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San Gregorio Magno (c.

540-604), papa y doctor de la Iglesia


Homilas sobre el evangelio 1,15; PL 76 1131ss

Dar frutos de perseverancia

Que la palabra que habis recibido resuene en el fondo de vuestro


corazn y permanezca en vosotros. Procurad que la semilla no caiga
al borde del camino, no sea que el espritu maligno venga y aleje la
palabra de vuestra memoria. Tened cuidado que la tierra rocosa no
deje brotar la semilla y no produzca buenas obras, ya que quedara
desprovista de races de perseverancia. Muchos, en efecto, se alegran
al escuchar la palabra y se disponen a las buenas obras. Pero, apenas
se presentan las pruebas, renuncian a lo que haban comenzado. As,
el suelo rocoso, por falta de agua, no deja germinar la semilla y no
llega a dar el fruto de la perseverancia.

Pero la buena tierra da el fruto de la paciencia: entendamos que


nuestras buenas obras pueden tener valor si soportamos con
paciencia la indiferencia de nuestro prjimo. Porque, cuanto ms
progresamos hacia la perfeccin, ms pruebas tendremos que
soportar. Cuando el alma ha abandonado el amor del mundo
presente, la hostilidad de este mundo aumenta. Por esto vemos a
muchos cargados con pesados fardos (cf Mt 11,28) aunque su obras
sean buenas... Pero, segn la palabra del Seor: darn fruto por su
constancia, soportando con humildad las pruebas, aunque, despus
de haber sufrido con constancia, sern invitados a la paz del cielo.

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