monte de Dios, la celestial Jerusaln, morada del Altsimo Seor. Cantad aleluya, cantad aleluya, cantad aleluya. A travs de la sangre de Jess, Cordero de Dios, purificad el corazn para rendirle culto al Seor. Al haber encontrado este reino que no pasar, adoremos a Dios, eterno Rey, con reverencia, asombro y gratitud.