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ee ee ar em a ters eee eee Rea cis Ste te eveete tae ete Ca UM ea iuivestiga’ yf crear! conocimien=| historico de: gran’ parte del co- | tacién empirica: y: la: medi 10s. ens agar dé limitarsee sime-| ‘nocimiento:: sociolégico hace | objetiva de: fendmenoss. Ens ls peo rere ene eee ree esr oa Pete eons cee ae tee ate te Rear a Gaotet fen ae gare e iver were a ate et fete cueton me eter ee eee etc Pesce teeters Pee eters metodblogiéan miss cualitativa; Cee netics ert vee ey Poe eitite ros eae emir een Z CF od QI la realidad social Metodos y peueas CVC eee aya innate ti ies Ten Sa ee 57981 4 fy conmplaciin: Manoel Garcia, Fesuado, Jess thitee y Francisco Alvis ‘Aéauva Eiovial S. Ay Nadu, 1986 (Calle Mitin 8: 28083" Madrid: ee 2000045 ISN kkabesi059 Depa legals ML 2249-1986 Compute en Fetoaner Ca, $1 fonpeeon en Tijoe e E Minwsst, 81, Ronda de Hokghe, BM. 2808 Mate Pata i Spin 2 LA ENCUESTA Manuel Garcia Ferrando Pocos procedimientos de investigacién social son tan populares y conocidos como Ta oncuesta. Fn los iiltimos ans, los resultados de eneuestas sobre temas de fo ris diverso se encuentran continvamente presentes en los inedios de comunica- cid audiovisuales y escritos. Esto 2 condueido a que las encucstas se hayan con- vertido en ta técnica de investigacién social més wtilizada en el campo de la sociologia empirica y aplicada. Une encuesta es una investigacion realizada sobre una muestra de sujetos representativa de un colectivo més amplio, que se Hleva a cabo en el contexto de la vida cotidiana, utiizando procedimientos estandarizados de interrogacién, con el fin de obtener mediciones cunntitativas de una gran variedad de caracte risteas objetivas y subjetivas de la poblacién Lz proliferacién de las encuestas como una forma de investigacién social am- pliamente utilizada en tas sociedades de mases, ha conducido a la creacién en ‘asi todas ellas de un buen nimero de insttuios de investigacién social aplicada y de opinisn piiblica, tanto privades como dependientes de las Administraciones piblicas, que a su vez se epoyan en una tupida red auxiliar de entrevistadores, aralistas, centros de calculos y otros servicios, fo que ha dado lugar en stu con: junto a Una estructura burocratica comple} 1. El movimiento de tas eneuestas sociales en los origenes de la sociologia cientifiea Al comparar los logros teéricos de los padres fundadores de las ciencias so: ciates, que Hevaron a cabo su labor de investigacién cientifiea en condiciones materiales muy precarias, con To logrado por los investigadores sociales en estas tihimas décadas en las que se ha generalizado el uso de complejos medios tecno- logicos y burocrdticos como auxitiares de la investigacién, se podria concluir apre- 120 Manuel Garcia Ferrando suradamente que quiza no sean tan nevesarios los medios actuales pare Hevar a cabo un trabajo teérico creativa e innovador. Ante una conclusién tal cabria realizar al menos dos objeciones. En primer lugar, habrd que convenir en que cuando un investigador no ene capacidades geniales, situacién en la que nos encontramos la mayaria de los investigadores lo mejor que puede hacer es disponer de cuantas mejores herramientas de inves: tigacion sea posible encontrar pata llevar & cabo su trabajo con rigor y precisidn En segundo luger, puede ser conveniente recordar que algunos de tes padres fundadores realizaron encuestas sociales, 0 al mens lo intentaron. Carlos Mur, cuya preocupacién por recurrir a la observaciém eniplricu de los fendmenos sous, les estd actuaimente fuera de duds, proyect6 una Enguéte ouvriére on 1880. 9 se dirgié a los obreros franceses para que respondieran af cucstionarios ara: mentando que sélo los obreros podian descrihir «con completo conocimienta de causa Jos males que soportan». La encuesia no se pudo finslizar entre otcas costs Dor el eseaso namero de obrercs que respondié ul custionario, y por carecer ls ity vestigadores de la minima infraestructura necesaria para llevar a cabo el ttabajo de recogida de la informacion y procesamiento de los datos. De todos modos, este imtento de encvesta tevela Ja preocupaciéa de Marx por llevar adelante tas reformas secintes, acompatiadas de «un conocimiento exacto y posiivo de las condiciones on que la ciase obrera... vive y trabajee (Bottomore, 1976, 86), Max Weber también mostré gran interés por las encuestas sociales” A los vein tisete aflos de edas. Weber particip6 en un estudio sobre las condiciones, de tra: bajo en el raundo rural, y del extrajo material cle trabajo que le sirvio, porn Preparar su Habiitarionsschrift en 1881 (Munters, 1972, 150). Mis adelante, Weber dirigié oto estudio sobre las condiciones de vida de fos trabejadores raz rales, bajo el patrocinio del Congreso Sovial-Evangélico. De los 10.000 eucsio. narios que envié, fe fueron devueltos alrededor de 1.000 con los que. prepard al correspondiente informe (Lazarefeld y Oberschall, 1965, 186). En este tstidio, Weber mostré su interés metodolégico por dos temas sustanciales cn la investi sacién por encuesia: la eleccion de fos informantes y la mejora del diseho del cuestionari, y también se preocups por cl tratamiento de las aetitides (Mite, 1976). Todavia partcind Weber en una tereera eneuesta proyeciade para invest gat la sactitud subjeivay de los trabajadores industiates hacia su situacion de trabajo, Segin Lazarsfeld y Oberschall, cl estudio realizado eanticipa, en todos los aspectos, ln porspectiva moderna en cl anisis de la conducta electoral, hab fos de compra, de audiencia de radio. o cualquier otta accién realizada por gran des mimeros de personas bajo circunstancias comparables. Se utiliza un cada oso anilisis estadistico para deducir el mayor nimero pusible de generalizacionss en base a tos datos, v para interpretarlos a la luz de los concepios apropladoss (Lararsfeld y Cherschall, 1965. 189). En realidad, Ia investigacidn a través de eneuesta se inicia pricticamente al mismo tiempo que se establecen los cimientos de la sociolopie cemifica, Los nombres del belss Quitelet y del franeés Le Play van umnidos a los primeros ie fenlos por medir y encontrar indicadores del ubisnestar social» de os hogarcs familiares, Dentro de Ia corriente del empirismo y uli, Fismo inglés del siglo six. c} nombre de Charles James Booth, acaudalado hombre de negocios, aparece como promotor de una gigantesca encuesta sobre la close 4 Este una yoricn espafola de ese intento de inveatgacién por encuesta: Y. Kansvi. G. Wallnar. y Co Mans, Encuesta @ fos trabcjadores: Maid, 20%. 1645 La encuaste 125, sorera Tondinense del Bast End, encuesta que en cierta medida se puede consi Jjovar la maxima expresi6n reformista de encuesta social. EI movimiento de las encuestas sociales es un producto de las preocupaciones ie ana clase medie profesional que intenta corregir los desajustes sociales de fos jwces0s de industrializacién y urbanizacién, aunque sin pretender alterar la Sraucture social bésica de la sociedad. (McGregor, 1957). A través de tales en- ssins s€ tevogieron numerosos datos que no inclufan los vensos y se prepararon sumerosos informes con fines administrativos y legates * “También es posible encontrar el movimiento de las encuestas sociales ligado 4 intentos de reformas sociales en Estados Unidos, a principios del si ineluso en Espatia. Los nombres de Joaquin Costa, Azcérate y Posada van unidos nel siglo XIX a investigaciones sisteméticas sobre el terreno de usos y costumbres «ie ‘a poblacién, siempre con una yoluntad claramente reformista (Gémez, Atbo- ieya, 1958). La seccién de Ciencias Morales y Polfticas del Ateneo de Madrid promovié en 1901 y 1902 una gran encuesta sobre temas antropolégico-sociales {Lisén, 1968), y la Institucién Libre de Ensefianza promovié estudios a través de cuestionarios dasde finales del siglo xrx. Pero el movimiento de la encuesta social r Espaia, a diferencia de lo que ocurrié en el caso briténico y norteamericano, se desplaad répidamente de la esfera de la libre iniciativa privada a Ia burocracia el Estado, institucionalizdndese finalmente en ef Instituto de Reformes Sociales, fandado en 1904, desde donde se promovieron numerosos estudios pare conocer los agudos problemas sociales que padeefa la sociedad espaiiola de las primeras déeudas del siglo xx 2. Desarrollo reciente de las encuestas sociales Ahora bien, os antecedentes inmediatos de la actual investigacién a través de encuestas tienen nombres y fechas més recientes, y un pals determinado, El desarrollo de le «investigacién de mercados» y de la vinvestigacién de opiniones» e0 [09 afos treinta y cuarenta en los Estados Unidos, van a ser los elementos que ifundan y popularicen un nueva estilo de trabajo en cl campo de las ciencias sociales empiricas. Los nombres de George Gallup, Archibald Crossley, Elmo Re- per y Paul F, Lazarsfeld forman ya parte de una tradicién de estilos de trabajo, sistemas de organizacién, avances metodoligices y te6rices gue es posible recone. cer actualmente en ia investigacién social empirica de précticamente todos los paises occidentales. El impulso para la investigacidn vino desde la esfera privada, y la experienci obtenidia en los estudios de mercado por Gallup, Crossley ¥ Roper Ia transfivieron al campo de los estudios electoraies, alcanzando ripidamente gran popilaridad al tealizar una previsidn acertada de fa eleccidn del presidente Roosevelt, con sélo el estudio de una musstra de 4.000 6 5.000 personas’. Como sefialan Stoetzel y 3 Para un estudio de los cvigenes de Ia socologia empires, ver M. Gatcta FeRRANDO, Sobre ef Método, Madid, CIS, (979, especialmente los capituios 2.3 ys 5 "oraelamente in tevisiaLierryDigeat habla Conaiado 2 300.000 personas — ange ls cession de abonatos ol (leona 7 de propitories de automat» prclo ls 'Geerota de Roosevelt El Teacoso de la pregiclon iid sobre toda para revaories a jmpomuncia de fa eons de fa mucstan'y para hacer crete ls predeciones bescar en lus consis reales on nue relatvemeate peawaho de pebones convenient 1% Menuel Garcia Ferrando Girard (1975), Jas encuestas de opinién habfan nacido, Los departamentos de sociologis de las universidades americanas que en un principio no habjan prestado atencidn a los estudios de mercados y de opinién publica, se interesaron sépida- mente por el nuevo método. Surge asi un nuevo estilo de investigacidn sociolégica en el seno de las universidades americans, en el que se combina la preocupacion Por el avance del conocimiento sociolSgico con la préctica de la investigacién cm- itica a través de encuesta. Paul F. Lazarsfeld es un caso paradigmatico de este nuevo estilo de trabajo socioligico seadémico, Fundador del Instituto de Investigacién Social Aplicada de la Universidad de Columbia, desarrollé un trabajo de investigacion en el que se atiende por igual a los problemas précticos de organizacion de la investigacién social a través de encuesta, como a los més complejos problemas te6ricos y meto- dol6gicos de las ciencias sociales. Los estudios sobre el comportamiemto del con. Sumidor le interesaron del mismo modo que lo hicieron las investigaciones sobre el comportamiento clectoral, la influencia de los medios de comuntcaeidn, © les Feacciones del mundo universitario americano frente al maccartismo * Una anéedota puede servir para ejemplificar lo que representa el nuevo estilo de investigacién a través de encuesta, Un antiguo estudiante de C. Weight Mills y de Paul F. Lazarsfeld dijo una vez lo siguiente: «Una de mis fantasfas favoritas 2s un didlogo entre Mills y Lwcarsfeld en el que el primero lee al segundo et pri mer parrafo de Ia Imaginacién Socioidgica: “Hoy en dia los hombres advierten con frecuencia que sus vidas privadas son una serie de trampas”. A lo que Lazare. fel replica inmediatamente: “Cudntos hombres, qué clase de hombres, desde cua. do se siente asi..."» (citado por el propio Lazarsfold en su altima libro Qualitative Researcis, 1972) En esa hipotética respuesta de Lazarsfeld se encierra el contenido bésico de 'a investigaciOn a través de las encuestas. La sociedad necesita conocer el cuando, ei dénde, cl quién, el cudnto, ef cdmo y el porqué de numerosus fendmenos que acaccen en su seno. El interés por conocer lo tienen por igual las Administraciones Piiblicas como los sujetos sociales privados, Es un interés tan grande que sogin stimaciones de un buen conocedor de los estudios a través de encuesta, se gastaron en Espatia durante 1979, afo de elecciones, unos 2.000 millones de pesotas en encuestas de opinién, incluyendo todo tipo de encuestas, polities, culturales, ocw- Pacionales © de mercado, lo que supone un gasto de'37 pesotas por habitante (Lope Pintor, 1982, 116). Esta cifra, que a algunos puede parecer elevada, apenas alcanza ja mitad de lo que se gnsta en Estados Unidos en donde la estimacion del Departamento del Censo da para 1978 una inversion de 28.000 millones de pese tas, que equivale a 116 pesetas por habitante. Segiin Lépez Pintor, ef nivel de in: version de Espana en encuestas la sitia a un nivel parecido al de paises europeos ‘somo fuglaterra, Francia ¢ Italia (Lépez Pintor, op. eit) Los datos sobre gastos en encuestas realizados en 1979 en Espafia, revelon la rapide con la que se ha difundido este tipo de investigaciGn en la sociedad ‘es: Paola. Apenas habian pasado quince afios desde que se fundara, en 1903, una institucign oficial para realizar encuestas de opinién —el Instituto de ta Opinion Pablica, dependiente del entonces Ministerio de Informacion y Turismo—, Con anicrioridad, se habian realizado unas pocas encuestas, como por ejemplo la pr { Para obtener una vistén de conjunto de Ja ampli obra de Lazarsfeld, ver R. K. MERTON, J, ©, Coptman,y 0.1L. Ress: (eds, Quolerive and Quantitative Social Research, Papers of Honor of Paul F. Lazarsfeld, New ‘York, The Free Press, 1979, La encueste 1 mera «Encuesta de la Juventud» en 1960, Sin embargo, la década de los afos sesenta fue, como sefisla Lépez Pintor, prolifica en encuestas, «algunas de elas importantes y de referencia obligada para estudios posteriores en sus respectivas materias» (Lépez Pintor, op. cit, 115). Caben citar, sin animo de exhaustividad, los siguientes trabajos: las eneuestas del Informe FOESSA, de 1966, que dirige Amando de Miguel, y que se continuarin en la década de los setenta con otras encuesias sobre la situaciGn sovial de Espafia; ia encuesta nacional de empress: sarios que dirigen fuan Linz y Amando de Miguel; el eestudio de Andalucia», patrocinado por Ia OCDE, que realiza un grupo de profesores universitarios de la Universidad de Grenada; la encuesta de funcionarios que realiza Miguel Bel- tssn; la encueste a amas de casa sobre aspectos del consumo que realiza en 1962 fuan José Castillo, Todas estas encuestas y otras més apatecen citadas y comen- tadas, entre otros, en el IT Informe FOESSA que s¢ realiza en 1970 (Fundacicn FOESSA, 1970), En los aos setenta, se consolidan los estudios a través de encuesta en Espaiia alcanzindese unos niveles téenicos y de organizacién de la investigacién social similar a toe que se puedan encontrar en cualquier otro pais industralizado. La cifra anteviormente citada de to gastado en las eneuestas en 1979 revela con te rotundidad de los datos econémicos, el grado de implantacion de esta forma de Investigacion social. 5. Temas de estudio a través de encuestas Cabe ahora proguntarse por fos temas que se estudian a través de tantas ens cuestas como acabamos de ver que se realizan. Una publicacién del Servicio del Banco de Datos del Centro de Investigaciones Socioldgicas (1983) de Presidencia del Gobierno, puede orientarnos sobre el contenido de las encuestas. La clasifica- cidn de temas y subtemas en los que se han organizado las encuestas realizadas hhasta 1983 en el referido centro es la siguiente: 8) Grupos y organizaciones: sociologia de Ja orgenizacin: organizaciones complejas: buroeracia b) Cultura y socializacién: religion; ciencia y tecnologia; medios de com nicacién de masas; educaciGn, ©) Estructura social: Estratificacién y clases sociales; élites; cambio social. 4) Poblacicn y familia: grupos de edad; matrimonio y familia: roles se: wales, ©) Medio ambiente: ecologia: comunidades rurales; comunidades urbanas. 1) Economia y trabajo: actitudes y comportamientos econémtcos: empresa; consumo; politicas econémica; sociologfa industrial; mercado de trabajo; sindicatos; profesiones: ocio y turismo. 8) Politica: ideologies politicas: sistema politico; partidos y grupos de pre- sién; comportamiento politico; elecciones: actizudes poiitieas; relaciones internacionales. hy Problemas y servicios sociales: deli: ~sencia y viet cial; sslud y servicios médicos jzacidn: politica so- Sobre estos temas se han obtenido tanto hechos objetivos como juieios subje- tivos, ya que en las preguntas que se realizan en toda encuesta hay que distinguir 28 Maruol Garcia Ferrando Emits preguntas de hechos y pregurtas sobre aspectos subjetivas. Las preguntas de hecho se realizan para obtener informacién sobre datos comprobables referides a propio sujeto entrevistado 0 a personas, grupos o institueiones que cl sujeto pued conacer, Por. ejemplo, nivel de renta, tipo de consumo, partido al que se vol, edad, nivel de estudios de los padres, caracterfsticas de’ una asociacion a la ue Pertenece, etc, En cambio, las preguntas sobre aspectos subjetivos abarcan tale el amplio espectro de fas opiniones, actitudes, intenciones, valores, juicios, sent, micntos, motivos, aspiraciones, expectativas, que aunque no son indirectamente camprobables como lo pueden ser I edad o ct ivel de-tenta, no por ello som ine. nos reales y determinantes del comportamiento social Aunque patezca To contrario, lo cierto es que no siempre es fécil separar radi ‘calmente ambos tipos de preguntas, ya que pueden existir declaraciones sobre come portamientos futuros, por ejemplo, intencién de voto, que en realidad pueden expresar intenciones © deseos que pueden © no curuplizse, esto es, se podts votur ! dia de las elecciones por el partido que se mencioné en la encuesta, se podra votar por otto partido por haber cambiado de opinién en el tiempo tanseurtido, 0 simplemente se puede no vatar. En ia falta de adecuacién entre To que se pueda expreser en una encuesta y el comportamiento real del sujeto, se ha querido ver inis de una vez una fuerte limitacién a la valider de los resultados de la encuesta Sin embargo. no es ésta una forma correcta de plantear el problema, yarque en ralidad lo que hay que preguntarse es por los faciores que afectan @ in conduct humana y por las condiciones que ineiden en la correspondencia entre actiuides y comportamiento (Garcia Ferrando, 1979, 34-55). ‘También hay autores que consideran’un tercer tipo de preguntas, que hacen referencia a conocimicntos sobre temas coneretos o recuerdos de acontecinientos Pasados, aunque la decisién de inciuir este tipo de preguntas como de hecho, subjetivas 0 en una categoria aparte no afecta grandemente al contenido de la em: evista A la vista de ta diversidad de temas sobre fos que se haw realizado hasta ahora eneuestas, y sobre fos que se han hecho tantas preguntas diferentes, cabria deduct que pricticamente todo fenémeno social puede ser estudiado a través de la en. Cuesta, Pero en realidad no es asi, ya que ls investigacién social por medio de fencuesta esté aconsejada en alguios casos para el estudio de determinadas aspee. tos do Ia teatidad social y det comportamiento humano, de la misma manera que Miffcilmente se puede apticar al estudio de otros temas. En primer lugar. hay que sefialar que las encuestas son una de las escases ‘éenieas disponibles para el estudio de las wctiuudes, valores, ereencias y motives Tan es si, que incluso en estudios experimentales los investigadores suplementan su diseno experimemtal con cuestionarios o entrevistas con el fin de conocer sf tuna determinada variable tiene realmente los efectos que se pretenden (Richard 500, et.al, 1965) En segundo fugar, y tal como ya seialaron hace tiempo Selltiz y sus colaborn- ores (1959), las qenicas de encuesta pueden adaptarse para obtener informacion generalizable de casi cualquier grupo de poblaciGn. Excepto para los casos de Rifios pequetios y de personas con incapacicades mentales o fisica, las técnicas dde encuesta tienen amplia aplicabilidad entre los grupos humanos. Hay un tercer aspecto que have recomendable el uso de encuestas y es que se trata de tina de las pocas técnicas que permiten recuperar informacién sobve he. hos pasados de Jos enirevistados, como por ejemplo su conducta en gpocas ante. riores, experiencias de nifiez, conducta sexual, ete. Esto es particularmente intere- (a encesta 29 sonte para comportamientes que tienen lugar en el émbito privado de ta vida personal, 0 que ocurren de forma ieregular y esporddica (Kahn y Cannell, 1957) De todo esto se deducen fos dos rasgos mas sobresalicntes de la téenica y and: tisis de encuestas, como son su capacidad pura estructurar los datos y su elevada sficiencia para obtener informacién. En otras palabras, y en lo que serfa una cust. tu razén que aconseja st uso, las encuestas bien estructuradas poseen una gran capacided para estandarizar los datos, lo que facilita su posterior andlisis estadis- 'c9, tsnto univariable como multivariable (Galtung, 1967), Este capacidad de estandarizar Ia informacién de las encuestas, tiene un correlato econémico muy Interesante y es que permiten obtener grandes cantidades de datos a un precio ‘clativamente bajo en un corto periodo de tiempo. Iréaicamente, y tal como destaca con acierto H. W. Smith (1975), estas dos aitimas razones pueden convertirse en razones equivocas para el uso de encuestas, Y es que el poder obtener grandes cantidades de informacion en un breve plaza de tiempo ¥ con un costo relativamente bajo, no oftece ningsin tipo de seguridad de que los datos ast obtenidos tendrén valor tedrico para los objetivos de la inves- ‘igacién. AL basarse en la teoria de las muestras, Jos datos de encuesta pueden acabar considerando a Ia soviedad como si de un simple agregado de individuos se tatase, lo que dificulta, cuando no impide, el estudio de los fendmenos ricos, variados y siempre complejos de la interaccién social, En este aso, hay que re rir para su estudio a téenicas més flexibles que las entrevistas estandarizadas, como pueden ser la participacién observante o la discusién de grupo. No es posible en un capitulo como el presente entrar en la polémica sobre el caréeter potencialmente manipulative y propagandistico de tas encuestas. En un Hbro provocadoramente titulado ‘fds allé de la Sociologia (1979), Jess Ibdiiez realiza consideraciones epistemol6gicas muy controvertidas sobre los riesgos que sntrana el abuso de las encuestas para el desarrollo de una opinién publica demo- rdtica y en libertad. Remitimos al lector a sm lectura para ahondar en estos temas de tanta trascendencia para una sociologia del conocimiento, y para el propio dezartollo de la sociedad, Para los propositos de este capitulo introductorio a ta teeniea y préctica de las encuestas, baste decir que como acurre eon toda técnica cde investigacién social. la encuesta tiene sus puntos fueries y sus puntos débiles, y que el desarrollo del conocimiento sociolésice no puede, ni debe, avanzar exclisi- vamenie a través de sti uso. Como sabe todo experimentado investigador de la ‘ealidad social, cada problema de investigecign reclama st propia técnica, y cust does posible puede resultar muy provectoso ia utilizacién complementaria de dos © més tSenicas de investigacidn, como ocurre tantas veces en los estudios de opi- isn priblien 4. Organizacién de Ia investigas social a través de encuesta Las encuestas se apoyan fundamentalmente en dos grandes tipos de teorlas. Por un lido, se apoyan en sina tearia matemiticarigurosa, ol tcorema del limite central ¥ su correlata, la ley de los grandes nimetos, en fe teoria de las probabilidades y on fa teoria del muestreo, Estos principics de le estadistica matematiea, que serén éstudiados con detalle en el correspondiente cepitulo de esto mismo libro, son los que regulan tas reteciones existentes entze una poblaciGn y las muestras extraidas de ella. En las encuestas se cuele trabajar con muestras de Tas que se obtienen unos resultados, llamados estadistcos, que sirven pata estimar parémettos, o valores de 130 Manuel Garcie Ferrendio I la poblacién, con unos mérgenes de error y unos niveles de probabilidad previa- mente determinados Por otro lado, Iss encuestas descansan en una teotfa sociopsicolégica de Ja ‘comunicacién, en'la entrevista o conversacién entre dos interlocutores, el entre- Vistador y el entrevisiado, La entrevista, em una encvesta, se repite tantas veces ‘como unidades muestrales se hallan extraido, y esta operacién es Ja que condiciona en buena medida la organizacin de la investigacién social a través de encuesta, Ya que al tener que realizar cientos de entrevisias repetidas en una misma encues- ia, hace falta contar con un equipo de entrevistadores bicn entrenados para Ilevar- las a cabo, del mismo modo que hay que disponer de los medios organizacionales suficientes para recoger la informacién, procesarla, tabularla y analizar Precisamenie la ausencia de tales medios propicié el fracaso de muchos inten- tos de encuesta que se levaron a cabo en las primeras etapas del desarrollo de la sociologia cientfice, © ineluso en la actualidad son determinantes del buen éxito de la investigacién. Porque de poco va a servir extraer una muestra rigurosa y sear tun protocolo de entrevista preciso y bien estructurado, si después no se euenta con tin buen equipo de entrevistadores para realizar convenientemente les entrevistas, o si no se ctlenta con los medios humanos y teenolégicos necssarios para procesar con precisién la rica informacién que suelen producir las en ceuestas*. ‘De una forma esquemética, se pueden distinguit cinco grandes bloques de t2- reas en la realizacién de una encuesta. En primer lugar, hay que formular con precision los objeivos de la investigeci6n, establecer hipstesis, delimitar variables, Speracionalizar conceptos y disefar la muestra. Nunca se insstiré suficientemente en la conveniencia de formular con claridad y precision el problema que se quiere investigar, pues de ello dependerd en buena medida Ja manera en que se estruc- ture ln investigacién, En esta fase inicial de la investigacién, hay que recordar fen todo momento Ta recomendacién que realizara hace ya tiempo Albert Einstein para hacer investigacién cientifica de calidad, y es que ia formulacién de un pro- Biema es 9 menudo més importante que su solucin. Se trata, qué duda cabe, de tun pensamiento que es valido tanto en el campo de las ciencias fisicas y natura. Tes, como en el de las ciencias sociales y humanas. ‘En segundo lugar. se formulan las preguntas y en su caso se claborari el cucs- tionario que se fa de aplicar @ Jos sujetos incluidos en la muestra. A continuacidn, yen tercer lugar. se prepararé el trabajo de campo y se procedera a Ja realizacisn de fas entrovistas. Se trata de la etapa mis delicada de la investigacién y de la més feostosa, pues sobre todo en encuestas que tienen un dmbito territorial extenso y Se han de realizar varios cientos de entrevistas, hay que tecurrir a un equipo de entrevistadores bastante amplio que han de realizar muchos desplazamicntos para 7 Pare un estudio detellado de las distribuciones mucstrales y de las estimaciones pun tuales 7 pot intervals de pardmetras, se pede consular: Menuel Ganein Fenranoo, Socior SStedisticg, Madrid, Alisnza, 1985. eapeclalmente los capitulos 3 y 6. FET, Mins ague en af cto’ del eapieula, vames @ ocuparnos de estudiar ta cncuesa mediante aneviste persona, que es 1a forma de encuesta mas utilizada. ero hay, quo tenct ce centa que enisien civas formas de enecestateles como Ia encuesta por correo la encuestr Gefdntes Pie mcuesa mediante cucstonario. autoadmtaistrado, que ve wilizan cade vee tad tebe todo cn ta medida en que los costes eeondicos de la encuesta mediante entre UR Rezsonal se var dievando, y que el propio cambio social amplia ¥ facia fo comuni: Meee ieletones Spor otros medios. Todas las fases ee investigasiOn por, medio de sto SGGED (Gee de efcuenta son sdentiens, @ excepelon de la meners de abordar a Ja persons ‘eneuestade y de realizar In entrevista,” La encuesta 131 locatizar a fos sujetos que se han de entrevistar, lo que encerece notablemente la investigacion En una cuaria etapa, se procede al procesamiento de la informacién obtenida on Ja fase anterior, lo que comporta, en el caso de las encuestas por medio de euestionarios estandatizados, una serie de operaciones bastante complejas que finalizan en la. preparacién de las tablas de resultados. En la sltima etapa, se procede al andlisis de tales resultados y se prepara el informe final, Nos hemos referido a las encuestas a través de cuestionario como la forma de investigacién social empirien que, por lo general, requiere una organizacion del irabajo en, equipo més compieja’y costosa. Para conocer con mayor detalle la corganizacién de una enctesta mediante cuestionario, vamos a exponer Tas etapas y subetapas que se siguen en investigacionee de este tipo, y que on Espatia fucron popularizadas sobre todo en los informes FOESSA sobre la estructura social de Espafia, aunque, come se ha dicho anterformente, ya se habian realizado unos ‘nos antes de los informes FOESSA encuestas mediante cuestionario, siguiendo el modelo de investigecién difundido por las universidades e institutos de opiniGn nonieamericanos, El esquema que a continuacién se expone ha sido adaplado a partir del cue siguieron [os autores del informe FOESSA de 1970, en el capitulo dedicado a Ta metodologia de la investigacion (FOESSA, 1970, pigs. 1366 ys CONCEPTOS ¥ ACTIVIDADES EN UNA INVESTIGACION SOCIOLOGICA. ‘A TRAVES DE ENCUESTA CON CUESTIONARIO oe, concep Aetidades 1 Formulacién del Problema de tnves- Definicién del problema. Diseusidn tigaeién el dicen, 2 Proyecto y Presupussto Objativos. Metodologia, Planificacicin Y progsamacisn, 3 Coordinacisn de 0s Datos Reunion de organizacién. Distrib: cidn de uabajos. Poesta en marcha, 4 Programas de. Tabulacin, Programas de verificacisn de filtrs, variables, clas. y-marginales 5 Comactos con enirevitadores, Seloceién do entrvistadores. Forma fién de eguiper de entrevitsdores, 6 Borrador de Cucstionavo, Ficheo de prepunat. Oreaizacion el ‘cestionare, 7 Disefio de la Mucsta. Ciéleulo inicial. Distribucién deta mucstra, (nsiucciones de aplicaciin 8 Plan de Anis. Conceptos, Hipstcee, Indieadore, dees y variables, Téenieas de andl Sie Cilesior tabla, 9 Ensayo (Pre-Test) det Cuestionavio, Reuniin de entrevistadores. Edicion e_ pruchs. Compo, Canfeceiin y presiniacion de resiltados 0 Versién Definitive del Cuestionario. Precodifieacién, Edicién del euesio nario, Preparacién de las intruccio nes alos entevistadores, n Planifcasién del Trabsjo de Compo. Plan de eauipos. Céleulo de terapos 1 eosigs de Tas actividades de campo. 92 Manuel Garcia Ferrando CONCEPTOS Y¥ ACTIVIDADES EN UNA INVESTIGACION SOCIOLOGICA ‘A TRAVES DE ENCUESTA CON CUESTIONARIO (continuacién) Se, conezsae Actvdades 12 Cursillon de entrevisedors, Explicacign del trabajo y coment fio’ del cuestionaio.”Asignacion de 8 Realiacién de Entrevistas. Contactos y entrevista. Supervision Ae lar eoseviate . “ Cierre de Preguntas, oviaes de repute, es fet Y agrupamicntos, Clewre dss wo de preguntas. Precodifisosion ce is preguntas 6 Libro de Claves Organizacién de tas respuesas para {a'grabacisn, Preparseion y edeion Gel Tibvo de clave 16 Codifeacién de los Cuestionarios. Aplicacion del contenido del libro Ge claves. Supervision Ue Is codite scion ” Gratien Grabacion de toe cain detox uestonarios en eintis9 dices mas néfcen, Veriicscion de. la pre Sin 18 Tabulncién y Catesos. Play de ani. Reslescdn y ord naclén de" tablas, Calewlos de por entaes ¥ cdleules eomplementaron 8 Preparceién del Informe Interpretacion de tablas y ottes 2 sultados. Diseusiin de. os results dos." Comprobacicn de" hipovsis 20 Final de te tnvestigasién Conelusones. En lo que queda de capitulo se ve a tratar en extensién [a preparaciin de la entvevista, ef discvio dei cuestionario, el cierre de preguntas y la codificacién e los cuestionarios. dejando para otros capitulos de este libro el estudio det diseho de la investigacton, de la obtencién de Ta muestra y el andlisis de los resuliados, 5. Tipos de entrevista La entrevista es, con mucho, el instrumento mds importante y utilizado de fa investigacién social’ empirica. La entrevista, como conversacién con un props wo entre dos intorlocutores, ¢s, como sefialan Stoetzel y Girard (op. eit. pap. 166) una sitcién bastante trivial y universal de la que toda persona tiene la suff: ‘ionte experiencia para poder participar en ella, bien sea como interrogador, 0 bi a come intertogado. Pero el caricler universal que tiene Ia entrevista no garan- a que siempre se pueda conducir seztin el objetivo marcado, ya que «una en- revista puede no condacit a nade. no procurar mis que placer o desagrado y fallar su objetivo, si es que lo tenia» (Stoetzel y Girard, op. cit). En la medida fen que la entrevista se ha difundido como uxa técnica de ampfio usc en la Ue encvesta investigacién en las ciencias sociales, asi se han ido desarrollando la teoria y la prictica de la entrevista, En realidad, el investigador utilize [a entrevista no tanto como un medio de aeceder al conocimicnto de comportamicntos. y rasgos individuales de las per- nas. sito mds bien como un medio de acceder al conocimiento de los fenéme- hos sociales. Estos no son aprehensibles en cuanto tales, pero si se manifiestan nie interacciin de dos 0 més personas. El individuo, en una encuesta por mues- ‘so. ¢8, como sefalan certeramente Stoetzel y Girard, «un intermediario por el jue hay que pasar para captar una realidad colectivan. Lo que puede pensar 0 emir no cuenta sino en la medida en que sus pensamicntos y sentimientes se acerean mis @ menos o se desvian de los pensamientos y de los sentimientos de jas demas. No es en modo alguno un fin: no nos interesamos por su caso per- sonal. Es un donante de informaciones relativas a hechos u opiniones que coma- nica a otFo para un uso perfectamente definido y que le sobrepasa. EI problema ts colocarlo en tal situacion que puede transmitir el mensaje que porta. Esta trans- mnisidn st opera durante la entrevista que tiene con la persona que le pregunta, gracias a la relacién que sc establece enire ellos... Las relaciones interpersonales son cspecificas sociolégicamente, y se producen en un contexto social instituci: nalizado, Este es el punto de partida de toda teoria de [a entrevista. Los dos jnterlocutores tienen una posicién inictal especitica de la que derivan papeles no menos especificos. El conocimiento reciproco de esta posicién y de estos pa- peles permite la comunicacién porque dicta a cada uno st conduectan (Stoetzel y Girard, op. cit, pag. 167) En esta larga cite de los dos autores franceses se contienen, admirablemente sintetizados, los elementos que hacen de l2 entrevista un instrumento de inves- tigacién social que ha de ser preparada con rigor tesrico y precisién técnica, si no se quiere caer en el riesgo de convertiria en una conversacién con escaso interés cientifico, En reatidad, la entrevista es, como desiaca Scheuch, una relacidn social muy poco comin y una forma muy especial. y en cierto modo «no naturale, de comunicacin, que es susceptible de aprendizaje (Scheueh, 1975, pig. 167). En ta énirevista, el entrevistador ha da abstenerse dle ejercer influencia en las respuestas del entrevistado y, sobre todo. ha de evitar formular cualquier juicio de valor. De cualquier modo, el tipo de relacién social que se establece entre el entrovis- teder y el entrevisiado no es sicmpre el mismo, Las entrevistas se pueden clasificar de diferentes modos, de los que nos interesa ddestacar aqué los siguientes tres criterios de clasificacién que desarrollan Mayntz 4 sus colaboradores (1975, pags. 154-135). Atendiendo al grado de estandarizaci 52 pueden difcronciar entre las entrevistas no dirigidas (cualitativas. no estructu- tadas), entrevistas intensivas 0 en projundided y entrevistas por medio de cues. tonario estandarizado, Vambign se puede diferenciar entre entrevista oral y entre- vista por escrito o autoadministrada, Finalmente cabe distinguir entre las entrevis- tas individuales y las entrevistes o discusién cw grapo, Naturalmente, el tipo de relacign que se establece enire entrevistador y entrevistado no puede ser el mismo ‘cuando la entrevista se desarrolia exctusivamente en términos diddicos en la entre- vista individual. que cuando participan otros entrevistados, como en la discusion de grupo. Como tampoco puede ser la misma ta relacién que se establece en una ‘entrevista intensiva 0 en profundidad. en la que el entrevistador indaga por las razones profundas del comportamiento objetivo y subjetivo del entrevistado, que Je relacion que se establece en el caso de la entrevista por cuestionario, en la que ot Manuel Garcia Fereendo el entrevistador se limita a formular las preguntas escritas en el guién, sin que pueda apartarse de 10 alli escrito. La entrevista no dirigida, cualitativa o no estructurada suele utilizarse con ines exploratorios, cuando se esta tratando de obtener las primeras informaciones antes de poder delimitar con procisién el problema de la investigacién. Una vez explicitado ef tema sobre el que se desea (ratar, el entrevistador conversa libre ¥ esponténeamente con el entrevistador, quien s6lo interviene realizando prec: siones, preguntas accidentales u ordenando ménimamente la conversacién. En la entrevista intensive 0 en profundidad , se propicia la respuesta afiemativa. ya que al decir esi» el entrevistado se limita @ mostrar su acuerdo con el sentido de la pregunta, mientras que para responder ‘nor tiene que contradecir al entrevistador. Otro tipo de preguntas condicionantes que hay que evitar son Jas que utilizan palabras que han adquirido una sobrecarga emocional tan fuerte que e= virtuale mente imposible evitar una reaccién estereotipada ante elles. Por ejemplo, si se presunta: ges usted demécrata?, ges usted feliz en su matrimonio?, hay que hacer un notable esfuerzo para responder negativamente, ya que poca gente estard La encuosta 199 esses ee dlispuesta a reconocer piblicamente en nuestra cultura que no es demécrata 0 aque no es feliz en su matrimonio, Una tercera forma en que una pregunta puede estimular una respuesta con dicionada aparece cuando una de las respuestas alternatives va adscrita aun objetivo tan deseable que dificilmente puede negarse. Por ejemplo, la pregunta {es usted partidario o s¢ opone a quo Espaéa permanezca en la Alianza Atléntica para que el Ejéreito esté mejor preparado conira la emenaza de une guerra?, re laciona la permanencia en ln Alianza Atlantica con Is preparacién del Ejército ante una eventual amenaza de guerra, y a esto dltimo diffciimente se le puede dar una respuesta negativa Desde ef punto de vista del interés cient medida de lo posible, tal tipo de preguntas. ico hay que evitor siempre, y en la 6.2. Preguntas abiertas y preguntas cerradas Une de las principales decisiones que se han de tomar en le formulacién de preguntas esté relacionada con Ia forma de la respuesta: esto es, si el entre: vistado ha de responder en sus propias palabras 0, por el contratio, debe de selec- cioner de una serie preasignada de categorias la respuesta que mejor s© aproxima fs #4 opinién. Si ocurre lo primero, se trata de preguntas abiertas, y si courre lo segundo, se trata de preguntas cerradas. Se ha diseutido mucho sobre el tipo de pregunta que resulta més adecuada para obtener buenos resultados, aunque conviene decir desde un principio que Ja tendencia on los cuestionarios estandarizados es a utilizar preferentemente preguntas cerradas y dejar las preguntas abiertas para indagar sobre aspectos muy puntuales. Desde el punto de vista de le economia del esfuerzo, es més vyentajoso operar con preguntas cerradas, ya que resulta mas sencillo el examen comparativo de tee respuestas dadas por tcdos los entrevistados. Sin embargo, no siempre es posible construir el cuestionario s6lo con preguntas cerrades, y en- tonces se han de introducir preguntas abiertas. Ia cleceién de preguntas abierias 0 cerradas depende de un cierto niimero de factores situacionales, que Lezarsfeld (1935) delimita del siguiente modo: 1) los objetivos de la entrevista; 2) el grado de conocimiento o el nivel de informacién ue la poblacién posee sobre el tema de la pregunta; 3) el grado en que el tema ha sido pensado previamente por los entrevistados; 4) el grado en que la po- blacién esta motivada a comunicar sobre el toma, y 5) el grado en que la situa- cin de In poblacién que se va a encuestar en relaciGn con los cuatro aspectos anteriores es conocida previamente por el entrevistador. Pot lo que se refiere a los objetivas de la entrevista, el principio bisico que formula Lazarsfeld es el de que la pregunta cetrada suele ser mas stil cuando el objetivo de la entrevista es «clasificars a los entrevistados, esto 2s, cuando se pretends que expresen su acuerdo 0 desacuerdo con un determinado punto de Vista. Por ejemplo, en relacién al tema del aborto se puede preguntar si se esté fa favor o cn contra de su regulscién, y con una pregunta cerrada de respuesia altemativa, esto es, esté favor o esté en contra, es suficiente para poder clasificar a la poblacién en toro a este tema. Pero si cl objetivo de la encuesia va més alld de la mera clasificacisn de ta poblacién, e incluye el deseo de conocer algo sobre el marco de referencia de tos ‘entrevistados o del proceso por el que han Ilegado a sustentar sus puntos de vista 140 Monel Gercis Ferrendo particulates, lo més apropindo es formular una pregunta abierta, Asf, sobre el tema det aborto, si se desean conocer los motives que conducen a manifestar apoyo o rechazo a su regulacién, pucde estar justificado preguntar abiertamente por qué los entrevistados tienen’ una opinién u otra Al considerar el nivel de informacidn de Ta poblacién se puede decir de ma- nera general que la pregunta abierta suministra una oportunidad para que el entrevistador compruebe el grado de informacién o la ambigiiedad de los entre: fados, mientras que la pregunta cerrade no lo permite. Si se tiene [a sospocha de que el tema a discusién se encuentra fuera de la experiencia de una parte importante de la poblacién, es conveniente adoptar {a pregunta abjerta y evitar la forma cerrada. Asi, pues, le pregunta abierta resulta més apropiada en kis inves- tigaciones dirigidas a poblaciones con niveles de informacién muy diversos o des- cconocidos para el investigador. Desde el punto de vista del grado de estructuracién de las opiniones o actitu- des de 1a poblacién, esto es. del grado en que las personas a entrevistar han inieiado 0 no el proceso cognitive previamente a la realizacion de la entrevista, la pregunta cerrade esta justificada cuando tal proceso ya se ha infciado, mientras que la pregunte abierta es descable cuando ios entrevistados no tienen formulada claramente una opinién. La utilizaciin de una pregunta cerrada en el caso de que el entrevistady no tengu una actitud clara sobre el tema a debate 0 no haya adquirido todavia suficiente informaciin, entrafia el riesgo de que la eleccién de respuesta sea diferente de la conclusién que alcanzaria si se hubiere detenido a reilexionar y evaluar su propia experiencia. Asi, en estudios de opinién sobre temas politicos, resulta aconsojable utilizar preguntas cerradas al tratar temas de politica nacional que se supone son bastante © muy conacides en general por la poblacién: en cambio, si se trata de temas de politica nacional poco difundidos 0 s refiere a temas de politica exterior, que suelen set en general poco conocidos, las preguntas abiertas resultan ms recomendables. Oxo factor a tener en cuenta se refiere a la capacidad de motivacién de la pregunta, Anteriormente se discutié la importancia que tiene el conseguir una motivacign adecuada pata que las personas a entrevistar se avengan a comunicar sin reservas. Cuando un entrevistado no responde, 0 evade el objetivo de la pre gunta, Ia forma abierta permite que el entrevistadot pueda tratar de motivar al entrevistado para que siga fa entrevista. bien razonando la pregunta, o bien des- tacando [a importancia del propésito de Ia entrevista. La pregunta cerrada, por el contrario, requiere un nivel menor de motivscin para comunicar, ya que el centrevistada ha de realizar menos esfuerzo para dar su respuesta, En términos generates, el entrevistador que utiliza la pregunta cerrada corre menos riesgos de enfrentarse con ausencias de respuestas 0 con el «no sabe». Pero esta aparente ventaja de la pregunta cerrada tiene sus riesgos, ya que en situa ciones en que la persona entrevistada desea evitar una situacién ambigua 0 aza- rosa, pucde clegir la palabra © frase sin traicionar su confusiGn o ansiedad. En tal caso la eleccidn de Ia respuesta la puede hacer més en funcidn de tratar de vitar esta situacién, que por su motivacién a ofrecer una informacion valida. Asi, pues, a pregunta cerrada resulta més apropiada cuando no esti presentes factores distorsionantes, o cuando Ia persona a entrevistar no vaya a percibir facilmente una respuesia alternativa como més acepleble para el entrevistador. Si no se cumplen tales condiciones, es’ més conveniente utilizar Ia forma abierta y enfrentarse directamente con el problema de la motivacisn del entrevistado. La encussta 11 De una forma sintética, y como restimen de To anterior. Jo que nos retrotrae al problema del conocimiento que pueda poseer el entrevistador sobre la situacién del entrevistado, se puede afirmar que Ta pregunta cerrada es conveniente cuando Jos objetivos del estudio son relativamente sencillos, y el entrevistador tiene una seguridad razonable de poder comunicar fécilmente con Ia poblacién que se va a estudiar. Para estudios mas ambiciosos o en situaciones no tan bien definidas conviene alternat las preguntas eerradas con las preguntas abicrtas. A) Tipo de preguntas cerradas.—Existen dos tipos de preguntas cerradas, las de respuesta alternativa dicotémica y las de respuesta de eleccién multiple. Las preguntas de respuesta dicotmica se usan preferentemente para clasificar a la poblacién en torno a comportamientos, actitudes u opiniones bien definidos y que sdmiten slo alternativas a favor o en contra, positivas o negativas. Por cjer pio: «cpiensa usted votar en las préximas clecciones?», admite en principio sblo la respuesta afirmativa o la negativa, eunque se podria incluir una tercere res- puesta alternativa para los que todavie no lo han decidido. También la pregunta «cUsied cree que la gente que gobiema Espaiia es gente preparade, que sabe lo que lleva entre manos o fe parece a usted gue muchos de ellos no estén suli- ciontemente preparados?», admite en principio sélo dos tipos de respuestas: 1, es gente preparada; 2, muchos no estén preparados. Pero al igual que en la pregunta sobre la intencién de votar, eabe pensar en una tercera alternativa de respuesta ‘ms matizada o de sno saben. En todo caso, las altemativas de respuesta deben ser mutuamente excluyentes y complementarias. En temas més complejos el nimero de alternativas de respuestas suele ser superior @ dos, en cuyo caso tenemos las preguntas de respuesta multiple. En tales preguntas el entrevistado ha de seleccionar una de Ins respuestas apuntedas, aunque en algunos casos puede elegir simulténeamente dos o mis respuestas. Por ejemplo, en la pregunta «2Se interesa mucho, regular, poco o nada por la politica en general?», el entrevistado ha de elegir necesariamente una sola respuesta. Fn cambio, en la pregunta «De fos problemas que 2 continuacidn le yoy a enumerar crisis energética, desigualdades sociales, moralidad en las castumbres, paro, segu ridad social, precios, relaciones de Espaiia con otros paises, orden ptblico y se- guridad ciudada, terrorisimo, y autonomies, , el entrevistado puede elegir una, dos o tres de fos problemas alternativas que se han presentado. Un tipo especial de secuencia de preguntas, cerradas y abiertas, es el que George Gallup (1947) ha denominado diseno peutadimensional que sc utiliza am- aliamente en el estudio de opiniones y actitudes. Los cineo componentes de este Aisefio —familiaridad con ot tema, expresién de las actitudes individuales, reuc- iones a propuestas especificas, razones por las que se sostienen tales opiniones ¢ Invensidad de las opiniones— son muy stiles para abarcar las diversas dimen- siones de un tema complejo de investigacién. Las dimensiones primera, segunda Yy cuarta se suelen analizar por medio de preguntas abiertas, y la tercera y quinta mediante preguntas cerradas, Por ejemplo, ta siguiente secuencia de preguntas sobre la ley del aborto se adapta al disefio pentadimensional: Qué significa en conereto para usted ta «ley del abortox? {Qué habria que hacer con le actual ley del aborto? Unas personas estin de acuerdo con la actual ley del aborto, mientras que otras personas [a estiman inadecuada. ¢Estd usted a favor 0 en con- ta de que se cambie la ley del aborio? 1 Manvel Garcie Ferrando 4. ¢Por qué piensa usted ast? 5. GHasta qué punto es usted muy, bastante 0 sélo un poco partidario de dicha opinién? Aunque no siempre son necesarias las cinco preguntas al explorar un tema, cen frecuencia los cinco componentes del disefio pentadimensional son iitiles para cubtir convenientemente las diferentes dimensiones de un tema de investigacion, B) Aproximaciones indirectas a temas dificiles—En fo dicho hasta ahora sobre Ja utilizacién de un Ienguaje adecuado, tanto para les preguntas abiertas coho para las cerradas, se ha dado por supuesto que el entrevistado desea y pucde suministrar la informacién que se le pide, siempre que el entrevistador deje bien claro lo que se quiere que el entrevistado informe, © que se establezca una relan jon interpersonal favorable. Sin embargo, enisten diferentes situaciones en que cl entrevistado puede ser incapaz o simplemente no desear responder al tipo de pregunta que se le hace. Pignsese, por ejemplo, en temas relacionados con la vida sexual privada o con sentimientos de prejuicio ante ciertos objetos o personas. Alpunos de los entre. vistados pueden sentizse tan amenazados en su intimidad si responden a pregurias Sobre tales temas, que ninguna capacidad persuasoria del entrevistador cert sufi, siente para convencer al entrevistado de que cambie de actitud Incluso puede ocurrir que cierto tipo de informacién sea inaccesible al propio gntrevistado, Por ejemplo, si se descan conocer los sentimientos de hostitided hecia un elerto grupo social o hacia un partido politico, probablemente el entre: Nistado no tenga conciencia clara de ta intensidad de sus sentimientos de host lidad. Puede ocurrie incluso que sobre algunos de los temas que se quiera discutir, el entrevistador y el entrevistado no tongan un voeabulario mi un mateo concep. ‘wal comin, En tales circunstancias conviene utilizar preguntas que de forma indirecta se aproximen al tema en euestién. Esto cs. en lugar de preguntar directamente sobre los aspeetos que se estiman difiiles © perturbadores, se formulardn preguntas ‘ue indirectamente aborden tales aspectos. De este modo serd mas ficil descubtir tos estereotipos, prejuicios y bloqueamientos irracionales que impiden una buena comunicacién en la entrevista La forma més seneilla de aproximarse indirectamente a un tema dificil consiste ga dlivigir la atencién del entrevistado hacia una tercera persona. Eslo se puede lograr con una sustivucisn 0 con un preémbulo a una aproximacién més directa, en el supuesto de que una vez que el suleto ha sido capaz de verbalizar su propia Conducta atribuyéndola a otra persona esté mejor dispuesto a admitisla. como algo propio, En un estudio sobre los sentimientos nacionalistas y regionalistas de la po- blacisn espafiola se abords la clasificacién de la poblacién en centralistas, avo. omistas, Federalistas incependemtistas mediante la siguiente suecsién de pre Buntas: ‘eVea estas dos frases que dicen dos personas con actitudes diferentes ante el regionalismo, Sefior Garcia; Lo mejor es mantener la unidad del pais como hasta ahora y no dar mis autonomia a las regiones. Senor Pérez: Natl puede poner en duda que en Espafia hay regiones que son incluso verdaderas naciona. Uidades y que lo logico es darles autonomia a eada tuna de cllas, para que resuel, Yan por si mismas una parte de sts propfos asuntos. Digame, por favor. {con ceuil est usted més de acuerdo?» A los que respondian el sefor Pérez ‘se les Le encvosta a nahi prequntaba a continuacion To siguiente: «Vea ahora estas otras dos acttudes BEtlmente diferentes: Sefor Lopez: No sSlo hay que dar més auronomia 2 lag teMjones para que gestionen sus propios asuntos, sino que hay que dejarles que rea no haga sus. propias leyes. Seflor Fetndndez: Me parece bien darles mas casSyoinia a fas repiones para sus asuntos interns, siempre que se respete la unk: qu politica del pals.

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