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La Arquitectura…

O una vision de la vida

Por Diego Frittoli


Indice

Libro I Introducción pag.2

Libro II ¿Qué es la Arquitectura? pag.3

Libro III Las formulas pag.5

Libro IV Fidelidad pag.6

Libro V La esencia y la Forma-funcion pag.7

Libro VI Ornamento pag.8

Libro VII Lo urbano natural pag.9

Libro VIII Los falsos temas pag.10

Libro IX El tema pag.11

Libro X Sobre las herramientas pag.12

Libro XI El respeto al pasado pag.13

Libro XII El respeto a los materiales pag.14

Libro XIII Un discurso pag.15

Libro XIV Sobre las fachadas pag.16

Libro XV Sobre la energía pag.17

Libro XVI El entorno natural pag.18

Libro XVII En la búsqueda pag.19

El futuro cercano pag.20

Notas y bibliografía pag.21


En agradecimiento al supremo arquitecto del universo, Dios

Y a un gran arquitecto en la tierra quien me mostró el sendero, F.LL.Wright.

Y a los que mueren por injusticias y cuyas muertes son ignoradas aplastados por los
engranajes maquinistas.
Si la sociedad mundial fuese orgánica no existiría contaminación, ni desacuerdos, ni
muertes por hambre, ni gente pidiendo. Pues existiría igualdad, la igualdad de la
genuina democracia, la democracia orgánica.
Buenos Aires -1999
LA ARQUITECTURA...
o Una vision de la vida.

Primero quiero pedir a mis sufridos lectores disculpas por lo desordenado del texto; no
busca ser ordenado pues no es asi mi mente.

El desorden es dinamico y de el surge el orden.


El orden es estatico y si no lo es se convierte en desorden.

LIBRO I

Plantear la vision propia de la arquitectura pareciera, a priori, tener que resolver un


primer escollo: El SABER, el definir que es la arquitectura ( y digo el saber y no el
creer pues el creer lo trataremos mas adelante ).
Pero no, no es este un real primer escollo pues como veremos existe un problema
antecedente al planteado como primero y por tanto el primero no es primero como al
uno lo antecede el cero.

No es pretencion de este escrito el develar un misterio milenario, como definir la


arquitectura, sino el de dar una vision personal, no del todo definida y para nada
permanente,
Pues NADA ES PERMANENTE, ni la vida, ni las obras ni las utopias y
mucho menos las ideas, TODO ES CAMBIANTE, variante, en crecimiento y
evolucion; como un arbol es semilla y luego arbol, como una hoja es retoño, asi, la
mente es suelo fertil de ideas que sé acentaran y creceran o moriran o viviran por toda la
vida o se enfermaran y caeran o sobreviviran. Pero ¿ cómo saber cuales ideas que uno
tiene viviran y creceran, cuales se enfermaran y cuales moriran ? , ¿ Cómo saber que
conservaremos esas ideas en el futuro si ni del todo seguros de ellas estamos en el
presente ?

Es por esto, que este escrito sera una fotografia, o más bien, una breve filmacion de un
tambien breve periodo de mi mente.

Bs As. octubre de 1998

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LIBRO II

Expresado ya el problema mental personal, pasare ahora al segundo punto en conflicto.


¿ QUE ES LA ARQUITECTURA ?.

Podriamos recurrir aquí a la historia pues ¿ por qué no buscar nuestra respuesta en
respuestas expresadas por antepasados; por antecesores pensadores ? ¿ no es correcto
buscar en el pasado el presente ?. Creemos que si pues es el presente solo un resultado
del pasado, es el pasado con proyeccion de futuro, es un punto infinitesimal-inexistente-
inapreciable. Creemos que si pues es todo pasado, tanto nuestra constante apreciacion
visual como nuestra experiencia y nuestros recuerdos. ¿ o seran posibles recuerdos del
futuro ?.(1)

Bajo esta postura, son los griegos a quienes nos remitimos

GRECIA

En la grecia clasica, suponian a la arquitectura como “el arte que engloba las artes” es
decir, que la arquitectura era todas las artes en una, que era capaz de expresarse en todas
las artes existentes sin prescindir de ninguna ¿ y no es asi ?. La respuesta a esta pregunta
( como a muchas otras ) es relativa a nuestra postura, postura que iran descubriendo a lo
largo del escrito, que verán mutar, transformarce y esperemos CRECER, CRECER y no
morir.

Respondiendo al reciente planteo, creemos que si, que los griegos tenían, bajo nuestra
óptica, razón.
Creemos, no sabemos pues el saber implica pruebas contundentes, irrefutables(2) y no
las tenemos ni las tendremos nunca. Lo nuestro, en la arquitectura como en la vida,
como en todo, es un acto de fe, si se quiere de esperanza, no una postura científica, no
por no poder buscar una postura cientificista ya que en la historia existió gente, ejemplo
postura del minimus vivendi, que intento poner formulas a la arquitectura, convertir la
arquitectura en una ciencia sin saber que es un arte y si es ciencia deja de ser arte y por
tanto deja de ser arquitectura.
No, nosotros no es que no podamos buscar estas “ formulas “ , no queremos buscarlas
pues no es esta búsqueda, a nuestro entender, parte de la arquitectura sino de un manual
de construcciones.
Pero, volviendo a los griegos ¿ qué nos decían en su concepto ?

Pues que la arquitectura es pintura, que es escultura, que es música y literatura que es
todo esto, QUE ES ARQUITECTURA.
Y ¿ no es así ?, si un critico dijo que Bach construía catedrales de música y otro que
Wright no construía edificios, componía sinfonías; que el museo Guggengeim de Ghery
es gernica de Picasso. Estas comparaciones no son casuales sino causales; causales de
este concepto griego subyacente en toda mente de todo humano, aunque este lo
descubra o no, o necesite que se lo muestren, como nos mostró Sullivan a nosotros.
Buscaremos aclararles mas la idea. Es literatura pues la arquitectura tiene reglas,
normas, tiene un orden, una sintaxis, pero esencialmente un lenguaje. La literatura es
lenguaje escrito y la arquitectura es lenguaje construido... y más.
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Pero el lenguaje complejo y sofisticado, enredador y desorientante; ni un deux ex
maquine sino un deux ex natura; ni un lenguaje descontextualizado y críptico sino
natural, ameno, abierto y sincero. No un lenguaje “ de moda “ ni uno impuesto o
sugerido por las elites pseudo-intelectuales , ya que “ la belleza y elegancia no se logran
porque se usen palabras recomendadas por la recomendadas por la academia o la
gramática. Al fin de cuentas Homero no conoció ni la una ni la otra y no le fue tan mal “
(3). Debemos ver que la arquitectura “ es un sistema de signos capaz de expresar ideas
“ (4) pero también expresa posturas sinceras y pensamientos, expresa sentimientos y
estados del alma.
La falta de literatura en la arquitectura no puede existir ya que no seria , por lo
expresado anteriormente, arquitectura. Seria solo un hecho construido. Esta falencia en
la actual cuasi arquitectura la vemos a diario, donde necesitamos carteles como
“empuje” y “tire” pues no expresa la puerta por su lenguaje estas funciones. La falta de
literatura se suple con cartelitos, con escritura visible, tangible y no es este tipo de
escrituras de las que hablamos sino de aquella intangible pero indudablemente presente.
(5)
Es pintura no por una simple interpretación del purismo – racionalismo o
impresionismo – organisismo, esta no es la causa pero nos muestra la intima relación, su
comparativa material pues al hombre mucho le cuesta imaginar algo no visible, ni visto
jamas, imaginar utopías o perfecciones.
La relación nos muestra otra cosa, que ambas como representaciones artísticas que son,
surgen del alma y muestra al alma a través de la mente y de los materiales; pero que
también ambas poseen expresividad limitadas, aunque se puede expresar conceptos
pictóricos en arquitectura ,y no seria un cuadro, sino un edificio; pero no nse puede
expresar arquitectura en la pintura pues la primera es contenedora y no contenida.
Y ¿por qué es música?
Pues porque tiene ritmo, tiempos, sucesiones. Ya sea de lugares, de vacíos o llenos, de
columnas o de escalones. ¿No se observa acaso un ritmo en la columnata del Partenón?
¿o en la de Bernini?, ¿una sucesión en un templo egipcio o en un palacio renacentista?.
No implica una sucesión un tiempo variante o fijo pero sí, existente.
Por tanto, ya que la arquitectura ¨comparte¨ estas cualidades y otras con la música ¿no
seria admisible admisible decir que lo comparten por ser la música una componente de
la arquitectura? ¿no es esto prueba suficiente?
Nosotros así lo creemos pero, si algún lector no le considere así, que escuche la música
de algún periodo histórico y vea su arquitectura y busque que tienen en común. Y si
acaso nada encuentra será porque esa musa que le debe revelar la arquitectura no sé a
presentado o no es capaz de escucharla por su mucho ruido o desoriente mental.
Así, podemos seguir demostrando la postura griega con la escultura; recorrible,
observable, tangible, con relieves y formas, con contenidos simbolicos y expresivos.
Pero creemos que el lector ya ha entendido esta postura que aun se mantiene y a la que
nosotros adherimos.
De quererlo, el lector podrá buscar esta postura en la historia y vera así que siempre
existió y que aun existe.
Más visible en el gótico que en el románico o el renacentista o en el organisismo que en
el racionalismo o modernismo pero siempre presente.

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LIBRO III: Las formulas

La búsqueda de cientifizar la arquitectura existió siempre en la humanidad pues siempre


existió gente que no interpreto que es la arquitectura, que no la ve como un arte pues si
así la vieran no buscarían “recetas” de diseño.
Nuestro pasado reciente observo muchos infructuosos intentos como el “minimus
vivendi” denominado “minimus vivendi” “modus non muriendi”; la búsqueda de pasos
a seguir como si en arte existieran pasos.
Pero entre estos buscadores existieron algunos que si entendían la arquitectura, asi como
Le corbusier invento sus famosos cinco puntos del racionalismo; puntos que muchos
pseudo-arquitectos creyeron suficientes para, de cumplirlos, su obra, por obra de musas
matemáticas, se convertiría en arquitectura.
Si existiera una formula o receta en arquitectura, entonces esta no seria un arte, no seria
una visión del alma, solo seria un edificio, una construcción sin esencia ni contenido.
Como seguidores del arte-arquitectura no podemos admitir este destino; La arquitectura
es un producto de la mente en contacto con su interiorismo y con el contexto externo; en
busca de significaciones y sensaciones armonizando con el entorno para así generar una
influencia en los habitantes de nuestras obras sean ya transitorios o permanentes.
¿ No es acaso una catedral gótica mas que piedras, mas que un tangible?
¿ No provoca esta sensaciones a un fortuito visitante?
Creemos que sí.
Entonces la arquitectura es mas que un tangible es la suma de ese tangible construido y
algo intangible que provoca sensaciones o emociones, el alma del edificio.
La presencia de esta alma indica que el edificio esta vivo, que no es un caparazón vacío,
ni un ser inanimado sino uno que vive, palpita su existencia y la trasmite a quienes en él
penetran.
Y una obra así, solo se puede lograr dándole, nosotros al crearla, no solo materia sino
también alma.
Para esto debemos ver la arquitectura como un arte creativo, como un pintor
impresionista ve el mundo; no real sino el creado por sus impresiones de el, ve en el
mundo su esencia formativa y no tan solo la simple realidad que se observa cuando no
se presta atención alguna. Así nosotros debemos ver la arquitectura, buscando su
esencia, esencia que en conjunción con ese otro intangible llamado “naturaleza” o
“pacha mama” pero que aunque conocida por varios nombres es lo mismo, es nuestro
origen y el origen de todo.

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LIBRO IV: Fidelidad

Por fidelidad entendemos el no abandono de una postura que más que materialista es
una postura existencialista, de contenidos históricos e internos, de coexistencia formal-
funcional, de existencia eterna.
La fidelidad que debemos no es pues a un arquetipo ni ideólogo alguno, ni tampoco
estilo, sino a aquel constante acompañante y creador nuestro que llamamos naturaleza.
Si en ella buscamos la paz y el descanso, si de ella surge nuestra raza y todas las otras
que conviven, o debieran con nosotros, si ella nos aporta las sustancias que sostienen la
vida, pues ella también aporta el sostén del alma y del arte que el alma expresa. Al arte
arquitectura también nos lo ofrece no como tipo copiable sino como intangibles
sensaciones, como ejemplo del arte creativo-construido-formal-tecnologico que no solo
sirve sino vive.
Si la naturaleza, quien nos creo, crea estructuras como nosotros, útiles y vivas, ¿porque
nosotros encriptamos este milenario saber y nos enorgullecemos de nuestras útiles
invenciones que solo responden a ideologías que abstraen al hombre del mundo y lo
ponen por sobre él? ¿porque no retornamos al saber que se nos ofrece, que se regala
constantemente aun en nuestras “funcionales” ciudades? ¿pues no crece el pasto entre
adoquines o helechos en los techos? ¿no nos grita la naturaleza su llanto y ruego por
nuestra vuelta? ¿no perdona nuestro hogar, al que llamamos tierra, nuestras barbaries
que cuesta la vida a especies enteras en pos de ese ideal separatista humano-natural?
Si es más simple leer el mundo desde lo que somos en esencia ¿porque no lo hacemos?

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LIBRO V: La esencia y la forma-funcion

En busca de esta arquitectura, veamos pues un elemento independiente de este conjunto


natural que llamamos bosque.
Tomemos pues, a ejemplo, un árbol. Tal unidad presenta función, forma, soporte y
tecnología, pero también y más aun “vida”.
Si observamos bien y sentimos a este árbol veremos el camino que la arquitectura debe
seguir pues este árbol interactua con su medio, no lo ignora; crea elementos que
revitalizan al planeta y por tanto, no tan solo no contamina, sino que al contrario
descontamina. Crece en paulatina calma y se desarrolla con elegante firmeza. Pero aun
en temprana madurez es reconocido en su función y en su designio.
¿porque nuestra arquitectura es tan lo opuesto a lo descripto?
¿porque no busca su esencia en este elemento, o en cualquier otro, de la naturaleza, y no
de la razón?
Así, un árbol es función, pero también forma. La dualidad arquitectónica de “la forma
sigue la función” o “la función sigue a la forma” es estéril y “de que me sirve pensar si
mi pensamiento es estéril, y no da ningún fruto”(1) ,es decir, no crea soluciones
eficientes.
¿no es más simple observar la naturaleza?
Si la miramos bien concluimos que forma y función son un solo elemento y no dos.
Pues el árbol tiene forma de árbol y función de árbol, no hay elementos anecdóticos
decorativos ni sin función, ni funciones no representativas de la forma y forma de su
funcion.
Debiera entonces, a nuestro criterio, considerarse a la forma y función como lo mismo;
como algo conjugado y no dividido.
Esta postura es sin duda compleja pues nada le cuesta a la naturaleza lograrlo pero si a
nosotros pues nos alejamos en gran forma de ella y ya mucho nos cuesta encontrar el
camino de retorno. Pero este camino es el que hay que buscar, aunque nunca lo
encontremos lo importante es la búsqueda y nuestro aprendizaje en ella.

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LIBRO VI: Ornamento

Debemos en principio diferenciar entre lo que Wright denominaba “decoración


construida” vale decir, ornamento fuera de lugar, en violación de la naturaleza orgánica
de los materiales y la construcción. (1) y el verdadero ornamento.
“El ornamento, si orgánico, nunca estaba sobre la cosa sino que era parte de la cosa”(2)
La arquitectura griega, tomada a modo de ejemplo, no cumple con esta característica
pues no parece otra cosa que pictórica. En palabras de Wright, “encantador pero
apliqué”. Esto implica una negación de la mayoría del ornamento clásico de los muchos
estilos “clásicos”.
Pero esta postura nuestra no implica una aceptación de la racionalista, funcionalismo o
como se quieran llamar a si mismos. No, muy por el contrario refuerza la negación a ese
pensamiento “racional”. Buscamos el ornamento como lo vemos en la naturaleza, como
elementos participantes y no agregados, como integrados y no adosados.
Acaso ¿no tiene manchas el tigre?. Si las tiene y son ornamentales en el sentido que
intentamos transmitir, pero orgánicas. Y las tiene el tigre como las tiene todo elemento
que la naturaleza a creado. Y nosotros como seguidores de la naturaleza debemos seguir
este camino, no el de mentir elementos y así ponerlos como “decorativos” sino usar
reales y así llegar a la belleza.

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LIBRO VII: Lo urbano natural

Si miramos una ciudad, vemos que se compone de elementos independientes que


interactuan rechazándose o uniéndose o aun más ignorándose y pensemos si debe ser
así.
Miremos ahora un bosque conformado por independientes estructuras que interactuan
entre sí y veamos en él la unidad conjurada por estos elementos, unidad existente por
tener igual origen todos los elementos conformantes, animales y vegetales. Vemos pues
que la naturaleza partiendo de distintos elementos y conformando finales diferentes crea
una unidad global entre seres de origen distinto pero identidad común y de fidelidad a
su origen, crea así lo que llamamos bosque, termino que tendría que servir para definir
ciudad.
Y lo podríamos hacer, de retornar al origen del que vinimos, de observar mejor nuestro
entorno y respetarlo, de buscar la forma de no copiar pero si reinterpretar la naturaleza y
conformar así nuestra nueva ciudad y sociedad.

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LIBRO VIII: Los falsos temas

“Como escribió Víctor Hugo en Notre Dame, el invento de Gutemberg de los tipos
móviles fue el comienzo del gran triunfo de la maquina sobre todas las bellas artes y
artesanías de la Arquitectura.”(1)
Esta posición observada por F.LL Wright es también considerada por nosotros como la
causante de una explosión de intereses insensibles a las artes y dirigida desde posturas
de la ciencia como salvadora y explicativa desplazaste de dios y de la fe y así por dirigir
las creencias a un falso saber se produce esta incontrolable y salvaje situación financiera
donde el especulador es el director de la sociedad y sus miembros a merced de este ser
omnipotente mundialmente no reconocedor de culturas ni tradiciones y por tanto mucho
menos de arte y por ello desinteresado en las artes. Y así, los arquitectos se sumieron en
un mundo destructivo y sus obras son reflejo de especulaciones económicas y no
dirigidas a la arquitectura pues su tema no es la arquitectura sino el capital, el interés y
las ganancias. Como si de ferengis se tratara sus practicas de arquitectura siguen reglas
de adquisición.(2)
La desvirtualizacion por este fenómeno provocada es solo uno de los males que
afectaron y afectan a este supremo arte.
La aparición de la maquina provoco también la confusión de la visión de la mente.
Tomo la maquina y usando la ciencia la idealizo y elevo a nivel divino convirtiéndola
en objetivo reproducible y director de su obra, convirtiéndola en tema de su profesión y
de sus vasallos, sufridos edificios en sufridas ciudades de sufridas personas.
No es intensión nuestra la de caratular a nadie en una visión determinada y es por esto
que siquiera sugerimos integrantes de estos caracteres.
Un tercer mal antes existente pero oculto ha surgido en nuestra sociedad formante así
de nuestro vigente paradigma si en términos kunianos nos refiriéramos (3), es a saber la
inoperancia unida irremediablemente a la ignorancia y el desinterés por la arquitectura,
propia de seres sin mente que derivan por la vida desplazándose por senderos sencillos
en pasos torpes y sin llegar nunca a lado alguno. Esta aparente postura, que no lo es tal
porque una postura implica un conocimiento y aceptación del mismo, es la que nosotros
denominamos mediocridad. No-postura pero si tema.

“así destinados a la esterilidad espiritual, el arte y la arquitectura encaraban su


extinción en el infierno reinante”(4)

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LIBRO IX: El tema

Nunca nuestro tema debe ser otra cosa que el tema en el universo, la naturaleza. Que
crea todo que en principio nos maravilla y que luego ya no vemos y destruimos, y ella
regenera.
Ni la maquina, ni la economía, ni la tecnología pueden ser temas.
Si ser instrumentos, herramientas, de la arquitectura.

Pues el universo es una orquesta sinfónica que tocan iguales acordes en oportunos
momentos. Y la arquitectura es una sinfonía dentro de la sinfonía universal; una
sinfonía, no un violín, ni un piano, ni un boleto de entrada. No sus instrumentos sino
más.

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LIBRO X: Sobre las herramientas

¿Cómo construye su nido el hornero?


Busca barro y con el y ligantes vegetales, construye su cuasi iglú que ha de ser su
morada. Y utiliza su pico para transportar y construir. Y sigue un diseño natural.
Entonces, sus materiales son barro y paja; su herramienta, el pico que la naturaleza para
ello le dio.

El humano recibió aun más; sus manos de increíble ductilidad y su mente de


inalcanzables limites imaginativos e inventivos.
Y con esto, creo innumerables herramientas, algunas que luego confundió con temas y
perdieron así su cualidad fundamental, el ¨servir¨, y se convirtieron en ¨los servidos¨.
Herramientas pues son muchas, desde el balde y el fratacho, la masa y la pala, el nivel y
la manguera, hasta el dinero, la maquina y la tecnología. Pero también lo son el sol y el
viento, las lluvias y la noche, y los arboles, y la tierra.

Son herramientas nuestros inventos y nuestras mentes. Pero también la naturaleza nos
brinda herramientas, desde el principio, desde que nos creo.

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LIBRO XI: El respeto al pasado

La búsqueda de nuestra nueva arquitectura no debe desdeñar lo que le antecedió


temporalmente. Pues en esta se basa nuestra sociedad y nuestro arte.
Abra si que separar, pues en todo jardín descuidado crecerán malezas.
Malezas que se deben arrancar sin tocar retoños de arboles y arbustos, y plantas, pues en
ellos se fundara nuestro nuevo jardín.
Y así, como el jardín, la arquitectura buscara sus perdidas raíces tanto en ciudades
medievales llenas ellas de espíritu, como en las Aztecas o Incas o Mochicas, Indios-
Pueblo, gran Zimbague o lo que fuera pero siempre pensando que si sabemos ver
sabremos donde mirar y así separar y buscar y encontrar.
No es añoranza en lo constructivo lo que expresamos. Si lo es en la coherencia.
Coherencia entre obra y propósito, entre imagen y destino, entre lo tangible y lo
intangible. Coherencia total pues la ciudad expresa la casa y la casa la ciudad;
coherencia perdida en nuestras urbes y nuestras obras.

Y, a modo de ejemplo de la falta de respeto del pasado, pongamos él edifico del banco
que por detrás de la Catedral de Buenos Aires se construyo en décadas pasadas.
Edificio destructor de la memoria de un pueblo ¿porque?. Porque su flexibilidad
estructural intentaba “mover” a la rígida Catedral que a modo de anciano sentado no
puede levantarse. Este constante empuje provoco la rotura de sus huesos y su solución,
amputarle un metro.
Solución dada solo posible en nuestro país. País para el cual un edificio de un banco de
unos treinta años vale mas que una Catedral de trescientos. ¿Y que se perdió? Mas que
un metro de memoria.
Allí donde antes un huerto se levantaba doscientos años después una mole maquinista
creció y destrozo su lindante. Porque la maquina trabaja pero ignora. Los organismos
naturales también trabajan pero conscientes de su entorno al que se integran.
Un castor no destruye el bosque, busca ramas caídas para construir su dique.

Si miraramos la naturaleza, si abriéramos nuestros ojos a nuestro origen, no quitaríamos


metros a catedrales, demoleríamos maquinas reemplazables, aunque un gran “técnico”
hubiera construido esa maquina a demoler.

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LIBRO XII: El respeto a los materiales

Vemos a menudo como en obras a las que denominan “arquitectónicas”, existe un


avasallamiento de la esencia de cada material.
Casas con maderas exteriores semejando troncos pero que en realidad no son troncos
sino maderas aplicadas sobre un muro. Los que realizan obras como estas argumentan
que buscan que se vea como madera. Entonces ¿porque no unan madera?.
Revestimientos plásticos que “imitan” otros materiales, duplicadores de imágenes pero
no de verdades.
Y así, la arquitectura se vuelve mentirosa pues lo que vemos no es lo real sino una
ilusión. Ilusión creada para engañar a la vista.
Esta mala utilización de materiales desmerece a la arquitectura pues esta debe ser fiel al
material que usa y, si este no tiene las características que buscamos, pues entonces que
se reemplace por otro.
Estamos en contra de toda la aplicación de materiales pues la que se hace como
decorativa esta, para nosotros, mal también. Si se busca que sea decorativa o vistosa
pues entonces se deberá respetar lo antes dicho como ornamento. Pero que sea genuino.

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LIBRO XIII: Un discurso.

Cuando hablamos con otro, cuando expresamos una idea o comunicamos un


conocimiento intentamos ser lo más coherentes posibles en la hilada de teorías o
pensamientos que exponemos.
Si de un tema complejo se tratara, se trata de que este enmarañado pensamiento se
resuma en menores, todos componentes de ese pensamiento global e interrelacionados
de forma que al explicar uno tras otro de estos en el orden correcto, nuestro interlocutor
tenga una idea lo mas aproximadamente posible a nuestro pensamiento.
Al leer un libro tomamos conciencia de una historia que se desenvuelve poco a poco, de
a partes pero siempre somos conscientes de que la historia es uno y no varias, que son
capítulos del mismo cuento y no cuentos distintos pues si de cuentos distintos agrupados
se tratara lo percibimos como tales y no como uno mal armado.
Se le llama coherencia lo que une estos capítulos pues subyace una idea organizadora
que nos mantiene en el camino que el escritor trazo.
Este hecho es compartido por la retórica y la escritura que en definitiva son lo mismo,
una oral, otra escrita, pero comunicadores al fin.
Es también entonces compartido por todo hecho comunicativo.

Puesto que el arte comunica ¿no debería este hecho verificarse en la Arquitectura?

Y nuevamente creemos que sí pues debe existir una idea organizadora que de
coherencia a la obra arquitectónica pues sin esta idea la arquitectura se vuelve
incomprensible sea ya por no expresar nada o poco o tanto que nada se entiende pues
así el edificio habla mucho pero de mas, o nada. Y entonces surge la incomunicación
entre el fortuito visitante o habitante de la obra y los muros que le rodean y cobijan. Y
de la incomprensión surge la mutua ignorancia y la desunión con lo cual lo que vemos
no es ya mas un hecho arquitectónico sino un hecho constructivo.
Así concluimos que el edificio debe hablar, pero si su mensaje es complejo debe tener
una forme de comunicación que permita llegar incólume el mensaje que trasmite a la
mente del que le visita o habita, claro esta, suponiendo que este ser sepa escuchar pues
sino el edificio puede gritar con claridad un mensaje simple y el torpe ser no escucharlo
y surgir la desunión por su sordera. Y de uno hablar y el otro escuchar lo que uno
escuchara será un discurso, discurso que nos da el edificio con maestría y elegancia, con
arte y paciencia, paciencia pues lo repite hasta que lo entendamos todo y comprender el
mensaje del arte es por tanto sentirlo genuinamente.

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LIBRO XIV: Sobre las fachadas

¿Que nos cuestionamos sobre las fachadas?


Pues que si esta parte pertenece al interior o al exterior.
Si pertenece al edificio o a la calle.
Mucho tiempo sostuvimos que esta era una proyección del interior al exterior; postura
puesta en crisis en sostenidas charlas con el Arq. Jorge Pokropec quien sostiene que esta
pertenece a la calle, pues un peatón no tiene conciencia del interior del edificio sino tan
solo de la calle que recorre y por tanto observa.
Nosotros, sosteníamos lo contrario, pues al ver la fachada debía anticiparse el interior.
Ahora vemos a ambas posiciones como incorrectas. La actual creencia nuestra esta
basada en las dos posiciones antes mencionadas pues es de nuestra creencia que la
fachada anticipa el interior pero, a la vez, participa del exterior, del entorno.
No es un elemento divisor fondo-figura sino el integrador; el que intenta fundir al fondo
con la figura. Es, por tanto, de la calle y del edificio.
Somos también conscientes del problema que esto plantea pues, nada fácil es realizar
esto ya que, al intentarlo, se corre el riesgo de lograr un resultado no perteneciente ni a
uno y otro lado, convirtiéndose en otro elemento, aislador y por tanto desconciliador y
contrario al propósito de unir al edificio con el entorno conjunción y armonía. Es sin
duda más simple jugar a lo seguro; sea esto no mirar el entorno y proyectar el interior al
exterior o, suponer que es una ¨mascara¨ que poco o nada tiene que ver con el interior
pues solo intenta ¨cuadrar¨ en el exterior ya sea por respetar sus fachadas vecinas o
cercanas o, por nada tener en comun.
Como sea, si bien es más fácil jugar en lo seguro y conocido, no es enriquecedor ni para
el arquitecto, ni para su obra, ni para la ARQUITECTURA.

(Obra que como la denominaría Sullivan seria su ¨vastago¨)

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LIBRO XV: Sobre la energía

Es sabido que nuestro mundo, como todo el universo, se mueve usando energía.
Así también, lo hacen nuestra sociedad y nuestra arquitectura.
Es conocido también, que la energía la obtenemos de recursos contaminantes y no
renovables, en mayoría, y por tanto debemos lograr, en el aspecto energético, dos metas.
La primera es la utilización de recursos no contaminantes y renovables como ser la
energía solar, eólica, etc. Hecho que debemos los arquitectos alcanzar pues gran culpa
pesa sobre nos; La contaminación actual.
Pues es la casa el elemento más contaminante del mundo y a la vez, nuestro encargo
más común.
Así, la segunda meta apunta a solucionar este problema, Debemos pues, intentar reciclar
todo lo que encontramos en una obra sea por demolición o sobras. A la vez, evitar los
recortes puesto que un recorte es una parte tirada creada con un gasto energético que así
es desperdiciado. Esto se aplica a todo, pues en la creación de todo elemento se invierte
energía; sean viejos muros de una casa, herrajes, pisos, partes.
Así concluimos que debemos consumir poca energía en obra y por ahorro energético no
entendemos solo la eléctrica sino más aun la que no se ve pero que presente esta en
todos los materiales que usamos.
Resumiendo lo antes dicho, debemos reciclar lo que podamos utilizando el máximo de
imaginación que logremos y diseñar, siempre que se pueda, en base a un modulo,
cuando este se encuentre planetariamente consensuado. Mientras esto no suceda,
evitemos los recortes usando algún modulo, sin por esto perder libertad de diseño sino,
evitando el libertinaje que el planeta paga.
¿Y como evitar la perdida de libertad de diseño?
Utilizando los materiales correctos en el lugar correctos.

La otra cara a mirar es la del después de la obra.


Diseñar y construir obras que son energéticamente costosas no es viable. Debemos
diseñar pensando en el mantenimiento energético que necesitara nuestra obra, evitar
fugas de energía e incorrectas orientaciones que atenten contra el proyecto.

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LIBRO XVI: El entorno natural

Entendemos así, al entorno que toda obra, sin importar su ubicación, posee. Pues si en
una ciudad se encuentra o si en un bosque esta se le presentan posibles orientaciones,
vientos, lluvias, luces y sombras.
Las obras que deban considerarse arquitectura deben entonces mirar a sus lados y más
allá; también hacia arriba y abajo; y aprender a convivir, a conjugarse con estos hechos;
hechos que los antiguos de culturas distintas consideraban dioses y en honor a sus
creencias debemos respetarlos como ellos lo hacían.
Pues no ofendas a un dios si el mal quieres evitar. No lo ignores pues su ira desataras.
Pide a ellos te ayuden en tu faena, que es crear arquitectura.
La que nosotros consideramos arquitectura, la que es una con el entorno natural, la
arquitectura orgánica.

Acaso algún animal ignora al sol. ¿Porque tu sí?

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LIBRO XVII: En la búsqueda.

Así, tras lo descripto en forma tal vez desorganizada, pero de esta forma avisados
previamente, terminamos esta monografía, intentando reflejar nuestros pensamientos,
conscientes de encontrarnos en la búsqueda del sendero hacia el árbol. Arbol que
sintetiza en sí a toda la arquitectura. Sendero difícil y perdido en una salvaje selva.
Y si alguno nos siguiera le advertimos la existencia de caminos de apariencias similares,
engañosos, que los conducen a la perdición artística y por tanto de su vida. Pues al árbol
que llegaría seria de factura artificial y por tanto sin vida, ni energía propia, ni reciclaje,
ni descontaminacion, ni forma-funcion, ni propósito, ni…

…ni esencia…

…ni poesía…

…ni arte alguno…

…ni rastro de arquitectura.

Aunque lo parezca.

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El futuro cercano

En un bosque no solo hay formas sino también olores, sonidos, luces y sombras.
Es esta nuestra nueva etapa a conocer e investigar, el que hemos considerado un nuevo
escalón, pero no olvidamos siquiera dominamos lo anterior. Así, debemos explorar lo
desconocido pero a la vez, seguir profundizando en lo que conocemos pues todos sus
secretos no hemos debelado y solo nos encontramos en la orilla de un gigantesco mar y
vemos un lejano horizonte y lo nuevo a explorar es como si hubiésemos descubierto que
hay algo mas allá del horizonte.

Investigar,

Descubrir,

Y entender…

QUE ES LA ARQUITECTURA.

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NOTAS :

LIBRO II: ¿Que es la arquitectura?

(1) Esta frase hace alusión al libro ¨Recuerdos del futuro¨ de Erik Von Daniken
(2) Concepto Popperiano de las posturas de la evolución de las ciencias.
(3) Ernesto Sabato
(4) Elemér Nagy
(5) No estamos solos en esta postura. Para verla con mas profundidad consultar
“Charlas con un arquitecto” L. Sullivan.

LIBRO V: La esencia y la forma-funcion

(1) Charlas con un arquitecto – L. Sullivan – pag 132

LIBRO VI: Ornamento

(1) Testamento – F.LL.Wright


(2) Testamento – F.LL.Wright

LIBRO VIII: Los falsos temas

(1) Testamento – F.LL.Wright


(2) Los Ferengis son una raza creada en Viaje a las estrellas cuyas conductas son
regidas por aproximadamente 132 reglas de adquisición que, a modo de código
civil, dictamina como deben diagramar su existencia. A modo de ejemplo citamos la
primer regla de adquisición: ¨La explotación comienza por casa¨.
(3) Nos referimos a la teoría filosófica que Khun elaboro para explicar los cambios
históricos, denominando a cada etapa como un paradigma.
(4) Testamento – F.LL.Wright

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