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TERESA MALO DE MOLINA MIGUEL JIMENEZ CARTILLA DE CATALOGAR SEGUNDA EDICION CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTIFICAS MADRID 1991 © csIC © TERESA MALO DE MOLINA Y MIGUEL JIMENEZ ISBN: 84-00-06946-3 Depésito Legal: M-2827-1991 Impreso en Espafia. Printed in Spain GRAFIPREN, S.A. Los Naranjos, 3. S. Sebastidn de los Reyes (Madrid) Edita y distribuye: Servicios de Publicaciones del CSIC Vitruvio, 8. 28006 Madrid La realizacién de este libro fue una iniciativa del Grupo de Trabajo de Informacion y Documentacién de la Comisién ‘Nacional de Espata de la UNESCO. NESE PRESENTACION Zz PRESENTACION Presentar el trabajo de Teresa Malo de Molina y Miguel Jiménez es para m{ una tarea realmente grata. La iniciativa de crear un instrumento que facilite la comprensién de las normas de catalogacién oficiales, poniendo al alcance de un piiblico cada vez mas numeroso los conocimientos bésicos para abordar la catalogacidn de las colecciones creo que es al- go enormemente positivo. En este entorno cada vez mas adusto, en el que las jergas profesionales se levantan a veces como barreras protectoras de corporativismos inconfesables, es una buena no- ticia saber que hay profesionales que escogen el camino de compartir sus experiencias y poner la teorizacién de su practica a disposicion de quien pueda necesitarlo. Por otra parte, es bastante obvio que lograr un discurso sencillo, asequible, sistemati- co, pedagdgico, sin por ello perder rigor y precision técnicos, requiere un dominio mucho més profundo de los temas y unos conocimientos mucho mis sélidos. Se ofrece pues aqui un manual de catalogacién bien estructurado, escrito en un len- guaje un tanto desenfadado, lejano de los tonos académicos y proximo al de las perso- nas con un nivel medio de formacién. Se estructura en cinco capitulos a través de los cuales se va introduciendo al lector paulatinamente en las técnicas catalogréficas, de la mano de numerosos ejemplos que ilustran continuamente las normas que van explicandose, con un estilo ameno que tiene la virtud de convertir un tema sumamente 4rido, como es la catalogacién, en algo que a veces hasta puede divertir. Sin expresarlo, creo que los autores han tenido muy presente, aquel otro libro El Ca- télogo Diccionario de Marfa Luisa Poves que tanto facilité la formacidn de los profe- sionales en los afios 60 y 70. Resumiendo, tenemos entre las manos un trabajo que ademas de aportar soluciones técnicas y pedagégicas que hacen de él un instrumento muy valioso para la ensefian- zay el aprendizaje de la catalogacién, tiene todo el valor de un signo: representa una nueva actitud, mucho més fresca, més abierta y que considera los conocimientos pro- pios més como algo dindmico con capacidad de transformacién que como un patri- monio que hay que conservar. Adelaida Roman 1 RAZONES PARA ESTE LIBRO ¢Para qué aprender a catalogar? Para algunos es una cuestion clara: piensan presentarse a una oposicidn; pero los que no se ven en esta tesitura puede que no encuentren una raz6n tan buena. Mu- chas personas se ocupan desde hace afios de una biblioteca de un centro de ensefianza, o de una institucién publica o privada, o de un departamento de universidad..., y los libros «aparecen» —mis 0 menos— cundo se los necesita. ¢Para qué pues compli- carse la vida con las ISBD, el ISSN y la CDU? UNA TECNICA DEPURADA POR LOS ANOS Al principio, las bibliotecas se pensaron como lugares donde guar- dar y cuidar los libros como lo harfa cualquier biblidfilo en su casa, pero a medida que crecia el ntimero de aquéllos, se hizo necesario identificarlos de alguna manera, para no tener que mirar todos cada vez que'se buscaba uno; es entonces cuando se em- pieza, aunque de forma rudimentaria, a «catalogarlos». En un primer momento, sélo se anotaban uno o dos datos fun- damentales, como el nombre del autor, o el titulo; pero confor- me paso el tiempo, se empezaron a tener en cuenta mas datos, pues los mencionados no bastaban para diferenciar unos libros de otros: el mismo titulo podia aparecer en varias versiones, 0 por varias imprentas, etc. Y asi, el libro y las bibliotecas se fueron complicando. Los li- bros aparecen ahora cada afio por decenas de miles y las biblio- tecas ya no se conciben como simples almacenes, sino como cen- tros difusores de informacién y cultura en donde se pueden con- sultar todo tipo de documentos. Esta evolucién ha traido consigo el desarrollo de unas técnicas que permiten un mejor aprovechamiento de la informacién a nuestro alcance. De todas ellas, la primera es la catalogacion. CATALOGAR ES DIFERENCIAR Al catalogar se trata, como ya hemos dicho, de poder localizar el documento que buscamos distinguiéndolo de otros similares. Cuando alguien va a una libreria para adquirir una novela o una revista, o mejor, cuando acude a cualquier comercio en busca de un objeto, sabe —al menos— alguna caracteristica de éste. Por ejemplo, si buscamos una cinta de terciopelo negro, el comer- ciante nos mostrar dos o tres tipos de distinta textura, ancho © marca. Lo mismo sucede cuando buscamos un documento. La ventaja de usar un catdlogo es que es mucho mas cémodo 17 Ver glosario Ver glosario RAZONES PARA FSTE LIBRO 1 Ver capitulo 2 1.44 Ver glosario y rapido consultar un fichero, un listado o los datos que nos ofrece un ordenador que tener que manejar directamente los pro- pios libros, revistas, discos, etc. La catalogacién de los documentos nos proporciona una repre- sentacion de los mismos, con todos los datos necesarios que nos permiten compararlos. Esta representacidn es a lo que se llama registro bibliografico. CATALOGAR ES CODIFICAR Para poder incluir la mayor cantidad de informacién en poco espacio, se han creado una serie de reglas que constituyen un modelo, mediante un cédigo que, conocido por el catalogador y el usuario —es decir, el bibliotecario o documentalista y el lector—, permite una mayor rapidez y eficacia en la busqueda. Estas reglas, Ilamadas ISBD(M) = International Standard Book Description (Monographs) = Descripcién Internacional Nor- malizada de Libros (Monografias), han sido establecidas, como su propio nombre indica, a nivel internacional para favorecer el intercambio de informacién por encima de las barreras de len- ua y alfabeto, y sirven como pauta para redactar registros bi- liograficos en casi todo el mundo. Si aprendemos las mas basi- cas de estas reglas, podremos interpretar la mayor parte de los catalogos y bibliografias modernos. Si las utilizamos en nuestra biblioteca, nuestros catdlogos seran comprendidos por mucha mas gente; y lo que es mas importante, sabremos que hay equi- pos de especialistas en Espafia y en organismos internacionales que las revisan y mejoran continuamente. PRINCIPIOS BASICOS DE LAS ISBD Aunque las ISBD(M) estan presentadas como una mera lista de reglas, enumeradas segin el orden que se sigue al hacer la des- cripcion bibliogréfica, tendremos aqui la osadia de esbozar una serie de principios de cardcter general que deben seguirse al catalogar. UNIFORMIDAD Las ISBD(M) aspiran a presentar la informacién siguiendo un modelo universal que permita uniformar los datos de manera que sean claramente diferenciables con independencia de la lengua en la que esté redactado el registro bibliografico. Pero ademés, el proceso de biisqueda de la informacién obliga a uniformar también los puntos de acceso a ella, como por ejemplo los nom- 1 RAZONES PARA ESTE LIBRO bres de personas. Por eso usaremos siempre CERVANTES SAAVEDRA, Miguel de y no CERVANTES, Miguel de ni CERVANTES Y SAAVEDRA, Miguel ni CIDE HAMETE BENENGELI COHERENCIA Las reglas de catalogacién no pueden prever todas las posibili- dades que pueden presentarse, no pueden descender a los dife- rentes casos y combinaciones que se dan en la realidad; pero en ellas hay pautas légicas para el tratamiento de la informacion y, en muchos casos, se autorizan diferentes soluciones, Una vez elegida una de ellas, hay que mantenerse en ese camino. Si, por ejemplo, un libro no tiene portada y, sin embargo, en la cubierta tiene muchos datos fundamentales, podemos decidir tomar la cubierta por portada; a partir de ese momento, mantendremos ese criterto para todos los aspectos de la descripcién. JERARQUIA En algunos de los aspectos de la catalogacién las reglas nos dan un orden inalterable, una prioridad de eleccin que debemos res- petar. Asi, en las publicaciones multilingiies —con texto en va- rias lenguas— tenemos que elegir el idioma que vamos a consi- derar principal en la descripcion ateniéndonos a tres criterios jerarquizados; es decir, slo podemos atender al segundo cuan- do no podamos aplicar el primero, etc. SIMPLICIDAD Una de las ventajas de la catalogacidn es, como ya hemos dicho, proporcionar mucha informacion ahorrando espacio y trabajo, para lo que es fundamental elegir siempre una forma simple y precisa de expresién. Asi, en el drea de notas, en la que se puede resefiar cualquier informacién que se crea conveniente, escribi- remos utilizando el menor namero de palabras o incluso abre- viaturas. Por ejemplo Mencién de responsabilidad tomada de Palau, 49765 y no El nombre del autor tomado del Manual del Librero His- panoamericano de Palau, p. 37 del t. IV, asiento n° 49765. FIDELIDAD A LA FUENTE No se debe inventar nada al catalogar. Todo lo resefiado en la descripcién debe corresponder a lo que aparezca en el documento o —en su defecto— en una fuente autorizada (cuya procedencia se suele hacer constar). POSIBILIDAD DE ELECCION En algunos casos, las ISBD permiten adoptar varias formas de describir un documento; la eleccién corresponde entonces a la Ver capitulo 3 1.4.2 Ver glosario. 1.4.3 144 Ver 4.7 1.4.5 14.6 20 RAZONES PARA ESTE LIBRO 1 Ver 4.9.1 Ver 46 Reglas 1.08 biblioteca. Asi, una obra publicada en varios voliimenes, puede ser descrita de dos formas: —Haciendo un solo registro para toda la obra y consignando la informacién referente a cada volimen en nota o en otro enivel». — Haciendo un registro por cada volumen y consignando el tf- tulo de la obra en el area de serie. Los principios enumerados tienen mayor o menor vigencia se- tin las distintas Areas; asi, la uniformidad es clave si hablamos te los puntos de acceso, como veremos en el capitulo 3, mien- tras que al hacer la descripcién propiamente dicha —capitulo 4— Ia fidelidad al documento es absoluta en determinados momentos. NIVELES DE DETALLE Toda catalogacién, ateniéndose a las ISBD, puede ser mas o me- nos exhaustiva, segiin nos parezca adecuado para nuestra iblio- teca y segiin el tiempo de que dispongamos para redactar el ca- tdlogo, bibliografia, etc. LAS REGLAS ESPANOLAS Las ISBD(M) proponen, como ya hemos dicho, un modelo in- ternacional. Sin embargo, su redaccidn original se realiz6 en 1974 en inglés, lo que obligo a los paises de habla no inglesa a tradu- cirlas e incluso a modificarlas para adecuarlas a diversos patro- nes culturales. En Espafia, se hizo una primera adaptacién de las normas en 1976, pero su traduccién definitiva y oficial no se publicé hasta 1985, realizada por una comisién de expertos dirigida por Isa- bel Fonseca Ruiz. Actualmente estas son las reglas que —en su segunda edicién de 1987— suelen seguirse en las bibliotecas y centros de documentacién de nuestro pais (salvo en algunos cen- tros de habla no castellana, donde tienen otras traducciones). En adelante, como las vamos a citar mucho, las lamaremos las Reglas. NUESTRO MANUAL El objetivo de esta «cartilla» no es, de ningiin modo, variar, dis- cutir o reelaborar las Reglas sino, al contrario, facilitar su cono- 1 RAZONES PARA ESTE LIBRO cimiento y uso, introduciendo algunos conceptos que permitan un mejor aprovechamiento de las mismas. Pensamos que el uso de este libro deber4 complementarse siempre con la consulta de aquella publicacién. Al redactarlo, hemos pensado especialmente en los biblioteca- rios de pequefios centros que, por diversas razones, no hayan tenido acceso a una formaci6n profesional cualificada, asi como a los que desean iniciar el aprendizaje de la catalogacién. Por esta razén, nos atendremos —al hablar de la descripcion bibliogr4fica— a un nivel «medio», superior al «primer nivel», pero algo menos exhaustivo que el «segundo». Haremos continuas referencias —en el texto y al margen— a las normas y trataremos de ilustrar con ejemplos los diferentes apar- tados del libro. Aunque como hemos dicho, no pretendemos discutir aqui las normas ISBD, tampoco queremos dejar de exponer algunas opi- niones que pueden ser tiles para el trabajo en pequefias bibliotecas. Somos partidarios de que en estas tiltimas se apliquen las Reglas con criterios prdcticos, adecuados a los fines que se propone el centro en cuestion. En muchos casos puede ser un tanto ocioso ponerse a contar las hojas, lminas, ilustraciones, o mencionar autores secundarios o prologuistas —por poner un par de ejemplos— si el bibliotecario considera que esta informacion no aporta nada a los lectores. Conviene tener presente que la Bi- bliografia Espafiola se hace wna vez para ahorrar trabajo a los demas y para asegurar el llamado control bibliogrdfico. No es ne- cesario que se repita en todas partes una catalogacién exhaustiva. En esta misma linea, pensamos que tienen poco sentido —ya que no estamos elaborando una bibliografia que vaya a ser clave para otros las disquisiciones sobre encabezamiento principal y encabezamientos secundarios que se enumerarén més adelan- te (en 3.1.1.1 al 3.1.1.3 y 3.2 al 3.2.1). Lo importante es que el documento pueda ser localizado a través de ambos. Dicho lo cual, a lo largo de este libro ignoraremos estas opinio- nes para —en aras de la uniformidad profesional— remitirnos siempre a la de las Reglas. Recomendamos pues a los bibliotecarios que trabajen en cen- tros no muy grandes, limitarse a tomar los elementos que consi- deren necesarios de las Reglas; pero los que se tomen, se deben resefiar de manera uniforme con el resto de los profesionales. Reglas 108 Ver 4.5 Ver 4.0.4 y glosario 2 2 EL REGISTRO BIBLIOGRAFICO 25 CONCEPTO Un registro bibliogréfico es una representacién codificada + eco- némica de un documento. UNA REPRESENTACION En una biblioteca privada, casera, casi nadie organiza catdlogos. Se ordenan mas 0 menos los propios documentos: libros, dis- Cos, etc., por autores o por temas. También en muchas bibliote- cas modernas, publicas o de investigacién, se ofrecen los pro- pios libros al alcance del lector ordenados por materias. Los ca- télogos y bibliografias —y, por tanto, los registros bibliogréficos— surgen cuando el ntimero de libros u otras razones impiden pre- sentarlos «en directo» al lector. En su lugar se le ofrece algo mis practico: una representacién que trata de reproducir ciertas ca- vactertsticas del documento que el lector descubriria si lo tuviera en la mano (afiadiendo algunas erudiciones aportadas por los bibliotecarios). UNA REPRESENTACION CODIFICADA Las artes plisticas suelen, por lo general, ser representaciones también de la realidad, pero lo que se suele valorar en ellas es mas la subjetividad de la representacién que la fidelidad a la rea- lidad misma. El arte apenas codifica, y cada cual puede extraer una conelusién personal del objeto representado. Los planos, por el contrario, son para ingenieros y constructo- res una representacin codificada. De ellos se pueden inferir con certeza las caracteristicas mas importantes de los edificios; los que los leen saben lo que quiere decir una escala 1:500, o una planta y un alzado. Los registros bibliogréficos también aspiran a ser objetivos; a que todo el que los lea pueda identificar lo mas claramente posible el documento al que representan. UNA REPRESENTACION ECONOMICA Por razones evidentes de economia de espacio —-y de trabajo al catalogar— las normas que codifican la forma de un registro bi- bliografico buscan proporcionar mucha informacién en el mi- nimo espacio y con el m{nimo de simbolos posibles. (*) Por esta razdn, en un registro bibliogréfico «manual» (la clisica ficha) se omite informacién explicita sobre el significado de lo escrito en él, quedando ello identificado por su propia posicién absoluta o relativa y por unos determinados stmbolos gréficos que lo acompafian. Estos simbolos grdficos se han tomado pres- (*) Esto ha cambiado con ka utilizacién de los ordenadores, para los que no supone ningin «trabajo» repetir rdrulos o etiquetas explicitas que eviten el uso de cédigos. 21.2 21.3 26 EL REGISTRO BIBLIOGRAFICO 2 Ver 46 2.24 Reglas 1.08 2.2.2 2.34 Ver 2.32 tados de los signos de puntuacién tradicionales, pero su signifi- cado es preciso y particular en este contexto. Asi, los paréntesis que encierran un texto en una determinada posicign —tras la descripcidn fisica y antes de las notas—, nos indican que ese texto es el titulo de la coleccién —serie—, sepa- tado por un punto y coma (;) del numero de orden del libro en aquélla: BAUM, L. Frank El mago de Oz / L. Frank Baum ; traduccién de Gerardo Espinosa ; ilustraciones de W. W. Denslow ; epilogo de Mar- tin Gadner. — Barcelona : Salvat ; Madrid : Alfaguara, D.L. 1987. 254 p. : il. | 22 em. — (Biblioteca juvenil ; 3) De este registro se deduce que el libro es el néimero 3 de la co- leccién «Biblioteca juvenil». La utilizacién de los signos de puntuacién tradicionales ofrece dos ventajas: —Ocupan muy poco espacio, y — Equivalen —usados asi— a un «lenguaje universal», A la vista de un registro en japonés, por ejemplo, podrfamos saber «dén- de» est4 escrito el lugar de edicién, etc. TIPOS DE REGISTRO POR SU DETALLE EN LA DESCRIPCION Las normas ISBD(M) definen tres niveles de detalle en la des- cripein, pero en algunas bibliograffas el detalle es a veces me- nor que el primer nivel. POR EL SOPORTE Y LA FORMA Los soportes pueden ser: cartulina como en las fichas, papel 0 microfilm como en los catdlogos impresos y bibliografias y, ca- da vez més, cintas magnéticas 0 discos magnéticos u dpticos, co- mo en los catdlogos informatizados, que luego se consultan des- de los terminales de un ordenador. PARTES DE UN REGISTRO ENCABEZAMIENTO Es, en general el primer elemento de un registro, y sirve: — Al bibliotecario para ordenarlo en el catélogo o bibliografia en que esté incluido. — Al lector para buscar la «entrada» al registro. Puede ser un elemento extraido del propio cuerpo del registro 2 EL REGISTRO BIBLIOGRAFICO (autor, titulo, coleccién, etc.) o el resultado de una clasificacién por materias del documento (encabezamientos de materias, Cla- sificacién Decimal Universal, descriptores, etc.) Se Ilama a este elemento «encabezamiento» por ir a la cabeza del registro, y puede ser «principal» o «secundarion. CUERPO DEL REGISTRO Consiste en la descripcién bibliografica propiamente dicha del documento. Un mismo cuerpo del registro se repetira a lo largo de un catdlogo bajo diversos encabezamientos de, 0 puntos de acceso a, ese registro. REGISTROS DE ENCABEZAMIENTOS SECUNDARIOS, En los catdlogos de fichas, y en algunos catdlogos impresos y bibliografias nacionales, se suele reseriar los encabezamientos se- cundarios que se han dado a ese registro, SIGNATURA En los catalogos de bibliotecas es necesario indicar al lector donde se encuentra el documento. Se hace mediante la signatura topo- grdfica. En los catalogos colectivos de varias bibliotecas se usa pare indicar en cul se‘encuentza el libro, 3/245897 ASCARELLI, Fernanda Annali tipografici di Giacomo Mazzocchi / Fernanda Asca- relli, — Firenze : Sansoni, 1961. — 207 p. : il. ; 26 cm. Indice 1. Mazzocchi, Giacomo-Bibliograffa. I. Mazzocchi, Giacomo: 015(450.32R)Mazzocchi 7 Ver 3.03 2.3.2 23.3 2.3.4 Ver glosario signatura encabezamiento cuerpo del registro registro de encabezamientos secundarios 3 PUNTOS DE ACCESO A UN REGISTRO INTRODUCCION Como ya hemos dicho, el registro bibliografico se compone de dos partes bien diferenciadas (Ia signatura y el registro de enca- eon secundarios quedan fuera del propésito de este ibro). La primera trata de identificar al documento de la forma mas inequivoca posible: la descripcién bibliogrdfica; pero en este ca- pitulo vamos a hablar de la segunda: la que trata de proporcio- nar los puntos de acceso, o entradas, por las que se espera que el lector recupere el documento. ‘Aunque las Reglas estn escritas siguiendo el orden opuesto (los capitals 1 al 3 tratan del esr cién y el 4y 5 de la eleccin y forma de los puntos de acceso), la mayor parte de los bibliote- carios adoptan, cuando se enfrentan a la catalogacién de un li- bro, un orden similar al que seguimos aqui. Si el objetivo de la descripcién bibliografica es identificar al do- cumento, diferenciarlo de cualquier otro por similar que éste sea —por ejemplo, una reimpresion de la misma edicién—, ecudl es el propésito de los puntos de acceso? RECUPERAR, AGRUPANDO Pongémonos en el lugar del lector. Para llegar a la seleccién de los documentos que coktian sus necesidades informativas, el lector inicia la busqueda por algiin elemento que le es conocido: autor, tema, editorial, titulo, coleccién... Es muy poco frecuente que dicho elemento individualice per- fectamente el o los documentos buscados (esto slo sucede a ve- ces en el caso del titulo). Lo normal es que se encuentren varios documentos de tal autor, o de tal editorial, etc. Pero este hallazgo sdlo tendra lugar si la biblioteca tiene los do- cumentos agrupados y ordenados con cierta légica rigor En primer lugar, la biblioteca debe proporcionar la posibilidad de entrada o acceso a los documentos por todos y cada uno de esos posibles caminos, 0 por los més importantes, dependiendo de los medios y el personal con que cuente. Al ordenar luego en los ficheros todos los registros de un mis- mo autor, etc. juntos, se estar haciendo posible esa recupera- cién, Al contrario que la descripcién propiamente dicha —que individualiza cada documento—, la redaccién de los puntos de acceso tiende a agrupar para facilitar la recuperacion. AGRUPAR, UNIFICANDO Hay que asegurarse de que esa recuperacion va a ser eficaz y dgil. Si el catalogador registrara la informacién en los puntos de ac- ceso tal y como aparece en los documentos, la busqueda seria luego penosa y poco fiable, ya que los datos que se refieren a 3.04 3.0.2 31 32 Reglas 51.1 Ver glosario Reglas 6.1.3 Reglas 61.3 3.0.3 PUNTOS DE ACCESO A UN REGISTRO 3 autor, titulo, etc, suele estar contenida en los libros de manera poco uniforme. El catalogador debera «forzar» los datos; deberd someterlos a una uniformidad: es decir, a una forma dnica para un sujeto unico. Veamos un ejemplo. Siel lector que desea alguna novela de Cela tuviera que buscar ‘or todas las formas en que este autor aparece registrado en los Fibros que de él se publican, deberia hacerlo probablemente por Camilo J. Cela, por C. J. Cela Trulock, por C. J. Cela, etc. El bibliotecario debe decidir que el nombre —a efectos de encabezamientos— serd siempre CELA, Camilo José Aparezca como aparezca impreso en el libro, la forma en que escribiremos el punto de acceso sera siempre la decidida previa- mente. Atencién: repetimos que esta uniformizacién s6lo se Hle- va a cabo en los puntos de acceso; en la descripcién bibliografi- ca Ia filosofia es la opuesta: fidelidad a la informacién impresa (ver capitulo 4). En otros casos, la unificacién sirve para ayudar al lector que busca tanteando, mediante una agrupacion logica de documentos re- lativamente dispersos. Asi por ejemplo, para las distintas colecciones de leyes sobre edu- eaalin 28 Espafia —que, en principio, podrian encabezarse por sus tituslos— se ha decidido crear un encabezamiento especial uni- forme que incluye un nombre, ESPANA, y un titulo uniforme que nos dice de qué tipo de leyes se trata en el libro ESPANA [Leyes, etc, de educacién] Distintas ediciones de una ley, que pueden haber salido al mer- cado con titulos distintos, Ilevaran también un titulo uniforme ESPANA [Ley de Educacién, 1970] Ley general de educacién ; con un prélogo de. Dado que hoy no se conciben las bibliotecas aisladas unas de otras, dado que «inventarse> todo este tipo de criterios uni- formes es bastante costoso y requiere personal muy especiali- zado, dado que ya es de por si bastante latoso «ensefiar» a los lectores este tipo de convenciones como para que sean diferen- tes de una biblioteca a otra, parece Idgico que este tipo de nor- mas unificadoras sean acordadas al nivel geografico més alto posible. CONTROL EN LA ELECCION De acuerdo con esto, las normas internacionales y nacionales sobre encabezamientos —igual que las referidas a la descripcién bibliografica— pretenden asegurar el que se acceda a través de 3 PUNTOS DE ACCESO A UN REGISTRO 33 idénticos 0 similares caminos a un documento o a un grupo de éstos. Como hemos visto en los ejemplos anteriores, segiin las nor- mas espafiolas —siguiendo criterios internacionales las leyes modernas deben ir todas encabezadas asi ESPANA [titulo uniforme] El control se extiende més al establecer la distincién entre un punto de acceso principal y puntos de acceso secundarios, de ma- nera que todas las bibliotecas estén obligadas a tomar al menos uun punto de acceso idéntico para un mismo documento. Asi, por ejemplo, una obra escrita en colaboracién por mas de tres autores va encabezada obligatoriamente por su titulo, y se- cundariamente por los autores, la entidad editora, etc. Los estatutos de una entidad van forzosamente encabezados por el nombre de ésta, y secundariamente por el titulo, nombre del redactor, etc. CONTROL EN LA FORMA Obviamente, por poder cumplir el objetivo de recuperar agru- pados todos los documentos que tengan un mismo punto de ac- ceso, la forma en que éste se escriba ha de estar rigidamente controlada, Por ejemplo, se ha decidido que se escriba en los encabezamien- tos de documentos emanados de la administracién catalana CATALUNA, no GENERALIDAD DE CATALUNA Este control permite en otros casos una ordenacién Idgica de determinados tipos de encabezamientos en los ficheros. Por ejemplo, al ser la forma prescrita para un encabezamiento de un congreso NOMBRE DEL CONGRESO {n° Ano. Lugar) Titulo. en un catélogo apareceran juntas todas las actas de un mismo congreso ordenadas por el niimero de éste JORNADAS ESPANOLAS DE DOCUMENTACION AUTO- MATIZADA (1.2 1984. Madrid) . JORNADAS ESPANOLAS DE DOCUMENTACION AUTO- MATIZADA (2.2 1986. Torremolinos) Pero para controlar esa unificacién se hace necesario restringir la «democracia» y establecer una firme antoridad. FICHEROS DE AUTORIDADES Un fichero de autoridades —que puede ser de materias, de auto- 10s, de series, de titulos uniformes...— es aquél en el que se deja constancia de la forma obligatoria y predeterminada de los enca- Reglas 4.0.1 Ver 33 Ver 32 3.0.4 Reglas 52.1¢ Ver 32.4 3.0.5 Ver bibliografia Nombre actual Nombres anteriores 3.0.6 PUNTOS DE ACCESO A _UN REGISTRO 3 bezamientos, para garantizar la continuidad en el empleo de di- cha forma. El ideal serfa que estuviera fijado por algdn organismo interna- Gional o nacional pero, de no ser asi, la biblioteca tendré que tr creando y manteniendo al dia el suyo propio. En la bibliogra- fia se indican algunas listas de autoridades tiles. Los ficheros, o listas de autoridades, deben incluir referencias, es decir: indicaciones sobre cudles son las formas no admitidas y cudles las admitidas CANTAR del Mio Cid véase POEMA del Cid e indicaciones que relacionen varias entradas entre si INSTITUTO DE BACHILLERATO CASTELAO (Vigo) véase ademas - INSTITUTO NACIONAL DE ENSENANZA MEDIA CAS- TELAO (Vigo) INSTITUTO NACIONAL DE BACHILLERATO CASTELAO (Vigo), : CATALOGACION Y CLASIFICACION Los puntos de acceso para recuperar un documento pueden de- cidirse como consecuencia de la descripcidn bibliografica (cata- logacién) del documento: autor, titulo, etc.; o como consecuen- cia de la clasificaci6n: encabezamientos de materias, Clasifica- cién Decimal Universal, palabras clave, etc. En este libro sélo nos ocupamos de los primeros. ‘Aunque las reglas se ocupan en dos capitulos separados —el 4 y el 5— dela elecci6n y la forma de los puntos de acceso, noso- {ros iremos tratando estos dos aspectos a un tiempo para cada uno de los diversos tipos de encabezamiento Autor personal Un autor Varios autores Entidad 0 autor corporativo Entidades subordinadas Congresos y exposiciones Cargos publicos Titulo Titulo uniforme eS Titulo uniforme colectivo Serie 3 PUNTOS DE ACCESO A UN REGISTRO LOS AUTORES PERSONALES Uno de los caminos mas utilizados para buscar un documento es el nombre de la, o las, personas que han tenido algin tipo de responsabilidad en su realizacién: el autor, 0 ilustrador, o pro- loguista, etc. En muchas ocasiones, el lector no busca un documento concre- to, sino «cualquier cosa de...», 0 un libro del que sdlo le suena el nombre del autor. Mis adelante veremos la forma en que se escribe en el encabeza- miento el nombre del autor; antes sefialemos una cuestibn: cual- quier documento en el que aparezcan personas como responsa- bles parciales o totales de su contenido puede ir encabezado por el nombre de esas personas. Pero, tle deben? En otras pala- bras: gen qué casos el encabezamiento principal ha de ser de un autor personal? ELECCION DE LA PERSONA UN SOLO AUTOR Cuando la obra es responsabilidad exclusiva de una persona, in- dependientemente de que ese dato aparezca o no en la publica- cidn, el encabezamiento principal es el nombre de esa persona. Una edicidn de «La guerra de las Galias» siempre va encabezada asi: CESAR, Cayo Julio [titulo...] aparezca o no en la publicacién. UN AUTOR Y COLABORADORES Se procede igual cuando la obra es responsabilidad de mas de una persona, pero una de ellas aparece como responsable princi- pal. Este tipo de responsabilidad principal de uno frente a un equipo, debe estar claramente indicado en el libro, con frases del estilo de «con la colaboracién de...», 0 «y un equipo de...», y nunca se aplica al caso en que aparezca una persona como mero «director» del conjunto. Atencidn: este Ultimo es el caso de las obras en inglés en las que hay un “editor” El “editor” inglés no sirve para formar con él el encabezamiento principal. ESSAYS in honour of E. H. Carr / edited by C. Abramsky ; assisted by Beryl J... tendré como encabezamiento principal el titulo y no el nombre del editor (director), que servira para redactar un encabezamiento secundario Carr, Edward Hallet, dir. ESSAYS in honour of E. H. Carr / edited by C. Abramsky ; assisted by Beryl J. Ver 303 341 3441 Reglas 4.2.1 341.2 Reglas 4.22.Aa Reglas 42.2D 35 36 PUNTOS DE ACCESO A UN REGISTRO 3 341.3 Reglas 4.2.2Ab Ver 33 341.4 Reglas 4.2.2D Reglas 4.2.2Db Reglas 4.2.2Da 31.2 Ver 30.5 Reglas 51.1 Reglas 51.18 Reglas 5.1.1Bd DOS O TRES AUTORES Cuando la obra es responsabilidad de dos o tres personas, y nin- guna aparece como responsable principal, se escoge a la que fi- gura en primer lugar para formar el encabezamiento principal. [En los casos de mas de tres personas, el encabezamiento princi- pal es el titulo.] COLECCIONES DE OBRAS EN UN SOLO DOCUMENTO Las Reglas llaman «serie» a lo que comtinmente se conoce co- mo coleccién (El libro de bolsillo, Coleccién austral, etc.) y Ila- man coleccién a: 1. Documentos compuestos por una o més obras independien- tes de uno o varios autores. Por ejemplo: varias obras de tea- tro contemporaneo, o varios cuentos policiacos de diferentes autores. 2. A casos como el que hemos utilizado como ejemplo en 3.1.1.2: obras que rednen contribuciones de distintas personas bajo la direccién de otra, o de una de ellas. Pues bien, cuando una coleccién no tiene titulo colectivo (un titulo colectivo podria ser

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