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he PRIMERAS JORNADAS DE INVESTIGACION TEATRAL EN LA ARGENTINA BS. AS, 11 AL 14 DE OCTUBRE DE 1984 Asociacion de Criticos € Investigadores Teatrales dela | =| Argentina Era Se 2 265 José F, Navarrete EL TEATRO MENDOCINO EN EL PERIODO 1960 - 1984 En este trabajo me propongo mostrar sintéticamente la trayectoria que cumpli6 el teatro en Mendoza desde la déca- da del 60 hasta 1a actualidad. Para ello he empleado una me todologfa no demasiado ortodoxa, quizés, pero seguramente la Gnica posible, dado que no existe ningGn trabajo org&nico al respecto, ya que el libro de Humberto Crimi sobre la histo- ria del teatro mendocino cuenta, de modo fragmentario, la e voluci6n teatral hasta 1a década del 50 y en este caso sélo sirve como antecedente. Por lo tanto he debido rastrear en los diarios y revistas de la época asf como realizar numero sas entrevistas a directores, actores, autores y espectado- res, adem4s de recurrir a la experiencia y archivo personal. Por eso, en el affn de tratar de describir y compren der 1a etapa para luego sacar conclusiones y sefialar tenden cias, aspiro a que el presente intento sirva como punto de partida y referencia para posteriores y m&s profundos anéli- sis. Como el teatro en sf mismo y, consecuentemente, la actividad teatral en general y sus cultores, es el resulta~ do de un largo y casi siempre penoso camino, al analizar cualquier perfodo en su evolucién debemos tomar en cuenta los antecedentes que lo posibilitaron. En Mendoza, en 1939, se inicia el movimiento indepen 266 diente con e1 elenco Teatro Popular Cuyano. Sin embargo, el término "independiente" no aparece todavfa y s6lo se utili- zar& bastante tiempo después, aunque los objetivos sean los mismos, entre otros, por ejemplo, el de "contribuir a libe~ rar el arte teatral del lastre que representa su directa ex- plotaci6n comercial y el endiosamiento de las primeras figu- ras 0 cabezas de compafifa", como anuncia Teatro Popular Cu- yano en su declaraci6n de propésitos. En un reportaje de 1950 al actor y director Alfredo Pometti expres: "necesitamos del aliento del piblico, no podemos representar en un sal6n vacfo. Por eso, de cuando en cuando, ofrecemos una obra de las que prefiere el ptbli- co. I¥ no vayan a creer por eso que no somos independientes. (1) Bs decir, que ya queda perfectamente deslindada 1a 6pti ea comercial de la independiente, empleando este término con clara precisién. Pero esta encrucijada entre elencos comerciales, si es que se pueden llamar asf, elencos filodram&ticos y elen- cos independientes seré tema de otro trabajo en preparacién y lo hemos mencionado aqut como antecedente y porque llama ta atencién que, en 1960, en los diarios se anteponga 1a acla raci6n de “elenco independiente tal" o "elenco de aficiona- dos cual", costumbre que’ persiste hasta el 64 0 65. Luego Se suprimir& todo aditamento diferenciador y simplemente se destacar& el nombre del elenco o conjunto o grupo, segura- mente debido a 1a complejidad de las formas y a las interre Jaciones que va presentando el hecho teatral Bl panorama del teatro mendocino en 1955 muestra la actividad de la Escuela Superior de Arte Esc€nico y su elen co, rime dei ater mo N nang vel mae aiios cién Escu tes, atag cha. ica cons ae Esce alr yt Nis cién son \ 267 co, bajo 1a direcci6n de Galina Tolmacheva y el Teatro Expe- rimental con la direcci6n de José Tovar, ambas instituciones de la Universidad Nacional de Cuyo; y los teatros indepen= dientes La Avispa, que bajo 1a conduccién de Bernardo Roit= man dio "El puente", de Gorostiza, entre otras, y La Nube, con 1a direccién de Juan José Beoletto. Otros conjuntos com no Nuestro Teatro, cont6 con la direccién alternada de Fer~ nando Lorenzo y Carlos Owens y en el reparto 4 Aldo Braga, y El Péndulo, dirigido por Justo Pedro Franco. Los aos 60 zn cambio, al iniciarse 1a década del 60, el panora- ma es més sombrfo, como lo atestigua el cierre por algunos afos de 1a Escuela Superior de Arte Esc&nico y 1a desapari- cién del Teatro Experimental el que, tras fusionarse con la Escuela, padece su misma suerte. os teatros independien- Segin opina Osvardo Neyra: " tes, por su parte, sufren cada vez més 1a indiferencis ye ataque de quienes no comprenden ni aceptan su labor y su 28 cha. Desaparecid ei conjunto La Avispa y surgiende espord- dicamente e1 buen elenco de Nuestro Teatro, s6lo La Nube se conserva como conjunto de continua labor. Sn 1960 represen” £6 *Panoranas olvidados", de T. Williams y "Lo que no sabes", de Silvio Giovaninetti. Surge en 1960, también, el conjunto gecenario que representa “Renazco entre 1as llamas, gritaba el Fénix" un acto muy interesante de T. Williams, dirigide y traducido por 1a sefiora Clara Giol Bressan. ¥ nada méS- Ni siguiera proyectos para este 1961 de silencio y des°l8” cién que nos amenaza". (2) 268 Neyra también evalda como sumamente negativo y hasta pernicioso el apoyo que las entidades oficiales de Cultura, Municipal y Provincial, le brindan a elencos que presentan piezas estrictamente comerciales y de literatura endeble con titulos como "Viuda, fiera y avivata, busca soltero con pla ta" o "Un coronel y una viuda, hacen cosas macanudas", que se representan en la temporada del verano 60-61 en el Teatro al aire libre abriela Mistral". Sin embargo, el 61 no ser de tan magra producci6n ya que a los elencos nombrados se sumarén Bosquejos, dirigido por Beoletto quien se separa de La Nube, al frente del cual queda Neyra; el significativo nombre de Elenco Amanecer, de Benito Talfiti, quien adem&s crea el Teatro Coraz6n, dedica~ do a los nifios. También se ver4 una excelente versién de "Los expedientes" por el Elenco Teatral Platea, bajo la conduccién de un nombre sefiero-en las tablas mendocinas: Armando Luce~ ro. Lo realmente interesante de ese afio 61 es que se bo- cetan tres hitos de la década que le darén una impronta tan especial: 1° las reuniones de elencos independientes para tratar, entre otras cosas, de “unificar fuerzas para el lo- gro de los propésitos comunes a todas las entidades" y “bus: car un sitio donde se pueda ensayar y dar representaciones, un lugar donde estemos todos y trabajemos en comGn, aunque cada uno con su propio elenco se proponga cosas particula~ res". (3) La idea encontrar una casa grande en el centro de 1a ciudad. Se pens6 recurrir al Fondo Nacional de las Ar tes y crear el Cfrculo de Amigos del Teatro Independiente y la Asociacién Mendocina de Teatros Independientes, cosa que alt lat Por res sore doci del sar to). cas del 2 bajo cién Este dian tay cad que por 3° got tari guar Ene Por ceré sobr cost al final no se conereta. Adends, se enjuicié severamente a la Direccién de Cultura y a la Universidad Nacional de Cuyo. Por el otro lado, en la Cémara de Diputados se reGnen titula res de elencos independientes y criticos teatrales para ase~ sorar a una diputada sobre problemas de 1a vida escénica men docina, ya que ella habfa llevado un proyecto de creaci6n del Teatro de Mendoza (dejemos dicho que al fin debieron pa- sar 22 afios m&s para que llegase a feliz término este proyec to). Es decir, intentos de unién entre los elencos y criti~ cas agrias a las instituciones oficiales son una constante de le d&cada del 60, crfticas que llegan hasta hoy. 2°: En octubre de ese afio la Facultad de Filosofia y Letras, bajo la conducci6n de Guillermo Bibiloni, presenta "La lec- cién", de Tonesco, en 1a colaci6n de grados de esa Facultad. Este hecho, que en principio podria tomarse como una estu- @iantina de fin de afio més, inicia, por el respeto de 1a pues ta y la calidad actoral, una etapa sorpresivamente prolife- ca de elencos universitarios, por estudiantes universitarios, que caracterizaré a los afios 60. Ya volveremos a este toma, por ahora lo mencionamos. 3°: Clara Giol Bressan, al frente del elenco Escenario y lug go también en el Elenco TECU (Teatro Estudio Club Universi- tario), se constituye en la propulsora de las obras de van- guardia y de experimentos inusitados de puestas en escena- En este sentido es la directora que caracteriz6 los afios 60. Por ejemplo, en octubre del 61, en el Club El Cfrculo, ofre- ceré "La cantante calva" en una plancha de madera circular sobre el césped, entre los &rboles, con un bar en uno de 108 costados, del cual se servian espectadores y actores, Perma” 270 nentemente. Antonio Di Benedetto precedié la representacién con una charla sobre Ionesco, con proyecciones sobre los 4rboles, mientras un actor mimaba sus palabras y otro, con una enorme cabeza de rinoceronte, servfa champagne a los pectadores. Luego de la representaci6n de 1a obra un panel compuesto por Osvaldo Neyra, Carlos Nallim y Adolfo Ruiz Diaz convers6 con el pGblico acerca de lo visto anteriormen te. Entre otras obras, en el 62, pondr en escena “Tal como fuinos , de Adamov y la crftica de Los Andes dir: “La obra de Adamov se seguiré dando. Muchos seguirén sin entenderla. Otros se disgustaran. Pero, ante todo y después de todo, hay que tener en cuenta, para estos casos muy especiales, que ese es el precio de las vanguardias y el de 1a evolucién" (4). Sin embargo, a los quince dfas la directora cambiaré totalmente la puesta y la ofreceré en escenario circular. También recordamos otra puesta en la que los especta ores apartaban largas ristras de chorizos para poder entrar a la sala y encontraban el piso sembrado de huesos de vacu- no aserrados. En suma Clara Giol Bressan, quien estudi6 direcci6n con don Armando Diseépolo, representa, como autora, directo rae impulsadora de la actividad teatral, el toque de auda~ cia y bohemia artfstica que sacudi6é los primeros afios de 1a década del 60 en Mendoza, Lentamente se irén sumando otros elencos como el del Club Israelita Macabi, dirigido por Arturo Chensasky, et Club Israelita Macabi. Elenco de Ciencias Econémicas, con Le6nidas Monte, 1 Comps: Elenco de Ciencias Econénicss, fda Mendocina de Comedias, de Antonio Manzur, grupo que ¥* fifa Mendocina de Comedias, ay En- venfa trabajando anteriormente, y el Teatro de Cémare y ED tro « la a: Algu con : last A pa: tore Jorg José anto ower y Be och nis! 270 nentemente. Antonio Di Benedetto precedi6 1a representacién con una charla sobre Ionesco, con proyecciones sobre los Arboles, mientras un actor mimaba sus palabras y otro, con una enorme cabeza de rinoceronte, servia champagne a los es pectadores. Luego de 1a representaci6n de 1a obra un panel compuesto por Osvaldo Neyra, Carlos Nallim y Adolfo Ruiz Diaz convers6 con el piblico acerca de lo visto anteriormen te. Entre otras obras, en el 62, pondrf en escena “Tal como fuimos", de Adamov y la crftica de Los Andes dird: "La obra de Adamov se seguiré dando. Muchos seguirén sin entenderla. Otros se disgustarén. Pero, ante todo y después de todo, hay que tener en cuenta, para estos casos muy especiales, que ese es el precio de las vanguardias y el de 1a evolucién" (4). Sin embargo, a los quince dfas la directora cambiar& totalmente 1a puesta y la ofrecer en escenario circular. También recordamos otra puesta en la que los especta dores apartaban largas ristras de chorizos para poder entrar ala si a y encontraban el piso sembrado de huesos de vacu- no aserrados. En suma Clara Giol Bressan, quien estudi6 direcci6n con don Armando Discépolo, representa, como autora, directo rae impulsadora de la actividad teatral, el toque de auda- cd4a y bohemia artf{stica que sacudi6 los primeros afios de 1a década del 60 en Mendoz Lentamente se irén sumando otros elencos como el del Club Israelita Macabi, dirigido por Arturo Chensasky, el Elenco de Ciencias Econémicas, con Le6nidas Monte, 1a Compa~ fifa Mendocina de Comedias, de Antonio Manzur, grupo que Ya venfa trabajando anteriormente, y el Teatro de CAémara y En- teat: doza elen cend lo t 1965 tro lad Algu con las Apa tore Jorg Jost Ante ower y Be och mis! an yyo del Instituto Cuyano de Cultura Hispanica, con la di- i6n reccién de Miguel Rodriguez Beyer~ on Todos estos elencos nombrados hasta ahora carecian, es, salvo los de Cultura Hisp&nica y el Club Israelita, de una el sala propia; por lo general daban sus funciones en el peque” fo aubsuelo de 1a Galerfa de Arte Panelo, en el Teatro Acts nen tico de 1a Biblioteca General San Martin o alquilaban algén omo teatro, como el desaparecido Avenida, o el Céndor 0 el Men~ bra goza, que por 1o comin ofrectan cine o representaciones de da. elencos de Buenos Aires. El Teatro Independencia, que se +8 hey cendi6 e1 23 de octubre de 1963, reabrié sus puertas Yr Por a lo tanto, suné otro fmbito teatral, el 25 de setienbre de . 1965. 4 En cuanto al Elenco Universitario y 1a Escuela de Tea 3 tro de 1a U.N.C., fueron cerrados a fines de 1959, luego de cta la direccién de Elofsa Cafizares, © intervenido haste el 63.) trar Algunos elementos se unen en 1a recomposici6n del elenco ¥ | cus con 1a direccién de Tulio Carella ofrecen "Los Chismes de Ir las mujeres", de Goldont, con 1a actuacién de Luis Politi. én d partir de entonces, y por varios afios, contrataré a direcy cto tores de 1a Capital Federal para sus obras: Enrique Rymay aa- Jorge Petraglia, Jorge Della Chiesa, Lidia Lamaison y Juan da José Bertonasco, alternados con directores de Mendoza cone antonio Baena, Juan Jos& Beoletto, Rafael Rodrfguez, Carlos del owens, Le6nidas Monte, Fernando Lorenzo, Guillermo Fischer y Benito Talfiti. mpa- En 1965 el diario Los Andes realiza una entreviste ® ya ocho directores del medio y sus opiniones no son muy opti- En- mistas, aunque el nfmero de directores, y otros m&s que tra~ 272 bajaban entonces, demuestran 1a gran actividad teatral del momento. En esa entrevista, Armando Lucero opiné. 1 tea tro independiente en Mendoza es un mito. En nuestro medio existe gente que desea hacer teatro simplemente, pero cuya desunién hace nulos los esfuerzos 1a mayorfa de las veces. Vemos, casi siempre, esos teatros fantasmas que estrenan w: na o dos obras para luego desaparecer. La respuesta l6gica serfa la unidad de la gente que hace teatro, unidad que en diver! oportunidades se ha intentado y nunca llevado a buen fin" (5). Esa uni6n que pide este director se intenta de varios modos, como el de crear instituciones semi-cooperativas que permitan la integraci6n de diversas manifestaciones artisti cas (pldstica, literaria, teatral), por ejemplo S.E.A. (Sa~ la Experimental de Arte) de 1968, dirigido por Juan Ro: ty Fernando Lorenzo o Gente de Teatro Asociada también del 68, y dirigida por Crist6bal Arnold y Guillermo Fischer. Aunque, tal vez, haya que considerar un hecho al que nos referimos antes, el teatro universitario y luego el co- legial, como renovador y aglutinante de distintos elencos en la década del 60. La Facultad de Filosoffa y Letras (La lec ci6n, El cuervo, El tiempo y los Conway, Ant{gona, Medea, Los Hermanos, El gorgojo, etc.), 1a Facultad de Ciencias E- conémicas, con La zorra y las uvas, Té y simpatfa, El gesti- culador, El centroforward muri6 al amanecer, Crepisculo Oto- fial, La versi6n de Browning, y los intentos como los de Ar- quitectura, Ciencias Médicas y Ciencias Agrarias, llevan a realizar en 1970 la Primera Muestra de Teatro Estudiantil Universitario, que luego se repitié en el 71 y, ya en el 72, se que S61 con hec ele anu ae tra res art And pli sus Rod en ne) tin sig sie £45 gen nue est aqv muc len tos ue ee tie to 72, 273 se hizo para todo Cuyo. Lo que nos habla de la importancia que adguiri6 este tipo de elencos. De ellos surgieron, no s6lo un pGblico distinto, sino también actores, directores, con otra 6ptica, otra intencién y otro modo de concebir el hecho teatral, menos competitivo, que luego engrosaron los elencos independiente! gambién con los Cert4menes Intercolegiales de Teatro anuales, que se realizan desde el 68 hasta el 75 y luego 4 de e1 79 hasta hoy, se inyecta nueva savia al ambiente tea~ tral, ofrece fuentes de trabajo y es un semillero de acto- res. A esto aluden, en 1969, Guillermo Fischer, Rafael Ro- arfguez y Jorge Petraglia en una entrevista del diario 108 ‘Andes y que reproducimos porque nos parece sunamente eJen- pliftcadora de 1a idea que tenfan del teatro del momento sus propios cultores: podrfguez: "Creo que Mendoza esté a la vanguardia, no tanto fen lo econémico (acé se hace teatro con lo poco que se tie ne) como por el hecho de haber incorporado un ptblico dis- tinto". Fischer: "Estoy de acuerdo parcialmente con es8 afiz Teilény creo que el p&tlico, no,se ha, renovado, codayis ¥. due sigue concurriendo a nuestras salas 1a misma cantidad de sienpre. Son las mismas caras...". Rodrfguez: "Bueno, 2° te £ijés en las caras, sino en las arrugas. La mayorfa de la gente qua va a nuestras salas ya no las tiene, Son rostros nuevos, desconceidos". Petraglia: "ZPuego agregar algo en este diflogo? Mi experiencia en Mendoza me hace pensar que aqui se desarrolla, comparativanente, una actividad teatral macho mayor que en cualquier parte del pais, He visto exce" lentes espectfculos con mucho pSblico. No hace tanto Perle 274 necf dos meses en una de las m&s importantes provincias ar- gentinas y cuando quise ver teatro advert{ que no habfa aén de ir, No era eso lo peor: ni siquiera existfa ptblico de teatro. Aquf afortunadamente eso no sucede". Rodriguez: "En realidad, si se habla de crisis del teatro mendocino hay que reconocer que la culpa no la tiene el pGblico sino noso tros mismos" (6). Ese afio 1969 comenzar&, por cuatro afios consecutivos, los certémenes municipales de teatro, lo que promoverd la actividad a picos nunca alcanzados de éxito de piblico. La _década del 70 Esta década se caracteriza por un gran movimiento has ta el 74, a veces con ocho elencos ofreciendo sus funciones en un mismo dfa, aunque hubo m&s de 15, entre los que por su trayectoria, propuesta de trabajo y continuidad mencionamos 2 C.E.T. (Centro de Estudios Teatrales), Elenco Municipal de Teatro, Grupo Arlequin, Nuevo Teatro Fray Mocho, La Pulga, pero, sobre todo y fundamentalmente, T.N.T. (Taller Nuestro Teatro) y Teatro La Montafia, ambos con sala propia. Podria~ mos decir que, de algin modo, son los dos Gnicos elencos realmente independientes de los Gltimos 25 afios, al menos los que lograron 1a verdadera independencia de cualquier ins titueién oficial o privada, funcionaron cooperativamente y ge dedicaron principalmente a representar autores argenti- nos y al estreno de obras de dramaturgos mendocinos. El T.N.T., en su sala de San Juan 931, un viejo garage remode- lado, que inaugur6é en octubre del 70 con la visita del Gru- 19 en qu cor tal ler mer sic ae has Gue nal yi rep "ar que la va ast ign ric au: ari na. | 275 po 67 y "Yesidas", concluy6 “obligadamente" sus tareas en 1974, luego de las bombas colocadas en el local y también en la casa del director, Carlos Owens. Habfan logrado una producci6n art{stica integral, ya que contaban con sala de exposiciones plasticas, se ofrecfan conferencias, se organizaban certdmenes literarios y se edi- taban las obras y hasta comenz6, en su subsuelo, a reunir e- lementos técnicos para producir pelfculas. Entre sus puestas memorables recordamos "Las fosas natales", de Angela Ternava sio, "Hablemos a calz6n quitado", de Gentile, y “La mueca", de Pavlovsky. : La Montafia, inaugurada en noviembre del 71, continué hasta fines del 77, en su sala de Godoy Cruz y Alberdi, en Guaymallén. Construfda como teatro con un disefio muy funcio nal que le permitfa la constante modificaci6n del escenario y 1a ubicacién de las graderfas, allf se ofrecié un amplio repertorio ("Historias para ser contadas", “La Malquerida", “arlequin", "Juan Moreira", etc.) casi siempre dirigido por Juan Rossi, aunque muchos otros también tomaron a su cargo la direccién. Si buscéramos sintetizar en una figura representati- va del movimiento teatral en Mendoza desde el 70 hi a hoy, asf como en los 60 lo fue Clara Giol Bressan, no podriamos ignorar al polémico Cristébal Arnold, con ms de 30 obras di rigidas y actuadas, solo o con Guillermo Fischer, Martha Es- quivel o Gladys Ravalle. En su repertorio sobresalen autores argentinos y, sobre todo, Roberto Cossa, y ha sido 1a perso. nalidad teatral de mayor continuidad y permanencia, asf co- mo la m&s denostada y aplaudida por partes iguales. 276 La realidad pol{tico-social de los afios 70 se manifes t6 en el teatro mendocino, simplificando, de 1a siguiente forma: del 70 al 74, como ya hemos dicho, gran actividad tea tral, mucha de ella panfletaria y tendenciosa, hasta agresi- va, otra de calidad artfstica y casi todas probando lfneas de experimentaci6n formal y conceptual, ya fuera en puestas novedosas como en creaciones colectivas, tan de moda Desde e1 75 al 80, disminuye sensiblemente el movi- miento teatral mendocino y s6lo podemos nombrar a tres 0 cua, tro elencos libres, tres pertenecientes a instituciones cul- turales como Alianza Francesa, Goethe Institut e Instituto Cuyano de Cultura Hispanica (aunque los dos primeros real- mente se afirman luego del 80) y el Elenco Universitario Nada m4s. Gitimos afios Recién al comenzar la presente década se advierte un aumento progresivo en la cantidad de elencos que aparecen y de 15 independien- contindan hasta hoy, en que el nfmero tes s6lo en 1a Ciudad Capital, sin contar 2 teatros de tite res, 3 elencos para nifios, 2 espectéculos de café-concert, los 3 elencos privados de los Institutos Culturales que nom- bramos, la U.N.C. y la Comedia Provincial, que debuta, por fin, en 1983, luego de m&s de veinte afios de bregar por su creaci6n. Todo esto suma 27 elencos. Entre ellos hay todo tipo de tendencias, géneros y calidades, desde el teatro a- cadémico al de vanguardia, desde el teatro de "manos" a 1a comedia musical, desde el teatro de tfteres y para nifios has ta not ya rec nac res ye Aut vié nos ber tre aun tre Hunt Feri que sure U.N dos cia ilo cua un ay tte te nom or su 277 ta la obra comprometida. Pero ya no “somos pocos y nos de- voramos mucho", como acotara en el 70 Rafael Rodrfguez en un reportaje de la revista "Mendoza en el Arte". Ahora se nota un mayor espfritu de convivencia, menor competitividad y menor tendencia a cambiar de un elenco a otro, tanto ai- rectores como actor« Aden&s, impera una especie de resig- naci6n ante la falta de sal y se apunta a rescatar luga- res no convencionales como escuelas, universidades, hoteles y cualquier instituei6n o municipio que tenga un salén. Autores y crftica gn estos afios que van desde el 60 hasta hoy, y si ta vigramos que establecer una némina de éramaturgos mendoci- nos que m&s han estrenado en este perfodo, seguranente Hun- berto Pravata, Juan José Beoletto y Susana Tampieri de Es- trella figuren entre los primero: por la cantidad de obras aunque, es justo reconocerlo, de dispar calidad y estilo en tre los tres y también dentro de cada produccién individual, Humberto Crimi, Clara Giol Bressan, Alberto Rodr{guez (h) » Fernando Lorenzo, David Eisenchlas y Angela Ternavasio han mostrado no una abundante dramaturgia, pero sf buenas obras que contaron con excelentes puestas en escena. ampoco debenos olvidar a los nunerosos escritores surgidos del Curso de Formacién de Autores Teatrales de 1a U.N.C., que se dicta desde 1975, muchos de ellos represents aos y premiados, como Elvira Maure de Segovia, Fernando Bar cia Gigena, Ronn Rodrfguez, Manuel Vega, José Marfa Porshe lio, Ignacia Farias y Brn to Cipriani, entre otros. 278 En cuanto al papel de 1a critica en Mendoza, ha ocupa do uno my poco relevante, porque los diarios y revistas 12 cales no han procurado formar especialistas en teatro ni en arte en general. Por eso, sin coincidir totalmente con las palabras de un director portefio que dijo de los criticos: nggtan distanciados de los artistas tanto como del pablico. para ellos debe ser frustrante que.un espect&culo tenga 6x3 to ono lo tenga, sin que sus loas o diatribas influyan” no se elabo (7), ereemos que, salvo en contadas ocasione: ran juicios crfticos de calidad, inteligentes, orientado- os ha res. £1 escaso plantel de buenos crfticos de otros {do desapareciendo y actualmente casi no hay expertos tea~ trales en el periodismo mendocino. El movimiento teatral mendocino en el perfodo 1960- 0 de madurez y afirmacién. Si bien 1984 pas6 por un proc tuvo afios de depresi6n como el 63 y el 65 y luego del 76 al 80, y otros de pleno florecimiento como 1o fueron los afios 70 al 74 y 80 al 84, en general transité por caminos de re novacién, no s6lo en lo estrictamente teatral, sino también en 1o que hace al modo de encarar la vida teatral desde una provincia. Por ejemplo, el convencimiento entre los artis- tas de que no puede esperarse demasiado de las entidades o- ficiales o privadas en cuanto a apoyo econémico; la resig- naci6n de que no se cuente con salas suficientes y adecuay das y, por lo tanto, 1a bisqueda de locales no convenciona les; 1a realidad de una critica que se fue deteriorando con el el ya cue con da cor ait So! ae bl de na ae si he ce: be 279 el tiempo; la certeza de que no se debe esperar demasiado que el péblico vaya a una sala si no ha sido ganado previamente ya sea con experiencias de teatro callejero, como se ha he- cho en varias oportunidades, ya sea motivandolo desde 1a es cuela primaria y secundaria para formar habitos, ya sea con continuidad en 1a labor; 1a desprotecci6n de no contar en estos momentos con auténticos maestros-directores de fuste; ja camaraderfa, sin egofsmos, entre los distintos grupos conformados por actores cada vez m&s j6ven gn lo que todavia no se ha aplicado un criterio rear lista, desde més o menos 1950 hasta hoy, es en perseguir 1 posibilidad de vivir exclusivamente del y para e2 teatro. son muy pocos 108 que en Mendoza han podide logrario cone actores o directores de elencos. Entre ellos, los actores de radioteatro, quienes por el sueldo de 1a emisora y 78 Pu plicidad que les brindaba 1a tira diaria, pudieron llevar fe tales) barr ialeey Jos) tines) Ce leenane,]O—5) Soa tag el estilo de 1a irradiada, lo que les pernitfa vivir solamente del teatro. gn sfntesis, el teatro mendocino de la etapa mencio- pectos y modalida~ nada tuvo sus propulsores en todos 108 aes del quehacer, sufri6 1a alternativa que le brindaba 1a situacién general del pais y 1a provincia yy entre todos han mantenido viva 1a esperanza de una permanente super” ci6n que hoy vislunbramos para el futuro, 280 CITAS Y NOTAS BIBLIOGRAFICAS a (2) Qa) «) (5) (6) (7) Reportaje a Alfredo Pometti en la revista "Mundo Ra- dial", de Buenos Aires, 6/4/50. NEYRA, Osvaldo: Situacién actual del teatro en nues tra provincia. Mendoza, Diario El Tiempo de Cuyo, marzo de 1961 (nGmero extraordinario por el IV° Centenario de la fundacién de Mendoza) . En Diario Los Andes, Mendoza, En Diario Los Andes, Mendoza, En Diario Los Andes, Mendoza, En Diario Los Andes, Mendoza, edici6n del 18-9-61. edici6n del 14-4-62. edici6n del 25-4-65. edici6n del 28-9-69. En Revista Resefia, Mendoza, julio de 1968. CRI DIA FRA arc! 281 BIBLIOGRAFIA ANONINO: El teatro, ese viejo vicio de los mendocinos, en Mendoza Revista, Diario Mendoza, jueves 27 de julio de 1978. CRIMI, Humberto: Sobre una historia del teatro mendocino, Mendoza, Biblioteca PGblica General San Martin, Re vista "Version de la Gente de Cuyo", 1959. DIARIOS: Los Andes, Mendoza, afios 1960-84. Mendoza, Mendoza, .afios 1975-84. FRANCO, Mario: Artes y espectdculos, en Revista “Clave! Mendoza, 9 de febrero de 1973. NEYRA, Osvaldo: Situaci6n actual del teatro en nuestra pro~ vincia, Mendoza, Diario "E1 Tiempo de Cuyo", marzo de 1961 (n@mero extraordinario por el Iv° aniversa rio de la fundaci6n de Mendoza). VARIOS: Revista "Mendoza en el Arte", Mendoza, Paulus Impre sores, afios 1970-76. 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