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ne 1 EO SRR PDL Qe Bere JSS AE Ze = Wish ia el 1)-bntbpimen & Yerano— en el extuneo, Ja temporada de nuestas v= Caclones escolar coinciden con el semestre del vera ocidental, Pasé aquel semeste en la vieja Universidad de Marburg, En esa Univesdad fue donde Lemonos0” sigui6 los cursos de matemtics ¥ filosofia de Christi Wol Un siglo y medio anes de él, Y durante un vidle {ue elect al extaajero, Giodano Bruno habia led all, en Marburgo, su nuevo tatado de Astronomia, ant® e regresara Roma, su patti, para morit en la hoguera. asourgo es una pequefa ciudad media, Contab® ntonces con 2.000 habitants: la mitad de ells ext lantes. La ciudad se cite Pintorescamente 2 la mof ‘afa, de donde han sido extraidas las piedtas para cop Tl us casts y sus igesas, su castillo y su Universidad ) Se sume en sus jardines expesas y sombrios como 4 sche, Me quedaban algunas migaas del dinero que hab! ‘mado para mi estaday mis estudio en Alemania, Gg (se esto a sin gusta vii al, Vi Venecia, su tors Rta eds de auamtina ats a8 (ms tars eel arama cai Vibe la sombria, clegane Y estrecha Florencia, Cnlfacto vivo de los tercetos dl Dante, N (lg para vistar Roma, ‘io Siguiente tng ny hide Mosc, Mansy, un my do™ en la Universidad, fue quien me ayud6. Me procuré um colecciéa de mateidles gracks a los que él mismo habia preparad el examen de grado del afio precedente, Ia biblioteca de los profesores respond generosamente a las exigencias del examen, y contenia, fuera de los rmanuales de informacion general, obras con detalladas referencias aoetca de la antigiedad clésica y varias ‘monografias sobre temas diversos. Trabajosamente llevé todos estos tesoros hasta mi casa, en un coche. 2 __ Mansiirov era pariente y amigg del joven Trubetskoy 'y de Dimitri Samétin. Yo los habia conocido en el Gim- nasio N®5, donde, afo a aflo, venian a rendir sus exme- ‘nes como estudiantes libres, pues hacian sus estudios en Sus casas. Is vigjos Trubetskoy, el padre y el to del joven Nicolay, eran, respecivament, profesor de a Enciclopedia del Derecho y rector de la Universidad y conocido filéso fo. Ambos se disinguian por su gran corpulencia, e algaban sobre sus cétedras como verdaderos elefantes en pantalones y, con tono insistente y voz suplicante un * tanto baja y aristocriticamente arrastfada, hacfan, clases verdaderamente notables. os jovenes, que constiuian un to inseparable que llegaba de vez en cuando a echar un vistaz0 a la Universi- dad, hombennaras muy detades, cefjates, de vor y apelli dos sonoros, eran de li misma cepa que los vgjos profesores, En este circulo, lafilosofia de la ‘ocupaba un sitio de honor. Trubetskoy escribia 1 eave at's es us" perecioarse Dimit Sandsn habia estado all antes que yo; al se } eel ilies * Mosmn que dese el esa en que hala el examen ees se prepare pr er prs, 4 Le dio tus y mud o todo pig pero el thastie fi6s0fo Nicolay Trubétskoy Lego a ser célebre en todo el ‘mundo; murié hace poco en Viena Pasé el verano que sigui6 al examen de grado en - ast de ms paces, en su casa de campo de Mol cerca de la estacién de Stolbovaya, en li linea Mosel Kursk. ‘| -—Segtin la tradicién, Jos cosacos de nuestto elérelto hubian wilizado nesta casa para defenders conte ls -_vanzadas de Napoledn, que los acorralaha, En uh ef w % (ule mmo del parque, que se confunda con el cementero, sus tumbas se escalonaban bajo la yerba, El interior de la casa estaba constituido por habitacio- nes demasiado estrechas para su altura; las ventanas eran altas, Desde la mesa, una limpara a petr6leo proyectaba sombnas gigantescas sobre los rincones de los muros tojo- ‘oscuro y sobre el cielo raso, A pie del parque, un riachuelo serpenteaba entre abruptos meandros. Sobre uno de estos meandros, un enorme y viejo abedul, medio desamaigado, continuaba creciendo pensativo; el enrejado verde de sus ramas for- maba una especie de timel aéreo suspencldo sobre el agua. Uno podia sentarse o tenderse en medio de esta sélida trabarn. Fue all donde me aereglé un rin para trabajar. Leia Tiutschev, y, por primera vez en mi vi i i yee no en forma ésporidica sino a menudo y sisteméticamente, tal como se pinta o se compone misica, Fue eee en ae durante los dos 0 tres meses de verafio, ésct os versos de mi primer libro, “Td se tuba, con una pretensnestpida, Un Sartori en las nubes, a imitacién de las sutilezas cosmologicas smolgicas por ls que se distingu‘an los titulos de los simbolistas y las razones sociales de sus respectivas casas editoras. Escribir estos versos, cubrirlos de tachaduras y reesei, ra una necsidad profunda de mi ser'y me provocaba un placer incomparable que llegaba a las Ii- ‘grimas. Trataba de evtar el flujo romsntco, la bisqueda del interés en los motivos secundarios. No sentia ninguna necesidad de hacer resonar mis versos desde lo alto de un estrado para sobresaltar a los trabajadores intelectuales y & CTE mee ilo excanatindignados: “Qué decadencia, qué baba tie” No tenia ecesiced de ques moscs y as sefons de los cateeos cyesen en extasis delat de a elegania Cliscreta de mis verss, ni de oit después de su lecture en Un citeulo de seis o siete admiradores una frase como: “Penmita que le esreche la mano a un hombre honrado", No me inteesaba la Bisqueda de ese sito marilante cde danza o de cancion, bajo cuyo infujoy cas sin interven- ion de las palabras, las manos y ls pies adgiten un vaivén propio. No intentaba expresar, encamar 0 represen- tar esi o aquello, Desputs, y sin motivo alguno, me encon- traron infuencias de Mayzkovski y descubrieron en mis ‘wersos una tendencia a la retérica a las bisquedas musica- les. Bx0 no es exacto, De todo ello hay tanto en mi obra ‘como en cualquier persona que se pone a habla. or el contra ‘Preocupacion constante era ¢l contenido, mi suefio constante era qie el poema contuviera algo, un pensamiento nuevo o un cuadro nuevo, que fuera traspasedo al libro con todas sus particularidades, aque hablara, al comer de las pins, con su silencio y } on todos os colores de sus letras negra ¢incolons, Por ejemplo, escribt fenecia y otra titulada La estactén, La | cludad de los canales se alzaba frente a mi y las rondas y y resplandores de sus reflejos navegabat se multiplieaban*hinchandose como bizco- a bien, junio 2 fa puera de un ba un horizonte de adioses en medio dalvapor el humo al lejos, a émino de ls vs y de Jos andenes, ocultando los trenes a la mirada; ese hhorizonte encerraba la historia de las relaciones-humanas, los encuentros y las separaciones, los acontecimientos de antes y de después, ‘Yo nada tenia que preguntar nia mi mismo, ni al lector, ni a la teorfa del arte, Sélo necesitaba que un y Bae en cs haliedl — SL ‘poema connuviera Venecia y que en el otto se hallara la estacion de Brest, hoy estacin de Bielorusia y del Baktico. Is versos de: [a estacn: "A veces el Occidente se censanchaba en maniobras de lluvias y de obsticulos’ le gustarona Bobrov. Asseiev y yo nos habiamos asociado con algunos amigos novatos para formar mediante panicipaciones ‘equivalentes una pequefia editorial. Bobrov, que conocta Ne ote 2 te car u aba ch ts Anca usos se hizo editar con nosotros y nos imprimfa. Impri« ‘mi6.£ Sartorio con un pr6logo ammistoso de Asseiev. Maca ivénovna Baltruchayris, Ia mujer del poeta, me er Used se arrepentindalgtin cia de haber publicado tuna obra inmadura. ‘Tenia rargn. A menudo me arrepenti de haberlohe- tio. ie el 6nd Va ll A914) con su sequity su eclipse total de sol, en stad ina enorme propiedat a la ciudad de Aléksin. Me hice cargo de traduje fa ‘comedtia de Klis) céntarorofo para , que daba por entonces 88 primeros pasos P jel «qe Baliruchatis er el conse ¥ ka: io de usa Ces auc del Vo. leit ech von 177-1 Pot, daar y ae sei, ‘Uo d sis nporames expnere el ovine ratio es pls En la propiedad se hospedaban muchos representan- tes del mundo artitico: el poeta Viascheslay Ivinoy, el pintor Ulinov, la esposa del escritor Muritov’, Muy cerca de alli, en Tarussa, ® traducia para el mismo tea- ‘to el Sabuntala, de ae ar julio fui a Moscd al Consejo de Revi “papel blanco”, mi exencion del servicio militar, a causa de mi piemna quebrada en la infancia y que habia queda Recor gered Tnego volvi a casa de fos hn TOS Poco después, hubo una velada memorable. No sé qué dase de misica militar —si polkas o marchas— se alzaba lentamente del Oka y avanzaba hacia nosotros a través de la capa de neblina que planeabs sobre los bordes del ro. Pronto aparecieron un pequefio remoleador y tres ‘escampavias desde tr fa colina. Sin duda habjan visto ‘desde el barco la propiedad en lo alto y deciieron atracar. HI remolcador dio media vuelta y condujo los escampavias haga nuestra orila, Eran soldados, una imporante unidad cde granaceos, Deseinbartaron ¢ hicieron fogaas al pie de Icolina, Se invté alos ofieals a cendr y a Bernoctar en To alto, Se embarcaron la mhaflana 5 Fue un episodio de la moviffacién general. La gue- sma habia comenzado. “ald rvs en i ape ih (onan Dc a5, Poa daly, Se tng) RE arora equines RI y pr Tobe {ese por “Kal lg cnn se vio iW dics dle Roe ener a9 i tees eee cet he lid ce nan $0 DGC i Strate a fe {sobs aia use alee y 6 recibi un oe? wh En dos ocasiones pasé por entonces varios meses casi un aio en total— con la familia del rico comerciante Maurice Philippe, sirviéndole de preceptor de_su_hio ‘Walter, un muchacho atrayente y muy simpétco Aquel verano, durante Jos desérdenes antialemanes de Moset, fueron saqueadas, al mismo tiempo que las grandes Timas de Finem y de Verrein, las oficinas yh asa particular de Philippe. Ta destruccién se llev6 a cabo sisteméticamente, bajo la nariz de la policéa, No se tocaba lo perteneciente a los empleados, sino solo lo que era propiedad de la casa. En medio del caos general, dejaron intaca mi ropa y mis maletas, pero mis libros y- manuscttos comparieron suerte general fueron desiruigos, Bespues he perdido ain muchas cosas en circuns- tancls bastante més tranguilas. Nome gusta mi eso anterior a 1940; echazo lditade |iobma de Mayakovski Yo todo me agrids en Tarde Escenin, La disgregacion general dela forma, ePempabrecinietto del pensamiento, Jas impurezas ¢ imegularidades del estilo me so’ ajenos, TTampoco me lamento de la desaparcién de trabajos im perfectos y llenos de falas. Porlo demas, y desde un punto de vista muy disinto, nunca me afligié el perder trabajos terminados, En fa vida es mis imponante perder que ganar. La simiene no gening si no muere Hay que Wl st dejse llevar, tira hacia adelante y aliments de siones vivas que tanto el olvido com el recuerdaelaboran En épocas diferentes y por diversas zones, perdi: el texto de mi conferencia: HI simbolismo ) fa immoralldad mis articulos del periodo futurist un cllento: en prose m pana nifios: dos poemas; un cuademo de versos corres- ppondientes ala época que va de Por sobre las barrerds a ‘Mi bermana fa vide, varios cuademos de gran formato conteniendo el Fosquejo de una novela, cuyo comienzo, Tevisado, fue impreso en Toma de novela coma: La infan- clade Luversio. También perdi la traduccién de una tra- geda de Switbume que formaba pante_ de su toga \Grimética sobre Waa Esiaard: ‘Nos mudanios dé Ta casa de los Philippe, saqueada y ‘medio destruida por el fuego, a un departamento alquil- do, Alli uve una habitacion pare mi solo, La recuerdo perfectamente. Los rayos del otal sol pnicnte surcue ban la pieza y el libro que yo hojeaba, Se posta descubrir el atardecer en aquel libro bajo dos aspectos diferentes, Uno sonrosaba ligeramente sus paginas, el otro era el contenido y el alma de los versos allt impresos. Envidiaba al autor que habia logrado, con ‘medios tan simples, retener los trozos de verdad que descubriera. Se trataba de uno de los primeros libros de Akmatova"} sin duda, de La urraca, Durante esos mismos aitos, cuando no trabajaba en casa de los Philippe, hice un viaje por los Urales y por la regién ce Kama. Pasé un inviemo en Vsevolod-Vilva, al norte de la provincia de Perm, un lugar que, no hace mificho, visitara Schékov y Levitan, segtin las’ memorias > Alo” (haa Asda Gorenko, nacda cn gly Su fcr Fats engi ob inns, eres nea smb, ‘Bn poesa ct simpli cle, n de A. N. TikhOnov, que ha descrto estos lugares. El otto invierno lo pasé en los montes Tranquilos, junto al Kama, cen las fébricas de materiales quimicos de Uchkov. Dirigi, dorante algin tiempo, el departamento militar de los servicios administrativos de la fabrica, y licencié partidas completas de hombres asignados a las fibricas «que trabajaroa en ella para la defensa Durante el inviemo, las fabricas se comunicaban con el resto del mundo mediante métodos antidiluvianos. El co- reo venta de Kazéin, a 200 nersias de ali, como en tiempos “de La bija del Capitan’, distancia que debfa recorrerse en tropa, Una vez. uve que hacer aqust cig en invier. Cuando se supo, en marzo de\1917/que la revoly- ci6n habia esallado en San Petersourgo, part para Mosct Yo debia encontmarme en la fabri de Ijev con un hombre exttaordinatio, el ingeniero Zbarski, enviado en ‘misiOn; yo tba a poneme a sus Grdenes y a proseguir camino con él. Pasados los montes Tranquils vijamos en. fibika —an trineo cubierto— durante toda Ia tarde, toda la noche y parte del dia siguiente, Medio ahogado por tres frazadas de piel siberian y nadando en el heno, como un gran saco, me mareaba en el fondo del tineo. Cabe- ceaba, me domma, despertaba, ceraba y abria os ojos ‘Veia el sendero que cruzaba el bosque, las estrellas en medio de la noche glacial, La nieve, amontonada en Jangas hileras, encajonaba el estrecho sendero, A menudo ‘nuestro vehiculo rozaba las ramas bajas de los abetos, sacudiendo su escarcha y deslizindose bajo ellas con un cesremecimiento, atrastrindolas consigo. La blancuta. del manto de nieve reflejaba el centellear de las estrellas y "ed de uci, ca cin se sla bj ol edo de et R a aclanba el camino, Este revestimiento luminoso daba miedo desde alli;desde las profundidades de las frazadas de piel, como si se tratara de un cirio que alguien hubie- ra encendido. ‘Tiraben del vehiculo a toda velocidad tres caballos dispuesos en forma de punta de flecha, Continuamente uno de ellos se apartaba del sendero y se sala de la fila. El cochero se dedicaba a ordenarlos y, cuando la kibitha se inclinaba de un lado, saltaba al suelo, coma junto a ella y ta sostenia con sus hombros para impedir que se vocara. Me volvia a domir, perdia la nocién del tiempo, fuego un hoyo en el camino y la cesacion del movimiento me despertaba bruscamente. BL relevo de los cocheros en el bosque se hacia ‘como en un cuento de bandidos. Un cabo de vela ilumi- taba ba isha. El ronroneo del samovar, el tctac del reo. Mientras el cochero que ha conducido la kabitha a buen puerto se desviste, se calienta y conversa en voz baja para no despertar a los que duermen-~ con la hospedera que le prepara la comida, un nuevo cochero se atuza los bigotes, se pone grueso sobretodo sale al hielo a en- char una neva roa. i Y se reanuda la camera a toda marcha, el eruidd de los patines, el embrutecimiento y e! suefio. Luego, siguiente, caminos de fabrces sumidas en lenis desco- nocidas, la extensin infinita de la nieve sobre un gran fio helado, y una via férea, A eeitareneerne tiny a a, _ Bas on ta ew laba, m , Vigilante, por mi pureza Futurista y me re al ho) guardaba de las malas influenias. Entendia por tls la simpatia de los mayores. Apenas notaba signos de tales Sn FE Fo, por asi deci, de que sus caticias pudieran precipitarme en el academismo, se apre- sutaba a aati da or cualquier medio ef vinculo que se iniciaba, Gracias a sus buenos cuidados, no cesé de pe- Jearme con medio mundo, La pareja Anissimov, Juli y su mujer Vera Stanévich, me agradaban bastante. Pero tuve que paricipar en for- 1ma completamente involunaia en su ruptura con Bobrov, * - Viascheslav Ivinov me i oi uno de, | mis, debera haher agndeido a recaecn de a revisa el.que una mano desconocia haya comegido mi manus en bene de su mayor belay comeccén, Pero el sentimiento de justia, la modest, el APdecimiento, no tenfan lugar en la joventud de ten- dencias artstcas inquierdistas: eran considerados signos Jide sentimenalisno y de fala de vilidad, Habia que danse alte, pavonearse, aparenar y, aungue esto ea repugnate, yo segut la coniente, a pesar de mi mismo, para hacer lode todo el mundo, 4 lendecis est asa 195 Ys le pr ens yc is i 4 pid Un MON Hubo un incidente cuando leg6 el momento de eo- rng las pruebd de la coed. Estas llegaronrerasidas ¥ contenfan correcciones extranas que nada tenian que ver con el texto, ; En benefico' de Bobrov, hay que deci qie él. ‘supo de todo\este asunto y que tampoco se dio cuenta de lo que me habia cbligido a hacer. Me djo que era imposible dejar pasar este escindelo, este ego de ks pruebas semejante cortecion esis, arbiraia de un criginal, y que debia_quejame 2 Gorki, de quien él sospechaha que ce aE os la direceién le la revista, Fue lo que hice, En ugar de estar lleno de YF agradcinienn bilidad que me habian rose, Con el corer ee los-aos-descubi que_me habia (quejadg,a.Gorki del propio Gorki. La comedia habia sido publica por ecomendl#G6N SU y El habia conresido. con supropia mano, My En fin, hasta mis relaciones con Mayakovski se estre- charon debido a un encuentro polemico entre los dos sTupgs de ftursas que se hllan en guema. Yopeme- ec a uno y 2] & Oo Tns organizdores pedsaban qe s¢ iba a prodlicir una gresca, pero toda querella fue impedida por la mutua comprension que manifestaron todos desde las primeras palabras No deserbié en detalle mis relaciones con Maya- ovski. Jams hubo intimidad entre nosotros. Se exagera B baba J Ja opinion que él tenia de mi, Se deforma su punto de visla sobre mis obras. No Te gistba HT Arig 1005 i HVe- nfeite Schmidt y ete que era un erro: Raber escrito eta hima, Le. agradaban dos de mis libros: Mas. alla de las arenas Mi bermana la ida TN rclataré a historia de nuestros enkuentros y de estras divergencas,Trataré de dar, dentro de mis post bilidades, le caracteritica general de Mayakovski y et gat que ocupa; se entiende que ambas cosas adolece- «rin de parcialiad y subjetivsm. % CComencems por lo ms importante. ‘No tenemos ni la menor idea de fas angustias que se leben padecer antes debsuigidio-n ef 80 del'tormen- to, a efectos deta tortura fisica, se pierde la concienclt aj cada instante; los suftimientos de! supliclo son tan enor- ies que ellos mismos, por intolerable, precipita el fin Pero el iombre entregido en manos del vertigo no est atievaniguiado, nto con dejar de sentir dolor ass a propio fin; su pasado le pertenecey le queclan sus FeeueE: = Gos, y si quiere puede serie de ellos: ante la muerte. | pueden ayudare en algo. 7 ‘Cuando se lega a pensar en el suicidio, ung se pone ‘una cruz sobte si mismo, vuelve la espa al pasado, se dedara_ 4 sf'misino fracasado y sin recuerdos vidos sos recuerdos ja no pueden llegar Basta él hombre, fo pueden salvarle ni sostenerle, 1a continuidad de la exis: tencia interior se quiebra, la personalidad muere, ¥ puede ‘que, en definiva, uno se mate no por fidelidad a la decision, tomada, sino que por.no poder soportar mis b te sete ull, (H,6,7) esta angustia que no se sabe a quién pertenece, este sulfimiento en ausencia del ser sufriene, esta vanaespe- sa que no llena una vida que debe continuat Me gare qe Mao peg go (VS porque eft srmismo © en tomo a st habia condenado algo que su amor propio no podia resignarse a aceptar, que se_ahore6 sin reflexionar en las consecuencias y ee ere ‘no es atin el fin; nunca se sabe, la muerte puede todavia jugar cartas de doble sentido; que Marina Zvetieva se de- fendié toda su vida de la banalidac Con su tral jo.y que ef dar en que Te parecié que esta actind era un Hip iste yc gots ip debi sec emo ralmente una pasion seductora y echar una mirada razona- ble en tomo a Si, enfonces, ese dia, tom6 conciencia del t que-ent responsible por su trabajo creado, onde eras cane presa del hilo mégico del sohigalevimcde 1937, se puso una noche contemplar 2 : hia dormida, pens que ya no era digno.de-miaria yy a Ue gee ‘Partié en busca de algunos amigos y volarla tapa.de-tos.sesos.con-la-metralla de dos ; Pa Tha sontsa culpable que lor conserva a raves de todas las asutas maniobmas os ne (Po): Pot een hil, pli de no de los proagonisae novel de Dye ° Fale (Alesina Alsndeovc, 19011958): Gen Agu evolu rs, Heo en a subleraciinde Conga, se apart de bc, E 1923 rk a spans eb em om * - n arly de la poltca, pudo, en el timo instant, justo antes de apoyac el dedo en el gallo, despecinse de s mismo con ‘una frase tal como: “Bueno! ;Qué le vamos a hacet! Todo ta erminado, ads Sacha” Pero todos sufrieron de un modo indescrptibe, su- frieron hasta ese grado en que la angusta se transforma en enfermedad mental, Indinémonos compasivamente tanto’ ante sus sufrimientos como ante su talento y su recuerdo luminoso, Pues bien, durante un hemmoxo dia del yerano d91) debi Hearse a cabo un debate nie dos grpos Heras ea vn café de fa calle Achat, Desngesro ado estabamos Bobroy Y.Yo, Del-de~ellosesperdbamos is de San, mie Demise; tanto. Blok, preitas gichany ion hayan vueko a estos temenos familiares, que hayan su bella encubieta yno la hayan dja bo el > ” 85 al mismo tiempo que amigo sy Wick dorado, interionmente libre y al que Por mi lado, if eee | cl pretexto de mi rupturt con Mayakovski, A pesar de que yo me habia despedido del grupo de colaboradores de Le y aR aa re oman ee ri nombre en lita de os colaboradares del prio, Entonces escribi a Mayakovski una cart_mordiene, quello hizo salise de sus casilas. Tempo antes, cuando aiin me hall * su fogosidad, su fuerza interior, Se probabilidates de su genio, fascinacién que él me paga- ta oon simpatia, le habia dedicado un eemplar de Mi bermana la vida con los siguientes versos, entre otros: Usted se preoctypa por nuestro presupuesto, Por Ia tragedia' del ¥SN*, (Usted, que ha cantado como un barco 4, ; ee ' ‘Dos fases se hicieron famosas por aquella époce: jas de Aho Ons de Economia Naina ue la vida se habia tormado mejor, mis alegre, y que ‘Mayakovski habia sido y segula siendo el mejor y mis ‘3 de los’ pas Sea IT de La 3g idosela: la frase me iseraBade [a exagerada importancia que se dio a mi outs eTos aos tina, cuando Two we Angreso de Hscitores. Ano mi vida y estoy The se le Mine id Se de dorado, Yo no concio una vida sin seretos y sin purcaciones, una vida rilantementerefljad en el espejo de un eseaparate de exposicion Empezazon a imponer a Mayakovski ala fuera, tal como se hizo con Ta pala en tempos de Katerina, Fue Ssusegunc mute Pro de és, no es sponsible,

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