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No habr espuma ni orilla

el mar es fuga

No maldigas tus manos indecisas

ni la copa de sal que has levantado

ni el nombre del agua

y de los peces.

No habr revelacin

(la maana entreabierta,

maloliente)

y cuando digas mar

ya todo el movimiento habr acabado

No bastar el impulso de tus brazos nadadores

Antes de profanar profundidades

sers devuelto vivo por las olas

Valeria Gonzlez

Buenos Aires, 1987

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