CAPITULO IV
PROFESIONALIDAD
Si se recapitula lo hasta ahora expuesto, al abordar una ética civil,
critica y propositiva aplicada al mundo de las profesiones, no ha
sido inoportuno ni impertinente responder, en los temas desarro-
Mados a lo largo de los eapitulos precedentes, preguntas tan usuia-
les como: éCudles son los principales desafios éticos que ese
mundo, a nivel planetario y local, presenta, hoy, al cruzar el um-
bral del siglo XXI? éDe qué trata la Etica? éPor qué es necesario
aprender a hacer una lectura ética de cuanto acontece en ese
mundo y sociedad actuales? éQué sistemas morales tejen el en-
tramado de practicas, relaciones ¢ instituciones que configuran el
mundo en el que se ejercen las profesiones a nivel de pais? Ya
partir de esos sistemas, équé estilos y proyectos de vida se pre~
sentan como moralmente deseables a la hora de articular las con-
ductas cotidianas? éCémo educar personas que, conscientes de
su dignidad humana, como sujetos morales e interlocutores vali-
dos en todos los asuntos, especialmente en los que les afecta,
obren con integridad moral asumiendo sus decisiones con res
ponsabilidad social y planetaria? ¢En qué escenario de entorno
social y natural del mundo actual, configurado a partir del desa~
rrollo histérico dela modernidad occidental, se han de ejercer las
profesiones? éCon qué categorfas éticas puede contarse para
afrontar adecuadamente retos tan urgentes planteados a la con-
ciencia moral, de la entera familia humana, por los procesos de
mundializacién y/o alter globalizacion frente a calidad de vida de
las presentes y futuras generaciones, especialmente de los mas
pobres, y deterioro del medio ambiente? Y en ese contexto, écuales el papel de las instituciones para, ajusténdose la praxis humana
individual y social a unas tales categorias éticas, hacer posible una
sociedad y mundo moralmente deseables, mas humanos, justos y
solidarios?
En este sentido, el presente capftulo introduce la reflexion ética
sobre esa institucién de vieja data, historicamente creada por los
seres humanos, llamada «profesion», buscando comprender su
dimension moral tan propia de la praxis humana desde la cual se
proyectan y desarrollan el mismo conocimiento y la habilidad de
transformar socialmente el mundo en el que habitan. Por lo que,
tampoco es inoportuno e impertinente preguntarse y responder
por la consistencia y aleance de una tal dimensién moral de las
diferentes profesiones y de su respectivo ejercicio, cuyo naci-
miento puede presentarse como “un paso evolutivo en el creci-
miento de la vida”
Elmédico que cura enfermedades y alivia dolores, aumenta la
vida. El historiador y el hombre de letras elevan el estado men-
tal del hombre. A su manera, también aumentan la vida el le~
gislador y el abogado. «El Profesor, tanto por la instruccién que
‘suministra como por la diseiplina que impone, hace a sus alum-
nos capaces de adaptarse a cualquier ocupacién de un modo
més efectivo y obtener provechos para su subsistencia, y au-
menta la vida». Los poetas y actores, pintores, escultores y ar
(quitectos aumentan la vida proporcionando belleza y sentido™,
£Qué comprende, entonces, la dimensién moral de las diversas
profesiones y de su ejercicio respectivo?