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LBPA CPR LBGA LCA ABREVIATURAS Ley N° 19.880, que establece las Bases de los Procedimientos Administrativos que rigen los actos de los érganos de la Administracion del Estado. Constitucién Politica de la Repiblica Ley N° 18.575, de Bases Generales de la Administracion del Estado Ley 29/1998, de 13 de Julio, reguladora de la Jurisdiccion Contencioso-Administrativa (Espafia). INDICE 1. LA PROBLEMATICA CARACTERIZACION DEL ACTO ADMINISTRATIVO __6 A) Los diversos origenes doctrinales de la nocién 6 1. La concepcién procesalista, _ 6 2. La noci6n de acto autoritario y el paralelo con la sentencia judicial 7 3. El trasplante de la doctrina privatista del negocio juridico. oy B) La diversidad de la actuaci6n administrativa 8 C) Los diferentes conceptos de acto administrativo 10 IL LAS CLASES DE ACTOS ADMINISTRATIVOS_ A) Las clasificaciones materiales. a 2 1. Clasificaciones por raz6n de los sujetos. ree? 2. Clasificaciones por raz6n del contenido B) Las clasificaciones procesales_ 14 1. Actos definitivos y de trémite “4 2. Actos que causan estado 0 ponen fin a la via administrativa y actos que no agotan dicha via 4 ©) El problema de los actos politicos o de gobierno 15 IIL, LOS ELEMENTOS O REQUISITOS DE VALIDEZ DEL ACTO ADMINISTRATIVO 18 A) Los elementos subjetivos: Administracién, 6rgano, competencia, investidura del titular del 6rgano _ 19 B) Los elementos objetivos: presupuesto de hecho, fin, causa, motivo, 2 C) Los elementos objetivos: la declaracién y su contenido y objeto 26 D) Los elementos formales: el procedimiento y la forma de manifestaci6n. En particular, la motivacign_— I. LA PROBLEMATICA CARACTERIZACION DEL ACTO ADMINISTRATIVO' Sobre el Derecho administrativo parece pesar una suerte de maldicion historica. De la misma manera que, segiin cuenta la Biblia, Yahvé castig6 la soberbia de los constructores de la torre de Babel con la confusion de lenguas, todas las_nociones fundamentales del Derecho administrativo parecen hallarse sumidas en un estado de vaguedad conceptual, de confusién irreductible. Asi ocurre con el concepto de acto administrativo, la nocién capital, sin duda, de esta rama del Derecho, en torno y a partir de la cual comenzé a construirse hist6ricamente. El concepto de acto administrative posee, en efecto, un grado de indeterminacién realmente inquietante. Sus causas pueden reducirse a dos: - de una parte, la disparidad tedrica: el acto administrativo ha sido objeto, a lo largo de los poco mas de doscientos afios de su historia, de diversas construcciones doctrinales, dificilmente conciliables entre sf; - y, de otra, la impresionante variedad de las actividades que la Administracion lleva a cabo, que hace muy dificil la construccién de esquemas doctrinales unitarios. A) Los diversos origenes doctrinales de la nocién 1. La concepeién procesalista La primera concepci6n del acto administrativo, en términos histéricos, es, sin lugar a duda, de naturaleza procesal, cuyo origen se encuentra en la primera doctrina francesa del Derecho administrativo. La decisién politica, tomada en plena Revolucién Francesa, de excluir de la competencia de los jueces civiles los asuntos en los que la Administracin fuera parte (y de atribuirla, posteriormente, a unos érganos especializados de la propia ‘Administracién, los contencioso-administrativos) hizo necesario acufiar un concepto que resumiera sintéticamente ese tipo de asuntos. Tal concepto fue, justamente, el de actes d'administration o actos administrativos, que aparece en la célebre Ley de 3 de fructidor del ao Ill; un concepto que, por su propia finalidad, tenfa un alcance omnicomprensivo de cualesquiera actuaciones de la "EI desarrollo de esta primera parte tiene como fuentes fundamentales las obras de SANTAMARIA PASTOR, Juan Alfonso. Principios de Derecho Administrativo. V. ll, Madrid: Ramén Areces, 1999, y GARCIA DE ENTERRIA, Eduardo y FERNANDEZ, Tomas-Ramén. Curso de Derecho Administrativo. V. 1, Madrid: Civitas, 2000, Administracion, formalizadas o no. Acto_administrativo, como lo definiera MERLIN en rativa, una accién o un hecho de la } Administraci6n que tiene relacién con sus funciones’; en definitiva, cualquier actuacién de 1812, era "una decision de la autoridad admis la Administracion que, por lo mismo, quedaba excluida del control de los jueces ordinarios y confiada al de los érganos contencioso-administrativos. El concepto, pragmaticamente, se configura a efectos puramente procesales: sirve exclusivamente para definir el Ambito de competencia de lo contencioso-administrativo, 2, La nocién de acto autoritario y el paralelo con la sentencia judicial La reflexién doctrinal sobre esta nocién de origen legal, acaecida en tiempos posteriores, pretendi6 dotarla de un contenido tedrico unitario. Ahora bien, siendo esta pretensién incompatible con Ja heterogencidad de los supuestos que la noci6n originaria cubria, el problema intent6 resolverse tratando de definir un elemento o factor nuclear en torno al cual construirla. El primero de ellos fug.el elemento de decisign autoritaria singular, enla- zado con el principio de legalidad. Esta tesis fue formulada por Q1 Ja misma de trazar un paralelo entre la actividad del Poder judicial y de la Administracién. que traté con De la misma forma que el acto por excelencia de un juez es la sentencia, el de la Administracién debia ser el acto administrative: uno y otro serian pronunciamientos } solemnes, mediante los que se aplica autoritariamente la norma juridica a un supuesto de hecho singular. Y no muy diversa fue la construccién de Maurice HAURIOU, que lo caracterizé como una décision éxécutoie: esto es, como un acto de voluntad de ta }} Administracién dotado per se de fuerza de obligar. La primera y fundamental consecuencia de esta elaboraciGn doctrinal fué la drastica reducci6n del Ambito del concepto: frente a la nocion procesalista, que inclufa dentro del mismo la practica totalidad de la actuacién administrativa, la que ahora glosamos redujo su contenido a un estrechisimo segmento, el de las decisiones de autoridad que ponfan fin a un procedimiento administrativo (al igual que la sentencia pone fin al proceso). 3. El trasplante de la doctrina privat ta del negocio juridico Sin embargo, la construccién que legaria a gozar de mayor difusion partié de un intento de construccién te6rica de cardcter sustancialista (no procesalista), consistente en la elaboracién de un concepto del acto administrative que constituyera un correlato perfecto de la figura reina del Derecho privado de fines del siglo XIX, el negocio jurfdico; una linea doctrinal perfectamente previsible, si se tiene en cuenta la fascinacién que en todos los Ambitos académicos produjo el imponente edificio conceptual del pandectismo aleman. Fiel a esta orientacién, la doctrina del primer tercio del siglo XX (con la excepcién de la doctrina francesa, que continus fiel al originario concepto procesal) forj6 una teoria del acto administrativo calcando los esquemas dogmiticos del negocio jurfdico de Derecho privado; una linea de pensamiento que, como la anterior, supuso también una reduccion del ambito originario del concepto, aunque no tan acusada como la tesis anterior; el elemento bésico era aqui la declaracién productora de efectos juridicos, lo que suponia incluir en la misma actos que en si mismos no incidian autoritariamente en la esfera juridica de sus destinatarios. Esta tesis culmina en la conocida definicigy de acto Saar que Paonaee diera como "cualquier declaracién de Yoluntad, de On de ct ejercicio de una potestad administrativa" cimiento o tté juicio realizada por un sujeto de la Administracion publica en Lo que importa no son tanto las definiciones, sin embargo, cuanto el contenido de la teoria, que la doctrina ha venido estructurando unénimemente sobre la temética tradi jonal del negocio juridico: elementos, clases, eficacia, invalidez y extincién. B) La diversidad de la actuaci6n administrativa Ninguna de las teorfas antes citadas tiene en cuenta, ni de lejos, un dato esencial, cual es la enorme diversidad que ofrece la actuacion de las Administraciones piblicas. Consideréndola s6lo desde una perspectiva estrictamente jurfdica (desde una éptica material, la disparidad es, desde luego, mucho mayor), es notorio que la Administracién realiza una multiplicidad de tipos de actos, sin que resulte claro, en modo alguno, a cuéles de ellos se extiende la nocién (0 cada una de las diferentes nociones) de acto adminis- trativo. A los meros efectos de poner esta circunstancia de relieve, y sin afan de agotar (ni mucho menos) la tipologfa, cabe formular una serie de clasificaciones y subclasificaciones: Oro comenzar, tenemos todo el mundo de los actos realizados por la Administracién y sujetos al Derecho administrativo (frente a los que se sujetan a otras ramas del Derecho). Estos actos i) pueden tener un cardcter formalizado, expresandose externamente a través de manifestaciones solemnes que suelen hacerse constar por escrito (p. ¢j., una sancién, una y autorizaci mn); ahora bien, el Ambito de produccién de estos actos es también muy diverso, ya que su aparicién puede tener lugar Genel seno de un procedimiento administrativo, distinguiéndose, a su vez, entre - los que ponen fin a dicho procedimiento, que en el capitulo anterior denominamos genéricamente resoluciones, y - los que se producen a lo largo del mismo con carécter interlocutorio © preparatorio de la decision final (p. ¢,, un informe); pero los actos formalizados pueden producirse también fuera de un procedimiento administrative como ster concatenado de actos (p. ¢j., la peticién de datos a una familia para obtener informacién sobre la situacién social de los habitantes de una comuna; o el requerimiento a un particular para que desaloje una parcela de dominio puiblico ocupado sin tftulo). ii) Pero las actuaciones de la Administracién pueden tener también un car ter no formalizado, expresandose primordialmente a través de la realizacién de conductas materiales de la mas diversa naturaleza. Estas actuaciones materiales, a su vez, ~ pueden tener su causa en un acto formalizado, constituyendo la ejecucién 0 consecuencia del mismo (p. ¢j., la clausura de un restaurante, por no cumplir las normas sanitarias, que es consecuencia de una resolucién sancionadora); 0 = pueden producirse sin conexion alguna con un acto formal previo, siendo la decisién y la actuacién material simultaneos (p. ¢j., una operacién quirdrgica en un hospital publico; la organizacién de una exposicién de pintura por un museo; la detencién de un delincuente por la policia). : Q)rer la Administracin realiza también actos que han de sujetarse materialmente a otras ramas del Derecho: © _} 8% sucede cuando la Administracion desempena actixidades en el émbito del Derecho civil (p. ¢j., el acto de aceptacion de una herencia), Pat ambito det Derecho mercantil (p. ¢j., constitucin de una sociedad) o bit el del derecho procesal (p. ¢j., el planteamiento de una acci6n reivindicatoria de un inmueble de titularidad pablica); ii) el problema radica, en este orden de cosas, en que muchos de los actos que sjecucién, o requieren la previa emisién de otro acto previg, si sometido al Derecho administrativo: p. ¢j., el acto de constitucin de una acaban de mencionarse son consecuencia sociedad de responsabilidad, mediante el otorgamiento de una escritura publica ante Notario y su posterior publicacién e inscripcién, requiere la adopcién por parte de los 6rganos de la Administraci6n del Estado de un acuerdo constitutivo de crear tal sociedad. Tales actos previos, conectados a una operacin que en si misma no es de Derecho administrativo, son conocidos como actos separables. Esta distincién tiene sentido en los sistema en donde existe una jurisdiccion dual, por cuanto su impugnacién puede hacerse ante Ia jurisdiccién contenciosa-administrativa de modo separado de la eventual impugnacién de la operacién en si misma, que corresponderé a la jurisdiccién ordinaria, C) Los diferentes conceptos de acto administrative {Cudles actuaciones de la Administracién, de todo este proteico conjunto, se hallan comprendidas en la definicién del acto administrativo? La respuesta a este interrogante es casi imposible, porque no sblo depende de la nocién de partida que se acepte; a su vez, cada una de ellas posee ambitos variables, segin la perspectiva que se acoja en cada cocasion (lo que normalmente, ademés, suele hacerse de manera implicita). Ello es un sintoma, probablemente, de que la nocién de acto administrativo es, hoy, inadecuada para dar cabida a todo el conjunto de la actividad administrativa, y que la doctrina habré de plantearse la necesidad, més pronto o més tarde, de sustituirla por un nuevo arsenal conceptual. Pero esta es una tarea que desborda, notoriamente, el alcance de estos apuntes, que debe limitarse a dar cuenta del bagaje teérico y legal del Derecho administrativo, tal y como existe, en Ia realidad, en el ordenamiento juridico nacional de hoy. Y, por tanto, no debe preguntarse tanto sobre cual es el 0 los conceptos deseables, sino sobre los que existen en la legislacién y en la doctrina, con sus virtudes y defectos. Y esta indagacién empirica debe hacerse desde tres perspectivas diferentes. 1. El concepto procesal de acto administrativo. En los sistemas que han adoptado un sistema dual de jurisdiccion, vale decir, en donde existe una jurisdiccién contencioso- administrativa junto a una jurisdiccién ordinaria 0 comdn, se utiliza un concepto istrativo, que tiene por objeto determinar la competencia de los procesal de acto admi tribunales de juisticia que han de conocer de la actividad administrativa. En este sentido, Jo normal es que este concepto abarque la totalidad de las actuaciones administrativas que enumeramos en el epigrafe precedente, siempre que se hallen sometidas al Derecho administrativo. 2. La Ley N° 19.880, que establece las Bases de los Procedimientos administrativos que rigen Ios actos de los érganos de la Administracién del Estado (en adelante, LBPA), por su parte, contiene una codificacién de las normas reguladoras del acto administrativo. La particularidad de esta Ley es que da una definicién de acto administrativa, que coincide basicamente con los actos de carécter formalizado (y preferentemente, aunque no de manera excluyente, en los que se producen en el marco del procedimiento administrativo y que le ponen fin), muy apegada por lo demas al concepto dado por el maestro italiano Guido ZANOBINI. En tal sentido, el articulo 3° LBPA establece que: “Para efectos de esta ley se entenderé por acto administrativo las decisiones formales que emian los érganos de la Administraci6n del Estado en las cuales se contienen declaraciones de Voluntad, realizadas | ejercicio de una potestad pablica. [4] Constituyen, también, actos administrativos los Bones © declaraciones de juicio, “a ‘© conocimiento que realicen los érganos de Ia Administracion en el ejercicio de sus competencias”. 3. Y una nocién similar es la que rige en la generalidad de la doctrina que, por tradici6n y con una curiosa unanimidad, parte para el andlisis de esta figura del concepto que en los afios treinta del siglo XX acufié ZANOBINI, referida igualmente a la actuacion formalizada de las Administraciones publicas (que es también la que inspira a la LBPA), Y que esté preferentemente referida a las resoluciones formales con las que terminan los procedimientos administrativos. Asi pues, una y otra tesis, doctrinal y legal, dejan fuera del ambito dogmatico del acto administrativo a la actuacién no formalizada de la Administracién. Pero esta exclusion es més aparente que real, dado que parte de los principios y reglas que integran esta construccién doctrinal, as{ como los correlativos preceptos de fa LBPA, son también aplicables a dicha actuacién administrativa material Asumiendo estas dificultades conceptuales de partida, vamos a emprender Ja exposicion de esta doctrina con arreglo a su sistematica més ortodoxa. En ella se sigue la enumeracién de cuestiones tipica de la teoria del negocio juridico: las clases de actos administrativos (II), sus elementos (III), el régimen de su invalidez (IV), su eficacia (V) y su extincién (V1). II. LAS CLASES DE ACTOS ADMINISTRATIVOS ‘Como puede deducirse de cuanto dijimos antes de la extrema variedad de Ia actuacion de las Administraciones pablicas, los actos administrativos revisten multiples modalidades y son susceptibles, por tanto, de clasificaciones practicamente innumerables. Aqui nos detendremos s6lo en las més relevantes, que es preciso agrupar para su exposicién sistematica, distinguiendo las clasificaciones basadas en factores de carécter material (A) de las que se apoyan en circunstancias de carécter procesal (B). A) Las clasificaciones materiales Los factores de orden material con arreglo a los cuales pueden clasificarse los actos administrativos son, de una parte, los sujetos (1); y, de otra, su contenido (2). 1. Clasificaciones por razén de los sujetos En base a los sujetos que intervienen o participan en los actos administrativos, éstos pueden clasificarse de tres formas: a) Cabe distinguir, en primer lugar, los actos simples y los complejos, en funcion del numero de entes u Grganos que participan en su emisién. Los actos simples, que emanan de un solo ente y organo (p. ¢j., la orden de un Alcalde otorgando un permiso municipal), constituyen la norma general en nuestro ordenamiento; son excepcién, pues, los actos complejos, que emanan de dos o mas Organos o entes en ejercicio de competencias compartidas (p. e., la aprobaci6n de los Planes reguladores comunales, que requieren la aprobacién de la Municipalidad y del Gobierno Regional). 'b) En funcién de sus destinatarios suele utilizarse la distincin de actos administrativos singulares (0 actos administrativos a secas) y generales. Esta distincion (a la que ya aludimos al tratar el tema de los reglamentos, a efectos de distinguir a éste de los actos administrativos generales carentes de contenido normativo) se apoya en el dato de la determinacién nominativa o indeterminacién de los sujetos destinatarios del acto: los actos singulares tienen por destinatarios especificos a una o varias personas, identificadas nominativamente (esto es, por sus nombres y apellidos) 0 por su pertenencia a un colectivo delimitable objetiva ¢ inequivocamente (p. ¢j., todos los feriantes de Ferias libres); en tanto que los generales tienen por destinatarios "un ntimero indeterminado de personas” [art. 48 b) LBPA], como sucede con una convocatoria a un concurso 0 licitacion pitblica. ©) Por fin, en funcién del némero de voluntades necesarias para la perfeccién del acto se habla de actos unilaterales y bilaterales. Los primeros emanan de la exclusiva voluntad de Ja Administracién que los dicta (p. ¢j., una sancién), en tanto que los segundos precisan para su perfeccién o plena eficacia de la voluntad del sujeto al que se dirigen (p. ¢j., el nambiamiente.deupfuncionarig, que requiere de su aceptacién). Estos iltimos no deben confundirse con los contratos y convenios administrativos, que, como veremos, poseen una naturaleza diversa. 2. Clasificaciones por razén del contenido a) La primera clasificaci6n en funcién de su contenido diferencia los actos decisorios de los no decisorios; una clasificacién de sentido obvio, que pretende resaltar la existencia, frente al tipico acto oaatran Senne de una declaracién de voluntad, mediante la cual se constituye, modifica o extingue una situacion jurfdica (p. ¢j., una autorizacién), de otras modalidades que expresan fobs de conetimiento, juttio o valbracion y de deseo 0 propuesta, como ocurre (p. ej. con las certificaciones y los informes o dictmenes [inc. 6° art. 3 LBPA]). A ella haremos referencia, al tratar del contenido de los actos administrativos. b) Mayor relevancia posee la clasificacion entre actos de efectos fivorables y ablatorios 0 de gravamen, segan que mediante los mismos se constituyan o amplien situaciones juridicas de cardcter activo o pasivo, respectivamente. La doctrina suele aludir a los primeros con la expresion tradicional de actos declarativos de derechos, aparentemente mas restrictiva; pero su interpretacién pacifica los equipara con todos aquellos que entraften un efecto favorable 0 positivo para su destinatario. La dis incién es de considerable importancia, dado el régimen absolutamente dispar de revocacién de unos y otros, que analizaremos més adelante: en sintesis, los actos favorables sélo pueden ser revocados por la Administracién mediante el procedimiento de revisi6n de oficio regulado en el art. 61 LBPA, siempre que no se trate de de actos declarativos o creadores de derechos adquiridos legitimamente [art. 61 a] LBPA). En este caso, sélo es posible Ia invalidacin del acto, conforme al art. 53 LBPA. En cambio, la revocaci6n de los actos de gravamen es libre. ©) Por fin, y también por raz6n del contenido se utilizan (con menor frecuencia) otras clasificaciones duales, como Ia que diferencia los actos constitutivos (que crean una situaci6n ex novo: p. ¢j., el otorgamiento de una concesién) de los actos declarativos, que meramente enuncian una situacién preexistente, doténdola de eficacia (p. ej el reconocimiento de un bienio a un funcionario); 0 como la que distingue los actos personales, referidos a la situacin juridica de una persona (p. ¢j., la aplicacién de una medida disciplinaria a un funcionario) de los actos reales, referidos a una cosa, con independencia de su titular (p. e¢j., el permiso de edificacion sobre un terreno, o la inspecci6n de una instalacién industrial). B) Las clasificaciones procesales Por raz6n de su tratamiento procesal (esto es, a efectos de su impugnacién en via administrativa 0 contenciosa), cabe destacar tres clasificaciones, todas ellas dotadas de importantes consecuencias précticas. 1. Actos definitivos y de trémite Esta clasificacin posee un significado obvio en el marco de la teoria del procedimiento administrative. Son actos definitivos aquéllos que ponen fin al procedimiento, siendo calificados genéricamente como actos de trémite todos los demas, de cardcter instrumental, que integran el procedimiento, bien iniciéndolo (p. ¢., la ini- ciaci6n de oficio) bien formando parte de su instruccién (p. un informe, la apertura del periodo de prueba o la informacién publica). Esta distincién posee una importancia capital por tres razones: = los recursos administrativos y contenciosos sélo pueden interponerse, en principio, contra los actos definitivos; = los actos de trémite no son susceptibles, por regla general, de recurso auténomo (esto es, de un recurso que se dirija directa y exclusivamente contra los mismos), salvo -art. 15 inc, 2°- cuando determinen Ia imposibilidad de continuar un procedimiento (esto es, cuando sean materialmente un acto definitivo o de terminacién: p. ej, la declaracion de abandono de un procedimiento), 0 produzcan indefensi6n (p. ¢j., la negativa de acceder a la apertura de un periodo de prueba, cuando este sea procedente); - ello no supone, sin embargo, que dichos actos de trémite sean inmunes a todo control: Io que quiere decirse es que su fiscalizacién s6lo podra ser alegada y controlada en el marco del recurso que se interponga contra el acto definitive que ponga fin al procedimiento, y como si se tratara de una irregularidad de dicho acto definitivo. 2. Actos que causan estado o ponen fin a Ia via administration y actos que no agotan dicha via Esta clasificacién posee significacién a los efectos de abrir el acceso a la via jurisdiccional, s6lo disponible con respecto a aquellos actos que constituye la “ultima palabra” de la Administracion. Segan el art. 54 LBPA, el interesado puede optar por interponer una reclamacién ante la Administracién o ante los Tribunales de Justicia. En el primer caso, el interesado no podré deducir igual pretensién ante los Tribunales, mientras aquélla no haya sido resuelta © no haya transcurrido el plazo para que deba entenderse desestimada, esto es, que se haya puesto fin a la via administrativa. C) El problema de los actos politicos o de gobierno 1) El Gobierno es uno de los érganos constitucionales del Estado y, en calidad de tal, leva a cabo un conjunto de funciones de orden constitucional. Pero, al tiempo, y de modo inseparable, es el 6rgano que corona la estructura administrativa estatal: es, también, Administracion del Estado y, como tal, adopta decisiones y medidas absolutamente idénticas, en términos materiales, a las que realizan los 6rganos administrativos subordinados al mismo. De esta forma, se suscita la, cuestion de si dag los actos que adopte el Gobiggno deben ser gausidgsades como actos, aglgpipistzatiyos, pudiendo ser fiscalizadas todos ellos por Jaxiaiuusisdlicaianal, o si bien los actos realizados en ejercicio de sus funciones constitucionales son sustantivamente diversos, actos politicos o constitucionales, y no sometidos, por tanto, al control de los 6rganos de dicha jurisdicci6n. En este caso nos estamos refiriendo a actos vinculados, por ejemplo, a la direccién de las relaciones diplomaticas (nombramiento de embajadores, negociacién de tratados, etc.), a la declaracion de un estado de excepcién constitucional o al nombramiento de ministros, intendentes 0 gobernadores. 2) Pese a su no demasiada importancia, en términos cuantitativos y cualitativos, la cuestion de la fiscalizabilidad jurisdiccional de los Hamados actos politicos 0 actos de gobierno ha sido, desde hace més de un siglo, un tema testigo, de cuya solucién parecia depender la existencia 0 no de un Estado de Derecho; un tema que se ha movido siempre en el marco de una profunda contradiccién: siempre han existido, en todos los paises y en todos los re- gimenes politicos, un conjunto de actos de la cabeza del poder ejecutivo exentos del control jurisdiccional; y esta exencién ha sido objeto de critica mayoritaria por parte de la doctrina, que también permanentemente ha preconizado, en términos politicos, su supresi6n, o bien ha negado su existencia, cuando el respectivo ordenamiento ofrecia elementos interpretativos suficientes para mantener esta tesis. 3) El concepto de actos politicos aparece en la jurisprudencia del Consejo de Estado francés tras la caida del régimen bonapartista. Haciendo gala de un prudente sentido de la conservacién y de una ejemplar docilidad, el Consejo, una de las organizaciones mas emblematicas de dicho régimen (y, también, una de las preferidas personalmente del Emperador), se declar6 incompetente para conocer de las reclamaciones formuladas por antiguos cargos del sistema napoleénico (arrét Laffitte, 1822), bajo el motivo o pretexto de plantearse contra actos que tenian un mévil politico, esfera en la que ni podia ni deseaba entrar. De esta forma, todos los actos en los que, de una u otra forma, se advertia hallarse inspirados por una motivacién politica stricta, quedaban exentos del control jurisdiccional. Pero esta Iinea de razonamiento arrojaba una gran inseguridad sobre el émbito de competencia de lo contencioso-administrativo, al operar sobre un concepto inaprehensible cuya invocacién hubiera podido excluir del control contencioso una importante proporcién de los actos emanados del Gobierno (zcémo saber, en efecto, cuando un acto tenia ono una motivacién politica?). Por ello, el Consejo de Estado, cuando medio siglo después ya se encontré lo bastante fuerte, recort6 su tesis inicial: siguié aceptando la existencia de actos de gobierno infiscalizables (asf, en los arrréts Prince Napoleon, de 1875, Prince D'Orlean.s y Priuce Murat, de 1887), pero reduciendo su ambito a los comprendidos en una lista ‘excepcional que fue confeccionando decisién a decisién; una lista que es hoy muy reducida, pero que contintia operando. 4) La evoluci6n en Espafia ha sido practicamente la misma. La Ley de lo Contencioso de 1888 incluy6 formalmente la exencién, calificando de actos discrecionales (y, por ende, infiscalizables) a los pertenecientes "al orden politico o de gobierno". Su aplicacién por la jurisprudencia se hizo al amparo de la tesis clasica del mévil politico, lo que Ilev6 a excluir del control contencioso a un buen nimero de actos. La Ley de lo Contencioso de 1956, aun conservando la exencién, ya apuntaba una orientacion restrictiva hacia el sistema de lista, al excluir de la competencia de la jurisdiccién "las canon jue se susciten en relacién con los acl yoliticos del Gobierno, son los que me} a nS. del territorio nacional, relaciones internacionales, septridad interior del Estado oy oes cion militar, sin perjuicio de las indemnizaciones que fueren procedentes' (art. 2.b). Presionado por una linea doctrinal de sentido e intencionalidad liberal, e! Tribunal Supremo, en la década de los sesenta, emprendi6 un proceso de reduccién del alcance de esta exencién, en un doble sentido: de un lado, reduciendo su ambito a los actos emanados del Gobierno como

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