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Historia de la psicolog Cuarta edicién David Hothersall Ohio State University Traduccién: José Luis Nujiez Herrején Traductor profesional Revisidn técnica: Mtro. Jorge Molina Avilés Universidad Nacional Auténoma de México Martha Leticia Gonzalez Acosta Lic. en Psicologia Escuela de Psicologia Univeridad Andhuac Norte Psic. Olivia Diaz Hernandez Centro Interdisciplinario de Ciencias de la Salud Unidad Santo Tomas Departamento de Psicologia a MEXICO + BOGOTA + BUENOS AIRES * CARACAS + GUATEMALA LISBOA + MADRID + NUEVA YORK * SAN JUAN » SANTIAGO AUKLAND + LONDRES + MILAN + MONTREAL + NUEVA DELHI SAN FRANCISCO + SINGAPUR + ST. LOUIS + SIDNEY + TORONTO Gerente de divisién: Leonardo Newball Gonzalez Gerente de producto: Adolfo Bonilla Valdez Editor de desarrollo: Edmundo Carlos Zufiiga Gutiérrez Supervisor de produccién: Zeferino Garcia Garcia HISTORIA DE LA PSICOLOGIA Cuarta edicién McGraw-Hill Interamericana © 2005, respecto a la segunda edicidn en espafiol por McGRAW-HILL / INTERAMERICANA EDITORES, S.A. de C.V. A Subsidiary of The McGraw-Hill Companies, Inc. Cedro Num. 512, Col. Atlampa Delegacién Cuauhtémoc 06450 México, D-F. Miembro de Ia Cémara Nacional de la Industria Editorial Mexicana, Reg. Num. 736 Traducido de la cuarta edicién en inglés de la obra: HISTORY OF PSICHOLOGY © 2004, by The McGraw-Hill Companies, Inc. All rights reserved. Impreso en México Printed in Mexico ne Mart 2005 on Progenae Educator SA dC. (ot Asutos © P0650 4, OF. CAPITULO 9 Darwin, Galton, Cattell, James y Hall L.. funcionatistas formaron la primera corriente importante no alemana de la psi- cologia; los abordaremos en el capitulo 10. Como los psicdlogos de la Gestalt (capitu- lo 7), los funcionalistas buscaban una psicologia nueva y més din4mica, pero en su caso era una psicologia que estudiaria el funcionamiento de la mente y el valor adaptativo de la conciencia. Tales intereses e inquietudes fueron producto de la at- mésfera intelectual del siglo xx, dominada por la teorfa de Charles Darwin sobre la evolucion. CHARLES DARWIN (1809-1882) Los primeros afios en Ja vida de Darwin Charles Darwin, el quinto de seis hijos, nacié en Inglaterra el 12 de febrero de 1809, el mismo dia en que nacié Abraham Lincoln en Kentucky. La familia de Darwin era rica, segura, estaba bien relacionada tanto social como intelectualmente y participa- ba en causas progresistas como el movimiento en contra de la esclavitud. Su abuelo, Erasmus Darwin, fue un destacado médico, muy interesado en la biologia y la filoso- fia natural. En Zoonomia, Erasmus Darwin propuso una explicaci6n natural a los ori- genes y el desarrollo de la vida. Cuando nacié Darwin, se dice que su padre, Robert Darwin, era el médico provincial mejor pagado de Inglaterra (Fancher, 1993a, p. 1); su madre, Susannah, formaba parte de la famosa familia de alfareros Wedgwood. La emocionante historia de la vida de Darwin y su formulacion de la teoria de la evolu- cién la han contado innumerables veces: Darwin mismo, en una autobiografia edita- da por su nieta Nora Barlow (Barlow, 1958); Alan Moorehead, en una serie de articu- los y en un libro (Moorehead, 1969a, 1969b); Ronald Clark, en una importante biografia (Clark, 1986), e Irving Stone, en una novela que fue un éxito en las librerias (Stone, 312 Capitulo 9 1980). La experiencia fundamental en la vida de Darwin la constituyé el periodo de cinco afios que pasé como naturalista en el viaje alrededor del mundo realizado por el barco de investigacién de la Marina Real H.M.S. Beagle. Darwin se embarcé en este viaje el 27 de diciembre de 1831, poco después de titularse de licenciatura en Cambridge. Su historial académico hab{a sido mediocre, lo que Ilevé a su padre a reprenderlo cuando tenia 15 afios con esta caracterizacién y prediccién poco afortu- nada: “No te interesa nada més que la caza, los perros y atrapar ratas; serds una desgracia para ti y para tu familia” (De Beer, 1971, p. 565). En primer lugar, el padre envid a Darwin a la Universidad de Edimburgo a estudiar medicina. Pero al observar las operaciones quiruirgicas realizadas sin anes- tesia, Darwin salié corriendo de la sala de operaciones, decidido a no regresar ja- més. En 1828, ingres6 al Christ’s College con el fin de prepararse para el ministerio de la Iglesia de Inglaterra. En Cambridge, describian a Darwin como una persona “de naturaleza placida, modesta y amable”, pero también como “un compafiero que siempre estaba haciendo preguntas” (Clark, 1986, p. 15). Se titulé en 1831 con una calificacién deficiente (de tercera clase) y planes vagos de ser hombre de campo y naturalista. Darwin queria emular al hombre que mds admiraba en Cambridge, el profesor John Stevens Henslow (1796-1861). Henslow era un clérigo y boténico a quien Darwin acompaiié en tantos viajes de campo que llegé a conocérsele como “el que camina con Heslow”. Darwin disfrutaba al salir a la campifia y recolectar especimenes vegetales y animales. En uno de los viajes, Darwin hall6 un extrafio escarabajo, luego otro y después un tercero; se los metié en la boca para guardarlos en lugar seguro, pues tenia las manos Ilenas (Clark, 1986, pp. 8-9). Por una combina- cién de suerte y circunstancias afortunadas, a Darwin se le ofrecid un puesto como naturalista a bordo del Beagle. Su padre se opuso enérgicamente a que aceptara el puesto y, como suelen hacer los padres, enumer6 sus objeciones: era un proyecto salvaje y una empresa intitil; el viaje seria prolongado y el alojamiento seria muy incémodo en un pequefio barco de la marina de la clase conocida como féretro por su desafortunada tendencia a zozobrar; el puesto se lo habjan ofrecido a otros, in- cluido Henslow, que habia manifestado buen juicio al rechazarlo; era un trabajo sin goce de sueldo y le costarfa a Darwin la enorme suma de dos mil libras; y, por tilti- mo, ninguna persona con sentido comin le recomendaria ir. Por fortuna, Darwin logré hallar a esa persona, su tfo Josiah Wedgwood II, un exitoso empresario quien no sdlo le recomendé a Darwin que aceptara el puesto, sino que también cubrié sus gastos. El capitan del Beagle era Robert Fitzroy, un hombre incondicionalmente religio- so que crefa en la exactitud histdrica del relato de la creacién que se daba en el libro del Génesis de la Biblia. Fitzroy confiaba en que un naturalista calificado hallaria evidencias en las muchas tierras por las que pasaria el Beagle alrededor del mundo que demostraran la veracidad del relato biblico. Cuando zarpé en el Beagle, Darwin, de 22 afios de edad, era un creyente convencido del relato biblico de la creacién. Luego recordaria que, desde el principio del viaje, los oficiales mas mundanos del barco solian reirse de él cuando citaba la Biblia como ultima y absoluta autoridad. Lo que Darwin vio durante las 40 mil millas de recorrido del Beagle durante cinco afios lo hizo cambiar de opinién y modificé para siempre las concepciones cientifi- cas, teoldgicas, artisticas y literarias sobre la condicién humana. (Aepaiqnog 430K eAAMN ‘Z961 ‘193ug “| 30d opexpa ‘(oprdspuoy) a/3vaq ayj fo aohog ayy ap operdepy) -3180ag ayy fo Boho, oy] ua uadarede ouso> saxen} 50] ap SaIQWON “9¢81-TEBT ‘21300q “S'W'H [eP Sour OUND ap alerp, 314 Capitulo 9 El viaje del H.M.S, Beagle Como lo planeé Fitzroy, Darwin bajaba del Beagle y recorria las islas en las diversas tierras que recorria el barco. Como solia marearse, Darwin agradecia esas excursiones y pasaba semanas fuera del barco. Viajé mucho por América del Sur y también por Australia, Nueva Zelanda, las islas Cocos y Mauricio. En América del Sur, Darwin vio gran cantidad de nuevas especies. Los marineros del Beagle le pusieron por apodo “el filésofo” porque siempre estaba haciendo preguntas. Los cuestionamientos de Darwin eran simples, pero profundos: zpor qué Dios ha creado tantas especies diferentes? ‘También hallé fésiles de animales extintos muy grandes. En un acantilado a 400 mi- las al sur de Buenos Aires, Darwin encontré enormes huesos fésiles, entre los que se hallaban una mandibula y un diente enormes. Llegé a la conclusion de que eran parte del esqueleto del gran animal antediluviano (0 anterior al Diluvio Universal) Megaterio. De este animal sdlo se habia encontrado otro espécimen. {Qué les habia sucedido a todos los demés? ;Por qué Dios permitié que los armadillos gigantescos, cuyos fésiles hallé Darwin, se extinguieran, pero dejé que sobrevivieran armadillos mucho més Ppequefios? ;Por qué Dios habia permitido que algunas especies se extinguieran por completo? ;En qué parte del Arca de Noé —navio que, segtin se cuenta, era mas pe- quefio que el Beagle— hubo espacio para parejas de los grandes animales cuyos fésiles hallé? ¢Cémo pudo haber espacio para todas las demas especies que sobrevivieron al diluvio por haberlas subido a bordo del arca? zY cual era la edad de los fésiles que Darwin hallé? James Ussher, arzobispo de Armagh, calculé en 1650 que la creacién del mundo empezé a las 9:00 P.M. del 22 de octubre del afio 4004 a.C. y que todas las criaturas se crearon en los siguientes seis dias. Fitzroy crefa que la fecha era exacta, pero las evidencias tanto geolégicas como fésiles convencieron a Darwin de que la tierra es mucho més antigua. Para Darwin, el suceso més significativo del viaje fue la estancia del Beagle en las Galépagos, un grupo de islas a 600 millas de la costa de América del Sur. Las Galapagos se conocian como las Islas Encantadas por su escarpada belleza y abundante vida silvestre. Fotografias contempordéneas muestran muchas de las escenas que Darwin debe haber visto (Moore, 1980). Darwin qued6 especialmente fascinado por las gi- gantescas tortugas en cuyo honor se bautizé a las islas (galdpago significa en espafiol silla de montar ligera, pero también el caparazén gigante de la tortuga centenaria de 200 kilogramos). Nicholas Lawson, vicegobernador inglés de las Galapagos, le conté a Darwin que podia reconocer de qué isla provenia una tortuga con sélo echarle un vistazo a su concha. Las tortugas de islas ubicadas a unas cincuenta o sesenta millas de distancia eran claramente diferentes de las de otras islas. Darwin mismo observé 14 especies de pinzones en diferentes islas. Comian alimentos distintos y posefan picos diferentes que les permitian comer con facilidad esos alimentos. En una isla, los pinzones tenfan picos fuertes y gruesos que utilizaban para partir frutos secos y semillas; en otra isla, contaban con picos mds pequefios y se alimentaban sobre todo de insectos, y en una tercera isla, poseian picos que les permitian comer principal- mente frutas, bayas y flores. Las fotografias de Moore de las tortugas galépagos y de los pinzones contemporaneos, conocidos ahora como pinzones de Darwin, muestran lo sorprendentes que son esas diferencias. Darwin se preguntaba cémo se habian desarrollado tales diferencias. Las islas estan separadas por fuertes corrientes maritimas y vientos poderosos. Tal vez el he- Darwin, Galton, Cattell, James y Hall © Culpepper =. | Ecuador © Wenman Be, Togs Zona detallada Ecuador Bartolomé Floreana & Espafiola Go Islas Galapagos (New York Times Magazine, 17 de noviembre de 2002.) 315 cho de vivir en islas separadas con distintas provisiones de alimento habia obligado a las especies en lo individual a cambiar. Quizé las especies no son fijas e inmutables, sino capaces de adaptarse y cambiar. Los cambios debian haber ocurrido con lenti- tud, durante miles de generaciones, pero los resultados eran claros. En estos razona- mientos y especulaciones, vemos los inicios de la teoria de Darwin sobre la evolucién con sus tres premisas fundamentales: que el mundo no es estético, sino que siempre estd cambiando; que el proceso de cambio es lento pero continuo y que este proceso genera manifestaciones muy diferentes. Pasarfan muchos y dificiles afios antes de que Darwin por fin publicara su teoria de la evolucién. 316 Capitulo 9 Teoria de Darwin sobre la evolucién El viaje del Beagle terminé en octubre de 1836. Darwin empez6 entonces la dificil tarea de escribir los cinco voltimenes de Zoology of the Voyage of H.M.S. Beagle, corre- gir sus diarios para publicarlos y organizar la vasta coleccién de especimenes que habia embarcado a Inglaterra desde diversas partes del mundo. También tuvo tiem- po para estudiar y reflexionar. Durante el viaje, Darwin observé que las especies podian adaptarse y cambiar, pero le intrigaba el porqué lo habian hecho. ;Cudl era el incentivo de la adaptacién y el cambio? ;Por qué evolucionan las especies? Las res- puestas empezaron a surgir después de que Darwin leyé una resefia en el Athenaeum sobre el libro A Treatise on Man and the Development of his Faculties, publicado en 1835 por el cientifico belga Lambert Adolphe Jacques Quetelet (1796-1874). En esta obra, Quetelet resumi6 el planteamiento de Thomas Robert Malthus (1766-1834) sobre el crecimiento de la poblacién, publicado primero en forma anénima en 1798 en su Essay on the Principle of Population as It Affects the Future Improvement of Society. En octubre de 1838, Darwin leyé el ensayo, cuyo argumento central se basaba en dos postulados que Malthus consideraba evidentes: “Que el alimento es necesario para la existencia del hombre, y que la pasién entre los sexos es necesaria y permaneceré casi en su estado actual” (Malthus, 1798, p. 11). Malthus (1798, p. 13) llegé a la con- clusign de que el crecimiento libre de la poblacién es inmensamente mayor que la capacidad de la tierra para asegurar la subsistencia, ya que: La poblacién, cuando no enfrenta obstaculos, se incrementa en progresién geo- métrica: 1-2-4-8-16-32-64-128-256... mientras que la subsistencia aumenta s6lo en progresién aritmética: 123-456-789... Malthus calculaba que el aplazamiento del matrimonio, la mortalidad infantil, las epidemias y la hambruna limitarian de manera temporal el crecimiento de la po- blacién. Pero, inevitablemente, una progresién aritmética no corresponde a una serie geométrica. Por tanto, Malthus pronosticaba una lucha cada vez més fuerte por la existencia. Darwin escribié en su Cuaderno: “Cuando por diversién lei lo que Malthus escribié sobre el crecimiento de la poblacién, me dio la impresién de que, en esas circunstancias, las variaciones favorables tenderian a preservarse y las desfavorables a destruirse. El resultado serfa la formacién de una nueva especie” (Darwin, Life and Letters, I, p. 83, en Simpkins, 1974, p. 69). Darwin concibié esas poblaciones siempre crecientes y los recursos limitados como “una fuerza de cientos de miles de cufias que tratan [de] hacer que cada clase de estructura adaptada entre por la fuerza en los espacios de la economia de la naturaleza, o bien que forme espacios expulsando a las més débiles” (Darwin, 1839, en De Beer, Rowlands y Skramovsky, 1967, p. 129). Aqui, pues, habia una respuesta a las interrogantes y enigmas que planteaban las Galdpagos. Tiempo después, en El origen de las especies, Darwin escribié lo siguiente: zPodemos dudar (recordando que nacen muchos mas individuos de los que quiz puedan sobrevivir) que los individuos que tienen alguna ventaja, aunque sea remota, Darwin, Galton, Cattell, James y Hall 317 sobre otros, tendrian las mejores posibilidades de sobrevivir y procrear a su especie? Por otra parte, podemos estar seguros de que cualquier variacién perjudicial por nv nima que fuera se destruiria estrictamente. A la preservacién de las diferencias y va- riaciones individuales favorables, y la destruccién de las perjudiciales, la he llamado seleccién natural o supervivencia de los mds aptos (Darwin, 1859, p. 61). La teoria de Darwin es a un tiempo elegante y general. El distinguido bidlogo Thomas Huxley, después de escuchar un resumen de esta teoria, se increpé a si mis- Pero qué enorme estupidez no haber pensado en eso” (De Beer, 1971, p. 571). Cantidades crecientes de cualquier poblacién generan una “lucha por la existencia”; en esta lucha, s6lo sobreviven los animales més aptos. Asi, los animales que poseen caracteristicas que les permiten adaptarse a un determinado ambiente son favoreci- dos y tienen més probabilidades de vivir para transmitir esas caracteristicas a su descendencia. Por tanto, a lo largo de muchas generaciones, las especies cambian 0 evolucionan. Darwin consideraba que los resultados de Ja seleccién natural eran tan acentuados como los de la seleccién artificial que practicaban los criadores de anima- les y plantas domésticos. Para 1840, Darwin estaba comprometido con estos plantea- mientos y hasta escribié las generalidades de la teoria de la evoluci6n que le dio a su esposa, instruyéndola para que la publicara ante la eventualidad de que él muriera de manera repentina. Sin embargo, habria de retrasar casi 20 afios la publicacién de su teorfa. Por qué aguardé tanto? Una respuesta es que estaba ocupado en otros menesteres, En 1838, se publicé con éxito su libro El diario de un naturalista alrededor del mundo. Pronto alcanzé dos reimpresiones y una segunda edicién en 1845. Darwin escribié en su autobiografia: “El éxito de este mi primer hijo literario siempre pica mi vanidad més que el de mis otros libros” (Darwin, 1887, en Barlow, 1958, p. 116). Esta obra fue un éxito popular porque, como comentara el editor de una edicién moderna de la misma, “Es uno de los mas grandes relatos de aventuras cientificas que se hayan escrito” (Engel, 1962, p. ix). Darwin también dedicé mucho tiempo y esfuerzo a organizar su coleccién de especimenes, trabajo que se le dificultaba por una enfermedad debilitante y misterio- sa. Darwin, quien durante su juventud habia estado leno de eriergia y vigor, ahora sufria constantemente de mala salud que “aniquil6 varios afios de mi vida” (Darwin, 1887, en Barlow, 1958, p. 122). ;Cual fue la causa de su mala salud? Hay quienes han especulado que fue una manifestacién psicosomética de la ansiedad de Darwin sobre las consecuencias de publicar su teorfa de la evolucion (Colp, 1977). Saul Adler (1959) propuso otra explicacién. Como experto en enfermedades tropicales, Adler reconocié los sintomas de Darwin como los de la enfermedad de Chagas, una afeccién debilitante y prolongada endémica de las zonas de América del Sur que visits Darwin en su juventud (Engel, 1962, p. xx). En Argentina, a Darwin lo picaron fuertemente escara- bajos Benchura, 70 por ciento de los cuales son portadores del agente causante de la enfermedad de Chagas. Para el verano de 1858, Darwin estaba preparado para presentar en publico su teorfa, pero surgié una razén mds para demorarla. De manera inesperada, en febrero de ese afio, Darwin recibié una carta del naturalista briténico Alfred Russel Wallace (1823-1913), pidiéndole que revisara el trabajo de Wallace On the Tendency of Varieties to Depart Indefinitely from the Original Type. También Wallace reconocia la influencia 318 Capitulo 9 El gran debate en Oxford sobre la evolucién La primera prueba ptiblica de la teoria de Darwin sobre la evolucién se dio en junio de 1860 durante la reunién de la British Association for the Advancement of Science en Oxford. El debate del domingo sobre la teoria de la evoluci6n atrajo a un auditorio estimado en mil personas. Antes del deba- te, el obispo de Oxford, Samuel Wilberforce, apodado “el jabonoso Sam” por sus irreve- rentes alumnos, predijo que “aplastaria a Darwin”. Wilberforce era un polemista de primera que también tenia sentido del hu- mor. Acepts irénicamente el sobrenombre que le pusieron los estudiantes “...pues siempre estaba en agua caliente y siempre salia de ella con las manos limpias” (Clark, 1986, p. 154). Darwin no asistié al debate, pero contaba con un defensor competente en Thomas Huxley. Este tenia su propio so- brenombre, el “bulldog de Darwin”, debi- do ala ferocidad con que defendia Ia cien- cia en general y la evolucién en particular (Desmond, 1997). Wilberforce acusé a Darwin de expresar opiniones sensaciona- listas sin fundamento en la ciencia y pro- mover herejias contrarids a las verdades divinas de la Biblia. Plantes algunos argu- mentos efectivos: * Wilberforce estaba preparado para acep- tar la teoria de Darwin sobre la evolu- cién como una hipétesis de trabajo, pero no como una explicacién causal proba- da. * Insté a la Iglesia y a cientificos como Darwin y Huxley a que hallaran puntos de coincidencia. * Aseverd que cualesquiera que fuesen los méritos de la teoria, la brecha entre los seres humanos y los simios en el zool6- gico era insalvable. * Sefialé que las momias egipcias demos- traban que los seres humanos no habian cambiado durante miles de afios. Al final de su presentacién, Wilberforce cometié uno de los errores mas famosos en Ia historia de los debates. Se volvié hacia Hunley y le pregunté: ";Es por parte de su abuelo o de su abuela que afirma descen- der de un mono?” Huxley se volvié hacia su vecino y Je susurr6: “El Sefior lo ha pues- del ensayo de Malthus. Cuando Darwin leyé el trabajo de Wallace, se dio cuenta de que éste habia bosquejado una teoria de la seleccién natural casi exactamente igual a la suya y que “estaba expresada en forma admirable y muy clara” (Darwin, 1887, en Barlow, 1958, p. 122). Su primer impulso generoso fue retirarse y concederle la prio- ridad a Wallace, pero Huxley, Charles Lyell (de quien Darwin habia aprendido geo- logia) y Joseph Hooker, director de Kew Gardens en Londres, lo convencieron para que presentara en forma conjunta su teorfa y el trabajo de Wallace en la reunién del 1 de julio de 1858 de la Linnean Society de Londres. Esta presentacién conjunta de la teoria de la evoluci6n desperté poco interés. A finales de 1858, el presidente de esa asociaci6n concluyé en su informe anual “que el afio no habja estado marcado por ninguno de esos descubrimientos asombrosos que otrora revolucionaron, por asi decirlo, la seccién de ciencia que ellos mantenian”. El profesor Haughton de Dublin concluyé que “en su presentacién conjunta, todo lo nuevo era falso, y lo verdadero era viejo” (Darwin, 1887, en Barlow, 1958, p. 122). Darwin, Galton, Cattell, James y Hall 319 El gran debate en Oxford sobre la evoluci6n (continuacién) to en mi manos”, Huxley inicié su refuta- cidn aseverando que no habia podido dis- cemnir ninguin hecho o argumento nuevos en la presentacién del obispo. Respecto a la pregunta sobre sus ancestros: Sise me plantea, pues, la pregunta de “Si tengo a sun miserable simio por abuelo oa un hombre muy dotado por la naturaleza y poseedor de grandes ™medios e influencia, pero que emplea esas facul- tades e influencia con el mero propésito de ridi- culizar una discusién cientifica de la mayor gra- vedad, sin dudarlo manifestaria mi preferencia por el simio” (Clark, 1986, pp. 155-156). Siguieron otros, incluido Fitzroy, enton- ces almirante, quien se levanté de su asien- to blandiendo la Biblia por encima de su cabeza. La Biblia, declaré, es la fuente de toda verdad. Sin embargo, Huxley y sus aliados habian ganado el debate. Al termi- nat, los estudiantes lo vitorearon y duran- te 24 horas se consideré a si mismo el mas popular en Oxford. Uno de los clérigos se marché a casa a tomar el té y le comenté a su esposa que el horroroso profesor Huxley habia mostrado que el hombre descendia de los simios. “Oh, querido —exclamé la buena dama—, roguemos porque no se di- funda” (Montagu, 1977, p. 23). Otros miem- bros del clero condenaron a Huxley y le exigieron una disculpa. Huxley se negé a acceder. Wilberforce crefa que habia gana- do en un debate justo y escribié estos ri- pios sobre esa experiencia: -un docto profesor, grave y sabio, sostiene ahora firmemente las que a mi suponer serian mentiras; y ante los sabios que le escuchan mudos de asombro pregona un orgulloso linaje de ancestros simios. iAy de mit, exclamé, si tales son los suefios de un sabio, salvadme, oh arciingeles, de esos impios temas, libradme de la ciencia que a si misma se degrada, y del orgullo que remeda humildad. (Desmond, 1997, p. 280) La teoria de Darwin ha prevalecido y forma ahora uno de los grandes hitos de ia ciencia moderna (Degler, 1991.) E124 de noviembre de 1859, Darwin publicé Sobre el origen de las especies por medio de la seleccién natural, o la preseroacién de las razas favorables en Ia lucha por la vida. La reacci6n fue intensa; segtin cuenta la leyenda, la primera impresién de 1 250 ejempla- res se agoté el dia de su publicacién. De hecho, los libreros pidieron todos los ejem- plares anticipando que el libro despertaria una reaccién animada. Estaban en lo co- recto, y la teoria de Darwin se debatié acaloradamente. Algunos bidlogos la criticaron arguyendo que era un conjunto de hipétesis improbables. Los tedlogos aseveraban que si el hombre y los simios tenian un ancestro comtin, entonces ya no podia consi- derarse que el hombre era una cteacién de Dios hecha a su imagen y semejanza. Ademés, si las especies se originaban por seleccién natural, esto destrufa el antiguo argumento galénico de la existencia de Dios basado en la presencia del designio en la naturaleza (capitulo 1). La reaccién alcanz6 su climax en un famoso debate en Oxford (véase el recuadro). 320 Capitulo 9 Continuidad Darwin habja planteado un argumento contundente en favor de la continuidad de las especies y habia colocado firmemente a los seres humanos entre los animales en lo que a caracteristicas fisicas concierne. Pero zy las caracteristicas psicolégicas? ;Compartimos caracteristicas conductuales, emocionales y cognoscitivas con otras especies o hay una discontinuidad entre los humanos y todos los demas animales? En un libro posterior, La descendencia del hombre, Darwin aseveré que “no hay una diferencia fundamental entre el hombre y los mamiferos superiores en cuan- to a facultades mentales” (Darwin, 1871, p. 446). Este tema Darwin se lo legé en buena medida a sus seguidores: George John Romanes (1848-1894), quien utilizé métodos principalmente anecdéticos; Douglas Spalding (1840-1877), uno de los pri- meros experimentalistas, y C. Lloyd Morgan (1852-1936), cuyo canon o principio de parsimonia se convirtié en una guia metodolégica crucial: “En ningtin caso podemos interpretar una accidn como resultado del ejercicio de una facultad fisica superior si puede interpretarse como resultado del ejercicio de una que se encuentra més abajo en la escala psicolégica” (Morgan, 1896, p. 53). Estos tres hombres estaban entre los mas importantes fundadores de la psicologia comparativa, la divisién de la psicolo- gia que aborda las comparaciones entre diferentes especies (Dewsbury, 1984). Mecanismo Darwin no pudo explicar el mecanismo genético que subyace el cam- bio evolutivo, Por desgracia, algunos de sus sucesores adoptaron de modo precipita- do la doctrina de Lamarck sobre la herencia de caracteristicas adquiridas (capitulo 7) como ese mecanismo. Seguin esta doctrina, los descendientes pueden heredar carac- teristicas adquiridas, con lo que aumenta el ritmo del cambio evolutivo. August Weismann (1834-1914) cuestioné el lamarckismo y demostré que esas caracteristicas no eran hereditarias. Corté las colas de cientos de ratones, pero no hallé evidencias de que sus crias en generaciones posteriores nacieran con colas alteradas. Weismann también centré su atencién en el plasma bacteriolégico y los cromosomas como fun- damento de la herencia. Las investigaciones de Gregorio Mendel (capitulo 11) en las. tiltimas décadas del siglo xx demostraron la herencia de caracteristicas fisicas en las plantas. Sus resultados sentaron las bases de la genética moderna y proporcionaron el mecanismo de los cambios evolutivos que Darwin habia descrito. La psicologia de Darwin Las obras de Darwin La descendencia del hombre (1871) y La expresién de las emociones en el hombre y los animales (1872) contienen mucho material psicolégico. En La descendencia del hombre, Darwin empleé el término evolucién por primera vez y manifesté de modo abierto lo que sélo habia insinuado en El origen de las especies: que los seres humanos estan relacionados con otros primates. Darwin habia estudiado las expresiones faciales asociadas con diferentes emociones en los seres humanos, incluidos sus propios hijos y los enfermos mentales (Gilman, 1979). Utilizé fotografias y hasta traté de registrar los movimientos de los musculos facia- les. Su obra es una clara anticipacién a las investigaciones contempordneas de Paul Ekman (1985). Darwin visité el Zoolégico de Londres para estudiar a los simios. Le interesaron en especial sus reacciones ante los espejos, una vez més anticipandose sin duda a las investigaciones contemporaneas de Gordon Gallup (1982, 1991). Darwin tenia actitudes y opiniones humanitarias y progresistas. En América del Sur, habia visto esclavos y lo habia consternado el trato que recibian. También vio las conse- Darwin, Galton, Cattell, James y Hall 321 cuencias desastrosas de un experimento social. En uno de sus primeros viajes, Fitzroy habia sacado a tres jvenes de su casa en Tierra del Fuego en el extremo sur de Amé- rica con la finalidad de llevdrselos a Inglaterra para educarlos, cristianizarlos y civi- lizarlos. En el viaje del Beagle, se regres6 a estos jévenes a casa para que difundieran el cristianismo y la civilizacién entre su pueblo. Cuando el Beagle regres un aio después, sdlo se hallé a uno de ellos. Estaba desnudo, con el cabello enmarafiado y habia retomado sus antiguas maneras. El experimento de Fitzroy habia fracasado. Luego de leer sobre el desarrollo mental del nifio en un articulo de M. Taine en la revista Mind, Darwin revis6 el registro detallado que habia llevado 37 afios atrés del desarrollo de su hijo William Erasmus Darwin (1839-1914). En julio de 1877, Darwin publicé “Un esbozo biografico de un infante” en Mind. Para los psicdlogos del desa- rrollo, el libro ofrece un registro rico en observaciones acerca de un nif, realizado por el observador de la naturaleza mds grande de todos los tiempos. En el siglo xx, el ejemplo de Darwin de observar a sus propios hijos lo siguieron numerosos observa- dores, que van de la estudiosa de la conducta animal Jane Goodall, quien crié a su hijo entre los chimpancés de la Reserva de Gombe en Africa (Goodall, 1971), al psicé- logo del desarrollo cognoscitivo Jean Piaget, quien estudid la capacidad de resolu- cién de problemas de sus hijos (Piaget, 1954), y el psicélogo conductista B.F. Skinner (capitulo 13) quien emple6 principios del condicionamiento operante para criar a sus hijas. Darwin también fue un observador meticuloso de su propio comportamiento. Se dio cuenta de que su consumo de rapé era excesivo y traté de controlar el habito dejando la caja de rapé en el vestibulo de su casa en lugar del estudio. Por desgracia, este esfuerzo fue bastante infructuoso. Darwin recibié muchos honores y reconocimientos. Fue electo como miembro numerario de la Sociedad Real a los 29 afios de edad, y 57 sociedades de eruditos extranjeras lo eligieron como miembro honorario o correspondiente. Sin embargo, el gobierno briténico nunca lo honré y el soberano de Inglaterra nunca le concedié el titulo de caballero; los elementos conservadores y reaccionarios de la Iglesia de In- glaterra fueron demasiado poderosos como para permitir tales reconocimientos. Darwin murié en Down House el 19 de abril de 1882. Veinte miembros del Parlamen- to solicitaron al dean de Westminster que permitiera la realizacién del funeral de Darwin en la Abadia de Westminster. El dean accedié, lo cual es menos incongruente de lo que parece en principio. Aunque Darwin pensaba que la palabra agndstico le iba muy bien, nunca mostré intolerancia o prejuicio en sus planteamientos sobre la reli- gién y disfruté de la cercana amistad de individuos religiosos. El vicario de Downe, por ejemplo, fue un amigo de toda la vida de los Darwin. Después de la muerte de Charles, el vicario erigid una placa conmemorativa en honor de Darwin en el cemen- terio de su iglesia. Darwin fue enterrado en la Abadia de Westminster, a unos pasos de la tumba de Isaac Newton y cerca de una placa conmemorativa de Alfred Wallace. Su hogar, Down House, es ahora patrimonio inglés y esta abierto al puiblico. Ubicada 20 millas al sur de Londres, en el condado de Kent, a unos cuantos pasos de la aldea de Downe, muchas de las habitaciones de la espléndida casa estén amuebladas como Jo estuvieron en tiempos de Darwin. La casa contiene también exhibidores informa- tivos, selecciones de la coleccién de Darwin y hermosos jardines. Del H.M.S. Beagle no queds ninguin resto y tal vez su ultima morada haya sido algtin cementerio de barcos (Thompson, 1975). 322 Capitulo 9 La teoria de Darwin sobre la evolucidn constituy6, y atin constituye, un marco de referencia para todas las ciencias de la vida. Darwin, Freud y Einstein son los tres grandes agitadores del pensamiento en la historia de la ciencia occidental. Ernst Mayr, uno de los principales investigadores del mundo en la teoria genética y evolutiva, afirmé que la evolucién debe considerarse ahora un hecho y que no hay un solo interrogante en la biologia que pueda responderse adecuadamente sin considerar la evolucién (Mayr, 2001). Otros, como Stephen Gould, propusieron cambios a la es- tructura de la teorfa evolutiva sin cuestionar su posicién central (Gould, 2002). Para la psicologya, la teorfa de Darwin sobre la evolucién planteé preguntas acerca del valor adaptativo de la conciencia y la aportacién de la mente a la adaptacién y la supervivencia humanas. Estos cuestionamientos se volvieron inquietudes fundamen- tales para los psicdlogos funcionalistas. Una expresidn inmediata de esas inquietu- des aparece en los escritos e investigaciones del segundo precursor del funcionalismo que consideraremos en este capitulo: otro inglés del siglo xix y primo de Darwin, Francis Galton. FRANCIS GALTON (1822-1911) Francis Galton fue un hombre de vastos intereses y diversos talentos que hizo apor- taciones impresionantes a muchos campos del conocimiento. Entre los psicélogos, a Galton se le conoce més por su desarrollo de pruebas mentales y sus investigaciones acerca de la herencia humana. Sin embargo, también fue un meteorélogo que incursioné en los informes cotidianos sobre el clima y los mapas climaticos y acuiié el término anticiclén; fue un estudioso de la percepcién que experiments con fotogra- fias estereoscépicas y creé el método del retrato compuesto, superponiendo fotogra- fias individuales para formar un compuesto que acentuaba sus caracteristicas comu- nes, y también fue un estudioso de las caracteristicas fisicas de la gente que reconocié que las huellas dactilares son inmutables y tinicas. (En un determinado momento, Galton tuvo la coleccién mas grande de huellas dactilares del mundo, pero no hallé un solo caso en el que las 10 huellas de dos individuos fueran idénticas; Thorwald, 1964.)' Galton invents el teletipo primitivo; fue antropélogo y explorador. En suma, Galton incursioné con energia y entusiasmo en el conocimiento. Queria “saber lo peor y lo mejor de todo” (Galton, citado por Newman, 1956b, p. 1170). Galton tenia tal pasi6n por la ciencia que esperaba que en el futuro los delegados a las reuniones cientificas se congregarian en una especie de peregrinaje, unidos por su devocién ala ciencia y al progreso del conocimiento. Galton fue uno de los tiltimos cientificos ca- balleros que combinaron profesionalismo y aficién (Gillham, 2001); nunca recibié un nombramiento académico ni di ninguin laboratorio y su pequefia biblioteca per- sonal constaba principalmente de ejemplares autografiados de libros escritos por ‘En 1880, en una carta a Nature, un médico llamado Henry Faulds que trabajaba en Japén propuso por primera vez el uso de las huellas dactilares para identificar a los delincuentes. En 1901, Scotland Yard de Londres empezé6 a hacerlo, seguida por el Departamento de Policia de la ciudad de Nueva York en 1906 (Cole, 2001). Darwin, Galton, Cattell, James y Hall 323 Sir Francis Galton. (Brown Brothers) autores amigos suyos (Gridgeman, 1972, p. 266). A pesar de ello, poseyé un intelecto vivo y una curiosidad sin limites, de modo que su casa en el ntimero 42 de Rutland Garden en Londres era el lugar de reunién favorito de académicos y cientificos. Los primeros afios en la vida de Galton Galton nacié en Warwickshire, cerca de Birmingham, la segunda ciudad mas grande de Inglaterra. Su familia era adinerada, gracias a una fortuna amasada durante la revolucién industrial inglesa. El abuelo materno de Galton era Erasmus Darwin. Su abuela materna era una Barclay, de la familia de banqueros britdnica. Galton fue un nifio precoz que aprendié a leer a los dos afios y medio, escribié una carta a los cuatro y podia leer cualquier libro en inglés a los cinco. Terman (capitulo 10), en sus estu- dios biogréficos sobre los genios, le asigné a Galton un CI de 200. A los cuatro afios, Galton resumio sus logros en esta notable carta a su tutora y hermana mayor Adele: Querida Adele: ‘Tengo cuatro afios de edad y puedo leer cualquier libro en inglés, puedo pronunciar todos los sustantivos y adjetivos latinos y los verbos activos, ademas de 52 versos de poesia latina. Puedo hacer cualquier suma y multiplicar por 2, 3, 4, 5, 6,7, 8, _, 10, _. También puedo decir la tabla de peniques. Leo un poco en francés y conozco el reloj (Galton, en Pearson, 1914, vol. 1, p. 66). Galton habia escrito originalmente los nimeros faltantes 9 y 11 en la secuencia, pero como al parecer se dio cuenta de que sonaba demasiado pretencioso, taché un numeral con un cortaplumas y pegé sobre el otro un pedazo de papel en blanco (Fancher, 1985, p. 20). Pese a todo esto, Raymond Fancher, autor de numerosos y excelentes trabajos académicos sobre Galton, considera que su reputacién como pro- digio y genio es “sustancialmente exagerada” (Fancher, 1998a, p. 102). El historial 324 Capitulo 9 académico de Galton fue mediocre. Matriculado a los ocho afios de edad en un inter- nado en extremo competitivo, se desempefié en forma deficiente salvo en matemati- cas. A los 16 afios, entré como pupilo médico en el Birmingham General Hospital. Robert Watson (1968) informé que Galton, por caracteristica curioso, probé los efec- tos de distintas sustancias en su persona. Su intencién era recorrer la farmacopedia de la Aa la Z, pero se detuvo, es de entenderse, en la letra C, después de tomar aceite crotén, un fuerte purgante. Las muertes de los pacientes y los exdmenes post mértem Jo llenaban de horror, asi que terminé sus estudios médicos y obtuvo un titulo gene- ral en Cambridge. En la edad adulta, Galton ejemplificd la maxima de Virginia Woolf de que el pensamiento independiente suele ser resultado de medios independientes. Su consi- derable herencia le permitio perseguir los intereses que le placian. El primer interés profesional de Galton fue la exploracién. En 1845 y 1846, viajé a Egipto, Sudan y Siria tratando de hallar la fuente del Nilo. En 1850, Galton visité una vasta regién del Africa sudoccidental (hoy en dia Namibia). Penetré més de mil kilémetros hacia el interior, traz6 mapas y exploré el territorio y establecié contacto con los pueblos i: digenas: los némadas bosquimanos que vivian bajo las duras condiciones del desier- to del Kalahari, los damara adoradores del ganado, los ovambo y los hottentot. El primer libro de Galton, Tropical South Africa, se publicé en 1853. Se le reconocié con una medalla de oro de la Real Sociedad de Geografia y la elecci6n como miembro numerario de la Sociedad Real en 1860. En ocasiones, Galton hizo descripciones cru- das y degradantes de los pueblos que conocié durante sus viajes (Fancher, 1983), pero fue inusual entre los exploradores europeos decimonénicos en cuanto a que no se sentia superior a los pueblos que conocia. Para algunos de sus contempordneos, los pueblos nativos estaban més préximos a los animales que a los seres humanos. Entre 1810 y 1815, una mujer de 21 afios de edad de estirpe bosquimana, llamada Sartje Baartman, fue exhibida en Paris y Londres como la Venus Hottentot (Gillham, 2001)2 Un bosquimano capturado en una expedicién anterior fue exhibido en la sec- cién de primates del Zoolégico de Londres hasta su muerte a la vuelta del siglo (Kiley, 1987). Sin embargo, Galton quedé impresionado por lo bien que se habian adaptado los pueblos que conocié a su dificil ambiente desértico y por la capacidad que tenfan, mucho mayor que la suya, para sobrevivir. Galton decidi6 estudiar mas a fondo esas adaptaciones humanas. ‘Asu regreso a Inglaterra desde Africa, Galton se encontraba a si mismo “bastan- te agotado de salud” (Newman, 1956b, p. 1168). En 1855, publicé Art of Travel, subti- tulado Shifts and Contrivances Available in Wild Countries. Confiaba en que el libro ayudara a futuros viajeros, sobre todo a soldados del ejército britdnico, a adaptarse a otros climas. En aquel entonces, los soldados briténicos estaban del todo mal equipa- dos para el servicio en los trépicos con sus pesados abrigos rojos de lana, de modo que el consejo de Galton era muy necesario. Su libro tuvo ocho ediciones y se convir- tid en un compafiero indispensable de los viajeros y exploradores del siglo xix. Se trata de una serie exhaustiva de sugerencias, mdximas, planes, descripciones y 2 En abril de 2002, se regresaron finalmente los restos de Baartman a Sudéfrica para que recibieran un entierro decoroso. Darwin, Galton, Cattell, James y Hall 325 diagramas. Galton le informaba al lector cémo utilizar materiales locales para hacer pélvora, tinta, talco antipiojos, pemicdn, agujas, pegamento y muchas otras cosas. De hecho, varios de sus consejos son practicos. Quiere un emparedado nutritivo? Pruebe con dos rebanadas de pan y queso espolvoreado con raices de sultana. ;Tiene que cruzar un rio profundo a caballo? Agarrele la cola y salpiquele la cara con la mano derecha para conducirlo a la izquierda o con la mano izquierda para conducir- Jo ala derecha. (Esta sugerencia se ilustra con un dibujo de un caballero con chistera que atraviesa un arroyo.) {Quiere encontrar miel? Atrape una abeja, dtele una pluma © una paja a una de sus patas (Galton sostiene que esto puede hacerse con facilidad), suéltela y sigala mientras vuela lentamente hasta su panal. ;Quiere que un burro deje de rebuznar? Amérrele al animal una piedra pesada en la cola. Antes de rebuz- nar, un burro levanta la cola. Si ésta lleva un lastre, el burro no rebuzna (Middleton, 1971). Mediciones de Galton de las diferencias individuales Después de regresar a Inglaterra, Galton prosiguié con su interés por las caracteristi- cas humanas, tanto fisicas como mentales. Sus viajes le produjeron una fascinacién por las diferencias entre las personas, y le intrigaba en especial el trabajo o las funcio- nes de la mente humana. Una de las maximas favoritas de Galton era “Siempre que puedas, cuenta” (Newman, 1956b, p. 1169) y vaya que conto. En las conferencias, se sentaba de frente al auditorio. Contaba las muestras de inquietud que manifestaba la gente por minuto y descubrié que los nifios pocas veces permanecian quietos, las personas de mediana edad eran ligeramente inquietas, mientras que los filésofos ancianos en ocasiones permanecian rigidos durante varios minutos (Newman, 1956b, p. 1169). Realizé un “mapa de la belleza” de Gran Bretafia en el cual las mujeres de Londres ocupaban el primer lugar, en tanto que las de Aberdeen en Escocia, el tilti- mo. Galton iba al Derby Inglés, pero en lugar de observar los caballos, estudiaba los cambios de tono predominantes en los rostros de los espectadores conforme los ca- ballos se acercaban a la meta. Para hacer mediciones mas formales y controladas, Galton establecié en 1884 un laboratorio antropomeétrico en la Exhibicién Internacional de Salud de Londres “para la medicién en varias maneras de la forma y la facultad humanas” (Galton, citado en Pearson, 1924, p. 359). En 12 meses, recabé datos sobre 9 337 individuos (Johnson, McClearn, Yven, Nagoshi, Ahern y Cole, 1985, p. 875). En 1888, se establecié un labo- ratorio similar en las galerias cientificas del South Kensington Museum. En esos la- boratorios, los londinenses podian hacer, a cambio de cuatro peniques por el primer examen y tres més por la segunda y tiltima pruebas, que se sometieran a prueba sus poderes fisicos y mentales —lo que hizo de los laboratorios las primeras clinicas psicométricas del mundo—. Se probs a unos 17 mil individuos en los laboratorios de Galton en las décadas de 1880 y 1890, Al marcharse, recibian una tarjeta de aparien- cia impresionante que mostraba sus resultados. Atin existen en el Laboratorio de Galton en Londres unos 7 500 registros de datos individuales que se han analizado de nuevo (Johnson et al., 1985, p. 876). Se realizaron diversas mediciones fisicas —es- tatura, peso, circunferencia, huellas dactilares y tamafio de la cabeza—, pues Galton cteia con firmeza que cerebros grandes y facultades mentales sélidas se acomodaban 326 Capitulo 9 en una cabeza grande, unos brazos de envergadura larga y gran fuerza, velocidad de movimiento, agudeza visual y capacidad pulmonar. Para medir las capacidades mentales, Galton se basaba mucho en indicadores fisicos como los tiempos de reac- cin visual y auditiva y el sonido audible més alto, pues crefa que hay una relacién consistente entre agudeza sensorial y mental. En 1888, publicé un trabajo en el que describid un método para cuantificar esta correlacién. Afios después, en 1895, el dis- cipulo de Galton, Karl Pearson, derivé una férmula que permite expresar de modo matemiatico esas relaciones como coeficiente de correlacién. Galton desarrollé tam- bién un instrumento simple, conocido como silbato de Galton, que produce una serie de silbidos de diferentes frecuencias. Evalué la agudeza auditiva y descubrié que conforme envejece la gente muestra una disminucién notable en su agudeza para los sonidos altos. Casi todos los individuos de mayor edad eran poco conscientes de esta disminucién y a Galton le complacia demostrarsela a los més altaneros. Galton también creé conjuntos de pesos dispuestos en una serie geométrica para producir sensaciones que aumentan aritméticamente, lo mismo que series de prue- bas de discriminacién de color, gusto y tacto. Una gran proporcién de las familias cudqueras que evalué eran dalténicas. Galton comparé a hombres y mujeres con es- tas pruebas y Ilegé a la conclusién de que los varones tienen capacidades de discri- minacién mds delicadas. La experiencia cotidiana, sefialaba Galton, confirma esta conclusién: Quienes afinan pianos son hombres y entiendo que sucede también con quienes catan el téy el vino, quienes clasifican lana y cosas por el estilo. Estas tiltimas ocupaciones estén bien remuneradas, porque desde el primer instante el comerciante debe estar correctamente asesorado sobre el valor real de lo que est a punto de comprar 0 ven- der. Si la sensibilidad de las mujeres fuera superior a la de los hombres, el interés personal de los comerciantes haria que éstos las emplearan casi siempre, pero como sucede lo opuesto, es probable que la suposicién contraria sea la correcta (Galton, 1883, p. 30), Galton también sefialé que casi todos los hombres concuerdan en que las muje- tes pocas veces reconocen un buen vino o preparan una buena taza de té 0 café. Sus conclusiones y argumentos eran, ni duda cabe, sexistas. Ademas de estas pruebas fisicas, Galton utilizé con frecuencia cuestionarios en Io que denominaba sus estudios y experimentos psicométricos. Uno de sus més conoci- dos estudios se relacionaba con imagenes mentales. Pedia a las personas que recor- daran de memoria ciertos sucesos —por ejemplo, la escena en la mesa del desayuno por la mafiana— y después que respondieran a una serie de preguntas sobre la ilu- minacién, el colorido, el detalle, la realidad y las personas en la escena. La mayoria podia recordar en forma clara y distinta imagenes mentales, pero para sorpresa de Galton, descubrié que casi ninguno de los cientificos y matematicos podia hacerlo. De hecho, muchos de ellos consideraron que Galton era un extravagante por pensar que podrian recordar tales escenas. Manifestaron que esas imagenes mentales les eran tan desconocidas como los colores a los ciegos. Galton llegé a la conclusién de que se les habia educado para pensar en términos bastante abstractos. Sin embargo, otros podian describir sus imagenes con todo detalle, casi como si describieran una escena que tuvieran delante de los ojos: jugadores de ajedrez que jugaban con los Darwin, Galton, Cattell, James y Hall 327 ojos vendados, pianistas que leian mentalmente una partitura al tocar, oradores que seguian un texto mental al hablar y el sefior Flinders Petrie, quien por lo regular resolvia problemas aritméticos con ayuda de una regla de célculo mental. Petrie po- nia el cursor de la regla de célculo en el lugar adecuado y luego leia la respuesta en las escalas. Esas imagenes mentales claras eran poco comunes, pero Galton creia que las gradaciones de imagenes son comunes a todas las personas y que en general son més notables en las mujeres que en los hombres; ésta es una de las contadas cosas buenas que el generalmente miségino Galton comenté sobre las mujeres. Galton también creé y emples dos modalidades de pruebas de asociacién. En el primer caso, al sujeto se le pedia que respondiera con una asociacién a una palabra estimulo, La latencia de cada asociacién era un indicador de la presteza mental del sujeto. Al estudiar los origenes de las asociaciones individuales, Galton descubrié que 40 por ciento se derivaba de experiencias infantiles, una conclusién empirica asombrosamente congruente con el énfasis que hacia Freud en la importancia de los primeros aiios como determinantes del comportamiento adulto (capitulo 8). En su segunda prueba de asociacién, Galton sdlo le pedia al sujeto que dejara a la mente jugar de manera libre durante un periodo breve y que luego se detuviera y explorara con cuidado las ideas que se habian presentado. En una de estas pruebas practicada en forma personal, Galton se paseaba por Pall Mall, una de las avenidas londinenses mas de moda, explorando todo lo que captaba con la vista y examinando las asocia- ciones que le despertaba cada objeto (Galton, 1883, pp. 185-203). En un recorrido de unos 450 metros, vio 300 objetos y descubrié que generaban numerosas asociaciones. Su vida mental al parecer era rica y diversa. Unos dias después, Galton repitié el recorrido y descubri6, para su sorpresa, que muchas de las asociaciones originales eran recurrentes. A este respecto, escribié: Los actores en mi escenario mental eran realmente muy numerosos, pero de ningtin modo tanto como habia imaginado. Parecfan ahora algo as{ como los actores de tea- tros en los que se representan grandes procesiones, que salen por un lado del escena- rio y, dando la vuelta por atrés, entran de nuevo por el otro (Galton, 1883, p. 188). A Galton le intrigaban todos los fenémenos de la mente humana, incluida la memoria. Su concepcién de la memoria era en buena medida producto de los plan- teamientos de los asociacionistas britdnicos (capitulo 2): los elementos cerebrales que se excitan de modo simulténeo tienden a entrar en un estado similar de excitacién futura. Galton estudié varias técnicas para mejorar la memoria: el uso de imagenes concretas, la formacién de series de asociaciones y los mneménicos. Si bien algunas personas podian servirse de los mneménicos, a Galton le resultaban confusos y con- sideraba que no valian el esfuerzo mental. A Galton, como a Darwin, le intrigaba el funcionamiento mental anormal, el cual se aprecia en su expresién extrema en los enfermos mentales. Galton dedicé mucho tiempo a estudiar a los internos de varios manicomios, incluido el gran Manicomio Hanwell cerca de Londres. Observé comportamientos sexuales trastornados y des- cribié delirios y alucinaciones —pacientes que creian que su cuerpo estaba hecho de vidrio, que el cerebro se les habia fundido o habia desaparecido, o que otros les ha- bian robado el alma— (Galton, 1883, p. 67). Galton comenté sobre la “ligubre segre- 328 Capitulo 9 gacién” (Galton, 1883, p. 67) de los dementes, pues cada persona “camina sola sumi- da en sus propios pensamientos” (Galton, 1883, p. 67). Para entender mejor su mun- do mental, Galton traté de entrar en un estado de paranoia. Tuvo tal éxito que des- pués de un tiempo “todos los caballos parecian estar observando, ya fuera con las orejas levantadas o encubriendo su espionaje” (Galton, 1883, p. 68). El camino de la cordura a la demencia parecia alarmantemente corto. En una descripcién conmove- dora, Galton pints la cordura como una meseta bordeada de precipicios; cualquiera de nosotros puede caer en cualquier momento. La demarcacién entre cordura y de- mencia es tenue. Galton como partidario de la herencia En Genio hereditario, obra publicada por primera vez en 1869, con una segunda edi- cién en 1878 y una edicién estadounidense en 1880, Galton dio cuenta de sus investi- gaciones sobre la importancia relativa de las influencias hereditarias y ambientales en nuestras facultades y capacidades. En el primer enunciado del libro, planted su postura en términos inequivocos: “En este libro me propongo demostrar que las ca- pacidades naturales de un hombre se derivan en forma hereditaria exactamente bajo las mismas limitaciones que las caracteristicas formales y fisicas del mundo orgdnico en su conjunto” (Galton, 1880, p. 1). A Galton lo impacientaba el “cuento de hadas” de que los bebés nacen muy parecidos y se oponia “en forma absoluta a las preten- siones de la igualdad natural” (Galton, 1880, p. 14). Los seres humanos son distintos de manera inherente y las diferencias en Ambitos como la capacidad mental son here- ditarias y se distribuyen en un continuo, en el cual la frecuencia de cada nivel estd en concordancia con “la muy curiosa ley natural de la desviacién del promedio” (Galton, en Newman, 1956b, p. 1181). Adolphe Quetelet, la mayor autoridad de la época en estadisticas vitales y sociales, habia propuesto esa ley. El objetivo de Quetelet habia sido crear una ciencia social numérica, una fisica social, que diera orden al caos social (Porter, 1986). Estudié los indices de natalidad y muerte y los de matrimonio y divor- cio y la relacién entre delincuencia y pobreza. Quetelet hallé orden y posibilidades de hacer pronésticos en esas cifras. En un pasaje citado con frecuencia de su libro Sur I’Homme (Sobre el hombre), lleg6 a la siguiente conclusién a partir del andlisis que hizo entre 1826 y 1831 de las estadisticas de los tribunales penales franceses: La constancia con que se repiten los mismos delitos cada aiio con la misma frecuencia y provocan el mismo castigo en las mismas proporciones, es uno de los hechos més curiosos que sabemos por las estadisticas de los tribunales; lo he subrayado en varios trabajos, lo he repetido cada afio: hay una cuenta pagada con una regularidad aterradora, la de las prisiones, las galeras y los patibulos. Esta debe reducirse. Y cada afto las cifras confir- maron mi previsién en una forma que incluso puedo decir: hay un tributo que paga el hombre de manera més regular que los debidos a la naturaleza 0 al Tesoro; el tributo pagado en delitos. ;Triste condicién la de la raza humana! Podemos decir de antema- no cudntos se manchardn las manos con la sangre de otros préjimos, cudntos serén falsificadores, cudntos envenenadores, casi como podemos pronosticar la cantidad de nacimientos y muertes (Quetelet, 1835, cursivas del original, en Freudenthal, 1975, p. 237). Darwin, Galton, Cattell, James y Hall 329 Quetelet descubrié también que muchas caracteristicas fisicas se distribuian en las poblaciones de acuerdo con su ley: a mayor distancia del promedio, menor la cantidad de casos. En un regimiento de 5 738 soldados escoceses, Quetelet hallé un tamajio de pecho promedio de 101.19 centimetros. La mayoria de los casos se agru- paba alrededor de la media, de los cuales 1 073 soldados tenfan un pecho de 99 cen- timetros y 1 079 uno de 102 centimetros. En los extremos se encontraban tres solda- dos con pecho de 83 centimetros y uno con un pecho de 121. Conforme aumentaba la distancia con respecto a la media, disminuia la cantidad de casos. Galton descubrid que muchas caracteristicas fisicas y conductuales presentaban una distribuci6n simi- lar: peso y estatura, color de cabello, el rango de disparos en torno a un blanco y las puntuaciones de 200 estudiantes de Cambridge que hacian sus exémenes finales para un titulo honorifico. Una distribucién similar se da cuando 10 monedas se lanzan al aire mil veces y se anota la cantidad de caras registradas en cada Janzamiento: Cantidad de caras Frecuencia 2 7 43 104 204 251 221 113 49 Sco Aueenso Galton fue el primero en proponer que las caracteristicas y capacidades mentales tienen una distribucién similar. Sefial6 que la distribucién de una caracteristica men- tal como la inteligencia seguiria lo que ahora llamamos una curva normal, en la cual la mayoria de la gente se ubicaria cerca del promedio y las desviaciones mas grandes con respecto al promedio se volverian cada vez menos frecuentes. La aplicacién del modelo de la curva normal ha sido de importancia medular en muchos campos cien- tificos y técnicos, incluida la psicologia. Quetelet y Galton crearon el concepto estadistico y probabilistico de “hombre promedio”. Si bienes dificil pronosticar las caracteristicas fisicas, sociales y mentales de cualquier individuo, las caracteristicas de una poblacién son regulares y pueden describirse en forma estadistica. Galton invent la mediana y los percentiles como formas de expresar la tendencia central y las variaciones en la distribucién de las puntuaciones. Este método no estuvo carente de criticas. Para algunos era un tipo de fisica social deshumanizada y funesta. Charles Dickens definié a personas como ‘Quetelet y Galton que no se dedican més que a las cifras como “cabezas confusas”. Pero la reaccién mas importante para Galton fue la de Darwin, quien le escribié en un carta personal lo siguiente: 330 Capitulo 9 Hitos en la historia de la estadistica Pierre-Simon Laplace (1749-1827) creé la teoria de la probabilidad y la estadistica matematica (Hald, 1998). Carl Friedrich Gauss (1777-1855) (capi- tulo 7) formuld el método de los cuadra- dos minimos y métodos para determi- nar la exactitud de las observaciones. Ernst Abbe (1840-1905) utilizé la bondad de ajuste de las distribuciones supues- tamente normales. Francis Galton introdujo los siguientes términos a la estadistica: mediana, curva en forma de camtpana, correlacién, disper sién, rango de intercuartil, regresion y percentil. Karl Pearson (1857-1936), discipulo y primer bidgrafo de Galton, y cofunda- dor y editor durante 35 aftos de la prin- cipal revista de estadistica, Biométrica, introdujo los términos histograma, curtosis, muestreo aleatorio, asimetria, des viacién esténdar y variable. También ideo a férmula del coeficiente de correlacion producto momento (Johnson y Kotz, 1997). A finales del siglo x1x, los psicslogos uti- lizaron mucho el anélisis grafico. ‘Thorndike (capitulo 10) publicé 74 cur- vas de aprendizaje en su importante mo- nografia sobre el aprendizaje instrumen- tal (Thorndike, 1898a); Hall (a quien ana- lizaremos en este capitulo) incluyé 25 gréficas en su Adolescence. Las graficas de Hall contenian “...diversos desplie- gues que rivalizarian con las més com- plejas gréficas que se utilizan actual- mente en la ciencia” (Smith, Best, Cylke y Stubbs, 2000, p. 261). Student, seudénimo de W.S. Gosset (1876- 1937), trabajé para la cervecera Guinness Brewery en Dublin, Irlanda, acerca de problemas ocasionados por la variabili- dad en la cebada y los hipulos utiliza- dos para producir cerveza. Para pu- blicar sus hallazgos, las normas de Guinness le exigian que empleara un seudénimo, de ahi el nombre de Student. Introdujo estadisticas de muestras pe- quefias y la prueba t de Student. Ronald A. Fisher (1890-1962) cres el ana- lisis de varianza, técnicas de anélisis para muestras pequefias, el concepto de hipétesis nula y Ia significancia o no significacia estadfstica como un con- tinuo y no como una dicotomia. Las ANOVA y las pruebas t no se introduje- ron en la psicologia hasta los afios trein- ta y no se utilizaron en forma generali- zada sino hasta los afios cincuenta (Rucci y Tweney, 1980). Apenas he leido unas 50 paginas de tu libro [...] pero debo respirar, si no algo sucederd dentro de mi. Creo que nunca en mi vida he lefdo nada més interesante y original [...] Te felicito por producir lo que estoy convencido que seré una obra memorable (Darwin, en Pearson, 1914, lamina 1), La prediccién de Darwin fue correcta, y la aproximacién de Galton ha sido de gran importancia para las ciencias sociales, incluida la psicologia. Galton y sus disci- pulos también ayudaron a desarrollar procedimientos estadisticos para la presenta- cién y el andlisis de datos. Darwin, Galton, Cattell, James y Hall 331 Las familias eminentes de Galton Galton recopilé datos sobre los logros, honores, premios, altos cargos y otras marcas de calidad intelectual de 200 o més miembros de 43 familias, incluida la suya. Encon- tr6 niveles elevados de logro intelectual en frecuencias por encima de lo pronostica- do en estas familias. En Genio hereditario (1869), Galton presents una lista ampliada de 977 miembros de 300 diferentes familias que juzgé eminentes. Estas inclufan jue- ces, comandantes del ejército, personalidades de la literatura, cientificos, poetas, mtisicos, pintores y académicos. Dado que calculaba que la eminencia era alcanzada comtinmente por una de cada 4 mil personas en la poblacién normal, las familias de Galton mostraban una concentracién de eminencia desproporcionada. La incidencia de esos elevados niveles de logro en ciertas familias era para Galton una prueba definitiva de que los individuos heredan tales capacidades. También informé que a 31 por ciento de los padres de esa muestra se les juzgaba eminentes, pero en el caso de sus hijos la proporcién era de 48 por ciento. Galton Ilegé a la conclusién de que la genialidad es hereditaria y se da en ciertas familias, y que conforme disminuye la cercania familiar con una persona eminente, también disminuye esa eminencia. Las criticas a las conclusiones de Galton no tardaron en llegar, De manera iréni- ca, la més elocuente provino de Alphonse de Candolle (1806-1893), cientifico suizo cuya familia habia sido una de las 43 estudiadas por Galton (Fancher, 1983). Candolle (1873) estudié a cerca de 300 miembros extranjeros de las academias de ciencias fran- cesa y alemana y de la Real Sociedad Britdnica. La eleccién de un extranjero a esas prestigiosas sociedades se consideraba una verdadera marca de distincién para un cientifico. Al estudiar sus antecedentes, Candolle elaboré una lista de influencias ambientales favorables. Los climas templados criaban més cientificos que los céli- dos; los cientificos que hablaban los lenguajes predominantes de las ciencias (ale- mén, francés e inglés) disfrutaban de una ventaja; la ausencia de un establecimiento religioso dogmitico y autoritario dispensaba nociones preconcebidas sobre la ver- dad, la presencia de maestros que promovian un espiritu de investigacién libre eran influencias favorables importantes; y, por tiltimo, los cientificos eminentes solian provenir de paises con niveles de vida relativamente elevados en los que se ofrecfan bibliotecas, universidades y laboratorios —y las personas tenian tiempo libre sufi- ciente para hacer uso de ellos— (Candolle, 1873, en Fancher, 1983, pp. 343-344). Las conclusiones de Candolle y sus afirmaciones en el sentido de que tenia un conjunto de informacién més grande y completo que el de Galton hicieron que éste realizara un estudio mds amplio. La nueva muestra de Galton consté de 200 miem- bros de Ia Real Sociedad Britanica, a quienes se les pidié que respondieran una larga serie de preguntas sobre sus antecedentes, instruccién e intereses cientificos. La ma- yorfa coincidié con Charles Darwin, quien respondié que su interés por la ciencia era “sin duda innato” . Galton resumié sus hallazgos en English Men of Science: Their Nature and Nurture (1874). Este fue el primer uso que Galton hizo de la frase naturaleza y crianza para definir las influencias innatas 0 ambientales en el desarrollo. Aunque Galton reconocia que en ocasiones las influencias ambientales podian aumentar 0 frustrar las influencias hereditarias, siguis insistiendo en la importancia suprema de la naturaleza y el papel predominante de la herencia como determinante de las dispo- siciones. Sin duda es posible criticar la metodologia de Galton. Se basaba mucho en 332 Capitulo 9 autorreportes, complementados en ocasiones por los informes de familiares y ami- gos. Presté poca atencién al hecho de que sus sujetos por lo general provenian de las clases adineradas y arist6cratas de Inglaterra, un grupo muy privilegiado que goza- ba de las mejores oportunidades educativas, ocupacionales y profesionales. Pas por alto estas diferencias y atribuy6 el desemperio de esos hombres a su naturaleza. Naturaleza y crianza En 1582, Richard Mulcaster utilizé por primera vez los términos naturaleza y crianza para definir lo que consideraba que eran fuerzas gemelas en el desarrollo de la mente de un nifio (Teigen, 1984). Por naturaleza, Mulcaster entendia lo que ahora denomina- mos herencia genética de un nifio y por crianza todas las condiciones del entorno, sobre todo la familia y la escuela. Unos 30 afios después, William Shakespeare em- pleé estos términos de modo similar en La tempestad en la descripcién que hace Prés- pero de Caliban: Un demonio, un demonio nato, cuya naturaleza La crianza nunca modificé y en quien se perdieron calladamente Todos los esfuerzos que hice dentro de lo humanamente posible. (Acto IV, escena 1) Sin embargo, fue Galton quien popularizé e introdujo estos términos a la psico- logia, iniciando con ello el debate entre naturaleza y crianza que contintia a la fecha. En el capitulo “Historia de los gemelos como criterio de los poderes relativos de la naturaleza y la crianza”, contenido en Inquiries into Human Faculty and Its Development (1883), Galton propuso un metodo de estudio de gemelos para evaluar las aportaciones relativas de la naturaleza y la crianza. Su método se basaba en la incidencia de dos diferentes clases de gemelos. Los gemelos fraternos 0 dicigéticos son resultado de la fertilizacién separada de dos évulos por parte de dos espermatozoides. Comparten la misma semejanza genética entre si que cualquier par de hermanos y hermanas. Los gemelos idénticos 0 monocigéticos se dan cuando un solo évulo fertilizado se divide y las dos mitades se convierten en embriones separados. Son genéticamente idénti- cos entre si. Galton recabé informacién acerca de unas 80 a 100 parejas de gemelos. La cantidad es imprecisa, como los pormenores de los métodos que utiliz6 para com- pararlos. Su conclusién de que la naturaleza es enormemente més poderosa que la crianza era prematura, pero el método de estudio de gemelos que propuso demostré ser un instrumento eficaz e invaluable. Galton y la eugénica Durante toda su vida, a Galton le fasciné la posibilidad de mejorar al ser humano mediante el control genético. En 1901, publicd en Nature un trabajo en el cual intro- dujo el término eugénica, de la palabra griega eugenes, que significa “bien nacido”. Con el declive del lamarckismo, muchos percibieron la eugénica como la mayor es- peranza para mejorar la condicién humana. Galton argiifa que “la posibilidad de mejorar una raza o nacién depende del poder para aumentar la productividad de su Darwin, Galton, Cattell, James y Hall 333 reserva superior” (Galton, 1901, p. 663). Propuso que se realizara un esfuerzo siste- matico por acrecentar la calidad genética de la nacién: 1. Fomentando el matrimonio entre una clase selecta de hombres y mujeres; 2. promoviendo el matrimonio temprano entre ellos; y 3. proporcionando condiciones saludables a sus hijos, lo que incluja una alimenta- cién y una vivienda adecuadas Galton, 1901, p. 664). En 1908, Galton funds la Sociedad Eugénica de Gran Bretafia y al afio siguiente una revista mensual, The Eugenics Review. Esa revista publics 60 voltimenes hasta que dejé de editarse en 1968. Galton promovié con entusiasmo la eugénica y dejé 45 mil libras esterlinas en su testamento para dotar de fondos una cétedra sobre el tema en la University of London. Degler (1991)describié la entusiasta respuesta a la eugénica: En visperas de la Primera Guerra Mundial, la eugénica era una reforma social de moda en ambos lados del Atlantico. El Primer Congreso Internacional de Eugénica, realiza- do en Londres en 1912, lo presidié Leonard Darwin, uno de los hijos de Charles Darwin, con Wiston Churchill como vicepresidente inglés, junto con los vicepresidentes esta- dounidenses Gifford Pinchot, conocido ecologista, y Charles W. Eliot, rector de la Harvard University. Hasta los socialistas Beatrice Webb, Sydney Webb y Harold Laski se contaban entre los eugenistas (Degler, 1991, p. 43), La terrible masacre de la Primera Guerra Mundial —en la cual en un dia prome- dio de batalla en el Frente Occidental morian 2 533 hombres, 9 121 resultaban heridos y 1 164 desaparecidos de ambos bandos (Manchester, 1983, p. 508)— era en si un horripilante ejercicio eugénico realizado por las grandes potencias de Europa. Sin embargo, cuando el mundo luchaba por recuperarse de esa devastaci6n, la eugénica parecia prometer el camino hacia una mejor sociedad. Durante los afios veinte y treinta, la eugénica ejercié gran influencia en Inglaterra, Estados Unidos y Alemania. Las ideas y propuestas eugénicas formaban parte de Ja cultura popular. En una de sus visitas a Londres, Isadora Duncan (1878-1927), la hermosa bailarina estadounidense que habia impresionado a la sociedad con la forma en que danzaba vestida con trajes ajustados y atrevidos, le hizo un proposicién a George Bernard Shaw (1856-1950). Duncan le dijo que juntos podian procrear un bebé que, segtin los principios de la eugénica, tendria el cuerpo de ella y el cerebro de él. Shaw recha76 muy a su pesar la invitacin de Duncan, sefialando de modo ingenioso que su bebé tendria las mismas probabilidades de tener el cuerpo de él y el cerebro de ella. En la University of London, la cdtedra de eugénica la dicté de 1912 a 1933 el eminente estudioso de la estadistica Karl Pearson. Su sucesor fue el principal genetista inglés J.B.S. Haldane (1892-1964). Haldane escribié mucho sobre la relacién entre biologia, genética y sociedad (Dronamraju, 1992). En su primer libro, Daedalus, or Science and the Future, publicado en 1923, Haldane vefa con entusiasmo la eugénica. Describia al oficial eugénico como una combinacién de oficial de policia, sacerdote y procurador que arreglaria las bodas entre miembros convenientes de la sociedad. Pero Haldane cambié diametralmente de opinién y su libro de 1938 Heredity and Politics fue una serie de ataques a la eugénica. Cuando se eligi a su sucesor en el 334 Capitulo 9 Gemelos educados por separado 0 juntos Los gemelos monocigéticos (idénticos) y dicigéticos (fraternos) separados en forma temprana en la vida constituyen un expe- rimento fascinante que proporciona la na- turaleza. Los estudios de esos gemelos edu- cados por separado 0 juntos ofrecen una forma eficaz de evaluar las aportaciones relativas de a naturaleza y la crianza al desarrollo. Los gemelos educados por se- parado son poco frecuentes, razén que ex- plica por qué, hasta hace poco, sdlo apare- cia una pequefia cantidad de esos estudios en la bibliografia psicolégica. Pero més re- cientemente, dos impresionantes investiga- ciones a largo plazo han proporcionado cuantiosa, fascinante y significativa infor- macién sobre esos gemelos. Desde 1979, se realiza un estudio ex- haustivo de gemelos monocigéticos y dicigéticos, separados en la infancia y edu- cados por separado, en el Minnesota Center for Twin and Adoption Research (Centro de Minnesota para la Investigacién de Ge- melos y Adopcién, MICTAR, por sus siglas en inglés) en la University of Minnesota. Thomas Bouchard, Nancy Segal, David Lykken y sus colegas han estudiado a mas de 100 grupos de gemelos o trillizos edu- cados por separado (Bouchard, 1984; Bouchard, Lykken, McGue, Segal y Tellegen, 1990; Lykken, McGue, Tellegen y Bouchard, 1992; McGue y Bouchard, 1998). Una vez identificados, esos gemelos viaja- ron a Minnesota en donde pasaron unas 50 horas sometiéndose a intensivas evaluacio- nes psicolégicas y fisiolégicas. En cada Ambito psicolégico relevante, se emplean uno 0 més instrumentos de prueba, y dis- tintos examinadores aplican pruebas de lec- tura, escritura y ortografia; una prueba de inteligencia; la Prueba Strop de Palabras con Colores; la Escala Artistica Barron- Welsh, y entrevistas sobre el historial de vida, psiquidtrico y sexual (Programa de Entrevista de Diagndstico). Ademés, cada gemelo se somete a una prueba de habil dad mental completa y una bateria de prue- bas fisiolégicas y médicas que incluye historiales médicos detallados, electrocar- diogramas, rayos X de pecho, pruebas de tensién cardiaca y exdmenes pulmonares. A todos los gemeios se les separé en forma muy temprana en la vida, se les crié por separado durante sus afios de formacién y se reunieron cuando eran ya adultos. En ‘unos cuantos casos, los gemelos se reunie- ron por primera vez.en el Centro de Minne- sota y ni siquiera sabian que eran gemelos hasta que los reunieron. En sus resultados, se descubrié que cerca de 70 por ciento de la varianza en el coeficiente intelectual se asociaba con una variacién genética. En las diversas mediciones psicoldgicas de perso- nalidad y temperamento, intereses ocupa- cionales y de ocio, y actividades sociales, los gemelos idénticos educados por sepa- rado son casi tan similares como los ge- melos fraternos educados juntos. Los in- vestigadores del MICTAR Ilegaron a la conclusién de que sus resultades mostra- ban una fuerte tendencia hereditaria de muchos rasgos psicolégicos y fisiolégicos. Los investigadores también descubrie- Ton que los gemelos idénticos educados por separado suelen ser notablemente simila- res no sélo en apariencia y aptitud, sino también en sus hébitos idiosinerdsicos, gus- tos, estilos ¢ historiales médicos. Dos ge- melos eran narradores consumados y di- vertidos, cada uno con un cimulo de anécdotas e historias divertidas; Bridget y Dorothy, gemelas idénticas de 39 afios de edad, se conocieron por primera vez en el Centro de Minnesota y descubrieron que cada una llevaba puestos siete anillos, dos brazaletes en una mufieca y un reloj y un brazalete en la otra; también habian elegi- do los mismos nombres para sus hijos. Sin embargo, tenian historiales dentales distin- tos, ya que habian sido educadas por fami- Darwin, Galton, Cattell, James y Hall 335 Gemelos educados por separado o juntos (continuacién) lias britdnicas de clase alta y trabajadora, respectivamente. Algunas otras semejanzas entre los ge- melos del MICTAR son de igual manera asombrosas. Consideremos el caso de los “gemelos Jim”, como llegé a conocérseles. A Jim Springer y Jim Lewis los adoptaron en la infancia familias de diferentes clases sociales de Ohio. En la escuela, a ambos les gustaban las mateméticas pero no la orto- grafia. Los dos se formaron como oficiales de policia y trabajaban de medio tiempo como ayudantes de sheriff. Ambos vacacio- naban en Florida; ambos manejaban autos Chevrolet. Dio mucho qué pensar el hecho de que sus vidas estuvieran marcadas por una estela de nombres similares. Los dos tenian perros llamados Troy. Ambos se ca- saron y divorciaron de mujeres lamadas Linda y tuvieron segundas nupcias con mujeres lamadas Betty. Bautizaron a sus hijos como James Allan y James Alan, res- pectivamente. A ambos les gustaba el di- bujo mecanico y la carpinteria. Tenian pa- trones de consumo de bebidas y tabaco casi idénticos. Ambos se comian las uiias hasta cl cansancio. Pero lo que los investigado- res consideraron “asombroso” fue la simi- litud en sus historiales médicos. Ademés de sufrir hemorroides y tener pulso y pre- sién sanguinea y pautas de suefo idénti- cos, ambos habian subido inexplicablemen- te 5 kilos al mismo tiempo en sus vidas (Holden, 1980, p. 1324). Los investigadores del MICTAR han descubierto que esas ra- rezas personales concuerdan de modo sor- prendente entre los gemelos idénticos edu- cados por separado. Estos resultados sefialan de manera marcada la importan- cia de la variacién natural o genética en los asuntos humanos. Una parte que continéa de la investigacién de Minnesota es un es- tudio longitudinal de gemelos ancianos. Un segundo estudio impresionante so- bre gemelos es el Estudio de Envejecimien- toy Adopcién de Gemelos Suecos (Swedish Adoption Pwin Study of Aging, SATSA, por sus siglas en inglés) realizado en el Depar- tamento de Higiene Ambiental del Institu- to Karolinska en Estocolmo en colaboracién con el Centro de Genética del Desarrollo y la Salud en la Pennsylvania State Univer- sity (Pedersen, Plomin, Nesselroade y McClearn, 1992). En esa investigacin se utiliza la misma metodologia eficaz de los gemelos idénticos y fraternos, educados por separado y juntos: Idénticos ——_Fraternos Porseparado 46 parejas 100 parejas. Juntos 67 parejas 89 parejas, Los gemelos suecos eran mucho mayo- res que los estudiados en Minnesota, ya que tenfan una edad promedio de 65.6 afios de edad. Para los 11 afios todos habian sido separados, al 52 por ciento los habian sepa- radoa los dos afios y del resto, al 82 por cien- toa los cinco afios. A los gemelos se les eva- lué cerca de su hogar con una bateria de pruebas cognoscitivas y de inteligencia. Se estimé que la tendencia hereditaria de la capacidad cognoscitiva general en estos ge- melos era de cerca de 80 por ciento, incluso més elevada que las estimaciones para po- blaciones més jévenes, lo que indicé mayor influencia de factores genéticos posterior- mente en la vida. Las tendencias heredita- rias promedio de las pruebas verbal, espa- cial, perceptual y de memoria fueron 58, 46, 58 y 38 por ciento, respectivamente. Los resultados de estas dos importan- tes investigaciones demuestran la eficacia del método de estudio de gemelos que Galton aplicé por primera vez y también que los factores genéticos, lo que Galton denominaba naturaleza, son influencias im- portantes en cuanto a las diferencias indi viduales en diversos rasgos psicolégicos, fi- siolégicos y fisicos. 336 Capitulo 9 University College, Haldane se valié de su influencia para asegurarse de que un detractor de la eugénica, L.S. Penrose, recibiera el nombramiento. En Inglaterra, era comuin la discriminacién en la educacién y el empleo por razo- nes de clase social. En Estados Unidos, la segregacién y esterilizacidn de los retrasa- dos mentales y las restrictivas leyes de inmigracién solian “justificarse” como eugénica cientifica (capitulo 11). En Alemania, se establecié en 1927 el Instituto Kaiser Guillermo de Antropologia, Herencia Humana y Eugénica (Weindling, 1985) como instituto de eugénica nacional. Con la Ilegada al poder de los nazis, las deportaciones y muertes masivas de judios y gitanos europeos se justificaron como necesarias para preservar la pureza de la “raza aria”. El 20 de enero de 1942, 15 oficiales importantes de la Gestapo, el gobierno y el partido nazi (ocho de los cuales tenfan titulos de doctorado) se reunieron en un enorme palacio de estuco gris desde el cual se divisaba un lago, en el elegante suburbio Wannsee de Berlin. Durante la espléndida comida lubricada con cofiac, planearon la “solucién final a la cuestin judia” de Hitler. Bajo la direc- cién de Adolf Eichmann y el jefe de la $.S. Reinhard Heydrich, el grupo revisé los detalles técnicos de cémo matar, liquidar y exterminar a los judios (Schmemann, 1987, p. 23; Wyden, 1992, pp. 125-128; Stein, 1988). La Conferencia de Wannsee condujo directamente a la muerte de seis millones de personas en los campos de concentra- cién nazis durante los tres aiios siguientes. Por ello, la eugénica Ilegé a tener la peor reputacién posible. A este respecto, Haldane escribié lo siguiente: Los horrorosos resultados de las falsas creencias sobre la genética humana los ejemplificé la historia reciente de Europa. Tal vez lo mds importante que los genetistas humanos pueden hacer por la sociedad hasta el momento sea subrayar lo poco que saben atin (Haldane, 1965, p. xci). A la advertencia de Haldane no siempre se le ha prestado atenci6n. En 1993, la Agencia de Noticias de la Nueva China dio cuenta de la legislacién “Sobre eugénica y proteccj6n sanitaria” que se habia presentado ante el Congreso Nacional del Pue- blo. Técnicas eugénicas de esterilizacién y prohibiciones matrimoniales se utilizaron en China para “evitar nacimientos nuevos con calidad inferior y elevar los estanda- res de toda la poblacién’”. El objetivo era impedir que nacieran hasta 10 millones de personas “inferiores” cada afio. Con una poblacién de 1.2 mil millones, 0 22 por cien- to de la poblacién mundial, el Congreso del Pueblo sostenia que tales medidas eugénicas eran vitales para el interés nacional de China (reportaje del Washigton Post, Columbus Dispatch, 22 de diciembre de 1993, p. 3A). Gregory Stock, quien encabeza el programa de medicina, tecnologia y sociedad en la Facultad de Medicina de la UCLA, propuso en su libro Redesigning Humans: Our Invisible Genetic Future (2002) que haga- mos modificaciones genéticas a évulos, espermatozoides y embriones que puedan transmitirse a las futuras generaciones. Raymond Cattell, autor y coautor de unas 500 publicaciones sobre psicologia, propuso en Beyondism (1987) que se utilizaran incentivos econémicos como estimu- los fiscales 0 pagos en efectivo para alentar a las personas con éxito social a tener familias grandes, y al mismo tiempo proponia reducir el indice de natalidad de los pobres mediante un antiafrodisiaco atin por inventar (Cattell, 1987, p. 1). El objetivo de Cattell era echarle “una mano a Ja evolucién” (Jahoda, 1989, p. 816). Si bien reco- Darwin, Galton, Cattell, James y Hall 337 nocia los abusos que se habian cometido con la eugénica en el pasado, Daniel Kevles (1987) se preguntaba si la eugénica debia ser siempre una palabra sucia. Argiifa que la eugénica y la conservacién de los recursos naturales son proposiciones similares. ‘Ambas pueden practicarse en forma estupida para abusar de los derechos humanos, pero también ambas pueden practicarse en forma inteligente. Investigaciones de Galton sobre las facultades humanas En 1872, Galton publicé un trabajo titulado Statistical Inquiries into the Efficacy of Prayer, notable no sélo por su controvertida tematica, sino por su clara defensa de la impor- tancia de los grupos control. A este respecto, Galton escribié lo siguiente: Los principios son generales y simples. Debemos reunir casos para hacer comparacio- nes estadisticas, en las cuales al mismo tema se le dé seguimiento minucioso mediante dos clases similares en cuanto a su estado fisico pero opuestas en el espiritual; una de estas clases debe ser espiritual y la otra materialista. Debe compararse a personas pru- dentes y piadosas con personas prudentes y materialistas [...] Lo que buscamos sdlo es el resuitado final: si quienes oran alcanzan sus objetivos con mayor frecuencia que quienes no oran, pero que viven en condiciones similares en todos los demas aspectos (Galton, 1872, p. 126). La inclusion de grupos control se convirtié en una practica comtin en las investi- gaciones metodolégicamente sélidas que realizaron las primeras generaciones de psicélogos (Dehue, 2000). En su libro Inquiries into Human Faculty and Development, publicada originalmente en 1883 con una edicién revisada en 1907, Galton examiné muchas facultades huma- nas diferentes, incluida la de orar. En virtud de que eran tantas las personas que ora- ban, Galton se pregunts por qué lo hacian. ,Son acaso eficaces las oraciones? :Ejercen algtin efecto? Consideraba que esas preguntas podian responderse mediante técnicas estadisticas. Dicho de manera llana, el interrogante es: zlas oraciones tienen repuesta © no? Galton considers la longevidad de las personas por las que se rezaba en forma publica y las que no eran tan afortunadas. Los soberanos de Inglaterra eran destinata- ios de muchas plegarias; cada nifio inglés en edad escolar iniciaba la jornada escolar con una oracién para que Dios concediera a la reina Victoria “salud y larga vida”. La reina Victoria (1819-1901) murié a los 81 afios de edad, de modo que en su caso las oraciones sin duda parecian haber sido eficaces. Pero esto era en general cierto? Galton cit6 un estudio del Doctor Guy, quien habfa comparado la longevidad de reyes y rei- nas de Inglaterra con la de otras clases aristécratas y altas. El Doctor Guy descubrié que los soberanos, con un ciclo de vida promedio de 64 aiios, eran los de mas corta vida de esos grupos. Las oraciones al parecer no habfan sido eficaces. Sin embargo, también descubrié que los clérigos se ubicaban en segundo lugar en cuanto a longevi- dad sélo después de la pequefia nobleza terrateniente. ,Acaso esto se debia a que pasan buena parte de su tiempo rezando? No, dijo Galton, no era asi, més bien era resultado de “la vida campestre sencilla y el reposo familiar de buena parte del clero” (Galton, 1883, p. 282). Galton estudié las reclamaciones de seguros que presentaron en Lloyds de Londres los deudos de personas relacionadas claramente con Ja religion 338 Capitulo 9 (misioneros) y las de deudos de quienes no habian pertenecido a ese mundo religioso (tratantes de esclavos). No habia evidencias de que los viajes de los misioneros fueran més seguros. Las compafifas de seguros prestaban atencién a la clase de barco y la experiencia de la tripulacién, pero ignoraban por completo si se habia orado por el buen desenlace del viaje. Estas y otras evidencias similares hicieron que Galton llega- ra a la conclusion de que el tema de la eficacia de las oraciones por lo menos atin estaba abierto. Para dar una respuesta definitiva, Galton propuso al Parlamento que aprobara una ley que exigiera a todas las iglesias de Inglaterra dar servicios religiosos un domingo sf y otro no. Al comparar el curso de la historia y el bienestar de la nacién en las semanas que empezaran con o sin servicios religiosos, podria someterse a prue- ba las oraciones. Como era de esperarse, su propuesta nunca se considerd. Galton oraba una semana a un idolo que puso en la repisa de su chimenea y otra semana lo ignoraba por completo. No encontré diferencia en su calidad de vida. Las propuestas y estudios de Galton recibieron criticas rotundas. Se le acusé de debilitar la fe de la gente, atacar a la religiOn e inmiscuirse en ambitos no pertenecientes a la ciencia. Esas criticas resultaron efectivas, y es significativo que sus capitulos “Intervencién teocrética” y “Eficacia objetiva de la oracién” fueran los dos tinicos omitidos en la segunda edicién de Inquiries into Human Faculty and Development. Intereses trascendentales de Galton Inquiries into Human Faculty and Development contiene mucha informacién sobre los animales, uno de los intereses generales de Galton. Sometié a prueba la agudeza sensorial de los animales al recorrer las calles y el zool6gico de Londres con un silba- to oculto en su bastén. Al sonar el silbato, los perros se volvian y buscaban a su alrededor, y los animales del zooldgico solian acercarse a la parte frontal de sus jau- las. Los conocimientos que Galton tenja de la campifia lo Ilevaron a especular sobte el cuclillo. Los cuclillos, como los garrapateros en Estados Unidos, depositan sus huevos en los nidos de otras aves, dejando que a sus crias las alimenten las especies anfitrionas. zPor qué los cuclillos no adoptan el canto y los habitos de sus padres y compafieros de nido? No lo hacen, respondié Galton, porque la herencia del ave con- trola esos comportamientos. Por sus muchas aportaciones a la ciencia, a Galton se le nombré caballero en 1909. Murié el 17 de enero de 1911, y permanecié social y profesionalmente activo hasta sus tiltimos dias. Galton fue un hombre renacentista que vivié en la época dela reina Victoria. Su postura sobre la herencia atin es importante en la psicologia con- tempordnea. Los métodos biografico y de estudio de gemelos que creé todavia se emplean para investigar las aportaciones relativas de la naturaleza y la crianza al comportamiento humano. Nuestro enfoque pasaré ahora a Estados Unidos, porque fue ahi donde la psicologia se desarroll6é por primera vez como ciencia y profesién. JAMES MCKEEN CATTELL (1860-1944) Enel capitulo 4, vimos que Cattell fue uno de los primeros discfpulos en obtener un titulo de doctorado con Wilhelm Wundt. En septiembre de 1886, a Cattell se le conce- Darwin, Galton, Cattell, James y Hall 339 dié una beca en St. John College, en Cambridge. En Inglaterra conocié a Galton, a quien posteriormente describiria como “el hombre més grandioso que jamds haya conocido” (Cattell, 1929, en Sokal, p. 222). El profundo interés de Galton por las ca- pacidades y comportamientos humanos ejercié gran atractivo en Cattell, lo mismo que su inquietud por observar y medir. Durante su estancia anterior como becario de investigacién en la Johns Hopkins University con G. Stanley Hall, Cattell estudis los efectos de diversos farmacos ingiriéndolos él mismo, igual que habia hecho Galton en Cambridge. Hasta ese momento nunca habia consumido vino, bebidas alcohéli- cas, café 0 tabaco —su padre le habia prometido mil délares si no fumaba hasta que cumpliera 21 afios— y los efectos fueron dramaticos. Su primera taza de café le redu- joel pulso a 48 latidos por minuto, y cuando se bebié una botella de vino, su escritura mostré un cambio dramatico. Bajo el influjo del hachis, escribi composiciones musi- cales aparentemente més grandiosas que las de Bach y versos més bellos que los de Shelley; por desgracia, los versos resultaron ser En la primavera los péjaros cantan La profunda curiosidad de Cattell por su propio comportamiento y reacciones se mantuvo durante el transcurso de su vida y nunca desperdicié una oportunidad de recabar datos. En su discurso como presidente del Congreso Internacional de Psico- logia (Cattell, 1929), present6 curvas que mostraban sus propios tiempos caminando y corriendo una milla diaria por varios meses, mediciones del ritmo cardiaco des- pués de cada milla durante varias carreras de tres millas, y curvas practicas de apren- dizaje de escritura a maquina y de los juegos de bridge, ajedrez, billar y tenis. Las semejanzas con Galton son asombrosas. En 1888, Cattell regres a Estados Unidos como profesor de psicologia en la University of Pennsylvania. Ahi establecié un laboratorio y recurrié a mediciones galtonianas con los estudiantes que tomaban el curso de laboratorio en psicologia. En un trabajo titulado Mental Tests and Measurements, publicado en 1890 en Mind, Cattell describié las siguientes 10 pruebas y utilizé el término prueba mental por pri- mera vez: Presin de dinamémetro Tasa de movimiento Areas sensoriales Presién que ocasiona dolor Diferencia apenas perceptible en peso Tiempo de reaccién al sonido Tiempo para mencionar colores Biseccién de una linea de 50 centimetros Juicio de tiempo de 10 segundos Cantidad de letras recordadas en una sola audicién 340 Capitulo 9 La psicologia encuentra hogar en Estados Unidos Enlas tiltimas décadas del siglo xx, se die~ ron desarrollos en Estados Unidos que ge- neraron mayores oportunidades educati- vase incrementaron el apoyo a la ciencia y el aprendizaje. Uno de los resultados fue que las ciencias de Estados Unidos, inclui- da la psicologia, iniciaron su marcha hacia Ia posicin de predominio que atin conser- va, en el mundo. Esas décadas siguieron a los afios de la catéstrofe de la Guerra Civil, de 1861 a 1865. En Trial by Fire: A People’s History of the Civil War and Reconstruction, Page Smith escribe: La Guerra Civil fue un suceso demasiado vasto como para entenderlo, suceso que en ambos lados alcanz6 al mismo tiempo pro- porciones miticas: para el sur se convirtié en la “causa perdida’, la historia de la inocen- cia mancillada, de la caballeria traicionada; para el norte, la historia de la derrota de la traicién y la humillaci6n del orgullo altane- ro [..] Fue una guerra necesaria e innecesa- ria; una limpieza por fuego; una guerra para preservar a la Unién; una guerra para libe- rar a los esclavos; ambas cosas y ninguna; ‘una corrupcién del espiritu; un acto de agre- sin del norte capitalista contra el sur agri- cola; eteétera, etcétera (Smith, 1982, p. 992). Pero incluso durante los terribles afios de la guerra, el Congreso de Estados Uni- dos aprobé leyes progresivas y con amplias miras que cambiaron para siempre al pais. Menand (2001) menciona algunos de los logros de aquel Congreso en tiempos de guerra: Ese Congreso fue uno de los mas activos en la historia de Estados Unidos. Respaldé la formacién cientifica y la investigacién; esta- blecis el primer sistema fiscal nacional y cre6 la primera moneda nacional significativa, permitio la construccién de universidades publicas y la conclusién del ferrocarril transcontinental; convirtié el gobierno fede- ral en el motor legislativo del progreso so- cial y econémico (Menand, 2001, pp. ix-x). La legislacién de las universidades pui- blicas se aprobé en 1858, pero la vetd el presidente Buchanan. Corrié con mas suer- te un acta promovida por el senador Justin Morrill que el presidente Lincoln firms el 2 de julio de 1862. El objetivo de esa legis- lacién consistié en hacer que la educacién superior estuviera al alcance de los jéve- nes estadounidenses que tuvieran el deseo y lahabilidad de aprovechar una educacin Cattell sefialé que “las series empiezan con determinaciones més bien corporales que mentales y avanzan de mediciones psicofisicas a mediciones mas puramente mentales”; estas pruebas, afirmaba Cattell, permitirdn que la psicologia “alcance la certeza y exactitud de las ciencias fisicas” (Cattell, 1890, p. 373). En 1891, Cattell se mudé al Columbia College en la ciudad de Nueva York como profesor de psicologia experimental. Su salario de 2 500 délares al afio era el doble del que devengaba en Pennsylvania (Sokal, 1981, p. 330). Establecié un laboratorio y empleé sus pruebas mentales con estudiantes que tomaban el curso de laboratorio en psicologia y se las aplicé a 100 voluntarios de cada clase de primer grado; esto llegaria a conocerse como la “prueba del primer aiio”, aunque no tenia nada que ver con el ingreso.a la universidad. Las pruebas de Cattell fueron una culminaci6n de los Darwin, Galton, Cattell, James y Hall 341 La psicologia encuentra hogar en Estados Unidos (continuacisn) universitari: seid En términos de la ley, se di para promover la educacién liberal y préctica delas clasesindustriales principalmenteen los Ambitos de la agricultura y la mecanica. Allos estados se les otorgaron a conce- sién 30 mil acres de tierras federales por cada miembro del Congreso. Lo recauda- do por la venta de las tierras debia inver- tirse en “titulos seguros que generaran no menos de 5 por ciento”. Esos fondos finan- ciarfan las nuevas universidades para el pueblo y pagarian las cuotas de sus estu- diantes. No todos los estados optaron por ejercer esta opcidn de concesién de tierras. Pero en aquellos que asi sucedi6, vemosen la actualidad universidades que llevan en su nombre ya sea las palabras agricultura y mecénica (A & M)o estatal. Ellegado que re- cibieron con esa concesién de tierras es ex- clusivamente estadounidense. Para sus estudiantes, esas universidades constituye- ron un camino hacia una mejor vida, hacia el suefio americano. “Las aulas—como re- cordara un estudiante— estaban vacias y las sillas y escritorios eran de lo més senci- lo. Pero en contraste con eso estaban los es- tudiantes, Sabjamos como una verdad pura que esta sencilla universidad era para cada uno de nosotros un pasaporte para una vida superior y con mayores posibilidades” ennings, 1989). Otros percibian la investi- gacién y el aprendizaje como la nueva fron- tera estadounidense, que reemplazaria la frontera del Oeste. En 1893, el historiadores- tadounidense Frederick Jackson Turner pro- clamé que en esta nueva frontera, “El tubo de ensayo y el microscopio eran mas nece- sarios que el hacha y el rifle” (Time, 10 de ju- nio de 1996, p. 67). La primera generacién de psicslogos estadounidenses se vio a si mis- ma trabajando en esa frontera, muchos de ellos en las recién establecidas universida- des por la concesién de tierras. En 1929, Cattell, en su discurso presidencial ante el Noveno Congreso Internacional de Psicolo- giaen Yale, hizo una descripcién pintoresca de los primeros 50 afios dela psicologia: “En Jo que conciemne a los psicdlogos de esa épo- ca, Estados Unidos fue como el cielo, pues nohabia una sola alma malditaahi” (Cattell, 1929, p. 335). En contraste, en 1929 Cattell consideraba que la psicologia en Estados Unidos estaba demasiado poblada. esfuerzos por evaluar los procesos psicolégicos usando mediciones fisicas. Griesbach habia realizado tales esfuerzos previamente en Alemania (capitulo 6) y Galton habia hecho lo mismo en Inglaterra. Para 1901, qued6 claro que este programa de evalua- cién antropométrica habia fracasado. El golpe final lo dio uno de los discipulos de Cattell, Clark Wissler, quien utilizé las técnicas de correlacién de Pearson para medir la fuerza de la relacién entre las puntuaciones en las diferentes pruebas (Wissler, 1901). Wissler casi no hallé correlaciones entre las puntuaciones en una serie de prue- bas de Cattell y cualquier otra; tampoco encontré ninguna correlacién entre el de- sempefio académico general de los estudiantes y sus puntuaciones en las pruebas. El y muchos otros psicdlogos llegaron a la conclusién de que lo que se necesitaba eran pruebas psicoldgicas de procesos mentales complejos. Las pruebas desarrolladas por 342 Capitulo 9 Alfred Binet, Lewis Terman y muchos otros (capitulo 11) parecian proporcionar tales mediciones, por eso dichos investigadores reemplazaron las pruebas antropométricas de Cattell y se abandoné su método de evaluacién. Otra investigacién de Cattell En un trabajo de 1895 publicado en Science, Cattell inform6 los resultados de experi- mentos en los que pregunté a los estudiantes acerca de las distancias en el campus, cl clima de la semana anterior, las fechas de sucesos histéricos importantes y el conteni- do de una conferencia dictada la semana anterior. El recuerdo era a menudo desconcertantemente deficiente. En el caso de la conferencia, los estudiantes solian recordar material descabellado y extraordinario que el orador no habia presentado. Cattell concluyé que nuestros recuerdos con frecuencia son mucho menos confiables de Io que pensamos Cattell también realiz6 investigaciones experimentales sobre juicios de rango re- lativo. Primero, produjo una serie de 200 tonos de gris, que cambiaban por etapas sutiles del negro al blanco. A los estudiantes se les pedia que las ordenaran de acuer- do con Ia brillantez y sus clasificaciones se comparaban con mediciones de brillantez fotométricas. Las clasificaciones de los estudiantes y las mediciones fotométricas te- nian buena correlacién, Cattell aplicé después un procedimiento similar para esta~ blecer las clasificaciones relativas de los cientificos. En el caso de los psicélogos, por ejemplo, Cattell (1903) preparé primero una lista de psicélogos contempordneos y luego les pidié a los principales psicélogos que clasificaran a los individuos en una lista. Una cosa es clasificar sombras de gris y otra muy distinta a nuestros contempo- rdneos. Discretamente, Cattell no publicé las clasificaciones de los psicélogos hasta 1929, cuando las dio a conocer junto con su discurso presidencial ante el Noveno Congreso Internacional de Psicologia (Cattell, 1929). Sus ”10 principales” psicélogos en 1903 fueron: James Cattell Miinsterberg Hall Baldwin Titchener Royce Ladd Dewey Jastrow Cattell publicé clasificaciones similares de otros cientificos en American Men of Science (1906). En la tradicién galtoniana, también estudié los antecedentes familia res y educativos de los hombres que clasificé. La conclusion de Cattell fue que quien Darwin, Galton, Cattell, James y Hall 343 Psyche Cattell (1893-1989) La vida y carrera de Psyche Cattell consti- tuye un ejemplo patético de las diversas di- ficultades que enfrenté la primera genera- cién de mujeres en la psicologia. En su caso hay una ironia especialmente triste en cuan- to1a que buena parte de su trabajo se le acre- dité a su padre, James McKeen Cattell, oa Raymond B. Cattell, quien no guardaba ningtin parentesco con ella (Sokal, 1991, p. 72), Luego de haber sido educada en casa, Psyche Cattell trabajé primero para su pa- dre en el andlisis estadistico de su American ‘Men of Science. Después de realizar estudios de licenciatura en Cornell, Psyche Cattell obtuvo titulos de maestria (1925) y docto- rado (1927) en educacién en el Radcliffe College. En los aos veinte, Psyche Cattell utiliz6 datos del Estudio de Crecimiento de Harvard para comparar mediciones de in- teligencia y dar seguimiento a las variacio- nes en la inteligencia en el transcurso del tiempo. Su postura era la de un consultor en estadistica, analizando los datos que otros recababan. En los afios treinta, Cattell creé una prueba de inteligencia para infan- tes de hasta tres meses. Su prueba se publi- 6 en 1940 y se utiliz6 en forma generaliza- da. De 1939 a 1963, Psyche Cattell trabajé como integrante del personal y luego como directora de la Guidance Clinic de Lancas- ter en Pennsylvania. Ahi fue pionera en educacién de gran calidad para nifios de temprana edad. Con base en su experien- cia en Lancaster y como una de las prime- ras mujeres solteras en adoptar a dos ni- ios, Psyche Cattell escribié Raising Children with Love and Limits, obra publicada en 1972. Ese popular libro fue una reaccién alo que ella consideraba la permisividad del popu- lar libro de Benjamin Spock Baby and Child Care. Pese a su linaje familiar, su distinguido historial académico y sus aportaciones im- portantes, Psyche Cattell nunca ocupé un. puesto académico. Fue una de las muchas mujeres en la psicologia que enfrents la discriminacién y el prejuicio (Scarborough y Furumoto, 1987; Schiebinger, 1989). buscara hacerse cientifico tenia més posibilidades si tenia por padre a un profesor o un clérigo; Cattell mismo tenia a ambos. En razén de esos estudios y de su herencia galtoniana, no sorprende que Cattell fuera partidario de la eugénica. Argumenté de manera convincente sobre la importancia de la herencia y propuso que “se otorgaran incentivos a los mejores elementos de todo el pueblo para que se casaran entre si y tuvieran grandes familias” (Cattell, 1909, en Sokal, 1971, p. 360). Cattell tuvo siete hijos y le ofrecié a cada uno mil délares si se casaban con el hijo o la hija de algin profesor universitario. Ninguno de sus hijos asistié a escuelas ptiblicas, sino que los educaron tutores, a menudo estudiantes graduados de Cattell, que trabajaron bajo su supervisién. Los siete hijos de Cattell se convirtieron en cientificos 0 editores de ciencias, de los cuales McKeen y Psyche Cattell siguieron los pasos de su padre en la psicologia. Mas de 50 estudiantes se titularon como doctores con Cattell durante los 26 afios que éste ensefié en la Columbia University. Tres de los mas conocidos fueron Edward Lee Thorndike, cuyos experimentos sobre el aprendizaje instrumental de los gatos y cuya obra sobre educacién atin se citan ampliamente (capitulo 10); Robert S. 344 Capitulo 9 Woodworth, destacado psicdlogo experimental que sucedié a Cattell como jefe del Departamento de Psicologia en Columbia (capitulo 10), y Edward K. Strong, conoci- do psicélogo industrial y vocacional que creé el Inventario de Intereses Vocacionales de Strong. Pese a la reputacién de Cattell de tener una personalidad dificil, irritable y agresiva (Sokal, 1971), sus discipulos lo recordaban con calidez y aprecio (Conklin et al., 1944). Woodworth, por ejemplo, recordaba a Cattell como un hombre cuya casa “parecia estar siempre abierta a sus colegas” (Woodworth, 1944b, p. 9). El controvertido Cattell En Columbia, Cattell fue uno de los principales defensores del ejercicio del poder del personal docente y un critico frecuente de la administracién, los miembros del conse- jo y el rector de la universidad. Consideraba que eran autocraticos y poco dignos de confianza. La anécdota que Cattell conté sobre una de sus hijas ilustra la opinién que tenia del rector de Columbia, Nicholas Murray Butler: “En una ocasién, incité a una de mis hijas a que lamara a su mufieca Seftor Rector, sobre la base esotérica de que él se quedaria en cualquier posicin en que se le colocara” (Sokal, 1981, p.332). En 1917, la carrera de Cattell en Columbia lleg6 a un abrupto fin cuando fue destituido de la facultad por su vehemente oposicién a la participacién de Estados Unidos en la Pri- mera Guerra Mundial. En mayo de 1917, uno de sus hijos, Owen Cattell, fue arresta- do y condenado por distribuir panfletos contrarios a la conscripcidn. En agosto, Cattell escribi6 una carta abierta al Congreso apoyando a su hijo y protestando por la deci- sin del gobierno de enviar conscriptos a luchar en Europa. Su carta generé una tormenta de controversias. Al anunciar la destitucién de Cattell y negarle su pen- sidn, el rector Butler de Columbia subrayé que con Estados Unidos en guerra: Lo que antes se habia tolerado ahora se ha vuelto intolerable. Lo que antes era obceca- cién es ahora sedicidn. Lo que antes era temeridad ahora es traicién. No hay ni habra lugar en Columbia University para nadie que se oponga 0 aconseje la oposicién del cumplimiento efectivo de las leyes de Estados Unidos o para quien actie, escriba 0 hable de traicién. La separacién de cualquiera de esas personas de la Columbia University se dard tan pronto como se descubra su ofensa (P. Smith, 1985, vol. 7, p. 551). Cattell demandé a la universidad y se le concedié una indemnizacién de 42 mil délares por dafios y perjuicios, pero nunca se le reincorporé y nunca ocupé de nuevo un puesto académico. En cambio, se concentré en publicar y hacer andlisis de la em- presa cientifica, Cattell como editor y autor Después de su destitucién de Columbia, Cattell se concentré en editar y publicar. En 1894, establecié junto con James Mark Baldwin de Princeton la Psychological Review. Edité la revista en afios alternados hasta 1904. Cattell también tuvo una prolongada asociacién con la revista Science. Fundada en 1880, a esta publicacién Ja habian finan- ciado Thomas Edison y Alexander Graham Bell, pero pese a este respaldo promete- Darwin, Galton, Cattell, James y Hall 345 dor, la revista perdié grandes sumas de dinero y dejé de publicarse en 1894 (Kohlstedt, 1980). Cattell compré los derechos de la difunta revista por 25 délares y, en enero de 1895, publicé la primera de una “nueva serie” de Science. A inicios de 1896, tuvo la buena fortuna dar un golpe periodistico con un articulo en el que se describian los rayos X. Wilhelm Roentgen habia descubierto los rayos X en noviembre de 1895 y se describieron en un articulo publicado en un diario alemén en diciembre de ese afio. Hugo Miinsterberg escribis una descripcién del descubrimiento de Roentgen que Cattell publicé en Science el 31 de enero de 1896. Los rayos X resultaron emocionan- tes y controvertidos —el eminente fisico britdnico lord Kelvin habia pronosticado que resultarian un engaiio—, de modo que la primera descripcidn en lengua inglesa fue un articulo importante. En 1900, Cattell cerré un acuerdo con la American Association for the Advancement of Science (Asociacién Estadounidense para el Pro- greso de la Ciencia, AAAS, por sus siglas en inglés), lo que convirtié a Science en la revista oficial de esa asociacién. Cattell accedié a proporcionar a cada miembro de la AAAS una suscripcién a Science, por cada una de las cuales la AAAS le pagaria dos délares. El acuerdo fue mutuamente benéfico, ya que Cattell obtuvo con él una circu- lacién garantizada y una fuente de trabajos para su publicacién, mientras la AAAS podia atraer a miembros proporciondndoles una suscripcién a Science. En 1944, la AAAS le compré a Cattell los derechos de Science. Cuando se realizé el ultimo pago en 1954, se habian pagado 270 mil délares a los herederos de Cattell (Boffey, 1971). En uno o en otro momento, Cattell publicé siete revistas, incluidas Popular Science Monthly, American Men of Science y The American Naturalist. Fue el primer gran editor, promo- tor y empresario de la psicologia y la ciencia. Participacién de Cattell en asuntos profesionales Cattell fue uno de los miembros fundadores de la American Psychological Association (Asociacidn Psicolégica Estadounidense, APA por sus siglas en inglés) en 1892; miem- bro del consejo de la APA desde el principio; el tercer secretario de la Asociacién en 1894; y su presidente en 1895. En 1901, Cattell fue el primer psicélogo admitido en la Academia Nacional de Ciencias; fue presidente de la American Association for the Advancement of Science en 1924 y presidente del Noveno Congreso Internacional de Psicologia realizado en New Haven en 1929. En 1921, establecié la Psychological Corporation para aplicar los conocimientos de la psicologia a la industria y la educa- cidn. La corporaci6n fue un éxito y atin permanece activa en la comercializacién de pruebas psicoldgicas como la Escala Wechsler de Inteligencia para Adultos (Wechsler Adult Intelligence Scale, WAIS, por sus siglas en inglés), la Escala Wechsler de Inteli- gencia para Nifios (Wechsler Intelligence Scale for Children, WISC, por sus siglas en inglés), la Prueba de Apercepcién Tematica (Thematic Apperception Test, TAT, por sus siglas en inglés) y la Escala de Depresidn Beck (Beck Depression Scale). Cattell murié en 1944. Su vida profesional fue rica y diversa, muy diferente de la de su contempordneo Titchener. Fue una figura importante en la transicién de la Inglaterra victoriana de Darwin y Galton a los psicélogos estadounidenses James y Hall. Tal vez sea apropiado definir la vida y carrera de Cattell como verdaderamente galtoniana.

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