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Lecciones sobre Unamuno.

Felipe Gimnez. Profesor de filosofa de IES.

Miguel de Unamuno. (1864-1936).

Exponer a Unamuno resulta difcil. Su obra es poco sistemtica en la


exposicin. Su filosofa es una filosofa vitalista de lo contradictorio,
irracional y vital.

1. Funcin de la filosofa.

El tema de la filosofa es el hombre. El objeto de la filosofa es el hombre.


La obra filosfica de Unamuno puede considerarse una antropologa
filosfica.

El vitalismo pretende construir una filosofa propiamente vital, apegada a la


cotidianidad de la experiencia humana y que someta a una crtica radical
cualquier producto terico o ideolgico que se aleje de ella o que la
contradiga.

El punto de partida de Unamuno es la conciencia:

"El mundo se hace para la conciencia, para cada conciencia." (Del


sentimiento trgico de la vida.", p. 116, Obras completas, 1966, Madrid,
Escelier).

El mundo es mundo para alguien, para una conciencia individual y subjetiva


y carece de sentido considerado en s mismo.

El hombre genrico no existe. Slo existe el hombre concreto de carne y


hueso. "Ni lo humano ni la humanidad, ni el adjetivo simple, ni el
adjetivo sustantivado, sino el sustantivo concreto: el hombre. El
hombre de carne y hueso, el que nace, sufre y muere -sobre todo
muere-"

Este hombre concreto es el que constituye el verdadero objeto de la


filosofa. La filosofa es el acto de reflexin de la conciencia subjetiva de
cada hombre. Esta reflexin est originada por un sentimiento que obliga al
filsofo a reflexionar, pero el fruto de estas reflexiones sirve de punto de
partida al lector, le sugiere, le impele a planteamientos semejantes. La
filosofa debe ser un pensamiento concreto, una reflexin sobre el existir

Este sentimiento no es otro que el sentimiento trgico de la vida. El


sentimiento trgico de la vida es la base de todo filosofar. Es un afn, un
deseo de plenitud, de romper los estrechos lmites de la existencia. Es un
ansia de inmortalidad. Por otro lado es una bsqueda de fama y prestigio.
Es un instinto de perpetuacin.

"si la conciencia no es nada ms que un relmpago entre dos


eternidades de tinieblas, entonces nada hay ms execrable que la
existencia." (Ibdem, p. 117)

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