La teora del infierno es un libro que al terminar uno deja
de ser quien era, o al menos desde una perspectiva tan purista con respecto al arte y las expresiones artsticas. En el Salvador Elizondo nos encierra no en uno sino en gran cantidad de infiernos posibles y existentes, nos explica por qu para crear a veces es necesario construir un mundo sobre el cual trabajar y ese mundo no siempre es el ms bello. Elizondo nos sumerge de una manera maosa en definiciones varias sobre lo que es y como se contempla el infierno, para despus darnos una cubetada de agua helada y descubrir que en realidad tratar los infiernos creativos. Para este gran escritor, el infierno tiene varios matices, as como caras, llamndoles de otra manera concepciones y definiciones, pues a lo largo de la historia la humanidad ha necesitado un origen para todas las culpas de aquello que no controla y del cual muchas veces es objeto. Es en este punto en el que Elizondo ahonda de manera puntual con autores que al no tener otra excusa para lo que sentan, se sumergieron en sus obras, a tal grado que estos estadios creativos eran como infiernos. Desde oriente hasta occidente, se habla, se escribe, se cita a Joyce y su descomunal obra Ulysses, al I-ching chino, a los Cantares hebreos, todos con su toque de infierno y por qu no, cierra con el peor y ms grande de los posibles, la autocrtica, ese lugar tan lleno de telaraas, ratas, goteras, estalactitas y hedor a muerte que rara vez un artista explora, pues es ms fcil recibir elogios o crticas externa, pero difcil poder decir qu bien lo he hecho y las razones son abundantes o bien qu fiasco de obra, ni siquiera llena mi gusto. Alguna vez se podr contemplar el infierno, no como el sitio de condena, sino como el rincn al que hemos decidido aislarnos, el lugar en el que preferimos morir antes de abandonar y no terminar una obra, ese mundo subterrneo de la mente en el que solo existe la autocrtica y es difcil complacer a ese juez llamado ego, a esa ciudad despoblada a la que hemos llegado sin aviso y el tormento nos aguarda, a ese mundo repulsivo en el cual habita el infinito y las obras nunca terminadas, a ese hoyo negro que se traga la inspiracin y defeca creatividad, a ese nico lugar del que nunca saldremos y no queremos salir hasta ser uno con la obra.