Está en la página 1de 252
EAAVIV# ERRATA# N°13, ENE-JUN 2015 ISSN 2145-6399 © Fundaci6n cierto Alas Avendohe © Instituto bistrital de las Artes ‘Aealde Mayor de sogots Gustave Petro Secretaria de Cultura, Recreacién y Deporte Directors Fundaci6n Gilberto Aizate Avendafo FUGA ‘a Mara Nene Bonga Gorente de Artes Piste Jorge Javan verano Equipe Gerencia de Artes Plisticas y Vieusles FUCA Maria Fernande Ariza, Ars Garcia La Rota, Katia Gonzélee, ¥ Vuelos FUGA Serio Jindner Range, wis Valentina Rodriguez y Regul Sal6rzan Director institute oitrital el Santiago Trujillo Escobar Sundiractors de Artes IOARTES berths auincero ‘Gerante de Artes Pléetio catalina Rocrfavee Equipe Gerencia de Artes Plsticas y Viauales ZOARTES Maria eueravercura, Ekin Kavos, Juin Sern, Sandra valencia Clauss Marcela Pacnén [ERRATA es una publiacién periécien(eenestral) de earscter critica y anaitice en ol canpe de las artes pléticas y viguales. Gu propssito es anaizary divusar las prscticns y Fendnenos artiatiens de Colonbia y Latinoanérie, £1 tena cue estructura el 138 ninero que presantanos os Derechos humanos y wenoria EQUIPO EDITORTAL DE ERRATA Directores Catalina Rodrigues y Jorge Jarailo Jarsnilo aitoria Mara Vita Laraacns Cditores imitadoe Rann Castillo y Pala Vigna Comité eitorial nacton Ricardo Arcoe-Paina (Escuela de Artes Pssticas,U. Nacional e Colombia, Marta Clara sernal (Dapartanente de Arte, U. de los Andes, Andrea Guia (U. Pesaasaica Naciona), Pedro Pato Gomez (Programa de Artes Pieticae y Viovale, ASAB, U. Distrital), ita Hinalosa ae Parra (Correra de Bella Arce, antonio Nar}, Andrés Matute Echeverrl (u. vaverianay, Y Francisco Lépe2 (Universidad Jorge Tadeo Lozana) omit torial internacional verge alco Gallardo (Espafa) Luis Cannitzer (Uruguay; Karen Ccorsero Reinon (México Marcela Expssito (Espana-Arsencinjt ‘So Menara (Mésdco} Carlos Jinénez Morena (Espata-Colonbla) ‘ana Langeni (Argentina) y Gerardo Naequera. Autores, artistas y colaboraderes internacionales ‘anasta ninero Aandra Baén (Per Guillermo Calder (Cite), Recon CCortone (Argentina), Fernands Carvajal (Argentina), Mérica Casto (México), Gonzalo Dian (Che, Critién Géne2—Hoya (Chile), Nataka Fertuny Argentina), Pio Longo (Argentina, ‘Ana Langoni (Argentina), Haro Navarro (Cie Lucila Quiato (rgentina,aérbara Santos (Brat), Jullo Selérzano Forpa (Guatenalay y Victor Vich Peed artistas y colaboradores nacionales: Sngea lena Castilo,Clenencia Echeverrl, Myris nena, dan Fernand Herrin, Merce Molano, Oscar Mure, Marts oarfguez, Marfa Victoria Urioe, Darel Varela y Oarfo Vitanizar. Los juices y contenidos expresadios en loo articuos rimados ‘son eenoneabilsad de sue autores y no representn fae ‘opiniones oe Is Revises 3e Artes Visusles ERRATAR, ni 30 9s centaades responaabies. DiseRo, iagranacién y edicién digital gran Wy wweanarama.co Fotografia Barrios por ln Menoriay a Wsticia, sian Manual Méico, Aida Noriega, Parque de la Meroria de Buenos Ares, Deris Saleado. orracci6n da estilo 0138 Martin, Gabrisia Garcia, Gustovo Patina Alejandra mutex “Enetituto Distrital dle Artes Tel (571) 379 57 S0.ext. 330 Calle 8 # 8-52, Boats, Colonia ‘wen darces.gov.co revistaerrataeidartes.cov.co Fundacion cltverto Alzte Averdaho Tel. (572) 262 96 91 ext. 228-122 {calle 10 # 3-16, Boots, Colombia SBOE Pégina we contactetrevisteerrata.con Foto de portads:Pintura de un exconbatiente colorbiano de merora histricas, 2008, Fate: Fernando Grisslez (© Funsaciin Puntos de Enevantra, EAAVIV# N°13 DERECHOS HUMANOS Y MEMORIA PaSaTA contenido DERECHOS HUMANOS ¥ MEMORIA EDITORIAL PRACTICAS INSTITUYENTES ENTRE ARTE, MEMORTA Y DERECHOS HUMANOS / Ramdn Castile Estéticas ie ia documentalidad eh los derechos humanos: una espectrogratia ce la aeaciasiticacion Cristian Gome2-Moya polticas y estéticas de fa menoria en chile. Tres momentos Ranén Castillo Posticas del duelo: memorias que ocupan la cludad Victor vieh LA MEMORTA COMO HORIZONTE DE LO POSIBLE / adie Vigneio Narrativa del trauma y recomposicion social. a propésito de los doce afios de fa maszere del Naya Myriam Jimeno, Daniel Varela y Angela Milena Castilio. Preventacién y representacién de la violencia en el arte colombiano Marfa victoria Urloe Vestigios de Fiesta Paolo Vignolo INSERTO Oscar Hufloz, Palinsestos, 2014, bossrer -Alfombes Raja, par Alejandra allen Gonzalo Diaz, por Mario Navarro ‘Clemencla Echeverri Juan Fernanda Herrin Memorial para la Concordia, per Julio Saléezano Foppa La Curtiduria de Oaxaca, por Ménica Castillo Lucila Quieto, por Natalia Fortuny Marta Rociriquez y Jorge silva, por Marcalo Moline Testro del Oprinido, por Bérbare Santos ENTREVISTA La memoria coma ejercicla politico incesante {A Gullormo Calder por Fernanda Carvajal y Pio Longo [ASDENTRO Un solo grito de tBasta yat Cerio Vilamizar ASFUERA, Lugarés de menoria en América Latina: coordensdas de-un debate Ana Longoni puBLicaDos 108 Cuchillo ce paio de Renate Costa Por Rocce Carbone (cruel Modernity da Jean Franco Por Ana ceclia Calle colaboran en Artista investisadora social. Realiza estudios de docterado en Antropolosia Social y Etnologia en la Escuela de Altes Estudios en Ciencias Sociales de Poris; Magister en Investigacion Critica, Curacuria y Cibermedio de la Universidad de arte y Diseto de Ginebra. Su obra eserita y vieual ha sido publi cada en varios libros y revistas del medio artistico y acadénico a nivel incernacional. Desde el 2012 funda y dirige el proyecto Investigacién Nacional, Critica y Arte (Inca), por él cual recibié el Prince laus Fund for culture and Development. de Holanda. as Francés de Estudios Andinos (Ifea, Lina) y docente alnente es investigadora asociada del Instituto fen la Facultad de Artes de la Pontificia Universidad Catslica del Pers. agfater en Geografia de la Universidad de los Andes, antropéloga de la universidad Nacional de colonbia y mienbro del Grupo Gonticto social y violencia del Centro de Estudios Sociales (CES) de ese misina niversidad. Socidloga, actriz y kuringa del Teatro dei Gprinico. Caordinadora del Centro de Teatro del Oprinide de 1994 2 2008, Trabaj6 con Augueto Boal de 1992 2 N°13 2009. Desarrolla | Laboratorio Madalena, que cons~ eobre ‘ituye una innovadora experiencia ecté las especificidades de las opresiones enfrentadas Por las mujeres, ¢ investiga sobre la uestétice del ‘aprinidos y el warcoiris del deseas (técnicas intros— pectives del método). Directora artistica del espe clo Kuringa ww.kuringa.org (Alemania) y editora de la revista Metaxis (Brasil). ‘Artista plistica con Maestria en Artes Plésticas en chelsea College of Arts (Londres). Ejercié como docente en pregrado y maestria en las universidades de Antioguia y Nacional de Colonia. Desde mediadas: de los afios noventa desarrclla obras en instalacién, Video, sonido, interactividas y fotegratia, a partir de les condiciones politieas y sociales doninantes, Entre ‘2u8 participaciones en eventos nacionales « interna~ clonales se destacan: eRencontres Internacionales, y Les Instants vidéo 50 ans drart: vidéos (rranciay, sWaterweaverss, en e| Bard Graduate Center (Nueva York y Madrid) «Cosmovideograffas latincamericariase (México Dla Bienal de Liverpool y la VE Bianal de la Habana. Su obra hace parte de colecciones como le de Daros Latinoamérica, el Banco de la Repdblica (Colombia), el Museo de Arte Latinoamericano de los Angeles, y la Coleccién de Arte Latinoamericano de Essex [Inglaterraj. Thvastigador, creador y editor en arte conten- Poréneo. Dirige el Frograma de Estudios Visuales 'y Nuevos Medios en la Facultad de arquitectura y Urbanismo-en la Universidad de Chile. Posgrado en Cultura Visual y Qectorade en Historia y Teoria del Arte en la Universidad de Barcelona. Desarrolla sus lihees de investigacién curstorial sobre documen telidad y visualided en torne @ los derechos huma~ nos y las politicas de le imagen. Ke sido curador y ‘editor del proyecto «Human Rights / Copy Rights» (useo de Arte contemporaneo de Chile, y Museo de la Memoria y Jos Derachos Hunanos 2011-2013), y del seninario internacional wbeclassifying the Archiven (nueva York ~ @arcelona, 2013-2014), actuainente dirige fa colaccién «escribir las Artes Visusloss de Eaitorial Palinodia, y es autor del libro Derechos de wicadla. Arte y visualidad er los archives desclasifi= cados (2012), y coesitor de Arte, archive y tecno fogie (2012). “Investigador del Thstitute Colombiano de Antropoloata ‘Historia (Zeanh). €s antropélogo magister de la Universidad Nacional de Golonbia y mienbro de! Grupo Conflicto Social y Violancia del Centro de Estusios Sociales (CES) ce la misma uriversiced. Socisioga, investigadora y docente, Manister en CComunieaci6n y Cultura, actualmente es becaris del conicet y realiza el Dactorado en Ciencias Sociales ‘en la Universidad de Buenas Aires. Es coautora del linre Nomaaianos y ensambisies. Companiag taa~ trales en Chile 1990-2008, y he publicade articulos eobre teatro y arte contempersnecs. Ha ejercido la docencia en la Universidad Catélica de Chile y en la Universidad de Buenos Aires! Oescle 2009 es miembro de la Rea Conceptualismos del Sur, y fue miembro del ‘equipo coordinador dal fora y la exposicion de la RCSurt Rerder Ia Forma humana. Una imagen slamica de los aoa ochenta en América Latina, que tuvo lugar en ‘el Nuseo Reina Sofie en Madrid, en al Musee de Arce: de Lima y en muntref en euenos Aires. ‘Se formé en la Eacuela de Bellas Artes de la Universidad de chile y ia Universit internaztonale delfarte en Florencia, Ttalia, En 1987 recibe la Beca Guggenhein. Es profesor titular de Facultad de artes de la Universidad de Chile desde 1575, y particles en la Fundacion dal Institute de Arte Contemporneo de Santiago en 1977, Desde 1992 conforma la Escuela de Santiago, ‘2qrupacién que he cuestionado los nitoss del sociedad contenpordnes. Su obra, iniiainente pietériea y foto ‘arafica, profundiza recientamente en una autosricica de los medios de representacidn de la pléstica en le blisqueda de ruavos lenguajes visuales como la instala~ iGn y el video. Languén 10 aes (1989) fue exhibida en {el Museo Nacional Centro de Arte Reina Soffa en Madrid ‘en wF(rieciones: Visiones dol Surs (2002 de le Memoria y los Derechos Humanos de Chile (2012). yen Museo (Obtuvo el Pranio Nacional de Arte de Chile en el 2003, Director de teatro, aranaturge y gulenista, entre fee ‘obras que ha escrito y dirigido se encuentran: Clase {2008}, Diciembre (2008), vila+biscurso (2011), Neve (2013), y Escuela (2013). Presenté sus obras Seben (2012) y Kuss (2014) en el testro de la cludad de Dlgseldorf y dirigis versiones de su cbra Neva en el Public Theater de Nueva York y en el Center Theater Group de Les Angeles (EE. UU». Coguionista de la peli- cule Violeta 2e Fue 2 fos cieloa y de la serie de televi- si6n Ecos del desierto, Magister en Escultura y posgrade en Teoria del arte el Chelaes College of Art we Londres (1993). desde: 1996 es profeser de la Universidad de Los Andes. Explora la escultura, la instalacisn, la fotografia y 1 video, abordando con ellos la relacién del honbre yy su entorno} eventos y fenémencs especificos del contexte social y cultural colombiano, resaltando ‘sus connotaciones ideoldgicas y potiticas. Exnibe internacionainente desde 1992, en mussos como el Reina Sofia, e! Musso de arte Macern de Parie, 41 Palais de Tokio, el Musac, el Victoria and Alber Museum, y él Station Museum of Contemporary Art. Ha participado en as Bienales de Venecia, Estanbul, Slo Paulo, Liverpaal y La Habana. Dentra de sus mues~ ‘tras individuales més recientes se encuentran: «La Yuelca® {tueveochenta, 2ogots) y «blzzying Conainss (Ideobox; Miami) spina dorsal (NC Arte, Bogota), sCampo Santos (Eafit, Medlin) Coordinsdor del Memorial pars la Concordie en Gustemsla; 2s historiador, productor artistice y promoter de'los derechos hunanos; hijo de la poeta y feninista Alside Foppa y hermano de Mario y Juan Pablo Soi6rzano Foppa, todos victinas ae la represion fen Guatemala. Desde el af 2000 conduce una inves~ tigaci6n internacional para encontrar y castigar a les secuestradores y asesinos de sus faniliares. Fotograra y artista visual; miltante de la agrupa- Ci6n f-T~.0.8. hasta @l ao 2001, ha trabajado en el area de fotografia del Archive Nacional de le Memoria, fen Argentina, y en eu cbra aboraa preterentenante ‘temas relacionados con la historia reciente de su pate, resignificanda fotos de archivo y recreando inagenes. nla actualidad colabora en la revista Criss, entre sus obras recientes se encuentran las series: Arqueclogia de la Ausencia (ensayo Fatogratico 1999-2001}; Exsma: espacio para las menerias (Fotografia digital toma irecte, 2008); y una serie de collages realizades en hase 2 fotografios oe las décades del 60 y 70 sacedas por la pole’a, publicades en los diaries necionales para ustificar el terrorisno de Estado en la argentina. ‘Antropéioga e historiadora, con Maestria y Docterade en Historia de le Universidad Nacional de Colombia, Directora dal Institute Colombiane de: Antropologia © Historia (1984-2005), fue profe~ sora del Instituto de Investigaciones Sociales y Culturales Pensar, de la Universidad Javeriana, © hizo parte del Grupa-de Memoria Histdrica de la CNR. Desde 2011 es profesara asoclaca de la Facultad de Wurisprudencia de la Universidad del Rosario en Bogoté. Entre sus articulos recientes estan: «Liquid Tonbs of Colombia's Disappeareds (Harvard, 2012), ‘uusticia y paz: los problemas de la justicia tra sicional en un contexto de guerrax (México, 2012), ‘Reflections on Aesthetics and Violence in Colombian [dchannesburg, 2012), sPracticas de memoria, inagi~ narios de verdad. Tres mujares victimas da la querra en Colonbias (Bogota, 2011), «Against Violence and ‘Oblivion. The case of Colombia’s cisappeareds (New Yor’, 2009), sMemory in Tines of Wars (Duke, 2004), ‘eanthropologie de! Inhumanité. E5aai interprétatiF sur la Terreur en Golonbies (Paris, 2004}, Pareja de documentalistas colombianas que inicia~ ron su datenperio cone realizadores independientes desde los afies sesenta y fueron pioneros del cine docunental en Colonbla y Anérica Latine, trebajado ‘activanente en sus proyectos con el movimiento agra~ ric; movinientos sindicales, estuciantiles, las comuni= aces inaigenas y afrocolombianas. Marta Rodriguez fs Licenciaaa en elencias sociales, antransioga y cineasta. En el campo de la investigacién ha publicado articulos sobre el origen del cine inaigena en colombia, ha dictado talleres de formacién y es la represen tante por Colombia en el Festival de cine y Video de los Pueblos Inaigenas (CALCPI). Su abra ha sido objeto de varias retrospactivas en Europa: «100% Colombian (Parte, 2005), «Images (Barcelona 2007), y el «50 DOK» (Leipzig, 2007}, donde fue invitada de toner. Ha sido. merecedora de innumerebles prenios en festiveles nacionales e internacionales de cine. Licenciada en la Akademie der Bildenden Kinete (Stuttgart), con Maestria de Arte en Contexto de la Universitdt der wunete en Berlin (Alemania) enfocada al trabaje con grupos especificos. Expone indivi- dual y colectivamente desde 1986. Sus dos diti- mas exposiciones individuales fueron en el National Museum for Women in the Arts ce Washington D.C. (2005) y en el Museo de Arte Moderno de la Ciudad de Mexica (2004). Entre 1994 y 2004 Fue dacente fen el Centra Nacional de las Artes yen le Escuela Nacional de Pinturs Le Esmeralda. Del 2004 al 2007 funda y dirige la Licencistura en Artes Vieuales de la Escuela Superior de Artes de Yucatén en Mérida. Desde el 2011 coordina el programa de las Clinicas pare la Espacializacién en arte contemporsneo de La (Curtiduriay en la ciudad de Oaxaca, México. Profesora tituler de! Departamento de Antropolosia € investigedora del Centro de Estudios Sociales (CES) de la Universicac Nacional de Colombia en Bogoté. Se Forms ‘como antropéloga en la Universidad de Los Andes, en o9pt, y obtLWo el Doctorado en Antropolosia de la Universiciac de Brasilia, en Brasil, Fue directors del Instituto Coloniblano de Antropologia e Historia (Zcanh) on dos.ceationes, entre 1988 y 1993, Ha trabalado sobre las relaciones intertnicas y las transformacio~ nes histéricas de la politica estate! indigenista; desde 1993 estucia a relacién entre cultura, conflicto social Y acciones de vislencia, para fo cual conforma el grupo de investigacién Conflicte social y violencia; y en el 2009 iniea el estucio de Ine procesos culturales que Inciden en la recomposicion subjeciva y de grupo de las: victinas de violencia politica (investigacién que profun- iz6 con una beca Guggenheim d= 2010 3 2011). Su ob¢a es hoy parte de colacciones entre las que se ‘cuantan ol Museum oF Fine Arts de Houston, la colee~ ibn Daros en Suiza, el Museo de Arte Contemporéneo de Los Angeles, yle Tate Modern en Londres. Ha ‘extibide incividualmante y participado en numerosas muestras colectivas a nivel internacional, entre elas, [a 57 Blenal de Venecia, curada por Robert Storr (2007) Su retrospectiva, sbratogratiany, realizada por al Museo de Arte del Banco de la Repiblica (Zogots), fue exhibida en Buenos Aires y Lina, y dio una sira europea ‘en 2014, que incluye el misao Jeu de Paume on Paris. Fs cofundador (2006) y director artistico de Lugar 3 dudas, un espacio cultural con un valioso arctivo visual ¥ Bibliogratico en Call. Vive y trabaja en Cali. Doctor en historia de la EHEES de Paris, profe~ sor at0clado de fe universidad Nacional de Colombia. Miembro diel Institute Henietérice de Performance y Politica (Nueva York) y de la Cultural Agents Initiative (Harvard), donde fue Investigador visitante del David Rockefeller Center for Latin American Studies. Sus intereses investigativos s* epfocan hacia e! use pllblico de Ia historia, memoria histérica y patrinonio ‘cultural; las ciudadanias culturales, agentes cultu~ rales y derechos culturales; y el jueao, a fiesta y el performance, Entre sus publicaciones estén Festive Devils in the Americas {coeditade con Milla. Rissio y ‘Angela Waring, Seagull-Chicago University Press, 2015); Carnival, giganti'e selvaagl. Creature mostrucse el Nuovo Mando (2009); Tierra Firme. EI Barién en el imaginario de los eonquistadores (2011); Cludaclanias 9 escens: performance y derechos culturales en Colombia (2008). Guionista de Cine y TV, asistente de direccién y pro~ ductor de programas de televisién, entre los que se estacan Mundo Bayar (Premio Martin Fierro al mejor programa cultural-ecucative 2013). Se desenpesa cone productor; editar de quién y script doctor para proyectos audiovieuales de ficcién. £2 docente en el Centro Cultural San Martin (Buenos Aires}, realize talleres de televisién documental de forma indepen lente y codirige el Taller de expresion para rifts de la sibfoteca Popular La Cércova. Colabora en el Srea sudiovisual de Le Tribu, radio comuniteria de Buenos Aires, Actualmente se encuentra becado por el Centro de Investigaciones artistices (Fundacién Start) Director dé Ia Eecuela ce Arte de le Universicias Oleg0 Portales (DP) en Santiago de Chile; Fue curador de arte contenporsnes en el Museo Nacional de Bellas ‘Artes de Chile entre 1994 y 2020. Entre sus recientes proyectos curaticriales se encuentran la 108 Bienal de Mes -osur en Porto Alegre (Srasi, 2015), «Inagenes Progresivasy, en Kunstverein de Stuttgart; Alemania (2009); eMatiide Pérez. Open Cubes (Londres, 2011), sRetrospectiva Matilde Pérez, Fundscién Telefénica (Chile, 2011); aEseritura material del poste Rad ‘Zurita, en la UDP y en el Espacio Flora (Santiago y ogets, 2014); sBiblioteca Recuperadss Libres que~ adas, escondidos y recuperados a 40 aos del Golpe iitars, en la Biblioteca Nicanor Parra de la Ube (Santiago, 2013) y «La piedra fundamentals, en el Huseo Cabildo de Hontevideo (Uruguay). Pocter en Literature lispenosmericana en Georgetown University, es profesor en la Pontificia Universidad Catslice del Pers, donde coordina la Maestria en Estudios Culturales y es e! investigador principal del Instituto de Estudios Pervanos. Sus Investigaciones abordan temas en teoria cultural, cultura poplars polticas culturales y literature peruana contenpord~ ea. Es autor 0 coautor de: Voces mis af de lo sia bélieo. Ensayos sobre poesia pervana (2013), Contra ¢1 suefo de los justos: la literatura peruana ente la violencia politica (2008), Oralidad y poder (2004), El canal es el otro. Violencia y cultura en ef Pera contenporsnes (2002), y El alecurso de la calle: fos ‘cOmices anbulantes y las tensiones de la mdcernidad ‘en ef Pend (2001). Ha sido profesor invitado en diver~ 5 universidades de su pafs y del extranjero, entre, ells la Universidad de Harvard, y en el 2009 gana la bbeca Guggenheim. editorial La primera temdtica que Errata# abordé en 2008, coma prayecta naciente de reflexién critica desde el campo de las artes contemporéneas, planteaba cone eje del ndmero 0 de Ia revista la pregunta por el Lugar del arte en (o poiftico. En el 2014 hemos querido en cierto modo revisitar este extenso tema, enfocéndolo en el acti~ vismo y la construccién de memoria frente a las violaciones de derechos hunanos y los procesos represivos que han azotado la regién. Eladmero que presentemes en este 13" edicién de le revista propone analizar les préctices y proyectos artisticos contemporéneos que generan espacios de discusién {ytelatos de memoria en torno a situsciones de violencia y represién en diversos con- ‘textos latinoamericanos durante las Gitinas décadas, y convocar reflexiones recien- ‘tes que erlazan justicia, memoria e historia con la creacién sinbdlica y el activism, Esta edicién recoge entonces perspectivas e hniclativas de resistencia, denuncia y sinbolizacién que trabajan la memoria en el contexte posreprasién @ posdictadura. or una parte, con la participacién del curador etileno Rann Castillo, cone editor invitado, se abre una primera seccién dedicada a los erocesos de desciasificacion de archivos y la denuncia de las agresiones, desapariciones y censuras de que fue Victima el pueblo chileno en la década de 1970, bajo el réginen de Augusto Pinochet. Desde su lectura del proceso histérico de Chile y los diferentes momentos de las politicas de Estado frente a la libertad de opinion y de accin politica, Castillo reflexiona sobre el desarrollo reciente de politicas de esclarecimiento, informaciény reparacién y visibiidad de los crimenes, y presenta una serie de iniciativas desde el arte que asumen précticas de memoria y restitucién de Ia dignidad de las victimas. ‘A su vez, Castillo ha convocade al investigador Cristién Génez-Moya para presentar ‘su abordaje sobre Ia reactivacion de los archives desclasificadas en los tltines afios ‘por el gobierno estadounidense sobre esa dictadura, y la reapropiacién de la ciuda~ ania sobre ese verdad, @ un tlempo velada y expuesta, de los erimenes perpetrados hace nis de treinta afos, En kercer lugar, este apartade internacional aborde les. estratecias de duelo y resistencia del pueblo peruano frente a los abuses de poder yas violaciones de derechos del gobierno de Alberto Fujimori. sla lectura que el acadénico Vieter Vien hace ce diversas extrategias posticas, de comunidad y acti Visno lideradas por artistas peruanos frente a la esteriizacién forzada, la desapari- ign y el genocidio de comunidades indigenas, atin hoy en impunidad. Para el capitulo colombiano hemos {tado al historiador Paolo Vignolo quien, desde su ‘extensa investigacién sobre patrinonio simbélico y representaciones contemporénees de la memoria histérica y la reactualizacién mitolégica, presenta una reflexién sobre el complejo contexto de trasresiones de derechos humanos en el pais a través de la lente que le brinda Anatomia de la violencia en Colombia, trilogla de videoperformance de Mapa Teatro. Recogiendo el debate politico y las polarizaciones sociales que conlleva, pero también la dinensién sinbélica y cultural resultante de las précticas de ilegalidad de la bonanza cocalera de los afios ochenta, Vignolo aborda la memoria 33 3 : é desde las contradicciones del discurso y la alteracisn de los 6rdenes de realidad y de Gtica a manos de dindnicas de poder visibles e invisibles. Su texto procede desde una lectura de la fiesta y el performance como espacios de actualizacién de tensio- nes que abordan la corrupcién, [os imaginarios culturales de género y las polaridades Ue clase, el duelo y el trauma, En ese tiempo y espacio trastocedos, las diferencias que emergen ponen en cusstion justamente la posibilidad de una verdad tnica, pero ‘también realzan la capacidad oe las artes pare aproximarse a esa realidad compleja y Violenta, siempre irresuelte, Su erticulo y los de las dos investigadoras nacionsles que convoce, Myriam Jimeno y arta victoria Uribe, presentan perspectivas de précticas sinbdlicas, comunitarias y performéticas de memoria en torno a un conflict armado interno que suma al menos cinco décadas. En esta secci6n; la pregunta que quia varios de los textos es de qué manera dichas précticas contribuyen a la elaboracién colectiva del trauma, y pueden plantearse 0 no la tarea de dar cuenta del horror. ryriam Jimeno, antropsioga dedicada al estudio de los procesos cuturales aue inciden en la recomposicisn subjativa y de grupo de victinas de viclencia poltica, presenta con Daniel Varela y Angela Milena Castillo un articulo que recage el caso dela comunidad inaigena Naya en el Caues (suroccicente de Colombia), que en 2001 sufrié une masacre 2 rrancs de un grupe paranilitar. El texto analiza el papel de la adecripeln étnica ingia en el proceso de recomposicién sinbélica y su relacién con los movinientos sociales. Marfa Victoria Urioe, investigadora en Area de Memoria Hist6rica para la Comisién Nacional de Reparacién y Reconciiacién, buscs anaizar algunas de las respuestas que desde la festética se formulan para dar cuenta de lo innonbbrable, representar la ausencia, resig- nificar el lugar, visiblizar lo negado y crear nueves ritos que confronten la indiferencia. Para ello, Uribe analiza las obras de tres nonbres claves del arte colombiano contem~ ppordneo: Doris Salcedo, Clantencia Echeverri y duan Manuel Echavarria, y las lecturas indivectas y punzantes que ellos brindan de diversos sucesos, En eata miana direceién, presentamos la conversacién deserrollada por los argenti— nos Fernanda Carvajal y Pfo Longo con el director teatral Guillermo Calderén, sobre Vila+Discurso, ebra en torna a Lendres 38 (excentro de exterminio y tortura en Santiago de Chile). La entrevista aborda la puesta en escena del complejo rete de las comunidades contemporéneas al decidir el destino de los lugares marcados por pro— cases violent: la disyuntiva entre mantener y diseminar la memoria de los hechos (la consigna de negarse a olvidar el horror), 0 bien repansar los lugares en un horizonte de futuro que propicie nuevas dindmicas (hacer de la memoria de los desaparscicos una potencia que activa caminos de desarrollo a los derechos ideales que ellos mis~ mos defendieran). Nos encantranos frente a institucionalidades que se proponen, con mayor o menor vehemencia en los iltines afics en Tbercanérica, cunpliries a las victinas y sus fani~ liares con el esclarecimiento de la verdad, la aplicacién de Justicia, la reparacién, la as adecuada sinbolizacién de la memoria y el restableciniento de la digridad. Muchas politicas estatales han iniciado un proceso de asunir su responsabilidad en los pasa~ dos crimenes; aparejados con las lanadas conisiones de la verdad, surgen una serie de programas para victimas, y hay un auge general de propuestas de espacios y luga~ es menoriales a los que las practicas artisticas contemporéneas son convacadas. La investigadora argentina Ana Longoni nos presenta en la seccisn f:fuera una resefia de algunas de ellos bajo su mirada reflexiva de los debates que los atraviesan; debates ue retomen la pregunta por la capacidad de los monumentos tradicionales y de otros formatos del memorial para representar el dolor, visibiizar las vietinas y promover le receneiliacién. Ena secci6n A:dentro, por au parte, ineluimos la mirada critica del politélogo Dario Vilamizar sobre el Toforme iaasta ya! y el decumental No hubo tiempo para la tris~ ‘teza; producidos en 2013 por el Centro Nacional de Memoria Kistérica en Colombia. Su resefia de anbos se desarrola a la luz de un recorride histérico er los principa~ les ejercicioe de narrar el conflicto armade interno y dar cuenta de cus estrages en ‘términos de derechos hunenos, ejercicio que pone de relieve los elcances y linitentes de ambos docunentos. Los cruces entre arte y politica gestados en las situaciones de violencia y represin len el contexto latinaamericano se reflejan en el Dossier en un canjunta representa~ tivo de proyectas donde la memoria y Ia reivindicacién de derecho son pratagoristas: desde la intervencién de la memoria personal en la fotografia de familiares desapare- cidos de Lucila Guieto (Argentina); pasando por e! trabajo conunitario y de activieno per formStico que desarrolia el Teatro del Oprinido por décadas en Brasil (presen— ‘tado por una de las nerederas del trabajo de Augusto Boal, Barbara Santos); las Iniciativas de activisne frente a abusos de poder del PRI de La Curticurta de Oaxaca (que presenta la mexicana Ménica Castillo cas dal genocidio en Chile, Lonquén 10 afios, de Gonzale Diaz (por Mario Navarro}; las la resesa de una de lag obras enblensti- préctices de activisne contre Ia esterilizacién Forzada de indigenes inpulsedas por Alfombre Roja en el Pert; el procese llevado a cabo en Guatemala de memorial sobre las masacres y desplazamientos de la comunidad maya-ixl el jucio al golpista Rios Mentt (por Julio Sol6rzano Foppa; el trabajo de Juan Fernande Herran en torno a las practicas simbolicas y de memoria que rodean al sicariato en Antioquia (Colombia) el de Clemencia Echeverri en torno a la violencia y las victinas y victinarios del conflicte colombiano, y una puesta en contexte del trabajo Fiimogrdfico desarrollade por Jorge Silva y Marta Rodriquez en Colonbia desde la década de 1970. Para el Inserto de este nimero hanes invitado a Oscar Mufoz, artista que se ha ocu= ado como poces de trabajar desde diferentes soportes y procescs investigatives las memoriae Fragmentadas y cotidianas, y los nites de la Fijacion ce Ia isenticiad y del relato. Mufoz aparta aa serie de insertos coleccionables de ERRATA su tra- bajo Palinsestos (2014), una pieza que evoca la Fraglidad de la memoria escrita y e! a5 3 : é discurso, reconcciéndole ® la materia su inestabilicad, y a precariedad como soporte del recuerdo. agen su irremediable Finalmente, incluinos una resefa del libro que Jean Franco, especialista en literatura y cultura latinoamericana, dedica @ la violenta modernidad de la regién y sus paradojas, Cruel Medernity: una lactura critica de los fenémenos sociales y politicos latinoame- ricanos que se detiene sobre la agresion a la mujer y a la infancia desde los diversos contextos donde se las vietimiza y explote, Asi mismo, en Publicados se ineluye una resefa de 108 Cuchi de palo, documental de le directors peraquaya Renste Costs, dedicade a la situacién de marginecién y persecucién a la que se vieron sometides tes sexualidades disidentes de la norma hézero—fos denoninados «108—; bajo el réginen autoritario de alfredo Stroessner, entre 1954 y 1989 en el Paraguay. 16 RACTICAS INSTITUYENTES ENTRE RTE, MEMORIA Y DERECHOS HUMANOS El ya conccide pesinisno de Adorne Frente al horror merace una mirada més, 2 props~ sito del pesimisme que han experimentado personas y pueblos enteros a través de la ristoria de la hunanidad. Es el escepticisno en tiempo real frente a las formas de Ja cultura en e! momento en que Ia percepcién sucunbe como herranientta analitica frente a les formas de terror y barbarie, Se alcanza asi un extremo cataténico, en onde el silencio, el estupar y la muerte son la Unica Forma posible: la suspersién de! habla. Esa inposibilidad de narrar el horror de la realidad se repite més sequido de lo ue quisiéramos, y no habla solo del pasado, sino del futuro. Digames que cuando el presente irrumpe cono un atentada, la temporalidad se altera, el ossado queda como un presente del que no se puede escapar. En el presente siempre hay alguna comi— ridad de personas que se encarga de ejercitar esta barbarie, como si se tratara de Un Sisifo, de una condena irremediable. adorno paradélicanente utiliz6 el lenguaje en fu negacién: sa 8 puede escribir possia después de Ausehwitze, porque, eFectiva~ mente, en torno a un referente tan rotundo y obtuse a la vez es muy dificil decir © hacer 230; ee torna inposibie representarlo, nombrarlo, darle inagen © inaginario. El goloe nilitar en Chile, como el de Brasil, Argentina © Uruguay, por su magnitud y desgarro resulta irrepresentable para quienes lo experinentaron, y, por lo mismo, la rnenoria tiende a la fuga y ¢l ovido. £s una respuesta al pesinisno justamente; el pesi~ nismo es la razén por la cual reacciona el poeta Rail Zurita (1982), que, a diferencia de Adorno, convierte a la poesia en la Unica forma de supervivencia, en la esperanza, ‘Lo que importa es encontrar © producir imagenes, como la Gnica forma de hacer legible a propia existencia, La fotograffa, a cine y el arte tuvieron ese rol durante la dictadura: revelar la distopta, denunciarla. Cuando el dia es un atentado,* el pre~ sente se vuelve absoluto y rotunda; suefo y realidad —en clave surrealista— ceden sus fronteras. Nos invade, en consecuencia, un sentimiento ampliado en el cual la eternidad ge hace instante, asi cono el instante se welve permanente, Una liberacién y @ la vez encierro que impecirs que un dia se diferencie de otro. Los trounas Bélicos, los atropellos morales y la violaciéa de loa derechos huna— nos Forman parte de estos momentos alterados en los cuales la existencia quede suspendida en una especie de no-lugar 0 «anteparatso», donde io mismo ocurrirs Ciclicamente; un Sisifo condenado a no poder avanzar en el tiempo, porque pasado y future resuitan idénticos. Ese dia marcado en el calendario se convierte en el inborrable sentiniento del goloe nilitar del 11 de septienbre de 1973. Un nicroaconteciniente individual que por eu ‘repeticién en millones de chilenos se convirti6 en el motive permanente de la produc ign literaria de Zurita: «como si, desde entonces, hubiese estado escribiendo un sale libro, anclado en ese cian. La publicacién de Zurita del afc 2011, que contiene sais clentas paginas de poesia, compile poenas recuperados de otras publicaciones, junto 1 Expresién que recuerda la pintura de Roberto Matta (1942) con el mismo tftulo, obra que hace parte de la coleccién del Museo Nacional de dees Artes de Chile. a9 1973 Su idea se convirtis en une hoja de calendario e ede también del 118 de Estados Unidos (que tambiée J arte encuentra su I6gica en el émbito cludadano e institucio imbién poi ello resultan faniliares las relaciones e intercanbios entre arte contempordneo y ferechos humanos @ nivel del circulto museolégico y cultural, més allé de colabo- aciones formales, efenérides, o de propaganda per propia iniciativa 0 encargo. Aludimos aqui a la dimensisn relacioy ambito de alta patencia y sleeaided comlizeciondl coma'le prt ética y los sasuntose que aconpa y psrnis ic une npmrtuniind andes hensianes enicemniciced io vonguerdia —en otras en dispute. Las evidencias historiogrdficas, documentales y testimoniales muestran un gran porcentaje de artistas y agrupaciones de in tema de representacisn pasa por el xatriar de a Visiblldad publica, cesarrollando operaciones estéticas. Las indgenes y las obras producidas en este dnbito oscila entre los grados de figuracién y abstraccién, desde ales, exposicior pone hoy s¢ conv rientas micro ym ‘excluir la dimension micra y macropostica de Durante los Gitinos cuarenta afios, los paises latinoamericanos han tenido expe riencias colectivas traumaticas vinculadas @ acontecinientos politicos nilitares y civiles se han organizado para provocar el asedia y control de los cludadanes, uti lizande los mis diversos sistemas de reprasién y violencia politica. Esto ha confi- gurado un mapa de dictaduras, que, de alain modo, fueron previamente «mapeadas durante la Guerra Fria. Hay de fondo un cantexto mayor dentro del cual se trama— ron estas tragedias antidenocraticas. Los organisnos de inteligencia de Ia Uni6n Sovistica y el de Estados Unidos establacieron una dindmica de tensign y conflicto, que tuvo sus laboratorios en el Tercer Mund. El aprendizaje de las formas de Fepresién de Francia durante la querre con Argelia y los métodes de la inteligencia britrice fueron recogidos por la CIA estadounidense, y no solo atesorados, sino perFeecionades, llegendo a eatablecer manuales y sistemas de ensehanza y repro- duccién. Le Escuela de las Anéricas fue el antecedente de la Operacién Céndor, 3 través de la que se articularon los sistemas militares de los paises del Cono Sur. Su influencia y apoyo fue determinante en el destino de los paises; cuestién que varios lideres de Latinoamérica pudieron identificar, pero jams previeron la magni tud de su tragedia, de la que seria muy dificil desprenderse y superar. La gran mayoria de los artistes contempordneos han sido conscientes de su tiempo histérico, y con él han tomado partide respecte de las condiciones de vida y las for~ nas de organizacién comunitaria. Qurante la Guerra Fria vinos cémo el conflicta entre €l bloque saviético y al estadounidense inplicé fuertes disputas en materia artistic; puesto que los artistas se velan enfrentados a establecer relaciones directas entre ética y estética. £s conocido y existe bastante literatura respecte del apayo de la CIA estadounidense en la promacién y Financianiento de los artistas del neoexpre- sionismo abstracto, y de los artistas que ses sirvierars para oponerse a los artistas de i2quierda, simbalizados en la figura de Pablo Picasso. Esta disputa internacional tuvo su arribo en Centro y Suramérica, cuyas politi- cas culturales no impidieren que esta guerra extendiera sus fronteras y minara las construcciones y relatos nacionales. Durante los afos sesente los artistas surane— ricanos reaccionaron con homengjes @ favor de le Revolucién cubane, s# opusieron a le querra contra Vietnam, € incluso acuaron con une Fuerza inédita la utopia de una Latinoanérica unida, como enblena de liberacién e Independencia cultural, econsmica y politica. Las dictaduras ccordinadas entre si, y apoyadas par la CIA desde entonces yy hasta los aflos noventa, afectaron a nuestra regién y terminaron abruptamente con estos proyectos sociales utépicos que inplicaban autononfa politica y econéaicay solidaridad y liberacién cultural. Al termine de los respectives reginenes nilitares de Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y Chile, fue evidente la devastacién a la que habian sido sonetidos los cludadanes, y hubo coincidlencia de que #l retorno a la historia pasaba por la resti- tucién de la sensibilidad y el derecho al duelo, asi como la restitucién de memoria, el derecho a la informacién y acceso @ la cultura, y la necesicad de jueticia y rep racién. Les distintos artistas e intelactuales que lograran huir del pals y los que lograron sobrevivir en el exlio interior, comenzaron a retomar su lugar en le sociedad. a Por otra parte, la cludadania comenzé a ver en la cultura la via pera reencontrarse con la imagen de aquella utopia social violentamente destruida; esto es, los cen tros culturales, los museos, las exposiciones permanentes e itinerantes, junto a la construccién progresiva de memoriales y expresiones patrinoriales tendientes @ restaurar la ética y la estética, El dia 1° de abril se conmencraron los cincuenta afos de la dictadura en Brasil, momento en él que se inauguré el Musee de los Derechos Hunanos del Mercosur en Porto Alegre, bajo le direccién de Mercio Tavares das Santos. En dicha oportunidad, fen el Memorial do Ro Grande do Sul (1996) se realizé uns Jornada titulada «Semana de ls Democracies para que nunca més desaperezcar, en la que estuvieron presentes, representantes de Argentina, Uruguay, Brasil y Chile, entre otros.’ El gesto funda cicnal entonces fue de enormes proporciones, pues articuls en una semane la reat de especialistas que sefialan el nivel de logros culturales, politicas e instituciona~ les que ha habido en estas materias en la regién. El nacionte proyecto museol6gice ¥y musaogr fico Fue sostenido por dos espacios: une destinado al archivo hist 6- rico y 2 lg investigacién, y #1 otro compuesto de dos plantas del primer y sequnde: piso, con salas y galerias para exposiciones tenporales, gracias a la colaboracién del Museo de Arte de Rio Grande do Sul. La primera exposicisn, ea experiencia de los derechos hunanos a través de los sentidess, abordé el tema de los derechos humenas y los aportes pravenientes dal arte contenporsnea y estuve camuesta por artistas de varies paises de Anérica del Sur, que abordaban directa @ ingirec~ tamente la problenstica. Los esfuerzos en argentina en torno a la memoria hist6rica, los archivos y la vis!~ bilidad de los derechos humanos han resultado pioneros en la regisn; luego de que su dictadura produjera mas de treinta mil desaparecidos, sin contar con las niles de victinas. Para la reconstruccién de la memoria y la sensibilidad del pafe se ha requeride del esfuerzo conjunto y sistemstice de ls organizaciones sociales, de artistas e intelectuales, y de politicos, siguiendo el ejemplo persistente y sostenido de las Madras y luego las Abuelas de Mayo, que, spoyadas per ONG, el gobierno regional o el Estado, han logrado dar cuenta de lo ocurride durante la dietadure, La creacién del Institute de Politieas Pablieas en Derechos Humanos 2 Conia presencia ae mar Niaz (Secratarfe de OD.AK. de la Presisiencta Je Brasil, victor Abranevien (Institute de Plteas en OD.NN. dal Mercosur, Graciela Jorae (Secretaria 1 DO. para el Pasaco Reciente de Ia Presidancia de Uruguay), Carlos LaFforge [Archive Nacio= nal de la Memoria de Argantina, Ricarco Brodsky (Museo dela Menoria de Chile, waver Miranda (Sacretarla de o0.NM, de Uruguay), Baltasar Gar2én (Tribunal Penal de La Haya, Jodo aaera Soares (conits Inceramericano de DD. Christopher Goulart, otras figuras ae relive continental. 3 Enastecantexta se aia 8 conocer un archiva intagrace en tarna a la caorlnacén entre siotaaurse a través de la Operacién Céndor, de tal nado que se eonvierta en eataris de lnvestigacidn (vdase Arehive Cénder. 4 Bantro de los avances cizcininares @ intersigcinlinares se destaca i tares del Equine Argentino de Antropolosia Forense (EAAF}, creado en 1984, que se ha caracterizado por apoyac Jos Files de las agrupaciones de detenides y desaperecides. 2 del Mercosur (IPPOH) desde 2009, cuya sede permanente opera en Suencs Aires, Y Se ha propuesto dar visibilidad y contribuir en el disefo, implamentacién, eva- luacién y consolidacién de las polfticas pablicas de derechos hunanos como eje fundanental de la identidad, el desarrollo y la integracién de los pafses asociados. Ha sido ejenplar la reconversisn de dos lugares de la mencria: por una parte, el de sma (Escuela Mecaiica de le Armada) transtormada en Parque de la Menoria en el afo 2004, y luego el Parque de la Memoria y el Monumento @ las Victiinas del Terrorism de Estado (con la inauguracion de su Plaza de acceso en el 2001 y at 2007 la del Monumento). Detrés de cada uno de estos efectos hay una serie de gestiones, decre- ‘tos de ley, apoyos de orgarizaciones no quvernanentales, y el propio esfuerzo de los familiares de las victimas. En anbos lugares hay una programacién importante de ccharias, seminarios y jornacas de trabajo y reflexisn, junto a un programa que incor pora intervenciones, exposiciones de fotografia, dacunentos y arte contemporsnea. Yuna actividad aue vit la memoria y los derechos humanos, ha sido la primera exposicién individual del artista ula imasinarios y propende por intercanbios entre artistas, Alfredo Jaar en el Parque de le Memoria de auenos Aires", quien concibié un afptice de sitio especifica con la cbra Geonetria de la conciencia, realizeda anteriormente para el Museo de la Mencria en Chile En Paraguay, la creacién del Museo de la Jueticla, integrade per un centro de dacu rentacién y archive para la defensa de los derechos numanos del pader judicial, alberga los denominados A-chivos del Terror’, expedientes policiales del régi- nen de Alfredo Stroessner, hallados el 22 de diciembre de 1992, £1 museo se ubica fen Asurcién, en la antigua casa que Tue Sede de la bireccién nacional de Asuntos ‘Técnicos del Ministerio del Interior, creado por Stroessner en 1956. Asuncién también ccuanta con el Museo de las Memorias, que tiene como sede una antigua dependencia policial donde, segin activietas locales de derechos hunanos, se terturaba a les per— ‘seguides politicos durante ese periodo. En este context, el colectivo wMesa Memoria Histéricas que retine @ varies ONGS ha deserrollade su labor mediante convenias con e! Ministerio del Interior y de Educacién y Culture. En 2007, la Municipalidad de Asunciéa e-asigné la categoria de sitio histérico y, un afio después, tras una ardua inves~ tigacién adninistrativa, patrinonial ehistérica, la Direccién Nacional de Patrimonio Histdrico lo declaré sitio histérico y bien cultural de la Replicas. 5S La Eon Tue una de las Instituciones que furcioné an al precio que‘elConcejo Dellberente le Is cca a Buenos lo se ha convertido en el Espacio para ls Menarla y parala Promocitn y Defensa de los Derechos = coc al Mhisterio de Marina en 1876. Das el af 2004 asta efi— 5 Arado Jaar, sestudios de a Felicidade, Parque se la Memoria y Nonunento a las Vitinas do! Terrorisna de Estaro, evens Ares, Argentina (21 de navienore al 01 de marzo del 2015), 7 ElArehivo del Terror delé corstancia dela existencia de miles de vietinas de torture Y perseeselén pottea. La Conisién de Verdad y ustieie (Ley 2225) an su Informe final al Estadio nscional (28 de 23080 cel 2008) asign6 a sito la Ss grave categoria en Ine represiones oe ls ictadura,y de las peoras Vielaciones alos derechos hunanos. La gestiGn del museo est a cargo cle ln Fundacién Celestina Pérez de Almac, 23 Tras el arribo de la damocracia en Chile, a partir del af 1990, hubo una apertura al mmund® dat arte, que comenzé a marifestarse a través de distintas conmemoracio- nes. Se buseé restituir protocolos a través de los cuales los cludadanos recupera- ran sus libertades individuales al tlempo que la identidad nacional se recontiguraba como Estado~nacién, Se organizaron los primeros encuenitros en las artes que Identificaron 1 nuevo giro denocratico y cultural. Se forms una primera institucio~ nalidad cultural a través de los distintos ministerios, que luego se convertiria en el Consejo Nacional de las Artes y la Cultura. Vinleron les fondes concursables de los rinisterios (en especial, de Relaciones Exteriores, Secretaria de Gobierno, Obres Pablicas y Ministerio de Educacién), tanto para realizar obras en el espacio pablico, ‘como para generar plataformas de internacionalizacién, bajo la prenisa de que Chile habia permanecid aislado y eapagador. Sin duds, desde este momento la visualidad y la cultura se convierten en una politica de apertura explicita de los gobiernos de la concertacién. En eu programa, el proyecto museolégico y museoarsfice del MDDH alterna desde un priner momento la tipologia de un museo histérico con la de un mus#o de arte conten— pordneo.* En un mise recorrid pademos reconacer un valioso archivo visual, objetual y documental desplegado @ través de dispositives digitales, vitrinas e infografia, Junto 2 obras y practicas artisticas contempordneas. En ese sentido, el museo asume bl arte como una poderasa herranienta de sensiblizacion y metarorizacisn, Esta dinensién que revisita los lugares de la memoria, los efectos de Ia violencia pol tica y desoculta las tramas bajo las que se tei intrincadamente la dictadura cilenay es lo que ha estado desarroliando durante los Gitinos afos e! acadénico y curador Cristian Gémez-Moya. A través del ensayo que incluimos en este nimero, «Estéticas de la documentalidad en los derechos hunancs: una espectragrafia de la desclasi- fFicaciéns, Gémez-Moya revisa los modos de aparecer y de wsere de las Fuentes de informacién, y eémo estos modes fragmentarios y espectrales estén destinados a le rovilidad en el tlempo y al espacio (virtuel y real; archivos de natureleze paredéjica, puesto que muestran ya la vex oculten, El punto de inflexién en su trabajo lo cons~ tituye su capacidad para relacionar arte, historia, memoria y derechos humanos a la luz del proyecto curatorial wuman Rights / Copy Rights» (Santiago, 2011-2014) que ha tenido varios formatos de visibidad y reflexicn critica. Utlizando los espacios ono ai en el fondo eate 8 Paradélicanant, los auseos de are en Chileno han acoso de mat arte chitene vinclade a a violencia poltica y los derechos numanos, scapitulor tuece mas ban un asunto histérico que estétlco 0 patrincria. Llenando este vacto, 1 muse de la Wenaria posee dos plantas, una de alias destinsda a ls Coleccion Pernanente, donde se despllegan documentos, prensa, testinonias, fines y fatogratiag en torre a una ero nologia de la aictadura. El muses fue insugurado como espacio y sefalado cono manorial con dos bres aepecificas: Geomatrie de a conciancia de Alfred uaar (1957), y Is obra de Jorge Tacla Al risno tianpa, en el mismo gar (1358) La otra planta ha sido destinada a un programa de expesi- ciones tanporaies de arte conterparénea, donde el programa curatorial cabra un ligar prepon~ Serante (a cargo del artista visual Marie Nevarroy desde los prinaros aos haste el ako 2032). 24 situclonales (nuseas, biblictecas, foros y coloquios), y al misme tienpo poniendo en acto el potencial performative de los docunentos en Smbitos lectiomescriturales, Ccomunicacionales, expositivos y de cifusién, este proyecto constituye un largo estudio de practicas artisticas y eserituras eriticas en torno a la desclasificacién Ge archivos en Chile y Latinoamérica, La discusién y puesta en escena en torne a los derechos humanos en Chile no solo se he vuelto un esunto medular para lo eatétiee y el arte contemporénes; hemos visto ‘también e6o en cada peis de la regién se terna un eaunte interdiscielinar donde: bibliotecéiogos, Forenses, antropéioges, abogados, historiadores y artistas epor— ‘tan cada uno desde su dnbito para completar y reparar, aunque sea parcialmente, la Jnagen-texto de una memoria a la que se debe atender con urgencia, antes de que s& llegue aan ms tarce. Lareviskén del arte producido en Chile se convierte en un capitulo obligade para poder recenocer el rol de las inégenes y acciones que algunes artistas han reali zado durente la dictadura y posteriormente. Su Investigacion visuel y audiovisual es una forma de restitucién sensible y eficaz de la menoria colactiva nacional; en ellos latbandera chilena, el territorio y #! cuerpo se convierten en formas alegéricas que acusan recibo de todo aquello que le acentezca al pals y sus habitantes. Ast, por mi parte, en el ensayo «Politicas y estéticas de la memoria y derechos humanos en Chiles busco reconacer los diatintoe momentos en que surgen las estéticas de resistencia y disidencia en el pate y al mismo tiempo mencionar la variedad de Fornatos expresivos desarrollados por intelectuales, poetas, artistas y activistas chilenos, que van desde 'a palabra inpresa hasta la intervencién del espacio pblico y el performance, insugu- rando nuevos espacios de resistencia y, por lo tanto, Formando nuevos espactadores, esafiando la Iégica del horror, el temar y la desesperanza. En tercer lugar, la posibilidad de reconocer les précticas artisticas polfticas que no han sido visiilizadas ni atesorades por instituciones o la historiografia del Perd, es el esfuerz0 que hace Victor Vieh, en el articulo que ineluinos en este seleccién pore Erratat. Al el acadénico peruano revisa el doble sentido del arte, en tanto poiesis, 25 decir, en tanto dinensin sinbdlica eostenida en significantes diversas creados 0 roducides por autores singulares 0 colectives; y por otra parte, como alstnesis, en la medida en que eon experiencias recepcionadae por nuestros sentides en cualquier ‘espacio piblico 6 institucional: «Las poéticas del duelo sacan a la luz temas profur— damante incémedos y se proponen interpelar a los ciudadartos de miltiples maneras. Uno de estos temas, por ejemplo, es el de las desapariciones forzadas, que sigue siendo un hecho evadido —y ocultado— por las autoridades oficialess, nos dice. Elauter llama la atenci6n sobre la peca visiblidad que este tema tiene actualnente en ia estera publica peruana, a pasar de que reconcee que en los tltines afos se han activado accionss artiaticas destinades a convertirse en winterrupciones sin~ ‘oolicase del cotidiano, es decir, anparadas en la micropolitica, y por extensién, en ta 25 contianza de que las acciones progresivanente invadan la esfera pablica e instituck nal. En tal Contexto, Vich resefa tres iniciativas peruanas de gran relevancia en los aflos recientes. Los trabajos desarrollados por Keren Bernedo y su proyecto «Museo ‘Ttinerante por la Memoriaa contienen y hacen visible la violencia poltics y las viola— clones de derechos humanos en el Peri en el marco del réginen Fujimorista, asumiendo dlistintos formatos, desde conferencias, acciones de art, curadurias y expasiciones ‘temporales (y virtuales). Este Musao es en cierto modo el primer lugar o econtenedory de cusstiones discursivas, materiales y sinbélices, previo a le Inauguracién en 2014 del Museo de la Memoria de Junin, provincia de Huancayo, El caso de la artista visual Rosario Beltrén y a! colective Desvela, que presenta Vich igualmente, son elocuentes ejemplos de acciones artisticas y activists llevadas 3 cabo por equipos multidis~ ciplinarios y de base, para inpedir el olvidoy y propiciar la eolidaridad y la justicia frente a una institucionalidad dubitativa y poco articulada en materia de memoria y reparacién hist6rica. Desde su diversos contextos da produccién y reflexin, esta serie de practicas instituyentes entre arte, memoria y derechos humans cenfiguran hoy, por fortuna, un prograna sostenido, mas allé de orgarismos especificos vinculados a les derechos humanos, entidades de Fanilares de detenides y desaparecides, que pertenece a la sociedad y el continente en general. Este giro ético de la sociedad latinoanericana se ha inrigado a través de todo e! cuerpo social, y asi posiemae ver e6na surgen inicia~ tivas individuales, colectivas ¢ institucionales que tienden progresivanente a inpedir la distancia entre las formas de vida y au representacién en los derechos humanos. (be tal Forma, el arte reencuentra su lugar cone sistena de representacién en la medida en que permite «dar imagen» a cuestiones complejas, ominosas, dolorosas y al mismo tiempo fundamentales para constituir el erostro y figuras de una sociedad oni~ tida y negada por la maquinacién de un Estado o fuerza politica emperiada en demos trar que el horror es capaz de inpedir la poesta y cualquier forma de esperanza. La imagen de las taches de los desclasificados dé la CIA que vemos en la obra de Voluspa Jarpae resulta elacuente pera insistir en las formas de contro}, sometiiento e intervencién en la vida diaria y el destino de una comunidad 0 un pals, y al mismo tiempo, sefalan la intensidad de ese vacio (negra o blanco}. Un vacio se convierte fen el epicentro simbélico para restituir el poder de las imagenes y establecer una politica de las nismas que incluya a la sociedad en su conjunto y reconozca a quiény cémo y cusndo distribuye ciertas ingenes. Pues ya ne se trata solo de la visibilidad intelectual y expositiva de les derechos hunanos come un problema de los directa 0 indirectamente afectados (victinas, familiares, colectivos 0 partidos}, sino de céno la sociedad en su conjunto y los distintos organismos de los Estados denccréticos fen su articulacién establecen programas permanentes que garanticen su ensefianza, 9 Un colectva que no puede pasarse por alte en una revisién de este tps lo constituyen ujeres Greando de Bolvs. Su lider ¥ representante, Maris Galindo, ha escablecido una piatarorna trabajo cuya autononia les pernite realizar actviano calejera (graftis,pragranas raalas, performances 0 Funds}, joracea de trabajo social yjuridien en au ease hotel ubleada an La Paz 26 cifusién y proteccién, desde el aula escolar al agora del espacio plblico, desde la calle a las juntas vecinales, los tribunales de justicia y los museos. Referencias |Acerve Documental Céndor. Mercosur. TPPOM. Disponible ent chttp:/ /imewiopchumercosurint/ rchvecondr>, consultado ol 10 de novientre del 2014, Mujeres Creando, Clive: www.nujerescreando.org ‘Museo dela Wemoria y los Derechos hunancs, Chile: wwv.nusecdelaremoriacl Museo Virtual de Arte y Memoria, 2014, «Se inaugura en Huancayo el Nuseo de lo Memories Disponibe en: , coneuitado et 10 de novienbre del 2014. ‘urea, Rall, 1982. Aneeparaiao, Santiago die Chiles Eaitores Azceiades. 27 ESTETICAS DE LA DOCUMENTALIDAD EN LOS DERECHOS HUMANOS: UNA | ESPECTROGRAF IA DE _ LA DESCLASIFICACION ae eee Loe documentos Fatagrétices que presentaré a lo largo de este articulo correspon den a diversos registros del prayecte curatorial Human Rights / Copy Rights» (HR/ oR) como resultado de un largo estudio de précticas artisticas y escrituras orfti~ cas en torno a la desclasificacién de archives sobre derechos hunanos.* Utilizando tanto los espacios institucionales como las relaciones per ormativas con los mismos archivos, desde su iricio el proyecto ha persequido tensionar la dialéctica entre lo visible y lo invisible el autor y Ia autoridad—, que concierne a la desclasificacién como nuevo orden hunanista, toda vez que el problema de les derechos humanos se ha transformado en un espacio de discontinuidad histériea en terna a la imagen y le ocunentalidad de la memoria. Para abordar el proyecto, me focalizaré en una intervencin realizada en la aibioteca Nacional de Santiago de Chile en 2012, que ocupé cama escenario la Sala de Lectura Gabriela Mistral‘ un espacio piblico para visitantes que desean consultar libros, colecciones y documentos de interés nacional. Entre sus pasilles y recedes, inviel= bles ante la mirada de los usuarios, esta sala de lectura también alberga los diver— 808 tomos de la coleccién Chile Declassification Project (U.S. Department of State 1999}, un proyecto que forma parte de la politica de desclasificacién de archivos ‘que comenz6 bajo el gobierno de Bill Cinton (Declassitied U.S. Government Documents, 1999-2000}, y que en sus amplias bases de datos sobre inteligencia cuenta con 2 Gabe seta que el proyacte curatorial consists en expesiciones, seminars y pubiica- clones ercre 2011 y 2014. L2 expesicisn se reales en el Museo Je Arte Concenporsneo (AC), Uni \ersigad ge Chile, en colaboracién con el Museo dela Meneriay oe Derechos Hunanos (ulo-octubre 12011), Adenée, el ro que docunerta el proyecto (Génez-Kova 2013) se prasenté en aiversas Ceaslones entre a 2013 y 2014, a euarenta afos dl gone de Estado pernetrade an Chil (97 prinero en ttuva Yor an el encuentro Declassying the Archive, crganizad jaa Sussn Maiseas, Diana Taylor, Fred Ritchin, José Luls Falcori, Peter Kornbiuh y Lee E. Douslas, en la Universidade Nsova York (aeptiembre del 2013}; luego en Santiago de Chile, en la Resa conpuesta per Ricardo Brodsky, Soledad towon y Francisco Brugnoli en a Musto de la Memoria y los Derechos Humans (novienbre de 2013); y por tltino en Barcelons, bajo a fkulo ce a mesa wDocumentDs ce rte, on la partcipacisn ce Yorge Blasco, Lea E. Douctasy Daniel G. Andijar, en el Cantra de Estucios ¥y Docunentacién dol Museo de Arte Contenporsnes de Barcelona (MACBA, Febrero de 2014). 2 Entrelos artistes y eteritoras invelicracas con ol proyecto estén Jorge Blasco, ‘Aigjanara Casto, Soledad Garcta-Saavedra, Oaniel G. Anddjar, Luz Mutoz, Clausia Missana, Federice Galende, Volusia Jerna, Wiel Velderren, Gonzalo tea, Une E. Dovols, Ricard Brodsky y Francisco srugnoi 3 Bajo el titulo Eapectro de un archive-monstruo (WR/CR), ge realiz6 una intervencén ‘oe contenido dacumental 2 partir de In lectura de log aretivos Chile Gecisacivication Project (@iboteca Nacional Santiago, 20 de novlentre de 2032). zntervenciin an el marco del prayacta curatorial Waninar oF the Invisilen cel curacior Brandon Lali can i orgarizecén del Centro se Docunentacién de as Artes Vsuales-Cantre Cutural Palacio La Moneda, 4 La Blofintees Nacionsl ce Sarcinzo de Crile, cuya Fundacién se renont 2 1813, logra au iayor expresion repuolcana en el aficiolavantado en 1925, actualnente baj ls acinisracién de ls Direccién de Biblotecas, Archives y Musees (ibam), 30 formes de diversos organianos federales de Estados Unidias.! Los tomas de Chile Declassification Project corresponden a una serie de documentos fotocopiados y agrupados en tranos que comprenden el perfodo 1968-1991, en euyo interior se rrevelan las operaciones gestadas entre las agencias del gobierno estadounidense, especialmente le Central Intelligence Agency (CIA), los aparatos de inteligencia nilitar y las corporaciones privadas en Chile, que provocaron el golpe de Estado de 1973. Dichas transferencias contribuyeron, ademas, a implementar la nefasta Cperacién Cénder, violento plan de cerécter clandestino ejercide sobre los grupos de Izquierda en los patses del Cone Sur de América Latina, entre los afos setenta yochenta, ‘si, ubioados en una estanterfa perdida dentro de la sala, estos voldimenes han quedace en el olvico, abandonadas al descuide y la falta de clasificacién interna pera su bisqueda y acceso. Por este motivo, dirfamos que la historia del pais, tanto con gus diecontinuas politicas de archive y patrinonio sobre el réginen dictate rial, han soslayado la inportancia de estos documentos, volviéndolos secratos llegibles para el piblico. Le Sala de Lecture constituye asf un espacio aue cumple su Funcién de un modo parcial sobre la lectura dela historia y de los archivos descla~ sificados. Su cotidiana funcin habituaimente se materialize en el texto que cada quien pide leer, pues ahi precisamente se da un linite entre texto legible e legible. Sin embargo, este linite, su domicilio noninative coma Sala de Lectura, cantiene una lectura que ha quedado en suspenso, pues sencillamente no ha tenido lugar. Se ‘rata, entonces, de exaninar estos archivos que no se han dado-: ‘aun asi, cohabitan silenciosamente como espectrografias. ver, pero que, iy Introito Es gabido que la discusién acerca de los derechos humanos se ha vuelto un asunto iedular pare la estética y el arte contemporéneo, tods vez que la sole idea de los derechos hunanos he constituide un foco de tensién permanente en el devenir de la representecién universal, euyo pensamiente erftico ha oscilade entre los modes de nnanifestacién de la vida y los tipos de mediacién con el horror que ha dejado la misma Violenela cel derecho come Gniea Forma de vies. Enunciar eato no deja de resultar Inquietante, contra toda corriente que piensa el derecho en su principio natural, asi ‘cone ¢on aquella que piensa el derecho de manera jurfdica. Anbas, igualnente efecti- ‘vas para sentar la jurisprudencia desde el siglo XVITT, hoy en dia parecertan ofrecer [poco rendiniento en el plane de una representacién mis abstracta, pero no por eso inenos determinants, sobre todo en aquella que invcca a la memoria como el principal sustento de evocaciGn de la vide en un aqui y ahora, 5S Entra eles: Gopartnent oF State, Central nteligence Agency (CIA), Defence: "Inteligence Agency, National Security Council, The White House (documentos disponibles 20.5. Department of State, 1998}. a La discusién mémica acerca de los derechos humanos, y en particular acerea ce sus efectos en un arte cantenpordnes que ha dejado eh suspenso el horrer de lo real’, es bdsicamente aquella que se inscribe como una forma de registro visual, y que es gobernada por una forma de dar-a-ver la huella psiquica de una violencia. £n este sentido, al pensar en el campo de le administracién visual de la memoria, drianos que no habria derecho sin el derecho a ejercer la visi6n sobre la administracién del acon- ttecimiento; el cual no es otro que el resuttado de una tecnologia de la visién. Dicho de Lun modo més precise, no habrie derecho, tal cone sefiala Jacques Derrida, sin derecho de mirada, y esto compete a que toda elucidacién per la decleracién de una humenided que accede al campo Sptice del horrar es, antes que nada, une declaracién de posi bilidad ede hacer entrar, en la propia “norada del otro”, el ojo y todas las prétesis 6pticas que son las cémaras, los aparatos Totogrsticos, etc.» (Derrida 1998, 43).? Derechos, entonces, que para una discusién sobre estética y visualidad constituyen la diensién eritica de una catastrofe cunplida en el plano de lo politico, pero cuyo destino parece desenredarse en una politica visual de lo protéticot. ¥ por este motivo, precisanente, la discusién en torno a la memoria traunética parece no ser otra que la postbilided de la vida y la muerte mediada. Esto es lo que bajo una lectura critica sobre los derechos humanas s@ conprende, entre otras formas, come un tipo de inconsciente Sptico que requiere de prétesis para acercarse al horror,’ o bien 2 través del recurse al archiaparato cone el legato idealSgico-humanista detrés el arenivo."®* (Be af que abordar estos aspectos sobre la memoria y la estética de los derechos humenos sea ante todo una discusién acerca de los medios protéticos utilizados contra el olvido, y en especial sobre las tecnologias de archive que activan el incons~ lente Gptico de lo que ha quedado fuera del campo de visi6n. En consecuencia, esta lectura se realiza ala luz de una Spoca en que la desclasificacién de archivos sobra 6 En Jo que sigue utiliza gaa de elo reals, pero alejada de lien de lo real traumstico fe tdminas que lo defini ol historiadar del arte Hal Foster quien, agenda Jacques Lacan, analizaba un arte abyect que retornaba a loreal (Foster 2001). La preccupacién ms bien es en el sentido que Freud penasba I real cone le esniestro viencias (1919) La ciseusisn es extenss, pues lo real nantione une estrache vinculaién en lo seninarios de Lacan, quien recog la ceusién a partir de lo ionbrable lo irepresentable. Veleré sobre allo alo larga del texto. 7 Para una decusién nés arpa a raspecto, viate Géae2Moya 2012 8 ——_La categoria de lo protitico ee retlera alas prdvesle tecrolésices ave magn entre la ira y la menoria. Convene advertr, sn embargo, que ella rasponde a uns larga tracicién ests— tea que ha penaado e! uso de las tecnolosfasy las pdauinas cono aparatos de orden traunatico ¥ conputslvo en al campo del arte nasero (Foster 2008). 9A falta de espacio para desarrallar acta extenta dscuslény conviene eefaloralsunae referencias: por un ida, la erftiea derivada del probiena que walter Senjanin planta acerca Gel sinconsciente épticos an al texto de 1936, cuya lectura contenpornea se puede ceauir fen Rosalind Krauss (1997) y en dosé Luis Brea (2007). Por otra parte, esta categorta tanbién la aborda insirectanente Jacques Ranciére bajo la lactura del sinconsciante estaticos (2008). 10 Se trata de uno de las debates an torn al archivo dela menoria cono earchiparaton fe arcan a une aatéticn de la desaparicin (Déot te 2004) 2 to ” = significa recuperar la ntre derechos humanos y Anérice, ha constituide un ica arte-politica que ha primade n el continente reeuitaban més inhumanas: la esfinge de une po'itica- protética, 1 de no eludir el devenir que he eufrido el pparadigma de los derechos | narco de la cuestién contempordnes acerca de las estétioas de la memoria, pero espaciainente respecta del asunto por la docu Esto llevard, inevitablemente, a pensar sobre aquellos acontecimientes blopolticas, Ivizados en documentos desclasiticados, que han novilizado las catego- de lo real hacia un deverir no exenta de una tensién entre derechos y prote- ais. Es decir, se trata de derechos que han ingresado a un extrafo lugar en que la Vida sparece coma un indice documental de le memoria, asaciado a eu vez con la que (rejaparece como espectro de una memoria viva. Por esta raz6n antes que un problema con la categor’a de archivo —con el arkhé del lugar se trata mas bien de un problema con los residuos que han quedado de la desclasificacién virtual de los documentos del horror; documentos que por cierto rresponderian a una fuela documental que notifica la performatividad de los derechos humanes, ye sea por medio de le desclasificacién anuneiada por los nuevos hunanisnes slobales, 0 por las espectrogratias que los mismos docunentos aparentemente emanci~ pados de au seereto dejan tras de af, 2 Espectros Entre los aspectos madulares de la relacin entre memoria y derechos humanes se encuentra la idea de lo irrepresentable, arrastrada desde la segunda mitad del siglo ¥0¢ a rafz del dictum adorniano: la sancién de la postica de lo representable como una imposibilided histérica, que hace de lo icrepresentable el principio por antonomesia de cierta tica qua estética del arte. Por tal razény diriamos que Io irrepresentable seria aquello que quedé en un peregring lugar de! pensamiento debido al aparacer de lo siniestro. Bien se sabe, siguiendo la penetrante discusién freusiana acerea de lo siniestra (lo ominosct das Unheimiiche, 1919}, que todo aquello que se vuelve extrafo abrir‘a el espacio para el retorno de lo traunatico en el plano de lo usiniestro vivencial. Ast, es siniestro aquello que se da-s-ver debiendo permanecer oculto, a veces por resultar insoportable ala mirada, otras por mantener el terror en un estado de posibilidad latente. Sin embargo, la Ficclén también produce lo siriastre, de ahi una de las paradéjicas conclusiones del autor austriacor suchas cosas que si ecurrieran en la vida serfan oninosas no fo son en le crescién literarie [Ficeién, Fentasial, y en este existen muchas posibilidades de oleanzar efectos ominosos que estén ausentes en ls vide reals (Freud 1976, 248), Se podr{a consignar, a ratz de ello, que uno de los problemas més vibrantes entre mmenoria y derechos hunanos ha sido siempre el asunto de la representacién de lo sinlestro vivencial. De modo que la menoria de Ios derechos humanos pocria ser exa~ minada perfectamente a través del problema de lo irreprasentable, toda vez que la rmencria es justamente su lugar comin, Hablanos de memoria, entonces, cada vez que lo irrepresentable ccupa el espacio de evocacién abstracta, ajeno al cuerpo de lo real siniestro, y, por tanto, se ubica en un lugar muy distante dal acta de violencia sobre los derechos humanos. Si esto es asi es porque la memoria siempre es un lugar esplazado del acontecimiento que da origen a su reconstruccién Ficticla. Es decie, 12 Freudutitza enta acencién en cantrapasiign a las Flcciones, uss estas ctinas erean nuevas possilidadee oe o svieatro que no pueden exigtr en ln vis real Es de recorder, acens, ue el autor nos advertia que esta categoria poda ser abordoda desde el canpo dela estética; sin entarge, los paicoansistes deadefaban diene cane habituainente. a4 be ue8 yn fenbeaeg Mpa Tap sonnaiy qj s1098 walep ofr T102 Yeuquoe ep eue.£00 si la memoria es una abstraccién que sienpre ocurre en el desfase con el aconteci~ mniento, entences la memoria es una condicién que se encuentra fuera-del-tiepo de igual nodo que se escribe una historia monstruosa del presente" ocurre en un tiempo sdesquiciados —the tine is out of joint (Hamlet; Freuds Derrida}; 0 bien, su scaecer se produce entre tiempos. Pues bien, para ensayar una conexién ne libre de centroversia, sila menaria opera cone interfaz de aquello que ha quedade entre el aconteciniento y el sefalemiento de los derechos humanes, entonces 8 necesario hablar de un medium que fisura el tiempo —entre lo real y lo Ficcional diferido—, y que # Su vez vuelve indistinguible to viva de lo no-viva, dicha condicién es propia de lo que Derrida, en su afamada confe- rencia espectres de Mars (1993), concebfe cono hantologie.* Esta acepclén advertia que el espectro se encontraba mas prsxino del presente que del pasado, y de ese modo nos otorgaba una clave temporal. Arazén de esto, se dirfa que la aparicién estética de un documento del horror ron peria con un pasado que no es tal: que no existe més que como recuerdo espectral que trampea el tiempo, lo vuelve una ilusién de la memoria. De este modo, el espectro de los derechos humanos se puede conectar innediatanente con aquello que en la voz del flésofo francés se anunciabs como el trabajo del duslo: wes necesario saber. Es preciso saberlo» (Derrida 2012, 23). Trabajo que para ina estética sobre los dere~ ‘ches hunanos conprende en priner lugar reconacer dénde estén los despajos, los restos, los documentos de aquello que (rejaparece, y a través de los cuales se vuelve posible su imagen espectral. Precisamente sera esta estética de la (rejaparicién —que comparte el sentido doliente de la espectralidad- lo que deterninard la época de un aconteciniento basado en politicas centradas en el docurento, y cuya formalizacién ee da a través de la mirada que lee, en el mismo documento, el herrar de une hunanidad extravieds, Por lo tanto, de lo que se hable aqui es del devenir del documento histérice eru- zado por le performativided de la mirads. Clertamente, esto se puede contrastar ‘con una forma de vida espectral ocasionada por el meiun, tal como lo ha abservado el mismo Derrida, ya que eu espesor consiste en pertenecer a una entologia fron teriza (ni presente ni ausente): 13 —_-Arespecto ee puede revisar ta alcusién cobre ol acontecinento-nanstrue desarro— lags por Frangoie Doeee (2012), quien a eu ves exanina I que Frangois Harta ealtica de «crasen- ‘anos: un presente-monstruo, 18 Un intereeonte taxa que eruza estas referenciae ya Is vez plantes una olsen can temporines entre espectraldad, arte politica se encuentra en Gara 2012. 15 —_Lacategoria de espectros no incluso ser del ente o de a muerte, puss se encontrabs inks ol def ontolosiay la teologe, Por #30 el autor recurria a all como espectralided eradu~ aa ts rar expresisn de eFantelagas (Derrida 2012, 24) 36 atarkatta dol sete dot chile vecaeafcstion prac, — [-Isieata trontera capital se despiaza es porque el medium en el aue se insti ‘aye, 2 sober, e! meciom mismo de los medio (ln infarmacisn, la prense, la teleconi— ricacion, la tecna-tele-cdiscursvidad, la tecra-tele-iconicidad, lo que garantiza Y¥ determina en general el esparciniento del espacio pibiica, le posbilidad mismo de la res publica y la Fenonenaidad de lo politico), ese elemento que no est ri Vivo ni muerto, ni presente ni ausente: espactraliza (Derride 2012, 64) Por esta razén, la Figura int porque esta en un lugar sin ocupario. 208 qué modo podria ocurrir esta? Se dice que srmadia de un espectro se caracteriza, antes que nada, la mejor Forma de ocultar un delite es dejar sus nuellas @ la vista: estar ah, frente a los ojos, De tan evidente que ya no es visto por nadie. Ast, lo que desafia este dar- ver es la pretensién de la mirada completa, vasta y llena, satisfecha de sf nisma. Pues se trata de un medium que habita en un entre-dos; por lo tanto, seria necesa- ria una larga busqueda pars llegar a él: justo donde nadie buscaria, ocupando un lugar pera sin ser visto, entonces sin lugar digno de mirada Sila catastrofe de los derechos hunanos inauguré una Forma de documentacisn Fundeda en los eruces entre huella e imagen secrets, es porque ae dio en torno a un aconteciniento monstruase que mantuve las cosas en un estado perenne de Violen cla. icho aconteciniento, leldo en clave politica de lesa humanicad, condicioné las 16 Esta, recordenos, as la conprension del concepto de seat Sstrofer en Barjanin (1995): ” formas de escribir I historia, y del mismo made predujo una paradojal Forma para su lectura: una que sencillanente no ha tenido lugar, y es por ello que asedia el tiempo ‘como un espectro. De modo que no es de extrafiar que sus escrituras asf como sus lecturas sean conce~ bidas cone espectragrarias, puss se trata de documentos que, abandonados entre 41 polve y las cenizas de la catastrofe, se marifiestan cona el medium de la mencria. Precisanente es por ello que estos documentos aperecen como algo abstracto en ef horizonte de le representecién de los derechos hunanos, y es por este misma razén que su huella mnénica corre el peligro de diuirse en el perpetue suspenso de su lectura. a cratia Utilizando como dictamen la opacidad qua ha quatiads en los restos fotocopiados correspondientes # les archives sacretos sobre derechos humanos los que vincularon une parte importante de paises americanos asolados por las intervenciones de inteligencia criminal de Estados Unidos durante los afos setenta y ochenta— la lectura realizada a diches decumentis lleva inevitablenente 3 pensar en qué clase de historia 5 esta que ha quedado perpetuada en la indeleble espectrografia del archivo. Actuaimente, conservades en la estanteria perdida de una biblioteca metropolitana,!? la mirada ejercida sobre dichos decuentos nos advierte de la doble constancia que suglere la misién ptblica de la institucién cludadana: un lugar destinado al ejercicio de la lectura y una inagen verifieable de la historia, As, las preguntas que allf surgen se encuentran condicionadas por un tiempo discontinue y siniestro que interroga el tipo de escritura que contienen estos archives. Sin embargo, mas alla del peregrine interés por estes docunentos aciagos, la cuestiGn que ciertanente resulta per~ turbadora es Zqué tipe de lecturs propicie su forma de leerlos, cusndo ro hay nada que leer en ellos més que eserituras en otra lengua y amplias tachadures de censure recortadas, borradss, sobrepintadas? Una respueats seria inguticiente ante Ia huella ominoes que ha quedado en estos registros. Pues no se trata de representaciones stricto sens, sino més bien de las pacidades de lo representable. Por eso es que estas escrituras nos dicen algo que 27 Raferinos a oe archives del Gla Daclaesivication project en a sblotecs Nacional Sn lenbargo, también cabe advert que gran parte de a operacién de descasiicacién de archives sobre derectes hunanos a nivel global ha sido gestionada por las agencias internacionales. Entre la, quzd una de las ds Inportantes sea el National Security Archive, un Instituto de investiga 180 no gubernanantalsituado ania George Washington University. El acervo en nes del NSArenive (20it) sieve eave unrepositario de docunentas guberranentales Sabre una aria gana de temas relatives 9 seaursisa nacional, inteligencia externa y poltieas econéiicaa, y a su vee otrace Iiltiples entradas a documentos sobre crinenes de lesa humanigad que viculan a los Estados Unidos eon otras pales, 38 no sabenos y que, justanente, se encuentra en su inposibildad de ser leldas ~en 50 Consistirfa, de hecho, el inconsciente Sptica de un horror que media con el saber—" ‘ocupando el lugar que tras de sf ha dejado la historia de los lugares, la escritura equi- vale a la forma més innediata del registro archivistico institucional: se toma nota del ingreso, y acto sequido se inscribe como texto de consulta. Sin enbsargo, cuando se trata de ingresos sin claro origen de procedencia, sin Indice de materias y carentes, de un destino en e! orden de las cosas decunentales, el registro quede ensombrecico tbejo una indescifrable nebulosa, Hablamos oues de un legado cuyo erigen resulta lmpreciso y desconocido, ya que el arkhé de un archive sobre derechos humenos es, ‘antes que nada, un secreto. Segén los principios de une sociedad secreta, todo archivo de Ia violencia debe ocultar su origen elininando las huellas de su clasificacién. Por lo tanto, se trata de una préctica de escritura euya huella se convertira inevita~ blemente en una espectrografa, As; lo dnico que queda cone evidancia de los espectros es entonces el sufijo gratia, Este suele aperecer como el legado mismo de un aconteciniento, posibilidad que se daria Gnicamente por medio de la escritura. En tal sentido, se hablaria no solamente de los marcos que han ocasionade la escritura historicgraica, sino también de las condiciones para su lectura. Esto no'sin antes decir que dicho linite no estaria signado en lo absolute per un tiempo Unico, honogéneo.” Por las mismas razones, resulta inverosinil pensar que no hay nada més continuo que la lectura que aparece en el vestigio legible de un acontecimiento, Justamente es todo Jo contrario: nada es menos continuo que la lectura, que acumula las huellas de su paso por otras diversas y desiguales lecturas. Un documento ajado no por el uso, sino por el ejercicio de la mirada. De modo que la escritura el arkhé de la lectura— parece indiear algo més que esa forma continua que promete la hendidura de su graff Si domes por cierto que la escriture es entonces lo que antecede # la mireda de! otro, podriamos especular que eata se menifieste como bio-grafia. Es la vide de la escritura lo que aparece, de un modo algo furtive quizd, como la biograffa de un ‘texto en el devenir de gus lecturas. Pues bien, la graffaindudablenente pasa por un acto performative de sustitucién en el archivo —ya se sabe que la historia puede lagar a naturalizarse de tal modo que una mmentira se instituye coo una verdad absolute. En efecto, parecerfa que la gratia 18 Brea, parafraceando a inconeciant@ Gptico en Benianiny lo enunciaba del siguiente nod: s{-1 ay algo en lo que vencs que no sabenos que vemos, o algo que conccenas en to que vemos ‘que no sxoenas “euticientarente” que conaceness (2012, 48). 19 Enclerta sedida, las ideas expuentas 8 continuscién corresponden ale ciscusign que sostive, junto alos historiadores Wiguel Valderrana y Luis. de Mussy, durante una mesa con Frangois Oosse en el seninario «Los frites de la escritura:historiograia, teracuray tiempo presenter; en la Universidad Finis Terrae (Santiago, 24 de cetubre del 2012). 39 emancipa a la historia de eu luger instituyente y la vuelve un aconteciniento en si mismo. Sin enbargo, 276 es aeanc la gratia a au ver una prsetica que naturaliza la vida (bios), la describe ya como enenoria archivadas trata de lo que ve y escribe quien registra lo que ingresars ala Vida del archivo? Por tal razén, esta escritura, que aparece en los documentos desclasificados acerca de las operaciones de inteligencia entre los paises anericanos, responde a una época documentals agrunada an sendos voliinenes de fotacopias que 0 histérieo he quedado inserito en estos textes dis ei sentica, tal vez debiéranas preguntar si acasa #e el documento un texto aséptica. 0 si, por ef contraria, es el documenta una escritura infesta® De acuerdo con ello, se piensa dicha escritura como memorla-farmacia, para los términas en que lo expuse Ricwur al interpretar lo percibide por Platén, e eligro de sustituir el eet emorias ( 0: Agrequemos a esto, ast cono lo analiza por su parte Frangois Hartog, que el mismo autor de La memoria, k historia, e olvido (2004) es quien recur ura del pharmakon pat ferafezan —l al das Unheimliche Freudiano— q = la historia; inquietante y extrafa, asi como traumética, es entonces la memoria, «Pharmakon ya es el nonbre de la inquletante extrafiezas (Hartog 2014, 137), pues ee ‘emedio © vanena —pharmakor— (Ric@ur 2004, 218), 2, paraddjicamente, a sus paginas, ya qu a Con tado, tanpece se puede olvidar que se trata de una escritura instituyente a partir del lugar, y par ello conviene apelar nuevanente a una critica del lugar desde el marco de inscripcién que ofrece su archivo, Curlosanente se ha pensado que el archivo es una forma que registra el aconteciniento contra el alvidoy ¥ por lo tanto lo revela, lo muestra, Sin embargo, también el archivo se puede interpretar como algo Vive, aunque no quede claro si es algo que se nos aparece como una tele-prétesis sen vivow 0 efectivanente tiene vida propia mas alld de nuestra presencia.” ¥ nue~ vamente ati, el inconsciente dotice del horror parece desplazarse entre la memoria viva y sus tecnolosias. Empero, 2qué sucede cuando el espectro de la muerte conienza 3 aparecer en todo el archive? No en vano, en el contexto de Anérica Latina, clertas estéticas de la meno- ria, tal como insistentenante lo ha demarcada Nelly Richard, se apresuraron en sena~ lar el quiebre de lo politico Juridica con los circuitos metropolitanos de lo artistico, advirtiendo de la necesidad de inflltrarse en estos circuitos reservados y, a la vez, de la nacesidad de indagar eriticamente en las podticas del archive y su desclasifica~ ign. En efecto, sean la autora, el archive habrie consumed el lugar vagabunde de un sujeto clasificada cone desaparecico: una persona sacada (en vida) de la cicculacion humana y que después se transforma en un caso archivado (en musrts/vida) por la burocracia de los sumarios judicialess (Richard 2010, 211}. Afirmaciones que apelaban ‘una memoria sin casileras y que bordearcn decididamente la relacién arte-poltica curante los periodos possictatoriales. Por tal raz6n, tales eriticas pudieron dejar len entredicho lo que algunos historiadores penssran sobre las imSgenes de arctivo ccono principios burocraticos de no-trénsito, a diferencia de leerlas como necesarias ormas-de-vida para la hunanidad.” Por ello sequramente también serfa necesario precisar, ante las diatribas provocads por una memoria viva en clave esttica, que estas Formas sen protéticas en tanto corresponden a tecnolagias-de-vida mediadas por el documento. En cualquier ease, si dichas formas equivalen a tecnologies-de-vide, y 2 au ver, si las tecnologies equivalen e formas-de-vide, 0 see, Formas-de-critica (Thayer 2010), entonces el documento de los derechos humanos ser'a el depositario de lo vive que, ‘al poner en crisis la memoria del crinen, ejerce también Ia eritica de la huella. Se trats, por lo tanto, de una memoria que despliega la critica a través de la vida pratética. Pues bien, la biografia —el bios on el archivo de los derechos humanos— cobra enton- nite a la vez que superficial Per un lado, si las Formas~de-vida de los derechos humanos han sucumbido al destino de su inscripcién, es porque ces un lugar rut la humanidad ha terminade encontrando en-el archivo el espacio de sus derechos 22 Derrida (2012) menciona que ects nuevas Formas de espectralidad resultan de a rteeno-tele-discursividids y la ateeno-tele-iccnicidads 9 elas aparecen al texto ya imagen coma dos eepectres constrvicos nao une caracteristice Fundonantal para eece extusi: la ois~ tancia (tale. 23 Véense los estucias sabre indigenes supervivientes de Oil-Huberan 2009, a2 ee ee lon Project nla Sala de Lecture Gabrila Mi lsiotecs Nacional eapectro de wn archivo-nonatruo Cristian Génez-Moye, Santiago ce Che, archive ¥/em, cextraviados. Pero, por otro lado, silo que esti en el corazén de este debate es ol ascenso de la imagen docunental que, tal cono lo sefiala Frangois Bosse, incunbe a sla Inflacién archivistice que confine @ la plétoras (2012, 118), e8 debido @ que, cone bien os advierte el mismo autor parafraseando a Ricmur, la Fase archivistica no refiere solamente e un lugar espacial fisicanente situado, sino @ un luger social (Dosse 2012, 111; véase tambien Ric@ur 2004, 217). “ Plétora ‘Abundancia es entonces algo que se podria verificar a través de la adninistracién socio-espectral de! documento. sin embargo, hablanos de una huella decunental que no estaria signada, pracisanente, por la inpresin nostalgica de su recuerdo, sino por la construccién de una permanente tension escGpica con la mirada dle quien la adminis tra. Por ello, la mirada constituida como el medio de Io hunano sienpre deja entrever una lectura a destienpo del acontecinianto. ¥ es por ello, ademas, que no puede com- pprenderse sino come une accién disgresads, disonante, Para decirlo de otro modo: nirada sobre el documento no es una préctice neutral en tlempo presente, ya viene ccondicionada por el registro del aconteciniento, y, a su vez; quizé lo més relevante, la efercen siempre quienes cisponen del objeto con la pretensién de alcanzar la inalcan~ Zable convergencia con la mirada de otros. ‘Ahora bian, si los archives sobre derechos hunanos equivalen a una formidable pol tica de las insgenes protéticas es porque en sus residuos documentales pervive y rresuens el deseo de mirada, de comprensiGn vive sobre un aconteciniento inconpren— sible: uel acontecimiento es ante todo Io que yo no comprendo. © major, el aconte- Ciniento es ante todo que yo no conprendas (Derrida 2004, 138). Deseo que, coma ‘también sabemos, no es capaz de aleanzar la tranquilidad que la razén le oterga (le 43 42012, Fotorine de video nls siovece Cristiin conez-Hoyay Sil de Haver, niega), porque; bisicanente, este mismo deseo puede ser modulado constantemente desde el cantral y la subjetivided de la mirada de quien lo disefa. Hablamos pues de una mirada que ocurre en el quiabre mismo de la memoria; en la cisura del sujeto que ya no recuerda qué sucedi6 exactamente, pero que aun ast es capaz de apelar a una memoria renota que —bajo la tesis benjamiana sugerida aqui ha quedado suspendida como un inconsciente Sptice Frente al horror de la humanidad.* Asi, silos derechos hunanos se visualizan en la poltica de las inagenes de archives, onto come en el derrumie del aconteciaiente juridiea, le pregunta que eabe entonces ‘or lo que ha quedado de au precaria decleracién universal inserite es: Zesne edi ahora en las espectrografias de inégenes? Escasean las respuestas en este intrin— cado mapa de vireualizaciones; no obstante, parece ser que la vida contemplativa y reflexiva, bajo aquel espesor docunentalista, lo que alienta es a una maquina de reproduccién que ha explotado hacia nuevos der hos de mirada que no sole incluyen la visualidad y el acceso, sino también la copia, la reproduccion, y la (des)autorizacién de firmas sobre los residues plasniticos de aquellos acontecimientos nonstruosos. Baste con observar Io adiinistracién cultural de los derechos humanos pare adver- tir Faclimente que sus archives han cobrado, ademas de su valor escépico, un valor pai 85 nada nueve conprobar el auge de una institucienalidad cultural que genera espa imorial desterritorializado en la cultura contempordnea de la tele~menoria. No clos de docunentacién o clasificacién enciclopédica, que ha sido desplegada como agencias que transfieren la responsabilidad Social que constituye la memoria dal horror, 0 bien como museificaciones de espacios curatoriales que Virtualizan el horror. Estas formas de exhibicién se caracterizan, adends, por alberger diferentes acervos documentales. En este sentido, los derechos hunanos aparecen al interior de naves de archivos con galerias de documentos de diversa magritud tecnolégica (audios, 24 Recordenos que Benjamin, usta a Final del Fanos texto sobre la repraducttiidad Beri, declarsba: «Ls hunarisad [0189 na convertiao ahora en aenect culo de ei mien. Sy utoaienacin ha alcanzado un grado que le permit Vivir au propia destruccién como un goce as peliculas, fichas, videos, graficas, mapas, bases de datos, ete.), que han cabrade au principal materializacién per formativa, precisamente, en fondos de imagenes virtuales ppara un pablico dispueste a transformarios en documentos vives. Reconocidas como una politics Ge las inagenes antes que Colecciones fijas, estas gale~ rias se encuentran gestionadas por las habituales formas adninistrativas de registros electrénices, protecoos de indexacién, licencias de obras, etc. Sin embargo, también se observa en ella le existencia de nuevas formes de documentalidad—come las he enominado Ferraris (2013) ya que se abren @ la participecién de personas que interaction con los registros, quienes no Solo visualizan y contemplan, sino que ‘también exaninany Fotocopian, escanesn, fotogratiary descargan, coleccionan, quardan ¥y reenvian documentos, entre otras muchas acciones. De este modo, configuran un complejo sistena performative que, a pesar de lo infausto que subyace en los nismos docunentas, podrfamos designar cone un tipo de espacio relacional asociado a una forma-de-vida: un bios documental. Por ello, bajo ol sintoma de la desclasificacion, se diria que estas colecciones expanden su alcance biopolitico hacia el intercanbio entre comunidades y documentos, generando as/ nuevas formas—de-vide mediades por reproducciones, traspascs ¢ incluso modificaciones documentales que pueden realizar las mismas personas, cono menorias vivas. Ccabria subrayar, adends, que estos permanentes ajercicios estético / performatives sobre la memoria documenta de los dereches humanas han provocado importantes giros ontolégicos al interior de las admninistraciones de archivos en las bibliotecas, muse0s 0 galerfas. A futuro es probable que no logremos saber muy bien de dénde pproviene un documenta polftico aue ha sido desclasiticado, cul es su origen y su venir, nas atin silo relevante es la apertura de los archivos y su performatividad entre las comunidades. Por ello, al pensar en un archive sobre la memoria de los dere- ir la propia crisis de administracion de la memoria en la Epocs de Is memoria viva; esto #s, el propio derecho de las comunidades de activar & intervenir como une Forma~de-vide en el archive. cchos humanos ne debenos o ‘Asi, cuando las relaciones sociales se escriben cono espectrogratias, significa lentonces que el misterio del archive pasa inevitablenente por la mirada ejercida sobre sus documentos, y de ahi la combinatoria consensuada del horror social que esto supone, el horror que deja en la memoria de la humanidad. Del mismo modo cabria suponer que una espactrografia anunciada en lag imagenes de archivos de los derechos humanos vive de un modo inconsciente, Se trata ahora de un incone~ clente éptico / protatice que, asociado con documentos dasclasificados, Final mente lo que propicia es una forma~de-vida en el archivo; subsana aquello que al ojo no es completa, total Los derechos hunanos, dicho de esta otra manera, encuentran eu ubjeuidac) precisamente en aquella que el sujeto éptico no encuentra de forma humana; y sf fen aquellas protesis que perniten comprender mejor el horror. 45 5. Post-seriptum 206 e6:una esfinge en el campo de los derechos humanos sino la exuberante mons~ truosidad de un misterio alojade en la cripta del archive? La esfinge, mitad una cosa ritad otra, ha sido el destino catastréfico de una sociedad. De mado que el caracter tenignstico de un acontecimiento, tan monstrucso cono ha sida el Estado contra los derechos de la humaridad, aparece entonces cone un amargo y contradictorio pro~ blema en los linites de la propia institucién estatal que resquarda el archive de la violencia, més atin cuando ese archive es ya Ia huella monstruosa en si nisma, ‘A pesar de lo dininuto que pueda resultar un acto contra lo humano (y @ pesar de lo Inconmensurable de su dolorose legado), su huella documental quedar como un sutil uplicado en fa mente, Es por ello que no resulta estéril pensar en la catéstrofe que la relacién arte-politica ya habria anunciada para los derechos hunanos, pues se trata ahora de un cuerpo decumental dividido —mitad una cosa mitad otra— entre la politica y la protética. Esta catSstrofe es la que hemos leido, precisamente, cone desclasificaciéne el secreto Closificado que se habria inserite dentro del arden del discurso.* Por Io tanto, su réginen de visiblidad ha dependido de quién autoriza su lectura. Como contraparte, lievando al extrema la categoria de desclasiticecién, le que denemos comprender, desde luego, es una ruptura con aquel orden, pues hablanes de la Fisura con una pall~ tica de autor y autoridad que ha desestabiizade ol sentido profundo que entrafa el corigen dat orden: quién desclasifica, quién otorga derecho. Por ello habria que sefialar que cuando se trata de exaninar una institucién pablica que resguarda el testigo de una escritura indescifrable lo que ocurre, en alguna medida, es que la autoria tiene a borrarse, en tante queda fuera del relato de la autoridad que ha hecho posible su lectura, no aside la mirada de quien ejerce la consulta, neva bien, esto sign Ficacién en un marco de temporalided no muy lejano de lo siniestro en el arte; puesto ‘que se trata de un arte que, aunque est muy lejos de apelar @ lo wsiniestro vivencials, produce la Ficcién de la menoria (ars menorise) a través de prétesie docunentales. Dicho réginen estético, por lo tanto, no puede soslayar de forma inocente la dialée a situar Ia relacién aialéctica entre clasificacién y desclasi~ tica visual que subyace en su propia mencria escrita (remedio 0 veneno) acaecida en los finites de la desctasificacion, Lo perturbador para una lectura de los derechos hunanos es saber que la acle~ moda desclasificscién propiciade por las soberanies neoliberales @ finales de los oflos noventa —algo que condcemos an lo que vemas que no sabemos—, constituys 25 Se conta agutia loss foucautlana respecte del origen del dlacurco. véase Foucault, A€l anunciado y el archivos (2002, 101-173) y wrantasia OF the Library (Foucauit, en Bouchard 2977, 87-212) 46 archi HA/CR. bctece Nacionsl Santiago de Chi cristtn cémez-Hove, stopectro de un areive-nonstruce, doeumer.os dl Ce DetosstReaion Project. Bbliotecs National, Santiago de chile, archive HR/CR. rea, José Lu's. 2012. «Cambio de réginen escdpico. Del inconsciente dptico ala e-inager, en: Arte, archive y tecnologia, Castill, Alejandra y Cristién GOmez-Koya (eds. Santiago de Chile: Universidad Finis Terrae. pp. 47-73. Déotte, Jean-Louis 2004. 1'fpoque des Appareils. Paris: Lignes-nanifeste. Derrida, Jacques. 2004, Le concept de 11 septentre, Paris: Galle. Derrida, Jacaues. 2007 [1975]. ahs Farmacia de Platéne, en: Lo Oiseminacién. Macc Fundamentos. pp. 31-260, Derrida, Jacqués. 2012 1995]. Espectras de Narx. £1 estado de la deude, a trabajo del duelo ¥ la nueva internacional. Madr Trove, Derrida, Jacqués y Bernard Stiegler. 1908. Ecagrafias de la talevisién. Entrevistas Fimadas. uence Aires: Eudeba, DigisHuberman, Georges. 2009, La imagen superviviente, Nistoris del arte y tiempo de fos antasmas segdn Aoy Warburg. Madrid: Abada, ose, Frangols. 2012. E aro refiexivo de la historia, Recorridos epistenokigicos y atencién 2 las singularidadles. Santiago de Chile: Universidad Finis Terrze. erraris, Maurizio. 2013. Docunentality. Why Te Ts Necessary to Leave Traces. New York: Frcnam university Press. Foste Faster, Hal, 2008, Doses prostéticos, Madris: Akal Foucault, Michel, 2002. La arquectog’s del saber. Buenos Aires: Siglo XKT. Freus,Signund. 1976 {1919}. «Lo oninoso, ent Obras Complet2s, Vol XVET. Buenos Aires: Amorrortu. pp. 215-251. ‘Garcia; Luis. 2012, evissencus communis / espectropelticas de la imagens, ene Revista 1 Hel, 2001. EI retorno de fo real. Madrid: Akal, Errata# 7, Creacién colectiva y las prdcticas colaborativas. Bogot. pp. 30-54. ‘George washingtion University. 2014, National Sacurity Archive, Available at: , accessed Novenber 10th, 2014. Pest Gémez-Noye, Cristn 2012. Derechos de mirade, Arte y visvalidod en los archivos desclasificades. Santiago de Chile: Patinosia, ‘céme2-Noya, Crist (ed). 2013. Muiman Rights/Copy Rights. Archivos visuaies en la épaca de |a desclasificacisn. Santiago de Chile: VID/U-Crea, Universidad de chile, Hartog, Francois. 2014. Creer en la historia, Santiago de Crile: uriversidad rinis Terrae, Krause, Rosalind, 2997, £ inconsciente Spticas Madris Rancitre, Jacques. 2004. £ inconsciante estético. Suenos Aires: Oel Estante. Ranciére, Jacques. 2020. £1 espectaior enancinado. Buenos Aires: Manantsl. Alchard) Nelly. 2010. Critica de la Memoria (2990-2010). Santiago de Chile: Ediciones UDP. Rica, Paul. 2008 [2000], La memoria, Ia historia, al oWvdo. Buenos fires: Fondo de Culeura Feontnica, ‘Tnayer Wily. 2010. Tacnologiae ae la erties, Entre Walter Benjamin y Giles Oaleure. Santiago de Chile: Netoles Pesados, U.S. Department OF State. 1999, Freedom OF Information Act (FOIA), Washington D.C. vallable at: , accessed Novenber 10th, 2014, Valderrama, Miguel, 2008. Modernisnos historiogréficos. Artes visueles, postoictadura, vanguarlias. Santiago de tile: Painodia. 49 EE El dia anterior: breve panorama Para comprender en cierto mode la funcién 0 el papel del arte en chile frente a un escenario social y politico vinculado con la sensibiidad y Ia memorla hist6rica, resulta necesario recordar, cono si se tratara de una reconetituclén forense, que €l gobierno de la Unidad Popular (UP), liderado por e! presidente Salvador Allende, mul~ tiplicd exponenciainente desde su inicio, en 1970, las expectativas respecte de los uses, funcién y sentido de la cultura en general, y del arte en particular. Las exposi~ clones de arte y los recitales de misice y poesia resulteron ser le mejor premacién de | nueva sensiblidad revolucionsria y popular de la época. Por otra parte, los artistas yy les obras de arte fueron el valor agregado que tenia el proyecto politico y cultural de la UP. Fue un gobierno que identifies rostros y escenas de artistas vivos, y sus actos politicos estuvieron siempre antecedidos por acciones artfeticas o murales colectivos. Este es un legado que sin duda van‘a trazado hietéricamente or los vinculos entre cambios sociales, revolucién y vanquardia. En tal sentido, desde conienzos del siglo 2X existle una directa relacién entre el arte de vanguardia y los movinientos de izquierda, en especial de los artistas que fueran comuristas o trotskistas. El listado 85 nuneroso; pero padenos citar el caso de Pablo Picasso," quien incluso hasta sus lltinos dias fue comunista y spay6 al PC Internacional. Otro caso serd el de Roberto atta, quien, adends de sumarse a los surrealistas a fines de los afos treinta en Europa, 2¢ adscribié al PCI. Matta, en cierto modo, relevé a Pieasea, apoyance al Pc y en particular colaborando con el gobierno de Fidel Castro; prueba de ello son todas las acciones artisticas, ediciones de grabados y donaciones en obras que le hizo. De aus legados existe un gran mural en el SalGn Che Guevara, en Casa de Las Américas, en La Habana. Para la UP, 0 para los ideslogos € intelectuales de izquierda, al arte contenpordneo, la revolucién y la conciencia latinoamericana resultaben afines. Desde los prineros las se vio que en los centros culturales, juntas de vecino y museos de Chile se inauguraron exposiciones sin distineién de alte y beje cultura, Desde pintores popu- lares y arpilleristas, hasta ceranistas y muralistas tuvieron un mismo higar dentro del procesa de sensibilizacién y concientizacisn, y dentre de la cacena productive 1 trabajo manual, intelectual y creative fueron equivalentes. El mejor ejemplo de esta postura ideolégica fue la construccién del edificio de la Unctad TIT, que se levanté an 275 dias gracias al esfuerzo simulténeo de artistas y obreros, pagados con la misma tarifa por hora. Esta perspectiva militante y compromstida hizo que pars el gobierno de Salvador Allende el arts fuera prioritario; de hecho, al revisar con cuidado la gran cantidad de 1 Pleasso fue Wentificado con ta inguerda y, en el contexte de la Guerra Fria, Fue cues lonad por arupoe 6 derecha El poets Lous Araaén eeleccions 16 un disule 38 Pieasaa fs colons de ls paz. No ctstante, wranto seria caricaturizada poral novirianto Paix at Liberté, payaso per la CIA cone La paiona que hace bum (La colombe que Fait Bouny (Stover Saunders 200%, 108. 52 actividades protagonizadas por artistas de todas las cisciplinas, tanto en actos ofi- clales come en la vida catigiana, los ejemplos resultan runerosas. Era habitual encon= ‘rar actos pablicos, concursos de arte, ferias, exposiciones en centros culturales 0 al aire libres, y actividades musicales que celebraban efemérides, También se des— ‘tacaban las cistintas brigades muralistas que, aninadas por intelactuales y artistas: de izquierda, desarrollaron abras en el espacio piblico.” En este caso, el vespacio péblicos, euférico por transmitir alegria y promover la nueva sensibilidad de un arte entendide cone extensién de la sensibiidad colaborative y la ética de aus preducto~ 5, se situaba frente a un espacio de deliberscién y articulaci6n de los ciudadanos, Desde los primeros dfas se Inauguraron exposiciones en los barrios, plazas y en «cualquier rincéns del pata; en los centros culturales, juntas de vecino y museos de Chile. En este sentido, destaca la exposicién ¢F! pueblo tiene arte con Allendes en agosto de 1970, que estaba integrada por obra oréfica.” En esta misma direccién se cuenta el «Tren de la culturas, que recorria todo el pale, las ciudades y los pueblos, cone soporte para espectéculos de pintura, danza, poesia, teatro, mésica y cine. tre exposicién insert en el esoiritu de integracién latinoamericane fue wAnérica, ne invoce tu nombre en vanos, compuesta por pinturas, esculturas ¢ instalaciones de artistas entre los que se reconocen a José Salnes, Gracia Barrios, Guillermo Nanez, Francisco Brugnoll y Victor Huge Nifez. El nismo afe tuvo lugar la exposicién de Alexander Calder en el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) de Santiago. El auge de las brigadas muralistas fue sintondtico de este estallido de expresién artistica y popular. Entre ellas se destacé una brigada (ya activa desde mediados de los afios sesenta) que para 1971 realiz6 au primera exposicién en el Museo de [Arte Contemporéneo de Santiago: «Brigadas Ramona Parra: Juventudes Comunistas de Chile. La Brigada, iderada por el None Gonzalez, conté con la complicidad de Roberto Matta, quien en 1971, en uno de sus viajes a Chile en apoyo a la UP, realiz6 cobras tanto en museos como en espacios pablicos en diversas poblaciones. El testi— nnonio de este viaje tan productive fue el mural realizeda en la conuna de La Granje, tituledo £1 primer gol de Ctile, que muestra en clave humaristiea y no menos ingeniose Un Gnico arco:al lado derecho, atravesade por una pelota que va de izqulerda a derecna. 2 ata euforia de wn arte popular, desacralzade y no especializado, nko que muchas per— onde colaboraran con antusiasna en las Ergadas que parvcipaban en las wane de fs Kearns de iauleraa. en 1969 laa Juventud comunistas fundaron la Grigads Ratona Parra (G8), ¥ pronto fueron apareciend etras, cone la Ena Catalin (BEC) y la Lanin Valenzuea,surgida fen el verano de ese risno afo, 1970, Tasbién Pedro Sepaiveds cre6 ia Brigada Pedro Lobes (EPL), 3 grabado y los sistemas graricos en Cile favorecieran tz multflicacién ae i obra original, Fenémeno que ya vers desde las bensies de grabado y las Frias del Parque Forests. Ls exposicién «Et pueblo tiene arte can Andes fue mantada en siulténes en varoa espcion el pats, para apoyar Ia iea de que tantién al arte era una forma muy podeross de conunicacién. 4 Tanto en el Museo de Balas artes, cono en el Museo de Arte Contenpersnee, pertene lente ale Universidad de Chl, aataban digas per artistas chan, 53 Los encuentras entre las brigadas callajeras, en eu mayoria confermadas por obreras y estudiantes, con los artistas de museo a galeria continuaron. En 1972, las 8RP con vocsron a los artistas a colaborar en un mural de 450 metros de largo, pintado colec- tivamente en los bordes del rio Mapocho. Entre los artistas participants estuvieron José Bales, Gracia Barrios y Francisco Brugnoli. En un gesto de reconocimiento mmutuo y sclesacralizacins institucional, el director del recién creado Museo de Arte Contemporéneo, Guillermo Niiez, invité a las brigadas a pintar os murales del recinto (Reyes 2012). El afo siguiente Fue la exposicién warts y ol arte contemporéneor, del Museo de ‘arte Moderno de Parts, Y unos meses después llegd «fl arte del surrealismor prove niente det Moma de Nueva York, En esta exposicién venfan pinturas de Roberto Matta y René Magritte, pero también ae destacé Ia presencia de obras de Marcel Ouchanp. Fn el mismo sentido, se presenté la exposicién homenaje a Piet Mondrian, «Moviniento Forma y Espacios y la sExposicién Tnternacional de Pintura Unctad TTT. Conservador Nemesio Antinezs, Hacia mediades de afo llegé Roberto Matta a Chile y realizé, entre ‘otras obras, la serie de pinturas sobre tela de areillere, utlizando cal y materiales de construccién del MBA. Meses después también lagé su hijo Gordon Matta-Clark, aconpafiado de Jeffrey Low. Natta-Clark realizé la prinera intervencién o cutting en un edificio, con unos cortes en los ductos de aire acondicionado, dejando abierto ln paso de luz hacia el tacho dal edificio. La expasici6n Sal6n de otorow, realizada por Cecilia Vieuka en 1972, Fue la demastracién de la radicalidass posible en un museo que incorpora estéticas afines a la posvanguardia y al arte conceptual. En la propuesta realizada, la artista llené una sala y la rotonda con hojas recogidas de! Parque Forestal. A un costado se exhibran los poemas de su libro Sabor am Sin duda, la exposicién més enblenatica fue aquella que se comenz6 a organizar en 1971 en tome a la «Operacion verdad, que supuso la donacién y envio de obras de artistas dispuestos a apoyar @ Chile para la Formacién del Museo de la Solidaridad.” Vale destacar que es la Unica iniciative an el mundo que ha supuesto la virtuoss ecuscién de epoyo @ una causa social, y le denacién desinteresada de los artistas que protagonizaron e! arte moderno y contenporsneo en e! contexto de a Guerra Fria. De ‘algtin modo, eu geste es una forma deliberada de apayar a un pale que para el wmapar de la CIA era per entonces wrajox. Los artistas estaban una vez mis representando en sus obras un espiritu Ibertario ue se hacta anélogo al apoyo al gobierno de Salvador Allende. Entre las donaciones al museo se encontraban obras provenientes de todas partes del mundo, aportadas por Pierre Soulages, Equipo Crénica, Alexander Calder, Sol Lewitt, Antonie Tépies, 5 S/n ee han eanlizodo varios exposicionas que dese el comiansa ce ls danaeracia supusleron recuperar las obras y el proyecto de nuseo, hube entonces un proyecto expositive fe Guillerno Hacnucs (2011) euyo fin fue aetunisa Ie problenstiene 36 Ins otras ol ahora Museo) i i Solidaridad Salvador Mlande, a través de un cantrapunte con abras de artistas contenpo- rineos de Chile (véase Machen 2011 Vilosmil 2012). 54 Pablo Picasso, David Alfaro Siqueiros, Victor Vasarely, Ligia Clark, Carl André, desis Sato, Joan Miré, Rafael Canogar, Titus Carmel, Eduardo Chilida, Carlos Cruz-Diez, José Luis Cuevas, José Gamarra, Sérvulo Esmeralda, José Guinevart, Lucio Mufo2 y Manolo millares, entre otros. La primera exposici6n Inaugural conté un volumen cer ccano 2 las quinientas obras entre grabados, esculturas, pinturas, cibujos y objetos, Y abrié al piblica el 4 de abril de 2972, con la presencia del presidente de la repi- biica, Salvador Allende, en el espacio correspendiante a la sede del Museo de Arte Contemporsneo, en la Guinta Normal. Sus pelabras para la inauguracién son coheren— ‘tea con esta conciencia histériea y la magnicud del gest: Muy estinadas companeras y estinados companerast Es para miun henor, muy significative, recibir a nonbre del pueblo de Chile estas uestras, estos cuadros, estas obras que nos envian, como expresién soldaria, uiero destacar que en la profundidad de las palabras y en ls belleza de Is Forma, come corresponde a un artista, el conpaftero Mario Pedrosa ha sefalado que este 8 €l rice museo de mundo que tlane un origen y conten de tan profundo Es la expresin eoidaria de honbres de distintos pueblos y razas que, a pesar de la distancia, entregan su capacidad creadora, sin raticencia, al pueblo de Crile, lenesta creadora de su lucha, ¥ lo hacen en los momentos en que también mi Patria es dlatinguide al seMalérsele cone el lugar para que se recnan representantes de 1141 psiees en la Tercora Conferencia de Conercio y Desarrollo. No 20l0 puebio de Chile, sina nuestros visitantes conprendersn, coma com prendenos todos, lo que representa para nosotros este estinule, esta expre~ Sn Fraterna, esta menifestacién comprensiva de los artistas del rundo. (ende 1972) Aldi siguiente La imagen del Palacio de La Monedat bonbardeado pude més que ail palabras y télex cenviados al redecior de! mundo. EI silencio ¥ la midez paralizaban ante Ia elocuencia de la hunareda, fa bandera ondeando en flanas filmada por Ricardo Correa, mientras los avianes sobrevelaban y disparaban contra el ecificio y quienes estuvieran en su inte- rior La gente corria despaverida por el centro de Santiago. En las calles laterales ccurria lo mista, y en el pais completo se diseminaba el terror. Las muchas indgenes ‘que se van encontrando aflos después perniten regresar 8 los acontecimientos treu~ nnéticos, y dasocultsr de manera real y sinbdlica las historias fantasmales y negadas, pore comprender lo que acontecié, minute a minuto, por aquellos dias. © Hasta el 11 Ge eeptiontre de 1973 estuvo vioonte la Coneitucisn Pltica de 1925, Trae 21 goine de estado, ia Junta Mita cicts decretes ley que rociticaron la carta fundamental con parte de as autoatribuidas facuttades leiclativas dela wunta de Goblerro. En 1976 se dictaron las Actas Canstituctanales y, fnainente, tras ol mnipulade platacite de 1980, a partir de 1981 Ccomenz6 a reir lo actus Constitucisn, explcitando en cada Cato los verses estados de excep én constitucional promugados, an los que se restringla o suspancia la vigencia ela garantias 55 El nisno dia 11 de septienbre, a cuadras de La Moneday a las 11:45 am, en Santo Daningo con Banderas, una persona apreté Rec y registré el sonide de las calles del centro de Santiago. La grabadora de cintas estaba puesta en la ventana de un apartamento, y desde ahfregistré peradéjicamente el interior de un cotidiano que intentaba sobreponerse a través de la cerenonia de preparacién de la mesa para 1 almuerzo. Del otro lado suenan los disparas entracortados por el Gitime Hawker Hunter; y abajo, las carreras y mas disparos que se scbreponen al sonido de la televi- sign que pone nasice Folelérica, que es interrunpide Frecuentemente por les informes de le uunta de Gobierno.” Podenos leer en un Bando Militar los verbos y el lenguaje de exterminio contenide en aus comunicados. 1 ara conociiento de Ia cludadania se expone una breve sintesis de laa princi~ pales actividades desarrolladas por las Fuerzas Armadas y Carabinaros hasta las 16,00 horas de Hoy 12 de septiembre de 1973, en a Guarricisn de Sontiago. ‘ocupacién del Palacio de Gobierno, con incautacién de gran cantidad de armas v explosivos. + Ocupscién y desalojo de la Residencia Presidencial de Toms Moro, con incautacién de gran cantidad de armas y exclosivas. + ccupscién del diario La Wacién, reduciende a extrenistas francotiradores, @ incautacion de areas. + Reduccign de extranistas y ocupacién del diario ctarn. + -Reauccion de extrenistas y ocupacion de la revista Punto Finak + Alanamiento del Depésito Clandestine eh Teatro Septienbre, + Ocupscign y alanationto oe Ia Universidas Técnica del Eatado, después de resis— teencia armade con renaielén de aproximaaanente 600 personas, e inaieacion de aran ‘cantidaa de armanenta y extranjeres. + ccupacten y alananiento oe Editorial auimantu. + Las FF. An, Carabineros @ Investigaciones se hacen un deter agradecer en forma ‘especial lo patristice actitud de la cudadnia crilena, In cul, en curplinienta 2 ‘centenaria tradicién denccrética y patristica en defansa de los altos intereses ela Patria, ha pernisido con su oportuna informacién, controlar y destruir estos importantes nicleos extrenistas, y tener actualizado el cuacro de los extrenistas extranjeros subversivas residentes, para linplar nuestra Patria de elements inde= seables que nada tienen que ver con nuestra tierra y erigen contin. Distritnucién Seatin Plan “B" Santiago, 12 de septientbre de 1973, (and W* 26, 2014)¢ ‘Anas cinco cuadeas de La Meneda, en calle Santo Domingo con Banderas, en el Museo Nacional de Bellas Artes estaba montada para inaugurarse la exposicisn de wTres grandes maestros de la pintura mexicana: Orozco, Siqueiras y Riberas. El eatsioga queds sin aistribuirse, pues, una vez acontecido el golpe, Nemesio Antine? vio desde 7 Eloetor Rann Puente Martinez ois martes 11 de septientre de 1973, resisted on una grabadora modelo Gelose 6.256 el pasa del tina avién y el respective honardea 2 Ls Moneaa, durante 45 sirutos (véase Jatz 2014). 8 Comunicaciin sobre in actividades de ln Fusreaa Armadas al 11 y 12 de septienbre ce 1972, Hay que aavertie que onite las dans instituciones 0 eroreass que fueron wocupadaey, U0 selecciand para este articulo aqua entisedas relacionadas con la praducci6n y dstriouciSn de eas, tales cone cries, reviatas 0 editoriaes. 56 a plaza que Flt inpactas, 1973. MB, Chi | ctpula del museo céno los aviones bombardeaban La Moneda, Ante ese escenario, Yy para rasquardo de las obras, dio orden de que se desmontars la exposicion y se retornara a la enbajada respectiva, al dia siguiente, al caer la tarde del migrco- les, tanques y tanquetas provenientes desde el Reginient Buin habfan cruzado el puente Loreto que atraviess el rio Mapecho, para jrigiree haste el frente del Museo Nacional de Bellas Artes. Se encendieron unos reflectores —seain la vecina testigo, Karen Plath Muller, y, acto seguido de un silencio, comenzaron los aisperes contra la Fochada del Museo.’ La orden fue disparer «contra los subversives y extrenistas armades que habia en au interiors, Solo ocho Fotografias (Castillo 2014) realizedas per Sergio Serthoud perniten apreciar parcial y significativanente los eviden- tes boquetes negras en los muros, mientras aprecianes también que en dos de sus galerias e expuesta la Coleccién Permanente cel museo, y las pinturas que fueron inpactadas: dos retratos fameninos evidercian los efectos de las balas punto 50 per— cuticos desde las ametralladoras instaladas sobre los tanques. Los impactos contra el Museo, el cierre de las editoriales, y la destruccion de libros y bibliotecas piblicas revel6 el estado de degradactén al que llegarian los militares y los aparatos de represian y, al mismo tiempo, represent6 la magritud de la barbarie 9 Ev Mercurio. consigns dos horas oe ercanbios de disparos, mientras que e diario 57 i a i : spect cl bat ent fechada da min refetrecon. tlorge ererenayer. elvico-militar que se planifies en Chile, en conjunto con ergenisnas interventores como la CIA.!*Y asf fue. Palabra y accién quedaran encadenadas a través de una treintena ce «Bandoss cade a conocer en menos de velnticuatre horas. Eatos suce— sivos informativos implicaron una movilzacién aplastante de los efectivos de las dis tintas ramas armadas, de tal mado que per aire, mar y terra el pais se vie acorralado y visilado en lo pablico, yen lo privado, @ incluso en lo intino, desde el momento en ue wen silencio y a escondidass, miles de personas por niado © paranoia, comenzaron 2 quenar libros de Neruda y de literatura universal. sos militares quemaban biblio~ ttecas y también lo hacian quienes tenian sufrir un allanamiente. Algunos, junto con sentir la muerte de Neruda come un nueve duele, debieron quemar al mismo tiempo: sus lioross (Montealegre 2014, 203). Esta breve cronoloala trégica, tras los primeros dies del goipe, sefala en el calendario 21 23 de septiembre. A dace dias del golpe, la Junta militar plarificé una puesta fen escena acompafiada de una coreogratia dantesca para dar a conocer desde la barbarie lo eejemplare de a linpieza y extirpacion del wedrcer marxistar de edificios del departamento Torres de San Borja de Santiago, un aconteciniento inédito y desconccido por muchos chilenos: el registro realizado por diversos camarSgrafos nacionales y extranjeros durante el dia 23 de septiembre de 1973, cuando la vunta rae raspecto cel controle intervencién de les pases elercidos spor orgarizaciones glcbales ‘que no depencien de ninain Estaco [u] Es toda la politica del mundo la que esta siendo socavads por las grandes enpresas transnacionales que atentan contra los palses en desarrollo (Allende 2008 119720, JL Es siotonstiea esta expresign del general galpista Gustave Lelaht, quan plaifies la pussts en esceno, Por ey porta, el snirante José Teribio Merino cc operacisn sion ee , consultado el 24 de septienbre de! 2014 Allende, Salvador. 1972. «Discurso de inauguracién del Museo de la Solidaridad, Disponible cen: , concultado ol 24 de septientre diel 2014, Allende, Salvador. 2008 [1972], «Discurso ante la Orgonizocién de Neciones Unidas, Video cisporible en: , consultado el 24 e septienbre del 2014, Albanirano, Carine, 2007. Retratoe ce Carlos Altamirane, eatsiogs de exposiién, Santiago de Chile: HNSA - Ocho Liseas. Archive chile, 2014. Seccién Documentos de la Junta Wiitary la Dictadura de Pinochet. Disponible en: chetp:/ /wwwarchivechila.con/entrada.nenl>, consultade el 24 de septienbre del 2014. Artishock, 2011, eIntervenciones Urbanas. ia del Detenido Desaparecidoe, er: Artishock, revista de arte contenporéngo. Entrada de agosto 30, disponible en: , consultado el 24 de septientre del 2014 anda N® 26, 1973, amunieaeih sobre Ine activsases ce las Fuarzas Armada el 12 112 de septiembre de 197%e, oisponibie ene nttps/ /www.arehivectiia.con, consulta €1 24 ge septionbre de 2014. n Biblioteca Nicanor Parra. 2014. «Proyecto Biblioteca Recuperads. Santiago de Chiles. Disponible ‘en: chttps//reeebibliotecanicanarparra.cl/exposicion-Hhoras~quenados~escondidos-y= recuperados-2-40-ance-del-aolpe/>, consultade el 24 de septienbre del 2014, Castillo, anén, 2014, Documental revela detalles del ataque al Sellag Artes en 1973, ‘en: La Segundo, 4 de septienbre. Santiago de Chie. castillo, Rams 2014, sPieza de divulsacin sobre Sibiotece recuperada. Libros quenados ‘escondidos y recuperades: 40 aos del golpe, Sontiago de Chile, Universidad Diego Portales. Videoalip 148” estucio srantmayer y André Pérez Retes. Cisponitle en: -enttee//wa.youtube.com/watendv~an-nleENXxO>, consultade el 26 de septienbre ‘el 2014. Cavallo, Ascanio, Manuel Salzzar y Oscar Sepdlvads. 1997, La historia cculta del réginen niflear. Meneria de una éecca, 1973-1988. santiago de Chile: Grijalbo. coasou, alberto (ed). 2012. Informe anual sobre derechos humanos en Chile 2012. Santiago de Chile: Centro de Derechos Hunanos Universidad Diego Portales. Duclos, Arture. 1995. £1 ajo de le mano, catsiogo de exposiisn, Santiage de Chile: WNBA. CGarcra-Saavedra, Soledad. 2013. strchivos secratos: Suspensién y desborde en la Biblioteca ea No-Historian ent human mignes / Copy Rights, Archivos visuales en la época 9 a desclasificacién, Santiago de Cries MAC. CGomez-Noye, Cristi. 2013. Hunan Rights / Copy Rights. Archivos visuales en fs época 0 1a desclasiticacion, Santiago oe Chie: MAC. Herzberg, Jia P, 1993, Historias recupersdas, aepectos del arte contempordineo en cite ese 1982, Santiago ce Chile: WNBA. arpa, Voluspa, 2012, Historia histeria. Obras 2005-2012, Santiago de Crile: Fondrt. slatz, Sebastldn, 2012, «colpe de estado en Chile 1973 en: The Internet Archive. Audio 24°41" Disponible en: , consutado el 24 de septienbre del 2014. Lope: G,, Loreto, 2009, we centros de detenciGn a lugares de memoria, ent Londres 36, ‘erchivo docunental. Disponible en: , consultade el 24 de ‘septiembre de! 2014. Mentesiegre, Hernén. 2014. «Cenizas de la nenoriat testinonios sobre censuras, ‘autocensuras y descbacienciay, en: Qjo con las cenizas, Vo. VET, n. 6. Santiage de Chile: Anales de a Universidad de Chil Mosquera, Gerardo (ed. 2006. Copiar el edn, Santiago de Chi Pore. Museo de la Memoria y los Derechos Hunanos. 2014. Santiago de Chie. Neustadt, Robert. 2012. Cada afar la oreacién de un arte social Santiago de Chile: cusrto propio. n Reyes Sénchee, Rigoberto. 2012. Arte, pottica y resistencia durante (a dictadura chilenat del CADA a mujeres por (a vids, tesis de Maestr‘a en Estudios Latinoanericanos. Disponible en: , consultado el 25 de septionbre del 2014 icmur, Paul. 2008, Le menoria, le historia, el olvide. Buenos Aires: Fondo de Cultura eons, Richeral Nelly. 1996. Mirgenes »instituciones. Arte en Chile descie 1973, Santiago de Chile: Flacso. ‘Sepui, lecques. 1973, Spseial chil, Prance Televisa, septiantra. Slsponibie ene , consultado al 24 de septienbre dat 2014. ‘Stonor Saunders, Frances. 2001. La CIA y la guerra fria cultura. Madrid: Oebate. Vilaseil, Algjancra. 2021, Revista de Aree Contenpordneo, nota del 19 de octubre, Disponible en: chee /ww. artichock.cl/2011/10/operacion-verdad-o-la-ver dad~de-la~operacion/>, consultado Joperaciin verdad o la vardad de la operaciéns, ent Artichock, 21 24 de septionbre del 2014 Wikipedia, 2014. wtnexo Menorialas 2 victinas de violacién de los derechos hunanes en Chiler, cen es.wikioecia.org, consultade el 24 de septiensre del 2014. ‘Yeguas del kpocalipsis. 2013, Le conquista de Anéricas Disponible en: , consulted el 24 de septienbre del 2014. 2uriea, Rail, 1982. wPastoraly ene Anteparaiso, Santiago de Chile: Editores Asociados. 3 POETICAS DEL DUELO: MEMORIAS QUE OCUPAN LA CIUDAD Vietor Vich Ss nan” ae. ND UD)” ”._ ln a Sn Se oe Todavia san muchos los que ne quieren aceptar hoy que los sucesos que ocurrieran fn el Per deberfan ser un punto de ruptura entre un pais del pasado y otro nuevo por construir. Algunos ain sostienen que las causas de la violencia solo tienen que ver ‘con la decision de Sendero Luninoso (SL), un grupo que deciais levantarse en armas, y que, efectivamente, atacé con extrena crueldad y sin compasion. Sin enbargo, resulta claro que caracterizar tal problema cbviando las condiciones que produjeron lo sucedido y las dimensiones histéricas de los actores en juego es una cequera ideclé~ ice que urge combetir. Afirmar, por ejemplo, que unos agredieron a la sociedad y que otras tuvieron que defenderla, es una interpretacién cémoda que obstaculiza la autocritica y la cons— truccién de algo nuevo a futuro. Lo que sucedié en el Peri fue extrenadanente grave (setenta mil muertos, quince mil desaparecidos, selscientos mil desplazades, cua- renta mil nifios huérfanos) para considerario un hecho del que solo un lado fue res~ poneable, y obliga @ conetruir una ética de la memoria en la que todes los cludadanos: deberianos ser autocriticos sobre nuestro papel pasado y presente. Carlos Ivin Degreaori lo ha puesto en estes palabras: Pero si bien nuevos estudios sociales y creaciones artfsticas van arrojando més laces sobre el ciclo de violencia que vivinos, el enigna sobre lo que fue St no ‘ect del todo develado, Su dirigencia nacional y au dirigante méxino fueron los responsables fundamentsles del bafo de sangre que sufi el pals. Paro, a mismo, ‘tienpo, SL fue un fenémeno profundanente peruano. Sus integrantas no fueron un conjunto de alucinadas que cayé del clelo. For ello sigue siendo indispensable ‘adentrarnos en a tistori y en la cultura de nuestro pals para estar alertas ante ‘estas deblidadas histéricas y actusles: nuastras desiqualdades persistantes, las citerentes exclusiones, desprecios y rencores Is politica entendida como cconfrontacisn y, ahora, come negocio; el abandona de a educacién pales; las vielas y nuevos Formas de violenela que nos siguen agobiando. 2021, 14) En ese sentido, resulta urgente afirmar que la violencia fue un punto finite en la his toria peruana; vale decir, un momento que revelé ol fracase de un Estado nacional bacade en di rentes tipo de exclusiones sociales. En la historia del Peri es muy Sintonético, por ejemplo, que el siglo XIX 2 haya cerrado con el Famoso eDiscurso el Politeamas de Manuel Gonzalez Prada, y que al siglo siguiente (el XX) haya concluido con otro ciscurso del nismo calibre: el que ley6 Salomén Lerner el dia de la entrega el informe de la Conisién de la Verdad y Reconciiacién (CVR) Un andlisis de los dos textos muestra importantes puntos de contacte: ambos dieron cuenta de la ausencia del Estado en los Andes peruanos; ambos criticaren a una clase politica corrupta e ineficiente; y ambos subrayaren ls permanente exclusién del grupo indigene del proyecto nacional. Be hecho, Judith Butler (2006) ha sostenide que una nacién solo puede definirse cuande somes capaces de llorar la muerte de los otros, y cuando se activan un cconjunto de polfticas institucienales para que el horror no vuelva a suceder. 16 El duclo —afirma la autora— implica el reconociniento de que sienpre estamos inpli~ cados en vidas que no sen las ruestras, pero que nos involucran plenamente porque ‘somos parte de una comunidad. €1 duelo —para Butler—es un acto politico mediante el cual el cludadano reconoce que es mucho més que si mismo, Elaborar los problemas inplica tener conciencia de ellos. 1mplica también el intento de contrarrestar la tendencis a negar, repriniro repetircieganente, y nos capacita para agquire una perspectiva que permita un control yuna accisn responsable, sobre taco, la que incluya un modo de repeticisnrelacionado con ls renovacion de la viaa en el presente. (Lacapra 2009, 71) En este ensayo me interesa pensar cual es la Funcién politica del duelo-en un esce- nario, como al actual, caracterizado por una permanente satanizacién de todo el oviniento de derechos humanos y por Ia Falta de concciniento de muchos peruanos sobre el conflicte armado adn hoy. Denomine «poéticas del duelos a aquellas inter veneiones en el especie paiblice que tienen cone Finalidad llamar le atencién sobre los peligros de evadir 0 reprinir tales hechos. Se trate de eventos que surgen pare dis- tanciarse de cualquier triunfelisno que eluda las deudas pendientes, y que insiaten, una y otra vaz, en la necesidad de continuar procesando lo pear del pasado. Las poéticas del duelo sacan a la luz temas profundanente incémedos y se proponen interpelar a los ciudadancs de mtltiples maneras. Uno de estos temas, por ejemplo, es cel de las desapariciones forzadas que sigue siendo un hecho evadide —y ocultado— 'por las autoridades oficiales. Se calcula que fueron més de quince mil los desapareci— dos en a! Perd y, por ejemplo, el Equipo Peruana de Antropologia Forense (Epa) sos tiene que todavia existen alrededor de cuatro mil fosas conunes, lenas de cadéveres, sin investigar. Aunque llama la atencién la poce visiblidad que este tema tiene actusinente en la esfera piblica nacional, en los ditinos afios se han venido activando un buen niinero de intervenciones destinadas a neutralizar un discurso oficial irresponsable y por momentos perverso. El objetivo de este ensayo es conentar tales interrupciones sinbdlicas. Koren Bernedo #s una ertista visual que en los Gltimos afios ha insistido en que la ‘actual sociedad peruane sigue sin reconocer que como sociedad ha surgido de lo Violencia politica. Junto can otros artistas, Bernedo es parte dal Museo Itinerante ppor la Memoria, un proyecto que desempera un papel sustancial en pronaver desde cel eepacio pablica una discusién sobre los efactos de la violencia paltiea en el Per. Su intervencién Trénsito a la memoria consisti6, nada menos, que en inerinir las ‘fotos de algunos de los desaparecidos en el reverso de los boletos de una empresa 7 de transporte que circula por la capital. $i por un lado el boleto mantenfa su dia~ {granaci6n habitual (el nombre y el logo de la empresa, él nGnero, el tipo de pasale, ete}, por el otro, desconcertaba al pasajero, pues en su lado opuesto aparecia la palabra sdesaparecidos y una Foto con algunos datos sobre la circunstancia de la desaparicién. Nade és claro que esta intervencién pera explicar por qué el arte ha venice defi- nigncose como une interrupeién destinada @ alterar el sentido de lo cotidiana, Como ssabenos, fueron los Formalistas rusos quienes subrayaron que le Funcién del arte con— sistfa en destaniiarizar la realidad erdinaria para neutralizar los habites culturales. El arte —sostenfan elles— deforma la realidad para decir algo mucho mas potent ‘sobre ella misma. Recenstruyanos la escena: un pasajero se aube a un microns, com pra su bolato y, de pronto, se encuentra con que ese boleto-esté edeformador, y como tal lo enfrenta al tama dela violencia politica. Aunque ese pasajero ya tenga una posicién derinida sobre el asunto, lo cierto es que el objeto lo inpacta por la foto y Por los datas de acontecimientos que se registran en él someranente, Es decir, una constatacién de lo irremediablemente perdido interrumpe la inercia cotidiana, pues el pasajero se encuentra de repente interpelado por algo que viene de un lugar desconocido, pero que logra inponerse con muchisima fuerze, Interrumpiry len este caso, significa encontrarse ente un objeto donéstico (un simple boleto de ‘autobGs}), pero que tiene la fuerza para recolocar al cludadano en medio de la histo- ria reciente del pais. En efecto, esos boletos traen la historia al presente y activan algunas preguntas en el pasajero: Zpor qué lo mataron?, Equiénes lo hicleron?, zhay inde muertos? Pero eurgen ctrae preguntas también: Zpor qué han puesto esto en ri bolate?, 2quiénes lo han hecho? En realidad, la pregunts por el ndmero de desapsrecidos durante la violencia politica sigue siendo difiel de responder y fue parte de le investigacién de este proyecto. Karen Bernedo trabajS meticulasamente en los archivos de la Defensoria del Pusblo Yahi pude elanorar una primera lista, pero sin Fotografias y sin mayores dates sabre 78 facoe de trenaporte pilico(anverso y rversoh aren ternede, Trénaito a a menor: ote cartes de ‘vteren seta; Testo a memoria: 2004 tnpresion de bole de transporte pltica rats iroveros) Fotos eortesa de! ‘arb bs ontion ata eles da

También podría gustarte