo con regla y compés. (N.R.: Ver también articulo del profesor del Pino, que aparece en esta misma Re- vista.) En el afio 1685 el matematico Adam Kochansky dio a conocer un procedimiento que permite construir aproximadamente el niimero . La construccién geométrica, que aproxima x de manera excelente, es como sigue (ver figura 6): Revista del Profesor de Mateméticas. 4 9 Sea Tun circulo unitario, AB un didmetro de Ty L una recta tangente que pasa A, Se dibuja un efrculo con radio unitario y centro en A. Este circulo corta a I’ en C’. Se dibuja un tercer circulo, también de radio unitario y con centro en C.. El tercer efrculo corta al segundo en D. Luego se traza una recta que una O con D. Esta recta corta Len E. A partir de E copiamos la unidad 3 veces a lo largo de L, cobteniéndose los puntos F, G y H. Finalmente se une B con H. Ei largo del trazo BH es una muy buena aproximacién de z. Demostracién: El angulo ¢ EOA = 30° y AO 1/V3. De lo anterior se deduce que AH = EH — Finalmente, por el teorema de Pitagoras, BR? = An? + AB’ 0 sea, r=BH= 2 2V3 = 314153... , valor que discrepa del verdadero valor de m recién en la sexta cifra significativa, La magnitud x encontrada es un niimero irracional pero no trascendente, ya que es solucién de una ecuacién algebraica. Para encontrar esa ecuacién podemos proceder como sigue: ze Bava, 40 ows, 32? - 40 = -6V3, de donde finalmente 924 — 24027 + 1492 = 0. ‘Tercer periodo. A partir de principios del siglo XIX, con el desarrollo del Analisis moderno, se pudo atacar el problema de la trascendencia de x con éxito. El matematico francés Charles Hermite (1822-1901) demostré en 1873 que el mimero e no podfa ser raft de ninguna ecuacidn polinémica con coeficientes enteros, es decir, que ¢ era trascendente. En el aio 1900, cuando el concepto de mimero trascendente era introducido, los mateméticos no eran capaces de probar que cualquier mimero cono- cido fuera trascendente. Se avanzé lentamente. E] matematico francés 10 Sociedad de Matematica de Chile Joseph Liouville (1809-1882), por ejemplo, demostré que todo mimero de la forma a 2 am * yom * ion * ton + I donde a; son enteros cualesquiera tales que 1 < a; < 9, era un mimero trascendente, El niimero x, sin embargo, no estaba incluido entre ellos. Posteriormente, en 1880, el gran matematico Georg Cantor (1845- 1918) demostré que casi todos los ntimeros reales son trascendentes. El punto final del problema de la cuadratura del cfreulo fue puesto por el matematico alemén Ferdinand Lindemann (1852-1939) en una memoria publicada en 1882. Usando la relacién encontrada por Euler y guiandose por el método seiialado por Hermite, logra demostrar que es trascendente. Con esto toda esperanza de poder construir 7 con regla y compas se desvanece, y lo mas a que se puede aspirar son soluciones ‘aproximadas, como la elegante construccién que Kochansky dio en el afio 1685. Referencias: 1. Famous problems of geometry and how to solve them, B, Bold, Ed. Dover, Inc., New York, 1969. 2. Historia de las Mateméticas, J. P. Colette, Siglo XI S.A., 1991. 3. Routes et dédales, A. Dahan-Dalmedico y J. Peiffer, Paris-Montreal, 1982. 4. Les mathématiques et Vimagination, B. Kasner y J. Newman, Payot, Paris, 1970. The thirteen books of Elements, T. Heath, Ed. Dover, New York, 1965. 6. History of Mathematics, Ed. Ginn, Boston, 1925. 7. A manual of Greek Mathematics, Ed. Dover, New York, 1963. N.R: Luis E. Jobet Bourques tiene los titulos de profesor de Mateméticas y Fisica, y ademas de Ingeniero Civil, todos ellos obtenidos en la Universidad de Chile. En Ia actualidad es profesor de Ecuaciones Diferenciales y Céleulo Numérico en la Universidad La Repiiblica.

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