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ADOLESCENCIA | GENERACION PRESIONADA John Conger JOUN JaNeway Concer. Ph. D., es el presidente electo de a Asociacion Norte- americana de Psicologia. Tambien es ca- tedratico de psicologia clinica y director del Programa de Psiquiatria Juvenil de la Es- cuela de Medicina de la Universidad de Co- lorado, donde ha permanecido, como miembro de la facultad, desde 1953. JOHN JANEWAY CONGER es una destacada autoridad en desarrollo del adolescente y ha publicado una gran cantidad de material sobre el ema. Entre sus libros se encuentran: Adolescence and Youth: psychological development in a changing world, Contemporary Issues in Adolescent Development y —como coautor— Child Development and Personality. En 1976 llevo a cabo una pelicula, Adolescence: the winds of change. Se dedica a la asesoria en la realizacibn de los programas de television para nifos y ocupa un puesto como miembro de la Junta Directiva del Publi- co Juvenil. El Dr. Conger fungid durante 7 ahos como decano de la Es- cuela de Medicina de la Universidad de Colorado hasta 1970, fecha en la cual obtuvo una beca del Centro de Estudios Avanzados en las Ciencias del Comportamiento en Stanford, California, Es miembro de la Aso- ciacion Norteamericana de Psicologia, asi como de la Asociacion Norte- americana para cl Desarrollo de la Ciencia. Actualmente forma parte de la Comision Directiva de la Salud Mental, ademas de ser secretario de actas y miembro de la Junta Directiva de la Asociacién Norteamericana de Psicologia LA PSICOLOGIA Y TU ADOLESCENCIA generacion presionada John Conger Traduccion Sergio Fernandez Everest Asesoria técnica Dra. Margarita Baz Coordinadora de Psicologia, Universidad Autonoma Metropolitana, México Dra. Ma, Isabel Rodrigues L. Coordinadora de Estudios de Postgrado de Psicologia, Universidad Iberoamericana, Mexico A.P.U.C.O.L. Ltda. Bogota, Colombia HARPER & ROW LATINOAMERICANA, S.A. DE C.V. México Bogota Sao Paulo Nueva York — Londres Sidney San Francisco Tokio Nueva Delhi | Este libro Tue ideado ¥ produeide por Mulrinedia Publications, Ine., come paste de ka coleceidn Le Psicologia ¥ T, Editor General: Dr. Leonard Kristal Gte. Prod./Dir. de Arie: Bob Vari Seleccion Fotugratica: Judy Kristal Dibujo: Diana Sherman Edicién en Espanol: Director General: Francisco Gutiérrez Flores Director Adjunto: Jaime Arvizu Lara Revision Editorial: José Carlos Escobar Hernindes Mei Mei Alicia Chu Pulido Supervision y eoordinacion tecnicas: — Profrs. José Gémez Romero Ma. Eugenia Alvarez C Colegia de Ciencias» Humanidedes. Mésico Composicion: Editorial Tierra Firme, S.A. deC. V., México ADOLESGENGIA: generacion presionad John Conger Copsright 1980 por HAREA, SAC de GW Antonie Gao He, Méyico 4D. Copsright 1979 por John Gor Traduccién de Adolescence: a generation under pressure Producida y publicada originalmente en Holanda (1979) por Multimedia Publications, Ine. Willemstad (Curacao) 1979, Seleccion de color: United Artists, Ltd,, Israel Impreso en Gran Bretana por Garrod & Lofthouse International Ltd., Crawley, Sussex. Contenido nN Los albores de la juventud El desarrollo fisico El desarrollo mental Los adolescentes y sus padres Los adolescentes y el sexo Los adolescentes y sus compafieros Los adolescentes y las drogas EI desarrollo de los valores morales y la inadaptacion Los problemas psicologicos Mirando hacia el futuro Epilogo Bibliografia Indice Créditos de las fotografias 52 66 76 86 96 110 118 120 124 128 Los albores de la juventud “Parado freme al espejo, ‘me pregunto quién es esa persona”’. Tony Hall, de 16 anos La adolescencia nos fascina mas que ninguna otra edad. Durante siglos, ninguna otra etapa de la vida ha sido més exaltada —y censurada— que ésta por los poetas, filésofos y politicos. Es fécil reconocer algunas opi- niones de nuestros contemporéneos ya en aquellos comentarias exaspe- rados dichos por Arist6teles hace veintitrés sigios: los jévenes, dlecta, son apasionados, irascibles y tienden a dejarse llevar por sus impulsos, parti- cularmente los sexuales . . . » en este sentido no conocen la continencia. También son volubles y sus deseos inconstanies, ademds de transitorios y vehementes . . . todo to llevan al extremo, aun traténdose det amor, el odio 0 cualquier otra cosa, Se sienten sabelotodo . . .' No es que falten opiniones favorables sobre la juventud, para la cual los poetas han encontrado frases memorables y hacia la cual los ancianos se vuelven con nostalgia y sensacion de pérdida. Aun el austero genio Jo- seph Conrad recordaba con nostalgia el vigor y la intensidad perdidos: ‘Un momento nada mas; un momento de vigor, de romance, de encanto ide juventud! . . . Un destello de luz sobre una playa desconocida, tiem- po de recordar, ocasién para un suspiro y —jadids! —noche— iAdids. . . !'"? La verdadera experiencia humana se halla en un punto in- termedio entre el exceso y el éxtasis, esa misma experiencia que Samuel Butler, en The Way of All Flesh, describio: “Como la primavera, esta- cidn alabada con exceso —deliciosa si resulta favorable, pero en la vida real poco propicia y mas notable, como siempre, por el incisivo viento del Este que por la brisa suave’’.’ En efecto, no todo es placer. Qué hay detras de esta antigua fascinacidn por la adolescencia? Creo que en parte se debe al reconocimiento de que los jévenes constituyen nuestro vinculo cultural con el futuro, nuestra garantia de la continuidad de nuestra especie, nuestro triunfo indirecto sobre la muerte y el fracaso. Pero también hay algo mas personal en nuestra preocupacién por la ju- ventud. Casi todos recordamos la adolescencia como una época en la cual nuestra identidad comenz6 a cristalizar, cuando nuestra potenciali- Aristételes decia de los adolescenies: “Son apa- sionados . . . tienden a de- jarse llevar por sus impul- 'sas”, lo cual no es menos cierto ahora que en la Gre: cia antigua. lad y portar nuestras penas. Y, si ahora somos ancianos y nos sentimos insatisfechos, quiz algunos de nosotros también tenemos cierto resenti- miento hacia los adolescentes que nos rodean por ser ellos los herederos envidiablemente irresponsables que disfrutan de lo que ‘nosotros nunca tuvimos". Sin embargo, nos vemos a nosotros mismos como espejos de nuestros propios deseos, esperanzas, temores y satisfacciones. dad se encontraba en apogeo; cuando vivimos con mayor inten sini Una etapa de cambios Se trata de wna época de cambios, de contrastes: el adolescente puede no saber incluso si optar por to en: feramente convencional 0 por lo vulgar. 6 La adolescencia puede ser una época de alegria irreprimible, asi como de una tristeza y una pérdida aparentemente inconsolables; de una inclina- cidn por los grupos y por la soledad; de altruismo y egoismo; de curiosi- dad insaciable y aburrimiento; de confianza y duda en uno mismo. Pero, sobre todo, la adolescencia es un periodo de cambios ripidos: fisicos, se- xuales ¢ intelectuales dentro del adolescente; y de cambios ambientales en la naturaleza de las exigencias externas que la sociedad impone en sus miembros en desarrollo. La fuerte necesidad de explorar el sexo se puede disfrazar bajo ta apariencia de juegos» bromas bullt- En niguna otra época, desde los dos aitos de edad en adelante, el indi- viduo experimenta tantos cambios como en el periodo cercano a la pu- bertad. No es sorprendente ver a tantos adolescentes que se enfrenian a una imagen fisica en cambio constante, reflejada por el espejo, los cuales se dan cuenta de sus nuevos y algunas veces extraiios sentimientos y pen- samientos, preguntarse ‘*quién es esa persona’” Las “‘tareas"” de desarrollo propias de la adolescencia Los cambios experimentados en la pubertad dan a la adolescencia cierta universalidad como etapa independiente del desarrollo. Pero las “‘tareas’’ de desarrollo, que supuestamente los javenes deben dominar, pueden variar —a veces en forma excesiva— de una sociedad a otra, tan- to en clase como en grado de dificultad. En las sociedades que carecen de un registro historico escrito, las ta- reas que los jovenes deben dominar pueden ser relativamente sencillas y escasas; a veces solo representan un surgimiento gradual de etapas ante- riores en su desarrollo. Por ejemplo, entre los habitantes del Monte Arz pesh, en Nueva Guinea, hay una lenta transicién desde un alto grado de dependencia, y tolerancia en el cuidado de los nifios, durante la infancia y la ninez temprana hasta una independencia y una responsabilidad cada vez mayores a medida que el niflo crece.* No hay un momento definido de" of arranque”’ ni en la pubertad ni en la adolescencia. A diferencia de lo que sucede con los jévenes en muchos paises occidentales, no existe ex- pectativa alguna, en los circulos familiares 0 de la sociedad, de que un muchacho abandone su hogar para obtener un empleo, incluso fuera de lo comin y de ser necesario, en una comunidad extrana.! Para cuando llega a la adolescencia, la nina arapesh ya ha sido elegida ‘como esposa por los padres de su futuro marido y ha aprendido gradual 4 mente a asumir las diarias responsabilidades de un hogar. No se obliga a los ninos a que sostengan relaciones sexuales ni al matrimonio, pero cuando esto ocurre, a su debido tiempo, se lleva a cabo con un compaiie- ro a quien se conoce, se cuida y con el cual se ha logrado cierta adapta- cidn a traves de un largo tiempo. = = z “ee Ser — dapiacion al mundo de Sin embargo, en sociedades industrializadas contemporaneas como la Jos adultos: los jovencitos nuestra se espera que el adolescente domine unas tareas de desarrollo mu- son igualmente apias para cho mas numerosas y complejas, ademas de que hay una transicion fa violencia mucho mas rapida desde la dependencia de la nifez con su relativa falta diseiptinada de responsabilidades. En los afos intermedios a la pubertad y la madurez nominal se puede esperar que el adolescente de nuestra énuca logre inde. pendizarse de sus padres, que establezea nuevas relaciones sociales y la- borales con sus compaieros de ambos sexos, asi como con los adultos, y que se adapte a la madurez sexual, cada ver mayor, que va adquiriéndose, asi como a su papel cambiante (incluyendo que piense en las posibili- dades y exigencias de un matrimonio, de la paternidad o de la materni- dad, y de otro tipo de relaciones alternativas). Ademas, se presiona al joven para que decida cuales son sus objetives personales de educacion y vocacion a fin de que se prepare para las responsabilidades que implica el ser un ciudadano activo. Mientras hace frente a estos retos, el adolescente también desarrolla adualmenie una “filosofia de la vida’” —un concepto del mundo y un conjunto de creencias y patrones morales que, no obstante lo simples y basicos que sean, no se pueden “intercambiar"’. Por Ultimo, el joven W. H. Hudson, el autor de Green Mansions, paso una idilica nitez en la campina Argentina —una época para vivirla cerca de la naturaleza y no para pensar en ella, Pero, como escribe en su autobiografia, lleg6 el mo- mento critico de darse cuenta de que aun esa época tenia que acabarse. ne el dia mas memorable de mi iQuince aios de edad! Efectivamente vida, porque esa noche comencé a pensar en mi mismo y mis propios pensamientos me resultaban extrafos ¢ infelices —jqué era yo, para ba_en el mundo, qué queria, qué me deparaba el Era la primera vez que me hacia esas preguntas y me qué est destino: asusié, Sentia como si sencillament abara de adquirir conciencia; et dudo que antes hubiera estado com; consciente. Como lo ilustra la experiencia de Hudson, una de las tareas mas im- portantes de la adolescencia es la de encontrar alguna respuesta fun- cional a la pregunta **{Cual es mi lugar en el mundo?" —o, expresado {Quién soy?”’. Esta ha sido la pr parte de la filosofia occidental, al menos desde la “Edad de la Razon’’, al grado de que algunas de las obras mas grandes de la literatura ha do en torno de este acertijo relacionado con la identidad personal unta clave en gran mas simple ira. mpe Fo, apenas en las dltimas décadas se ha convertido en materia de una in- natica, principalmente a través de la obra de vestigacion psicologica siste! Erik Erikson, un talentoso escritor, psicdlogo y psicoanalista, Segun Erikson, una tarea indispensable que el adolescente debe llevar sentido de la propia identidud: “Ames de que el donar con éxito la seguridad de su dependencia a cabo es desarrollar 5 adolescente pueda aba infantil, debe tener cierta idea de quign es, a donde va y cuales son las po- idades de llegar a su destino”’.° como para tos Me pregumto si alguien ava vivido estas dos ultimas décadas —a pacificos juegos sociatizan- menos que lo haya hecho en una isla desierta— no ha escuchado alguna es. vez la expresion “‘crisis de identidad del adolescente”, Me di cuenta de que este término ya habia invadido el pensamiento popular desde hacia 5 La exploracién de los po: sibles papeles sociales y a busqueda de una identidad comienzan aun antes de la Uegada de la adotescencia 10 unos veinte aiios cuando pregunté a un adolescente qué era lo que le in- quietaba, a lo cual respondid: **Creo estar pasando por una crisis de identidad’*. Tan popular era el término, que el propio Erikson se ha pre guntado si los jOvenes manifestarian dichas ‘crisis de identidad”” si no creyeran que eso es precisamente lo que se espera de ellos. in embargo, el concepto de identidad es fundamental para comprer der el desarrollo de los adolescentes, asi como también es importante sa ber exactamente su significado. Tambiéi ir muchos errores de concepto, incluyendo la idea de que el problema de! desarrollo de la identidad comienza o termina durante la adolescencia EI individuo adolescente, 0 adulto, que posee un fuerte sentido de identidad se considera a si mismo diferente. En efecto, la palabra misma “‘individuo"’, como sinonimo de “persona’’, implica la necesidad uni- versal de percibirse a uno mismo en cierta forma independiente de los de- mas, sin importar en qué medida se compartan con ellos determinados motivos, valores ¢ intereses. La necesidad de la coherencia se relaciona imimamente con lo anterior a fin de obtener una sensacion de univers dad. Al hablar de la “totalidad” interna del si mismo, nos referimos tan to a la independencia de los demas como al mantenimiento de una uni- dad del propio yo: una viable integracion de necesidades, motivos y patrones de respuesta, Por ultimo, un claro sentido de la identidad per- sonal requiere de una estabilidad del propio si mismo percibida, por el in dividuo, a través del tiempo; es decir, la necesidad que una persona tiene ali de percibir que es similar a, y que ademas se mantiene abiertamente liga- do con la persona que fue el dia de ayer y la que sera el dia de mafana. Pero los adolescentes necesitan tiempo para integrar los rapidos cam- bios fisicos y mentales que experimentan a un sentido de identidad it tegrada, el cual surge lentamente. Hace poco pregumté a una joven por qué tenia tres estilos de escritura definitivamente distintos, a lo cual contesto: “¢Como puedo tener uno slo si no sé quién soy?’ Muchos adolescentes tienen sensaciones parecidas. No solamente se descubren a si mismos representando un papel que cambia de una tuacion, 0 momento, a otra y se preocupan acerca de cual —de haberlo— es su “verdadero yo", sino que también prueban timidamente distintos papeles con la esperanza de encontrar el que les parezca mas que el problema de la identidad es el mas importante de la adolescencia no significa que la tarea de la formacion de la identidad co- | Las expectativas de los adultos pueden sentar las bases de todo un estilo de vida ¢ tmpedir ta eleccin de una identidad particu: lar. mience © termine alli. Desde nuestros primeros afios de vida, nuestra identidad final empieza a formarse. El proceso se inicia en la infancia y atraviesa por todas las identificaciones parciales que un nifo en desarro- \lo va formandose en relacién con sus padres, compaiieros, hermanos y adultos desconocidos hasta bien entrada la edad madura. El sentido de identidad del individuo tampoco se desarrolla por completo en la adolescencia. Por desgracia, el intento de [os jovenes por llegar a tener una identidad rica, plena y nica muy a menudo se ve “in- terrumpido prematuramente”; para decirlo con palabras del propio Erikson, tan pronto sale de la escuela y comienza a trabajar 0 se casa. En vez de encontrarse a si mismos, se vuelven como las demas personas. Sin embargo, hay quienes se convierten en individuos mas autenticos y mas seguro de si mismos, en relacion con el mundo, a medida que se des- } arrollan, Esto es evidente en el caso de personas famosas como Einstein, Eleanor Roosevelt y Gandhi. Pero ocurre lo mismo con muchas perso- nas, de las cuales sdlo su familia inmediata y sus amistades han oido hablar.” No es dificil reconocerlas, aunque si puede ser dificil clasificarlas en sociedades ordenadas rigurosamente: en las. unive un dentro de los convencionatismos de fos os, los adolese (a manera de 12 igidos mucha libertad para desarrollar y ostentar formas de vida sumamente in- dividualistas —pero las identidades idiosincrasicas, por ejemplo en un in- ternado 0 en una vivienda miserable, pueden dar lugar a odios 0 inclusoa persecusiones. Las variaciones en la formacién de la identidad El proceso de formaci6n de la identidad puede ser relativamente sencillo 0 complejo, breve 0 prolongado, satisfactorio 0 doloroso y puede consti- tuir un éxito 0 un fracaso dependiendo de muchos factores. En la so- ciedad contemporanea hay amplias posibilidades, asi como muchas oportunidades, para que una persona crezca y se desarrolle. Sin embar- 20, la misma diversidad de las posibles elecciones puede causar confu- sion, ademas de que en nuestra sociedad hay poca unanimidad en rela- cién con los valores y estilos de vida apropiados —los tipos de trabajo que valen mas, los valores y el comportamiento sexual aceptables, el pa- pel de la familia o bien los papeles adecuados para las mujeres 0 los hombres. El joven es abandonado, cada vez mas, a sus propios recursos. Quienes alcanzan el éxito pueden desarrollar una identidad mas rica e Los intentos por “dejar una huella”’, de quienes se encuentran en sar po- co privilegiado, puede ter: ‘minar en un desastre 0 en una desgracia, interesante. Sin embargo, hay mas probabilidades de que se produzcan heridas, mas victimas de lo que Erikson llama confusién de la identidad. ‘A menos que de alguna forma el adolescente logre un claro sentido de la identidad personal, sera como un barco a la deriva, que cambia de curso con cada ola que pasa. Los padres pueden desempenar un papel importante al ayudar o frenar el desarrollo de un fuerte sentido de identidad. Los que tienen una iden’ dad propia y bien definida, asi como quienes pueden constituir modelos firmes para sus hijos, facilitaran muchisimo la tarea de los adolescentes. Hasta este momento he hablado de los factores que favorecen 0 impi- den el desarrollo de una identidad positiva. Sin embargo, por desgracia, la Gnica proteccién de algunos adolescentes, contra la confusion de su identidad, es el desarrollo de una identidad negariva. En lugar de arries- garse a fracasar, luchando en forma continua contra todas las fuerzas so- ciales que intentan “anularlos’’, algunos pueden adoptar una identidad negativa, desviada, enorgulleciéndose de lograr una inexistencia total- mente coherente. Esto se puede observar en el caso de algunos delincuen- tes y “parasitos sociales’ En un grado significativo, tendemos a satisfacer las expectativas que Jos demas tienen de nosotros. Si se espera que tengamos un sentido de identidad fuerte y pleno, ademas de una integridad moral y personal, se- guramente asi nos desarrollaremos. Por lo contrario, si se espera que ten- gamos una identidad confusa 0 que seamos unos fracasados, o bien que seamos poco confiables y unos oportunistas morales, también asi es como nos desarrollaremos. Lo que me parece notable de tantos jovenes obviamente brillantes, atractivos y de destacada personalidad, los cuales tuvieron un papel secundario en la tragedia de Watergate, fue la medida en la cual parecian haber sido programados. Parecia que otros les habian impuesto una personalidad a través de los aftos, en lugar de que éstas se desarrollaran orgdnicamente a partir de las fuerzas internas de cada uno de ellos. Esto pudo haber tenido mucho que ver con su vulnerabilidad a las presiones a que fueron sometidos para amoldarse a la moralidad pre- valeciente durante su adolescencia. 13 Los chicos y las chicas sa ten a jugar... ¥ des cubren que hay atzo nds interesante de qué hablar Jo cual no inctuse menie ef juego de botos. 14 La identidad sexual oe La identidad sexual es un elemento importante en la identidad total de las personas —es el reconocimiento y aceptacion de la naturaleza biologi- ca basica del hombre o la mujer. Como el sexo de cada persona es un hecho bioldgico inalterable, los conflictos de la identidad sexual pueden crear problemas significativos en ef desarrollo de una identidad total, confiable y segura. Es importante distinguir entre la identidad sexual y el comportamiento en ef papel sexual. El comportamiento apropiado como hombre © mujer no implica necesariamente una conformidad rigurosa con los estereoti- pos del papel sexual, tales como el del hombre ambicioso, seguro de si mismo, realista pero no muy sensible y el de la mujer afectuosa, gentil, sensible pero no muy realista. No existe una razon bioldgica por la que Jos hombres y las mujeres no puedan ser independientes y tengan una me- dida razonable de autenticidad, al igual que de estimacién y sensibilidad. En efecto, los resultados de una serie de investigaciones cientificas re- cientes sugicre que los jovenes androginos (es decir, que combinan en si mismos las caracteristicas “masculinas” y *femeninas”) alcanzan gra- dos mas altos de auto-estima, se desenvuelven mejor en las escuclas 0 universidades, tienen mejores relaciones con el sexo opuesto y confian mas en si mismos, ademas de ser mas independientes y menos conformi: tas que los tipos meramente masculinos o femeninos.* Aunque en términos generales concuerdo con este punto de vista, creo que también es importante, dentro de nuestro entusiasmo por la libera- cin femenina —y masculina—, evitar imponer una nueva serie de este- reotipos —incluso cierto equilibrio androgino “‘ideal’— en todos los ni: fos y nifas, hombres y mujeres. El objetivo final de todo proceso de so- cializacion debe ser permitir que cada adolescente desarrolle su poten- cialidad tinica como ser humano, en tanto sea compatible con los de- rechos de los demas, En el mundo actual resulta cada vez més complejo y dificil dominar las tareas de desarrollo de la adolescencia. Tanto los padres como los adoles- centes se enfrentan a una sociedad que cambia con rapidez, y que a me- hudo se encuentra profundamente dividida, en la cual se ha debilitado la autoridad de los adultos, se cuestiona la validez de muchas instituciones sociales tradicionales y donde solo quedan unos cuantos patrones so- ciales coherentes que sirven de guia. Los papeles sociales y sexuales de hombres y mujeres pueden cambiar, como de hecho ya esta sucediendo; las responsabilidades y privilegios relacionados con la independencia pueden cambiar; la dificultad de proyectar las necesidades profesionales del futuro pueden aumentar y, por dltimo, se pueden alterar los tipos de identidad personal y social que se adaptan al mundo de hoy y de maa- na. Sin embargo, las tareas siguen siendo fundamentalmente las mismas. La facitidad con que un joven puede dominar dichas tareas depende de muchos factores pasados y presentes. Dichos factores incluyen la clase y naturaleza de las influencias que recibe por parte de sus companeros, ya sean normativas © socialmente desvindas; el grado de apoyo y compren- sién proporcionado por instituciones sociales como la escuela el interés de los adultos ajenos a la familia, ineluyendo a sus profesores, jefes, con- sejeros y amigos, asi como las influencias del medio generai de la so- ciedad como un todo, incluyendo su propia actitud hacia los jovenes Pero, como siempre ha ocurrido en Occidente, los padres constituyen la influencia externa aislada mas importante para apoyar u obstaculizar al adolescente promedio en la obtencién de una identidad satisfactoria. Ser padre —o adolescente— jamas ha sido facil y en el actual mundo de rapidos cambios constituye un reto atin mas fuerte que nunca. Si este libro pucde ayudar a los padres (y a otros adultos) a comprender mejor a los adolescentes bien a los adolescentes a comprenderse mejor a si mis- mos y a sus compaiieros, entonces habra logrado su objetivo. 15 EI desarrollo fisico A pesar de las variaciones en la forma como s« trata a la juventud, en las diferentes sociedades, la adolescencia presenta un aspecto universal: los cambios fisicos » fisiologicos de la pubertad, que sehalan st inicio, ast como la necesidad que los jovenes tienen de encontrar alguna manera de adaptarse a dichos cambios y de dominarlos. No existe ningtin otro acon- tecimiento en el desarrollo que sea max dranuitico ni nds desafiante. efecto, en Tos pocos y muy breves anos de la adolescencia temprana wia persona debe de encararse a una virtual revolucion biolégica que ocurre en si misma; el répido aumento de peso y estatura, las dimensiones cor- porales variables, los cambios hormonales que producen un fuerte apeti- to sexual, el desarrollo de las caracteristicas sexuales primarias ¥ secun- darias, asi como ef mayor desarrollo de la capacidad mental. Los padres, ‘maestros. companeros —y la sociedad en general— pueden avudar a frenar la adaptacion personal a estos cambios v pueden influir en los jo- venes, va sea que se conviertan en una fuente de orgullo o bien de an- siedad y confusion. Empero, no pueden alterar et hecho de que tales cambios ocurriran v de que de una manera 0 de otra el adolescente debe aprender a enfrentarseles Un individuo necesita desarrollar un sentido de la identidd personal, y estabilidad del si mismo —no solamente en determinado momento, sino tambien a tra- ves del tiempo, Necesita sentir que la persona que es hoy cs semejante a a de ayer 0, en el mejor de los casos, un desarrollo de aquélla. Esta sensacion de coherencia intrinseca esta amenazada por ke mul tud de rapidos cambios internos que ocurren en la pubertad. A diferencia del nino pequeno, cuyo crecimiento es gradual y ordenado, el adolescen- teencontrara, a corto plazo, que se siente como un extraiio con su propio si mismo con el cual ha estado familiarizado desde la nine, El proceso de integrar exitosamente tales cambios fisicos dramaticos, en el nuevo sent do de una identidad personal estable y confiada en si misma, puede ser prolongado y dificil, Es innegable que con frecuencia se podria simplifi- car considerablemente, y podria dar lugar a menos preocupaciones inne- cesarias, si los jovenes (y sus padres) tuvieran una idea mas clara de la verdadera naturaleza de los cambios fisicos y fisiologicos que ocurren durante la pubertad y posteriormente en la adolescencia, Pero, en la mayoria de 10s casos, los adolescentes sufren innecesariamente a causa de entre otras cosas, asi como una sensacion de coherene 7 | { | : HW ! “Ys @ sce presse iacimichacor de 1 piutes (hanes Sit tereckon, Cate per sona puede diferir novable- for eerie un nhooko Oo asad toad ai 10.0 también como une de 18. 18 : 7\ | | | { los mitos persistentes, aunque evidentemente falsos, acerca de esta tran- sicion crucial desde la nines hasta su completa integracion al mundo de los adultos. Las hormonas y ¢l reloj biolégico Eltermino *“pubertad™ proviene de la palabra latina pubertas, que signi fica la “edad de la hombria”. Se refiere a la primera fase de la adolescen: cia durante la cual la maduracion sexual se manifiesta, El principio de la pubertad se hace rapidamenie evidente con la aparicion del vello pubico, y. en las jovenes, Los primeros indicios de un crecimiento del busto (ctapa de “florecimiento”). En realidad, para llegar a este Momento el proceso ya ha ido avanzando internamente durante cierto tiempo, con un aumen- to en el tamano de los testiculos (en tos muchachos) y de los ovarios (en lay muchachas). La confusa secuencia de acontecimientos que producen tanto el cre miento fisico como la maduree sexual est controlada por fay hormonas sceretadas por las glandulas endocrinas, las cuales a su ver comiens funcionar debido a las senales emitidas por el hipotalamo, un importante centro de coordinacion ubicado en el cerebro. Esto sdlo puede ocurrir cuando cl hipotalamo ya ha madurado lo suficiente. La seal estimula a la gkindula pituitaria, ubicada justo abajo de la base del eerebro, para li- berar hormonas que tienen diversos efectos estimulantes sobre otras glandulas endocrinas del cuerpo, De ellay provienen finalmente las hor- monas oue deberan alterar el crecimiento fisico y el desarrollo sexual. Entre las hormonas se cuentan la tiroxina (de la glandula tiroides), el cortisol (de la glandula suprarrenal) y las hormonas sexuales, que inclu- yen a los andrégenos (hormonas masculinizantes, como la testosterona), estrogenos (hormonas feminizantes) y progestinas 0 gestagenos (hormo- nas del embarazo). A través de complejos mecanismos de retroalimenta- ibn, estas y otras hormonas estimulan y aceleran el desarrollo fisico y fisiologico que s¢ lleva a cabo durante la pubertad y la adolescencia.' Eltérmino “crecimiento repenting del adoiescente™ se refiere al riipido incremento de pesey ¢ estatura que acompana a la puberiad. La edad en que principia (y generalmente kt pubertad misinay varia extenyamente, aun entre los ninos pertectamente normales, En los nifios puede empezar desde los die? ¥ medio o havia los diecistis aftos de edad: algunos pueden haber concluido casi por compleio su desarrollo fisice incluso antes de que vomience en otros, sin que ello implique anormalidad en unos u a el nio promedio el crecimiento se acelera cerca de los doce y medio anos y aleanse su yelocidad maxima a toy catorce, .re- cobrando cntonces su velocidad original. El crecimiento repemtino sucle comensar doy anos anies, en promedio, en kay muchachas otros, Pero, Los cambios en la estatura y el peso van acompanadas de cambios en las proporciones tisicay del nifto, La cabera, lay manos y los pies son los pri meroy en aleanzar ta talla del adulto. Ley siguen los brazos y las piernas, Jos cuales ereven may rapido que el tronco, que es el altimo en desarro- arse. Como dice el pediatra inglés, Dr. James Tanner: “Al nino dejan de quedarle cortos stts pantalones (al menos a lo largo) un aio antes de que dejen de quedarle cortas sus camisas’*.? Estas diferencias en la velocidad de erecimiento de las distintas partes del cuerpo explican, en su mayor parte, las temporales sensaciones de forpera que se preventan en algunos adolescentes, particularmente en quienes crecen con mayor rapidez. Durante breves periods de tiempo, algunos jovenes pueden sentir que sus manos y sus pies son demasiado grandes, 0 que todo en ellos es “pura pierna’’. En esta época, los comen- larioy irreflexivos de los adultos pueden resultar poco benéticos, Las diferencias sexuales Lay diferencias sexuales en la forma del cuerpo también se acentuan du- rante la adolescencia temprana. Aunque las ninas tienen caderas mas anchay que los nifios, incluso desde la nine, la diferencia se pronuncia masal iniciarse la pubertad. Por el contrario, los muchachos desarrollan huesoy mas grandes y compactos, mas tejido muscular y hombros mas anchos. esto se debe, en parte, que los muchachos se vuelven mas fuer- tes que lay muchachas durante la adolescencia, Sin embargo, hay otras ravones que implican la fuerza relativamente mayor de los muchachos: en comparacion con su tamaio, tienen un corazon y unos pulmones mas grandes, una mayor presion sistolica sanguinea, asi como una mayor ca- pacidad para transportar el oxigeno de su sangre y un menor ritmo ear- diaco cuando se encuentran en reposo. Quimicamente también son mas resistentes a la fatis Lay necesidades alimenticias Muchos padres desorientados —preocupados por el precio, siempre ma. yor, de los alimentos— sienten que los adolescentes que crecen con rapi- dez, en especial los muchachos, literalmente **se comen los ingresos de la familia”, Como se puede ver en ta tabla anexa, por lo general los 19 muchachos, a cualquier edad, necesitan mas calorias que las muchachas. Sin embargo, las muchachas grandes, muy activas, obviamente tiencn mayores necesidades alimenticias que los muchachos pequenos e in: vos. (En el Capitulo 9 se estudian los problemas de los adolescentes que llega a los exiremos en lo referente a su alimentacion.) TABLA Dieta diaria recomendable (calorias) Peso Edad (kg) (n) Calorias Muchachos 1-14 3.9 1.60 2800 15-18, 60.78 178 3000 19.22 66.67 1 3000 Muchachas 1-14 43.99 1.37 2400 15-18, 53.97 1.65 2100 58.05 1.65 2000 La maduraci6n sexual unas variaciones individuales y perfectamente ala madurez Aunque puede haber all normales en a secuencia de los acontecimientos que Hev Je tipo de provectos no Sexual @ 10s adolescentes, lo siguiente constituye el orden normal seguido feja de tener sus riesgos por el desarrollo sino hasta que ta vox ha Los testiculos y el escroto empiezan a aumentar de tamaio. Comienza ‘camhiando" satisfacio- —_@ aparecer el vello piibico. El pene comienza a agrandarse (aproximada- riamente, mente al mismo tiempo que se inicia el crecimiento repentino). La voz se No mais ansiedades acerca de (a masculimdad, hace mas grave a medida que la laringe crece. Comienza a aparecer vello cen las axilas y en el labio superior; aumenta la produccién de esperma y pueden presentarse emisiones nocturnas (eyaculacion del semen durante el suefio). El vello pibico se pigmenta y la prostata se agranda. Algunas caracteristieas normales de la maduracion sexual pueden dar lugar a turbacién o a ansiedad en el muchacho adolescente. Durante el proceso del cambio de su voz (que puede ser abrupto o gradual), la larin- ge (manzana o nuez de Adan) se agranda y las cuerdas vocales duplican virtualmente su longitud, con el resultado de que el tono de la vor del muchacho cae aproximadamente una octava de tono. Se necesitan al me- nos dos aos para que el muchacho promedio adquiera un control total sobre este cambio, durante los cuales puede haber cambios repentinos desde un grave profundo hasta un chillido muy agudo. Es facil, aunque inatil, que los adultos se burlen de esto. En todos los muchachos adolescentes aumenta el tamano de la areola (area que rodea el pezon): en algunos (quiza de un veinte a un treinta por ciento), también tiene lugar un notable crecimiento del busto, hacia la itad de la adolescencia, que por lo general desaparece en un ano. Este crecimiento puede provoear cierta ansiedad en algunos jovenes acerca de su masculinidad, de manera que resulta deseable explicarles que esto es normal y transitorio: no se van a volver muchachas. De manera andloga, algunos muchachos pre-pitberes pueden mostrar una tendencia a poseer unas caderas redondeadas, las cuales pueden intensificar su ansiedads pero, en circunstancias normales, esto tambien desaparece después de iniciarse el crecimiento repentino. En la mayoria de los casos, este cono- cimiento contribuye a impedir un sufrimiento potencial: un poco de conocimiento es muy reconfortante. Como sucede con los muchachos, pueden presentarse variaciones nor- males en el orden secuencial de la maduracion sexual de las muchachas, pero el patron caracteristico es el siguiente: crecimiento primario del bus- 10 (el asi Hamado estado de **florecimiento”’ del desarrollo) y redondea- miento de las caderas; aparicion incipiente de vello pibico (no pigmenta- do) sedoso; aumento en el amano del Utero y la vagina, de los labios y el clitoris: vello piibico pigmentado y bien desarrollado: cantidad modera- da de vello axilar (corporal); mayor desarrollo de los senos; pigmenta- cion de los pezones; aumento en el tamano de la areola; menarea 0 inicio de la menstruacion (casi siempre después de haberse presentado la maxi- ma velocidad de crecimiento en la estatura, y estrechamente relacionada Los caprichos en el apetito de las jovenes pueden pro- uci variaciones extremas en su figura 2 con el peso corporal): maduracion adicional de los senos ¥ crecimiento del vello axilar. El periodo de “esterilidad de la adolescente”” termina y la muchacha ya es capaz de coneebir (por lo general cerea de un ano des- pues de la menarca). Al igual que en los muchachos, en las adolescentes se albergan una se- rie de inquictudes relativas a su cuerpo durante este periodo de rapidos cambios fisicos. Posiblemente les preocupe —aunque menos que antes— ‘el que sus senos sean “demasiado grandes’ o “demasiado pequenos’ En realidad, el tamaiio del busto en las jovenes no tiene nada que ver con su capacidad para amamantar 0 para excitarse sexualmente. Sin embar- 20, algunas muchachas de senos grandes tratan de disimularlos usando ropa grande u holgada o adoptando una postura encorvada, en tanto que otras pueden provocar a los muchachos, al exhibirlos timidamente con suéteres ajustados, a menudo como una forma de realirmarse a si mismas que son deseables. De modo similar, algunas de senos mas pequenos pueden pregumtarse por que son “diferentes, si resultaran atractivas para los muchachos 0 si podran tener hijos 0 responder a los estimulos sexuales Aleunas adolescentes, preocupadas por los aspectos de su madurez, pueden desarrollar una “sexualidad reactiva™, lo cual consiste en buscar luna experiencia sexual no tanto por si misma, sino para afirmar su nor- malidad sexual, Las adolescentes tambien pueden interesarse por cosas tales como el tamano de sus caderas, y, como se vera en la siguiente see- in, muchas pueden sentirse intranquilas por los aspectos fisicas, psico: logicos v sociales de ly mensiruacion. El conogimiento pre je asequible del desarrollo normal, asi como de sus muchas va- riaciones posibles, puede ayudarlay a desvanecer muchas angustias inne La menstruacion En la actualidad parece haber mas muchael struacion. Algunas la esperan con gran as que aceptan con tr dad el inicio de la Como dijera una adolescente de mas edad: “Empecé a consider: ion seré myer", Pero muchas simbolo. Cuando tenga mi menstr rollo normal nevitable es negative, otray prensan que este des: »portar actitudes negativas es la im que las mujeres tienen que que los Una razon comin d demas tienen sobre esta experiencia, Si los padres y amigos de Fa ser comprendida por su “dole joven vy k Aclian como si esta necesita ma eufemistica mas comiin para referirye a la menstruacion es la de “pe iodo"), es probable que Ia joven misma reaccione de manera sem alia de preparacion adecuada para la menarea ( nentrenamienty Otto Motive es att puede “unitor cpio de la menstr mar" sus siluetas carle su tuncién, a muchacha puede sorprenderse o i cion). Si la madre espera a que comience, para expli luso sufrir una “Hay que practicar para ser una hermosa dana conmocion por la aparicion repentina de la sangre menstrual, creyendo haberse lastimado. Es mas, aunque parevca exagerado, algunas adoles- entes han llegado a pensar que se estan muriendo, Por fortuna, este es- tado de angustia es mucho mas raro en nuestro ambiente social actual, en el cual se acepta mas abiertamente la sexualidad humana. Sin embargo se sigue presentando, Las reacciones negativas hacia la menstruacion también se pueden de- rivar de los malestares fisicos que se experimentan durante los primeros afios de la pubertad. Algunas muchacha sufren dolores de cabeza, de es- palda, calambres, una sensacion de hinchazon y quiz dolores abdomi- nales generalizados, En la mayoria de los casos, estas alteraciones ini ciales desaparecen, o bien se reducen mucho, a medida que la pubertad progresa y la menstruaci6n se regulariza. De no suceder asi, en forma normal, convendra visitar al médico para recibir ayuda al respecto. Fs importante no exagerar la importancia de tales efectos fisicos o psi cologicos. No debe sorprendernos el hecho de que las muchachas que crecieron esperando sentirse débiles, enfermas o deprimidas antes y du- rante su ciclo menstrual, y con la idea de no poder participar en sus acti: vidades cotidianas (incluyendo el ejercicio fisico vigoroso), respondan de la manera en que lo hacen. Esto puede hacer que se sirvan de la mens- truacion como una excusa para alejarse de sus actividades normales, para atraer la atencién de los demas o para evitar otros problemas. Una adolescente sana puede hacer ejercicio, asistir a clases, ira fiestas © hacer cuanto guste durante la menstruacion. Desde luego, hay otras razones por las cuales una muchacha puede reaccionar negativamente a la menstruacion. Si ella resiente o teme al creci miento, 0 si no ha podido obtener una identidad femenina satisfactoria, puede sentirse inquieta por el claro mensaje que la menstruacidn le pro- porciona: que se esta desarrollando como mujer y que no puede cambiar ese hecho, Predicando ta capacidad de complementarse. Si los padres utilizan un enfoque prudente y comprensivo, y se muestran orgullosos y complacidos por la madurez fisica de su hija, pueden evitar o reducir al minimo mucho de Jo anterior. Generalmente la madre ejerce una poderosa influencia en ello, aunque tambien el padre puede ser muy itil —como el descrito por Wardell Pomeroy: *\(E!) hizo memorable el dia en que su hija tuvo su primera menstruaci6n, trayendo- le flores y efectuando una pequena ceremonia, celebrando asi el hecho de haberse convertido en una sehorita, De ese modo, su hija se sintié muy orgullosa y contenta de convertirse en adolescente”.* La ereccién, la cyaculaci6n y la emisién nocturna En los muchachos, la capacidad de ereccion del pene y de recibir estimulos genitales placenteros existe desde la infancia, pero los impulsos sexuales se vuelven fuertes e insistentes solo cuando la pubertad se inicia, presentandose un aumento relacionado con los niveles de testosterona (la hormona masculina). Las erecciones son mas frecuentes y pueden ser producidas por una amplia diversidad de estimulos, algunos de los cuales son evidentemente sexuales en tanto que otros no. En realidad, el joven “habita un espacio vital libidinizado, en el que casi cualquier cosa puede adquirir un significado sexual’’.* Los jovenes pueden sentirse orgullosos de su capacidad de ereceidn, como simbolo de su naciente virilidad, pero su falta de control también puede ser una poderosa causa de ansiedad so- cial —o en efecto, hasta hace poco— incluso religiosa. Pueden sentir el temor de bailar con una chica o de tener que levantarse durante la clase, © aun de viajar en los transportes publicos. Pueden no darse cuenta de que otros muchachos también muestran esta evidente falta de control. Algunos incluso ereeran que la propia ereecién es en si una prueba de pe- cado. Todo esio parece componerse de la produccion —y emision— del fluido seminal en el joven: la primera eyaculacion del adolescente puede ‘ocurrir dentro del primer ailo del inicio det crecimiento repentino (cerca de los catoree anos, aunque se puede presentar desde los once hasta los diecistis altos) como resultado de la masturbacion emision nocturna (la eyaculacién del fluido seminal durante cl sueno, el llamado sueho hame- do) 0 por un orgasmo espontineo al despertar. El muchacho que se haya masiurbado anteriormente, experimentando sensaciones placentera sin eyacular, puede sorprenderse al tener su primera eyaculac fluido seminal, preguntandose si sera perjudicial para su salud, Es im- portante desvanecer esos, temores mediante una informacion adecuada. No basta con suponer que los muchachos tendran los conocimientos ne- cesarios al iniciar su pubertad. Les falta mucho para desterrar su igno- rancia. EI “suefio humedo”’, el cual es una experiencia comin en casi todos los hombres, puede producir inquietud en los adolescentes, hasta el pumto de llegar a tener miedo de dormir en camas ajenas o incluso en la propia, si sienten que sus padres reprueban la sexualidad. La emision nocturna ocurre con mayor frecuencia entre los jovenes que carecen de otros esca- pes sexuales, como la masturbacion, las caricias que provocan el orgasmo, © la propia union sexual, y puede o no estar acompaiiada de sueiios manifiestamente erdticos, los cuales por si mismos son causa de la per- plejidad o de los sentimientos de culpa. Un considerable niimero de jovenes, particularmente los que tardan en madurar, 0 aquéllos cuyo pene es (creen que es) mas pequeno de lo nor- mal, pueden preocuparse por su supuesta deficiencia. Los que maduran 25 prematuramente o los que tienen un pene mas grande pueden aumentar facilmente las preocupaciones de los primeros al jactarse de sus “atribu- tos sexuales””, Sin embargo, en realidad el tamaito del pene no tiene nada que ver con la potencia sexual ni con la capacidad de proporcionar satis- faccidn sexual. A pesar de ello, esta preocupacion por la conformacion fisica puede adquirir una gran importancia para el adolescente. Las diferencias Un descanso en la tucha, A medida que el adolescente deja de depender principalmente de su fami- lia y se inclina mas hacia su grupo de compaiieros, como su principal fuente de seguridad y de prestigio social, la adaptacion a los patrones del grupo adquiere mas importancia, no solo en lo referente al comporta- miento social, sino también a la apariencia y las aptitudes fisicas. Una fuente de mucha intranquilidad para el adolescente puede ser la des- viacion de las normas idealizadas de su grupo de compaiteros 0 compaiie- ras en lo referente a la complexion, las caracteristicas faciales, la capacidad fisica —incluso, a veces, en asuntos aparentemente sin importanci tales como que el cabello sea lacio o rizado. Los adultos pueden preguntarse como es que el adolescente puede pa- sarse tantas horas frente al espejo, tratando de encontrar a manera apro- piada de peinarse 0 por qué la adolescente se preacupa por una pequena imperfeccion en su rostro, la cual suele ser imperceptible para los adul- tos. Estas preocupaciones pueden parecer incluso tontas; empero, para el adolescente pueden ser muy importantes. Es necesario que los padres y otros adultos que se relacionan con los adolescentes se den cuenta de que la imagen que los jovenes tienen de si mismos no siempre se basa en la realidad objetiva. Una muchacha bastante bonita puede no sentirse atractiva si durante aftos se le ha dicho que “'se parece’ a cierta pariente que no le simpatiza. Lin muchacho con una estatura y una fuerza prome- dio, puede pensar que es mas pequeno o débil porque generalmente se siente inadaptado y se estima poco a si mismo. También puede suceder lo contrario. El adolescente que generalmente tiene una alta auto-estima —que ha sido amado o respetado, o al que se le ha dado un trato muy in- dividualizado cuando nino— puede molestarse un poco por el hecho de no coincidir con la imagen estereotipada de la belleza femenina o con el ideal masculino contemporaneo; pero tal diferencia, aunque muy obvia, puede no ayudar, a quien la pose, a enfrentarse satisfactoriamente con la desaprobacion que siempre se hace de los “‘solitarios’’, en una so- ciedad encadenante como la nuestra. La maduracion precoz y tardia La edad en Ia cual comienza la pubertad de los Jovenes varia muchisimo: a los catorce anos, un muchacho. ya puede haber avanzado fisicamente en el camino hacia la madurez, mientras que otro todavia puede verse ~~ ¥ a veces sentirse— como un nifio. Tales diferencias son perfectamente normales y no alteran la consecuci6n final de la madurez fisica y sexual total; empero, facilmente pueden alterar el concepto que los adolescentes tienen de si mismos y la forma como los demas los tratan. En general, la maduracion precoz o tardia parece afectar mas a los muchachos que a las muchachas. Los adultos y otros adolescentes suelen pensar que el muchacho de catorce o quince atios de edad, que parece de diecisiete 0 de dieciocho, es mayor de lo que es, esperando en consecuen- ‘cia que demuestre un comportamiento mas maduro comparado con el de lun muchacho fisicamente menos desarrollado de la misma edad, Debido al menor niimero de diferencias fisicas entre un muchacho de madura- ci6n temprana y la mayoria de las jovenes de su misma edad (por el creci- miento repentino mas temprano de estas ditimas) puede participar mas Pronto, con una mayor confianza, en las relaciones heterosexuals. Ade- mas, un adolescente mas desarrollado fisicamente tiene mas ventajas en muchas actividades, particularmente en las deportivas, Asi, aunque el adolescente que madura con mayor rapidez que la mayoria de sus com- paieros puede sentirse un tanto distinio de ellos, probablemente no se sentira inseguro por esa diferencia. Incluso es posible que se considere “superior” a sus companeros menos desarrollados. Por contraste, el muchacho que tarda en madurar tiende a ser “trata: do como nino”, lo cual puede irritarlo mucho, aunque se siga compor- tando en forma inmadura, Tendra mayores dificultades para obtener buenos resultados en los deportes y otras actividades fisicas, al igual que en sus relaciones con las jovenes. Quiza lo mas penoso de todo sea su Preocupacion de si llegara a alcanzar la madurez fisica y sexual completa con la cual se ganara cl respeto de sus iguales y mayores al cual cree me- recedora a su identidad, No es de sorprender que a menudo esto provoque diferencias de perso- nalidad entre los que maduran pronto y los que se tardan en hacerlo. Los estudios de investigacion a largo plazo revelaron que los nifios que tardan en madurar por lo general tienden a tener menos aplomo, a ser mas ner~ viosos, mas parlanchines y timidos y a adoptar maneras afectadas, en 27 camino a lc 28 amor infant en comparacion con los que maduran pronto,*” Tambien son mas in una impulsivos, mas mandones y *e quietos, mas “ansiosos”’, 1 mayor atencion™ Por su parte, los que maduran pronto son mas reservados, seguros imente un comportamiento social- mente apropiado. También tienden a reirse de si mismos con una mayor facilidad Mediante diversas pruebas psicologicas se descubrid que los que tarda practicos y por lo general adoptan fic ban en madurar tenian mas sensaciones de inadaptacion, conceptos mas pobres de si mismos y mas sensaciones de rechazo 0 de dominai ion po} parte de los demas. Resulta paradojico que podian combinar las neces dades de una dependencia persistente con la busqueda de una apariencia rebelde, de independizarse y liberarse de las restricciones establecidas por sus padres y la sociedad. En otras palabras, es probable que los que ma. olescenie duran tardiamente prolonguen el conflicto comin de todo a (el de independencia-dependencia) comparados con los que maduran aa edad adulia rapido. Se ha demostrado que estas diferencias persisten aun en ta Los padres, profesores y otros adultos pueden hacer mucho para redu- cir al minimo la ansiedad y otros efectos psicoldgicos negativos de la ma: duracion tardia, Pueden realizar un esfuerzo consciente p enel error de tratar a un sujeto de maduracion tardia como a un muchacho mas joven de lo que realmente es, Pueden ayudarlo a percatarse de que el hecho de que madure mas lentamente es de! todo normal —que en efecto “erecera”” y seri tan viril, fisica y sesualmente, como sus compaineros, También lo pueden ayuds el éxito en las actividades donde el aaleanz tamaio y la fuerza fisica no son un obstaculo. Entre las javenes los efectos de la maduracion temprana o tardia gene ralmente son menores y mas variables.* Aunque las muchachas que ma duran precozmente tienden a ser algo mas tranquilas, mas confiadas en si mismas, menos ansiosas, mas seguras —en una palabra, mejor “adapta das’— las diferencias no son considerables. Sigue siendo un misterio la razon por la cual las diferencias son mayores entre los muchachos que entre las muchachas, Sin embargo, una razon puede ser el hecho de que las expectativas de la sociedad, para con los muchachos, son mas claras y menos ambiguas que para con las muchachas. En los adolescentes, la maduracion precoz se traduce en una mayor fuer- za y proezas fisicas —y, a su debido tiempo— un comportamiento sexual activo. Las expectativas de las sociedades occidentales estan definidas menos claramente para las jOvenes. ;La madurez sexual precoz es una ayuda o un obstaculo? La actividad sexual, a menor edad que la inicial para las demas, es buena o mala? ; Ayuda a la adaptacion de la joven el tener que encarar los complejos sentimientos provocados por el principio de la menstruacién y la adaptacion que requiere, cuando la mayoria de sus compafieras todavia no son mas que unas “*niflitas’’? Con frecuencia, nuestra sociedad confunde a las nifas en lo relativo a estas cuestiones, La joven que desde muy temprana edad es sexualmente atractiva, tiene mayores probabilidades de atraer la atencion de los muchachos mayores. Pero, zes esto deseable? Siempre existe el peligro de dejarse seducir por las recompensas inmediatas de salir con adolescentes. mayores que ella, interrumpiendo cl desarrollo de relaciones maduras con otras muchachas de su edad o de desarrollarse como una persona por derecho propio. Tambien puede sentir que atrae la atencion solamente como “un objeto sexual”” y no como Una persona integra, Hay algo peor, puede creer que ser bonita, sexualmente atractiva y tener ciertas habilidades sociales superficiales es todo lo que se necesita para ser uma persona verdaderamente madura. 2» 30 EI desarrollo mental Los dramdticos avances, que los adolescentes llevan a cabo en st des arrollo fisico. van acompanados de mcrementos ieualmente impre- sionantes, aunque tal vez menos obvios, en su capacidad mental. El jo- ven promedio de catorce 0 quince ahos puede manejar con facitidad y eficiencia muchas clases de tareas 0 problemas intelectuales que @ ut nino promedio de diez aos le seria imposible dominar —0 cuando menos muy dificil—, pero no se piense que esto incluve recordar el aseo de ta re- camara 0 que debe ponérsele la tapa al tubo de pasta dental al terminar de wsarto. La inteligencia —agudeza, capacidad mental, sagacidad: ain no se llega a.un acuerdo sobre lo que cansiste, aunque todos la reconocemos cuando Ja vemos— se manifiesta de muchas maneras distintas. Se puede ver que la mayoria de las personas se desempeian relativamente mejor en un cier- to tipo de capacidad mental que en otro; por ejemplo, pueden tener mu- cha facilidad para expresarse verbalmenie, pero también pueden tener ciertas limitaciones con respecio a la aritmética o a ka comprension dei nto de los objetos mecinicos. Por esta razon, los disefiado~ res de la mayoria de las pruebas de inteligencia traian de medir ¢! mayor niimero posible de capacidades mentales, esperando que la combinacion de las medidas de cada una de ellas pueda darles otra, de la inteligen- ia de una persona, lo suficientemente general para poder ser compara- da con los calculos de la inteligencia de los demas o con alguna otra de la misma persona realizada en alguna otra epoca de su vida. Resulta bas- {ante peligroso confiar demasiado en dichay mediciones, las cuales, no obstante, parecen tener una validey practica que puede ser muy Util, por ejemplo, para comparar el desarrollo mental en lay diferentes etapas de la vida Por lo tanto, cuando, a través de los anos, se prueba repetidamente a una gran cantidad de los mismos individuos, se descubre que la eapaci- dad mental total aumenia rapidamente con el paso del tiempo, desde la nifez hasta la adolescencia, y que posteriormente pierde velocidad al Negar a la edad adulta. Estas pruebas también muestran que ¢l periodo entre la pubertad y la edad adulta es el mas importante para el desarrollo intelectual 0 cognoscitivo de las personas. Durante dicho periodo, la capacidad para adquirir y utilizar conocimientos —aunque no los cono- cimientos en si— alcanza su maximo punto de eficacia. La velocidad de desarrollo de la capacidad, en general, puede ser la misma para la mayo- tia de las personas, empero, las capacidades especificas no se desarrollan —ni declinan— en la misma proporeidn. Las que parecen reflejar mas rectamente la capacidad biologica “pura”, incluyendo la velocidad de percepeidn, el poder analitico y la flexibilidad intelectual, se desarrollan mas rapido durante la nines y la adolescencia, declinando un poco mis funcionamis 31 temprano, y con mayor rapidez, en la edad adulta, en comparacion con las capacidades influidas mas directamente por la experiencia, como la fluidez en el habla. Esto explica parcialmente por qué los matematicos tienden a aleanzar su cispide mucho antes que, por ejemplo, los histo- riadores 0 los filosofos. La inteligencia y el C. I. La abuela sabe mas, pero ef nino aprende mejor. 32. Aqui es necesario distinguir entre la inteligencia en si y el “*coeficiente in- telectual”” (C. 1.) —pues es obvio que, a pesar de que un nino de cinco anos y un adulto de cincuenta pueden tener un “*C, I. de ciento veinticin- co", su capacidad mental real debe diferir en gran medida. Los resulta- dos, en las pruebas de“. L., tienden a permanecer relativamente estables, io an principalmente porque se diseftan para relacionar, la etapa de desarrollo de la persona que se somete a dichas pruebas, con la relativa brillanter de otras personas que se hallan en la misma etapa de desarrollo. Se dice que probablemente un C. I. de ciento veinticinco a la edad de cinco aftos (es decir, un veinticinco por ciento mas en relacion con la gran mayoria so- metida a dicha prueba) seguramente sera el mismo a los cincuenta aos de edad. ELC. 1. no mide la capacidad mental absoluta y tiene poca rela- cidn con la sabiduria o con la capacidad general para enfrentarse con el ambiente personal. Empero, proporciona una indicacion razonablemen- te buena de la capacidad académica y potencial Las influencias genéticas en la capacidad mental Llegamos a ser las personas que somos, como resultado de una interac- cidn continua entre nuestro cuerpo en proceso y los cambios en nuestro La falta de un medio mas estimulante puede hacer que este nino nunca de- sarrolie sus posibles capa- cidades. ambiente —fisico, psicolégico y social. Las variaciones en nuestra biologia o en nuestro ambiente pueden influir en los resultados, Por ejemplo, el hecho de que una persona sea fisicamente mas fuerte que otra puede deberse a su constitucion mas atlética —huesos mas grandes y ma- yor dimension de masa muscular— o bien a ejercicios y entrenamientos mas severos 0 desde luego a ambos. A su vez, la complexion robusta puede ser, principalmente, el resultado de la herencia —los genes parti- culares con que se nace—, aunque también pueden participar, muy signi ficativamente, otros factores tales como la buena nutricion y la ausencia de enfermedades que produzcan debilidad. La capacidad intelectual parece operar de la misma manera. Sabemnos que el desarrollo de las capacidades mentales de un nifio pueden benefi- ciarse de las buenas experiencias de aprendizaje y verse obstaculizadas por la falta de un ambiente estimulante, por la indiferencia de los padres ante sus adelantos, 0 bien, por una alimentacion deticiente, asi como por las enfermedades. También existen pruebas de que la herencia —los fac- tores genéticos— influye en la potencialidad intelectual final del niio 0 del adolescente: cuanto mas intimamente relacionadas estén dos perso- nas, en términos genéticos, tanto mas proximidad habra en sus C.1. En resumen, es muy probable que una persona sca al menos tan inteligente como indique su C. I. pero, debido a las deficiencias en sus aleances, los cuales van desde la ansiedad o la falta de interés hasta la falta de una for- macion académica, no podemos estar completamente seguros de que en realidad lo sea, La diferencia sexual en la inteligencia Aunque los adolescentes no muestran una diferencia sistematica en su in- teligencia total, difieren en cierta medida en cuanto a sus capacidades 33 especificas. Aproximadamente desde los diez y once afios de edad, las fhas tienden a sobresalir mas que los nifos en las pruebas sobre su capaci- dad verbal, en tanto que éstos destacan en las tareas visuales-espaciales (por ejemplo, al visualizar como se veria un objeto en el espacio desde un Angulo distinto, al ver como trabaja un conjunto de engranes o bien al resolver laberintos). A partir de los doce o los trece aos de edad, los ni- fios alcanzan mayores resultados en su capacidad matemdtica. Todavia no esta claro cuanto de estas diferencias se debe a influencias genéticas y cuanto es el resultado de la “estereotipacion’” sexual, es decir, de las ex pectativas que la sociedad tiene en relacion con las actividades en las que los ninos y las ninas dehen destacar.! Alcanzando la maxima velocidad Durante la adotescencia, este tipo de actividades juego-actuacion puede ser la exploracion de lo po: sible, 0 bien una mera de version, Alrededor de los doce anos de edad (pero con notables variaciones fndi viduales), los jovenes entran en lo que el psicologo suizo Jean Piaget la- mé la “etapa de las operaciones formales’’.? Durante esta etapa, el ado- lescente adquiere diversas capacidades de importancia que en general no se muestran durante la nifez. Es probable que lo mas importante de esto comprenda el cambio en el énfasis de su pensamiento, de lo real a lo pasible —de lo que solamente es a lo que podria ser— y la capacidad simul- tanea para considerar una serie de posibilidades en una forma objetiva y compleja, asi como para pensar en términos abstractos. Esto incrementa en gran medida la capacidad del adolescente para tratar consigo mismo y con el mundo que lo rodea. EI desarrollo del pensamiento operacional formal se relaciona no solo con la edad, sino también con la inteligencia total, desarrollandose un tanto mas temprano en los adolescentes de C. I. mas altos, Pero algunos adolescentes y adultos pueden no desarrollar jamas dicho pensamiento rebelde con automovil_ operacional formal verdadero, ya por su habilidad limitada, o bien por sus limitaciones culturales. Por diltimo, el pensamiento operacional for- mal no es un asunto de **o todo o nada”: es probable que un adolescente verdaderamente dotado (muchacho o muchacha) pueda mostrar una ma- yor imaginacion, flexibilidad y mas precision en el ejercicio del pensa- miento operacional formal que sus demas compafieros, aunque los pro- cesos que estan comprendidos en ambos casos son semejantes. Como cualquier otra herramienta, se la puede usar con arte o con torpeza. Seria dificil sobrestimar la importancia de los cambios, en la capacidad mental, que ocurren durante la adolescencia, en espegial el cambio en la direecion del pensamiento operacional formal. Sin estos cambios, el jo- ven no podria enfrentarse adecuadamente a muchas de las exigencias in- telectuales que se le imponen durante estos anos. Pero muchos otros aspectos del desarrollo del adolescente también de- penden de los avances cognoscitivos que se realizan en este periodo. Los cambios en la naturaleza de las relaciones padre-hijo, las nacientes carac- teristicas de su personalidad, los mecanismos de defensa psicologica, las cada ver mayores preocupaciones por los valores sociales ¢ incluso el de- sarrollo de un sentido de identidad personal se hallan fuertemente influidos por el desarrollo de la habilidad cognoscitiva.* Uno de los aspectos mas importantes del surgimiento del pensamiento. operacional formal es la capacidad de comprender no solo el estado inmediato de las cosas, sino también el posible estado que pueden 0 pu- dicron haber tenido, Las implicaciones de este solo cambio son enormes. Por ejemplo, existe el recién descubierto y a menudo agotador talento, por parte de los adolescentes, de descubrir que sus padres, quienes hasta ahora solo “estaban alli"? 0 quienes ineluso eran idolatrados como la fuente de la sabiduria y la virtud, tienen pies de barro, Cuestionan sus valores, los comparan con los de otros padres **mas comprensivos”” 0 menos “anticuados” y los acusan de mostrar ciertas incongruencias “+hipocritas” relativas a los valores y al comportamiento que manitiestan. Esta critica depende, al menos en parte, de la mayor capacidad cognosci- tiva del adolescente. Como David Elkind, un experto en este tema, dice: “El conocimiento de la diserepancia entre lo real y lo posible. . . ayuda a convertir en un rebelde al adolescente. Siempre esta comparando lo po- sible con lo real, descubriendo que lo real es . . . deficiente’ + La implacable critica ejercida por muchos adolescentes, en relacion con los sistemas sociales, politicos y religiosos existentes, asi como su preocupacion por disenar nuevos sistemas alternatives, a menudo com- plejos o sumamente tedricos, también depende en gran medida de su nueva capacidad de pensamiento operacional formal Tales preocupaciones profundas, a menudo expresadas en un lenguaie diferente, tienden a ser mas caracteristicas entre los jovenes mas brillantes. Esto se debe a su mayor capacidad cognoscitiva, asi como a su edu- cacion, “afluencia’’ 0 “politizacién” “mas tolerantes”, A menu- do, gran parte de la preocupacién aparentemente apasionada de los adolescentes, por las deficiencias de sus padres y del orden social, al igual que la creacién de ‘‘alternativas visibles’’, se torna primordialmente ver- bal —en un asunto de expresion mas que de accin. Tal vez esto se deba, en 35 _ La personalidad parte, @ que esta etapa del desarrollo todavia es relativamente nueva y aiin no se ha integrado a la adaptacién total del adolescente a la vida. Muchos adolescentes expresan su fuerte devoci6n por las causas humani tarias, pero luego hacen muy poco en:pro de ellas. Al mismo tiempo, es importante reconocer los aspectos positivos de la recien adquirida capacidad del joven de conceptuar, de razonar en forma abstracta sobre casos hipotéticos y de abrazar, apasionadamente, convic- ciones “‘instantaneas”, El ejercicio de esta capacidad no solo constituye un placer en si mismo, sino que también proporciona una practica va- liosa y necesaria en el desarrollo de la habilidad de razonar y la capacidad de critica que se requeriran durante el resto de la vida. Lo que para el cansado adulto puede parecer “tuna repeticion vana o el cuestionamiento esteril de viejos problemas desgastados, en realidad constituye —para el joven— una serie de exploraciones juveniles y de descubrimientos verda- deros? {Por fin supe qué eral 36 El desarrollo cognoscitive del adolescente también se refleja en sus acti tudes personales hacia si mismo, asi como en las caracteristicas de su per- sonalidad que pueden destacar durante este periodo. En esta etapa, muchos adolescentes se vuelven mas introspectivos y analiticos, Suelen interesarse por los enigmas filosoficos como, por ejemplo, si realmente existe el mundo que perciben y si ellos mismos son reales 0 s6lo un pro- ducto de la conciencia, A menudo, los adolescentes se muestran egocéntricos en su forma de Pensar y de comportarse. En esta etapa se pueden pereatar de que otras Personas son capaces de desarrollar procesos de pensamiento semejantes a los suyos. Pero, por lo menos al principio, no diferencian con claridad entre el contenido de sus propios pensamientos y el de otros, En conse- cuencia, como es probable que los intereses de los jovenes en esta edad se centren en ellos mismos, pueden llegar a la conclusion de que otras per- sonas, incluyendo a sus propios compaieros, estin igualmente obse- sionadas por su comportamiemto y su apariencia, “Esta creencia de que |o5 demas se preocupan por su apariencia y su comportamiento es lo que constituye el egocentrismo del adolescente””.6 Hay otra serie de caracteristicas comunes en el adolescente, las cuales Parecen relacionarse, al menos en parte, con el desarrollo cognoscitivo, El uso frecuente de la ironia, los juegos de palabras y las palabras de doble sentido se pueden entender, en parte, como un ejercicio de su re- cién descubierto talento para pensar a un nivel simbélico. Son personas reales el El desarrollo mental del adolescente también desempena un papel im- tina para el otro b dniea: Portante en el surgimiento de una sensacion bien definida de su identi. menie-ké eicarrnietin die dad. La capacidad para considerar lo posible, igual a lo que actualmente sus respectivas suenas? ¢s, para intentar dar soluciones alternativas a los problemas y para mirar hacia el futuro, contribuyen a que el joven se plantee las preguntas centrales, *'¢Quién soy?" “ ;Qué quiero ser?” y “*;Qué probabilidades tengo de realizarme?””. El adolescente puede probar muchos papeles dis. tintos, buscando los que personalmente le Parezcan mas comodos, grati- ficadores o desafiantes, asi como los que parezcan realistas o irreales a la vista de su talento, habilidad y posibilidades. En efecto, el slo hecho de darse cuenta de que una parte de su si mismo puede razonar, formu. lar y modificar suposiciones, considerar las alternativas y llegar a conclu. siones, aunque sOlo sean tentativas, ayuda a fomentar dicho sentido de identidad. Cogito, ergo sum oe Aun la cualidad misma del amor adolescente refleja hasta cierto punto los cambios cognoscitivos que se experimentan en la adolescencia, Muchos jévenes se enamoran no tanto de la realidad de la otra persona sino de una fantasia cuidadosamente elaborada. Dicha fantasia se basa en toda clase de suposiciones no probadas, muchas de las cuales pueden basarse poco en los hechos. “'La joven de mis suenos , . ."", ensalzada en las canciones populares, suele ser s6lo eso. El aumento de la capacidad mental que tiene lugar en la adolescencia Puede hacer de ésta una época de creatividad, retos y aventuras intelec- tuales sin paralelo. Es desafortunado el hecho de que, en lugar de estimu- lar estas posibilidades, a menudo se las enfrie bruscamente al instar a los Jovenes a que se vuelvan “‘practicos* o “realistas’”. A menudo, esto sig- nifica el abandono de los suefos y la disminucidn de las expectativas de lo que seria posible lograr. Es posible que muchos sueios de los adoles. centes jamas leguen a cumplirse, pero el slo hecho de haberlos tenido Puede hacer mas pleno y rico el resto de su vida. 37 38 Los adolescentes y sus padres La adolescencia puede ser una etapa de desafio, a veces exasperante, para quienes atraviesan por ella, asi como para sus padres. Dificilmente podria ser de otra manera en vista de los muchos cambios que ocurren, durante estos aos, en el nino y en sus padres, asi como en las relaciones entre ellos. ‘A su manera, los padres también pueden afrontar una “erisis de iden- tidad”’. El padre del adolescente promedio ya esta entrando a la edad madura. Cuando sus hijos estén aleanzando el punio maximo de su vigor {fisico y sexual, los padres tienen que reconocer haber llegado a la cima, en el aspecto fisico, y que el resto del camino es cuesta abajo, aunque en un principio esto sea muy leve. En una sociedad tan obsesionada por la Juventud —y tan desdenosa con la vejez— como la nuestra, a veces la perspectiva puede ser dolorosa. En otros aspectos, también los aos de adolescencia de los hijos pueden constituir un petiodo de “'dolorosa revaloracién’” para los padres, los cuales pueden darse cuenta de que si sus antiguos suenos de gloria profe- sional © social no han cristalizado, al acercarse a los cuarenta aftos, 0 poco despues, probablemente jamas los llevaran a cabo. De manera andlo- ga, las madres que pudieron haber reprimido otros objetivos de su vida, por cuidar de sus hijos 0 —lo cual es todavia mas dificil de soportar— que pudieron haber usado sus relaciones con éstos como una compensa- cin por otros desengafios, deben enfrentarse al hecho de que sus hijos pronto las abandonaran. Entonees se preguntaran qué hacer. En efecto, ‘equines seran a partir de entonces? Esta es también la epoca en que los padres y sus hijos adolescentes de- ben aprender a establecer nuevas clases de relaciones mutuas. Los padres deben ser capaces de reconocer —y estimular— las necesidades del ado- lescente por una mayor independencia. Seguir considerando a su adoles- cente, simplemente como “nuestro lindo nene’” 0 “nuestro muchachito””, tratindolo de acuerdo con ello, constituye una anticipacion al desastre final, ya sea que tome la forma de una revolucion explosiva o de una de- pendencia continua y cada vez mas inadecuada. Sin embargo, al mismo tiempo es muy importante reconocer que la verdadera independencia no se obtiene de un momento a otro. Las nece- sidades de dependencia siguen existiendo, a menudo relacionadas inco- moda y facilmente con las necesidades de independencia. En parte, esto se debe a que muchas cosas, en el mundo del adolescente, cambian; nec sita urgentemente una base de seguridad y estabilidad en el hogar y con sus padres —algo con qué contar mientras resuelve otras preocupaciones mas urgentes. Junto con una mayor independencia viene un cambio ine- vitable en las relaciones emocionales entre el padre y el hijo. Para que el joven pueda alcanzar la madurez emocional, social y sexual, debe co- menzar a desplegar gradualmente hacia sus compaiieros —hacia “los mejores amigos" y hacia el novio o la novia— parte del apego emoc intimo que antes reservara principalmente a sus padres. El cambio, en las rela clones emocionales de los padres a los “mejores ami gos”, puede ser confuso ¥ desagradable. 40 Es evidente que la adaptacion a esta nueva clase de relacion sera mas dificil para algunos padres —y adolescentes— que para otros. Los padres y las madres que no se sienten amados por sus conyuges 0 por sus amigos pueden mostrarse renuentes a considerar que sus hijos empiezan a llevar una vida propia y a entablar nuevos vinculos emocionales fuera de la fa- milia, particularmente si el muchacho les sirve de consuelo por otras frustraciones sufridas en su vida. Inconscientemente, no desean que sus hijos disfruten de una vida feliz de la cual ellos mismos carecen. ‘Aun bajo las circunstancias mas favorables, la adaptaciOn a la separa- cién emocional del joven esta condenada a momentos dolorosos para los padres y sus hijos. Es inevitable, y bastante comiin, que de vez en cuando haya sensaciones de pérdida y nostalgia por aquella época en la cual todo era simple y cuando solo existia ‘la familia’ “Los arrebatos y las tensiones” del adolescent emito o realidad? La opinion popular de algunos médicos acerca de la adolescencia, asi como de muchos libros y peliculas sobre el tema, es que se trata de un pe- riodo de grandes ‘‘arrebatos y tensiones’’. Sin embargo, los estudios mas representativos indican que, si bien es cierto que esto resulta verdadero para algunos jovenes, incluyendo a algunos de los mas inteligentes y me- Las generaciones se inde. pendizan: las nuevas alian- sas se diferencian por su forma de vestir, de usar su cabello, de vivir. jor dotados, asi como a algunos inadaptados, no sucede lo mismo con la mayoria. En efecto, algunos investigadores se sienten consternados por la cantidad de jovenes que han sufrido “una consolidacin prematura de su identidad”’, caracterizada por una aceptacidn facil de las cosas tal y como son, asi como de “‘una falta de disposicion general para aceptar los riesgos psiquicos”’. Sin embargo, esto no significa que estos adolescentes no tengan pro- blemas 0 conflictos, sino solo que dichos ‘“‘sintomas’’ tenderan —con pocas excepciones— a ser leves y transitorios. La familia en guerra Particularmente durante los primeros aios de la adolescencia, los con- flictos con los padres resultan naturales y logicos. Por alguna raz6n, los adolescentes, a medida que su horizonte mental se amplia, empiezan a darse cuenta de que sus valores y formas de vida familiares no son los tinicos posibles. Los nitos mas peau: forma como nos comportamos en casa” es la correcta y la iinica posible. Cuando una madre 0 un padre les dicen: “Los Fernandez son una fami- lia buena, pero bastante extrafa’’, por lo general el menor acepta esto como un hecho. Pero no ocurre lo mismo con el adolescente, quien es capaz de percibir no s6lo que hay lugar para otros valores, creencias 0 maneras de hacer las cosas, sino también de que el estilo de otras familias puede ser, de hecho, superior al suyo. Puede tomarle mucho tiempo, pero, al final, el adolescente probablemente concluiré que, aunque sus padres no pueden responder a todas sus preguntas, sus opiniones y conocimientos —adqui. hos generalmente estan convencidos de que “la 4 GES esta una manera de probar que “Ya no soy un nino”? 42 ridos a veces a través de amargas experiencias— atin pueden ser intiles y, al menos, resultan conocidos. En ocasiones, las “nuevas” personas, cuyo estilo tiende a ser admitido, resultan mucho mas extrafas de lo que uno quiere o puede ser capaz de controlar. Otra raz6n comiin de los conflictos entre los padres y los adolescents, durante estos afios, la constituye la “‘tirania de la costumbre™, A menu- do, es dificil que los padres se percaten de que sus hijitos ya no son unos nifios, y de que las reglas y las normas que pudieron haber sido apro- piadas, cuando eran menores, han dejado de serlo. Incluso, aunque se den cuenta de ello, a menudo es dificil romper viejas costumbres. El problema sc puede complicar atin mas por diversas incongruencias por parte del adolescente. Como ya anotamos, los adolescentes suelen te- ner sentimientos diversos relativos a la dependencia y a la independencia. En cierto nivel, saben que tarde o temprano deberdn independizarse, abrirse su. propio camino por el mundo y responder de sus propias ai ciones. En muchos aspectos, las perspectivas de la ‘‘libertad'* les atraeran. No obstante la posibilidad de la independencia inminente y las respon- sabilidades que trae consigo, a veces también puede producir temor y en- tonces la seguridad de una dependencia infantil continua; ¢l conocimien- to de que los padres, en cierta manera, “‘arreglaran las cosas’’, también: resulta atractivo. Estos contflictos, entre las necesidades de dependencia e independencia pueden Hevar a variaciones repentinas e impredecibles en las actitudes y el comportamiento. El adolescente puede ser notablemente maduro, in- dependiente. Precisamente cuando los padres piensan que su hijo se ha anado una mayor libertad, puede suceder algo que los haga dudar si en verdad ha crecido. Algunas actitudes comunes, las cuales en un momen- tou otro casi llevan al desaliento a los padres, son, entre otras cosas, que los adolescentes se olviden de una cita muy importante; que hagan planes para una salida y luego falten a ella; que prometan llevar a cabo determi- nada labor necesaria, 0 incluso importante, y olviden hacerla o bien que se revelen indignadamente contra las presiones ejercidas por los padres, Tespecto de una tarea escolar, pero no se preparen para determinado exa- men. Los ritos de transicion ¢Acaso la vida de los ado- lescentes era mis fit cuando sus deberes y privi legios estaban bien defint dos? Otra raz6n de algunos de los conflictos entre los adolescentes y sus padres es la falta de guias especificas, en la sociedad contemporanea —tanto para los padres como para los hijos—, sobre el comportamiento apropiado para ésios tiltimos a una edad determinada. Qué reglas deben tratar de imponer los padres a los adolescentes, ya qué edad, en relacion con el sexo opuesto, la bebida, la forma de conducir el auto familiar y las excursiones con sus compaieros? En muchas sociedades “ primitivas” se establecen claramente los privi legios y obligaciones de cada grupo segiin su edad. Tambitn suele haber un limite mas claramente definido entre la adolescencia y la edad adulta, sehalado por un “rito de transicion”” 0 ceremonia de iniciacion. La con- sumacion de éste significa que el muchacho es aceptado como un miembro, aunque menor, de la sociedad, con libertades y responsabilida- des propias, otorgadas y esperadas por la sociedad y no solamente por los padres, En las modernas sociedades industriales desarrolladas no existe este patron institucionalizado de reconocimiento de la madurez inminente lograda. Lo iinico que se tiene es una mezcla de reglas a menudo in- congruentes ¢ incontroladas que pueden variar de una comunidad a otra, a través de lo que de otra manera seria una sociedad unitaria, relativas al momento en el cual un adolescente puede beber, manejar un auto, obte- ner un empleo, abandonar la escuela, casarse © poseer bienes raices. “La so- ciedad ya no confiere la condicién de adulto en un momento determina uh y la fiesta de presentacion social, han perdido su significado como ritos de la pubertad do. La confirmacion, el bar mitz Aunque sea desarraigado y exirafo, el joven urbano puede encontrar un foro y un centro de reunién con sus companeros de genera- ton. 44 El problema en la sociedad contempordnea, con respecto a lo que se debe esperar de los adolescentes y de como persuadirlos a que satisfagan las expectativas apropiadas, se ha vuelto mas complejo por la rapidez de los cambios sociales, morales y politicos de los ultimos aitos. Estos cam- bios han sido tan rapidos en las tiltimas décadas, que los adolescentes ac- tuales han crecido en un mundo tan distinto del que conocieron sus padres, que las experiencias de éstos, como nifios y adclescentes pueden ser virtualmente initiles como orientacion para comprender las necesida- des, problemas y objetivos actuales de sus hijos. El problema de la crianza de los nifios también se ha tornado dificil a causa de la urbanizacién creciente y rapida, asi como por la mayor movi- lidad geografica en muchas naciones industrializadas. Esto es particular- mente cierto en los Estados Unidos, donde cerca de la mitad de todas las familias se mudan cada cinco aftos, a menudo a comunidades nuevas, le jos de sus parientes y amigos. Como lo describe Vance Packard, ese pais esté convirtiéndose en ‘una nacién de extrafios”’. En otros tiempos, un padre, desconcertado en lo referente a la educacion de su hijo, podia ob- cag sa tener mas facilmente la ayuda de los miembros de su Familia, de sus ami- g05 intimos 0 de otros adultos con una formacion cultural similar. No se trata sencillamente de que los padres sientan una mayor seguri- dad y orientacién al vivir en una comunidad cerrada y relativamente homogenea, También es mas probable que sus hijos acepten las reglas, los patrones y creencias de sus padres si ven que los comparten otros adul- tos a los cuales confieren cierta importancia. Sin embargo, en la actualidad a muchos padres les parece dificil o im- posible comunicarse intimamente con otros padres y, cuando éstos ailti- mos siguen reglas distintas, aumentan notablemente las oportunidades de que se utilicen téenicas conocidas como el ‘‘chantaje” de los adoles- centes o como la de que "A todos los demas muchachos los dejan hacer (tal 0 cual cosa)’’, 0 de que ‘*Los papas de Licha no son asi’’, etc. El pro- pio adolescente también puede sentirse verdaderamente confundido 0 dudar en cuanto a la diversidad que observa entre los valores, creencias y practicas de sus compaieros y sus padres. La ‘‘brecha generacional’’ A pesar de la gran dificultad para educar a los niflos y a los adolescentes, en el mundo actual, la mayoria de los padres y de los jOvenes salen avan- tes con algunos “‘altibajos"’, asi como con algunos periodos de preocu paciones, pero sin conflictos indisolubles o una inadaptacion severa. Seria muy logico esperar que para todas las personas, en distintas eta- pas de su vida, existe una “‘brecha generacional”’, solo que no es tan ancha ni tan reciente como se nos ha hecho creer. Aun en la cima de la “cultura juvenil”, de finales de la década de 1960, la gran mayoria de los padres y los adolescentes, en los Estados Unidos, opinaban que si bien cra cierta la existencia de una brecha generacional, evidentemente habia sido exagerada.* Los estudios actuales sugieren el mismo panorama. En un estudio re- ciente, realizado con adolescentes norteamericanos entre los trece y los cinueve anos de edad, la mayor parte de la muestra (el ochenta y siete cierre temporal de ta por ciento de los muchachos) expreso que sentia mucho respeto hacia sus brecha entre generaciones. padres como personas y casi la misma proporcién aseguro sentir, ade- Convivencia familiar y un 45 mas, mucho respeto por sus ideas y opiniones. FI porcemtaje de adoles- centes que admitié sentir “mucho respeto"’ fue un tanto may alto en las muchachas que en los muchachos y fue mayor con las menores que con las mayores. Solo una minoria relativamente pequefa expres no sentir un gran alecto hacia sus padres y anicamente el seis por ciento manifesto: “En realidad mis padres no me quieren"*, Menos del veinte por ciento de los adolescentes (un veinticinco por ciento de los jovenes y un trece por ciento de las chicas) indicd: “No tengo ni la mas minima esperanza de llevarme bien con mis padres", En efecto, dos tercios de los jovenes norteame- ricanos entre los dieciseis y los veinticinco anos consideran que “la fami jon similar veria “con buenos ojos, que se insistiera mas en los lazos familiares tradicionales™ lia es un valor muy importante” y una propor. En la mayoria de los casos, los conflicts con los padres se relacionan con temas como el de la libertad personal. Cudntos padres no habra que , tales como: “No sé por qué ten 20 que estar en casa a las doce. Ninguno de mis ami *: ;Por que a al si lo dejas hacerlo y mi no?"; “*4Por qué siempre me tratas como a un bebe?" y “)No puedes obligarme a hacerlo! Por su parte, ,cuantos adolescentes reciben como respuesta: **Ya vere- mos . . .""; “aPor qué quieres salir con esos muchachos?”’; "Cuando se- ‘as mayor comprenderas . . ."” 0 “*;Porque yo sé lo que te conviene!”? La realidad es que, aunque parezcan tremendos por el momento, la mayoria de los conflictos padre-adolescente se deben a cuestiones relativa- mente secundarias. Enire ellas se encuentran el dormirse a determinada hora, poder ir a fiestas 0 paseos con los compaferos, usar ¢l auto de la familia, hacer determinadas tareas, gastar el dinero de su mesada, esc ger la ropa o el estilo de su peinado, reunirse demasiado con determina- dos miembros del sexo opuesto y cosas por el estilo, Los padres: personas muy importantes Por qué algunos padres tienen éxito en la educacion de sus hijos, en tan- gle quedaré biew? 10 que otfos fracasan? ,Por qué algunos adolescentes entran a ta edad conozcan las quejas de los adolescent 46 “Un hyo inteligente cono a su propio padre adulta confiados, capaces, cuidadosos, seguros de su propio sentido de identidad y de sus relaciones familiares, en tanto que otros abandonan su adolescencia desorientados, dependientes, con una baja auto-estima, ineficaces, irritados e inadaptados, o vietimas de serias perturba psicologicas? Fs evidente que no hay una respuesta simple, Son muchos Jos Factores que pueden estar en juego: el desorden social, las influencias perjudiciales de los compaieros, la discriminacion, la pobreza, la mala preparacion escolar ¢ incluso los genes con que se na Sin embargo, la enorme cantidad de estudios e investigaciones ¢ realizadas han aclarado que la influencia mas importante, para ayudar u obstaculizar al adolescente promedio a enfrentarse a las exigencias de jones. eas desarrollo de la adolescencia, en ¢! mundo actual, son sus padres. Pero, padres? Los padres pueden ser afectuosos o indiferentes, tranquilos © nerviosos, rigidos o flexibles, comprometidos o desinteresa. dos. Sin embargo, su comportamiento tiene dos “dimensiones” de parti cular importanei que clase d Amor contra hostilidad La primera de estas dimensiones puede ser llamada aimor-hostilidad, 0 aceptacion-rechazo. Muchas veces se ha demostrado, tanto en la investi- gaci6n clinica como en los estudios sistematicos con niflos y adolese normales, neurdticos y delincuentes, su necesidad de tener unos padres afectuosos, interesados en su cuidado, en los cuales poder confiar e inti ar.” Sin las fuertes y evidentes manifestaciones de amor, por parte de sus padres, el nifio 0 adolescente tiene pocas oportunidades para desarro- Nar su auto-estima, asi como para entablar relaciones constructivas y provechosas con los demas y de sentir confianza en su propia identidad. “He tratado de hablar con mi padre, pero parece no querer escuchar me, No sé por qué. Creo que piensa que mis problemas no son importan- En muchas zonas urbanas, los adolescentes que se quedan solos porque sus padres trabajan constitu- ven la poblacion principal ‘Qué pensarén de su pro: pia vida? tes. De todas maneras, siempre est muy ocupado . . ."* (Un muchacho de quince atos de edad.) “No puedo escoger mi futuro... hui de casa porque nuestro padrastro siempre nos golpeaba . . . no conozco a un solo adulto al que yo quisiera parecerme . . . jams he tenido experiencias agradables en la vida . . . siempre estoy sola.” (Jovencita de catorce aitas que huyo de su hogar). Sin embargo, el joven que cuenta con verdadero calor y cuidado por parte de sus padres a menudo puede vencer obstaculos aparentemente in- superables. Como dijera una joven de catorce aos (que vive en un vecin- dario urbano pobre) acerca de su madre: “Dedica mucho tiempo a sus hijos y escucha lo que tenemos qué decir y ¢s muy comprensiva. Algunos mattimonios tienen problemas de divorcio 0 de otro tipo, pero nuestros padres se Hevaron bien durante veinte afos. Ella siempre parece comprender ...”"* Hablando de su familia, otra joven de diecisiete ahios decia: **Real- mente creo que son lo mas importante, porque siempre estan alli, donde puedo comunicarme con ellos. Siempre me tienen palabras de aliento y de consuelo. Ademas, me apoyan en mis actividades, y, no sé, pero siempre se portan bien en todo””.? La hostilidad, el rechazo o la negligencia de los padres aparecen con mayor frecuencia que la aceptacion, el amor y la confianza en el pasado de todos aquellos nifios con grandes problemas que van desde las dificul- tades intelectuales y académicas, y las malas relaciones sociales con sus compaieeros y otros adultos, hasta los desrdenes neurdticos, las altera- ciones psicosomaticas y los problemas de caracter, tales como la delin- cuencia, ‘-Jamas podria hablar con mi ‘viejo. Llega a casa después del trabajo y solo se sienta a beber cerveza y a ver la television. Ademas, dice que soy un estipido y que nunea seré alguien. Cuando me atraparon mancjando un auto robado dijo que no le importaba, que me encerraran y tiraran la Mave det idado . . ."' (Muchacho de dieciséis afios, delincuente.) Control contra libertad De igual importancia, aunque menos obvia, es la posicidn de los padres respecto del problema control contra libertad. Para hacer frente, de una mancra efectiva, al mundo de hoy y del ma- ana, los adolescentes necesitan una disciplina (en Gltima instancia una lina). Pero también necesitan independencia, confianza en si mismos, adaptabilidad y un fuerte sentido de sus propios valores. Las in- iciones han demostrado que estas cualidades son fomentadas por os padres que respetan a sus hijos, que los hacen participar de los problemas y en las tomas de decisiones familiares y que estimulan el de- sarrollo de la independencia apropiada a su edad, pero que, a la vez, con- servan confiadamente a responsabilidad final. Esos padres, segun la psicologa Diana Baumrind, tienen autoridad sin necesidad de ser ausoritarios." Valoran tanto la voluntad autonoma pro- pia del adolescente, como su comportamiento disciplinado. Estimulan el intereambio verbal y, cuando ejercen la autoridad paterna a través de ncias o prohibiciones, explican sus razones para hacerlo. La siguien- te deseripcidn de una joven de diecistis anos es caracteristica de este tipo de padres: “Creo que lo mejor de mis padres, en comparacion con los de muchos otros chicos, ¢s que realmente me escuchan y se dan cuenta de que Hegara el momento en que tenga que elegir mi propia vida y lo que voy a hacer de ella, Muchas veces, cuando les explico lo que deseo hacer, estan de acuerdo conmigo. A veces me advierten acerca de las consecuen- a las que deberé hacer frente en caso de equivocarme, 0 bien, sola- mente me aconsejan. A veces me dicen definitivamente que no, pero cuando lo hacen explican sus razones, fo cual facilita obedecerlos . . .” “Porque yo digo!": los padres autoritarios E] padre autoritario (o, en una forma mas extrema, el auiocrético), que solamente da ordenes al nino © adolescente, sin sentirse obligado a expli- car las razones de su proceder, es lo opuesto al padre con autoridad. Los primeros consideran la obediencia como una virtud absoluta y tienden a resolver los intentos de protesta con medidas punitivas y enérgicas. Las conversaciones libres o las interacciones entre padre e hijo son desalenta- das bajo la supasicién de que el joven debe aceptar sin discusion lo que los padres consideran correcto. Algunos padres pueden asumir esta posicion por sentimientos de hosti- lidad ©, sencillamente, porque no desean que se les moleste. Sin embar- 20, otros pueden hacerlo pensando que ésta es Ja forma de desarrollar el ““respeto hacia la autoridad”’. Sin embargo, cometen el error de reprimir las divergencias sin eliminarlas, Mas aun, pueden fomentar el resenti- miento de los jovenes, debido a que no les dan la oportunidad de poner a prueba sus ideas 0 de asumir una responsabilidad independiente. Ade- mas, porque no se da valor, ni se toman en cuenta sus opiniones, muchos hijos de padres autocraticos (0 autoritarios) terminan la adolescencia con una gran falta de confianza y auto-estima o bien siendo incapaces de desenvolverse con la seguridad de actuar en forma independiente o de pen- 49 Parece que los adultos nunca recuerdan tus fee jones de 1789 y 19) nem autocratico fo imenia la rebelibn sar por si mismos. Mientras son adolescentes, los hijos de este tipo de padres (autoritarios © autdcratas) tienen muchas may posibilidades, en comparacion con los hijos de los padres con autoridad, de decir que se sinticron rechazados por ellos. También tienen menos probabilidades como adolescentes ¥ adultos jovenes, de lograr una conciencia madura asada en modelos morales independientes y profundos, teniendo, en Iu + de ello, una conciencia debil y variable basada principalmente en las Ds exter recompensas y los castig Los padres que dejan hacer y los padres igualitarios ¢ dejan hacer o que asumen una act! ud falsa y ¢: Los padres gerada de “igualitarismo”” tampoco proporcionan el tipo de apoyo que sus hijos adolescentes necesitan en ef mundo actual. En v (realizados con adolescentes de clase media) se descubrid que los hijos d todos aquellos padres que en el exterior expresan valores como la indiv rios estudios recientes dualidad, la auto-comprension y la necesidad de ser igualitarios dentro de la familia —usando realmente estos valores que proclaman, con el fin de no asumir la responsabilidad paterna— son quienes mas suelen afi cionarse a las drogas, asi como a otras formas de comportamiento social- mente desviado. Al establecer a la familia como una scudo-democracia, dichos padres pueden abdiear de su poder para tomar decisiones, de su responsabil dad, asi como de su diferente condicion como padres. Pero, al colocarse yr al nivel de sus hijos, acaban dejandolos a la deriva en un mar descono- cido. Sin importar cudnto protesten (tanto los nihos como los adolescentes) en ocasiones realmente no desean que sus padres sean sus iguales. Desean y necesitan que se comporien como padres —que sean amistosos y comprensivos, pero al fin padres (modelos del comportamiento adutto) Por tanto, los padres de nuestra sociedad contemporanea encaran ei problema de establecer un delicado equilibrio entre el autoritarismo, por una parte, y la tolerancia excesiva, “igualitarismo” o negligencia, por la ira. Pero, si pueden lograr dicho equilibrio, los resultados pueden ser muy tiles tanto para el padre como para el hijo. Como expres6 una jo- ven de dieciocho aftos, acerca de su madre: “Me ha dado mucha confianza cen mi misma y a veces trata de hacerme comprender su opinion. Asi, cuan- do me dice algo y es correcto, aunque me duela la escucho, aun cuando parezca no hacerlo. Me yuelvo hacia otro lado y ella me hace creer en mi misma, aun cuando estoy desmoralizada’’ Asi hablaba otro jovencito de dievistis alos: “Creo que mi papa es algo especial. Por ejemplo, me lleva al campo y se sienta a hablar conmigo. sobre mis problemas de la escuela. Quiere saber qué hago y a donde voy. Me ayuda a comprender las cosas y lo admiro por ser tan inteligente, fuerte y capaz para solucionar sus problemas” Todo esio tiene sentido en el mundo actual, Los patrones autocriticos de comportamiento paterno pueden haber sido mas funcionales en una época mas simple, de cambios menos rapidos, cuando el adolescente podia esperar el éxito con solo seguir la huella de su padre o de su madre. Sin embargo, bajo circunstancias favorables, los padres todavia pueden Pproporcionar a sus hijos los modelos del comportamiento exitoso, inde- pendiente, flexible y realista, Pero, no les pueden dar una receta para dominar los cambios de un mundo que evoluciona en forma tan precipi- tada SL Los adolescentes y el sexo De todos tos acontecimienios det desurrotto de ta adolescencia, ef més dramdtico es et aumento del inpulso sexual, asi coma de fos sentimientos y pensamientos nuevos, va menudo mistertosos, que lo acompaian, Un obstécula iniportante, tanto para fos muchachos como para tus muchachas, en esta etapa de su vida, es fa integracion exitosa de la se- yuulidad con otros aspectos del surgimiento del sentido de! si mismo, sin tener que pasar por demasiados conflictos y ansiedad, Esta tarea es muy dificil de dominar en la sociedad contemportinea, con sus papeles se- xuales cambianies .v su peculiar mezcla de tolerancia vy mojigateria, Al menos en los inicios de la adolescencia, el problema puede ser mayor para los muchachos que para las muchachas, Por razones que no comprendemos del todo —aunque probablemente esten en juego Los facto- res fisiologivos (incluyendo los hormonales) y_ psicologicos—, los adolescentes estan mas conscientes de sus impulsos especificos sexuales en comparacion con kis adolescentes ¥ les es mas dificil negarlos, EL impuko sexual, entre las jovencitas, puede ser mas difuso y ambi- guo y puede estar interrelacionado con otras necesidades como el amor, la auto-estima, la contianza y el afecto. Negar temporalmente y en forma limitada los impulsos sesuales puede ser mas facil para la mayoria de las muchachas que para los muchachos, ademas de que “incluso, puede ser una adaptacion por demas comoda”’, Dede luego, hay excepciones. Cierta minoria puede encontrarse tan preocupada por el sexo, y puede tener una motivacion tan grande por encontrar el desahogo sexual como Joy muchachos. Para algunas, esto puede constituir una respuesta natu- ral, tacilitada por una cducacion “liberal”. En otros ¢asos, lo que parece una vigorosa bitsqueda de la actividad sexual ¢s en realidad una bits: queda del amor, del reconocimiento o aceplacion por parte del sexo opuesto, © bien una expresion de rebeliGn © resentimiento, Pero, a pesar de estas diferencias relativas, los adolescentes de ambos sexos concuerdan mucho en lo rekativo a la sexualidad. Quieren saber de las cuestiones pricticas como la masturbacion, 1a uniin sexual, la con- cepcion, el embarazo y el control de la natalidad. Lo que es mas impor- tante, desean saber como ajustar el sexo dentro de sus valores globales y como tener relaciones consiructivay ¥ mutuamente provechosas con los demas adolescentes del mismo y de diferente sexo. En lo concerniente a tales temas, la mayoria de los jovenes reciben poca ayuda del mundo in- congruente, leno de conflictos y a veces hipdcrita en que viven. La educacion sexual Gran cantidad de adultos, en las sociedades occidentales, se oponen obs- tinadamente a los buenos programas —y a veces a cualquier tipo de programa— sobre educacion sexual. Algunos padres creen que este tipo. de educacion, incluso al nivel de escuela secundaria, es peligrosamente prematura para los ‘‘impresionables"” adolescentes y que puede indu- cirlos a una promiscuidad indiseriminada, Otros aseveran que la educa- cidn sexual solo debe ser impartida por los padres y en la intimidad del Aun para “hacer lo que es natural” se necesita una base de informacién auto- risada 54 hogar. Hay otros mas que aparentemente han Hlegado a la conclusion de que los adolescentes actuales no tienen nada que aprender sobre el sexo —al menos, nada que sus padres les puedan ensefar. Sin embargo, nin- guna de estas opiniones ha sido totalmente aceptada En funcion de las estadisticas actuales, sobre las relaciones sexuales premaritales y el embarazo, es dificil entender como es que atin pueda pensarse que la educaci6n sexual para los adolescentes es, en cierta for- ma, ‘“prematura’’, independientemente de que los padres deban © no educar a sus hijos a este respecto; es claro que la mayoria de ellos conti- ita sin hacerlo. Cuando se pregunto a los adolescentes, en una reciente encuesta a nivel nacional en los Estados Unidos, si sus padres hablaban “con bastante libertad” sobre el sexo, mas del setenta por ciento de los muchachos y muchachas (virgenes y no virgenes) respondieron que no Cuando se les pregunté especificamente si alguna vez les habian hablado acerca de temas como la masturbacion, los métodos anticonceptivos o las enfermedades venéreas, dos tercios, 0 mas, respondieron en forma igual- mente negativa.! La idea de que los adolescentes no tienen nada que aprender sobre el sexo se basa ei! argumentos igualmente débiles. Los mitos sobre la se- xualidad estan muy extendidos entre los jovenes (mas del veinticineo por Sea cual sea el grado de “tolerancia’” de ta so- ciedad, la conmovedora fuerza del amor juvenil es tan constante e intemporal como en los dias de Ro smeo y Julieta ciento de los adolescentes de dieciséis afios y mas expresaron su creencia de que *'si una chica no desea tener bebés, no se embaraza’’, aunque no utilice las medidas anticonceptivas). Sin embargo, sOlo cerca de la tercera parte de las escuelas secundarias, en este pais, imparten una educacion sexual completa. Entre los propios adolescentes, la gran mayoria esta a favor de la edu- cacion sexual en las escuelas y niega que la educacion sexual eva a una mayor experimentaci xual, Parecen tener razon: entre los adolescen- les norteamericanos hay menos jovenes no virgenes que virgenes, entre los adolescentes que han recibido una orientacion sexual adecuada, Las actitudes y el comportamiento sexual contemporineos Uno de los aspectos mas notables de la cultura juvenil de la década de 1960 —y obviamente uno de los mas perdurables— fue el desarrollo de una “‘nueva moralidad sexual’’, la cual produjo una mayor franqueza y honestidad acerca del sexo, asi como una tendencia creciente a conside- rar las decisiones, sobre el comportamiento sexual del individuo, como n asunto meramente particular de la persona o personas involucradas. “ aque puede estremecer asus pa hacia esa, en relacion nd del adotescer Esta tendencia parece reflejar, en parte, un desencanto cada vee mayor por las instituciones sociales establecidas, junto con un cambio en los va~ lores de muchos jovenes hacia el descubrimiento y expresion de si mis- mos —de “hacer cada quien lo que le corresponde"*. En un estudio r ciente, la mayor que “esti bien que lay perso: a de los adolescentes de la muestra estuvo de acuerdo en as establezcan su propio codigo moral”, pero solo una cuarta parte, entre los dieciséis y los diecinueve anos de edad, concordé con la afirmacion de que “en lo relativo al sexo yo no haria nada que la sociedad no aprobara’’? Eldar una importancia cada vez mayor a la franqueza y a la honesti dad no es prueba de una mayor pr seupacidn por el sexo, como parecen pensar muchos padres y algunos adultos. En efecto, bien puede ser que el te promedio actual, quien acepta cl sexo como parte natural de adolese su vida, este menos preocupado ¢ interesado por el sexo que los adoles- centes de las g neraciones anteriores, con su atmosfera de secreto, culpa ‘os estan de ‘acuerdo en que “estoy perfectamente tranquilo en lo relative al sexo” y mis del ochenta por ciento desaprueban la opinion de que lo mas importante, en tuna relacion amorosa, ¢s el sexo.* y represion, La mayoria de los adolescentes contemporan En 1973,» por primera ‘ovasion, en tos Estados Unidos hubo mas adoles- centes mo virgenes que virgenes entre las 13 v lox 1 anos de edad. AL cumptir tos 16, east ta mi tad de tos muchachos, tuna tereera parte de tas miechachas, va habian wnt do alguna experiencia se ual, Unos valores y un comportamiento sexual eambiantes 2COmo s¢ reflejan, en el comportamiento de los adolescentes, las actitu- des cambiantes respecto det sexo? Aunque la mayoria de los nifios adolescentes ya se masturbaban desde antes de la llamada “revolucién juveni?*, de la década de 1960 (y en realidad lo hacian desde tiempo inmemovial), bay ciertas prucbas de que en la actualidad a masturbacion entre los nios esta inickindose a edades mas tempranas que en el pasado y que dicha actividad va acompanada de menos ansiedad y sentimientos de culpa que antes.’ Entre las adolescentes, los datos recientes indican un aumento significativo en Ja ineidencia de la masturbacion en todas las eda- des, entre los doce y los veinte aitos. Sin embargo, generalmente las muchachas parecen masturbarse —0 aceptan hacerlo— solo la mitad det ntimero de veces que los muchachos. Es interesante anotar que la masturbacion ocurre cerea de tres veces mas entre quienes tienen experiencias de unidn sexual o se acarician hasta alcanzar el orgasmo, que entre quienes carecen de dichas experiencias sexuales, Las caricias croticas parecen haber aumentado un poco en las ultimas: décadas y tienden a inieiarse a una edad mas temprana. Sin embargo, es probable que el cambio mas importante haya ocurrido en la frecuencia de las caricias, en el grado de intimidad de las teenicas usadas, en la fre- cuencia con que llevan a la excitacion erdtica o al or te, en la franqueza en lo relativo a dicha actividad, r ones de la sexuislidad —aetividaces de sustitueion— son algo con lo cual la mayoria de las sociedades y de los padres se han acostumbrado a tratar. No obstante, en la actualidad la mayor preocu cidn de los padres y de la sociedad se concentra en el dramatico aumento de la unidn sexual real entre los jovenes, asmo, y, ciertamen- Jay manifest Este es e! tipo de muchachas que a tos padres les gustarfa que sus hijos adolescentes en- Esta tendencia se ha encontrado en los Estados Unidos y en otros paises occidentales, aunque hay claras diferencias nacionales en la fre- cuencia total de las uniones sexuales premaritales. Tanto para los hom- bres como para las mujeres, Inglaterra, Alemania Occidental y_ los paises Escandinavos (en ese orden) registran una mayor incidencia que los Estados Unidos y el Canada, en tanto que otros paises, como Irlanda, muesiran una menor incidencia.* Empero, hay amplias variaciones individuales dentro de cada pais, ob- teniéndose generalmente una menor incidencia entre los adolescentes mas jovenes, los del sexo femenino, los altamente religiosos y los de ten- dencias politicas conservadoras. Un mayor numero de los adolescentes Virgenes, respecto de los no virgenes, sienten “mucho respeta”” por las ideas y opiniones de sus padres, se sienten unidos a ellos y éstos, ademas, les hacen sentir su carifio —creen que estos comprenden lo que quieren de la vida y descubren que es relativamente facil comunicarse con ellos Por el contrario, casi tres veces mas adolescentes no virgenes que virgenes concuerdan en la expresion: “Ya abandoné la esperanza de lle- varme bien con mis padres”. Comparados con los padres de los no Virgenes, los de los adolescentes virgenes pueden haber hablado mas con sus hijos acerca de temas como la masturbacion, el control de la natali- dad, las enfermedades venéreas y las relaciones sextiales.” Estos resultados se reflejan en una investigacion de jovenes de secun- daria, en los Estados Unidos, donde se descubrid que el grado de influen- cia de la madre se relacionaba con la cantidades de afecto materno que manifestaba. En otras palabras, los j6venes tienen mas probabilidades de satisfacer las expectativas de los padres cuando su propia relacion con és- tos es Util y amorosa.* Los efectos de la ‘‘nueva moralidad’’ y asi como femen que as pueden encontrar Hay muchos adolescentes experimentados que, en el clima social mas abierto de la actualidad, parecen manejar su compromiso sexual sin ten- siones nerviosas excesivas. Cuatro de cada cinco adolescentes no virgenes, en los Estados Unidos, afirman obtener ‘mucha satisfaccion” de sti vida sexual. Dos tercios del total de los no virgenes creen que el sexo hace “mas significativa su vida", A pesar de ello, hay apreciables minorias que declaran tener sentimien- des lacion sexual plena, Particularmente despues de su primera experiencia sexual mentar mas sentimientos 1 tivos: mientras que, més probablemente, los muchachos digan sentirse e tos de culpa, que consideran sentirse explotados o rechazados, 0 cubren, en forma tardia, no poder encarar emocionalmente una completa, las muchachas tienden a expe citados, satistechos y felices, las adolescentes a menudo dicen sentir te- mor, culpa, preocupacion y vergienza en la primera ocasion. Como expres6 una joven de dieciséis aos: "*Realmente me sentia culpable. Me preguntaba si mi mama lo sabria. Cuando Hegué a casa, después de lo su- cedido, senti que en foda mi cara se delataba mi culpa”. Por otra parte, otra joven de dieciséis anos, la cual habia estado salien- do con su novio durante varios afios y estaba muy enamorada, tuvo una experiencia muy diferente: “ZQue qué sentia? . . . Sentia su calor, su proximidad fisica. . . Solo podia pensar en el deseo mutuo, en compar- tirnos uno con el otro. Todavia me siento asi””.* Existen peligros evidenies en la suposicion de que las relaciones se- xuales "son correctas siempre y cuando se esté enamorado". Estimulado por esta filosofia que encuentra entre sus companeros, el muchacho puede comprometerse emocionalmente mas de lo que es capaz de mane jar con responsabilidad en determinada etapa de su madurez. Ademas, el adolescente puede pensar que sus actividades son mis ‘liberales” de lo que en realidad son y su participacion puede provocarle sentimientos imprevisios de culpa, ansiedad 0 depresion. Los psicdlogos que trabajan con javenes tambien se dan perfectamen- te cuenta de que los motivos que los llevan a participar en las actividades sexuales no siempre son lo que parecen. El algunos casos, la motivacion tiene poco que ver con el sexo como tal o con la madurez. El Dr. Louis Fine, pediatra con una amplia experiencia en el trabajo con adolescentes, lego a la conclusién de que los jovenes pueden participar en las rela- jones sexuales no solo como consecuencia natural de estar Yenamora- dos”, sino a menudo para obtener la aprobacién de sus companeros, para escapar de sus padres 0 rebelarse contra ellos; para ganar el afecto que sus padres o los demas les niegan o bien como “un desesperado erito de auxilio”? _ Elembarazo y la anticoncepcion 60 Muchas jovenes actuales piensan que con la facilidad de ‘la pildora’* ya no deben temer al embarazo: “'Sdlo tenemos que decidir qué es correcto””. A pesar de lo noble que pueda ser este sentimiento, alin pre- valece el hecho de que menos de un tercio de las solieras jovenes que mantienen relaciones sexuales activas han usado la pildora anticoncepti- va para evitar el embarazo, Existe una proporcion muy alta —enire el cincuenta y cinco y el setenta y cinco por ciento— la cual no ha usado ningin dispositivo, al menos en su primera experiencia. Solo una minoria emplea, posteriormente, dicho dispositive. Aun entre los que nes estables, sdlo dos tercios dijeron usar siempre tales mantienen relaci dispositivos. Esta falta generalizada de precauciones anticonceptivas, aunada al aumento continuo en las relaciones sexuales premaritales entre los ado- lescentes, ha hecho que tan solo en los Estados Unidos mas de un millon de jovencitas, entre los quince y los diecinueve anos de edad (un diez por ciento de todo este grupo), hayan sido embarazadas cada ano: dos ter- cios de estos embarazos se iniciaron fuera del matrimonio. Ademas, anualmente se embarazan cerca de treinta mil jovenes menores de quince anos.! Aun cuando se ven tan sa- tisfechas, la sociedad no ve con buenas ojos a las jo vencitas embarazadas ‘:Algtin remedio contra el calor?"" No, se trata de nuestros dias Las consecuencias de esta “‘epidemia’” de embarazos entre las adoles- centes son verdaderamente serias. Mas de la euarta parte de éstos termina por aborto inducido; un diez por ciento terminan en nacimientos marita- les que se concibieron premaritalmente y mas de un veinte por ciento ter- mina como nacimientos extramaritales. El catorce por ciento de ellos sencillamente se malogran. Inclusive, en el veintisicte por ciento de estos embarazos, que ocurren después del matrimonio, anualmente se presen- tan, con frecuencia, mas problemas que en los de las mujeres de mayor edad. Ademas de las mayores dificultades psicolagicas y sociales de ta maternidad adolescente, es mas probable que los embarazos de las ado- lescentes pongan en peligro tanto su salud fisica como la de sus bebés En estudios recientes se ha descubierto que las principales razones esgrimidas para no utilizar anticanceptivos fueron que las jOvenes creian (por lo general erroneamente) no poder embarazarse debido al clima, a la edad o al caracter eventual de las relaciones o porque no contaban con los anticonceptivos cuando los necesitaban. Como sefiala la Federacion de Paternidad Planificada Norteamericana: “La primera serie de razo- nes puede remediarse con una mejor educacion y la segunda con progra- mas mas adecuados de servicio medico"’. Sin embargo, solo una de cada tres esctielas secundarias tratan los métodos de control de la natalidad, a pesar de que ocho de cada diez norteamericanos adultos, con hijos ado- lescentes, estan en favor de tales ensenanzas. Se han realizado estudios psicologicos en distintos paises para compa- rar a las adolescentes sexualmente activas que usan anticonceptivos con las que no os usan (0 rara ver lo hacen). Se descubrid que quienes no los usan tienden a exhibir actitudes fatalistas —muestran una mayor tenden- cia a sentirse incapaces de controlar lo que ocurre en su vida, a tener un bajo sentido de competencia personal y una actitud pasiva y dependiente en las relaciones hombre-mujer. Generalmente se inclinan mas a asumir los riesgos y hacer frente a la ansiedad, tratando de negar los posibles pe- ligros en lugar de intentar encararlos."" Algunas adolescentes evitan los nticonceptivos pues creen echar a perder la “‘espontaneidad” de sus re- laciones 0 por creer que su uso podria poner de manitiesto que esperaban una union sexual. Esta ultima razon se basa obviamente en la verguenza. Otro resultado de estos estudios es que las jOvenes que aceptan abierta- mente su sexualidad tienen mayores probabilidades de usar anticoncepti- vos que aquéllas que la niegan —a si mismas o a los demas. Solo una de cada quince adolescentes embarazadas manifesto que no usaba los anticonceptivos porque trataba deliberadamente de tener un hijo. S6lo una de cada once afirmé no importarle quedar embarazada. Sin embargo, entre las adolescentes que buscan o que rechazan el emba- razo, existe el comin denominador de la falta de sentimientos emociona- les. Como dijera una jovencita embarazada, de quince anos de edad: “Queria tener algo que por primera vez en la vida pudiera llamar mio, que pudiera amar y que me amara’’. Otras motivaciones relacionadas pueden incluir “‘ser aceptada como persona adulta’, regresar al hogar paterno, “retener'’ al novio, llamar la atencion de los compaieros, esca- par de la escuela o sencillamente buscar el cambio de una vida mondto- na. No parece probable que haya una inversion en la tendencia hacia las relaciones sexuales premaritales como una practica aceptada, y hacia las relaciones estables, como el patron mas frecuente y socialmente mas aceptado entre los adolescentes sexualmente experimentados. En cam- bio, si se podria esperar que los adolescentes que comiencen a tener rela- 61 62 ciones sexuales reciban la ayuda necesaria que les permita mostrarse mas maduros y estar mejor informades, ser responsables, estar seguros de sus propias identidades y sistemas de valores y ser lo bastante sensibles, ¢ in- teresados por el bienestar de los demas, para reducir al minimo las inevi- tables desgracias de la “‘revolucion sexual’. Sin importar lo que los padres hayan hecho durante su propia adoles- cencia (recordando que la experiencia sexual entre los adolescentes no es un fendmeno nuevo) y sin importar lo que hayan pensado de tales rela- ciones, durante su propia juventud “prerrevolucionaria™’, resulta vital para sti propia tranquilidad mental, asi como para el propio bienestar de las relaciones con sus hijos, aceptar que tarde o temprano éstos se veran volucrados sexualmente con alguien mas. De esa manera pueden evi- tarse las ‘*desgracias"” y ahorrarles los angustiosos sentimientos de culpa y ansiedad, tan frecuentes en el pasado, estimulando el desarrollo que los lleve a la madurez y a la satisfaccion emocional en lugar de frenarlos. Los mensajes mezclados: los adolescentes y la masturbacién Existen amplias diferencias culturales en las actitudes relacionadas con la masturbacién, las cuales comprenden desde la desaprobacion terminante hasta la tolerancia total. Pero, en la mayoria de los paises occidentales ha habido una extensa historia de fuerte reprobacion, con el apoyo activo de los grupos religiosos y de los médicos. Incluso hasta hace poco, a prin- cipios de este siglo, muchos médicos, incluyendo a la propia Inspeccion General de Sanidad de los Estados Unidos, advertian, y aparentemente creian, que la masturbacion debilitaba al individuo —pudiendo causarle una diversidad de enfermedades, en las que se incluian el cancer, los males cardiacos, la histeria, la impotencia, la frigidez y aun la locura A pesar de esas horrorosas advertencias (que no tienen ninguna base cientifica), la mayoria de los muchachos (y un niimero considerable de jovencitas) continuaban practicandola. No es dificil imaginar la enorme ansiedad, conflicios, sentimientos de culpa y depresion que muchos jove- nes sensibles sufrieron, a veces durante anos. Algunos incluso llegaron al suicidio. ‘A pesar de que en los iiltimos atos las opiniones se han tornado mas li- berales entre los profesionales, los padres y los propios jovenes, la mas- turbacién todavia es fuente de preocupacion para un buen nimero de adolescentes y algunos médicos atin afirman que la masturbacion entre los niftos 0 los adolescentes puede hacer que posteriormente les resulte mas dificil cambiar a la relacién heterosexual. i Cual es la realidad? Es obvio que las antiguas predicciones (de que la masturbacion deterioraria seriamente la salud fisica y psicologica) estiin equivocadas pues, al menos entre los nifios, la practica siempre ha sido virtualmente general y el mundo ha seguido su marcha. Mas atin, en ausencia de los sentimientos previos de culpa o de ansiedad, la masturba- cion puede ser agradable y puede reducir tensiones. Nada parece indicar que ésta aumente la dificultad de adaptarse posteriormente a las rela- nes heterosexuales —de hecho, las pruebas disponibles sugieren que puede suceder lo contrario En el caso de las mujeres con dificultades para alcanzar el orgasmo du- rante la union sexual, los terapeutas sexuales han encontrado que la mas- turbacion a menudo puede ayudarlas a aprender como excitarse sexual- mente durante la copula."? Alfred Kinsey, autor de los famosos informes Kinsey, descubrié que las mujeres que habian aleanzado el orgasmo a través de la masturbacidn, antes del matrimonio, tenian mejores opor- tunidades que las demas de aleanzarlo durante su primer aio de matri- monio. Algunas veces se ha argumentado que, aunque la masturbacién no sea fisicamente dahina, puede producir preocupaciones por el sexo. Parece mas razonable suponer que dichas preocupaciones serian el resultado de esfuerzos continuos y llenos de ansiedad por evitar la masturbacidn, par- ticularmente en el caso de los hombres. Sin embargo, en algunos casos la masturbacion puede reflejar problemas de ajuste en los adolescentes Los jovenes que practican la masturbacién como un escape sexual, cuan- t do no se dispone del sexo real” y como un sustituto de otras actividades —que comprenden los proyectos con el grupo de compaieras o cierto ' tipo de intereses més individuales— en las cuales se sienten inadaptados, tienen algin problema, al igual que quienes acuden a la masturbacion no como un sustituto temporal del sexo “real, sino como un sustituto total —o un refugio— de los esfuerzos por establee: con personas del sexo opuesio. er relaciones satisfactorias i El comportamiento homosexual Muchos adolescentes alguna vez se preocupan por la posibilidad de ser é “shomosexuales"". Por haber participado en actividades sexuales con otros jovenes del mismo sexo, durante la pre-adolescencia o la adolescen- cia, 0 por haber pensado en hacerlo, creen poder ser “diferentes”. El hecho es que por lo menos la mitad de los adolescentes y un tercio de las jovenes han participado en alguna forma de juegos sexuales con otros miembros de! mismo sexo durante su pre-adolescencia. La mayoria lleva posteriormente una vida heterosexual sana. Algunos criticos so- ciales afirman que la mayor libertad para hablar de la homosexualidad, asi como la mayor tolerancia hacia los homosexuales, trae consigo un e aumento en el niimero de personas de orientacién primordialmente ho- mosexual; sin embargo, en realidad ha habido pocos cambios, de ha- berlos, en los tltimos treinta anos." Para muchos jévenes, el rapido aumento en el impulso sexual que ompaha a la pubertad llega en un momento en que las relaciones so- ciales estrechas y las actividades recreativas se limitan principalmente a os miembros de un mismo sexo. Es un periodo en el cual el sexo opuesto todavia parece un poco extrafo y misterioso y que algunas veces produce ansiedad, En su desarrollo fisico, su sexualidad cambiante y las sensa- ciones que propicia, asi como en sus intereses, los adolescentes tienden a tener mas cosas en comin con los miembros de su propio sexo que con f los del sexo opuesto. La prosimidad misma, aunada al conocimiento de que otros indivi- © duos del mismo sexo estén experimentando la misma clase de sensaciones y experiencias sexuales, puede propiciar discusiones sobre el tema con los amigos del mismo sexo. Subsecuentemente, puede dar lugar a una expe- rimentacidn sexual, como seria comparar los Organos sexuales, mastur- barse en presencia de otros o la masturbacion mutua. A veces, la espectt- lacién sobre las relaciones sexuales con los miembros del sexo opuesto puede llevar a intentos de imitarlo lo mejor posible, sin el equipo sexual complementario. Estas experiencias “homosexuales' a menudo repre- sentan esfuerzos por reconciliarse con, © por comprender mejor la se- 63 Alguna vez la homose- xwalidad despert6 una terrible repulsidn: ahora es tun aspeeto de ta sociedad que toleramos tanto en los hombres como en fas ma jeres. xualidad normal propia, mas que una atraccion homosexual poderosa 0 exclusiva, Una experiencia comin entre las adolescentes cs una relacion particu- larmente calida y afectuosa con una amiga especifica, la llamada *carino de las adolescentes”. Dichas jovencitas pueden pasar horas juntas, com- partiendo los stienos, esperanzas y preocupaciones mutuas y elaborando sus actividades futuras, En parte debido a la menor censura en lo relativo a las demostraciones de atraccién fisica entre las muchachas que entre los muchachos y en parte porque, planes complicados pa neral- mente las jovencitas se inclinan mas por las relaciones emocionales mas estrechas, éstas ltimas manifiestan su afecto abrazandose, besindose, tomandose de las manos, etc. Estas manifestaciones pueden no ser de tipo sexual. Sin embargo, dada la recién descubierta capacidad de las jo- vencitas para la respuesta sexual, en ocasiones puede Hevar al estimulo sexual placentero —con frecuencia, ante su propia sorpresa inicial. También ey importante reconocer que, a pesar de las opiniones popu- lares contrarias, la heterosexualidad y la homosexualidad no son estados mutuamente exclusives. Kinsey determind que ka mayoria de los adultos son mais 0 menos exclusivamente heterosexuales, Una pequenia minoria, quiz de no mas de un dos 0 un tres por ciento, son exclusivamente ho- mosexuales. No obstante, una cuarta parte de los adultos se encuentran entre ambos grupos. Pueden ser primordialmente heterosexuals, pero con cierta participacion homosexual, 0 vieversa. De un diez a un doce por ciento de los hombres, y la mitad de esa proporcidn de las mujeres, han tenido al menos una experiencia homosexual despues de cumplir los diccinueve ais. El factor mas importante para predecir si un adolescen- cin primaria 0 exclusivamente homosexual, no es el hecho de la posibilidad de sentirse excitado sexualmente por los miembros de su mismo sexo, sino de su incapacidad, no importa el ori gen, de sentirse airaido por los miembros del sexo opuesto. Los padres pueden aumentar la posibilidad de que los adolescentes en- tablen relaciones homosexuales al bromear con los muchachos acerca de sus intentos iniciales, a veces torpes, de establecer relaciones con las acto- lescentes, haciendo sentir a estas Gltimas que las relaciones con los te tendra una inelina muchachos a veces son algo que se debe temer 0 dandoles a entender (a ambos) que el sexo mismo es algo clandestino, sucio, o de lo cual es me- jor no hablar ¢Qué hay de la “verdadera” homosexualidad? Aunque la mayoria de los adolescentes que han tenido experiencias ho- mosexuales adoptan un estilo de vida heterosexual, algunos —una minoria— no lo hacen. Todavia no se comprende claramente la razon de esto. En algunos casos, las dificiles relaciones entre un padre y su hijo pa- recen ser uno de los factores que la producen, La homosexualidad parece ocurrir con mayor frecuencia entre los jovenes con madres sumamente entrometidas y dominantes, v padres frios o indiferentes En las jovencitas hay una serie de factores que pueden contribuir a mostrar inclinaciones homosexuales: una educacion sexual que haga que ellas consideren peligrosos, amenazadores 0 sucios a los hombres 0, por el contrario, débiles ¢ insuficientes; 0 el caso donde el padre, aunque en el exterior parezca puritano, sea un seductor sutil y estimule una relacion demasiado estrecha consigo mismo pero frene las rel nies de la misma edad de Ja muchacha —un paralelo con la madre eviden- temente intima, y posesiva, en el caso de los hombres ciones con los jove Las relaciones humanas calidad ‘amo las ielas: “No el ancho, sino la Empero, también hay hombres y mujeres heterosexuales, que parecen haber sobrevivido a este tipo de relaciones paternas distorsionadas y ho- mosexuales, los cuales parecen haber tenido relaciones basicamente nor- males con sus padres. Hasta ahora, los intentos por enconirar una base psicologica para la homosexualidad no han producido buenos resulta- dos, aunque se ha sugerido que, en ciertos casos, puede venir acompana. da de anormalidades de tipo cromosomico y hormonal o de algiin otro tipo bioldgica. Al enfrentarse al hecho de tener un hijo o hija homosexual es necesario que los padres se mantengan juiciosos. No se puede negar que, en nuestra sociedad en general, los homosexuales Hevaran una vida mas dificil que los heterosexuales. A pesar de las recientes tendencias hacia una mayor toleraneia, encontraran una mayor discriminacion, hostilidad y dificultades para entablar unas relaciones interpersonales y sexuales provechosas, una menor oportunidad de tener hijos, asi como unas tunidades profesionales mas limitadas en determinadas ocupaciones (aunque tienen mejores oportunidades de triunfar en algunas otras). Por Jo tanto, estos jovenes tendran una mayor necesidad de comprension y apoyo de quienes se hallan mas —y no menos— cerca de ellos. Por altimo, Ja calidad de las relaciones personales —el que la persona sea calida, cuidadosa, considerada, mas que descuidada, fria 0 abusiva— seré mas importante que la atraccién sexual hacia el mismo sexo o hacia el opuesto opt Cara a cara con ta adoles- 66 Los adolescentes y sus companeros Los companeros —los jdvenes de la misma edad 0 contempordneos con quienes el joven pasa una buena parte de su tienipo— desempenan un pa- pel definitivo en el desarrollo psicolégico y social de la mayoria de los ‘adolescentes. Esto es particularmente cierto en sociedades tecnoldgicas, con una estratificacion por edades, como la nuestra, en las que la entra- da al mundo adulto del trabajo y la responsabilidad familiar se retrasan cada vez mds. Desde luego, las influencias de las companeros no comienzan en la adolescencia, pero en esia etapa son particularmente criticas. Las rela- ciones con los comparieros del mismo y del sexo opuesio, durante ta ado- lescencia, Hlegan casi a convertirse en los prototipos para las relaciones adulias posteriores En comparacion con los nifios de menor edad, los adolescentes también dependen mas de las relaciones que entablan con sus companeros, sen- cillamente porque los vinculos con sus padres se vuelven cada vez mas elasticos, a medida que el adolescente adquiere una mayor independen- cia. Ademas, en los primeros aflos de la adolescencia, las relaciones con los miembros de la familia tienen mayores probabilidades de llegar a in- volucrarse con las emociones conflictivas —hay anhelos de dependencia aunados a esfuerzos por alcanzar la independencia, hostilidad mezclada con amor y conflictos entre los valores dentro de la familia, la cul- tura externa y el comportamiento social. En consecuencia, © da vez es mas dificil compartir con los padres muchos aspectos internos de la vida y del comportamiento externo del adolescente. A su vez, a los padres les puede ser dificil comprender y compartir los problemas de sus hijos ado- lescentes, aunque hagan un esfuerzo, luego de haber logrado reprimir muchos de los altibajos emocionales dolorosos de su propia adolescen- cia, Estan mas alla de lo que consideran, por ambos lados, como una barrera, independientemente de lo benevolentes que pudieran ser sus sen- timientos mutuos Sin embargo, las personas necesitan —quiz4 en la adolescencia mas que en ningiin otro momento de su vida— poder compartir con otros sus iniensas y a veces confusas emociones, asi como sus dudas y sus sueiios. “Por lo general, la adolescencia es una época de intensa sociabilidad, pero también stele ser un periodo de soledad intensa, El sdlo hecho de estar con otros no resuelve este problema; con frecuencia, el joven puede sen- tirse mas solo en medio de una multitud, en una fiesta o en un baile”! Esto significa que el hecho de que sus compaferos. lo acepten, en general, y en particular de que tenga uno o mas amigos intimos, puede ser de gran importancia en su vida. La influencia que el grupo de compaiieros tiene para ayudar a un individuo a definir su propia identidad es de particular importancia: en ninguna otra etapa del desarrollo es tan variable el senti- do de identidad como en ésta. He aqui un “grupo” cohe- vente, excl determi ‘nado por a edad, ei cuat puede no prepararios to suficientemente bien para enfrentarse aun mundo donde todas las edades tienen que mezetarse. aE adaptacion a los compafieros La contemporaneidad im pone su propia uniformi: dad. 68 See Noes sorprendente que la clevada importancia que el grupo de compafie- ros adquiere durante la adolescencia haga mas necesario ajustarse a sus normas, comportamientos, manias y modas. Los padres se pueden pre- guntar por qué resulta tan importante para sus hijos adolescentes lucir una marca especifica de pantalones de mezclilla, que esté de moda en la actualidad, y no otra, © por qué s6lo aceptan determinada clase de mitsi ca, estilo de peinado, lenguaje, bailes, alimentos, actividades recreativas, deportes, pasatiempos, programas de television —en fin, la lista es inter- minable. Pueden pensar que estas aficiones apasionadas, asi como los rapidos cambios que sufren, son abrumadoras, pues resultan muy arbitra- rias y triviales. Pero, para el adolescente, que es para quien constituyen simbolos de posesion, asi como una poliza de seguro para el futuro, dis- tan mucho de ser triviales. Las manias y las modas de los adolescentes Los grupos de adolescentes tienden a unirse mucho ‘mds, en torno a sus intere- ses, que los de adultos también cumplen con otro importante propésito: sirven para establecer, al menos superficialmente, una clara demarcacién entre ellos y los adul- tos. Los adolescentes que ya han dejado atras el mundo de su nifez y cuya edad adulta todavia se encuentra muy por delante de ellos, se ven vir- tualmente obligados a crear por lo menos algo parecido a una “cultura provisional” propia, la cual se distingue claramente de la de los adultos Los padres tal vez deberdn sentirse aliviados ante estas manifesta- jones relativamente inofensivas del deseo de ser diferentes, pues si los adolescentes pueden canalizar su lucha por la independencia, asi como por una identidad independiente y propia mediante estas actitudes relati- vamente superficiales, mostraran una menor tendencia a expresar su ne- cesidad en cuestiones mas fundamentales y mucho mas importantes, como las creencias y los valores morales basicos. Los estudios demuestran que, cuando los padres sostienen una relacion basicamente buena con sus hijos adolescentes, por lo general ejercen una mayor influencia sobre sus valores basicos, creencias y objetivos en la vida que sus propios compa- heros adolescentes. Por otra parte, estos iiltimos desempentan un papel de mayor influencia en las modas actuales de interaccion social, en los gustos por la miisica, el lenguaje, el vestido, etc.? Los grupos y las camarillas El mundo del nifio que va a la escuela tiende a estar poblado “*de amigos, de amigos intimas y de desconocidos’”.? El circulo de conocidos del ado- lescente es mucho mas amplio: por lo general, sus relaciones con otros compaferos caen dentro de una de estas tres categorias: el grupo de ami- gos mas general, la “‘camarilla’’ (mas pequeiia ¢ intima) y las amistades individuales. El grupo de amigos constituye el depdsito para las activida des sociales mayores y mas organizadas, en tanto que la camarilla, mas intima y cohesiva, proporciona una fuente de seguridad y compafia. En 69 Categorias ficticias: ta “Carrera de los papas’ retine a personas que no tienen nada en comin, parte de una situaci6n in: cidental, este pequefio grupo, basado en la atraccién mutua, los miembros pueden intereambiar informacion, desarrollar planes para las actividades del grupo mas grande y compartir algunos de sus sueios, esperanzas y pre- ocupaciones —aunque no igual que con los amigos intimos. Las cama- rillas de muchachas tienden a ser relativamente pequefas y a interesarse mas por las relaciones interpersonales; las de los muchachos, las *pan- dillas”, tienden a ser un tanto mas grandes, menos intimas y mas centra- das en las actividades compartidas, tales como los deportes y los pasa- tiempos. Los amigos Los amigos ocupan un sitio especial en las relaciones de los adolescentes con sus companeros. Con los amigos, las relaciones por lo general son mas intimas, honestas y abiertas e implican sentimientos mas intensos. Con ellos muestran menos actitudes defensivas y menos necesidad de representar papeles timidos para obtener una mayor popularidad y acep- lacion, En este tipo de relaciones “hay confianza, no hay necesidad de fingir, de estar en guardia, temiendo ser traicionados en lo que se refiere a los secretos compartidos’* Los adolescentes desean que sus amigos sean leales, dignos de confian- za y constituyan una fuente de apoyo en cualquier crisis emocional. Se- gin las palabras de una jovencita de color, de catorce anos, que vivia en una ciudad: “Una amiga no habla de tia tus espaldas. Si en verdad es tu amiga te ayuda a resolver tus problemas y siempre esta ayudandote a su- perar las dificultades, demas, nunca te traiciona. Esa es una amiga”.* En el mejor de los casos, los amigos pueden ayudar a los jovenes a aprender a mangjar sus propios sentimientos complejos, asi como los de los demas. Pueden servir como una forma de terapia al permitir que se expresen libremente los que de otra manera no serian sino sentimientos reprimidos de enfado y ansiedad, También pueden dar una prueba pa- tente de que lo que a uno le pasa, como adolescente, no es tinico.* Como dijera un joven de dieciséis aos: “Mi mejor amigo significa mucho para mi. Podemos hablar de muchas cosas sobre las que jamas podria hablar con mis padres 0 con otros muchachos, como de los pleitos en que nos metemos 0 de los problemas que nos preocupan, asi como de nuestros ideales y otras cosas. Realmente es bueno saber que no eres el tinico con preocupaciones” Por desgracia, el desarrollo de las amistades, entre los adolescentes, no siempre resulta sencillo, Debido a que son muy intensas, las amistades entre adolescentes pueden fracasar con mucho mayor facilidad que las de Categorias reales: las ado- lescentes poseen caracteristicas de una iden tidad genuina. los adultos (las cuales generalmente comprenden exigencias mas modera- das, a la vez que brindan recompensas mds modesias). Los jovenes con mas problemas personales pueden tener necesidad de un gran ntimero de amigos intimos, asi como una menor habilidad para conservarlos y evitar herir sus sentimientos, crear sospechas o hacer recriminaciones. Incluso la amistad mas estable y provechosa puede enfriarse 0 acalorarse a veces debido a que cada uno de los participantes atraviesa por un periodo en el cual las necesidades, los sentimientos y los problemas del adolescente mbian con mucha rapidez y que, en el proceso natural de las cosas, rara vez coinciden. A veces los padres hallan incomprensible la eleccion que sus hijos hacen de los amigos. Aunque por lo general aquéllos tien- den a ser semejantes en cuanto a sus antecedentes sociales, personalidad, imereses y objetivos, no es raro, por ningiin motivo, que haya una ‘atraccion de polos opuestos”, generalmente porque el adolescente en- cuentra en el amigo cierta cualidad que él desearia tener y con la cual no cuenta Los patrones de la amistad varfan con la edad y el sexo Al entrar en el periodo intermedio de la adolescencia, los amigos suelen valorarse mas intimos, mas interdependientes desde el punto de vista emocional y se concentran mas en las personalidades especificas de los participantes que en los primeros afios. 1 La convivencia en piibli y la comunién en pri- vado. Durante este periodo, la oportunidad de compartir sentimientos y pen- samientos puede ayudar a facilitar la transicién gradual hacia las rela- ciones heterosexuales y hacia el desarrollo del sentido de la identidad det papel sexual propio. Es también entonces cuando las amistades entre adolescentes son mas vulnerables y tienden a romperse, precisamente por su gran intensidad. Comparativamente, hacia finales de la adolescencia aun las amistades mas slidas tienden a ser mas tranquilas, mas homogi reas, menos exclusivas y mas tolerantes en una palabra, mas maduras Dentro de estas tendencias generales también pueden existir diferen- cias sexuales en las amistades del adolescente. Por ejemplo, las de las muchachas suelen ser un tanto mas profundas, mas abiertas, mas inter- dependientes emocionalmente y mas preocupadas por el apoyo y mutuos. Por su parte, los muchachos parecen desear tener un compa: ero con quién compartir un interés comin, por lo cual resulta mas probable que externamente sean mas competitivos y tiendan a ofrecer menos demostraciones fisicas de afecto, al menos en parte, debido a los tabues sociales contra dichas expresiones entre los hombres en nuestra sociedad (aunque todavia persiste el habito de los jovenes de caminar tomados del brazo, o abrazados, en grupos fuertemente cohesivos, tales como los re- sidentes de un internado y, en el campo deportivo, los companeros de cualquier equipo se abrazan entre si después del triunfo). La aceptacién, la negligencia y el rechazo sociales Como los compaiteros desempefan un papel muy importante en la vida de la mayor parte de los adolescentes, es probable que la aceptacion social sea una preocupacion imperiosa para casi todos ellos. Pocos ado- lescentes —o adultos— son inmunes a los efectos de la negligencia 0 del rechazo sociales. S6lo unos cuantos individualistas persistentes, confiados en sus propios objetivos e intereses y con un fuerte sentido de su propia identidad, pueden no necesitar, ni buscar, la aprobacion de sus compaferos. No obstante, la mayoria de los jovenes todavia juzgan su valor, en gran parte, en términos de la manera como otros reaccionan ante cllos y siguen dependiendo de la aprobacion y aclamacion de los demas, Desafortunadamente, los adolescentes impopulares tienden a estar Se trata silo de juegos entre ninos y entre nifas, mids harin que los juegos centre muchachos muchachas parezean mas importantes. atrapados en un circulo vicioso. Si ya tienen dificultades emocionales, preocupaciones por su propia personalidad, y no tienen un concepto seguro de si mismos, probablemente se enfrentaran al rechazo o indife- rencia de sus companeros, los cuales, a su vez, debilitan ain mas la confian- za que sienten por si mismos, aumentando su sensacidn de aistamiento social, Sin considerar otros factores, es deseable que el adolescente sea acepiado socialmente por sus compaieros, en especial si dicha acept cion se basa en la ayuda mutua y en los intereses compartidos. Sin em- bargo, entre los padres y los adolescentes se insiste mucho en la bisqueda de la popularidad —de “adaptarse”’ a una sociedad con una mentalidad organizadora— mas que de los suenos y objetivos particulares —'*dir dos hacia el interior”’— creando siempre el dolor real de “‘no pertene- a ninguna parte cuando se presenta algin problema. cer" Los muchachos y las muchachas juntos Durante la pre-adolescencia, los muchachos tienden a relacionarse mas con otros muchachos y las muchachas, con otras muchachas. Se tiene cierta cautela con respecto al sexo opuesto, la cual parece ser, al menos ‘= Si en parte, autoprotectora y defensiva. Tambien puede ayudar a evitar las relaciones heterosexuals prematuras para las cuales el adolescente inex- perto atin no esta preparado para encarar y que, en consecuenci pueden producirle ansiedad. No debe sorprendernos que un nifio de once anos describa a las ninas como una ‘amenaza completa” o que las niflas de la misma edad digan que los niftos son “muy estipidos e innecesa- rios””, 0 que no son mas que “algo que patea y da puietazos””.* Dicha cautela —asi como dicha burla abierta— disminuye conforme el nino entra en la adolescencia, en tanto que los intereses heterosexuales n, Sin embargo, las relaciones entre un muchacho y una jovencita, en sus primeras ctapas, todavia reflejan muchas caracteristicas pre- adolescentes. Por ejemplo, todavia son fuertes la preocupaci6n y el inte- cin es rara y ““generalmente rés que sienten por si mismos; la particip 74 las interacciones heterosexuals demuestran ser superficiales, semejantes aun juego". En esta etapa, las actividades heterosexuales en grupo son comunes y proporcionan la seguridad de tener cerca a algunos conocidos del mismo sexo. Dichas actividades permiten al joven descubrir las dife- rentes maneras de relacionarse con una persona del sexo opuesto sin te- ner que sobrellevar una intimidad individual durante periodos largos. Gradualmente, el adolescente se familiariza mas con los miembros del sexo opuesto y adquiere mas confianza en su capacidad para relacionarse con ellos. Al mismo tiempo, la mayor madurez personal —manifestada en un narcisismo disminuido, en un sentido mas claro del yo y en una mayor capacidad de interesarse por los demas— propiciara unas re- laciones mas profundas y significativas. En el mejor de los casos, tales relaciones incluyen la atraccion sexual y el gozo social, al igual que sent mientos de confianza y seguridad mutuas. Inclayen, ademas la part cion automatica de los intereses mutuos y una seria participacion en ¢l bienesiar, del otro companero, en funcion de su relacién. Cuando se le permite desarrollarse a una velocidad natural, y no forza- da, en relacion con el muchacho © jovencita en cuestion, dichas rela- ciones pueden desempenar un papel importante en el desarrollo hacia la madurez. Por desgracia, en varios paises occidentales, particularmente en los Estados Unidos, a menudo se ejercen presiones artiticiales con el fin de acelerar este proceso natural, asi como para fomentar los gos” @ edades alin mas tempranas, En algunos casos, la presion praviene de los companeros. Sin embar- 20, en otros casos la ejercen los padres, en especial aquellos obsesionados por la “popularidad”’ de sus hijos 0 por ciertas preocupaciones prematu- ras sobre su desarrollo heterosexual. Por ejemplo, un padre puede pre- guntarle a su hijo de catorce anos: “;Por qué pierdes tanto tiempo Ju- gando futbol con los otros muchachos o trabajando en tu aparato de radio? {No te interesan las chicas?” Recientemente, una jovencita de quince aos me dijo: “Si usted es- cuchara a mi madre le daria la impresion de haber perdido las esperanzas de casarme. Cuando le digo que prefiero pasar la tarde leyendo 0 conver- sando con mis amigas, en vez de salir de paseo con algiin muchacho que apenas conozco, parece como si el mundo se le cayera encima’. El adolescente que comienza a restringitse al entablar amistad con un solo miembro del sexo opuesto, a una edad demasiado temprana, puede perderse de muchas experiencias importantes del desarrollo, Por una parte, puede no Hegar a obtener los beneficios que le puedan ofrecer las amistades del mismo sexo ya mencionadas (y tales amistades pueden ser muy importantes en su vida adulta, incluso después del matri- monio). Ademas, cuando los jovenes camienzan a “andar de novios" a una edad en que ambas partes todavia son emocional y socialmente in- maduras, es posible que la relacion misma sufra estos mismos inconve- nientes. Asimismo, se puede poner en peligro su posterior transforma- cién en personas maduras confiadas en si mismas por derecho propio; pueden tender a usar su relacién como una forma de evitar otras tareas importantes del desarrollo. Por iltimo, pueden perder la muy valiosa oportunidad, proporcionada por la adolescencia, de conocer, compren der y disfrutar de una amplia variedad de personas de ambos sexos —seres humanos en general, mas que algiin individuo idiosinerasico en particular. Las investigaciones demuestran que las jovencitas que comienzan a sa- lir con muchachos, desde muy temprana edad (entre los once y los ¢ator- noviag- ce anos) y las que no lo hacen en absoluto —incluso ya avanzada su adolescencia— estan en dewentaja en relacion con su desarrollo, Las a salir con muchachos, a edad temprana, orosas y confiadas en si mismas, pero al mismo adolescentes quie comien tienden a ser activa, vig tiempo son inmaduras, superfiviales, earecen de imaginacién y sus intere- ses y amistades son limitados, particularmente con otros jovenes. Las que no salen con muchachos en absoluto suelen tener un reiraso en su desarrollo social, dependen demasiado de sus padres, som inseguray y distraidas. Claramente, estas caracteristicay de la personalidad no se pueden atribuir solo al patron del noviazgo, AL menos ey muy probable que las caracteristivas preexistentes de la personalidad influyan en las pricticas del noviargo, y viceversa. Pero, una ver que se empieza a seguir ese patron, parece iniciarse un circulo vicioso, el cual refuerza may las desventajas especiticas en que la joven se encuentra. wn Los matrimonios entre adolescentes — 2Acaso la adolescenie que se casa con su novio de la secundaria tiene wn matrimonio mas feliz que las que no lo hacen asi? La respuesta es eviden- temente negativa, en términos generales, si el matrimonio se realiza cuan: do todavia son adolescentes. Las exigencias del matrimonio, en nuestra sociedad, son complejas y dificiles de satisfacer a cualquier edad, como lo demuestra de manera dolorosamente clara la taya de divorcios, la cual crece continuamente, También es probable que las cargas scan mucho mayores para los adolescentes casados, porque tal vez todavia luchan por completar su educacidn, por establecerse en una profesion o sencillamen- te por decidir quiénes son en realidad y qué quieren ser. Cominmente, los adolescentes casados no tienen seguridad econdmica o dependen de los padres, de quienes obtienen una ayuda econémica continua; en ambos casos se presentan algunos problemas adicionales. A menudo, los matrimonios entre adolescentes se complican adi- cionalmente por ser solo el resultado de un embarazo. De acuerdo con un estudio, aproximadamente tres cuartas partes de las novias que habian sido embarazadas antes del matrimonio tenian dieciocho 0 menos afos de edad; casi todas eran menores de veintidds. Una mayoria de jovencitas de dieciséis anos y mas de un tercio de muchachas de diecisiete, que contrajeron matrimonio, estaban embarazadas." En tales casos, es muy. posible que los jovenes no se casen con la persona con la cual les hubiera ; gustado y, aunque asi fuera, tienen menos tiempo para adaptarse entre si, y a las exigencias del matrimonio, antes de asumir las responsabilida- des y restricciones de la paternidad. En consecuencia, no nos sorprende encontrar que, en los primeros cin- ? co afios de matrimonio, la tasa de divorcios de hombres y mujeres que se casaron antes de los veinte afios de edad rebase el doble de la de quienes se casaron a mayor edad y que dicha tasa se mantenga continuamente mas alta durante toda la vida, Mas aun, la probabilidad de que se divor- cien o se separen legalmente aumenta a medida que la edad de los contra- yentes disminuye. Lo anterior no significa que los matrimonios entre adolescentes no pueda tener buenos resultados, Medianie la ayuda y el apoyo de los fami- liares, las escuelas y otras instituciones hay un numero significativo de es- | tos matrimonios que logran el éxito, aunque rara vez es facil el camino. 15 76 Los adolescentes y las drogas En los Estados Unidos y en otros paises occidentales, muchos adultos creen que el notable aumento de las iiltimas décadas, en el uso de las dro- gas entre los adolescentes, es un fendmeno tinico y aislado. Esta pinion es enganosa y s6lo obstaculiza los intentos por analizar el problema des- de su propia perspectiva. El uso y abuso extendido de las dragas no se li- mitan a los adolescentes ni son un producto del advenimiento de la cultu- ra juvenil de la década de 1960, como puede testificar cualquiera que contara con veinte aftos en ia década de 1920. Aunque puede haber diferencias significativas entre las generaciones, en Jo referente a sus patrones de empleo de las drogas, la sociedad mas gene- ral —de la cual forman parte los adolescentes— ha estado transforman- dose en una “cultura de drogas’’ desde hace ya muchos afos. Por ejemplo, en una cuarta y una tercera partes de todas las recetas médicas que acttialmente se extienden, en los Estados Unidos, se prescriben pildoras estimulantes 0 dietéticas (anfetaminas) o tranquilizantes. Entre 1964 y 1977, las prescripciones de valium y librium, los dos tranquilizan- tes de uso mas extendido, aumentaron de cuarenta a setenta millones anuales solamente en dicho pais. La television y la radio bombardean al piiblico con insistentes mensa- jes en los cuales sefalan que el alivio para casi todos los problemas —ansiedad, depresion, inquietud— esta ‘a solo una tableta de distancia’’. Segiin lo expresado por un muchacho de trece ants de edad: “Se supone que no debemos tomar drogas, pero en la television abundan los anuncios que muestran a las personas corriendo a tomarse una pildora porque algo las molesta’’. Los adolescentes que han adoptado esta forma de hacer frente a la vida dnicamente reflejan los modelos so- ciales y familiares que tienen enfrente. Las investigaciones demuestran que los jovenes cuyos padres emplean excesivamente drogas tales como el alcohol, los tranquilizantes, el taba- co, los sedantes y las anfetaminas estan mas propensos a aficionarse a la mariguana, al alcohol y a las drogas, en comparacion con otros adoles- centes.' Como un adolescente de quince anos me dijo alguna vez: “En casa no puedes estornudar sin que te den una pildora, Mi mama siempre ‘esta tomando algo para los dolores de cabeza y por la noche mi papa siempre toma algo para no dormirse al tratar de terminar su trabajo. No son alcoholicos pero si toman mucho. De ese modo, ;se me puede tachar de criminal por fumar ‘yerba’?"* Inkalando fa sustancia miégica, 7 inyeeténdosela ‘Tambien es cierto que, aun cuando gran cantidad de adolescentes estén convirti¢ndose en asiduos adicios a las drogas de alto riesgo, la mayoria no lo estan. A pesar de las horribles predicciones hechas a fines de la dé cada de 1960, sobre la inminencia de una “epidemia’’ de adolescentes adictos a las drogas, no ha sucedido nada por el estilo. El uso de ta mari- guana, del alcohol y del tabaco se ha extendido entre los jovenes, pero no se ha detectado, en mas de una de cada cinco personas, en los Estados Unidos (y en general, en una menor proporcion, en la mayoria de los de- mas paises occidentales), el uso de drogas *anti-cultura’* como el LSD y otras sustaneias similares, de inhalantes (como los pegamentos quimicos) de “aceleradores"” (anfetamina) y de “tranquilizantes" (barbitaricos), ni de los estimulantes que acaban de entrar en el nuevo mundo de las drogas como la heroina, la cocaina, el PCP (‘“polvo de angel””), el quaalude y las sustancias afines. Muchos antiguos adictos ocasionales abandonaron el uso de dichas drogas sin que otros nuevos adictos tomaran su lugar. Sin embargo, no cabe la complacencia. Aunque es exacta, por ejemplo, la aseveracion de que "S010" del tres al cinco por ciento de los estudiantes de secundaria, en los Estados Unidos, han probado la heroina, no obstante el niimero representa a més de un millon de jove- nes, Ademis, el uso de drogas “tradicionales"” (es decir, las usadas por los adultos), particularmente el aleohol, ha aumentado en los tltimos anos en forma muy notoria entre los adolescentes jOvenes. [Para obtener una mayor informacion sobre las diferentes drogas que se usan actual- mente, asi como de su historia y efectos (inlcuyendo el alcohol y la nicoti- na) véase el libro Vicios y drogas de Jerome Jaffe, Bob Peterson y Ray Hodgson en esta misma coleccion.) El alcohol i Un pensamiento cominmente aludido por muchos padres de adoleseen- tes en la actualidad, es: ‘Me preocupa que beba, pero al menos eso es mejor que las drogas’”. Sin embargo, la realidad es que el alcohol es una

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