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EN UN LUGAR DEL MUNDO. Antes de ir a ese lugar confieso que me sentfa un poco nerviosa y quizés con miedo, no sabia lo que me iba a encontrar, lo que ahi veria y sentiria, lo que legaria a decir y hacer sentir con mi presencia a esas personas. Era la primera vez en mi vida que pisaba aquel espacio, para mi entonces un mundo completamente desconocido, aunque por mi cabeza giraba la idea tipica y popular que la sociedad se inventa de! “enfermo mental”, que desde luego no encontré adeniro. Recuerdo mucho las palabras que el profesor nos dijo dos dias antes de visitar el lugar, y tas menciono porque me parece importante que las tenga en cuenta no solamente los estudiantes sino también los psiquiatras y el personal que se vincula con los internos: “hay que quitarnos la mascara, todo ese disfraz de poder que nos inventamos...Nosotros al entrar aké, somos tos ignorantes y no ellos...intentemos escuchar més alld de las palabras... Vamos a sentir la relacién donde nos insertamos... veamos , despojéndonos de nuestro supuesto saber, cual es la sensacién que tenemos ante a frontera de la cordura y la locura,” En esos momentos yo creia que no seria posible entablar una platica con ellos pues pensaba que ellos dentro de su locura no me escucharian y no me entenderian, ni yo los entenderia a ello, y temia que si les seguia su lenguaje, yo seria la culpable de aumentar su locura. Me atrevi a comentarle a un compafiero que igualmente iria al hospital psiquiatrico, to que pensaba y me quede fria ante su respuesta: “Para que te preocupas de lo que vas a decir o hacer, £50 no tiene importancia, ellos estén locos, no entienden bien, lo que puedas decir bueno o malo no puede herirles, ellos dejaron de sentir hace mucho tiempo."- Yo no compartia el punto de vista de mi compafiero, pero no discuti con él, s6lo pense que esta era una actitud que deberiamos de cambiar los seres humanos, y pense que desde el momento en que los consideramos como cualquier objeto, se pierde todo valor de ta experiencia, y siendo asi, de nada serviria nuestra presencia en aquel lugar, pues en nuestro mundo “normal” estamos mas relacionados con los objetos que con las personas. Una vez. que llegamos al hospital encontramos a tres vigilantes cerea de 1a puerta quienes nos pasaron con el psiquiatra que esperaba nuestra visita, quien nos dio informacién sobre la institucién, sobre los pacientes y nos mostré las instalaciones. Este psiquiatra evidentemente intent6 persuadimos de que tanto las instalaciones de! hospital como el trato a los internos era perfecto, es decir, los servicios eran éptimos y el trato totalmente humano; obviamente era un bonito juego de palabras que perdieron su encanto tras el contacto directo con las personas, ias tinicas que podrian dar testimonio fiel de la realidad encerrada dentro de ese lugar; si no hubiese sido por ello cualquiera habria creido en el discurso de ese psiquiatra. Para esos momentos todavia no entablébamos comunicacién concreta con alguien, sélo veiamos caminar a las personas, unos que otros gritos, aveces algunos nos saludaban de mano. Cabe mencionar que desde antes que se iniciara el recorride para conocer la estructura del hospital, en cuanto estuve ubicada dentro de él y mire hasta donde mi vista me lo permiti6, me senti como en cualquier otro lugar, desaparecieron entonces mis temores. Cuando Hegé el momento de entablar el didlogo con algunos de ellos, el psiquiatra no puso objecién alguna, pero dijo que él nos asignaria a los internos, quizds pens6 que ibamos a inspeccionar su institucién, pero en realidad esto no era nuestro fin. Nos seftalé entonces a los internos con los que podiamos platicar y se retiré del lugar. Yo no hice caso de sus ordenes, asi que me desligue de mis compafieros y fui a observar con mis detalle el cuarto de aistamiento. Caminaba por los pasillos cuando de pronto una intema se acerca muy sonriente a saludarme, me toma de la mano, me mira fijamente y la sonrisa se borra de sus labios. No recuerdo su nombre pero ella me transmitié a través de su mirada y su rostro una profunda angustia. Lo primero que me dijo fue que ella habia dejado de ser bonita, su lenguaje era para mi tun poco dificil de entender, por lo que hubo muchas palabras que no pude captar, me miré a los ojos y dijo -Tu tienes rimel, yo quiero rimel...us uitas que bonitas, estén pintadas, pintamelas a mi pero le contesté que no habia traido el bamiz, que otro dia lo haria; me dijo enseguida haciendo grandes esfuerzos para hablar, que yo tenia dientes y que ella no tenia ninguno, entonces sus ojos se Hlenaron de lagrimas y apretando asi mismo mis manos me decia -Que bonito vestido-, yo le contesté - el tuyo es muy bonito también, muy angustiada me dijo -Mira, yo quiero que me corten mi barba, no me gusta y nadie me la quiere cortar-, le mencioné que las personas que la cuidaban lo harian con mucho gusto si clla se los pedia, entonces bajo el tono de su voz y casi al oido me dijo -Es que ellos no me quieren, no lo hacen...cértamela ti-. Finalmente me dijo que estaba enferma, que no podia dejar el cigarro -Cada vez me siento més mal de tanto fumar, quiero dejar el cigarro pero no puedo... me estoy enfermando, aun seguia manteniendo sus manos atadas a las mias, lo que me hizo sentir fécilmente su angustia y percibir su necesidad de afecto. Si miramos més allé de las palabras, descubrimos que elfa en realidad no queria rimel, ni bamiz, ni que le cortaran su barba, detrds de estas superficiales palabras hay una necesidad de atencién y de carifio, que no se le ofrece en este lugar, eso era en el fondo lo que ella pedia con desesperacién, cualquiera que hubiera podido tocar sus manos lo hubiera sentido La segunda interna con la cual hable era una linda muchacha de un semblante muy triste, a quien ya habia saludado anteriormente cuando se encontraba en el taller de habilidades manuales. En realidad habia tantas intenas alrededor que con cualquiera hubiese podido platicar, pero Felipa asi lamada la muchacha robo mi coraz6n, su dulce mirada reflejaba una gran temura ¢ inocencia que me inundaron de paz y al mismo tiempo de melancolia, pues no se trataba de seleceionar, ni de conocer la mejor o ta peor locura, no se trataba de entrelazar palabras superficiales y vacias como Jas que caracterizan nuestras relaciones sociales, habia que entrelazar algo mas que eso de una manera esponténea y no procesada. ‘Asi que fue un sentimiento el que me llevé a platicar con Felipa, y no por scleccién como lo propuso el psiquiatra, Nuestra conversacion se desarrollé como sigue. (La menciono porque la tiqueza del didlogo sin duda nos llevari a preguntarnos dénde esta la anormalidad, dénde ‘comienza la irracionalidad) - Hola, ge6mo te llamas - pregunte Yo = Me lamo Felipa. Tu eres psicéloga?. - No aun estoy estudiando. - {Se necesita estudiar mucho para ser psicélogo ?, -Pregunté Felipa ~ Si hay que estudiar mucho para ser un gran psicélogo. ~ Emtonees se necesita estudiar mucho para comprender ?. - No, para comprender no se necesita estudiar, cualquier persona lo puede hacer. - contesté Yo. - No es cierto, porque yo solamente quiero que me comprendan y no encuentro a nadie... {Qué es mas importante comprender 0 tomar medicamentos?. - Pregunt6 Felipa. - Es importante comprender a todas las personas. -Contesté Yo. - Es que a mi sélo me dan medicamentos pero no me comprenden...yo lo nico que busco es la comprensién.- Decia esto mientras desojaba una flor en sus manos, y con un tono de voz muy triste seguia diciendo. -Yo no quiero estar aqui... + gPor qué estas aqui?. -Le pregunté siguiendo la Tinea de sus emociones y sintiéndolas como mis también, Recordaba bien las palabras de un gran profesor: “El sufrimiento de los demas mas que escucharlo, hay que sentirlo para comprenderlo”. - Me intemnaron aqui porque un dfa cuando fui a la Basilica de Guadalupe me perdi. .unos policias me vieron y me fueron aventar por all, estuve perdida cinco dias, y me internaron aqui s6lo por eso. = {Qué paso después de que te aventaron los policias?. - Me aventaron y empecé a caminar solita por ahi, a nadie le pregunte a donde vivia yo, a nadie le ptegunte cual era mi direccién, porque deseonfié de todos, pense que me iban a causar dafio toda la gente como los policias...después yo camine asi ya desorientada de todo y asi anduve como cinco dias, dicen. = Y como fue que llegaste aqui? gcdmo es que te encontraron tus familiares? - Porque me andaban buscande y el esposo de mi prima me encontt6, pero yo desconfié de él porque pense que se habia transformado también en una persona mala... me decia -Felipa, Felipa - pero yo no quise escucharlo porque pense que me iba a ser dafio. Después yo me eche a correr para que no me agarrara, después répido le fue avisar a mi hermana y me encontraron tos dos, después mi hermana me trajo para acd, pero yo queria que nada mas me entendiera y me comprendiera ella - GY no te comprendi6? - No.-Contesto Felipa = Cuando Hlegaste aqui, zqué te dijeron?. ~ Pues nada, ya estaba yo internada aqui en el hospital. ~ ¢Te estan dando medicamento?. -Le pregunté. -Si ~ Cada cuando? iario, tres veces al dia. Te esta sirviendo?. -No. - :Te inyectan algo?. = No, me dan puros medicamentos, puras pastillas. - ZTu has platicado con los doctores?. -No, cuando yo queria platicar al principio nada mas hufan de mi. - {Td crees que es mas importante la comprensién?. - Si.~ Muy segura contesté Felipa. - Cémo te sientes aqui?. = Pues ahorita ya me estoy acostumbrando, pero al principio era un infierno...porque todos los dias lo mismo, bueno y todavia; pero yo lo que quiero es salir, porque estaba en una escuela pastoral, y eso era lo tinico que estaba yo estudiando. ~{Qué estudiabas?, - Pues, estudiar lo de Jestis. ~ ique bonito!. -le dije. ~ Si, pero ya hasta se me esta olvidando fo que aprendi, porque con esas pastillas que hacen olvidar lo que uno aprende. - {Tienes amigos aqui? = No. - LY tu hermana? ~ Pues no ha venido a verme ahorita... Siempre trabajaba yo en casa y nunca me Hamaba por telefono, y ahora que paso esto lo nica que hace es venirme a internar aqui, - gTe gusta lo que haces aqui? - Casi no, + {Qué ¢s lo que mas te gusta?. = Ahorita ya nada, ~ {Qué es lo que quisieras hacer?. - Sentirme bien, irme a mi escuela pastoral, pero que yo tuviera donde estar, porque cuando me sali de la casa de mi prima, mi hermana me dijo que después ya no me queria, porque tenia el alma en un hilo que porque me perdi y me andaban buscando, y no quiere que me pase otra vez. - gSe preocupa por ti?. = Pues dice que se preocupé por mi, pero ahora ya no me quiere en su casa. - {Tu quieres regresar a la escuela pastoral, has hablado con la psicologa de esto? gLc has dicho que quieres salir? -Si. + EY qué te dice ella? = Que fe eche yo ganas, que primero van a ser permisos y Iuego ya de alta, pero que la medicina no la voy.a dejar, dice la doctora. = GY sino te la tomas?, - Pues no pasa nada, pero dicen que siempre debo de tomar medicamentos...Se siente uno con él medicamento como mensa, ni siquiera sabe uno lo que habla, ~ gLe has dicho a la doctora que te sientes mal con los medicamentos?, - Si, se lo he dicho a la doctora, pero ella insiste en que debo seguir tomando los medicamentos. (Por un momento un silencio dominé e! espacio). = jQue bonito dia! ,verdad? . (Le dije para romper ese silencio). + Si. - Contesto Felipa con una voz casi apagada y un suspito. = Por lo que volvi a preguntar {No te gustan?, * No. -Dijo Felipa.-No porque todos los dias son iguales y... no se, cuando estaba alla afuera todo era bonito y ahora no. ~ ~Aunque este el sol asi de bonito? -Le pregunté. = Aunque este el sol y todas las cosas que estén, ya no, ya nada es igual... Quisicra salir y no tomar ya medicamentos, sentirme libre, irme a mi escuela pastoral otra vez, que todos me quisieran... seguir en mi escuela. = Con un nudo en la garganta , le dije -Ya veraz que pronto vas a salir.- _ LT to crees? - Me pregunté Felipa muy insegura. Si, -Le contesté junto con un inevitable suspiro. Sus palabras y el sentimiento que puso en ellas fue mas que suficiente para entender que era una nifia como cualquier otra que tan sélo pedia un poco de Amor. Posteriormente nos fuimos a reunir con las otras compatieras dado que estabamos apartadas de ellas; ahi salude a otra persona quien estaba sentada fumando un cigarro, ella muy contenta me dijo que recibia buenas atenciones en el hospital, me hablé de la comida que recibieron en Navidad, que se habian retrasado en los pagos y que por eso no podia comprar mas cigartos. Entre esa platica le pregunté sobre los medicamentos, debido a que yo suponia que ella no los tomaba, pues la observe sontiente, animada, fuerte fisicamente y muy platicadora, De hecho entre al hospital con ta idea de que no era posible que a todos los internos se les administrara los firmacos, pero me equivoque. - {A ti te dan medicamentos?- Le pregunté . - Si. Contests. - Son medicamentos psiquidtricos que son fimpios para las venas de la cabeza, son medicamentos psiquidtricos que no alivian pero tampoco...(No terminé de decir la idea, pero continud) ay unos que retrasan la epilepsia, y nada mas poquitos medicamentos... pero estoy bien. YY tm por que los tomas? -Le pregunté. = Yo los tomo pues porque todos tomamos medicina, es reglamento det hospital. - Z¥ como te sientes tu?, ~ Yo bien... un poco cansada de la mente, y asi cansadita, tengo cansancio en los hombros, en la espalda, yo estoy cansada. En ese momento interrumpié Felipa diciendo: -Asi me siento yo, me siento como dijo ella, la cabeza la siento cansada, como adormecida con el medicamento. Ahi quedo toda platica porque las internas se empezaron a pelear por un reffesco, y en eso Hege el psiquiatra y nos dijo que ya era la hora de irnos. ‘Al parecer ya todos se habfan salido del hospital, snicamente nos encontrabamos adentro un compafiero de la escueta y yo por lo que caminamos a prisa. Estabamos a punto de salir del hospital, cuando de pronto oi los pasos de alguien que se apresuraba hacia nosotros, mire atris y via una interna que cojeaba de una piema, no podia caminar répido, més hacia el esfuerzo por hacerlo. Al ver el dolor que le causaban sus piemnas y que se reflejaba en su rostro, ripidamente fui hasta ella, quien estiré la mano y me entregé un dulce, ella no podia hablar, yo tome su mano y Ie di un beso en la mejilla sin decirle ni una sola palabra, porque me quede yo misma sin palabras ante su bella accién, ella entonces me miré y sin soltarme de fa mano me dio un beso en la frente, no supe que detirle, s6lo apreté fuertemente sus dos manos, le sonrei, y entonces prosegui mi camino. Aqui no hubo palabras, pero no hicieron falta. Cuando abordamos el autobis que nos conduciria al mundo de los “normales”, tuve la seguridad de que nunca mds las volveria a ver, pero también Ja seguridad de que solo una puerta ‘nos separa.

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