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Andando en la vida conocemos

el odio, pero tambin te


conozco a ti. Apareciendo en mi
vida una y otra vez, aun cuando
quise dejar de existir. Cuando el
odio se hizo lo suficientemente
grande para opacarme y
convertirme en algo
despreciable, ah estabas t a
la vuelta de la esquina.

Siempre te cargas de sencillez,


muchas veces de sonrisas
perdidas. Me has mostrado
todas tus pieles, has sido de
piel blanca y morena, con
cabello largo o corto,
alborotado o teido.
Has tenido muchas caras, y
aunque parece mentira, no he
olvidado ninguna de ellas.
Gestos y muecas te adornan en
tu andar.

Eres de un tipo en especfico


que nunca he podido definir.
Solo te defino con seguridad
cuando veo el lugar de donde
vengo y veo dos pares de ojos
ya cansados con los aos
observando como avanzo en
este camino.

Oh! Amor! Dichoso soy


contigo. Oh! Amor! A ti te
escribo esto y sonro. Sabiendo
que cuando vuelva a odiar me
recordaras lo hermoso que es
amar.

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