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A Anaya Carmen Introduccién Desde hace bastantes afios, astrélogos, parapsicélogos, quiromédnticos y otros parti- darios de las seudociencias vienen desarrollando una ofensiva en los medios de comunicacién de todo el mundo! sin que, en general, se haya dado el saludable contrapeso critico. Una no- table excepcién la constitu y6 el manifiesto contra la Astrologfa que se publicé en la revista The Humanist en septiembre de 1975 y que firmaron 186 clentificos, 19 premios Nobel entre ellos. En Espafia, 258 cientificos firmaron en 1990 un docu- mento semejante. Sin em- bargo, no cabe esperar que estas iniciativas, por estar su efecto limitado a un corto intervalo de tiempo, vayan a cambiar el panorama de una forma sustancial. En efecto, el debate entre astrénomos yastrélogos {y otros partida- Tios de seudociencias) es, en realidad, una repeticién de la viefa polémica entre cien- cla y religi6n, aunque la clencla goce ahora del poder, politico y econémico, y, en esa polémica, la reli- gién esté reemplazada por el credo astrolégico. Pues el rasgo definidor de muchos partidarios de la Astrologia y de las seudociencias en ge- neral es, precisamente, su deseo de creer; ello les hace Inmunes al fracaso experi mental de sus predicciones y, "Exist, paralelamente, una ex- tensa oferta bibllogrstica, Por eiemplo, y por citar sélo libros en castellano el catdlogo de una acre ‘dads bers valencana ofeca en mario de 1990 mas de 220 tiulos Sobre Creencias varias, efoters: ma, magia, clencas ocultas y aft. nee! con tials tan sitins corn Tena y pn df oearac, del dacarfméner del Oso. (Debo con- Tesar que no he conseguido ese Nbr, @ pesar dle mi interés en la nce dea eencamacién, LOS MEDIOS DE COMUNICACION FRENTE A LAS SEUDOCIENCIAS JOSE A. DE AZCARRAGA por tanto, a la esencia del método cientitico, No obstante, Ia fe en las seudociencias tiene unas im- portantes repercusiones so- ciales, y quienes la fomentan contraen una grave respon- sabilidad. Como decfa el no- velista H.G. Wells, la histo- ria humana se parece cada ver més a una carrera entre la educacién y la catéstrofe. Los medios de comunica- cin tienen que animar a la ‘educacién en esa carrera o, al menos, no deben ponerle obstaculos. Sin embargo, aunque las seudociencias son frecuentemente objeto de su atenciGn, pues som noli- cia, muchos medios de co- municaci6n ignoran la cien- cia ante la pasividad de la comunidad cientifica en ge- neral y pese a los esfuerzos de los periodistas cientiticos. Nadie puede discutir hoy se riamente que la ciencia es parte integrante de la cultu- ra, como ya argument6 ro- tundamente el fisico y nove- lista C. P, Snow en su célebre conferencia Rede. Una igno- rancia completa de las leyes, de Newton, del papel jugado por Darwin en la biologta © 2¢.P, Snow, The ao cultures and «a scnd ot an expand verso of he tuo cultures and te Scenic Revol tion, Cambridge Univ. Press (1963) Ivetsién espanol: Las des cultures an stgunda enfoque, Allanza Ed. (197), M. Green, The two calures ‘9p revista, American Journal of Physics, 47, 1.020 (1979}; RI. Bic- nik, volition of tet cultures cone tres, bid. 4, 417 (1981), No hae sido Snow el dno en tratar este CLAVES COMUNICAGION de las implicaciones del descubrimiento del cédigo genético por Crick y Watson deberia ser tan grave ~cultu- ralmente hablando- como desconocer la existencia de Shakespeare, Cervantes. Rembrandt 0 Mozart. Por esa raz6n la ciencia deberia tener una mayor presencia en los medios de comunica- ién, y por ello es también conveniente que el andlisis critica de las seudociencias siga en pie. ¥ todo ella no con énimo de privar a los partidarios de esas seudo- clencias de su legftimo de- recho a airear sus convic~ clones, sino con objeto de restablecer_ un minimo equilibrio, cuya pérdida deja hoy indefenso al ciuda- dano no informado ante la conquista de los medios de ‘comunicacién por horésco- pos, anuncios de curas mi- lagrosas o promesas de fortuna, y la aparicién de consultorios especializados de mages y brujas, pese a que sélo se dediquen ~tranqui- liza saberlo- a atender bue- as causas, Algunas consideraciones sobre la Astrologia y la Parapsicologia No es éste, ciertamente, el problema, véase, pr ejemplo, | Bronowski. On bring a inellcual Smith College, Northampton, ‘Mass (1968); Science and a 1 lus, Harper and Rew (1965), lugar para hacer una critica detallada de la Astrologia’, la seudociencia hoy mas ex- tendida*. Como es sabido, su corigen se remonta a las anti ‘euas civilizaciones de Meso- potamia, aunque el primer asttOlogo maemo es Claudio Ptolomeo, A mediados del siglo II Ptolomeo escribié, ademds del famoso compen- dio astronémico del Almages- to, el primer tratado astrolé- gico, el Tetrabiblos®, que nos ha llegado a través de una transcripcién del siglo Xill Conviene observer, sin em- bargo, que Ptolomeo ya dis- tingufa entre las capacidades predictivas de la Astronomia y.de la Astrologta: refiriéndo- sea la segunda describfa “su método, menos autosuficien- te... de modo que aquellos que buscaran la verdad no comparasen sus apreciacio- nes con las certezas del pri- mero [el método astronémi- col’. Pasajes semejantes pueden encontrarse, dicho sea de paso, en Copémico, Kepler, Brahe, Galileo y otros padres de la ciencia moder- fa, pese a que con tanta fre- ‘euencia como discutible fun- damento sean citadas por los astrélogos como adhe- rentes a su causa La Astrologia fue, en su origen, algo natural e inevi- table. Tras comprobar que el Sol determina las estaciones y éstas las cosechas, era na- tural inferir el influjo de los asttos sobre el hombre, Pero * RB. Culvery P. A lanna, As tly trae of? A sent evalua liom Prometheus Books, Buffalo NY. (1988), "Una encuesta Gallup de 1986 Imayo/uniorealizada ente jove nes de Estados Unidas mostes ‘que el 57% cree en la Astrologa, Un 46% en la percepeion extrasen- Soria, un 198 en la clarhidencia, tun 19% an la brujera. un 15% en Fantasmas y un 13% en el mons- tuo del Loch Ness, La situacién fen Espana no debe ser mejor > Ptolomea, Teta: texto rego con traduccicn ingles (de FE Robbins} publicado por Loeb Classical Lib, Londres (1940, 6 108 MEDIOS DE COMUNICACION FRENTE A LAS SEUDOCIENGIAS de reconocer algtin efecto mantener perfectamente una _estadisticamente habian de _(catéstrofe) en la novena casa nuestro ritmo vital es conse- conversacién con Ptolomeo®, producirse... La experiencia (viajes langos) El dia del nau- cuencia del periodo de rota- peto éste suftirfa un stack cul- claramente refuta la hipétesis _fragio, Urano estaba en oposi- cidn de Ia Tierra, por ejem- tural de proporciones sidera-_astrolégica’"” cin exacta con la Luna radi- pplo- a sostener que nuestro lessise le explicaran las posi. No puedo resistirme a cal del hordscopo del capitan destino esta influido por los _bilidades del telescopio espa-_transcrbir aqur, para solaz del |... Cualquier astrélogo con- astros media un gigantesco cial Hubble o los importantes lector, un hordscopo extraido _siderarfa esta combinacién salto en el vacfo. Tales gene- descubrimientos del satélite de un libro de Astrologla que como extremadamente peli ralizaciones son, hoy, insoste- COBE y probablemente no presumo sero!', Como es sa-_grosa”. Resulta diffll encon- niles: hace siglos que la As- sobreviviria al sindrome de bido, no sélo se hacen cartas _trat una serie semejante de tronomia se separé de la As- Stendhal (cientifico més que —natales de personas, sino que _disparates en tan poco espa- trologia, como la Quimica lo atistico en este caso}, al que se pueden hacer de objetos cio. Me pregunto cémo serian hizo de la Alquimia®. gCémo se verfa sometido. Y es que, inanimadas. Ello plantea difi- las cartas natales de las 1.500 entender, entonces, el actual como fades las creencias dog- cultades adicionales: «Cudl es personas que petecieron en el reflotecimiento de la Astrolo- méticas, la Astrologfa ha evo- el momento natal de un auto- hundimiento. ¢Serfan todas ‘fa, la creencia en fenémenos lucionado poco; de hecho, mévil2, gel momento en que iguales a las del capitén supuestamente paranorma- una parte de su evolucién ha empieza a rodar?, gcuando lo Smith? De todos modos, la les, la quiromancia, el Tarot, sido forzada por a necesidad adquiere su primer propieta- del capitén serfa la ms im- el [Ching e incluso en la bru-_ de incorporar los planetas rio? Pero estos problemas no portante: cuestién de jerar- jeria? A mi juicio, la razén es que se hallan mas all de los parecen arredrar al astrSlogo. quia. Lo sorprendente es que sencilla: como ya observé siete planetas de Ptolomeo. He aqui por qué el Tilanic es- estas afirmaciones puedan ‘Tocqueville, la mayoria de las Ello ha dado pie a un buen taba condenado al naufragio: _hacerse 500 afios después de personas prefiere creer en nimero de eruditas discusio- “La historia astroldgica del T- que Leonardo afirmase refi- tuna falsedad simple, que no nes sobre la influencia de tani-es una concatenaci6n de _riéndose a la quiromancia, obligue a razonar, a estudiar aquéllos ¢ invalidado -cabe mala suerte. En el momento pero con igual validez para la tuna verdad complicada, La suponer- todas las cartas na- en el que fue botado, Marte Astrologfa: "No me ocuparé cceencia en la Astrologia, los tales realzadas antes del des- estaba en oposicién con el de la quiromancia, pues en fen6menos paranormales y cubrimiento de Urano (1781), ascendente (lo que indica ella no hay verdad... Verds a otros semejantes es, pura y Neptuno (1846) y Plutén ‘dafto corporal’, Mercurio en un gran ejército exterminado seneillamente, un acto de fe (1930). Es obvio, por lo conjuncién con Saturno y en una hora por la espada, y ccuyas rafces son histéricas, demés, que un minimoespiri- ambos opuestos a lipiter. ninguno de los muertos ten- culturaes y sociales, pero no tu cttico pone a la Astrologla Cuando comenz6 el viaje el dré en la mano las mismas Ii- cientificas. Ello explica, en en una situacién insostenible: 10 de abril de 1912 a medio- _neas que el otro”. Como dice primer lugar, la escasa evolu- en todos los casos en que los dia, el ascendente (que repre-_|ulio Caro Baroja!?: “Un es- ‘cin que a través de la histo- astrologos se han prestado a senta el barco) estaba opues- _pectro milenario reaparece ria ha tenido la Astrologta ty, colaborar para realizar una to a Urano (catéstrofe) y a la con nuevos ropales... se ven- ‘en general, todas las seudo- comprobacién experimental Luna (los pasajeros). Neptu- den librillos de Astrologia que ciencias), en marcado con- de sus predicciones el resul- no, el dios del mar, se situaba ya hacfan sonrefr a algunos taste con el gigantesco avan- _tado ha sido negativo. En una en la casa doce (desetacias} hombres reflexivos de hace ‘ce dela ciencia”, Un astrélogo experiencia reciente (1985) formando cuadratura con el 2.500 afios... Cuando llega el actual, por ejemplo, podria realizada "con algunos de los Sol (un aspecto de peligro). caso, hombres y mujeres se mejores astrologos de Esta- En la carta natal del capitan dejan dominar por un deseo _— dos Unidos... la Astrologfa no Smith, Neptuno se situaba en de saber el porvenir, de cono- pudo mostrar su efectividad la casa de la muerte y Urano cer su destino, y los argumen- © Por lo que se refiere (al menos) la Adtonom@y la Ast: mas allé de los aciertos que ‘tos que han expuesto muchas Ff convene etre veces cabezas fuertes.... no aldad, nunca formaren un cuerpo yalen ni i de dcrina tnico,Pese alas pre; "En elempermento. fos aswé- Valen nada. No; Leonardo, terslones de los asrlogos, era logos paticpontescomimiren en Voltaire, Kant, no han exist thio aprpindo deer quela Actor proche denice. Pese a todo, la dcnifian ss fifannie in do.. la fe puede mas que la Momiy ya Atibogia amiaron Sencha cna gant como alas ponds Ge demostac fines cranie mache tempo, pero al benestar humano deforma no: lee pins todos le planeta. : sin eaclarse. table, decisiva, como lo prueba el Sol y Ia Luna, mas otros objetos__Desearfa hacer también un Teoniapalaba anne me estoy ertiginoso aumento de a polar defhidos polos astolagon) nel breve comentario sobre los tettendo,natrament, 2 la acr- cf del planeta (un éto que, por momento del nacimieno pueden lamadbos fenmenos patenor- Imilalon de conocimlentos que no tr asociad al do densa Userse pata determina losaseos youre crane eal sclchens Fermiten una mefordesenpcon de con necsaro. cnaiuye Noy pe generalcs de ia personalided del a Ts Notuater La finalidad de la faddieament Ia mayor amenaza_Sufeto, sus tendenciss tempera mente indica su denomina- clencia ~al menos de la clencia pata la sociedad humana) mentales y de comportamiento, pura es el descubrimlento de las - Un buen numero de las expre- para indica las acontecimlentos Teves que rigen los fendmenos na. siones modemas de la ASttolopla, mis importantes con los qu et {ufales, nol felicidad humana, Es tales como “casa lunar o solar, etoprobablementeeencontars, Cao, La cam, ei de ‘comin reprochar ala ciencia, y “era de Acuario’, etoétera, se D.y/. Parker, The nav complae ala: listora del Fiagndin, Cit- Qué no sin fundamento, que sv deben a Ptolomes y tienen, por astrologer, M. Beazley Pub. Lid, culo de Lectores (1987), ‘La fe as ‘vance no conduce necesariaman- tanto, asi 2.000 aos. [1984), Edicién espafola bajo elt troldgiea y ots calamidades’ ant tea Una major felicidad del hom- ° 5 Carson, A deublesind ist of lo Nueo gran rode la Astro, culo en el periédica ABC, 21-5. bre, pero ese reproche no es un fe- asvoligy, Nature 318, 419(1985), Editorial Debate, Madrid (1988). 1988, pe. 3 6 COMUNICACION CLAVES ci6n, estos fenémenos, que se hallan al margen de los nor males, se colocan por su misma naturaleza fuera del ‘ode la ciencia, Se puede decir que, para que un suce- 30 sea paranormal, todas las explicaciones nonmales deben fracasar; el carécter misterio- so es un ingrediente esencial del frineno. Como dijo Julian Husley al describir cémo la jencia iba estudiando e in: corporando distintos campos de la experiencia humana! ‘el nico campo que perma nece todavia fuera del siste- ma cientifico es el de los jos fendmenos paranor- males, como la telepatia o la percepcin extrasensorial Presumiblemente se requeri 4 una considerable modifica ign de su estructura te6rica >, Huey, Es Pelican Books (1968), Wo humans para que puedan ser conside- rados desde una perspectiva clentifica’. Los fenémenos paranormales forman un con- junto muy dispar, cuyo tnico rnexo de unin es su caracter cexcepcional y misterioso; per- tenecen, pues, al mismo d minio cultural y sociol6gico fen el que se mueven las cre encias astrolégicas. Pero, al igual que la Astrologia, no han sido ignorados por los clentificos, que si que han tratado de averiguar lo que pudiera haber de cierto en ectoplasmas, médiums, plter- sess (espiritus ruidos charas dobladas y otros fené ‘menos parecidos. He aqui lo que el bidlogo Jean Ros- tand! firma, face ya medio siglo, tras participar en mas de |, Rostand, smard (1941), Ec Homme, Gall in espanol: El CLAVES COMUNICACION 150 sesiones de todo tipo. Debo decir que no he encon: trado en todo esto mas que impostura y puerilidad. Me ha sido imposible, a lo de perseverantes ensayos, re coger el menor hecho, no dité ya demostrativo, sino al menos sorprendente o singu: lar, que invitase a continuar la busqueda’, Pero la queda ha continuado, aun- {que sin resultados!®. En el re- sumen que precede a un at fculo aparecido hace seis afios en la prestigiosa revista Nature? (la revista en la que Crick y Watson publicaron el articulo sobre el cédigo gené- tico que les valié el Premio Nobel), dedicado al analisis cientfico de la paracencia, se lice: "La paracienia ha fracasa- do, hasta ahora, en presentar ib Hasta que lo consiga conti nuaré siendo considerada un solo hallazgo rep Los libros de M. Gardner, ais and falls in Scene, Dover, N bans, Prometheus Boos, Buffalo, N.Y. (1981) [version espa ena, I> Bueno. lmao (1988), conte a informacion y referencias "SD. F Marks, esting the JOSE A, DE AZCARRAGA Para condluir e me gustarfa jemplos anteriores mues- tran que la comunidad cient fica no es contraria, a prior, a la consideracis nocimientos © doctrinas, por muy esotéricas que puedan ser. No hay, pues, espe prejuicios contra la Astrolo: gla, a Parapsicologia u otras creencias semejantes. De hecho, de ser ciertas sus pr tensiones, se abriria un nnante campo dk perimentacin. Ni siquiera la ausencia temporal de una to- ria que describiese el fensinena podria ser, estrictamente ha- blando, una dificultad: e magnetismo de la piedra imén (aunque bien observa- ble} fue pura magia du milenios, pero nadie pudo discutir su existencia. Los prejuicios n ando la w- rificacidn de las a de las seudociencias permite comprobar su falta absoluta de fundamento, y se abserva que las repetidas refutacio: nes no n el menor efecto en sus seguidores. confirméndose asf el cardcter dogm us credos Pues no basta tener fe par que el fenémeno se presente © la prediccién 2, Lle gados a este punt més remedio que invocar el viejo principio juridic el cual el peso de la prueba corresponde a quien afirme Por e50, y mientras nose presente 1 fecho cero, la Astrologia, lo paranormal y las clencias tas no merecen otro calificati- "7, Blackmore, Te eusie aen ‘min: ten years of negative ecrch Bi 240 (1987) AF 108 MEDIOS DF COMUNICAGION FRENTE A LAS SEUDOCTENGIAS vo que el de dogmas seudo- 5. La|ustifcacién del efecto cluso si se adornan de un cientificos basados en el mayor que la de Marte”, yno hace uso de hipstesisfantésti- argot cientifico, tienen un erro, la supersticin y, con de- digamos la debida a su capaci- cas, frecuentemente artopa- marcado cardcter antropo- rmasiada frecuencia, en el frau dad profesional) das en un léxico centfia, Tam- morfo® que traiciona el sus- de, 2. B] propio efecto es dificil bién es comtin el uso de ins- trato social y cultural que las de medir 0 de cuantificar. Su _trumentos cientfics (orcena-_origind, Este sustrato las hace prediccidn se realiza en térmi- dores 0 cémaras fotogréficas _practicamente inmutables, Aspectos comunes de las nos de tendencias © prbabilda- especiales, por ejemplo) en la pues las ambiciones y las de- seudociencias des, en general imprecisas. predicci6n 0 déaidn del elec- bilidades humanas cambian Ademés, resulta dificil justii-_ to. Entre los nombres centifi_escasamente con el tiempo: La discusién anterior puede car por qué las causas que cos tomados hoy repetida- en contraposicién, los conoci- servimos para establecer unos dan lugar a estos efectos no mente en vano figura la quinia_mientos cientificos actuales criterios generales cuya pre- pueden manifestarse de (xia. dimsin —la obsesién son extraordinariamente mas sencia sirve para distinguir las forma més concluyente. por las dimensiones viene de _extensos que los de hace tan seudociencias de las ciencias (Es un dictum de la Astrolo- la ya antigua fascinacién que s6lo 100 afios. Més atin: la en general. Las mateméticas, gia que ‘las estrellas inclinan, a Teoria de la Relatividad evolucién cientiica ha segui la fisica 0 la biologta son las pero no obligan’. Peto, si son ejerce entre algunos cultiva- do frecuentemente, en cada rmismas en China que en Eu- capaces de incinar, qué es lo dores de las seudociencias-y, generacin, pautas completa- ropa. Sin embargo, el hordsco- que les impide obigar? Si un muy recientemente, la pre- mente imprevsles para la an- po chino es diferente del occi- _fallecido puaie comunicarse de sunt quinia fuer, ie, la que terior dental, aunque sus objetivos una forma criptica con un fa- es diferente de las cuatro ha- 7. Los partidarios de las puedan ser los mismos. Las miliaren una sesiGn de espiri-bituales: gravitatoria, débil, seudociencias son reacios a seudociencias dependen, tismo, zquées lo que le impide electromagnética y fuerte someterse al control cientifi- pues, del medio cultural en el hacerlo de forma clara?) 6. A pesar de su carécter co. Con frecuencia sostienen que se han desarrollado, pero 3, La presencia de los efec- disparatado, las hipétesis a que sus estudios estan més sus especiales métodos de tra- tos se mide en estadisticas de las que se refiere el anterior alld de la cincia oficial, incapaz bajo, los efectos que estudian dudosa fiabilidad, mal confec-apartado, no son en realidad fo ~dicen de incorporar sus co- ylas causas a los que son atri-cionadas o que omiten los —buslantefantéstcas 0 revouciona- nocimientos. bbuidos les confieren algunas casos desfavorables. Cuando ras, como frecuentemente su- 8. La justificaci6n del fraca- propiedades comunes. He no esasi, los efectos aparecen cede en las revoluciones cien- so de una predicciGn 0 expe- aqut las que a mi me parecen en experiencias irrepetibles, tificas. La Naturaleza tiene _riencia se basa en argumentos mds sobresalientes!® ‘cuyo resultado no puede veri. mucha més imaginacién y es ad fac que, en ocasiones, se 1. Elorigen del efecto obser ficarse ni someterse a control. _capaz de asombrarnos mucho _atribuyen al marcado escepti- vado 0 predicho se atribuye a 4, Apesarde ello, se afirma mas profundamente. gQuién _cismo de alguno de los obser- uno a Varios agentes, general- que existe una elevada preci- hubiera pronosticado que el vadores (la llamada voluntad ‘mente mal identificados, cuyasi6n o un gran némero de tiempo no tenfa cardcter ab- ure) que impide el éxito dela intensidad es difcil 0 imposi- _aciertos. Sin embargo, las pre-soluto en el siglo XIX, antes misma ble de valorar. Al mismo tiem- dicciones de los horéscopos de la aparicién dela Teoria de 9. Casi todos los partida~ po, no existen razones que per- _merecen el calificativo de daf- a Relatividad, o imaginado la rios de las seudociencias se rmitan asociar el efecto a unas cas por su vaguedad o por su estructura del ADN y su papel encuentran fuera de la comu- ‘ausas determinadas frente 2 completa amerliiad; de hecho, en la hetencia a principios de _nidad cientifica, aunque con tras igualmente posibles, su falta de especificidad las este siglo? Se hubiera podi- frecuencia se arropen con titu- (ePor qué ha de ser Marte hace aplicables.a cualquier na- do entonces cancebir el ac- os inexistentes 0 expedidos ms importante en el naci- _ tiv (sujeto}®. tual proyecto Genoma? Las por universidades que, nunca mmiento de una persona que el doctrinas seudocienttlicas, in- mejor dicho, merecen la de- ginecdlogo que atiende a su madre? Su influencia gravita- jue entre mace eho hay una tora, por ejemplo. es bastante misce eamncttn, Seabee teen ai de ncn... una ldoctory el bebe y queladistan- suerte que Saturmo no se haya 2” Bl fenémeno de los ovnis, ‘So enteel centro de masa Gel hos unido alos otros cuerpos celestia- aunque fuera de las seudacienclas, pital yl nifo es de unos 6 metios, les en Cancer Esto hublera sido presenta con ellas muchos aspec: las ifluencas ratatoia sobre el desastoso,e implicado la pérdida tos comunes y, en particular, esa "® Algunas de estas caracterfti-_bebé de la macdre, del doctor, del de unrieo patimenio. El natvo (la faa deimaginacé. Los presuntos cas sirven también para detectar hospital y del Sol serian,respeciva- Biblioteca| hubiers sido estdpido, stants son casi siempre dascrtes ‘experiencia clentficas mal plane- mente. 20, 6, 500 y 850.000 veces malicleso y saclego..Verdade- de forma exlravagante, peo arto fdas. como sefald el Nobel de mayores que las de Matte. (RB. ramente, la Biblioteca briténica ha pomora a imaginacion de lost ‘Quimica Iving Langmuir en un > Cuvery P.A. lan, o. ct) Sido afortunada. (Ignore por qué tees no da para mas El lector ine nombrado coloquio de 1953.|La 2 He aquf algunas partes del se ha seleccionado la fecha; quiz resado en un andlisiscientfico de Conferencia ha sido reprodicida = horéscopo de la Biblioteca briéni- es lade la Gltima reform impor estos feninews puede consular C. reclentemente en Pigs Tay, 42, a TS Palle, Aslogy, The B1t-tante. Seria interesante conocer lo Sagan y T. Page (eds |, UFO's, A fase, 10, pi. 36 (1989), tish Library Board (1980), toman- que diel horéscopo cuando con- sei eae W. W. Norton, 974, "W He aqui los efectos armtats- do.como relerenca el I de julio de luya Is controverida ampliacién # En la mente de todos hay ris sobre un recién nacido. Si se 1973amedianache-"La concentra- que actualmente se lleva a cabo. ejemplos de docars dedicados a Supone que elbebé tiene una masa cid del Sal la Luna, Venus y Met- En cualquier caso, lo transcrito propagar los credos seudocieti. de kilos, la madre de50, el médi-- curio en Cancer muestra que la Bi- también podria aplicarseacuaquler cos desde la prensa, radio y tele code 75, el hospital de 2.1 x 10%, bliotecaserd una fuerza importan- Biblioteca Nacional, visién, 6 COMUNICACION CLAVES nominacién de universidades fantasmas”®, Ante las criticas suelen responder afirmando cute conviene distinguir entre los practicantes serios y los charlatanes. Sin embargo, no existen casos conocidos, al menos notorios, en los que los serios denuncien puiblica- mente a los impostores. 10. Finalmente, existe en tomo a las seudaciencias una actividad econdmica suber nea importante, poco cna da y peor controlada, ante la que el sufrido consumidor se en- cuentra completamente de samparado, incluso desde el punto de vista legal?’, Todas las seudociencias presentan un niimero ele- vado de estas caracterist- cas, que son el resultado de una esencial: as seins renin, en la pric, al mo cent, es decir, a la comprobacién de sus predicciones por medio de experiencias controladas € independientes. Por otra pare, al no requeri necesaria- mente que iguales circunstan- 2 segin datos que tomo de la prensa IM. Crespo, El negocio de [a magia’ Hai dl Lancs, Valencia 15101990, pig 22 se estima que ct negocio de la magia mueve en Espana mds de 20.000 millones de pesetas anaes, correspondieno ims de la mitad de eso cfaa la compra de amuletos mégicos en tiendas esiazadas cuyo ndimero ‘aumenta sin cesar. Unos dos mi- lanes y medio de personas visitan fos cansultorios, que atienden @ unas 89 personas por da: el gato medio anual por consultante es de 8.000 pesetas.& la cif anterior “que hay que tomar con las debi- dds reseras— hay que sumat la de la publicidad de los programas de radio y television dedieados a a preci del futuro, hoy deseracia Aamente tan extendides Toda teorta cientifica debe superar certs condiciones: a) La teorla debe describir adecuada- mente los datos experimentales tnistentes (la precisin con la que e508 datos se hayan obtenido la feracttud de la descripcin aica- 2ada, determinaré el grado de con- flanza que merece [a Yeora y cud les son Sus limitaciones} 6) La te- ofa debe ser capac de predecir f= émenos nuevos, mas ald de los gue sitvieron para formulatla. y las produzcan iguales efec- 105, su proceder también pone en cuesién el principio de causaidad, base de toda ciencia ‘Como consecuencia, las seudociencias no poseen ~no puaen tener, cabria decir un cuerpo de doctrina Idgica- mente estructurado; por el contratio, sus credos tienen ralces histéricas y sociolégi- «as, y escaso 0 ningiin funda- mento empiico. Por ello, el mismo hecho de que las seu- dociencias se hayan manteni- do hasta hoy es también una indicacién de que no desapa- recerdn en el futuro; es més, ‘cabe pensar que su auge ac- tual esté relacionado con la disminucién de las ereencias religiosas tradicionales, que estarfa facilitando el avance del ocultismo y de los credos seudocientificas en general Algunos aspectos sociales de las seudociencias y el papel de los medios de ‘comunicacion Las predicciones astrol6gicas, si se presentan como entree nimiento o incluso como sim- ple ceencia, no pueden causar gran dafio, aunque, camo dice €l viejo aforismo, slo la ver- dad libera al hombre. Sin em- bargo, sila Astologia ( la Pe repsicologia, por elemplo} se presenta como algo cieto que constituye, ademas, un instru- mento valida de consulta, y los futurdlogos se anuncian en los periédicos y mantienen pro- ¢eramasfijos de radio y televi- sin, la cuestiOn cobra un as- ecto completamente diferen- te, Aunque un sano esptu de dude puede estar presente en algunas de estas consultas, y ‘que puedan ser observados emp Feamente. Silas predicciones se verifican, las nuevas experienclas reafirman la teora, Sino es ast ¢} debe buscarse una nueva teorta ‘que, en los limites de aplicaciin de la anterior, concuerde oon ella y, cuando no sea as, permnita des: enibirlambun las experiencias en las que aqua fracas. CLAVES COMUNIGACION por tanto hacetlas inofensivas, otras muchas ~maxime si la consulta implica el pago de ‘unos honorarios— se hacen con Ja mayor seriedad y convic- cin. El renacer de los consul- torios astroligicos y migas de todo tipo no es, pues, un fend ‘meno intrascendente © ino- ‘cuo. Que circunstancias tan tr- viales como unas cartas 0 la fecha y hora de nacimiento, sélo modificadas, quiz, por las posibles dates psicolégicas dl futurdlogo consultado, sir vvan para aconsejar sobre cues- tiones de empleo, salud o fa- miliares es asunto muy serio. Por ello, hay que afirmar con claridad que los meds de come niacin que fomenian este tipo de cencias en sus eiones 0 progra- ‘gs, in que nunca se mencione eh las algo que permita dudar de su fectvdad (y me refiero aqut al ‘propio sistema de prediccién, no al hecho de que la tendencia anunciada pueda o no mani- festarse) esti actuando deforma irsponsable Hay también, qué duda ‘abe, una certa falta de control ‘en el desarrollo de este tipo de actividades, resultado del vacfo legal existente, que es dificil de llenar (aunque quizd con- 2 en Estados Unidos ha hab do recientemente dos sentencias lucicales imporantes sobre la AS" trologa. [ease G. Dean, Das asto- lag ted oe ru? Te ansuer fo, “The Shea! Enquirer Xl, 257 1987), En ellas al Tribunal Suprema de California yun tbunal federal cic taminaron en 1984 y 1985 que la ‘Astrologla ya adivinacién estén permitidas bajo la Primera En- Imienda, que prohbe toda restr ign a la libertad de expresion Una cteenela na necesita tener una base cientlica para que uno pueda expresar pGblicamente esa ‘reencia: Aunque estas sentencias pparecen dar una base legal a la préitica de la Astrologfa,constene recordar ue una dlporicn legal no es necesariamente una valida- ‘iin centile: en 1894, el Congre- So de Estados Unidos aprobs una ley que equivalla ja declarer falsa In ey de Ohm! a responsabliac, todo hay que deci, fue del com! 16 técnico que realiz6 el informe parael Congreso. Véase RD. Jack- Son, Class Elatradynamis, [ohn Wiley (1962), ag 813, JOSE.A. DE AZCARRAGA venga no hacerlo), y que con- trasta con la prolif reglamen- tacion que regula la actividad de muchas profesiones 0 in- dlustrias. Es sorprendente que la sociedad ea un titulo un versitario a un arquitecto 0 a un ciryjano y que al mismo tiempo permita a un futurlo- 0 mantener su consuitoro sin garantia alguna. Sin embargo, bastaria que un dente periuc- cado por seguir los consejos recibidos pudiera entablar una demands legal (algo muy dite Al puesto que los futurdlogos s6lo dan cons de acuerdo con las tendencas cbservadas) para que el niimero de consul- totios disminuyera sensible- mente (cuando menos, por el peso econéimico de los segu- Tos de malpractice que se harfan necesaros). Resulta paredojico ramenteestasicosy abandonado la Astologta como instrument ctl pata la prediecion del futuro, Pero Supongamos que no hubiera sido asly que hubiean encontrado una Vealcacsn garda! de sus predicio- res. Su conianza en la tebsia ene! Tevantamiento de la carta astral o natal las ubiera hecho entonces Ssospechar que el fallo parcial se abla a que no se estaban conside rando todas las posibes influences ¥, cansecuenterent, hubieran pre CLAVES COMUNIGACION detectar a esos planetas?™ 4. ePor qué, en el levanta- miento de la carta astral de tuna persona, lo importante es el momento del nacimiento (hota Greenwich, por supues- to), y na el de la concepcién? GE ésta una regla préctica que evita formular preguntas lite- ralmente embarazosas 0 es que las paredes abdominales de la madre originan — gfecies astolice un efecto pantalla sobre el futuro del feto? 5. Si, como los astrblogos afirman, sus métodos se pue- den aplicar a las finanzas y @ la politica, por qué no hubo niles de astrlogos que preci jeran el lunes negro de Wall Street de 1987, la cafda del muro de Berlin 0 la crisis del Golfo de la misma forma que todos los astrénomos del mundo saben cuando va a tener lugar un eclipse o ha de reaparecer un cometa? Por qué siempre se sefialan los signos astroligicos que pen «an anticipar es0s y otros acon- tecimientos después de que han ssucedido? 6. Sila Astrologia es una lencia, por qué los conoci- mientos astrolégicos no han convergido en un cuerpo de doctrina tras miles de afios de coi de dates, y se mantienen Ain que habia uno 0 varios plane- tas cujs efectos estabansiendo ig novados en el levantamiento de la ‘ata natal. As, os nbewesplanetas hubieran si dsruberos pr oar (ribose aq, sin embargo, cémo se descubrié Neptuno: Ia bia de Urano presentaba iregularidades ‘que no podin ser desea adeca- ddamente por la aplicacisn de las leyes de la mecénica de Newton a los planetas conaciios Esto lev a Jos clentfices Urbain |. Leverrier fen Francia, ¥ [ohn C. Adams en ‘Cambridge, a pra existencia y Ta psc de un ew planeta, res ponsable de las ieguardades ob- ‘servadas. Neptuno fue entonces en comttado por el asténomo alemén Galle el 23 de septiembre de 1846, 5 Hablo de un cuerpo de docs- na estrcturad, no de una cole dé de reglas misteriosas. La cr tribudotes que la Astrologia ha ido Tecibiendo alo largo de los aos (eomo a reciente ta de os “xd JOSE A. DE AZCARRAGA ms 0 menos- como en los tiempos de Ptolomeo?® 7. Sila influencia astrol6l- ca es consecuencia de una fuerza 0 campo atin descono- ido, epor qué se limita al Sol la Luna y los planetas?

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