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Sess N-403: 29 AVILA-TOLE! Castillas contribuiré, sin duda, 2 una mayor seguridad. Su tréfico asi lo ‘demanda. Hieonie de Padua, — en El Tier vit, Buifies 36 ra Puente Adaja, punto de arranque en Avila. Kim. 135,500.—Acabamos de ini iar el recorsido junto al puente ‘Adaja, desde el que la salida hacia la carretera de Toledo es estrecha junto # las murallas que encierran siglos de his- toria abulenso, Siglos de historia de Cas- tila y de Espafia. Un poco més adelan- te, junto al rio Chico, el eruce con la avenida de Juan Pablo Il entraia cierto peligro. Aunque esta perfectamente re- fgulado con cemAforne, todos ellos se ha Mlaban en fase intermitente el dia de ‘nuestra visita, Hecho bastante habitual. Dy ne circa eters, a cchura de calzada adecuada y piso en buen estado configuran los primeros ‘amos de la ruta, que disponen de un carril para vehiculos lentos en la subida hacia Sonsoles patrona del valle de Amblés, cl asfalto fe toma ondulado durante algunos mo- ‘mentos, hasta pasar a empeorar paula- tinamente. Al mismo tiempo, comien- zan a sucederse las curvas, algo que sera ccaracteristico de nuestro camino duran- te buena parte del mismo. ‘CURVAS ¥ OBRAS Km. 124.—También las obras de ‘mejora, ineluidas dentro del Plan de Reposicion y Conservacién del MOPU, comienzan a hacerse visibles. Nos acdmpafiarén con similar constan- jn, Por otra parte, la carretera se em- pina, porque no en vano estamos en los ‘Las obras, una constanue, Supresion de ‘curves y mejora en general son los objetvas. primeros kil6metros del ascenso al puer- to de La Paramera, donde la Naturale ‘2a parece buscar el encanto distinto de Ja desnudez, de la aridez. Y, como he- ‘mos adelantado, [a mezcla de curvas y obras hace algo incémodo el viaje. Am- bas circunstancias estén bien sefaliza- das. Es importante porque, en contra de lo que algunos podrian pensar, el de la 1N.403 es un trafico constante.. Aunque rng denso, por suptesto. Km. 119—E] alto de La Parame- ra (1.395 metros) marea un hito en el camino y anuncia la presencia de mds obras, recomendando especial cui- dado a causa del peligroso escalén late- ral, La neblina pone, ademés, otro tono de peligro aiadido —digamos més bien Curvas, estrechamientos y desprendimientos, en zona en obras. Casi todas las dificultades, juntas. La estrchez del p Burguillo 36 eihies Netto consoles: ¢-s00 Embalse ‘dol Burgullo, de dificultad, que no hay por qué dra- ‘matizar— cuando se encara el descenso. En éste, por silo anterior parecfa poco, Jas curvas parecen presumir de su coque ta continuidad y la espera tras los camio- ries —muchos-— se vuelve paciente. Las limitacioncs de velocidad recomen dada a 70, 50 y 40 hablan bien @ las cla- sas de que hay que extremar la pre- ccaucién, Kim, 109,800.—Poco antes de en- trar en la travesia de El Barraco, pparte hacia In derecha Ia C-500, que con- ‘duce a Béjar por Fl Barco de Avila, No tiene por qué ser un punto contflictivo. Ni tampoco la travesia de El Barraco, si se respetan los limites de velocidad. Desde hace algunos kilémetros ven mos observando la ausencia de hitos ki- lométricos, quizé a causa de las obras. La carretera sigue en descenso, con ‘otra sucesiGn ininterrumpida de curvas ‘para todos los gustos, en las que se Teco tienda no exceder de 50 kildmetros por hora, Después, una larga recta «empuja> al viajero hacia el embalse del Burguillo, [Be Kim isin embats cons tituye una zona de esparcimiento ala que suelen acudir amantes de los de- portes acusticos y de la pesca. Una cur va muy estrecha y un puente no menos angosto difcultan el camino. Tras él re- sgresan las curvas y las limitaciones reco- mendadas de velocidad. Menos mal, porque abundan los camiones y précti- ‘amente tras cada revuelta se encuentra cl conductor frente a un «pesado». Bp E27 ipo mesons una ver hemos pasado sobre la presa, aunque la via sigue sin presentar arce- res. Lo que ofrece son otra vez mas y ‘més curvas, con limitaciones de veloci- dad recomendada incluso a 40. La pre- ‘Charo LA cauci6n, sin duda, ha de ser mucha en el camino hacia Ei Tiemblo. MODERACION FORZOSA Km, 91.—La localidad de EI ‘Tiemblo tiene una travesta ado- quinada que hace incémodo el paso; pero, al mismo tiempo, tal cicunstancia hhace moderar la velocidad y adecuarla 2 los 60 por hora preceptivos en el térmi- no de cualquier poblacién. Actualmen- te se encuentra en estudio la circunvala- cion de este pueblo. Km. 86.—Hemos dejado atrés una nueva zona de obras y el piso hha empeorado otra vez notabiemente, ‘mientras Ia presencia de camiones —in- cluidos los de las propias obras— vuel- ve a ser habitual. Lo mismo que les cur- ‘vas, sin solucin de continuidad. Km. 84,—Entre curvas y curvas, ‘una zona propensa a los despren- dimientos hace acentuar an mis la atencién. Estén parcheando la carretera y existe alguna grava suelta, Inconve- fientes a sufrir antes de alcanzar una mejora. Km. 82.—En Venta Tablada, junto 2 los Toros de Guisando, queda atrds Ia provincia de Avila. En- tramos en la de Madrid, que recorrere- smios durante un muy corto tramo. Aho- 4 la carretera se ha tornado perfecta Esta recién arreglada y en pleno proce- so de pintura de la sefalizacion horizon- tal, Otra vez hacen su presencia los in- dicadores del kilometraje. rnin [Hees Teves vila a a]o frit | a Madi 2 iy 2 | 1 | tee Toledo 2 so | 3 | 5 | @ | 2 Total 81 wo | 7 7 | 6 | & (1 ase ci erites 37 ‘Km. 80—Sen Martin de Valdeigh- Sas, el pueblo més importante de zona, dspone de una larg y peligrosa ta- ‘esl, recordada con estas misma palabras 2 os automoviltas. Imposible que no ad- ‘eran la presencia de tal avis, que Mama ia aencin. "A ln derech, en plena travest, se alla la sida dela NAS hacia Toledo. En di- chu said, el peligro lo pone el erace con ta C501, que conduce a Vilavicosa de Gdén y a Plasencia, Prudencia y méxi- ‘mo respeto a la seiizacion. Una vez rebasado el eruce, cl pisu e> wagutico, la velocidad est limitada a 80 antes de tuna zona con curvasy la via s6lo espera Ia pintuca EN TOLEDO, MENOS TRAFICO Km, 71,500.—Limite de la pro- vincia de Madrid con la de Tole 38 Walttes do, Se realizan obras de mejora y de su- presién de curvas y el tréfico ha bajado ‘mucho en cantidad en relacién con los primeros tramos del recorrido, desde tierras abulenses. ‘Km, $9.—Precaucin y dosis ade- LF cuadas de acelerador. Eso 6s 10 recomendable una vez pasado el pueblo de Almorox. Y es que la carretera, en escenso, es de las que «invitan» a pisar fla vieta de las rectae. Cuidado, pues, 8 Tos excesos de velocidad, asf como a la presencia de algunos badenes. fh Sc res de eae na, reglamentariamente limitada cen cuanto a velocidad méxima, deberta estarlo también para contemplar la rui- rosa belleza de su alcévar, El estrecho ‘San Martin de Valdeiglesas. Elavisolo dice puente sobre el rio Alberche da prefe- todo, rencia a los conductores que marchan en Toledo. Puerta Bisagra. Fin det sentido Toledo, no siempre respetada por los waperesieadace hahituales. Des pués vendrén las rectas hasta Maque (ism. 41), donde se encuentra el cruce a listinto nivel con la N-V (Madrid-Ex- ‘wemadura). Km. 34.—Esas rectas nos_han ‘puesto con rapidez en Val de Sen- to Domingo, donde el buen aficionado al cilismo no puede olvidar que nacié Federico Martin Bahamontes, primer ci- lista espafiol que conquisté el Tour. ¥ poco més all4, ya muy cerca de Torri- 40s, acude procedente de Santa Olalla la carretera local que conduce a la N-403 ‘como itinerario alternativo a la N-V por Aleabén, Torrijos, puente del Gua- darrama, Bargas y N-401 a Madrid. ‘Km, 29,—A partir de Tortijos, cuya travesia esti limitada a 40 por hora, la via se vuelve un poco més estrecha, aunque sigue siendo bastante ‘buena. Eso hace preciso recordar que hhay que extremar el cuidadao con la ve- locidad, especialmente en la travesia de Rielves, donde la via es una alfombra y también parecer invitar a correr en de- masta ‘Tras el paso por el estrecho pucnte so- bre el Guadarrama, slo 12 kilémetros restan hasta Toledo. En tan corto trecho atin encontramos una iltima obra: Ia del acondicionamiento de los arcenes, que ‘estén siendo asfaltados. Y, més allé, a Ciudad Imperial. Adrién GUERRA Fotos: Miguel GARROTE Para el viajero preocupado por la cultura 9, sobre todo, por el arte, las ciudades de Avila y Toledo en- ierran una gran riqueza, en la que ‘no vamos a insistir, puesto que ya hhacfamos referencia a sus puntos de mayor interés al abordar otros it nerarios que a poblaciones (ver TRAFICO nime- tos 4, 5, 18 48). Nos limitaremos, for fanio, a resllar otros puntos | camino, Por ejemplo, nada més salir de Avila, 1a ermita'de la Vir- de Sonsoles, de la cit teresiana del valle de Am- En El Barraco merece le pena de- tenerse a contemplar la Casa Con- sistorial, que data de 1565, en la a un escudo de Juan de istinguido general de Fe- imi Visitarse el Espafa, asi como el monasterio del ‘mismo hombre; con la capilla e6ti- cade San Miguel. ‘Ya en Madrid, San Martin de ‘Valdeiglesias conserva atin algunos TE aC in Ele edificios del siglo XIV. Destaca la patroquia, obra de Herrera, en la ‘se encuentran un cuadro de ‘Eueas Jordin yun magnifico re: *Y, dentro de la provincia de To- Jedo, Escalona, antigua villa de fueros reales y patria del infante don Juan Manite, ofrece las ruinas de sa alcazar, erigido en el siglo XV por el condestable de Castilla, don Alvaro de Luna; Ma- queda dispone de un castillo (siglo Ruinas del aledzar de Excalone (To- edo). XV) que fue edificado sobre otro de origen arabe y que, coronado pee gene, ca tele fejemplar mudéjar, y Tortijos, que fie resdenia de Bar Beate! Sot presenta una colegiata ste, ‘con una hermosa portada Hay que degustar. A la hora de buen yantar, estas ticrras ofreven también magnficos platos, como en general toda Espa- fa. En Avila, en cuya cocina man- dan sobriedad y sencillez, el corde- 10 y el tostén o cochinillo asado son inmejorables, asi como Ia famosa ‘emera blanca de Avila. Es0, claro, sin olvidar la caza —el conejo, so- ‘re todo—, los quesos de cabra y los

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