A continuacin tratar de responder a las preguntas formuladas desde mi experiencia
pasada en el sistema educativo de la Provincia de Buenos Aires, tanto como orientador y asistente social como desde el lugar de profesor de secundaria. En las diferentes instituciones donde trabaj, no tuve oportunidad de participar en procesos de evaluacin institucional, salvo en las jornadas de capacitacin docente y/o reuniones anuales, con propuestas concretas ya estructuradas por el nivel central. Aunque no intento generar una hiptesis seria sobre por qu ocurra esto, me atrevo a arriesgar la especulacin de que puede deberse a la variable empleo docente. En efecto, la modalidad de trabajo taxi en la secundaria, donde existen escasas posibilidades de interactuar con compaeros/as colegas o la movilidad docente y las diferentes licencias en general, en todos los niveles, obturan una participacin en las decisiones institucionales (incluyendo la evaluacin) que excedan el tiempo frente a los alumnos/as. Asimismo, considero que la tradicin etapista del modo en que en parte puede continuar pensndose el proceso de enseanza y el verticalismo que ha permeado la gestin institucional en el pasado puede contribuir con el hecho de que se entienda la evaluacin como algo del final y slo competencia de personas con cargos de conduccin.