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INDICE PREFACIO verses essere ae INTRODUCCION «4 eae 1. Histociag método yl im 1 Coniienzos de ta uw THIS Low inctrumeneos 2.5... 6 Sistemitten 26 Historia. 50 1V,f La mista instrumental. 33 ‘¥, Slow sistemas tonales 0 ‘VIL Escales y modos e VEL KBE misien 4B LA La notaeis BL IX, La pullfonia 54 HX. Los tips melidiens 4+ ee oa Xi Sclas efector fitoligieas 9 XII, La efectos mfgicos y las xelaciones can la vi n XITT, ) El periodo més fruetifero en cuanto a Ia ereacién de instrumontos musicales coincide can las culturas nealitieas, Los hombres de ex periode fybricaron el gran tambor de hhendidura abuccando Arboles caides; hicieron las primeras eampanas valiéndose dle frutos; juntaron ana serie de tae blas de distintos tamaiios para armar im silofén, © inventa- na guimbarda, La serie de insirimentes de viento se ene yuecié con el clarinete; flautas de Pan y flautas con gue jeros atestiguan los esfuerzos por chtener meladias instrue jmentales. ‘Fambién entran en escena [as otras dos grandes categorias instrumentales: surgen Jos prinercs tambores y hs primeras citara: 32 La temprana Edad de los Metales aporta campanas, cascabeles, platillos, trompetas de bronce forjadas, soldadas' y_ fundidas, como primera aplicacién de los nuevas mate= riales al instrumentario. musical. Desde el cuarte milenio antes de Cristo, entre los instrumentes de cuerda sungen lax arpas y, por Jo menos desde cl segundo, también latdes y _ 8 Edad Media asiética solo es ereadora en ta alta civilizaciin del Sudeste. A ella Te debemos sobre todo el gong y cl metaléfone, z A continnacién se da un cuadro sinéptico con el orden. cronolégico del origen de los instrumentos musicales més importantes: De golpe Sonaiat de anor ‘rumbador olitic Ravpador = ] ‘Origen peimitive ile as ‘Tambor cen ranura Neolitics antigua ees | Peonza de nuisica se a Mirlitén } Grier | Neotftiea pos Guimbarda Clarinets Flauta de nariz Baguotas de tambor Campana de metal Edad det Clara en forma de bala & Citara de tabla : Gltara en forma de ercudilla Ata 4° mnlenio ‘antes de Cristo Lira I Tambor de bastidor en mnilenfo antes de ‘Tambor de dos parches Piatlos 2° millenio antes de Cristo Trompeta de meta Oboe 0 a “* tet. mnilenio antes de Cristo Castafivelas \ an peca del naciniente de Cristo: een trees ee deans de Co - Juewe, de ons | ¢ pod ~)LA MUSICA INSTRUMENTAL Laud con areca intas cle dara de Sr @ ‘esbovo describiremos cl origen de la Deed ‘marco de [as relaciones cule qndsica instrumental: dentro del jes de los instrumentas. ¥ turales de los La afsica instrumental cs mucho mas joven que el canto, En los tleimpos palcoliticos, euyo estilo de canto ha perdiirado en las melodias de tos vedda y de Jos babitantes de la Tierra del Fuego, no esiston nf siquicra sus etapas proliminares Estas ctappas prey clementales: ritna y ruido, El rita es Ia mis antigua, El mismo vedda, mientras canta, mueve el tranco, el dedo mayor del pie y el pulgar cl impulse de distribuir en partes iguales ct desarrollo cro ico de una melodia, wiceliante Ios nervios motores, 3 pot lo menos tan viejo como el mismo canto. Para satistax cetlo, cl cuerpo mnismo oftece sufiriemtes posibilidades, aun antes que se usen objetos sélidos. Ya en épocas muy tem- prasas, plotear, palmear, dare golpes sobre el vientre, los muslos o Jos ghiteos, son movimientos que acompafian im- Jiewindiblemente a todo canto, Pero se sobreentiende que también descle muy temprano esos movimientos tuvieron que competir com objetes spropiados, al hacer entrechocar las ¥ las herramientas sobte una base s6lida, cefsamente aqui aparcee In segunda necesidad: haeet ruido. ‘También el placer provecado por el ruide tiene fun« Siamentos Geioldgiens y es tan fuerte en los pueblos primiti= 108 como en el iio, Sin cmbargo, en las culturas mis ba- se encuenttan ejemplos de produccién de ruidos por Los rides violentoy pucden espantar y ahuyentars segin las ereencias primitivas, ef efecto tantas ‘veces comrprabada en les wis humanos ha de producirse de dos necesidades OSC eee SESE EENSES también en el caso de los espiritus, De este modo el instru- mento sonoro fuidaso se pone al scrvicio de aca naci6n que atribuye todo lo que acontece a In actividad de os espiritus y que cree poder influir sobre espantar y ahuyentar a los espiritus enemigos, Sencilios instrumentos (improvisados) de golpear, manojos de sonaj Gel cuorpo de los bailarines, palos de entrechoue dos, y maracas de ealataza, todo ella ahuyenta a los demo- ios maligno. A ellos 50 agecgan smevos instrumentos m producic un ruido ritwnico: zumbadoras, silbidos, tubas de allio, troonpetas de earacal. No w busca “el sonido” como tal; por el contrarie, cuando el sonido producido no resulta sulicientemonte nterrador y repugnante, se To empeora mie dliante dispositives partieulares, Estos instramentosestin tlestinados a desarvaliar pader, no a despertar placer. El punto culminante de esta evoluciin es aleanrade en Jas culturas patriarcales. totémicas, ‘Ya aqui se encuentran Los €0% : imysical. Resulian de I combinacién, en parejas ale instru mentos ¢lé distintes tnmafies; sin embarge, Ia diferente al turn del sonido no es intencional, sino wna consecuencia. Enis lr atzalianos, un gran aumbdor ox el houbre, @ squctio la mje mia, pues la mujer sreteta er nd ada yl hombre rn iat. De nto él conteaste de los sexes, que es um principio ercader como fuer migica y como poder natural, se manifiesta también 1 través del sonido, Mas tarde, on las cnltaras matrinrcales, hacia el comicnzo de nuestra cra, esa ercencia se invierte: ¢l parche “femenino” del tambor es mas grande y suena, aptos para jenges de una practice presién, Ja idea del vientre materno y lel vientre de la tierra. Pero mucho antes estas erceneias habian ya empezade a perder vigor, desmorondndose las barreras entre instr jnentos y canto, E] instrumente sonora ya ne- ha de provo- tus, sina de placer x dle bambi, fear wensaciones de desagrae en los exp’ fen Jos seres humanos. Parcjas de cafia hue ambi, son chocadas contra cl suclo, siguen: Isaniisdose “padre” “madre; fos gongs, segin su forma, son “femeninos” 0 36 | mas grave que el masculino, porque e] sonia mas agudo | el mds activo y la fesomaneia graye representa, por la | “masculinos”, pero en la conciencia solo subsiste el placer en Is alternancia de sonidos de distintas alturas. Ademis de la divisidn de sexo, existen otras relaciones con respecto a las distintas alturas. Las flautas que perte- necen a diferentes especies de espiciuts, deben poser dife- renies alturas; log tambores, que sen espiritus ellos mismos, se distinguen por nombres y sonidos propios. fistas son ya suficientes etapas previas a la melodia instrumental, Solo se requeriré una predisposicion. expiri- tual favotable por parte de cicrtos pueblos y civilizaciones, para que se produsea ef acoplamiente que ain falta entre canta ¢ instrumente, En las capas neolfticas observamos por primera vez ins- trumentos capaces de producir melodias: flautas con ague jer0s, flautas de Pan, arco musical de boca, xiléfonos, El een- tro de gravedad econémico de esis eivilizaciones reside en Ja agricultura; la mujer se ocupa de los cultivos, mientras gue cn la mayoria de los casos el hombre sigue dediedndase ala cara y la navegacién, Pero aquf no intercsan tanto los factores sociales y cconémicos, sino la erientaeién de Ia vida interior propia de esas culturas. Esta orientacién es “intro. vertida”; tiende hacia el ensimismamiento, fa. vida animica y.la rearciém emotiva, en una medida que no conecen | civilizaciones acentuadamente masculinas. Las culturas pa- cales totémicas crearon instrumentes sonoros qué. pro- ducen ruido, adlian, silban y zumbap; las matriarcales, por €l contrario, construyeron instrumentos musicales en el sen- Kido exacto de Ta palabra, instrumentas no destinados a ate- mar sino a reproducir lo que cl hombre siente y piensa. En- tendimonos bien, no han de ser necesariamente las mujeres” Jas que inventen o toquen, como tampoco han de ser ellas Jos agentes del ritual religicso, pero su disposiciém particu- Jar imprime un sello a tas eivilizaciones en que ellas cons- tituyen un factor determinante. Las flautas estdin provistas de agujeros para Ios dedos, @ bien se agrupan varias de ellas con diferentes afinaciones, en forma de haces o de bala (flauta de Pan). El silbido estridente 0 sordo se convierte en suave melodia de flauta (ejemplo 13). ‘Poscas vigas de madera o cafias de bambd ritmicamonte golpeadas se unen para formar xilSfonos, ¥ a Jas tres categorias de idifoncs, seréfonos y membranéfonos a1 4 agrega una nueva: los insttumentos de cuerda ¢on un suave sonido que apenas es percibide por los que se encuen- tran en sus inmediatas cercanias (ejemplo M4). No es imposible que en e| nacimicnto de la misiea instrumental haya intervenide la idea comentada anterior mente (pag. 25); el procedimiento de coloracién y deshu- manizacion de la vaz humana {ue Wlevado consecuentemente hasta el reemplazo de ésta por un instrumento. Con la creacién de instrumentos capaces de producir ‘una melodia, flautas de Pan, flautas con agujeros, xiléfonos ¢ instrumentos de cuerda, se inicia Ia historia de los siste~ mas tonales. LOS SISTEMAS TONALES El que canta no necesita un sistema tonal. No le intes tesa la organivacién de los sonidos sexiin loyes establecidas, y el eyente tampoce se interesa en ello. Aun nosotros que, sobre Ia base del piano, rccordamos auditivamente con exac- titud las relaciones de tos tunes y semitonos centro del sis tema occidental, en cl canie nos conientamos, como le en a experiencia, con intervalos defectuoses, Solo donde interviene el trabajo manual, solo cuando la mane maneja el cuchillo y cl taladro para eortar tubos, surge Ja preguntas geual ¢5 Ia medida? Se destacan dos sistemas tonales universales: une nits xu0, que procede de los instrumentes de Sopa, y otro mas reciente, que proviene de la evverca E] sistema probablemente mas antigno se basa en la relativa seguridad de nuestra conciencia con respecte a Jos intervalos de quintas y cuartas. Se trata de un ciclo de quintas y cuartas en ef que alternan una quita ascendente con una cuarta descendente, 0 vieeversa, por ejemplo: FA DO SOL RE LA de donde resulta SOL LA DO RE. Juatro de esos pasos de quinta y cuarta conducen a una escala pentafénica sin scmitonos, es decir, que consta de cinco pasos de segundas y terceras menores, sin. semi nos, Una cseala heptafinica-diaténica no puede producirse simplemente asf, pues falta ta eciava. El duodéchno paso: se Je acercarfa, sin duda, pero resulta una octava de tena n 6080865 demasiado alto, Para tos fines practices la escala beptafé. nica necesita un “temperamento” que distribuya el excedente en partes igwmles entre los doce pasos. En Asia Sudoriental yen frien Oriental, acaso no sin alguna conexién entre ellas, se encuentran alinaciones isoténicas que dividen la en cuatro, cineca 0 siete pasos iquales Fl laid de ces currdas y de mange alargado, que apa- rece alexleslar del 2000 a, Cen Asia Sudoccidental y poco después cn Exipto, conduce a otro sistema tonal distinta "Tacos fos sonides de Ix melodia deberain ser procucidas en shnente atilizelles, De este moro se lograron Jos siguientes pasos tonales Suara 1/4 Tercera mayor 1/5 Vercera menor 1% Tercera septimal 1/7 ‘Tona sepeisnal 1/2. a serie ha sido reaizda en Ia eltara mis antigua ques conece y que avin sobrevive: la cltara de tabla, el elvia to ssfin} “de ka China, Debajo de la cuctda de melo= dia, en la tapa de [a caja, thee insertaclos (rece tastes en Mobic Gla sinétrica: ta particiin por ka anita, fa tercera parte, In cuarta, etctiera, arranca dese los des extremos en forma de espejo. orden revela Algunos de estos tastes no se usan clatamente su origen a partir de especulaciones aritméticas todricas y no del olde. Falta solamente la divisién por sicte, que no apareee en ningtin sistema de medicién y que en la priccien y dificil de realizar, En épocas postesinres contininé envieqy sle fracciones. Una vee conocida fa ley del owe In serie rela de quis tas, el reemplazo de la quinta de soplo por la quinta juste, Hlevé necesariamente a sustituir el tono aumentade 7/8 por el tono justo: quinta (2/3) menos cuarta (3/4) = tono 18/9). ‘Tercera mayor menos tono, a sea 4/5 menos 8/9, | producia otro tone més Pequefio: 9/10; la cuarta menos {ereera mayor, cl semitono: 3/4 menos 4/5 = 15/16. Con cilas se completé Ia afinacién pura. De esta tuerte, las segundas mayores, © sea tonos ente- tos, se dan en dos tarmafies distintes. Si De-Re correspon vie a 204 cents, Re-Mi ha de ser mas reducido, pues Ja ter- sera mayor Do-Mi, que mide 396 comts, solo rescrva 182 cents para el segundo teno, Esta desigualdad requiere tam. bién un “temperamento”, en este caso para Jograr la igual- dad de les dos tonos; en los palses de habla inglesa se fo conoee con la designacién mcantone temperament, y en Tn- wlateria, Francia y Espaiia se lo predizié al nuevo tenipera mente equidistante hasta el sighe xxx. En cl mundo ariibigo se procedié en muchos Jugares a la division de la tercera menor en das tonos iguales. de ‘tres cuartos cada uno, para evitar la gran similitud entre tone menor y semuitono, La division en distancias y el eirculo de quintas se encuentran a menudo yuxtapuestos. La cuerda de melodia del citi chino entona el tono 7/8; las cuerdas al aire acom- tes, afinadas en quinta, Hlegan después de la segunda al tone justo 8/9, En forma. similar, en las afinacioe ies hindies Ja divisién en distancias y el cireulo de quintas chocan entre si obligando a soluciones artificiates, tales co- | mo la divisién de la octava en 22 gradi; la miisica gricga y | Ja arabiga presentan vestigios de esos procestimietitos, VE ESCALAS Y MODOS Los sistemas tonales representan Ia totalidad de Tos sonidos disponibles en tun instrumento, dentro de una deter minada cultura. Pero tinieamente las cscalas derivadas de aqui oftecen la seleecién, ajustada a cierlas Teves. que Hive de base a una determinada melodia. Nuestro sistema tonal, por ejemplo, eomprende doce sonicas, no asi_nucs- tras melodias corrientes, que responden a una escala de sicte pasos. : ‘La forma primitiva de una idea musical es una figura preteérica —como los magém en Yos paises aribigos y los raga en la Indin— i ‘caracterizada por su contorno, temsién ¥ telajamicnto, succsiim de pasos (casi siempre dentro del es patio de una octava), ciertas formulas que s repiten gon Frecuencia, ritmo, tempo y ethos. La definicién es mas 0 menos la misma que Ia del modo. Dentro de esa figura cabe un grado considerable de libertad en los detalles Asi como dos individues no son idénticos aunqué ambos per hezean a la misma especie hombee, asi también todas Tas dealizaciones dle una idea musical revelan diferencias. A ‘estas realizaciones las Ilamamos melodia, Nuestras escalas won abstraccioncs artificinles, inanimadas, tanto dle fas melon dias individuales como: de les patrones gencrales. Par lo co- nin presentan dentro del marco de la octava todes Tos pa tos tonales que ocatrren, orclenados segiin su altura, La me Todia desconoce esta rigidez; es viviente, nacida de un ppuko motor y, como todo fo que se mucye, es una continu a2 sucesién de (ensicn y relajamionto, Mientras que ef sistenin tiendle hacia la iguaidad «le los pasos, | to, la melodia madura tiende, por tp igualdad de los pasos eque produce cn aquélla un eontrat= cig y resolueién org pontafonismo sin sernitonan cireulo de quintas justas posce es clesignaldad de. lop jor Lt diferencia de tonos y terceras menores; ¥ lat divisién de Ia tercera poe In introduceién del ignifien solo una etapa mis en La defense vital-musical conte la gid igualdad de pasos. ‘Aun en Tos casos en que la escals ticnde en principio a la equidlisiancia, como por ejemplo on el slendro de Indos fa, melodia y escala van por caminos distintos: el olla ldggien se separa del fisioligice, Los juegos de gong, lot fonee y metaléfonos de la oryuesia, esti afinados exac: tamente en cl sentido del sistema cn 6/3 de tone. Pera en las inelodias vacales com 1s que el misiee javanés no siente de ananera muy distinta al curopeo, AL occidental le cuesta percibir Ia igualdad de los pasos del slendeas siempee jnnterpretamos la sticesign dle los 6/5 de tonos como una al- ternancia de terceras y (onos. En muestea propia misiea no: mocedemos de otra mancra: el piano esti afinado rigueo~ samente segfim el temperamento cquidistantes sin embargo, » sonide Do sasteni ol lo sentimes ora mis agudo, , segiin eamduzea haria Re @ hacia Do, respestivamente, ¥ y violinistas, inelependion- tes como son de Ta afinacién fija, legan basta. Ja separae idm real, fislea, de ambas funciones. También el cantor javanés = independdiza del slendro; donde le parece necesa- rio, intevcala tranquilamente algunos fier. ‘Los jéex han side medidos en forma mis sutil atin en fa andsica hindi. y en Ia axaibiga-iskimiea el semitone pares Gia demasiado. burdo, Era un comprensible desea de los jeos hiacerlos iniegrar inmavilizattos. alli Pero ne elebemos engaviarnos; tal procedimiento contraria el sentido de todo sistema. Los hincties interpretan sus soni= dos deslizantes como grutis Gtos representan las unidades ns mds reclucidas det sistema. En Bogdad el tedrico Safiaddin (siglo xin) sumente slo de quintas justas ite cinew pasos nxic, para obtener un sisteraa le dic- pasos: mis io-Re ber $6666 066SS6CasEESEREEEEES oe moon ce ae am ad rs tag Ma nn) age Ant ROH IES RRR 1g pO SIR DOR RE UORE we Jos ectavos de_tono y tos semitonos. © agregaron sicle quintay ms, hasta que en elsiglo xtx (Miguel Meschaga) se ¢ondensaran. todas Lis construcciones tedriess y tadas las tradiciones y costum- haves a temperado de 21 pase tuera leyenda el que los Grabes hayan pascitlo jamés eseal os de tone, Cualquiera que furse fa am nera ce entenar los pasos menores, siempre se uata de sonidos deslizantes aislados; no acurren secuencias cle dos 0 nis cle esos pasos mis pequefies, En todos Ios casos se li- xen solamenie siete pasos del material proviste por la octa- va. Una idea de la mnultitud de combinactones posibles Alterna Después del ee de un sister Be mes Naesia ev sh cde pasos de cuarto de tono, medio, tres cuartos, tone entero, cinco cuartos y tres medios de tono la da la siguiente reduc sida seleecién del texoro de escalas aribige-persas: ‘De tmanera similar los hindies derivan de su sistema tonal una cantidad enorme de escalas, las cuales, sin em- hango, en contraste con las anihiga-persas, en la mayoria de Jos casos renuncian a las euartos y tres cuartos de tone, También ofrecemes aqui una scleccién de esas escalas, a: [ae] | Kanchdng! logiya Horumatedi Te Bhairave Choxravahom I Mares | Natobhose Kalyan Banga Insinort BI Para poder designar brevemente estas escalas intente- mos en Io posible representarlas mediante las teclas blaneas del piano, denominindolas segin sus sonidos de pa és —— SSS = Modo do Re; 1* tono eclesidstico, frigia (hay dérieo) ‘Modo de Mi; 3 tono eclesisstice, dévico (hoy f 45 Newd (es deciz, la variante aqui reproducida) y hancmatods | podrian, ser consideradas como escalas que arrancan de Mi las teclas blancas; nattabhdiravi, de La; jhinjioti, de Sol, a 2 2 En principio, aunque no exclusivamente, solo existen y cexistieron escalas pentalénicas y heptafénicas, Durante mu- cho tiempo predominé. en toda el area de las civilizaciones alias y su é:bita la cacala pentaféniea (no pentatinica), que determinaba Ja formacién de las melodias, En el Este y Sudeste de aAsia sebrevive atin hoy en dos formas: sin sex tonos (antemiténica) (ejemplo 25) y cari senuitonos (hes nica). El peptatonisme sin scmitonos puede originarse, como ocurre en el slendro de Bali y Java, en el circulo de quintas sopladas, y més inmediatamente en ef circula de quintas justas, si se Jo interrumpe en el momento oportuno: Fa-Do DoSul_ Sol-Re Rela da la exala: Do Re Fa Sol La Solo con la continuaeién J heptafonismo con se Do Re M se completa para Sol Ta SiDo. Estos dos sonidos ebtenides en dltima instancia no se Lalla del tole ausentes en fas inelodias pentafénicas, Pero folate prese romaclos. en fort: Ins mclodias mismas, Low chines los Hainan pcm, y con este nombre ban entrado en ja musicologia, 0 se ha estrechade progresivamente; de lay infinitas posibilidades de figuras melédicas nacieron las me+ Joiias ceneretas, pero ef mrisice axin no tiene acceso libre al iatcrial sonore, Para que esto resilte comprensible de- hemos hablar antes de Ia evol sonalidad, que ‘olucién del concepto de Ia pete se produje sino paulatinamentes 9666568466568 805865658808008880868000 & EL MOsICO eapitulos principales, En el primero se desconsee In cjece ‘cién musical profesional. Cantar y tocar siguen skende uma cxpresién ineludible de tensiones interfores, yeaa miombro de la tvibu tiene iguales derechos y se halla igualments ¢a- pacitado, no importa que la finalidad consista en el relaja- miento de Ia tensiém, en Ia accién miigica o religiosa 0, mas tarde, simplemente en el goce y la diversion, El herho de que én ciertos ritos migicos al hechicero se encargue de {areas musicales particulares, no signifiea cue disponga de tuna preparacién musical superior al nivel conti Estas cireumstancias se reflejan con la mayor claridac en los comentarios de los libros biblices, Yr sea que Moisés haya atravesade iilagrosamente cl Mar Rojo conduciendo al pueblo de Isracl, ya sea que s¢ reciba a los héroes desputs dc la batalla victorioss, siempre se lee “los” hombres eantan, Slag” mujeres cantan. “Todo el pucblo practica la musica; cantar, tocar y bailar son propiedad comin, y cuando un gran acontecimicnto de la comunidad se condensa en un sentimienta patético, cl jefe entona la melodia liberadora y todo el pueblo toma parte en el canto.” 1# Ta situacién cambia hacia el afi 1000, cuando Israel se convierte en reine, Un instrumentisia cs el que debe curar In molaneolia def rey Savy la liturgia se organiza oficialmente: instituye una mmisica profesional del templo y 5 isponc de wna gran corte de eselavas cantantes ¢ instrumentistas. 3 | efecto, parece que la profesién de miisica esta liga- da al en de la monarquia y de Ia aristocracia, En rela- cin con las cortes ofmes por primera vez hablar de cane tantes ¢ instrumentistas profestonales, Bajo Ja influencia del rey que obliga a sus sibditos a trabajar para él, las mai festaciones musicales de toda la comunidad se convierten en un servicio que brinda prestigio a pasatiempo a su corte, qque lo divierten y estimulan, pregonan su fara y sustentan el culto religicso oficial por él instituido, Esto vale tanto para las monarquias de Asia como del antiguo Egipto, o para los actuales Estados negros de Africa Gentral y Africa Oriental, Este paso acarrea importantes consecuencias: Ia trans- formacién significa al mismo tiempo la separacién de toda miisica en miisica popular y miisica culta, Y camo el “pue= blo” se identifica con la esfera “baja”, la miisica popular se ubica en un estrato inferior. Con las nuevas tareas que debe cumplir la musica al canyertirse en arte cortesano, se inieia una transformacién completa, El canto y la ejecucién instrumental a cargo de individuos dedicades a es ocupacién exclusiva delante de otros y para otros, ya no son una exterlosizacién natural de Iss emaciones, una actividad comin destinada al conjuro de los espiritus y para el propio placer, sino que se han convertide en interpretacin que, para no perder su sentido, necesita un piiblico que respanda a las preguntas de st gusta © no gusta, de si cst4 bien o mal, de si cs bella o fea, En resumen, con la transicién a Ia actividad artistica profe- siomal la maisica se convierte en asunto estético, Simbolo d tal situaeién es In presencia de castrados con ver “dulce” en las cortes hindites, hace dos mil aiios. ‘Otro raggo que aporta el nueva orden es un significa tiva carfeter cosmopolita, Ni siquiera la micica popular Premondrquica pude mattenerse “pura, en el sentido es- tricto de Ix palabra. Estaha expuesta a las influencias del intereambia con los puchlos vecinos y de la paulatina superposicién de eivilizadores més jévenes. Transformacio- nes de esta naturaleza suelen producirse con un ritmo muy lento sin modificar el caricter onginico y autéctono, En las monarquias, por el contrario, los elementos ex- tranjeros penctran precipitada, intencionada e inorginica~ mente, El gran harén de eantantes¢ instrumentistas extra rete regalo 0 tibuto de reyes amigos ¢ sojuzgadon jo (ctneoniar el brillo de la corona, el alcance del braze sett mndgence conoridas dexcriben e6mo enol gtd rt ie aC. un faraon eqipeio, amo de toda cl Asia An- rae hizo eonsiruir uni palacio particular pata Ta Huey (ereita de roujores sites, y eSeno en el primer milenio Te resin de la corte dela derrotada Blam ileal encuentro sae Ser eetpantador asirio, > La corte de China mantuve, yo LA NOTACION Hetiana, orquestas de turquestanos, hindiies, co- ‘ibetanns, bitmanos y annamitas, ™ y Jos feabes reflejan hasta de Ios ealifas con @ aaeeeaeaee reanos, mongoles, stemas musicales y melodias de les hoy Jas antiguas relaciones de las cortes Persia y Bizancio. Teocbién estas influencias extranjcras tuvieron sit as ecto wentajoso para el arte, por lo mens a titule de eiert Plo y por ofrecer una constante posibilidad de come raci6n. el surgimiento del ‘Toda la miisica no sects mbt oo eeccis pon oie te ies reproduceién se refundlen, « ladera no ecupa un lugar muy 1 tercera etapa del nuevo orden es importante, toda la prietica. musical tie coneeptn'de In pemonalidad en el arte sonoco. Exe hecho dios, pave b tadcnral 7b coo eee concept de lt Perivecta del acecentamiento del factor | 01, Os hue dr i paella ae ea 2 ca amisica, pero depende también del individuae Titolo eakis coms da; oe ee « Tismo propio de toda civilizacion mas Glevada. Famiky honor |" del todo. z actones jamie te para do ora Tas masicos favorite: dc los { y dinero. coerespon' Jeandes y ol oldo se agudiza para exptar Ins rutilens del | ee ed | age ‘aaa f {alento personal. Dpetesa, situacién se sigue una dable consecuencia para el misico: libertad y atadura. 000 6060568660560504646886808685868556' vf AY siquiera 1a po » cuando Ik memaria se ve en Gpocas de dominacién extrane cen que fas fisalidades del Ia tanto, fa No existe, por k sibilidad de una jera y de Calto. propio corren peligro, se tecurre a Ia a muda d Mientras se tata de inisica vocal, la excrinara no tet ce a fijar Ia altura de los sonidos, El eantor, en efecto, nia fe a. con sonidos aislados, Por el eontra- rio, ésta inte odo indivisible, del cual solo Ta. teoria posterior aisla los sonidos cual puntos inmaginatios dentro te un sistema ee eoordenadas, El movimiento melédico que nace de un impubo homugénco pose para cl cantar, a lo Jmientos que pueden consi- derarse como partes aishables, determinnelos ascensos y des- ne” que 40m communes a todas las raclo- ins ds ar, La notacién ha de Timitarse a f estos clement yuier olte paso mis allé aportaria a la melodia un elementa extraio y petrifieado. Se trata slem- ‘ire, pcs, de fo que en nucstia Ealad Media se designaba cow el nombre de. i males que indie aban In direecién del atar al cantante a sumo, pequetios grupos de movimniente, si Estos meumaas en las Gpoeas en que sc dan lag < evilizaciones: entre Jos japaneses, para la opera ritual #3); entre los judios, come neginatie para Ix cjecuciin del Pentatcuco; y enue los hind(es, como svara para 1a ile los Vedas. ‘Tales signos reflejan claramente el ne ‘denn con la eabera y fa mano, que fue origina fr mavimionto instintive y queen la quironiniia (ine con la mano) ayuda ala memoria, al mismo tiempo que Mrantiene unides y conduce a los otros cjeeutamtes, Muy distinio cs el caso cuando s trate de misica ine tumental, Aqui la melodia carece de un impulse, motor pnitario; esti “compucsia”, construida; nace de una serie Ge digitaciones premeditadas en determinados lugares de fa cuerda o del tubo, La escritura no ha de indicar em er término la direcci6n del movimiento, sino preseribir itaciones, Na es neuna sino entabladura, como ocus fre en épocas mis recientes con las notaciones para Grgana y lagi: ef signo indica Ja euerda que ha de ser pulsada, el is | cl instrumentista tumento us rente por el laudista y el vi “n ha de ser apretada y, a menudo, la manera ie cjecucién. Pero tan a eer i. cjevutinte hasta el dhhino detalle Aum allt donde 4 sonido Ie cortesponde un signe propia, inoomtundible, gora de amplia libertad para diolver en melodia viviente lo rigide, lo abstracto del texto anotado, wove en cl momento y en la fs mento y peculiaridad del in ulo. Et ejemplo siguiente demuestra ast ia de notas chinas es leida de modo.dife- linista, Pleas china Jie atacsoe Seren Ha crecucien et lade swcidn del vielin @ % LA ROLIFONIA ‘Cuando actian simultfimeamente varias fuencts sono- ras, la polifenia, en un sentido primitive, por supucsto, ct snés natural que la rigurosa monodia. La melodia no se ha petrificado, como actualmente entre nosottus, formando un todo susceptible de ser fijado mediante Ia notacién; por el contrario, es una idea viviente y s¢ renueva en cada ejecue cién de un mode Gnige ¢ irrepetible; cada repeticién aporta modificaciones, no con respecto a Ia idea en si, sino a as cjecuciones precedentes. Del mismo modo, cada fuonte sonora realiza esa idea de manera distines (ejemplo 15) ‘Asi como el artista, segin Ia dureza y grosor de Jos distintes materiales de dibujo que utilice, intexpretard cl mismo mo- delo natural de distintas maneras, reprodusiendo: I misma cabeza humana con trazos muy diferentes segiin que use ‘carbonilla oun Mpiz y delgado, y asi como las pines Jadas del pintor de murales, realizadas con una brocha an- ‘cha y con capesa pintura a la cola, difieren de las del acua- relista que cmplea un afilado pincel de marta y acuarela liquida; ast Ja voz del cartante plasma la melodia de una manera distinta a Ia de Ja mano del laudista y al saplo del finutista, Cuando voces ¢ instruments, @ varios instru menlos, repraducen una misma pieza, scguraments no #6 Jogrard el unisono. ‘La actuacign simultinea de varios instrumentos, que cjecutan la mia melodia, lleva a la “heterofonia', En Sta se basa ante tado Ip textura del gdmeian de Indonesia, la orquesta més importante, si sto In Gniea creada por una ‘cultura no europea. Docenas de hombres de picl oscura, Bs Violin. Piom pasa pimelan, de Java Segin Groneman POPPA RAR ® 6 A. 666666646644 S44SHFEHEEEEESSEES vestides con ropas multicolores, estin seutados frente a ences instruimentos «le bronee, en sis bastidlores genes des con escullumas, pintados de roje y con rosamente ad Neodia bisica de una pica para ghmelan de Hal (je mismo tiempa, y coronades por un gong gigante suspe: dido de una horea, El conductor comicnza, meditativo, eje= eutando el preludio en el juego de gongs; como en ta banda Ge gitanos, uno tras otra van catranidy lox misicos y des- introduccién, en libre conjunto, lrasla el gran 66 golpe de gong con que culmina, Y entonces einpicza la verdaclera pieza; muevamente es el gong el que comienza y los otros instruments van cumpliendo su papel. Los ins- trumentes de varas metélicas afinadas tocan la melodia bé- ica simultineamente en distintas actavas; otros instrumen- tos de bronce rodean esta melodia, Cada instrumento cum ple ion definida, inch des y } i i en seeciones principales y sccunclarias (ejemplos 16, 17 y 18}. Debido a este desarrollo de Ja melodia, 2 menudo las obras se extienden considerablemente. Sin exbargo, las pie- zas no son libremente rapsédicas, Casi siempre comstan, ‘como nuestras sinfonias, de varios movimientos diferencia- dos por su tiempo y caricter, y estos movimientas poseen luna sélida estructura periédica. Con todo, se advierte cl deseo de aligerar esa estructura rigurosa, ya sea suprimiende un golpe de gong divisorio c interealando otro no previsles | © evitando con recursos similares el aburtimicnto dad. Ademds, la gran variedad y cl caricter vivido de la jnterpretacién, con sus abundantes matices del demo y do Ja intensidad sonora, contribuyen al mismo Sin tempo y, segin su tamafio, deberin dividir 1a composictOn | Bordén. La forma mis importante y mis difundida de ta ejecueién polifénica, vocal o instrumental, es el bordént ‘mientras una vor desarrolla [a mclodia fa otra mantiene un | sonido que ¢ su tnica o nota principal, ya sea debajo de la melodia o pot encima de ésta, Tal es ¢] modelo de nues- tro “‘pedal”, No sabemos eémo nacié, Hace muchos afios Homboste! pretendis derivarlo de las voces de traslado on cl canto alternado? mientras que Lachmann le explica pat ‘el uso no musical de dos tubos sin agujeros, de alturas de nidas por razones eosmoligicas."* Por ai parte quicro re- ‘cordar cf uso ampliamente decumentado de un solo sonic que se Tepite constantemente en apoyo de una reeilacién y de una melodia vocal. Por lo menos deste el segundo mile~ nio antes de Gristo, pero probablemente ya mucho antes, el bordén Heg6 a ser la forma mis usual de ta ejecucién en instrumentos de soplo. En el antiguo Fgiplo, Iucgo en Gre- } Gia, mis tarde en todo cl territorio de la expansion iskimica (ejemplo 19), al lado del oboe, clarinete o flanita encargados | ; de la ejecucién de la melodia, hay otro instramento igual | que se encarga del bordén, el cual puede estar unido al primero 0 suclto en la boca del mismo o de wn segundo instrumentista.) ih Este borda se desarrolla en dos irccciones: por un i Jado llega a so¥tener yn acottle de varios sonidos, per ejen plo en el drgano de Hora de los Karen, de Birnania Sep- tentrional (ejemplo 2)), 0 también en Ia gaita europea ¥} Karon (Birraania septentrionsl) Piesn para Gryino le be Registra por Set Ja lira gi octava. Por otro lado se forma un bordén movible altersando alyunos pocos sonidos (ostinato), especialmente em Africa ejemplos 21 y 22), $ toria (cifonia), produciendo ténica, cuarta y El movimiento paralclo, El canto simultéineo de nih BI canto simultineo de nifios, mnijeres y homtses, y entre ellos cl eanko sinrluineo de los diferentes reqistcos naturales que nosotros Taunamos sopra ‘Cantos ale bande ue tes rade por Weal, tranietite por Merboatel = ©6666 66665645554 5444SSEHHEKSESS (Cancsin we tos habutantes de fas Andaman Segiw Portonan Gorw fememino Gon core maxculina Pasos de baile Palmetsa yypataleo cin, tal conciencia es evidente cuando sc alterna dentro de la mistna pieza y en inmediata vecindad entre octavas, quintas y cuartas, como, por ejemplo, entre [os wanyatnwrezi de Africa Oriental: Wanvaremeziscancién de bully tramciita por Yoo Hornbrstel mo y canter iio, comduice, al ppinctplo incans ‘atemente, a entonar li misma melodia en ta distancia octavas y en las de quinta y cuarta, intervalos siguientes segin el grado de fusién (ejemplo 23). En las islae del Almirantazgo, de la Melanesia, en Africa Oriental y en Dalmacia se canta inclusive en la distancia de una segunda. Si en todos estos casos fos cantantes al principio no se dan cuenta de ne no estin cantando al unisone, come ocurre ain en nuestros paises entre cantores populares sin form 60 En el caso del érgano de boca we abserva que esta fore ma no ha podido surgir sin influencia del bordén: la pric- fica mas antigua entre los karen, del interior de Birmania y de cultura primitiva, hace scompaiar la melodia con sonidos sostenidos; 1a. préctica més reciente, en las culturas = EE clevadas de Asia Oriental, la aeompatia con intcrvalas eat biantes ‘Pisza hing para érgano de boca, registrada por Da (ais Reymond, tamyerita por BE. Flocher 2 Jaus GaneiOn lp tale de Wis Uteke, registrads por Laman, transcewea 208 ies Bat Relies oly é JAS ‘Aqui se inicia algo que se parece a la armoniia acei- dental, pero que se mantiene csencialmente distinta de éta, porque no se Hega a una sucesién ldgica de los acordes. Fate filtime paso estaba reservado al Qecidente, Imitacién y canon, Algo més lejos Hegaron fos pueblos primitives (¥, ¢o84 curiosa, ya pueblos primitivos muy anti- guos) en la técnica imitativa, Kin este caso no puede haber duda de que ¢l punto de partida lo constituye el canio antifonal, o sea la cjecuciim alternada del mismo motivo melédieo por dos cantores o dos grupas de cantantes. Cuan- do, movido por cl entusiasme, ¢l que contesta no deja tere minar al primer cantante, cuando en su impulse, por de- cirlo asi, “pisa Ins talones” del que Je precede, resultan su- perpasiciones que poco a poco, intencionadns y clevadas a fora artistica, se aproximan al canon curapeo (cj, 26). Pera también para las formas imitativas de In polifonia vale nuestra afirmacién anterior: se forman, pero degene- ran muy pronto, porque, contrarlamente a la evolucién oc- cidental, les pueblos no europeos ponen todo el énfasis en Ja melodia y el ritmo. Por ser la polifenia corapea un vebieulo de toda evolucig¢n musical, fucra de nucstra con- i 62 queda come an fendiiens 9 aio y estéril, Aqui, y solo cn estoy teside la diferencia esencial entre la misica oriental y la eceidental, La polifonia tos condajo haria Palestrina, Bach y Thee thoven, pero al mismo. tiempo debilité. nuostras posibilida- aes y mestra sensibilidad melédiea y ritmica Tegé a sor para nosotros maldicién y bendieida al mismo tiempo, as460068 . ad » ® ® > ” . ° . . LOS TIPOS Mi ONIGOS Heros hablado de la libertad del misico noe Resta ain hablar de sus ataduras. ‘Todas Jas culturas na europeas tienen en comity una modalidad de creacién y recreacién artistica, que se dife rencia fundamentalmento de ta moderna gecidental, Para nosotros fa creacién es un acto de Ta personalidad mas acen- sapeo. tuada; en la obra de arte se evidencia la individualidad Suprema, inten sta el poder ereador. Gon criterio severo s¢ investiga la obra buscando In nuevo, lo inaudito, iva, condenande k svenian yy lot vestipion c contenga de atras obras conocidas, Num en Ja recrcas ign, en el canto y en la cjecucién intrumen exige la nota personal hasta un grado que Ince yeligrar Ia fidelidad de la reproduceién. ‘Tal actitud es completamente ajena no solo a los pac= blos primitives, sino también a las civilizaci de Oriente. Es cierto que toda cultura avanzada eonoce: c| concepto y el cultivo de la personalidad; donde hay testi- monios cseritos, éstos. transr ciados, famosas e idolatradas, ya veres ancncianan, can cl nombre de su auttor, composiciones bien logradas y ej plares. Pero aun en esles cases en que fa aetilud se acerca mucha a la europea, no solo falta el postulaslo de Ta nove- dad mis acentuada posible, sino que, por cl con artista se encuentra atado a modelos que sole margen infinitamente pequefio a su impulso- creador ya Ja manifestacién de la pura penonalidad en ef sentido europeo. A nosotros nos resulta dificil comprender que un moe delo melédico pueda actnar como ley inamovible y dirija In ereacién musical, tal como ocurre en una extenta parte de la tierra, La explicacion que més se acerca al fendmeno- podria basarse en el conocido paralelo de a arquitectura, Los gricgos disponian de un determinado esquema para sus templos. Pronaos, cella y pértico eran partes obligadas, y la divisi6n de ta fachada en basamento, columnas y enta- blamento obedecia a normas inviolable. Dentro de este esqucma el arquitecto padia elegir entre ties érdenes de columnas, el dérico, el jénico’y el corintio, cuyas diferen- sias esenciales residian en su pesadez a ligereza, en su vigor © gracia. Los detalles estaban fijados minuciosamente, AL fuste estriado de orden corintio le correspondia ef capitel corintio; a un fuste de columna dériea, un cquino dérico. A pasar de estas ataduras rigidas, ningiin templo griego es cxactamente igual a otre, De la misma mancra que un luthier dentro de los limites severos de los materiales con, que trabaja, en raggos indeciblemente sutiles de los ofdos 0 de las volutas del caracol imprime a a obra su propia cali nrafia, el arquitecto griego exterioriza su personalidad indi- vidual en alteraciones casi imperceptibles del ritmo de Ia constitsccién y de las proporciones individuales, El valor de su creacién personal no reside cn cl hecho de carceer de modelo, sino, por el contrario, en el latide individual dentro de un cuerpo preformado, Ast debemos comprender cl pate? de Ios javaneses, cl tage de los indios, el magdm de los frabes orientales, cl nomos de los gtiegos, el migim de los judios y ol Ton de los Maestros Cantores; modelos que —al igual que el orden dérico de las columnas— a menudo sole existen como idea, sin encontrarse realixados en ninguna parte en forma defi. nitiva © universal, y que so distinguen unos de otras de manera dificilmente perceptible por los ofdos europeas, por basane en una escala determinada, por el uso particular de intervalos signifieativos, por la estructura formal, cierta curva melédica definida, breves motives fundamentales. re- 6 petidos con frecuencia y una peouliar expresion em Lo que el compotitar ereador agrega de st proj invencién es, segGm mucstros coneeptcs, infinitaments Bo tin embargo, los eompatrioias deseubren suficientes elem foe personales y exelisivos, Es que la eieala de valons Meanie, Tambien el hecho de qué el compositor sea al mismo tiempo cantante y cjecutante Gnstramental, y que vo existan Timites entre inspiracion. y ejecucién,, entte lea y técnica, contribuye a gue el arte de la inveneién y de la Yepradiueriin se refundan en Ja moifestaciin, expontincs y vivieme de una personalidad. Nuctiros ejemplos presentan algunos catos de diferea- uta melbdica. jones dentro de waa misma pal 1. Makém réat persa: tiempo maderado, serena conduc: cién imelédiea, ausencia de ornamentos, Ambito limitada Ja cetava. Corienzo y final en la toniea. Fseala: 2 alae Primer ejemplo segun ldelvabe Semple Sexi Mebans 2. Makan mahur persa: ther i ie | : po mas movido, superae final en la ténica, Escala igual que en rst. Sexin Hib Jia Gkima rach que explica Ia aladura del creador es de indole extramusical: cl sonida cs algo distinta y algo Js que una vibraeiém del aire, medibl través de la cantidad de vibracioncs, 68 y especsable a @ » LOS EFECTOS FISIOLOGICOS Ames de desarrollar el grandiose panorama de la mi sica no europea en su contexto universal, hay que saber y comprender que el cantor no europeo posce, simultinea- mente con el arte de cantare, el poder de incantare; que la maisica no solo cs “encantadora” en el sentido convencianal de esta palabra, sino que xealmente encanta en el sentido primitive y conereto del términ Desde cl punto de vista fisioligino existen das tipos distintos de efectos de la miisica: uno, de incitacién viow lenta; otro, de tranquilizacién y freno, El primero carta la respiracidn, acelera el pulso y estimula ol sistema de los netvios motores; el segundo serena y equilibra. Es el mis- mo contraste fundamental que encuentra también sw expre= sidn clisica en la antitesis de la dionisiaco y la apolineo. El més antigua es cl ofecto excitante. Ya el orden cronolégico en que nacen los instrumentos refleja la evolu- cin; por mucho tiempo solamente se utilizan ididfonos Zolpeades, de apisonamiento, sacudides y raspados, adems de instrumentos de viento y tambores, todos ellos de earie- ter motor, violentos, sonoros y embriagadores. Solo mis tarde se’ agrewan los instrumentos de cuerdas y guimbar- clas, de escaso efecto motor y can exelusién de toda vio- Iencia. De Ia misma manera el canto de las civilizaciones primitivas y medias, en Ta medida en que tiene efectos Jisiologicas, tiende exclusivamente a Ia excitacién, Indiso Jublemente ligado a la danza, leva cn sus momentos cul- minantes al éxtasis. En el canto y ca la danza el hombre primitive Hega a estar “fuera de si", poscido, desfigurado, deshumanizados es bestia y dios al misma tempo, La inconeebible fuerza de este efecto extiitico en el hombre primitive se demuestra por el hecho de su larga perduracién en las civilizaciones elevadas, sobre todo en la periferia de cllas, donde solo una capa mny tenue cubre el sustrato. primitive, “Ya estaba oscura —ast describe el pintor Walter Spies tuna sesién en un templo de Bali (la cita ha side abre da)—, dos bailarinas quedaron adormecidas, Un numeraso coro de mujeres, de color bronceado, semidesmidas, can- tuba. extensas melodias monétonas y siniestras, a veces can sonidos aislados, sostenidos durante un tiempo inverosimil Cuando Ja bailarina’entré en el citcule, se hizo un silencio absoluto. Una voz Iejana, abstracta, completamente irreal, empezé una melodia indefinida, en registro agudo y vidrio- so; jamds he ofddo algo tan supraterrenal y de cardeter_ as- tral, No era ue ser humana el que eantaba; les sonidos llegaban desde algtia profundo del averno 0 desde to alto del cielo, Hasta ahora no sé con certera si la vor tenceia a un ser humane de carne y hueso o a la bailarina transformada cn puro espfritu. De pronto entré uno de Jos cores; una melodia fuerte, a una sola wor, vigorosa —un crescendo gigantesco— y que se interrampié stbitamentc Otra vez el silencio dramético. De nueva, muy suave, co- mienza el eanto, intercalindose alocadas gritos del coro, inesperacos y sin preparacién alguna, La melodia suave continga micntas tanto su desarrollo; va cn aumento hasta que en algin lugar se enreda en sf misma, por asi decir, ¥ queda detenida en un giro. La iiltima frase se repite lenta ¢ insistentemente, Iuega cada vez més ripido, cada vee mis fuerte, hasta que, de repente, después de un interminable ereseendo y acelerando, todo prestissimo, culmina en un grite agude, y nuevamente el coro entra forlissimo para Goniimuar cou eltiépite, éra en el segutro. mss agudo, orm en el bajo mis profunds, ora en el registro central. Ade- mds, imaginémonos a los hombres del coro, sentados en un cireulo, muy cerca. uno del_otvo, y movigndose continua. mente en forma ritmica. Todos ios integrantes del coro se encontraban tamijén casi en estado de trance; de todos modos hablaban como ausestes o poseidos, come en sueiio Es algo asi como un arte dejaugestion colectiva; un embriae 0 pare en comin, y al mismo tiempo es alge extr grandinso y inistice En el pelo opueste de las civilizaciones clevatias nos eneontramos can aquel califa del siglo vits, el cual, al escue char ejecucioncs yocales virtnosas entraba tanto en calor, queen medio de los canies se quitaha Ia ropa para same Ihullirse cnn baito de agua perfumads o dle vine para refrescarse."* A la misma civilizacién pertenece aquel moza que el autor vio hace tiempo en Sevilla y que, en la pros sesién del viernes santo de Jas obreras de las fabrieas de cigartillos, se arrajaba al suclo delante de la imagen de la virgen Marfa, cantando en faliote una “sasta” hasta quo, como et muchacho que figura cn cl cuado de In Transfi- puracién, de Rafael, se desmayaba eon Ios ojos entornados y rigiddos, El occidental ha perdido ese tipo de reaceiéu musical, como también aguel otro, més reciente, que en contraste con i primero equilibra al hombre, lo tranquiliza y lo acerca a [a sabiduria, Su reino es la regién central de la cultura clevada de China, y se extiende a través de Ja India hasta Grecia. “Las cuerdas —dice KR. Wilhelm, refiriéndose a la mitsica china— no estallan en una danza frenética, 3 en una contemplacién wanquila”.2* “La mnisiea hindi —di- ce un hindG— no eva 2 ta actividad, sino a la reflexién."5 Y dentro de la miisica griega el mito croé fa figura de Orfeo, que con su canto y la lire domestien a las fieras y ablanda a los dioxes implacables del inficrno, al igual que en [a mi- tologia hindi, cuando Krisna toca Ia flauta, las vacas se detienen con el paste entre sus dientes, lox terncros se olvie dan de maimar, tas flores ticmblan y los rfos retraceden cm sus lechos.** En la historia del pucblo j Jado de los profetas, sobre las cuales deselende el expiritu Ue Dios en medio de tina mé la Tina de Dawid que libera a Sail del peso de su melancotti. Solo en cl context de ese misterioto poder fisiokbgico de los sonidos, ya completamente ajena a nosotros, se com prenden las extraiias ataduras de toda miisica no europea. Estas aladuras son de indole fisica, psiquica y magica. ordinari, fio cncoatrsunnos al 1 966666664660646099009990900909066665 ay LOS EPECTOS MAGICOS ¥ LAS RELAGIONES CON LA VIDA. En las culturas pi vas In toma de goneiencia do los efectos fisinligices favereee en primce tétminn la. ima- aciin y Ia accién micas EL hombre so. ve roseade por miles de cfectos A, | casas fgmora; se halla entregado a miles de destinos cuyas motives y origenes permanecen acultos para él; nacimienta | Yanuerte, procreaeién y fertilidad, erccimiento y ariclez, le | via y sequia, cl esplendor del sal, el creptisculo y la nache, cl vienta, los relimpagos y truenos, aquién tos hace?, 2 quign | Jes da drdenes? Y Io que es atin mas importante: 05:0 | mpedir lo que no conviene?, gcémo mantencr alejadas la | cetcrilidad, fa enfermedad y la nmerte, ¥ como asequr salud, Ja prole 9 las eoscebas abiandlantes? La respuesta no se asa ent factores razenables, por eferrpla en ta higiene, wntacion apropiada. y labor infatigable, sino en ta inves eacién, Ia reconciliaciin 0 el conjure de aquellos poderes mln iradielém, som capaces delentrentar al lreabire or su destine.*™ Esa Incha defensiva, ineesante, contra fuereas de la naturaless a las que, como cosa sobecentendida, st atribu- yen las propiedades animicas del hombre y de los animales, adopta formas conerctas ya en ana etapa intermedia de In | chilizacitm. Se parecon entre sf a lo large de toda el mun- | et frag, rifos migicos para lamar al sol; or el contrario, conjuros de Ilin vuelva a erecer, para conjurar enferme- lades, para slejar In muerte y, a pesar de todo éta se para que Is hin 2 | qwoduce, para promover Ja reencarnacién y anular el poder iniestro del capiritu del muerto, Ya en culturas muy tempranas una persona especialmens te capacitada cjerce profesionalmente cl arte de despren- tleise por un momenta de su condicién humana y, en estada do éxtasis, adquirir y ejercer cl pader de los espiritus. Ine eutnbe sobee todo al hechicero, al shamain, ahuyentar en. ef éxtasis, mediante acciones magicas, a los demonios de la enfermedad, Los medios.prineipales para conseguirlo son la danza, el sonido de la maraca de ealabaza y el canto ritmicamente aeompafiado, Durante horas el shaman baila } canta sus férmulas mégicas hasta que el agotamiento lo obliga a detenerse (ejemplo 4). Por diferentes que puedan ser en su estilo todos estos cantos de hechiceras (véase también el ejemplo 23), a veces breves, a weees de largo aliomto, un rasgo notable «3 la insistencia casi obstinada, poseida, en un sonido deter. minado. EL hecha de que en estos rituales migicos el fenamena sone asuma un papel particular, incomparable, se debe a sus efectos fisioldgicos. El elevarve del ettado de la tran- qquila vida daria, la proyecién hacia lo sobrehumano, hacia el reino de los espfritus, de que ya hemos hablado, se une a la conclusién natural de que ios demonios a los que se trataba de ahuyentar y llataar, sucumben de la misma ma- nera que el hombre, indefensos al conjuro magico del sn- nido y de la melodia, Enfermedad y muerte, sol y Iuvia, fertilidad del cuerpo y de Ia tierra, han de obsdecer al poder del sonido, fa ranSn, el canto y la ejecucién instrumental, la danza, estin cad enteramente al servicio les procedimintes mégicos. Qeupan um Iugar promi- nente en Ins funcrales, EI sentimiento primitivo com que el hombre enrosira la muerte, no es de duele ni de conmoctén solermme, Es terror frente a lo ineoneebible, horror ante la transformacién incomprensible que se produce, temor ante [a trarsformacién incomprensible que se produce, temor ne el propio destino: tode ello embarga al hombre primi. tive ante ef cadaver de un pariente. Las medidas de defensa tienden hacia dos objetives: neutralizar al muerto que no puede haber dejado de cxistir a como ser capaz de razonar y actuar, pero que al quedarse inmévil es considerada, como todo lo antinatural y anor mal, capax de accionar malignas. En segundo. tén trata de ayudar al muerte a que pueda reenearnarse como uno lo desearia para sf mismo, pero quizt tambiéa solo se trata de proteger y promover la vida como tal, pre- eisamente frente a la peligrosa presencia de Ia muerte. El mundo de los instrumentos musicales ofreee muilti- ples sonoridades distintas que sirven a estos fines, El girar de Jos palos zumbadlores, el chillido de los raspaderes, el chisporroteo de las maracas de calabazas al ser sacudidas, el silbido de tas pequefias flautas de hueso, el srdido rugi- do de las tubas de madera y de las trompetas de caracolas, asi como el sonido roneo de tos tambores, acompaian a kt muerte desde el momento de expirar hasta el Gltimo acto de los ritos funerarios. ‘Los indios fueron los creadores de Ins cantos finelyres mis imponentes y conmovedores. Por cierto, jamés poclre- mes penetrar en el contenide emacional de melodias exiti- ‘cas, pero hay casos en que exas meladias do los puetilos pri- mitivos nos conmueven de modo esponténeamente humano. Entre ellas se encuentra cl canto flinebre de los indins mexte canos de la tribu de les pueblo, que se reproduce en el cjemplo 35. Las acentos violenios y sincopades con un descenso hacia el do sostenido sordamente murmurado, y huege el repetide grito hasta el mi sobreagudo, salvaje, ende- moniado y entcramente elemental, también nos conmucven @ nosotros. Nos estremecemos bajo el poder dle ese pathos tivo, pathos en cl sentido original de la palabra, dese polade'de toda’ lo port de todo slememo tatral Aqui, en cl sublime misterio de la vida humana nos sentimos uni- dos 2. los hermanos indémitos de la estepa, y hasta debemos Teconocer cudnto més pélidas inanimadas son las civilie zadas marchas y coros ffinebres de nuestra miisica europea tan altamente desarrollada que esa tonada de fos indios en la que probablemente no hay nada de congoja en nuestra sentide (comparese tsinbién el ejemplo 3). La ceremonia nfusical adquiere las mayores propor. ciones cuando los prithitives pucblos nomadas y recolectors de los productos de Ia natu de Ia cara y de Ia pew pasan al cultivo sistemético ide la tierra, a la planta " Canta fonebre de lox indioe poebto ito por E. Fischer, 1G. Siumpl 0 66666666666606860065505000000 impotente. La existencia del la comunidad depende ahora de la. transfor Ja setnilla cr Ansto, de la aparieién del sol que calienta y th te luvin que feevinda el conjuro del vient y de la livia fos hombres ron im anedia muy sencillo, Ya sc lo Icoliticm: ef herhieero ee la lluvia ata a wna cuerda una pequoiia tablilla, dotada de virtudes rela cionadas con In fecuneacién, y la hace girar velozmente mia de su caliza, Segin el tamaiio y la velocidad, silba como Ia brisi o allay trena como I tormenta: el eato y con él ta lluvis anbelada, atraides por la fuera ante el ruide sivvilar, ham de Mogar en ayuda de Ja + plantacién. ¥ asi como se procedia en la Eslad de Piedra, Se procede afin hoy entre Joe pueblos primitives de tades los continentes y... er Bscoein. El refiin suigico cantado en él Conjure le Masia do Nueva Tanda, % d= 100 Tramerito por Merubwsteh arog st prop em : to (ejemplo $6). Las cc ilo di Lasse, en el sigh xv, at poder especial a una de sus composieiones, y las procesio- nes de ruqgo por Ia Huyia, que los sacerdotcs organizan en fos campos de regiones catdlicas, son un vestigio de esa antigua costumbee. iMturas mas re caracela marina en el eultivo del ca nucstras procesiones para pedic ln Th nal poder de la gran sal igual que en u los sacettlotes de 1" hewia, se soplan esas enormes earacolas de Witén para con- Jurar ‘as torments de mode homeepitico, El hechicero ‘aul hace fo 1 1 una flauta de hueso que silba como 1 viento, ara una tormenta, asciende a una colina, sopla cn su flauta y geita: “jt, cielo, vete; nada tengo contra ti, no te haya Ta guerra!” Siempre y en todas partes encontramos Ia idea de contrarrestar las tormentas por medio de ruides, En Europa In trompeta de caracola cedié su lugar a la campana dle iglesia. Fulgura frango es tuna leyenda grabada en la campana de Schaffhausen, a la que camé Schiller ea una poesia: “Rayo, te quiebro”. En | valle inferior del Inn, en el dia de San Jorge los mucha ns sallan por los campos con campanas y mucho ruido a fin de “campanear” el pasto. El campesino los agasaja, pues adonde Megan los campaneros del pasta habrd. buen ereeimienta. En ninguna parte estas comtumbres estin desarrolladas sulil y madura que entre los malayos, en el Sudeste del mundo asiético, Pues alli se combinan una acen- tuads disposicién musical con el significado incomparable que tiene Ia cosecha del arroz para la existencia de toda nire los antigues mesicanos los sacerdotes agua, de Ia tierra y del mals, se ballaban provistos de larges pales en cuyas empufiaduras huecas sc agiteban pequenas bolitas, Al ser golpeadas contra la tie. ua, producian un doble efecto: las bolitas encertadas equ valian al hechizo de Ja si el vientre; y los golpes ritnicos transmitian el hechiva de la Jertilidad a Ja madre tierra, De la misma mancra los malayes posecn bastones hhuecos rellenados con granos; durante la siembra del arron, log sembradores sc adclantan con solemnes pasos de danza y con sus bastones —cuyo relleno esti. afinade segdn una cxcala— perforan el suelo para Ia semilla; las mujeres Jos siquen artojando los granos de arroz, Cuando se acerca la ensecha, se golpea de un modo estableeido sobre tronces de madera ahuecados, La noche de la ofvenda de cosecha, 1 Jas muchachas vuelven a casa con caiias de bambi llenas de granes, pataleando rftmicamente sobre el suclo-madre y cantando: “jPatalead!, amigas. Pues estamos miranda hacia abajo, hacia el nuevo arroz que implora!™ ‘Aun la tarea de acarrear la cosecha se hace en forr tmusical: dos hombres evan los fardos de amaz en us larga cafia de bamba revestida de una soga, y los hacen balancearse de tal modo que frotan contra c] bambi pro duciendo un ruide plaiidero, Para descascarar el arroz recién cosechado se dispone de bloques de madera recos- tados, a veces de varios metros de largo, y provistos de cavidades; en éstas vierten las mujeres ol arroz y le sacan as clscaras apisonindolo todas juntas con palos de ma- dlera. Game las cavidades son de distinta profundidad y les palos de diferente tamafio, resultan ruidos de timbre diferenciado y cuyos arménicos predominantes, en st cons fusa alternancia de agudos y graves, brillantes y escuros, aparentan un movimiento melédico dentro de ritmos y contrarritmos a menudo muy complejos. ‘Todos los obser adores han clogiado el encanto de esta textura sonora "Ting tung tutunggulan gondang”, asi lo canta en forma enematopéyica un pocta autSetono: Misica javancia de lor apizonadores de arroe o jaws peadasgsisdadadaaiadadgsadiane p Sern EL Kunst Simultineamente resuenan antiquisimes cantos en el com- [is de los apisonadores.®® ‘Como Jo hemos visto, auin en las civiliza Gas la pars elev cc El hombre civilizado Ia espititualiza, sin embargo, al intro concepeién del universo, mb dentro de ci ja en su imponer El siente cl universo y so siente a sim 4 como un todo entero indiwluble © indivisible” Gon profundo estreaneeimiento, con asombre angustiado, con ado- racién y venerackén, reconece las interrelaciones entre las fases Iunares y las mareas, asi come ef ritmo vital de la mujer, y percibe basta qué punto Ins condiciones de su existencia dependen del recarsido del sol que organiza Ins horas del dia y las estaciones, y que hace madurar el ali- mento. Todo Jo ve en su relactin com la totalidad, y cada fendmeno, cada proceso, recibe su valor, su signifiendo y su key solamente cn su conesién can el cosmos. Siente, y reconoce esas leyes aun sin poder compren- derlas: o bien silo las compronde a través del néimera, El recorrido del sol ¥ Ja luna; el paso de los planctas; el eam- hhio de fas horas del dia y de las estaciones; la muerte de a maturaleza y su resurreceién; Ia vida, la muerte y la es peracla reencarnacién del hombre; marea baja y marea al- ta; embarazo y parto: todas estas leyes, torlos estos ritmas prandioses que so reallzan sogtin un misterioso eSleulo, so- lamente a travis dol mimer se vuclven palpables y sola- mente por medio de 4 pueden expresarse, El nimero se ‘convierte en Iey del universo, Si es ad, entonces lat mismos niimeros que dominant cosmos han de convertirse en un poder eficaz en Ta mae no del hombre, De este mado determinados mimeros que aparecen come privilegiades en cl cosmos, sobre todo en ol i particular y son preferidos em nee, siete, nmeve, doce come bs lo, adquieren wn prestiai las institueiones homanas. "Tres, lates, Quien los us ciones sabe que se halla en armonia con cl a ase de sus ace verso y em Ja senda hacia so meta. También en tam Ay BIH cos elementos que Ia radu pucde captar, Ie Ginice que Te pemnite al intelecto cognoseitivo accrearse a ella, La dis. tancia entre los sonidos, la altura y el ritmo no pueden ser expresadas sino mediante wimeros, El hombre que, val dose urs magico de la rmisiea, desea conjurae los pos detes malignes y Hamar a los benignos, ha de ordenar sa sdida y mimeto son los Gini @ PO e aenm 2% i i O5609955055085008885 eee miisca segiin esos misros ntimeros que sirven de ley a Jas fuerzas fundamentates det mundo, Existen testimonios inmediatos de Ia eecencia en tales com nexiones, Hubo emperadores chinos cuya primera orden de gobierno fic stro volviera a poner la masica. en concordan iverso. Hoy lo expresasianos pro- ss establecer el nuevo diapasin, 2Qué se prope- nian con esta nurva alinacién? Los antiguos sabios del Geleste Tmperio lo dicen claramente: Estado y maisica es tn estrechamente ligades de moda funcional, como ditian os matennsti Si la mdsica sw encuentra en desorden, también ha de fo el Estado, Se trata de las mismas ideas que expresa Platén: “EL estado ideal —cscrihe— dehe ser erigido sobre el fundamento de In misica; cada eamibio en ka miisiea (rae cansign un cambin det estado. Come vemos, esta conecp: cién es propiedad comin del mundo civilizado de la An- tigiiodad, ‘A través de clla «ec comprende e6mo —siempre por Ia 10 tado Io existente ha sido musicales. Tas extaciones. son avera © invierto, una quinta; prima vera y verano, una cetava. Ast eeurre en a China. ¥ otra ‘vez ol mismo sistema en Oceldente: en Babilonia, primavera y olofo forman una cuarta, primavers © invieeno uss «juin ta, Bo la misma manera’ se intorpretan musicalmente I rosa de Tes vientns y los elementos. Todo este edificia culmina on Ia grandiosa imagen de ta armonia de tas esferns: “EL sol ress manera, en am eantico competi- a” *, Los antiguos ne pensaron, ol movimiento de Tos planetas produjera s0- Jocidad de su recoride y que, por To tanto, todes fas planetas formaran entre si un ine menta acorde que nosatros no pereibimos porque estamos dos a Gl desde el primer momento de nuestra vida, No, no se trataba de sonar y ofr, sino de la relacién spiritual entre las trayectorias de planetas y Ins distancias tivo con las esferas hes © Gita del Faaste de Grethe, (N. del T.) 80 intervilicas, siende inherentes a unas y otras, cl mimero co- mo medida y ley coméa, En la China significan: Mi Fasc, Sol vor si Dost Centro Oeste Este ‘Sur ‘Nomte Tiena etal aradera—_ fuego agua Groin Primavera Verano Envierno- Saturna Venus Jupiter Marte Mercurio Amailo —Blaneo verde rojo negro. y en Java, de manera correspondiente: alardecse ruafana ——mediodia smedianoche Infancia edad madura— ele, En Grecia y en Roma las designaciones eambiaron. Nos limitaremos a las del teétice Albino, el cual ateibuye a Sa turno el sonida mas grave de la octava. Como en Is Roma tardia la octava normal ya no era la dériea sino la Tidia, ese sonido mis grave no era Mi sino Do: Satu ‘Mare Sol Venus Mercurlo Luna Do Re Mi Fa Sol La 8i Jopiter ‘De tal suerte el tetracontio dkvico Mi-La tiene carke- ter guerrero; el hipolidio Sol-Do, erétion; y el lidio Do-Fa, de lamento a los muertos. As! se explica también por qué el muisico Mesomedes concibié su himno a Helios en el modo mixolidia (Fa-Si}. La vinculacién de a miisica con el Universo atribuye a cata manifestacién musical un lugar dijo, fuera det cual pierde todo sentido o incluso se tora perjudicial, Ea el imperio chino debe tocarse en cada estaciém una campana de altura diferente, y en tude el territorio de la civilizactén cclevada cicrtas escalas y melodias solo deben resenar a 1a, mafiana 9 a Ja tarde, en verana 9 en invierno. El riga anwmatedi es un riga matutino; tod, méred, Lalydn, som rigas vespertinos (vea pag. 44); natabhdiracé, jhiiiiiorl, none, son rdgas nocturnos*®. in la India ciertos rigas en determinadas escalas tie- nen la yiriud de atraer serpientes @ piijaros y de provocar lavias © eclipses de sol. Y hasta hay un rfiga especial que pone al cantar en peligro de quemarse, conto le sucedié aquel cantante que, bajo cl imperio del emperador Akbar, se sumergié hasta el cucllo en las aguas del Ganges para sustraerse a los efectos de Ia magia, peto qué, iw obstante, sc habria consumide en Jas Hamas Segiin una informacién del desiparceida dortor ‘Tabias Norlind, sobrevive en el pueblo sueco la ides de que sil- bar, tocar en cl violin los arménicos © pizzicate y afinar Jas cuerdas del violin de manera distinta a la normal —la scordatura de los antiguas maestros del violin— producen electos mAgicos. Dice que es de conocimienin general “que Jos misicos tocan eon mucho desagrado melodias con ar- ménicos 0 en pizzivato, porque al hacerlo asi se entregan a poderes matignos. Solo después de haber tomado mucho aguardiente se atreven a tocar esas melodias can arménicos, ypizcicato y euerdas al aire @ manera de bordén, Con tales melodias también se pueden mover molinos de agua, curar enfermos, eteétera.” Finalmente, lo que fue fenémeno elemental o politica sc convierte en factor ético, E] universo es una unidad; todo lo humano esti indisolublemente integeado en el cosmos, y tambign los caraeteres, temperamentas y virtucles se. hae lan determinados por cl curse del univers y las trayectorias de los astros, Este orden universal pucde ‘s ‘ido tnusicalments, y Ia reproductén, si esti bien lograda el mismo poder del tado entero. En la doctrina musical gricga se atribuye a los modos (dl6rico, frigio, lidi ) uaa eualidad étiea particular. Uno es tenide por voluptuow-lasciva; atro, dsperd; un tercero es vigorvante; un cuarto debilita. En estas cualidacles y efectos, los ehinos y sobre todo los grie~ gos del siglo rw a. C. basaron todo un sistema educacional para promover lo que fortalece y evitar lo que afemina. Hasta ahora se crefa que exe efecto ético residia en Ia secuencia particular de los tonos y semitones, ex decir, en las diferentes tensiongs dentro de la melndia. Gon trek, nosotros no aleanzamads a entender por qué el semitono en la parte superior de un tetracortlio tiene un efecto nocivo, mientras que en la parte infefior vitaliza, Mas no s¢ deben buscar en ems relaciones de fensién los fundamentos de la doctrina cle ethos, pues también el slemdro javané gales, sc halla distribuido cn modos, a los que s¢ Tes at huye asi mismo um ethos determinado, a pesar de que en lin sistema de pasos iguales no existen tensiones; y el hecho de comenzar en otra peklaso de la cseala no significa otra in simple transporte sin medificar la secwencia, die las paso. E] clocto cxcitante, vigoricante, tranqul nante y disolvente de las oscalas y melodins no se basa cn la estructura musical, sino ca ¢l hecho de que su sonido fundamental estA equiparado a un detcrminado planeta cuya influencia excita a los hombres, los vigoriza, tranqui- Tia, afemina o disuelye, Desde la nota fundamental estas atruciones sc exticnelen a la totalidad de [x melodia. Una melodia en el tone de Marte debe ser aspera y vigorizars una melodia sobre la ténica de Venus es woluptuosa y 1as- iva; esto vale tanto para Ghina como para Arabia o Ta Hélade. Y aun en la Edad Media occidental, el modo de Venus nuestro moda mayor— estaba proscripto entre el ler come modus la:civus, lo mismo que en Ia China *, Con todo, si bien el asperto astrolégiea es el original 1, no es ciertamente el finica. Sin duda el compo- concibe melodias de una deter- ‘dle das tonalidades que le son ade- 2. Bs deci, también ta cuatidad mus ade modo tend algo del ethos as tinlégico, porque el misico aelaptari tonadas “matciales” ala estructura del modo de Marie, y no crearé un canto de amor tisando un mado de contemplaciéa religiosa. Te la misma manera un maestro occidental moderne, ateniéndare a una cierta sugestion, cleginh para melodias heroteas el "Mi b Mayor; para contemplativas, el Do sastenido menor, y para feslivad-alegres, el Ke Mayor. : La misica sole sc libera totalnente cuando posteriares olas de civilizacién introducen nucvas meloslias junte con mievos instrumentos que, por scr de carieter enteraments profano, permanecen fuera cel silide efreulo establecide en Jos rituales antiguos. Este caso se da con toda claridad en ‘Asia Oriental, ador, afer el esenc sitar, por necesidad i minada panta de cnaudas segtin leyes fi sical de un detern PORRAAHAAEBHESEES © J e ed ; o . 2 ° » ° s ° e s es ee . *. e 2 ® e e es a) e . ® ® » XU LAS TAREAS LABORALES Y LA MUSICA Giertos exploradares del siglo xn sobreestimaron co: siderablemiente Jas relactones de la aniisiea primitiva can cl trabajo. Era ol siglo de la ilustracidn. y del racionalismo, de la técnica y de las ciencias econdmiens, vin sighe cuyn nentalidad envejecida abordé el toma de los origenes de Ja humianidad con tan profunda falta de comprensiéa que interpretaba atm los mismes fendunencs musicales aplie cando puntos de vista que se revclaron cada ver mis como erréncas Solo en fechas relativamente tardias y con escasa fr cuencia eneontramos cantos destinadas a onganizar y cs mular lag tareas comunes mediante un ritiio pare. Las labores de los puchlos primitives olrocen pocas ovasiones para cllo, La biequeda deal colectores, pescadares, cazadores y ga en formacida, y aun el agricultor leva a cabo su labor ea: siempre solo, Pero el movimiente eolective no origina e- es des propio witene: fa mayoria de los hombres primitives que entonan una ean- nal realizar un trabajo comin, al llevar cargas o al remar, lo hacen sin respetar el compas de exis ocuppaciones. El origen de Ja mifisica de trabajo no es de indole mo tora, sino migica, como lo hemos deserito detalladamente ‘en el capitulo precedente, Solo cuande las antiguas imixe- nes han. sido desplazadas par nuevas, solo cuando la fe en el efecto universal de toda exitencia y accién se ha sentido solo entonees se pyrocede a arganizar y esti baja ritmico colective, lar el tra 84 La transicién se produce muy lentamente, A menude scsultx dificil distinguir hasta dénde Ia transformacién ha Progresada, Cuando en el antiguo Egipto coros de bailari- hes atraviesan los campos antes de la cosecha, al son de marseas con pasos ritmicos, se trata de un mero ritual de fertifidad similar al de “campanear el pasto” en el Tirol actual, A mitad de camino de este proceso se ubican lox rituales musicales del apresto del arroz en el Asia. Sudorien- tal, tal como los hemos deserito antes: en ellos xe combinan trabajo y magia, Cuando mis cerea del consumo, tanto iis Profano es el procedimiento; con la cowcha generalmente Tinaliza la parte mistica, Pero las ctapas mas tempranas civilizacién en que los procesos de preparacién llevan Hn acompai jento musical s¢ encuentran aim muy cerca de lo migico: Ia rafz de mandioca que las mujeres indias trituran cantando (ejemplo 38) esta destinada a un bre- baje embriagador, que originariamente, como todas las bebidas de este tipo, ponen al hombre en éxtasis, Cano de lay mayeres wakuskt ementeas (turan inapdioca Registrade por Koch Cruntery, ramcrite ree Iombartel 35 y=109 ¢ decir, Je proporcionan pederes sobrenaturales; de la roiema manera, dentro de Ia esfcra de Ja civilizaciOn poli- microncsia la sagrada bebida embriagadora kawa exige una preparacién ritual: Jas raices son pisoleadas por doneellas, en medio de ritos solemmes, sobre piedras planas, afinadas* El ritmo de martilleo, sin embargo, no es de 1 nera acompasado (cjemplo 39). 85 Piedras sonuras de lar apisonaderas de haw (Ponape) Prameripelén propia Reetardanddo Solo en una etapa posterior Ia. mits ficado religiosn y, una vez desespiritualizada, se pone servicio del cuerpo en calidad de mera mvisica fimeions En el umbral de la cultura elevada todos fox purblos posern sus canciones de trabajo. Como prucba de los wxtos re ducimos una cancién de trilla del antigua Pgipto y una cancién de molienda de Lesbos, La egipeia di pierde su signi {Trillad para vesotros, teillad para yosntms! {Bueyes, tellad para vosotres! {Trillad para vouotras la paja, para vuestra alimente Yel grano para vuestees ams! iNo deseanséi TSi hoy ex wn din fresco! Mujeres que molian trigo en Lesbos cantaban Atei, myla,_alei? Jai gor Pittakos ale’, miegalas Mytilenas Bacilewon. {Muele, molina, muelel Pues tainhifn Piescos mol El duciie de la gran Mytifeic. De entre las numerosas melodias citamos wna canci -de barqueros de Sechwang, provincia de la China meridio. nal (ejemplo 40). En este contexto cabe confirmar que el factor uti rio en general no ¢& en sus origenes un factor inhcrente a la mésiea. Entre Jos malayos, la madera zumbadora se usé para ahuyentar de los cultivas a los elefantes, solo cles jpués de habérse desvanecidotlos «i gins de acqnellas ideas magicas, que hacian que ese instrumento wiantuviese a Gant de sesmaleadbtes de Regi 48 d= 100 Alginas seece cerrmonias de la citeuncisin yay [4 nmterte; las trompee ile 9 niga fecrza caido en cl alvido, y Ing idiomas nin cuando cl sonido sorte el par- che ya ne cf interpretade come yor de los espiritus,” ¥ que ad tas solo sinven para dr sefiales ¢ m de imuerte y sol bs do Camberes solo. 20 fu 87 anagaaagnaes area ar ar ©0006 66666600000009000990008 LA DESVALORIZA HACIA EL, JUBGO ENPANTIL, Nuevas representacioncs se superponen a las ya exis tontes, una religion a la otra; wna creoncia tras atra, un ele mento ritual tras otro, son arrastradgs a Ia orilla por la eo ‘riente de la historia. Las capas mis bajas de la poblaciéa los reeagen, y Io que llas abandanan es a su vee tomado por lor minus, que to llevan encantades al patio de jucgos, En todos los eantinyentes, los muchaches se divierten eon el sonido sinicstro del pala zumbador que otrera ingpiraba a sus antepasaeos un ‘estremecimiento. reliviosa, y el escolar curopee que introduce in prolin en el agujero de su regia para hacerla girar incansablemente en el aire no sabe que csté profanando algo muy sagrada ®, Innumnerables ebjetcs, antaio sagrados ¢ intecables, 1e- corrieron sin dua este camino fos juguetes do nuestros 3 fios, inclusive las nmafiecas que otrom. fueron iddolos, hablat de tiempos pasdos, olvidades desde hice mucho tiempo, qe atin late en nuestra: sangre. Nada le gusta sic al tes primitives que lo produciendo ruido, EL nifio. y ver electos inmediate, Desea vitals que el wnido? s Kit Ja Edad de ta Piecla nuestros anteparades bailaron das danaas situales como agin hoy las balan lis indigenas do tedes los contizentest delante de ln cara la mwfsecara, que posee al espirita ya la ver espiritualiza a quien Ia tia, ¥ clante de fa boca el militén que colorea la vor (ver pa ‘objeto que tespanide al movl fueraas mas vital hii 88 fina 24). También nuestros muchachos tesan miscaray euane do juegan y tararcan sus canciones colorindose delante de Ja boca un prdlazo de papel de seda. 2No es también moderno aquel sonajero infantil que ha sido encontrado en tia excavacién en Egipto? Un re ientt con mango de céfamo trenzada, des pedacitor de vidio a mode de cherpos sonoras en cl interior: es el mismo sonajero que compramos hey en la jugueterfa, euyo tuido tranquiliza al beb€ que Hora, Sus diminutoy dedites aprem den a asir cf mango, y él pronto sc familiariza eon ta mis. teriosa vida interior del instrumento sometiéndalo a su voluntad, Hace tres © cuatro mil afios, 168 nifios egipcios experimeniaban la misma atraci6n? ;Cusnto hace, entom- ces, que este sonajero cjercia um encinto, no en el sentide rad, sino en el sentido real de la palabra? Pues tam. poco cst dispositive habia sido creado para nifios. Mucho antes que expertas manos femeninas hubieran aprendide a ‘entrelazat tallos de pasto y mimbre para un attificiosa te- ido, el hombre sacudia el modelo, 1a calabaza, on euya re donda eavidad las scmillas castafieteaban ruidosamente, Orie sinariamente eran las mujeres tas que las agitaban en el Hitual migico, Y cuando esos cultos fueron abandonados, l sonajero quedé en manos de Ia mujer, de la madre, y Gta lo puso al servicio del nif, En el antiguo México, el eadiver del rey era acom- Pafiado por eselaves que raspaban huests lumanos con ras Puras para promover su retorno a la vida. Un vestisio de fata costumbre antiquisima se ha conservado. no solo entre los pueblos primitives, sina también en nuestre propia me= dio, Durante fa Semana Santa las campanas de tas iglesias catélicas quedan en silencio. En su kigar se llama a los fivles desde las torres con matwacas, que no son otra cos, que una versin mecanizada del primitive raspador, Sola- mente én cl domingo de resurreceién ese sordo nuido cede al solemne repicar de Jas campanas de bronee, Se dice que Jas campanas se fueron en peregrinacién a Roma, Esta versién es hermosa y pletérica de significado, pero Heva ela- vomente el sella de Ia invencién popular. Crcemos més bien que, inconsclestemente, a Ia mancra de los antepasados, el Tey muerto es conducido hacia su resurrecién, Ciectamente la mayoria de las matracas renunciaren. a su funcién eelesidstica y se han puesto al servicio de la vida diaria. En la Edad Media, los leprosos eran obligados a. swarlas para alertar a los transetintes; a partir de Ia Guerra de los Treinta Aiios estuyieron

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