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me) ei Cm *— feoria y accion_ = SSS SSS ANO 10—No. 107 — FEBRE! Nicaragua yel Filibusterismo Por Juan Bosch Por Diémedes Nufiez Polanco Problemas de la Identidad Cultural en el Caribe Por Pablo A. Marifez Dizector Ejecutivo: ichos reservados conforme ala ley. Bate ei jomposicion impresin: ‘Editora Alfa y Omega, C. por A. josé Contreras 69 - Tels. 532-5577/78. Consejo de Redaccion Rafael Julién Daniel Guerrero Direccién para canjes: Jaime Dominguez PLD, Casa Nacional Avenida Independencia No, 401, Santo Domingo, Rep. Dominicana. 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Exchange is kindly POLITICA: > qummmmmmmmmy (210) /<)31a-1 66,6 9 me ORGANO DEL COMITE CENTRAL. = DEL PARTIDO DE LA LIBERACION DOMINICANA FUNDADA EL 23 DE ENE. DE 1980, ANO 10,‘No. 107, FEB., 1989 EI Quinto Centenario Por Juan Bosch Las palabras el quinto centena~ rio, cada una de ellas encabezada por letras maydsculas, parecen creacion de una agencia publici- taria de las muy buenas, y de ser asi la.agencia pegd porque esas palabras han sustituido en poco tiempo a las que se habfan usado durante siglos para darle nombre a un acontecimiento histérico de altisima categoria, Ese nombre fue El Descubrimiento de Améri- ca, que volvera a estar en uso después del afio 1992 porque el de El Quinto Centenario no puede sustituirlo sino aludirlo durante cuatro. afios, y una alusion es siempre un hecho o una accion temporal; a tal extremo ¢s asi que en latin, de donde llego al espanol, la palabra alusion sig- nifica juego, retozo, actividad que no puede ser permanente. El descubrimiento de los enor- mes territorios que iban a ser Iamados América lo mismo en la lengua espafiola que en la portu- guesa, en la inglesa, en la francesa y en la holandesa —las que se hablan’ en los paises que estable- cieron colonias en el Nuevo Mundo— fue obra de Cristobal Colén, quien la levé a cabo gra- cias al apoyo econdmico, militar y politico que le dio la Espana de los Reyes Catélicos, pero debe apreciarse. como un_ resultado, el més grandioso desde el punto de vista de la Geograffa y la Eco- nomia que habia conocido la -humanidad, de la lucha contra la _ Naturaleza que el Hombre viene _ manteniendo desde los muy leja- “mos tiempos en que empez6 a ‘crear las facultades de observar, archivar en su memoria las obser- vaciones y tomar las decisiones _ dades, Fue en su lucha contra Ja Natu- taleza como el Hombre creé la vivienda que habia de sustituir a la cueva, la lanza que iba a sustituir al pedazo de madera con el cual enfrentaba a los animales y también a seres humanos que Jo atacaban, y la flecha que susti- tuirfa a la lanza cuando el enemi- go se hallara a alguna distancia © protegido por troncos de drbo- les 0 por sinuosidades del terre- no. A su vez, el arma de metal, manejada a mano, iba a sustituir ala flecha de madera, y la espada seria sustituida por las armas de fuego. Fue la lucha contra la Naturaleza, cuando ésta tomaba la forma del tiempo, lo que llevé al Hombre a inventar la rueda para Sustituir con carromatos de made- ra al animal de carga; a su vez, la carreta seria sustituida por el coche de caballos y éste lo seria por la locomotora del ferrocarri ¥ con ella por los vagones y a la vez el camino de tierra por los railes de acero. En la lucha contra la Naturale- za, lo que significa contra el tiem- Po, que es parte de la Naturaleza, el ser humano no salié sélo de la cueva sino también de la selva, y avanzo tanto en todos los érdenes que més de mil afos antes del descubrimiento de América habia construido, en Babilonia los Jardi- nes colgantes y en Egipto las gran- - dirigidas 2 satisfacer sus necesi- des pirdmides, y habia inventado la-manera de cruzar, primero los rios y los lagos y después los mares, usando la fuerza de los vientos y la manera de poner a su servicio esa fuerza gracias a lo cual acabé trasladandose de un pais a otro navegando con tanta seguridad como si hiciera la trave- sia por tierra a lomo de caballo, pero también aprendié a orien- tarse en la inmensidad de los mares donde no habia“ sefales que le indicaran cual cra el camino que debia seguir para llegar al lugar a donde se dirigia. De haber navegado hacia el Este. Cuando podia verse el final del siglo XV (quince), la lucha del Hombre contra la Naturaleza, que se le imponja al ser humano con una fuerza demoledora, lo habia Mevado a dominar una parte del mundo, en la cual estaban los pat- ses de Europa y los de Asia Menor. Tan temprano como 1820 afios antes, Alejandro Magno hab{a Iegado 2 la India lejana, pero no la'dominé. De China se sabia que Marco Polo habia estado alli, y nada més. Lo que se sabia era que las especias —la canela, la nuez moscada, la pimienta, la malagueta— Iegaban a Europa desde las Indias, pero ningéin europeo habia estado en las Indias, un pais, o un conjunto de paises, que en la imaginacién de los comerciantes europeos era fabulosamente rico como lo de mostraba la presencia de las espccias. A juicio de los comer- ciantes y log reyes portugueses, que conocian todo el oriente de Africa y las islas que habfa en esa regién porque habfan tomado SS Cristobal Colon, segiin retrato conservado en Ia galeria de Paolo Giovo (nacido en Como en 1483). posesion de csos territorios, la riqueza de las Indias era tan extra- ordinaria que se ordené la salida de una expedicion destinada a descubrir las Indias. Esa expedicion saldria de Por- tugal y se dirigirfa al sur, bordean- do la costa de Africa hasta llegar al extrema meridional de ese continente, y de-ahi en adelante navegaria hacia el este. Debe haber sido en 1488, cuatro afos antes del descubrimiento del Nue- yo Mundo, cuando uno de los buques de esa expedicién paso al sur del Cabo que iba a ser bau- tizado con el nombre de Buena Esperanza. Este buque no llegd a Las Indias, lo que equivale a decir que Portugal no descubrié al Nuevo Mundo porque sus nave- gantes no crefan en la opinién de un marino italiano Hamado Cris- tobal Colén, quien afirmaba que para llegar a Las Indias habia que dirigirse hacia el oeste, no al este. ¢De dénde sacé Colén esa idea?. Visto desde hoy, es dificil comprender el desconocimiento del planeta Tierra en que vivia la humanidad cuatro afios antes del descubrimiento del Nuevo Mundo. Si el buque portugués —galen 0 carabela— que pas6 al sur del Cabo de la Buena Espe- tanza hubiera’ sido Mevado del este hacia el oeste y no del oeste al este, en vez de penetrar en el océano Indico habria entrado en el Pacifico por la misma via que treinta y dos afios después iba a seguir Fernando Magallanes, y el continente que seria llamado América habria sido descubierto por Bartolomé Dias, el navegan- te que descubrié el extremo sur de Africa, cuyo nombre de pila era el mismo del hermano menor de Cristébal Colén a quien el Ila- mado descubridor de América mantuvo como representante suyo en la isla La Espafiola (hoy Hispa- niola, asiento de la Repitblica Dominicana y Haiti). Si los que estudian la historia universal se detuvieran a observar de manera minuciosa y en conjun- to lo que sucedia en Europa en los Ultimos ahos del siglo XV (quince) y los primeros veinte © veinte y cinco del XVI (die- ciseis), se darian cuenta de que el descubrimiento del Nuevo Mundo pudo y debié hacerse antes de 1492. En esos afios estaban dadas las condiciones materiales que se requerian para llevar 2 cabo el plan de viajar, atravesando el Alantico, hacia los lugares mds alejados de las regiones occiden- tales del globo terréqueo, y un estudio concienzudo de la Histo- ria nos ensefia que en la lucha permanente, constante, del Hom- bre contra la Naturaleza, partic pan con toda el alma hombres y mujeres que de manera instintiva saben qué pasos deben darse, y cémo darlos, para avanzar en esa guerra perpetua. EI mal cuento de las joyas reales En el caso que nos ocupa, si fue cierto que un marino portu- gués recorrié, levado por los vientos alisios, la ruta que condu- cia de Europa al continente que seria lamado América, y que vol- vio a Portugal o a Madeira y expli- c6 su aventura en un informe escrito que dejé en herencia a Gristobal Colén, en cuya casa vivid y murid, debemos admitir que el descubrimiento del Nuevo Mundo fue un producto de esa lucha del Hombre contra la Natu- raleza, y sin que él se diera cuenta, a Cristobal Coln le toco el papel de agente catalizador de ese descu- brimiento, que fue descubrimien- to para los curopeos, no*para los habitantes de los enormes territo- rios que iban a ser denominados con el nombre de Américo Vespu- cio, descubridor del Rio de la Plata y autor de la tesis de que €sos territorios no eran parte de Asia sino de un continente situa- do entre Europa y Africa y las lamadas Indias. éQuién determiné cudl seria el papel que iba a jugar Espaha en €sa extraordinaria pdgina de la Historia que en tres afios més va a cumplir quinientos afios?. ¢Fue Colén 0 fue, como.cree la mayo- ria de la gente, Isabel la Caté- lica, la reina de Espafia? Fueron Col6n, Isabel la Caté- lica y también Fernando el Caté- lico, el primero porque tenfa l2 conviccion de que el camino hacia Las Indias era el que partia del este hacia el oeste, y conven- cid a los reyes de Espafia de que siguiendo esa vfa se llegaria con toda seguridad al pais de las espe- cias, y los convencid usando en sus relaciones con ellos la lengua castellana, que hablaba y escribia. Se sabe, documentalmente, que escribfa la lengua de Castilla, en la cual estan escritos todos los informes que enviaba a los reyes, y necesariamente debia hablarla porque de no ser asi no habria Retrato de los Reyes Catolicos, Fernando e Isabel, conservado en el convento real de los Agustinos de Madrigal de las Altas Torres, lugar de nacimiento de la reina. podido hacerse entender de los Marineros que hicieron bajo su mando cuatro viajes de ida y vuel- ta entre Espana y el Nuevo Mundo en los cuales él actuaba no solo en calidad de Almirante de la Mar Océana como se decia en los nombramientos que le fueron otorgados, sino como capi- tan de la carabela insignia desde la cual daba las Ordenes a las tripulaciones de todas las demés. Porque hablaba espafiol y ha- bia vivido muchos afios en Portu- gal, y porque el rey de Portugal habia rechazado en el afio 1484 la propuesta de asociarse con él en la aventura de un viaje a Las Indias que le propuso, Colon se fue a Espafia donde les hizo a Isabel de Castilla y a Fernando de Aragon la misma propuesta pe que le habia hecho al monarca por- tmgués, que no se trataba de un simple acuerdo en virtud del cual los reyes espafioles le daban pode- res para usar buques y marineros hispdnicos con los cuales Colon se irfa a buscar, en los confines occidentales del océano Atlintico, el territorio fabuloso al que se le habia dado el nombre de Las In- dias. No. Lo que Colén proponia era que se le diera toda la autori- dad de que estaban investidos ellos —los reyes— para usarla en el co- mando de hombres y barcos con Jos cuales iba a lanzarse a a aven- tira de descubrir Las Indias. negociar un acuer- do, Colén pidid, y le fue concedi- do, el nombramiento de Almran- te de la Mar Océana y de todas las “tierras contenidas en él, pero ‘obtener ésa_y otras concesiones te costo mucho tiempo, tanto, que fue después de haber transcu- rido seis ahios desde su primer encuentro con los reyes cuando emprendid el viaje que iba a Ile- varlo al Nuevo Mundo. En lo que se refiere a la muy propalada noticia de que Isabel de Ca:tilla empeiié sus joyas para que Colén pudiera aviar la pequefa flota de tres carabelas con que llevé a cabo la hazafia de descubrir un conti- nente que se atravesaba de polo a _.polo separando totalmente las aguas del Atlantico de las del Pacifico, se trato de una leyenda. No hay ni asomo de pruebas de que eso fuera verdad, y es oportu- no decirlo a tiempo para que » nadie se le ocurra repetir ese mal cuento cuando se esté conmemo- rando el Quinto Centenario. El supuesto empeiio de las jo- yas reales es una manera de pro- porcionarle al descubrimiento del Nuevo Mundo un agregado pinto- Tesco que no necesita. El encuen- tro de Europa con una parte del planeta Tierra que no conocian ni los europeos ni los pobladores del Asia Menor, asf como los po- bladores del Nuevo Mundo no tenfan idea de la existencia de Europa ni la del Proximo Oriente, era un hecho imevitable, sobre todo a la altura de fines del siglo XV (quince) o en los prime ros anos del XVI (dieciseis) porque ya cstaban dadas las condiciones para que sucedicra. Lo que hacia falta para que se produjera ese acontecimiento, que tuvo cardcter histérico debido a que estaba lamado-a transformar Ia historia del género humano, era que se unieran la capacidad técni- a personalizada en Cristabal Colén y la autoridad politica, militar y econémica representada por los reyes Catélicos, Repito que el descubrimiento del Nuevo Mundo era un aconte- cimiento inevitable dado que nada ni nadie puede evitar el desarrollo de la lucha del Hombre contra la Naturaleza, y para fines del siglo XV (quince) esa lucha conducia al encuentro de la humanidad con una parte del globo. terri queo que se extendia del polo Norte al polo Sur, 0 dicho de otra manera, con una gran por- cién de Io Tierra llamada a impe dir el paso de los europeos que quisicran dirigirse 2 Oriente por la via maritima y el de los orientales que pretendieran ir navegando sobre el océano Pacffico. Visto desde la perspectiva’ de medio millar de afios que se cum- plirén dentro de cuatro, el lama do descubrimiento de América figura en lugar destacado entre los realizados por el género humano, y asi debemos proclamarlo los que hemos nacido en América. 17 de febrero de 1989. Nicaragua y el Filibusterismo Por Didmedes Nuriez Polanco Las agresiones de que fue victi- ma el pueblo nicaragiiense en el siglo pasado por el filibustero norteamericano William Walker, hacen pensar en el bloqueo eco- némico y en la crisis politica que a finales del siglo XX sufre Nicara- gua y, en gran medida, toda Cen- troamérica, como consecuencia de la actitud de la administracién de Ronald Reagan frente al go- bierno sandinista. Nicaragua ha sido tres veces ocupada militarmente por la in- fanterfa estadounidense en lo que va de siglo: la primera en 1909, la segunda de 1912 a 1925 y, luego de un brevisimo paréntesis entre 1925-1926, en 1927 reiniciarfan la ocupacién hasta principios de 1933. El general Augusto César Sandino, que durante seis afios dirigié la lucha contra la presen- cia militar norteamericana, serfa asesinado en febrero de 1934, poco después de que iniciara su mandato el presidente Juan Bau- tista Sacasa. Pero el largo reinado de la familia Somoza comenzaria en 1937, fecha en que, con el apoyo de Estados Unidos, Anas- tasio Somoza Garcfa ocupo la presidencia de la Republica, y ter- minaria el 19 de julio de 1979, cuando, a raiz de los cruentos enfrentamientos con el cjército somocista, tomé el poder el Fren- te Sandinista de Liberacién Nacio- nal (FSLN). Las acciones de William Walker Las acciones de Walker no se circunscriben a Nicaragua, pues sus propésitos eran convertir toda Centroamérica en un territorio al servicio de los estados del- sur norteamericano, tal como se leia en el lema escrito en la bandera del primer batallén de rifleros que mandaba el coronel filibustero Edward J. Sanders: “Five or None”, palabras que en espaiiol querfan decir las cinco (repibli- cas centroamericanas) o ninguna. Ante semejante pretensién todos los pueblos y gobiernos de la re- gion se lanzaron contra el aventu- rero, con memorable arrojo, hasta que lograron derrotarlo en las tres ocasiones que intent6 impo- nerse en la zona. Llegé a Nicara- gua por primera vez cl 13 de junio de 1855, la segunda en noviembre de 1857; y la tercera, ya no a Nicaragua, sino a Hondu- ras, en agosto de 1860. Aunque un historiador contem- poréneo de Walker afirma que él “Ylegé a marcar una época en la historia de América’, seria mejor decir que‘‘llegé a simbolizar...”, Puesto que su conducta no corres- pondia a una actitud meramente personal. Expresaba la filosofia defendida por amplios circulos de poder de Estados Unidos, desde que en 1823 el presidente James Monroe enarbolé la consigna “América para los americanos”. Pese a que el plan levado a ca- bo por Walker y sus filibusteros . Walker, William, La Guerra en Nica- ragua, Traduccién de Ricardo Fer- néndez Guardia, 2a. edicion. Edito- rial Universitaria Centroamericana (EDUCA Son José, Costa Rica, 1970, pég. 9). no era una ocupacién militar‘eje- cutada directamente por el gobier- no de Estados Unidos, si tenfa las caracteristicas de las actividades de ocupaci6n norteamericana pues- tas en prdctica en México y en otros paises latinoamericanos, Las causas que determinaron la presencia de Walker y sus gentes en Nicaragua fucron tanto de or- den nacional como intemacional, y empezaremos por detallar estas iiltimas, pues cn ellas estuvo el ori- gen lejano de los acontecimientos posteriores. El escenario: Califor- nia; el aio: 1848, y un suceso que conmocionaria a Estados Unidos de norte a sur y de este a oeste: el descubrimiento fabuloso del oro. Se inicié entonces el peregrinaje de multitudes hacia California, territorio usurpado a México en 1846. A medida que volaba la no- ticia erecta el interés por trastadar- se a las zonas aurfferas. Al princi- pio marchaban en carromatos, a caballo y hasta a pie, Luego apa- recieron otras rutas més ripidas y mds seguras, especialmente para quienes pasaban del Atlintico al Pacifico. Estas rutas fueron la de Tehuantepec, cn México; la del rio San Juan o Desaguadero, en Nicaragua; la del istmo de Panam4. ¢ incluso la del cabo de Hornos, en el extremo sur de América2. La gran afluencia de viajeros a través de Nicaragua es lo que ex- plica que el 4 de agosto de 1849 la Atlantic and Pacific Ship Canal Company obtuviera del gobierno ee 2. Bosch, Juan. De Cristobal Colén 2 Fidel Castro. El Caribe, frontera imperial. Editorial Sarpe. Colec- cin Biblioteca de la Historia, Ma- drid, Espafia, 1985, pag. 247. de Norberto Ramirez la conce- sin exclusiva para construir en te- rritorio nicaragiiense un canal que comunicara el Caribe con el Paci- fico. Los duefios de la compaiiia eran los norteamericanos Joseph L.. White, Nathaniel H. Wolf y Cor- nelius Vanderbilt. Este ‘iltimo ha- bria de jugar un papel importan- tisimo en los acontecimientos en que William Walker se vio envuel- t0 en Nicaragua, Las causas nacionales El hecho de que don Fruto Cha- morro Ilegara en 1853 a la jefatura del Estado, o al puesto de director del Estado, como se lamaba en- tonces al presidente de la Repa- blica, y tomara decisiones que se- gin sus opositores politicos y los directivos de la Accesory Transit Company les afectaban, hubo de constituitse en el detonante que haria posible la presencia en Nica- ragua de Walker y sus filibusteros. El licenciado Francisco Caste- llén y el doctor Maximo Jerez, personas de reconocido prestigio en la oposicion, figuraban entre los que se habfan propuesto impe- dir que Chamorro continuara en el poder, especialmente después que anuncié que se modificarfa la Constitucidn, a fin de queel perfo- do gubernamental se extendiera a cuatro afios, en vez de que conti- nuara siendo de dos. Con esta me- dida la oposicién veia alejarse de- masiado su esperanza de legar al gobierno, En esta conspiracién contra Chamorro también tomo parte la Accesory Transit Com- pany, nuevo nombre de la Compa- fifa de Transito. éQué: Hevé a la Compafia a apoyar la conspiracion? El que Chamorro al comenzar su mandato insistiera en que la Compaiifa saldara las deudas con- traidas, provocé la desafeccion de ésta. La Compafifa solo habia pa- gado los primeros 10.000 délares anuales, y no pag6-més pretextan- do que perdia dinero pese a que la afluencia de viajeros desmentia estos argumentos, Sélo entre 1851 y 1856 la empresa transporto 100.000 personas. La guerra civil era indetenible. Las fuerzas del gobierno provisio- nal de Castellén, situadas en Leon, tomaron el nombre de demoera- tieas y su divisa era una cinta roja con la inscripcién Ejercito Demo- cratico, y los defensores del go- bierno de Chamorro, con su sede en Granada, se intitulaban legiti mistas y su distintivo era una cin- ta blanca con la leyenda Ejército Leonel © también, Legitimi- dad o Muerte. Ante el cada vez mayor dete- tioro de las fuerzas rebeldes, hasta el punto de que se habfan queda- do sin ningin punto importante en el pais, Castellén y Jerez se dis- ponen a contratar soldados merce- narios. Asi, el 28 de diciembre de 1854 Castellén otorgé la conce- sion de colonizacién a Byron Cole, y en enero de 1855 Jerez firmaba con Thomas F. Fisher, en su cam- pamento de Jaltaba, un contrato para la obtencién de 500 merce- narios para la guerra. Como resul- tado de los acuerdos Castell6n- Cole, el 13 de junio de 1855 el Vesta, la embarcacién en que via- jaban Walker y sus filibusteros, lle- gaba al puerto de El Realejo, si- tuado en la costa nicaragiiense del Pacifico. Algunos datos biograficos de re Nacido el 8 de mayo de 1828 en Nashville, capital del estado de Tennesee, Walker fue a parar a Ca~ lifornia cn 1850, durante la fiebre del oro, y tres afios después se en- contraba en el territorio mexicano de Baja California creando una Reptiblica y proclamandose él mismo su presidente. Habia lega- doa México en noviembre de 1853 con un llamado “Batallén inde- pendiente de la Baja California" y poco después de establecido en La Paz, capital del territorio, se tras- lado al estado de Sonora ¢ instala- ria su capital en San Lucas, donde se declararfa presidente de la Re- publica de Sonora a mediados de enero de 1854, fecha en que no habfa cumplido ain 30 afios de edad. Era médico, abogado y pe- riodista. Estudié en su pais y en Europa. Walker no tuvo la fortuna de Jos compatriotas suyos que habian invadido afios antes la patria de Morelos ¢ Hidalgo para quitarle parte de su territorio, pues los crio- los lograron expulsatlo del suelo mexicano. Nicaragua en 1855, y batalla de Rivas La situacién socio-econémica de Nicaragua en los primeros afios de la década de 1851, como la de los otros pueblos centroameri- canos, no experimenta cambios substanciales en relacién con la que mantuvo durante la época de Ia colonia, que no pas6 de ser una economia predominantemente de subsistencia, pues casi no alcanza- ba para las demandas del mercado intemacional. Esta situacién es ex- plicable en razén de que para en- tonces Espafia, ademés de no po- der abastecerse de los productos de la zona, ponfa fuertes trabas al comercio de exportacién, Walker, como se dijo antes, Ile g6 a Nicaragua a mediados de ju- nio y ya el 20 era nombrado coro- nel del Ejército Democratico, en su primer encuentro con el presi- dente del llamado gobiernd provi- sorio, don Francisco Castellon. En €sa reunién se convino enviar una expedicién de filibusteros y crio- llos sobre el departamento de Ri- vas, luego de informéarseles a los norteamericanos que de acuerdo a la Constitucién de 1838 ellos po- dfan ser naturalizados nicaragiien- ses. El 27 de junio Walker, sus 55 filibusteros y 100 nicaragiienses desembarcaron en El Gigante, pun- to de la costa del Pacifico desde el cual partirfan hacia Rivas. Habfan Iegado a El Gigante desde el puer- to de El Realejo. El iriterés estraté- gico que estimulaba a los rebeldes a ocupar Rivas partfa de la facili- dad que ofrecia esa plaza para to- mar el puerto San Jorge y desde ahi dirigirse a Granada, sede del gobierno legitimo del pafs. Pero los filibusteros fallaron. A pesar de que en agosto y sep- tiembre Ilegaron desde San Fran- cisco, California, varias embarca- ciones con refuerzos en hombres y armas para Walker, en octubre se intensificaron las ayudas filibus- teras, mientras el célera diezmaba las fuerzas legitimistas en Granada. En estas circunstancias Walker, luego de ocupar el puerto de La Virgen, leva a cabo por sorpresa Ja toma de Granada, hasta ese mo- mento sede del gobierno legitimis- ta. Eso ocurrié el 13 de octubre de 1855. El gobierno de José Maria Estrada se instalaria en Rivas. Desde que se establecié en Gra- nada, Walker implant6 un estado de terror que aumentarfa hasta ni- veles espeluznantes poco después, al tomar como pretexto un inci- dente ocurrido en el puerto San Carlos, en que murieron varios nor- teamericanos. La primera respucs- ta de Walker fue la orden de fusi- lamiento de don Mateo Mayorga, ministro de Relaciones Exteriores del gobierno de Estrada, accion que se llev6 a cabo el 22 de octu- bre, Luego obligé a:los legitimistas a firmar un acuerdo de paz, del que don Patricio Rivas result6 pre- sidente de la Repiblica y el pro- pio Walker, jefe del Ejército. Al comprobar que sus adversarios aceptaron el convenio como una tictica para ganar tiempo en la or- ganizacion de la lucha antifilibus- tera, Walker mandé que el general Ponciano Corral, jefe militar de los legitimistas, fuera juzgado por un Consejo de Guerra, y condena- do a “ser pasado por las armas”. Curiosamente, ninguno de los miembros del Consejo hablaba es- pafiol, de modo que hubo de nom- brar como intérprete al coronel Charles Thomas. Uno de los primeros decretos de don Patricio Rivas fue el de co- lonizacién, en virtud del cual todo adulto que inmigrara al pais tenfa derecho a 250 acres de tierra bal- dia, y si era casado a 100 acres més, Adulto, naturalmente, equi- valfa a norteamericano. Ademés, todos los efectos personales, mue- bles, aperos agricolas, semillas, plantas y animales domésticos es- taban exentos de impuestos. Se nombré director de Colonizacién a Joseph Warren Fabens, filibus- tero que a finales de la década de 1861 jugarfa un papel destacado en las gestiones de los gobiernos de Ulises Grant, norteamericano, y de Buenaventura Béez, domini- cano, a fin de que la Republica Dominicana pasara a anexarse a los Estados Unidos. Para la pro- mocion del plan de colonizacion en Nicaragua, asi como para infor- mar de los sucesos de actualidad, habia sido fundado el 20 de octu- bre en Granada el periddico El Ni- caragiiense, La mitad se publicaba en inglés y la otra en espafiol. Poco después habfa en Nicaragua 1.200 colonos, lo que equivalia a 1.200 norteamericanos al servicio de Walker. Conflictos entre Walker y Vanderbilt Walker habia sido comisionado en julio de 1855 por don Francis- co Castellén entonces jefe del go- bierno democrético, para Mevar a cabo las negociaciones con la Gom- pafifa de Trdnsito, en relacion con las deudas que éta tenia con el Estado. Aunque el agente de la Compaiiia, Mr. Cushing, entero a la empresa de los poderes del fili- bustero nunca se procurd hacer ningtin arreglo con el comisionado, que tenia un especial interés en realizar la mision encomendada, pues tal como ha observado Juan Bosch “El grueso de los filibuste- ros podia creer en que la riqueza de Nicaragua-estaba en sus tierras, pero Walker sabia que la mayor ri- queza del pais se hallaba en la Compaiiia de Transito, cuyo inven- tario iba acercdndose a los 4 millo- nes de délares, algo asi como 20 mil millones de 1968, y en esa suma no estaba incluida la conce sién que le habia dado el gobierno nicaragiiense. Walker, pues, queria aducfiarse de la Compaiifa, no de tierras, y para evar adelante sus planes hizo que Rivas nombrara ministro de Hacienda al filibuste- ro Parker R. French’’3. De ahi que no debié sorpren- der a los dueos de la Compaiifa el que en septiembre y octubre las fuerzas comandadas por Walker ocuparan en varias ocasiones la ru- ta del trénsito. Cornelius Vander- bilt, el mds importante socio de la Compaiifa, a pesar de que habia sido uno de los principales patro- cinadores de la llegada de merce- narios americanos, al conocer los verdaderos propésitos de Walker entré en contradiccién con el jefe filibuster. El 12 de noviembre de 1855 el ministro French solicitaba al presi- dente de la Compafifa, Thomas Lord, el nombramiento de comi- sionados para la negociacién de la deuda con el gobierno, y la res- puesta de la empresa fue negativa. Frente a esta actitud Walker redac- t6 el decreto que revocaba el con- trato al tiempo que fueron embar- gadas todas las propiedades de la Compaiifa. Desde entonces Van- derbilt se convirtio en aliado de Tas fuerzas que en Nicaragua com- batfan a Walker, al poner sus re- cursos al servicio de esa causa. El comodoro Sylvanus Spencer, su agente militar, participé activa- mente en la lucha antifilibustera. 3. Ibid., pag. 267. Inglaterra y Costa Rica La presencia inglesa en los acon- tecimientos relacionados con la Compaiifa de Trdnsito se manifes- 16, en muchos casos, tanto a tra- vyés de Costa Rica como en la posi- cin beligerante que frente a Wal- ker habia pasado a tomar la Com- pafia, Inglaterra compraba la co- secha de café costarricense, y su- cedia que los limites de la parte norte de Costa Rica se extendian a las cercanias del sur del.rfo San Juan y del lago de Nicaragua. Esto es lo que explica la actitud de Cos- ta Rica, pues lo que ocurriera en esa zona se reflejaba en el pafs. In- cluso, cuando San Juan del Norte fue abierto en 1796 al comercio con los Estados Unidos y Europa se establecié que por él tanto Cos- ta Rica como Nicaragua desarrolla- rfan su comercio, y es en esos he- chos en que se halla el origen de que los costarricenses Ievaran a cabo la alianza de las naciones cen- troamericanas contra cl filibusteris- mo, aparte de que los pueblos de la zona se sienten yjnculados por un pasado histérico comtin desde los tiempos en que formaban el Reino de Guatemala. Consciente Walker de los pre- parativos costarricenses, habia en- viado el 11 de febrero de 1856 una misién de paz a Costa Rica, encabezada por el coronel filibus- tero Louis Schlessinger, pero el gobierno de ese pais se negé a re- cibirla y le ordend que inmediata- mente diera media’ vuelta si no queria exponerse a consecuencias graves; y ya a principios de marzo el presidente costarricense, Juan Rafael Mora, dirigia las fuerzas de su pais que avanzaban hacia Nica- ragua, por la ruta del Noroeste. La respuesta de Walker no se haria es- perar: envié una columna de fili- busteros a Costa Rica al mando del coronel Schlessinger, que avan- 26 por la costa del Pacifico hacia el Sur, hasta lograr establecerse el 19 de marzo en la hacienda Santa Rosa, pero al dia siguiente fueron sorprendidos por las fuerzas de Mora, lo que los obligé a retirarse y en la huida dejaron muertos y prisioneros. Estos tiltimos fueron fusilados. Luego de la batalla de Santa Rosa, Mora y sus soldados se diri- gieron hacia el Norte y tomaron San Juan del Sur y La Virgen, y poco después la ciudad de Rivas cafa en su poder. El 11 de abril Walker se dispuso a recuperarla y en un ataque por sorpresa llegd hasta el centro de la ciudad. Esa segunda batalla de Rivas se ex- tenderfa durante 24 horasy habria de provocar unas mil bajas: 500 muertos y 300 heridos entre los defensores de la ciudad; Walker tuvo unas 200 bajas, lo que le obli- g6 a retirarse. Una semana después Ja aparicion del célera en Rivas em- pezd a diezmar la poblacién y a Jos soldados de Mora, raz6n por la cual estos tiltimos tuvieron que re- gresar a su pais, Poco después de la segunda ba- talla de Rivas legé la noticia a Gosta Rica de que el presidente Rafael Carrera, de Guatemala, ha- bia anunciado que 500 hombres guatemaltecos serfan destinados a combatir en Nicaragua, decision que habia sido resuelta unénima- mente por el Consejo de Estado del pais el 4 de abril, y ya el 3 de mayo la vanguardia guatemalteca se habfa puesto en movimiento bajo la direccién del general Ma- riano Paredes. Esas fuerzas se uni- rian a las de El Salvador para mar- char juntas hacia Nicaragua, en cuya frontera les esperaba el gene- ral Tom&s Martinez con soldados nativos. La division salvadorena la enca- bezaba el general Ramén Belloso. El Salvador envid el 7 de mayo al presidente Patricio Rivas un des- pacho en que consideraba la pre- sencia de los filibusteros en Nica- ragua como una amenaza a la in- dependencia de América Central. Los militares hondurefios, encabe- zados por los generales Santos Guardiola, Pedro y Florencio Xa- truch, habfan estado participando en la lucha de los nicaragiienses contra Walker. Pero al cambiar la situacin politica de su pais y pa- sar a formar parte de la nueva ad- ministracion, ellos participarfan en la guerra como representantes del gobierno y el pueblo hondure- fos. El 18 de julio de 1856 “el go- bierno del general Guardiola cele- bré un tratado con Guatemala y El Salvador, oblig4ndose a enviar fuerzas militares en auxilio de Ni- caragua (y contra los americanos), que ya amenazaban seriamente la independencia de Centroaméri- ca?’4, . Como puede apreciarse, la sit tuacién iba cambiando de color. Ya no se trataba de la lucha de Walker y un sector, por amplio que fuera, de la poblacién nicara- giiense. El enfrentamiento habia 4. Salgado, Félix . Blementos de His- toria de Honduras. Citado por Gus- tavo Alemén Bolafos en su compi- lacton Centenario de 12 Guerra Na~ cional de Nicaragua Contra Walker (Costa Rica, Guatemala, El Salva- dor y Honduras). Guatemala, €, A., pag. 28. a 13 _ pasado a desarrollarse entre Wal- __ker y todos los pueblos centro- americanos, y detrds de ellos In- glaterra, que jugaba su papel en el conflicto a través de Costa Rica, Es en esta circunstancia que el go- bierno de los Estados Unidos rom- pe la discrecién con que venfa tra- tando los acontecimientos y pasa a jugar claramente su rol, al deci- dirse a reconocer el llamado go- bierno provisiorio de Nicaragua, lo que ocurrié cuando el 15 de mayo el presidente Franklyn Pier- ce recibid al ministro del mencio- nado gobierno nicaragiiense, sace; dote Agustin Vigil. ~ Walker “‘elegido” presidente de Nicaragua El apoyo, que acababa de reci- bir del gobierno norteamericano, entusiasm6 mucho a Walker, y vio llegar el momento de aducfarse de “todo el poder en Nicaragua, ya no solo de hecho, como el que venia ejerciendo, sino también de dere- cho. Se celebraron clecciones en Mayo pero hubo que anularlas, puesto que no satisficieron al fili- bustero, En ellas los votos recaye- ron en Maximo Jerez, Mariano Sa- lazar y Patricio Rivas, Desde que a finales de abril llegaron a sus ma- nos unas cartas del presidente Ri- vas en las que, a espaldas del fili- bustero, le proponia al presidente Mora, de Costa Rica, iniciar con- versaciones de paz, Walker empe- 20 a dudar de la fidelidad del pre- sidente provisorio. Aunque obligd a Rivas a fir- mar el 10 de junio un decreto con- vocando a nuevas elecciones para fines del mismo mes, el 20 de ju- nio lo desconocié y nombré en su lugar al licenciado Fermin Ferrer, que tomé posesibn del cargo el dia siguiente en Granada, Walker explicé la disolucién del gobierno de Patricio Rivas, en los siguientes términos: “Por haber cometido tantos crimenes, conspirado con- tra el mismo pueblo que tenia la obligacién de proteger, el extinto gobierno provisional no merecia seguir existiendo, Por consiguien- te, en nombre del pueblo lo he de- clarado disuelto y he organizado un gobierno provisional mientras ¢jerce la naci6n el derecho natural de elegir a sus gobernantes’’5. De las nuevas “‘elecciones”, que fueron celebradas s6lo en las zonas arizadas de Granada y de Ri- vas los dfas 22, 23 y 24 de junio, William Walker resulté ‘“‘clecto” presidente de la Reptiblica de Ni- caragua, y “la cleccién fue tan po- pular (...) que en algunos pueblos resultaron més votos que habitan- tes; se vio el milagro de que case- rios y poblados que ya no existian por haber sido arrasados en discor- dias civiles anteriores, sufragasen a favor de Walker”. La toma de posesion del nuevo presidente se Ilevo a cabo el 12 de julio en un acto solemne, en el que estuvo presente el ministro de los Estados Unidos en el pais, y el gobierno norteamericano no tar- daria en darle su reconocimiento. Los principales decretos del go- bierno Walker fueron los siguien- tes: 5. Walker, Ibid., pags. 221-222. 6. Chamorro, Pedro Joaquin, El ilti- mo filibustero (William | Walker) Novela Histériee—, Imprenta Ti- pogrdfica Alemana de Carlos Heu- berger y Co., Managua, Nicaragua, 1983, pdg. 310. Rh 1) Que la publicaci6n de las le- yes de la Republica se hiciese en inglés y en espafiol. Aparte de lo que significaba la presencia en el pais de un ejército filibustero nor- teamericano, las bases de ese de- creto se afirmaban con la publica- cion en Granada de un periddico en inglés y cn espafiol, El Nicara- giiense. Después se publicaria otro solo en inglés, el Herald, en la ciu- dad de Masaya. 2) Confiscacién de las propic- dades de todos los enemigos del gobierno, las cuales pasarfan a per- tenecer al Estado. De este decreto no solo se beneficiaron los fili- busteros que se “‘sacrificaban” en el combate, sino que personas de Jas consideradas importantes en los Estados Unidos, como Pierre Soulé, senador de Luisiana y ex embajador en Espafia, se traslada- ron a Nicaragua a tomar la parte del botin que entendian les corres- pondia. 3) A los 10 dias de juramentar- se presidente de la Repitblica, Wal- ker promulgé un decreto con el que se autorizaba a tomar un em- préstito de 2 millones de dolares, y la garantia del Estado consistia en la venta de bonos respaldados por 2 millones 304 mil acres de tierras nacionales. Con esa deci- sion se hipotecaba el suelo nicara- gliense, que equivalia a su sobera- nia. Para la época, los bancos y gobiernos que hacfan préstamos a os Estados preferfan como garan- tia la tierra y el subsuelo a cual- quier otra utilidad, pues al parecer advertian que ante la insolvencia para cumplir con los compromisos les seria facil y rentable la adquisi- cién de esos terrenos, en tiempos en que a las grandes potencias y a los sectores comerciales les eran de mucha importancia, ya fuera para la instalacion de bases milita- res, para las primeras; 0 para el cultivo de productos tropicales, para los segundos. Asi se explica que varias de las intervenciones militares norteame- ricanas de finales del siglo pasado y principios del presente tuvieran un origen en empréstitos cuya garantia era el territorio nacional © parte de él, como fue el caso de la ocupacién estadounidense en 1916 en la Repablica Dominicana. 4) Se instituyé el Registro de propiedad. Walker explicala inten- cién de ese decreto: “...Poner una gran parte de las tierras en manos de la raza blanca. La fuerza militar del Estado podfa asegurar por un tiempo a los americanos el gobier- no de la Repiblica; pero a fin de que la poseyesen de manera esta- ble, necesitaban ser duefios de las tierras”7. 5) Legalizacién de los contra- tos de servidumbre personal por tiempo fijo y un decreto riguroso contra los vagos. Esta ultima ra una medida (...) (tanto) de precaucion militar como de eco- nomia politica”8. 6) El decreto del 22 de septiem- bre de 1856 fue el acto en torno al cual gird toda la politica de la administracién walkeriana, pues en élse exponia, aunque de mane- ra indirecta, el restablecimiento de la esclavitud en Nicaragua, que al igual que en los demés territorios centroamericanos, habia sido abo- lida por la Asamblea Federal Cons- 7. Walker, Ibid., pag. 245. 8. Ibidem. tituyente de 1824. En el decreto del 22 de septiembre solo se de duce la legalizacién de la esclavi- tud, puesto que derogé los actos y decretos de la Asamblea Federal Constituyente, declarados vigentes en la Constitucién nicaragiiense de 1838. El mismo Walker pone en tela de juicio que ‘la deduccién sea estrictamente legal; pero la de- rogatoria de la prohibicién abria claramente las puertas a la intro- esclavitud’’9. iar el mencionado de- creto, Juan Bosch ha expresado que “‘...Era una medida que res- pondia a las ideas politicas y so- ciales de su autor, pero ademis estaba dirigida a asegurarle cl apo- yo de los Estados norteamericanos del Sur y en consecuencia de los congresistas surcfios en Washing- ton”10. Durante parte de su perfodo gubernamental Walker controlé fundamentalmente las zonas de Granada, Rivas, San Jorge, San Juan del Sur, Masaya y Managua, Mientras que el centro de opera- ciones de los patriotas nicaragiien- ses y de las demas naciones cen- troamericanas estaba ubicado es- pecialmente en Le6n. Avance de las fuerzas aliadas centroamericanas Enel interin de las “elecciones” que levaron a Walker a la presi- dencia de la Republica, se iban produciendo algunos _aconteci- mientos que habrian de ser deter- 9. Ibid., pag. 247. 10.Bosch, De Cristébal Colon..., pég. 263. minantes en la lucha en curso, no solo en Nicaragua, sino més all4 de sus fronteras, como la batalla de la hacienda Santa Rosa, en territorio costarricense, entre fuerzas de este pais y las filibusteras. Patricio Ri- vas, Maximo Jerez y Mariano Sala- zar habjan roto sus vinculos con Walker y se habian sumado al mo- vimiento centroamericano que lo combatia. Capturado a fines de ju- lio por un capitan filibustero en el golfo de Fonseca, Salazar fue fusi- lado a principios de agosto en Gra- nada. El general José Marfa Estra- da, que habia sido el pre sidente legitimista, fue asesinado en Somo- to, Segovia, el 13 de agosto por un grupo radical del Hamado ejército democratico. De este modo al ge- neral Tomés Martinez, de larga tra- dicin legitimista, le correspondia, junto a Jerez y Rivas, encabezar a las fuerzas nicaragiienses, que en esta nueva etapa combatian al fili- bustero. Al principio de su ruptura con Walker, Rivas y Jerez se vieron obligados a trasladarse a Chinan- dega, de donde pidieron auxilio a los gobiernos aliados y poco des- pués lograron recuperar la capital, Leon, que fue el punto de opera- ciones de las fuerzas aliadas. Jerez comandaba unos 500 hombres y el 12 de julio, justo el dia en que Walker tomaba posesin del go- bierno, llegaron 800 salvadorefios; el dia 18, unos 500 guatemaltecos; cl 29 llegaron més salvadoreiios, alrededor de 400, los que sumados a los anteriores equivalfan a 1.200; el 25 de agosto se integraron més guatemaltecos. Por la misma fe- cha el general Martinez reclutaba nicaragiienses en Matagalpa, y Ile- go a reunir unos 800. Los solda- dos preparados para continuar la guerra contra Walker se calcula- ban a principios de septiembre en alrededor de 3.000, Para la misma época las deserciones habfan co- menzado a tener sus efectos entre los filibusteros. Uno de los grupos desertores mas destacados fuc el encabezado por Andrew J. Turley. Batallas importantes Iuego de las “‘elecciones” en que Walker result “‘electo”’ presi- dente, los enfrentamientos mas importantes entre patriotas y fili- busteros fueron los siguientes: la batalla de San Jacinto, el 14 de septiembre de 1856. El teniente coronel Byron Gole, jefe del Ban- co Americano y fundador del mo- vimiento filibustero, resulto mucr- to por unos labriegos que lo cap- turaron mientras huia poco des- pués de la batalla. Ese hecho mar- c6 el principio de la decadencia del filibusterismo en Nicaragua. Durante los dias 12 y 13 de octu- bre fuerzas aliadas atacaron Gra- nada, luego de enterarse que Wal- ker habia salido a combatir a los patriotas que ocupaban Masaya. Si los enfrentamientos de Granada fueron duros, los llevados a cabo. en Masaya en esos mismos dias, no lo fueron menos, Esa fue la pri- mera batalla de Masaya, pues la se- gunda batalla tivo efecto en los dias 15, 16 y 17 de noviembre. En noviembre y diciembre alia- dos y filibusteros sostuvieron en- carnizados combates en Granada, poco antes de que los americanos desalojaran la ciudad, que incen- diaron, dejando el cartel de “Aqui fue Granada’”? Aparte de las bata- llas de Rivas, también tuyieron im- portancia otros combates librados en la ruta del transito: San Juan del Sur, San Jorge y San Juan del Norte. El “carlista” Charles Frederick Henningsen A raiz de los reveses sufridos en Masaya y la frustrada ocupa- cién de Granada por las fuerzas aliadas, Walker pudo reponer sus bajas con refuerzos Hegados desde California y Nueva York, Entre estos se destaca la incorporacion del famoso Charles Frederick Hen- ningsen, que arribo a Nicaragua (18 de octubre de 1856) con armas. y municiones. Al igual que el capi- in Callender Irvine Fayssoux, co- mandante de la goleta Granada, en el Pacifico, Henningsen desempe- 6 un papel de primer orden cn el fallido proyecto walkeriano en Centroamérica. El mismo jefe fili- bustero ofrece en su libro infor macién sobre lu preciada adquisi- cién: El coronel Henningsen habfa co- menzado su carrera militar a las Orde nes del caudillo carlista Zumalacdrre- guill, y su servicio en Espafia era a propésito para considerarle util para la guerra de Nicaragua. Aunque inglés de nacimiento, habia pasado la mayor par- te de su vida en el continente europeo, y después “de la muerte de Zumalacé- rregui habia residido algunos anos en Rusia. Finalmente en 1849 adopt la causa de la independencia de Hungria, — 11.Tomds de Zumalacdrregui y de Imaz. Nacié en Guipizcoa, Espanta, en 1788. Fue uno de los principales jefes militares del carlismo y det si- glo XIX espanol, murié en 1835 a causa de una infeccion en una heri- da, luego del sitio de Bilbao. lego a los Estados Unidos casi al mis- “mo tiempo que Kossuth12. Pese a la oposicién que encon- _ tro en las filas de su ejército, Wal- ker le otorg6 a Henningsen el gra- _ do de general de brigada. La ofi- cialidad filibustera se oponiaa este nombramiento porque su nuevo compaiiero de armas no era norte- __americano. Sin embargo, se le en- cargé la organizacin de la artille- = tia. Escribié unas instrucciones para el uso del fusil Minie y emnpe- 26 a dirigir los ejercicios de las tro- pas. Tanto Walker como Henning- sen habfan vivido la experiencia de la guerra, tanto en Nicaragua como en otros pucblos de Europa y América, y ambos sabian hasta dénde un pueblo es capaz de lle- gar cuando se decide a defender sus derechos ante un enemigo ex- trafio 0 conocido, aunque en este caso el jefe filibustero se conside- = taba con tanto derecho y autori- dad como el que més, puesto que era nada menos que el presidente “electo”” de Nicaragua. Culto y co- nocedor de la historia americana y universal, Walker debia recordar él impetu y la pasion que pusicron su pueblo, los Estados Unidos, y : los de la América Latina en sus lu- j chas de liberacion nacional. El cur- so de la guerra cra, pues, irreversi- ble a favor de los patriotas, espe- cialmente después dela integracion en ella, no de ayudas verbales sino de cjércitos y pueblos centroame- —_— 12.Walker...La Guerra en Nicaragua. Traduccién de Fabio Carnevalini. 2da. edicién, Imprenta Editorial y Litografica San José, 8. A., Mtna- gua. 1975, pag. 180. ricanos. A su regreso a Granada Tuego de ser derrotado en Masaya (18 de noviembre) Walker comu- nicé a Henningsen su determina- cién de abandonar Ja capital, or den que empezé a ser cjecutada al dia siguiente con preparativos para la evacuacion, A consecuencia de los ataques aliados y del sitio a que habia si- do sometida Gramada, las fuerzas de Walker se vieron obligadas a ali- mentarse de carne de mula y de caballo, asi como de raciones de harina y de café. A principios de diciembre heridos y enfermos son trasladados de Guadalupe al puer- to de Henry, mientras continuaba el asedio de los aliados, y los in- dios atacaban el campamento fili- bustero de Ometepe. En tanto se mantienen los ataques aliados a las fuerzas de Henningsen, Walker se mueve entre el puerto de La Vega, Ometepe y Granada. Después de la retirada de Gra- nada, Walker avanzo desde San Jorge sobre Rivas, ciudad que ocu- pd, pues habia sido abandonada por los aliados, que pasaron a esta- blecerse en San Jorge al conside- rarlo vital en las operaciones mili- tares de la zona, ya que con él pa- saban a controlar las orillas ceste y sur del lago. En ese momento, pues, (fines de diciembre de 1856) casi toda la fuerza filibustera se encontraba concentrada, y podria decirse que encerrada, en Rivas, Los costarricenses se apoderaron de los buques de la Compaiiia de Trénsito, que operaban en el lago, lo que constituyé un duro golpe para los filibusteros de San Juan del Norte, pues los ticos13 toma¥ ron el Castillo Viejo, los vapores ere ee 13. Costarricenses del rfo, el del lago La Virgen, y también ocuparon el fuerte de San Carlos. A principios de enero (1857) se apoderaron del buque del mismo nombre, con lo que Walker quedé en Rivas completa- mente aislado del Atléntico. Los comandantes Charles H. Davis, de Estados Unidos, y Ro- bert McClure, de Inglaterra, que habjan Iegado a San Juan del Sur en embarcaciones oficiales a prin- cipios de febrero, iniciaron, por separado, conversaciones con los bandos beligerantes, en biisqueda de solucién al conflicto. El 12 de febrero Mc Clure visito a Walker en Rivas, y lo mismo harfa Davis el dia 18, Era evidente que se acercaba el final de la presencia fi- libustera en Nicaragua. El iro. de mayo Walker y Davis firmaban el convenio de rendicion del primero, acuerdo que previa- mente habjan refrendado los jefes aliados, y en la tarde de ese dia Walker y dieciséis de sus ofici les salfan de Rivas hacia San Juan del Sur, de donde partirian para los Estados Unidos. Pero las fuerzas que estaban de- tris del “presidente” nicaragiten- se, las oligarquias esclavistas del Sur norteamericano, eran muy po- derosas, y él no se iba a cruzar de brazos al regresar a Estados Uni- dos. Aproveché Ia ruptura de rela- ciones entre Nicaragua y Costa Ri- ca por razones del{mites, para vol- ver a invadir el pais, no con 55 fi- libusteros como en junio de 1855, sino con alrededor de 200. Uno de sus oficiales logré apoderarse de la fortaleza del Castillo Viejo, en el rio San Juan. Al correr la noticia de la nueva incursién de Walker en Nicaragua, toda Centroamérica se puso en pie de guerra, ; ero no tu- vo que actuar, pues el filibustero y sus compafieros fueron arrestados por el comodoro norteamericano Hiram Paulding, comandante del buque de guerra Sarato. a, y Ileva- dos a Norteamérica. Walker era un hombye tenaz. A principios de agosto de 1860 se encontraba por tercera vez én América Central, ahora en Hon- duras. Desemb2"c6 en e] puerto de la ciudad de is jillo y sin mucho esfuerzo tomé la Aduana y owes edificios piblicos, Para su desgra- cia, las Adyanas hondurefias esta- ban hipotecadas a causa de deu- das al gobierno inglés, que actud inmediatamente a través de Nowell Salmon, comandante de la corbetu de guerra Iearus.Walker fue hecho prisionero y entregado a las auto- ridades hondurefias, las que lo so- metieron a un Consejo de Guerra que le condené a muerte, senten- cia que fue levada a cabo a las 8 de la mafiana del 12 de septiembre de 1860. Asi terminaron los dfas de Wi- lliam Walker, pero queda la lec- cién de su invasién en Centroamé- rica, Ademds de expresar la con- cepcién expansionista norteame- ricana en esa época y las siguien- tes, la accion filibustera encontré terreno fértil en la debilidad de las instituciones y en la ausencia de una clase dirigente desarrollada que pusiera las reglas de juego de la vida politica, lo que era —y es en gran medida— fruto del escaso desarrollo econdmico de las na- ciones de la regién. a ty _ Problemas de la Identidad Cultural en el Caribe (1) Por Pablo A. Marifiez EI Caribe constituye una de las regiones de mayor complejidad y riqueza cultural en todo el conti- nente, ya que una vez extinguida su poblacién aborigen en la parte insular, ésta fue rdpidamente susti- tuida por grupos sociales proce- dentes de las mas diversas etnias africanas, sometidos a la esclavitud cn Después de abolida la esclavitud, las plantaciones azucareras. mediados del siglo X1X,1 El primer pafs en abolir la escla- vitud en Ia region fue la colonia francesa de Saint Domingue, en agosto de 1793, dos afios despues de haberse iniciado la insurrec- cion general de los esclavos, la que culminarfa ed Iro, de enero de 1804, con la instauracién de la primera republica negra del mundo, y del primer pais inde pendiente de América Latina. Durante el siglo XIX se produje- ron las demés aboliciones escla vistas de la region, hasta produ- cirse la de Cuba en 1886, que fue el ultimo pais en lograrla. fueron introducidos grupos_hin- dostanos, chinos y javaneses, entre otros, para incorporarse a diferen- tes actividades agropecuarias, am- pliando asi la diversidad cultural de la region.2 Como producto de la presen- cia de las potenciag curopeas que ee 2, “De acuerdo con Williams, entre 1838 y 1917, no menos de 238,000 hindies fueron introdu- cidos a la Guayana Britdnica, 145,000 a Trinidad, 21,500 a Jamaica, 39,000 a Guadalupe, 34,000 a Surinam, 1550 a St. Lucia, 1,820 a St. Vicent, 2,570 a Grenada, En 1859, habfa 6,748 indies en Martinica” (Del Castillo, s/f: 9-10). Entre 1890 y 1939 Ilegaron a las colo- nias holandesas del Caribe 32,956 javaneses para trabajar en las Plantaciones de azicar y café (Lockard, Craig, “Repatriation movements among the javanese in Surinam: a comparative analysis”, Caribbean Studies, vol. 18, nts. 4-2, San- Juan, Puerto Rico. se disputaban los territorios del Area desde el siglo XVI, el Caribe qued6 dividido en cuatro subre- giones, resultantes de las coloni- zaciones espafola, inglesa, fran- cesa y holandesa, Cada una de estas potencias logré imponer su lengua y otros valores culturales en los territorios bajo su domi- nio. Por ello, desde la vertiente cultural europea, encontramos un Caribe balcanizado, cuya pobla- cion, cuando se limita a la dimen- sién lingiifstica, tiene serias difi- cultades de reconocerse como integrante de una region qué no se reduce a la isla © territorios que fueron colonizados por una misma potencia europea. Es decir, lo que estamos planteando es un problema de identidad cultural regional, ya que el caribefio suele entender que la region se limita al grupo de pafses que hablan la misma lengua que Ja suya. Asi, cuando un martiniquefio, por ejemplo, se refiere a las Antillas, en realidad habla del Caribe fran- coparlante; a su vez, cuando un barbadense o un jamaicano hablan del Caribe se limitan a la subre- gién angloparlante; lo mismo podemos decir de un dominicano © de un arubeno, para las subre- giones de colonizacién espafola y holandesa, respectivamente. Sin embargo, entendemos que el Cari- be no sélo esta conformado por un grupo de paises que hablan una lengua comin, sino por el conjunto de todos sus paises, don- de ademas de las lenguas del colo- nizador (espaiiol, inglés, francés y holandés), también se hablan len- guas propias (creol, papiamento. etcétera) que sus habitantes, en un proceso de cimarronaje y sincre- tismo cultural, han logrado preser- var hasta la actualidad. No pretendemos negar la impor- tancia de la lengua en la vida cultural de un pais 0 conjunto de paises, pero entendemos que, dadas las particularidades del Gari- be, es necesario recurrir a otros componentes culturales, que des- bordan la baleanizacion idiomé tica impuesta por el colonizador y que penetran y se extienden por toda la region, como

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