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Evangelio segn San Mateo 19,13-15.

L e trajeron entonces a unos nios para que les impusiera las manos y
orara sobre ellos. Los discpulos los reprendieron,
pero Jess les dijo: "Dejen a los nios, y no les impidan que vengan a m,
porque el Reino de los Cielos pertenece a los que son como ellos".
Y despus de haberles impuesto las manos, se fue de all.

Extrado de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.

Leer el comentario del Evangelio por :

Salviano de Marsella (v. 400-v. 480), sacerdote


Del Gobierno de Dios

Dejad que los nios se acerquen a mi

Dios es la fuente y el origen de todo; porque en l, est escrito,


tenemos la vida, el movimiento y el ser" (Hch. 17,28), y de l es, tambin,
de quien procede todo el amor con el amamos a nuestros hijos. Todo el
universo y todo el gnero humano son hijos de su Creador, y as, por el
amor con que amamos a nuestros hijos, quiso que comprendiramos cunto
ama l a sus hijos. Ya que est escrito que "los hombres, con su
inteligencia,... pueden ver, a travs de las obras de Dios, lo que es invisible
en l" (Rm 1,20).

Quiso as darnos a entender su amor para con nosotros, por el amor


que nos dio hacia nuestras obras. Y as como est escrito que "quiso que
toda paternidad en el cielo y sobre la tierra tomara su nombre" (Ef. 3,15),
as quiso que reconociramos en l el amor de un padre hacia nosotros. Y
qu digo, de este padre? Su amor es mucho ms grande que el de un padre.
Nos lo demuestran estas palabras del Salvador en el Evangelio: "Tanto am
Dios al mundo que entreg a su Hijo nico para dar vida al mundo" (Jn
3,16). Y el apstol Pablo dice tambin: "Dios no se reserv a su propio Hijo,
sino que lo entreg por todos nosotros. Cmo no nos dar todo, con l?"
(Rm 8,32)

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