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Parque para un hombre dormido

Cerebro de la noche, ojo dorado

De cascabel que tiemblas en el pino, escuchad:

Yo soy el que llora y escribe en el invierno.

Palomas y nveas gradas hndense en mi memoria,

Y ante mi cabeza de sangre pensando

Moradas de piedra abren sus plumas, estremecidas.

Aun cado, entre begonias de hielo, muevo

El hacha de la lluvia y blandos frutos

Y hojas desveladas hilanse a mi golpe.

Amo mi crneo como a un balcn

Doblado sobre un negro precipicio del Seor.

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