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ener Editorial a PRESENTACION Controamérica y nosotros 5 Jaume Segura Socias |. CENTROAMERICA HOY: RETOS Y DESAFIOS Desatios y dilemas centroamericanos en los dltimos 25 afios 9 Miguel Gutiérrez Saxo La evolucién de la violencia en centroam: Enrique Gomariz Moraga 1a: prinefpales nichos y mapa tipolégico 19 Defensa de la tregua on El Salvador 36 Paolo Liers Racismo y genocidio, dos caras de la misma moneda av Marta Elena Casaiis Arzi Ignacio Ellacuria: una vida que transforma 55 Héctor Samour La crisis de los menores migrantes en EUA. Los nifios no se van: se los llevan 63 Oscar Martinez La Politica Regional de Igualdad y Equidad de Género en la Regién SICA 2 Micsatis Rivas Pefia Renovar y progresar: el proyecto Inacabado de la sociedad civil centroamericana 81 Franciaco Santos Cartlo EI acuerdo de asociacién entre la Unién Europea y América Central: mucho més que un acuerdo comercial 80 Javier Sandomingo Imperatives del Proceso de Integracién en Centroamérica 96 Mauricio Herdocia Sacasa 1. SOCIEDAD INTERNACIONAL EN MUTACION La violencia sexual como arma de guerra. La Cumbre Global para Eliminar la Violeneia Sexual en los Conflictos 104 [Antonio Gabriel Rasén Alonso Verano 2014 NP113, 4 Ill, OTRAS DIMENSIONES DE LA PAZ La electricidad y Ia cohesién social 4 José Jaime de Domingo IV. AGENDA DEL MOVIMIENTO POR LA PAZ vat \V, BIBLIOGRAFIA Rovista do Revistas 128 ‘Alex van Arévalo Salinas TIEUPO DE PAZ no se hace responsable de las opiniones expresadas por los autores. (nokrcor isonca Co) ta nen ens ee Sel Cres Ch Mae SoS Ewer ne Era Fane see oot Gees vanens,Waruel Guo, Jan atresia gue vay Naoko pet Uae SEA hg Re edocs Cenc osreb ow nr | 2 NP113 Verano 2014 Ignacio Ellacuria: una vida que transforma HECTOR SAMOUR Departamento de Filosofia Universidad Centroamericana José Simeén Cafias San Salvador, El Salvador Resumen A285 afos de eu asesinato, al aticulo desta- ca los principales aporiesIntelectuales y polt- 08 de Ignacio Ellacuria. Se protonde asi ha- ter un homenaje a una fiqura central en el pro- eso soclo-politico de El Salvador en las limes déeadas del siglo XX, sobre todo en ei esenlace da la guerra civil en ese pais, que Culminé en el acuerdo de paz de 1992. Su ‘oncepelén de universidad, el rol del intelec- tual en una sociedad cividida y contrapuesta ‘su vsi6n de la funcién liberadora de la floso- fia, su crfllca a les ideologizaciones que blo- quean proceses do emancipacién y su concep: Gin de la historia como realidad, son los prin- cipales temas que se abordan en el articulo. Palabras clave: universidad, funcién libera- dora de la filosotia, ideologia, praxis, libera Cin, historia, derechos humans, guorra civil Verano 2014 NE 113 Abstract 25 years after his assassination, the anicie hightights the major intellactual and politcal Ccontriutions of Ignacio Ellacuria. The aim is to pay tribute to a central figure in the socie-pollt- {cal development of El Salvador In the tast de- ‘cades of the twentieth century, especially in the foutcome of the civil war in that country, culmi- nating in the 1992 peace agreement process. His conception of university, the role of the in tollectual in a conflicting and divided society, his vision of the liberating function of phiio- sophy, his enticism of Blocking ideologizations. processes of emancipation end his conception ‘of history as a realy, are the main topics ad- ‘crossed in the article Key words: university, liberating function of philosophy, ideology, praxis, liberation, history, human rights, cil war 95 Héctor Samour Hace 25 afios, gnacio Ellacuria fus asesina- {do en au inmensa universidad, por un coman- do del ejerato salvadorefo. Era el amanecer ‘del 16 de noviembre de 1988.” La noticia se ‘esparcié por el mundo y et mundo fue atrave~ ‘sad por la indignacién y el estupor. Tras la ‘sangre da los gels jesuitas y de las dos muje- res, derramada en el alma mater construida por al infelectual, sus equipos y su tiempo, el olapeo de ia Litima fase del velo régimen di tatorial, en plano conficto armado, enttd en su Inevitable etapa final? Estos asesinatos fueron irracionales © injustificables, y provocaron la condena de la comunidad internacional, la sus Pension de la ayuda militar y del apoyo poitico stadounidenaa del cual gozaba el ejrcito. EI Congreso de los Estados Unidos se negé a se ‘ui fnanciando la guerra en & Salvador, for- Zando @ los miltares a aceplar at proceso de Gidlogo-negaciacién, que eventualmente con- ‘ujo a una drdatica reduccion del poder que tracicionalmente nabian tenido las fuerzas ar- madas dentro de la sociedad salvadorefa, Una universidad distinta Sin la UGA no es pensable ese hombre muli- ‘dimensional, © mejor, transdimensional, que fue Ignacio Elacuria. £1 Hlésofo, ol te6logo, el hu= ‘manista, el analsia de la realidad socio-poltca, 1 sacerdote, el hombre de paz, el intelectual, of hombre de la praxis histériea, no puede ser ‘comprandido sin su universidad. El conoci6, vie Yio y aprecié muchas universidades de distntas parts del mundo, pero la UCA fue su espacio formative, Su habitat creativo y su fortaleza, no su relugio, sino su exposicién a tos mundos de Fiesgo, sean esos politicos, intelectuales, aca Uémicos, de pobreza, de exclusion ylo incluso millares, Es decir, a mundos histéricos que ‘omprandié y que transform. Desde su univer- Sidad, Ellacurla transformé realidades, perso: has, grupos, inatituciones, mentalidades, pollt- ‘cos, hombres y mujeres de todos los sectores, Hasta se eambié constantemente sf mismo, En la UCA pasé una buena parte de su vida: ‘ahi energi20 teorias, reflexiones de larga data, ant viviios compromises, ahi debia encontrar su muere, sin ceremonias ni despedicas, por- {que todavia él esta ahi en cada color y en ca- {a ara respirado por esa comunidad univers tarla,inspirande a las nuevas generaciones de Jeauitas ylaicos, para no cejar en construir una Universidad distin, orientada al cambio social ya ia liberacién de las mayorias empobrecidas ¥ excluidas, © como é! las denominaba, las *mayorias populares". = Para Ellacurla, la universidad no era un ‘campo de batalla, un lugar para campafias ppolficas, una retaguardia para la accién de Tos politicos, pero tampoco era un espacio apolitice y neutral, organizado unicamente para formar profesionales, segin las deman- ‘das det mercado laboral, La UCA era un es pacio para la critica de la realidad social 6 hietérlea, pero también de elaboracion de ropuestas conerelas y viablas para el logro {de Una nueva vida. Era un espacio para ejer- fear una critica con el fin de introcucir racio- rnalidad an el proceso socio-politico*, tenien- {do como ebjetive la transtormacion de ta s0- ‘cledad, de la pols y de los ciudadanos, en a busqueda del logro de una vida buena, al mejor estilo de la labor soerdtica que tanto admiraba.* La universidad, el pensamiento, el saber y fa cultura evan para Ellacurta la forma de com pprencer y abrir nuevas perspectivas de futuro fundadas en Ia inteligencia, on resultados de ta invastigacién socio-histériea, en el desarrollo {e las cienclas, de las técnicas, de la teologta, {Is flosofia y su interminable bésqueda de la verdad, para la piena humanizacién y felicidad de los sores humanos en una sociedad con- ‘creta, Por eso Insisto, desde los afios 70, en ‘constituir una universidad al servicio de la’ so- tiedad, acompanando a los pobres y sus lu ‘chas en sus Feivingicaciones més sentidas, buscando lluminar los caminos que doberian transitar para que pudiaran lograr su liberacién detintva Se debe construir una cultura tiberadora -decia Ellacuria~ para no éejar “la historia de N® 113 Verano 2018 E=4 Ignacio una vida que tanstorma un pueblo en las manos exclusives de fos cul- ‘adores poilticos del pueblo, de los cultivedo- yes que Duscan el poder (supuestamente) para I pueblo, ya no cigamos de culivadores de tro corte paltice’” La cultura de la universi- {dad debe ser una cultura que rompa todo vin- Gulo de dominacién, "una cultura que avance hacia una liberaci6n siempre mayor, pero una tultura realmente vivida en cada paso del pro- En esta linea, Ellacuria era infatigable, siempre actuando, siempre animando a sus estudiantes, a sus colegas y colaboradores, para comprender la realidad nacional y actuar Gesde Ia universidad, sin que ésta perdiera su Sspecificidad. "La UCA deberia sar la mejor tiniversidad del mundo en el conocimiento de la realidad ealvacorena’, decfa con humildad, humor y conviecién. Crileaba a las univer aces que se convirtieron en corredores y las de parlides politicos o de organizaciones poliico-militaras desde donde so organizeban ranitastaciones y protestas callejoras, en las que su vida cotidiana era la mera reproduc: ién acritica de ideoiogias y de paniietos. Po ro también cfitieé a las universidades que se Ccentraban en sf mismas, pretendiendo perma- hnecer ajenae al aconterer social y politica, sin tratar de incidir positivamente en el proceso Fistérico del pais, para el logro de una socie- dad mas justa, mas incluyente, y por ende, ms lore.* La univarsidad que dejé Ellacurla y su equi po es ahora un madelo de centro universiario Serio, tanto en lo académnico como en la inves~ tigacion, al servicio de un pais y de une regién, {de un mundo ineandescente en forma perma: rnente que nunca dejaré de estar en ebullcion ociopolitica, En este contexto, a universidad ‘debe volver permanentemente no al pasado, al ‘que Ellacurla ponderaba pero no le rendia cul- to, sino a la realidad histérca’, que tunde tos distitos tiempos para efectuar acciones, se- ‘gin la postolidades reales, que leven a mas Vida y que permitan ir superando procesual- mente [a injusticla estructural que abate a ruestras eociedades. Verano 2014 NP 113 La critica de las ideologizaciones Hay que mencionar también al Ellacuria fié- ‘gofo que en forma riguiosa erticaba las ideoto- fizaciones que olrectan una imagen distorsio- fhada y falsiicadora de la realided, legitimando ¥ justiicando asi ol estado de cosas presente. Sila univarsidad debe ser crtca, sila UCA era y debe ser critica 28 porque ot filésoto Ellacu- ia era critioo y ereatvo. En realidad, Elacuria tho 89 oponia a las ideologlas; él pensaba que ‘como estruciuradoras de ides, valores y pa- ‘siones, son necesarias para las propuestas poiiticas movilizadoras y juegan un papel fun- Gamenial en una praxis liberadora"®. Alo que 80 oponia era a las ideologizaciones que he~ ‘con pasar por real, Io que sélo se queda en mera formulacién absiracta @ ideal, encubrien- {60 y legtimando ast el mal comin" dominante fn ia sociedad. Las ideologizaciones son fenémenos que re- presentan un obstéculo serio a una praxis ibe- fadora, debido a que estén en estrecha vincu- facién con realidades sociales muy influyentes. ‘ona conliguracion de la conciencia colectiva y {e las coneiencias individuales. Estas ideologt Zaciones se materializan en las constituciones, fn inetituciones sociales como el ejército, laf Illia, fas iglesias, las escuelas, las universida~ dos. os partidos politicos y los medios de co- municacin, y ee cifunden a la poblacién por fos mas diversos canales, provocando que se ‘generen conciancias paralelas apenas interac {uantes entre lo que ee dice protesar y lo que realmente se ejecuta, © conciencias Interac- {uantes, pero donde s6lo se permite expresar la realidad on un lenguaje que Ia idealiza y la justfica, ocultando lo que en realidad es "sucio Y deformante”.!® Por eso decia Ellacuria que el tenémeno de la ideologizacién nos enfrenta “con la nada con apariencia de realidad, con la falsadad con apariencia de verdad, con el no ser con apariencia de ser’. Es esto justamen te lo que hace necesaria la accién negadora, la erilea, que es algo consustancial al genvino ‘quehacer filasético, para barrer con lo que de “hebuloso” hay en el émbito de lo ideologizado. y posibiitar asi la develacion de la realidad y ov Héctor Samour Eq poder afirmaria en su fundamento, romp¥endo fon el "falso fundamento de la faisa cealidad {que 52 nos quiere imponer en distintas formas. de ideologizacisn”.* Ellacurla consideraba esta tuncién critica de la fiosotia como parte esencial de una forma ‘copecial de hacer fiasotia que él denominaba “uneién tiberacora de la Hilosofia", que no es lo mismo que una “Tlosofia de la liberacién’,'® y ‘que consideraba fundamental para lluminar y ‘acompafar criicamente una praxis de libera ‘ign, én el sentido de que al ejercicio dosideo- lgizador permitiora vislumbrar, a partir do la critica de lo existerte y de las Ideologias que Jo legtiman y jystiican, nuevos horlzontes de transtormacion de la realidad histérca, a partir do las posiblldades objetivas que se olrecen fen cada situacién histérca 0 en cada época."* La tberacién fue ot gran tema y ol proyecto de la vida intelectual de Ellacuria. La fllosotia, ala cual dadicd toda Su vida, era un factor e5- tratégico para efiticar, Interpretar, luminar y ofrecer modelos alternatives de sociedad para Incldr en la transiormacién de la realidad his tériea centroamericana y latinoamericana. La filosofia era parte de su vida, que se nutifa de la realidad y quo la ullzaba para ejercer la cxt- tiea y la creacion. En primer lugar, Ia critica contra las ideologizaciones y de todo aquelio ‘que an el dmbito de la conclencia colectiva det Cuerpo social ocuite 0 deforme ta realidad con fl fin de ustificar y legitmar la Injusticia estruc- tural. En segundo lugar, a creacidn en la pr dduccién de teorfas y propuestas novedosas, que orienten y acompafien acciones liberado- ras, sogin el contexto y la situacién concrota, sobre la base de un andlisis muy riguroso y critico de la realidad socio-historca. Lejos de Convertir ala flosofia en una mera préctica profesional o en una mera especulacién vacia, abstracta y ahistérlca, para Ellacurla era un) modo de vida que se transforma on liberadora {ol sujeto que reflexiona y la construye, ya sea ln individuo 0 una comunidad, si es que se ejerve con autenticidad y rigor intelectual, y se fasumen con honestided las exigencias de la Fealided conereta, desde Ia que se flosola. En sus escritos politicos se puede aprociar con claridad la aplicacién de esta concepcion liacuriana del quehacer flosstico™. En dichos fescttos, Elacuria procedia a un andlisis critica de las polticas econémicas, de las estructuras sociales, dol Estado, del derecho, del marco ‘constitucional, de las fuerzas armadas, de los procesos electorales, de las ideologias polt- ‘eas, del conflicio armado, Se tretaba de un lercicio desideologizador, en ol que ponia en ‘cuestidn los multiples elementos ideologizados ‘Que influian en la configuracién de la realidad ‘salvadorefia de la 6poca. Pero a la vez que re- alizaba esta labor critica, Ellacurla estaba siompre atonto a descubrir posibildades para la solucién a los principales problemas y abrir huevos eaminos para hacer avanzar el proce: ‘60 salvadorefo, en un equilbro dificil entre ta Ltopia de la iberacién de las mayorias y aque- lo que era posible en cada fase del proceso. Esto tue particularmente claro en relacién ‘con el confieto armado, y en sus estuerz0s por ‘concretar un proceso de dislogo-negociacién ‘que primeramente humanizara el confieto, y ‘que después hiciera viable su finalizacién. En festa sentido, su tesis sobre la “tercera fuerza’, fue muy pertinente y muy discutida por las par- tes contendientes, cuando Elacuria la lanzd fen el ao do 1986," Ellacuria sostenia que, a pesar de que ambas paries se habian rees- ‘nucturado y foralecido para conseguir sus ob- Jetivos poltico-miltares, ninguna de ellas hax bia consequido debiltar ala ata: por el contra fio, 22 hablan potenciado, Si esto era asi, era ecesario ~sostenia Ellacuria—, hacer algo cualitativamente nuevo que no fuera en la li rhea de robustecer a una de las partes en con- ficto. Su propuesta se basaba en el hecho real de que la mayor perte de la poblacién y un bbuen grupo de importantes fuerzas sociales deseaban una solucién distnta a la de la gue- tra, Por qué no aprovechar la fuerza de ka £0- ciedad para obligar @ conciuir la guerra, para afnir medidas provisionales mientras no ge f= nalice y para encontrar puntos fundamentales ie acuerdo para empezar a resolver las cau ‘a9 esiructurales que dieron origen al contic to? Era claro que Ellacuria no estaba propo- NP113 Verano 2014 riendo un tercer partido politica que entrara en [a contienda ni mucho menos una “Yercera via" sino que estaba epelando @ la fuerza de la so- Ciedad oivl, de los sindicatos, de las organiza- Giones no gubernamentales, de las iglesias, de fa pequofa y mediana empresa y de otras or- {ganizaciones populares no alingadas con 6 FMLN, oon el fin da que, en un proceso nego- ciado, esta fuerza de la sociedad ejerciera pre- ‘sién para finalizer el conflcto armado, defen- er los intereaes de las mayorias populares y semocratizar ol pats. © Loe miltares y los grupes oligérquicos de la época creyeron que Ellacuria era un guerre fo. El alto mando del ejércto que ordané su ‘azasinato, lo hizo creyéndolo eso, un promotor e la violencia, Pero no era asi. Elacuria era tin hombre que queria y que buscaba la paz. Organizé ensue times afios a grandes sog- mentos de la socedad para que se moviizaran por la paz e Intent consirur puentes pare que {terminara una guerra empantanada y produc tara no sélo de una violoncia caduca, sino tam: bién de pobreza y de exclusion social, que ir ricamente era lo que perseguian erradicar ios Girigentes insurgentas, en la guerra civil anton. (098 en marcha. Posteriormente, entre 1990 y 1991, cuando ‘ambas partes en conflicto empezaron a caer fen la cuenta no sélo del empate miltar, sino también de la presién abrumadora del puedio salvacorefio a favor de Is paz y de la neces ad de un acuerdo negosiado, la tosis de la tercera fuorza de Ellacurla empezd a tener asi ‘oro en la realidad y mostraba la racionalidad {de Su propuesta, que en el momento que él la formulé, no fue valorada adecuadamente por Jas fuerzas contendientes. Al inal, el tiempo le do la razén. La realidad histérica como ambito de la liberacion FI fideofo Ellacuria sentia una inmansa pa- sign por la historia que abarca todo lo real. Pe: To no bugeaba tnicamente el dato historico, Verano 2014 NE113 Ignacio Ellacuria: una vida que tansforma, hacer mera histariogratia convencional, para simplemente describir acontecimientos pasa- dos. Eligcuria buseaba influir en olla, intervenir fn la realidad histériea quo, desde su concep- cin filoséica, era una realidad unitaria, abier= fa, dinamica, qua tiene nodos y redes sobre los cuales hay que actuar para modificaria ddosde sus “goznes estructurales’.* Este acento en lo estructural puode parecer que soslaya lo personal, o que minimiza su im= Portancia, pero lo que hay que entender es que la reulizaciGn de lo personal no puede Concebirse realistamente al margen de lo es- tructural. La pregunta, entonces, es qué es- tructuracién de la sociedad permite 1 desarro- Ilo pleno y libre de Ia persona humana y qué accion personal en la transiormacién de las tetructuras debe ser la de quienes en ella par- ticipan, La liperaci6n, para Ellacuria, se refiere, or consiguiente, lanto a las estructuras como 6 las personas. El andlisis cieniico de la reall- ‘Jad, por su mismo carécter, leva a center la ltencién sobre males estructurales y reformas. fstructurales, para el andisis losotico y teolo- ‘ico muestra que las dimensiones y las reall- dades personales son tambign momentos im= portantes de las estructuras histéricas, con tuna entidad propia y una celativa autonomia, y ‘ue, por tanto, no pueden soslayarse en la ta~ fea histériea de iberackin ** Expresado de otra manera esto mismo, se puede decir que la ac: Clon libsradora debe pretender la liberecion y la realizacién pereonal, pero ésta no se logrard de forma realista si no se enmarca dicha ibe: racién en la construccién do nuevas esiructu- fas que oxijan el comportamiento libre y pleno {e las personas, La reforencia al cardcter estructural de la historia pone en claro la necesidad de la inter- vencién humana, directa © indirecta, para que las estructuras histérieas posibilten la humani- Zacion de los sores humanos, una vez que es- {os las hayan humanizado. La historia, en la vi- sién ellacuriana, no e2té regida por loyes © fesencias Inmutables, ni asta drigida por ma- cro-sujetes que la orlenten teleolégicamente hacia un determinade fin, La historia est dina~ 59 Ex | mizada por la praxis opcional de individuos y Se colectivos sociales, sobre la base de las po- fiblidades reales con las que cuentan en cada situacien o en cada época histérica, y nunca fsetd garantizado ol éxito de las opciones o de- Gisioses que asuman en un momento determi= fhado, en términos de humanizacién o persona {izecién.® De ahi 0 cardcter ambiguo del pro eso histérice, que puede humanizer o ‘Geshumanizar a los seres humans, Puede ser principio de Hbertad, pero también de opresion; puede ser principio de verdad, pero también Ge mentia y falsedad; pueds ser principio de luz, pero tambien de oscurdad:; puede ser, en delintiva, prinepio de creaciin de realidad, pe- ro también de obstruccién y de regresién, No hay garentias trascendertales que aseguren el progreso humane en la historia. De ahi que Bhhacuria insisia en la necesidad de proguntar- se “en cada caso cual os ia indole del proceso, {qué julcio merece, en qué etapa esta y como Se puede colaborar a su marcha’, para ilumi- nary acompanar praxis emancipadoras.*? Para. blo bora necesaria hunear la explicacion més. facional y cienitica posible, no dejéndose le ver ni de las aparioncias, ni do los prejuicios Ideolégicos, ni de otro tipo de Factores cistor- slonantes en la captacién de la realidad de los hechos. El punto de partida de los andisis etlacuria- nos fue la nagatividad que se da en la realidad histérica, para desde ahi preguntarse por as posibles soluciones ave permiieran ila supe- Fando hisGrlcamente através de procesos teo- ‘ico-prexicns de emancipacién, que se configu: arian come procesos suparadores de la nega: Gién, 0 de negacién de la negacién, en un Sentido ckaléctico. Frente a las proclamaciones fbstractas » ideologizadas del bien comin, co- fro un bien general, Ellacuria sostenia que lo {que en realidad se da es el maf comuin.* €! inal comin” es el estado roal del mundo en e! ‘que Ia mayoria de la gente esta esiructural: hente mal por el mismo ordenamiento de las Condiciones de vida de ese mundo. Se origina 2 partir de estructuras injustas que dificultan tna vida humana y que, por tanto, deshumant ‘an ala mayor parte de qulenes viven somet 60 08 a ollas, y 80 plasma on una injusticia inst- tuotonalizada en las ieyes, costumbres, ideolo~ ‘91a, y en el resto do dimensiones do la vida Social. Frente al mal comun, ast detinido, sur- {9° 81 Bian comin come una exigencia negado- a de esa injusticia estructural o institucional, Esto le leva a Ellacuria a considerar que las elementales oxigencias contenidas en el pro- ‘rama de los derechos humanos son, en reali= Gad. una necesidad pare posibiltar la actual zacién histérica del bien comdn. En la situa- ‘cién determinada por el mal comin y an la tension que ella proveca con el bien comén Ueseado, se tundamenta, para Ellacuria, la fexigencia de reclamar los derechos humanos, ‘coma un reciamo conereto de la necesidad de hhacer realidad o! bien © de aloanzar historica- mento el bien comdn. Los derechos humenos, ‘deede la perspectiva del mal comin dominan- te, las muestra como ol bien comin concreto, {que debe ser buscado en la negacién supera- ora del mal comin, que es una situacion en Ja que gon Violados permanente y masivamen- te los derechos humanos.”* Violacién de los ‘erechos humanos que se da en la actual civie lizacién del capital, como resultado de la ruptu ‘de la soldaridad del género humano, que lleva la absolutizacién del individuo, de la clase social, de la nacién 0 del bloque econs- ‘mica, por encima de de todo lo demas y de la humanidad misma En este contexto, el ioe ralismo es la ideologia que legtima y justifica festa situacién, y da coberture juridica y formal @ las libertades de las élites ricas y privlogla- das, que procuran a, su vez, que no las consl- ‘gan otros, raspecto de alla, “por sucesivos y ‘més complejos procesos de iberaci6n””” Amodo de conclusion Ignacio Etiacurla dedies su vida y su pensa- ‘miento a interpretar loe eignos de los tiem- pos” para conocer lo que ceurre en realidad, fo que fluye en el dinamismo histérico, y ev= {ar las catistrafes humanas que se nos avecl- nan, orientado por un herizonte de plena po- sitividad, ya sea Ie utopia © el reinado de NP 113 Verano 2014 E=4 Ignacio Ellacuria: una vida que tansforma: bias, come dirian los académicos y los tedlo- ‘goe respectivament, La vide préctica de Ellacuria tue impresio- ante. "Fldsofo ce nacimiento’, tedlogo por su Gimensién eristiang que, con su touch flosét- 0, Io llevé a eer el te6logo de su goneracién ‘eonocedor de la pollica por necesidad histor Cay por Solidaridad y madiador entre los gru- ‘os enfreniados en la guerra civil de El Salve- Sor ¥, también, Ellacurla fue un mtr por ex feolencia, es decir un “lestigo” de su tiempo, ‘on gran fervor y amor erstano, que hacia dei fnordaz y eriteo Ellacurfa, un aprendiz de brujo fon una turbulenta reaicad donde aprendia con ‘na inmensa hurilded. "A los 25 ahos de su asesinato, la obra de Ellacuria, la vide de Ellacuria, el ejemplo de Ellacuria, of legado inmenso de la compasion de Ellaourla, la uerza de su mensaje de cara al futuro, debe ser relomado y continuado en ‘actualidad, ala luz de las nuevas realidades y do las nuevas situaciones que se han con Gurade en asia segunda década del siglo XXI {en El Salvador y Centroamérca, Notas + £115 de noviembre de 1989, el Ato Mando de I Fuerza Armada a El Salvador dard ob asecinsio be tgnacio Elacura y ce otros jesute. Ela prime horas del 16 de noviembre, miembros dol bala- lin Atlacalentraron a la nsalaciones de la Univer= Sided Cantroamericana y azesinaron a Elacura, I phacio Martin-Ba79, Segunco Montes, Juan Ramén Horeno, Amanda USpax, Joaquin Lepaz y Leper y 8 tas empleadas Julla Elba Ramos y a su hja Coina, Loe eoleados fabian recibico erdenes de matar a Eecurie y no dejar tatoos. Los dolares Ge los as ‘Snatos y el postoror encubrimianto han sido cu Sosamente documertados poral informe de la Com- ‘Son dela Verdad Ge ine Naciones Unidas, on 1986, ‘esse tambidn, Marta Doggot, Una muerta anuncia- 12, UCA Extores, San Saad, 1994, "CL. Ellacura, “EI desmoronamionto de ts facha-

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