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Historia de la literatura argentina Desde la Colonia hasta el Romanticismo € Centro Editor de América Latina i i | | i La época de Rosas. El romanticismo Félix Weinberg La dictadura y el petiodismo. — La eaide del gobierno nacional de Tividavia (1827) boon. parenesi de inescbilidad politics en todo cl pals, Suoosos ponterines, como. Ta Sublevacion de ‘avale conta. go Hemador bonserensoDorego.¥la campania del general Paz en las pro- inchs fnteriores, levaron a Ik Ar gentina al borde’ de ln. guerca vl fra dena serie’ de. pacts intesproviaiales determinaron la or Ginizicién do dos bloques. politicos tnfrentados y dispuestos « la locke trmada, Unita en el interior y federales en el Itoral de acuerdo con Tas Sceas donde impuseron res. pectivamente su dominio pretendian para la Nacién forzat sendas soluci- Bis definttoes on al arbi inte ional. Junto con los nombres antes tvencionados adguieren en e508 m0 tnentos ampli notoriedad public fos de Juan Facundo Quirog, Estanislao Lgee y Juan Manuel do Rosas. Loe acontecimiontos, sin embargo, tovieron un desenlace iesperedo. La fraccién nmitaria fue denotada pri mero on Buenss Aies (180) y huego Se desintegré en el interior, al caer Paz prisionero en 1831. Los dirigen tes vencidos se. vieron obligedos bir al eno. Loe. acompaS6 unk large ‘serie de personlidades com promotilas con el fncasado intenta Rosas asumié el gobierno de Buenos ‘Ares en 1820. No babria de trans Gurr taco tmp par a te ies provincas se vstoren sniforme mente con la divisa federal Estos graves sucesns taviron honda repercusion en la vida cultural del pals y muy paticulermente en la de Boobs Alves: que es donde se dévn velvia con amayor ampli, iquezn 7 gee Las autvidades intletusles —Mer- Tins tistics, cietiica~ tenlan eo i periodismo una txbunaablerta pct In distin y el debate, Era el nico medio por el oval Ios hombres ihstados dislogaben ante el pucbla La libertad de prensa asoguraba la ‘espontinea honestidad de ese dislo- Bo, que solamente se resentia o que braba cuando la accién politica salia de cauce y el peligroso torrente se abalanzaba sobre 1a sociedad toda. Si se tiene presente que en aquellos tiempos la abrumadora mayoria de Jos dirigentes politicos (hombres pt bilicos) se desempefiaban ademas co m0 periodistas (escritores pablicos), se comprenderé que, al desaparecer virtualmente el partido unitario, des apereciera también Ia prensa wnita la. Y como no se concebia més pe- Hiodismo que el militante, el que sobrevivié fue federal, con matices diversos, es cierto, pero federal al fin. El desborde de pasiones hizo que las hojas docteinasias cedieran el paso a una eadtion exaltacién del ‘pasquinismo, que se colige hasta por Jos nombres: El Torito de los Mucha. chos, La Bruja, La Lechusa, Don Gonundio Pincha Ratas, La Viuda de tun Pasteloro, El Escarmionto de un Unitario, El Rompe Cabeza, El Loco Machues Batatas, El Carancko Sélo se pueden exceptuar El Lucero (1829-1833), dirigide por Pedro de Angelis; EI Clasificador 0 Nuavo Tri- buno (1800-1839), de Pedvo F. Cavia; ambos federales. 'Y unas poets hajas de fugaz. prédica liberal: El Amigo del Pais (1833), de Angel Navarro; BI Constiucional (1893), de Miguel Valencia. A partir de ahi quedé do: minando el borizonte periodistico La Gaceta Mercantil, que, acompariada por unos pocos drganos mis, seria ante el pais y el extranjero la exclu siva expresion de Ia politica rosista, Los desterrados. —Se ha dicho ya ‘que en 1829 se produjo la proserip- ién de los ciudadanos de filiacion unitaria. Seria la primera de wna serie socesiva de expatriaciones de ‘exclusiva motivacién politica, En 1833 se fueron varios elementos liberales, yen 1835 los federales disidentes, Tres ailos més tarde comenzarian a Facundo Quiroga 27 Dorrego marcha al patibulo, Grabado de un libro de la época 21s. abandonar el pais otros compatriotas, de quienes habré que oeuparse més adelante, Casi todos ellos a partir de 1829 busearon asilo en el Uru- guay, que para unos y por muchos aos’ fue residencia permanente, -y para otros apenas Ia primera etapa de un exilio que los dispersaria por Brasil, Chilo, Bolivia y Peré La oposicién fue acallada, primero por coercién y luego por dréstica prohibicién. AI asumir Rosas el go: Dierno de Buenos Aires por segunda vez, en 1835, las medidas represivas adoptadas significaron en le préctioa la liquidaciéa de toda actividad po- Hitioa adversa. Cuando llegé el er tico aio 1840, Ia intolerancia oficial se excedi6 asf misma al consentic ‘yejimenes y hasta erimenes por parte de sus adictos, y en especial por una organizacién de tipo policil, la So ciedad Popaler Resteuradora, que se encargé por mucho tiempo de sex brar el temor ~y el terror— en las calles. SI bien el enderecimiento del rosismo aparecia justificada por el bloqueo e intervencién de la eseus drm francesa (desde 1898), que cola boraba con la expedicion militar que los expattiados argentinos habian or. ganizado en Montevideo y puesto al mando de Lavalle, ello seguramente no explicaba Ia perduracién, a Jo largo de ais, de'actitudes y’ medi- das transitoriss —acaso uno de los signos distintivos del réyimen—, euane do ya aquellas situaciones de riesgo habian sido conjuradas por las auto- ridedes bonaerenses, Mas acentuada- mente que nunca en muestea historia, el vendaval de pasiones desatadas avasall6 sistomticamente el ejercicio de Ja libertad con el pretexto de ase- sgurarla, Solamente comereiantes —na- livos y extranjeros-, ganaderos vineu- Jados al régimen —Ia estaneia depen ia decisivamente del saladera y éste fera_monopallzado por Rosas y sus allegados-, y el pobrerfo habilmente utilizado, podian.soportar el nuevo lima que imperaba en Buenos Aires, nis En definitiva, se habia logrado aca- Mar a los Damados anarquistas los unitarios y en general todos los des- afectos al sistema rosista —e impo- nner eon dura mano el suspirado orden que permite sujetar a los inquietos yy hacer prosperar los negocios. Y ese ‘orden sé habla impuesto en toda la ontaderacén Argention, "No fala- ‘fan Jos doctos en leyes y latines para justificar el sisters, que en algunos Aspectos implicaba ‘una restauracién de la colouia, Juan Cruz Varela, el poeta mayor Sy periodista de garra—, cerrd sa diario EI Tiempo y partié para el Uruguay en 1829. Seguramente él no podia intuir en ese momento que la Suya era Ta proseripcién inaugural de los literatos argentinos. Tras sus pasos y en sucesivas oleadas, a lo Tago de una década, marchasian al exilio por causas politicas siempro— ppricticamente todos Jos nombres sig- nificatives que habian ido forjando Jas letras nacionales. En aquel momento la poesia portefia entraba en un sugestivo cono de sombra. De los nombres ilustres ro- cogidos en La lira argentina y en la Coleccién de poesias patriéticas s6lo sobrevivian Varela y Vicente Lépez. Esto ultimo prefirié guardar en dis- creto silencio su lira, que muy espo- rédicamente volveria a lucir en cor tesanos © ingratos episodios que él mismo repudiaia después, Ambos ‘poetas, ya To sabemos, eran exponen- tes del seudoclasicisme diecischesco, exhausto ya en su academicista ins” piracién, y al que aim aguardaba aqut cl’ vendaval del romantielsmo «que lo liquidaria definitivamente. Por supuesto, también existian entonoes otros alicionados a las letras —versi- ficadores, ya que no poetas— que seguian sin Ingenio ni gracia los tri- TTados eaminos de antago, y cuyos nombres, prescndbles todos, no hace El romanticismo.—Ast las cosas, al 8 de julio de 1830 publics La Gaceta, Mercantil wn poema —“E1 regreso"— de un joven argentino le gado recientemente deste Francia Era algo inesperadamente nuevo y con sabor a mevo, El joven compac triota poco tardé en hacerse cano- oar sellamabs chan Echevera ‘on al ingresabe en nuestro pais li sensibidad roméntion que sababa se imponerse en Fuxopa occidental. Toda ima constelaciin de nombres de ensayistas, poetas, dramaturgos, novelistas, de’ Alemania, Inglaterra y Francia especialmente, habia logrado remozar airosamente & Ja. literatura Schlegel, Staél, Chateaubsiand, La: inartine, Hg, Scott, Byron, ‘entre ‘otros cien nds, Hberaron a las Ham: das bells letras de las. inflexibles normas tradicionales que los neoclé- sicos habian acatado y venerado. Ex tun proceso que seré estudiado @ su fuimo, a partir de aquf solo contain le espontaneidad, el auténticn iris mo, la expresién de los sentimientos. Como dijo uno de ellos, lo tinico que abla que hacer era seguir los eon: sejos de Ta naturaleza, de Ta. verdad y de la inspiracién, ‘Tras ardorosas polémicas con los sostenedares de x Bidos sistemas de preceptiva, el 10- Imanticismo, al destruir viejas fache- das, agrietadas sin piedad por el tiempo, logr6 insuflar nueva vida al arte que se exteriorizb audaz, exube- zante, avesallador. El éxito fulmi- nante de repereusién en et piblico —éste comprendié sagazmente el sen- tido progrenista de la novedad~ fue decisivo en el triunfo del romanti- Conviene puntualizar aqui —aangue todo esto se verd detenidamente cuando se estudie In obra de Eche- verria y otros roménticns~ que el surgimiento y el triunfo del roman- ticismo esté vinculado con Ins Inchas que los pueblos europeos sostenian fntonces por ensancha la concepetéa el liberalismo y aun por concretar a personalidad nacional, “La inde- pendencia en materia de gusto es EL TORITO DE. LOS MUCHACHOs. Portada de El Torito de los Muchachos, periédice federal EL CLASIFICADOR EL NUEVO ‘TRIBUNO, « Porteda de Bl Clasificador, peridico federal de PF, Cavia 219 durante algin tiempo es, por adopeién, una figura frgentina a partir de 1883. Educador y pintor, hace eélebre su Libreria Argentina, onde en 1837 funcionari el Salén Literario, centro de reunién de Ta javentud estudiosa de Buenos Aires. Después de la disolucién de esta entidad Sastre se consagra a la pasiin de su vida: la educacién, ‘Actus en escuclas de Buenos Aires, Santa Fe y Entre Rios. Eseribié también fen varios periédioos de la época. Fue director de la Biblioteca Piibliea y vocal del Consejo Nacional de Educacién. Tuvo una proifica produccién bibliogréfica, entre Ia cual se destaca la de earketer didéctico: El Tempe Argentino; La educacién popular en Buonos Aires; Anagnosta; Ortogratia completa; Guia del preceptor; Seleccién de lecturas para nifos 200 ‘complemento necesario de la liber- tad individu” eeibi6 Viet. oo smo lo precis6 mejor ain Vietor Hugo: “El romanticismo, st se lo considera fen su aspecto militante, no es otra ‘cosa que el liberalismo en literatura”. Yai se tlene en enenta cl crecimiento cen el viejo mondo de las luchas s0- tales ~que engendraba la industria- Iieacion— protagonizadas por las cla- ses laboriosas, que buscaban ya no ‘6lo mejores condiciones de vida sino emanciparse definitivamente de la miseria, se comprenderé que quienos eran consecuentes con. las formula- clones liberales no podian permane cer insensibles a esos reclamos de sus semejantes, No extrafie, pues, ‘que muchos escritores y poctas ~0o- mo Hugo y Heine— identifioados por conviceién y eon pasién con las an siedades y anbelos populares lege ran a abrazar doctrinas mis radicales, precursoras del socialismo modemo. El romanticismo Iiteratio adquirié tuna dimension social (romanticismo social) que, sf bien no fue transitada por muchos hombres de letras, xe Vela Iz enorme. trascendencia que podfa implicar el compromiso. {La renovacién intelectual del roman: ticismo abria insospechados horizon- tes, que trascendian por cierto. los puramente literarios. La solidaridad ‘can Tas Tuchas populares, 1a exelta- cién de lo nacional y Ia fe ilimitada fen ol progreso de Ja humanidad cons: titulan de por sf toda una revol cionaria concepeién de la vida. du: ante la primera mitad del siglo XIX Echeverria tjo a nuestro pals ese contagioso entusiasmo del romanti- cismo, Su accién, en esto sentido, send estudiada aparte y en forma particular. Por ahora, es preciso se- fialar que, junto con Alberdl y Gu: tiérrez, no de de buscar el apoyo de los estudiantes universitarios. ‘A partir de 1835 la Universidad se hhabla resentido notoriamente al pre- tender el gobierno alinearla en la politicn oficial. Los estudiantes y los profesores indecible para mantener la indepen dencia y el decoro de los estudios. De todos modos, para obtener la graduacién doctoral en todas las fa- toultades (departamentos, segiin la enominacién de Ia época) se reque- ria acreditar ser adicto a, "Ia causa nacional de la Federacién” (Decreto el 37 de enero de 1836). Como los jovenes exresados —algunos de cuyos nombres veremos més adelante— no eran por cierto unitarios, y hasta 41838 no exteriorizaron su hostilidad al gobierno, no sintieron en el interin Impedimento alguna on acatar esa cexigencia ‘Tras varios intentos precussores de organizacién ~entre ellos el nis re cordable fue la Asociacién de, Estu- dios Historloos y Sociales, de efimera vida alld por 1833—, surgid en 1837 1 Selén Literario, del que fue entu- asta impulsor otro joven, Marcos Sastre, comerciante en libros, quien al efecto prest6 su casa El Salén Literario. En junio de 1837 abrié sus puertas el Salén con tun acto publica de singulares con tomes por el nimero, calidad y dis- pposicién de dnimo de le concurren ia, Era evidente que Ta institcibn venie a llenar un vacio en la vida cultural de Buenos Aires y aun del pais, porque entre sus socios, en su foayoria estudiantes de la Univers dad —los més de la Facultad de Derecho, encontramos no sélo por- tefos sino’ también oriundos del inte- lor. Coviene recordar algunos nom bres: Manuel J. Quiroga Rosas, Juan Thompson, Félie Frias, Vicente F. Lépez, Carlos Tejedor, Enrique de Ja Fuente, Lais L. Dotninguez, Pas- tor Obligado, José Barros Pazos, An- drés Somellera, Miguel Estévez Sa- gui, Gervasio A. Posedas, Demetrio y Jacinto Rodriguez Petia... La pe- {quetia burguesia argentina, todavia Gesarticulada, exteriorizando su pre- focupacién por el destino del pais, Tpuscaba canales para expresarse, En el acto inaugural hablaron Sartre, - Alberdi y Gutiérrez, quienes oon im: Petcodid joven pro : Sle, aborderonvasos problemas ro Ievos aia nies de mace - dena ctor cera od ee : presaron sv colaboritn ala ast : ‘lad del Sain, Veet pes S| Peto tangata y Felipe Seni, : scgntecte fs sca Ruse : isles do elvan qu va x | Begs" Aen “Antgue empress, Ge : palin ect a Sains re Siperanela Pom pons por diver | : sonal, sealgjeon Y's es | : Ieee programas : part stor: Las obra de Co, ; Eater, Lame Quine, Vila Saint Simon, Leroux, Lamennais, Maz ini, Tocqueville, entre tantos otros, : a través de libros y articulos pe Tiod{sticos, ofrecian “an complejo. y apasionante mundo de inguletudes e Hiloséficas, sociales, histéricas, politi- ; cas, ete, que por su diversid . sracias @ elle, Tes permitio int : una elaboraciin doctrinaria original ; Al cabo de varios meses culminaron, : las ‘actividades del Sal6n Literario | c con una sorie de disertaciones que | l pronuncié Echeverria, donde hizo un = ‘inuncioso inventario de los factores negativos culturales y socio-econémml- cos que frenaban el progreso nacio nal, y verifioé ef divoreio tremendo entre los propésitos transformadores de la Revoluciém de Mayo y la ago- p 2 Biante realidad, perduraeién dela Colonia, Y al sefialar el puente ideo. Hégion que siempre nos Higa a Euro- * pa, puntualiz6 que no se trataba de 1 adopter premisas extrafias sino de adaptarlas a muestra especifiea pe coliaridad nacional, En cuanto a le Titeratura, sostuvo que la misma no puede desentenderse el medio social que Ia engendsa Era enemigo de poemas y prosas que no dejan rastzo alguno en el corazén | Soldador de Rosas. Oleo de Juan Camaiia. Felipe de Senillose (1783-1858). Retrato de C. E. Pellegrini ni en el sentimiento, Siguiendo estas hnuclas dra a su vez Alberd! que le literatura debe atender “al fondo ms Gque_a la forma del pensamientor 2 Is idea mis que al estilo, « a belloza St mis que ala belle en sf” Quot aban echadas entre nontrosincbe, ses del compremiso del intelectual para contbuir a transformer In aoe edad, Conscientemente toda la Ii teratura roméntica fue milela, Echos verra, en 1837, se consagro como sh cvientador de una generaetén, y etd se pondri de relieve cuandoves Sota Historia se lo estudie detenidamente ay que consignar que en au tmp el Salon susct6 reasciones diverse Desde tas de mera y petulante bur ‘measo de Angelis, por cuya plums hhablaba Rosas hasta las gravementc preseupadas Florencio. Varela, ext lindo en Montevideo, los jovenes fue- zon acaso lo més celebrado do La Moda. Tncluia ademés cada wimero ‘una partitura musical con canciones ceuyas letras pertenecian también al srupo juvenil Llogé a trar 2 be Imeros hasta su desapariién en abril de 1898. No debe creerse que los jovenes de Ta Moda actuaran en una oposiién franca contra Roses. Por el contrario, Alberdi, especialmente, hizo inaéme. ros esfuerzos. por lograr que Roses era con simpatia a Tos jovenes, ds- ppuestos generosamente a aportar sus Juces'a un orden no fuetrado. Todo fue indtil. Le perspicacia del dicta- dor se sobrepuso a le ingenuidad de feos, planes. Si bien Echeverrla. 0 fe forjd munca ilusiones acerca de Jo que Rosas realmente signifieaba para el pais, Alberdi demord. alga tiempo én verifearlo. Las lisonjas lispensadas on diversas oportunida- ‘des on el teanscurso de 1897 y aun 4 prlneipios de. 1838 ‘por el joven tuctmans al gobernador del citillo ppunzé ~en el Saléa, en el Frogmento preliminar al estulio del derecho, en La Moda, silo sirvieron a la poste para ctearle equivooos que un par de aos después, en Montevideo, se vio precisado a aclavar y explicar, eu el feuso de une sonads polemic, Conviene puntualiza también, ys que de periedisma se trata, que con at terioridad a Le Moda, y- més acen- ttadamente entre 1834 y 1857, varios jévenes habjan utlizado las ‘cols nas dal Diario de ta Tarde y de la revista lteraria ED Recopilador, don: de dieron a conocer trabajos de oxi tica y tuducelonas de eseritores 10- ‘ménticos earepeos. El Selén_Literario, mientras tanto, hhabia. sido clausurado al. cabo de so seis meses de vida, porque las autoridades —Rosus— eatendieron que quienes alli concursian se extraimita- Ban al estudiar problemas piblicos Un Boeta espafiol de Buenos Aires Las letras expaiolas del siglo XIX regisran entre nas nombres més notris tino que pertenece um argentin. Sevterts de Ventura dea Vogs {istr605), nacido en Bueno Aires pero traladadn a Espana desde st ifaacin, Se destacé ali como posts 9 dramatargo, 7 fue miembro de la eal Acadenia Espanola Gronelégicaments, a nombre debe omputarse entre los iiembros de a Primera generacion romdnten argentina, Y's bien no regresd munea al suelo tala no 90 deventendi mcs ce at, cn cn sun de us verso ys proses, ci a La rmerte ce Cesar, eat tambien Ja nostalgia por eu trea y ff orgull US haber nactdS én ella Orgulloso me'sentia ‘De mi sangre americana oy MODA GAGRTIN SRUANAL, MUSICA, DE POESTA, DE LITERATURA, Portada del periédico La Moda, ceditado por Rafael J, Corvalin y no circunseribirse a lo especifica- ‘mente literario, = Mirada con perspeetiva no hay du de que fue aquella una cita histérlea. ¥ el comienzo de un rumbo argenti- no nuevo. La posteridad ha denomi- nado “generacién de 1837” a esa juventud que en el Sal6n se encontrd con Ja palpitante realidad del pais y se dispuso a transformarla. Debe decitse ademés que algunos de los concurrentes del Salén no se lie mitaban a leer sino que hablan ini- ciado promisoriamente los primeros tanteos de una obra de creacién, Ex: ceptuande a Echeverrfa, ya consa ‘grado, como se vio, puede mencio- narse ‘en particular a Alberdi, quien ublic6 varios opiiseulos desde 1832 entre ellos su Memoria descriptiva sobre Tucumén (1834) y que. pre- ‘isamente on 1837 dio a Tz el Frag- ‘mento preliminar al estudio del de- echo. Este libro era entre nosotros ‘una original formulacién en el. sen- tido de que Ia filosofia, lejos de na pura especulacién intelectual, es un {nstrumento metédico para. explicar Ja realidad del pais incluso. para programar los caminos de su desarro- lio, Como lo ha sefalada un eritico, Alberdi concibe en esas piginas no tina filosofia metafisica sino una filo- sofia gocial. La obra merecié opinio- hes adlversas entro los miembros del chreulo unitario residente en Monte- video, apegaclos a la escuela filosbfiea utlitaia, que precisamente repudiae ban Tos jévenes portefios, Quitoga Rosas. publio’ ese mismo ‘aio un ensayo —Tesie sobre la nati. raleza filas6fiea del derecho sobre tuna temética similar a la desenvuelta por Alberdi. Gutiérrez, por su parte, io @ conocer varios y brillantes ar. ticulos periodisticas de cerita lite. raria, de la cual sexia pionero en Ia Argentina. Su amplia cultura y ol rigor metodol6gico hicieron. desde temprano de Gutiérrez un eritieo de juicio s6lido y ponderado, que desde ese grivido terreno contribuia a en Fiquocer a nuestra literatura. Pérrafo aparte merece El Cancionero Argentine, resopicion Je canciones ‘que acompariadas de piano 6 guita- te Inca a dels ono Sloney pportefios. José Antonio Wilde Mog6 4 editar cuatro mimeros de esta pur Dlicacién (1897-1838), que aleanz6 un &xito que hoy tal vez nos es diffe fimaginar. Aparecieron li composi clones de Echeverria, Alberdi, Gu- tiérez, entre las mejores, y de’ otros vvates de Buenos Aires y Montevideo Nuevos rumbos. — Desaparecido el Selén Literaro, se. produjo ‘una 1e- cordenaciin en el ruimbo de quienes hhabian sido sus jévenes contertalios Algunos, os timorates, se alejaron de toda actividad comprometda, ¥etos, Jos mis, se dispusieron insist. Eee tos, mds de una tretena, a intan: ‘de Echevertia, se. congregaron Seerelamente en una cas de Buenos ‘Aes la noche del 23. de Junie de 1888. Echeverria les digi la palabra los exhorts organizar una nueva fade, hora deteamente por tea, que debia proponerse con ro. ponsablidad a actuate inilus cn Fe vida nacional: ¥ como le unided de cin resis unidad do pense miento, les propuso las bases progre- rites con Ins cusles podria os. envolverto en esta nueva etapa. Ma. Yo, Progreso, Democracia, eran In Fintess cardinal do-los- abajo emprender. Les leyé on seguida les quince “palabras simbilieas™ del nuc- to credo. Estas fucrom recibidas’ con locuentes mestras de entusasmo, Se encomendé después a Echeverria redactar ‘minscosament «lprogiay tma doctrinario bosquejado. Este pro- rama, aprobado tiempo después, so Hlamé Cadigo ‘0 Declaracion de prim. cipios que constituyen ta creencla ‘ocial dele Repiblica Argentina, Tuogo difondida eon el nombre de Dogma Socialist de la Asoeiacién de Mayo. Tisbia quedado fundada fa Asootacién de la Joven Genera. cin Argentina. EE biogueo que la eseuadra francesa Peinetones en el baile, Litografia coloreada de C. H. Bacle, £834 José Antonio Wilde (1813-1885) Jimpuso & Buenos Aires cre, mientas fanto, um elima police tons. ra Megada Ia hore de las grandes dect siones. “La juventud —eseribié Alber- ain dej6 tnmediatamente Ta seven cin, ineligente so. entrego 4 a Tovolucién armada: dojs ls ideas y tomé la ecién. Diplomaci, once. siones, manejorpatlamentaios, todo qquedé un lado con Tas letras Ie Htventud dio Ia cart y se prodamé en guerre abirt on Ta tania” Tin Asooialén ent’ forzostmente en receso, tas celebrar vias rountones 4 hurtadilas Se apresto a la lucha Theluso un geupo desprendido de la enidad comenz® trabajos conspirat os contra el gobierno, El meneionado bloguco franeé, ade- ands de sas repercusionespoliticas fcondmicas, ‘habia tendo” para los Fivoncs una implicancia inesporeda Eios,individvalmente, eran conoct dos por su particular afecsin a a cultura fances, por To que ante la fraverbada xenefobin que al en grandes seotores de la poblacion su situacién zesultaba”extremadamente Comproimetia y siesgosa. La acusa. tla’ de tfanomado. ora, en aquel ‘momento, un epteto equivalente venga ‘del pas. No babla tempo niambiento tdecuado para scare tonpes equivocosSencilamente, so fur vistndo en Buono Ais’ ome Dezabe a. resultar peligro. ¥ como tstabin decides joramentados a to able de sn eles comenzaron 4 marcha al exilo, para proseguit In brega desde all’ Besde nee de 1698 y hasta 1840 eno a. uno fueron abandonando ol suelo nativo. Los nuevos proscriptos. — En Montevideo reanudaron Ia aceién. En a capital del vecino pais, donde los unitarios exiliados tengan en real. dad muy poco de comin con estos nuevos proseriptos, venfa publiedn dose, desde abril de 1838, un uin- ccenarfo que corredactaban Miguel Cané, Andrés Lamas —Joven unigua- yo que también habla. abrazado el romanticismo~ y Gutiérrez. Bl Inie Giador, tal su nombre, legs a lanaar ieciséis mimeros hasta que cexd en enero de 1839. Colaboraron desde Buenos Aires ‘Tejedor, Frias, Lois Méndez, Miguel Irigoyen, Viola, y otros. A, este miicleo so agregé en Montevideo, donde residia, Bartolo- mé Mitre, quien, aunque era el mas joven de todos, hizo suyos con entur siasmo los ideales de sus contend. nnoos. Tncluso los hermanos Juan Cruz y Florencio Varela insertaron ocasio. nalmente algunos eserites, pero fue Visible que estos se sintieron moles tos por la orientacién general de Et Iniciador, que. consageaba todas sus ‘energias en difondir el romanticsino literario y el romanticismo social, El ‘ltimo timer ~de 21 paginas os- tuvo dedicado intogeamente a publi- car el texto del Codigo de Ta Asocia= cidn de Ja Joven Generaeiin Argen- tina, que asi por vee primera. so ‘mostraba en letras de molde. Los unitatios entendieron que este pro- ‘grama era un desproposito, que es. faba fuera de la realidad y que ten- faa ahondar las diseasiones entre los exdliados.argentinos, Desde setiembre de. 1838 aparecta también en Montevideo el diario Bl Nacional, cuya redaccién estaba a cargo inicialmonte de Lamas y Cane, 8 Tos cuales se incorporé Alberdi en diciembre. Desde esta teibuna.coti- diana, confesadarnente roméntica. y socialist —en la acepeién echeverriar ra del ténmino=, se polemizé inean~ sablemente con Tos tnitatios, ‘Todo episodio circanstaneial resultaba pro. pleio para descargar andanadas con- tra los rivadavianos intransigentes © ‘més concretamente contra los Vare- Ta, quienes a su vez respondian desde su Revista Oficial Es justicia puntualizar que don Juas Gruz, el mayor de los Varela, habia acogido la obra postica de Echeverria con particular simpatia. Su obra, no sus doctrinas, Se mostrd como’ tin hombre sensible a los vientos reao- vvadores que por estas métgenes. so” plaban. Ya se ha visto al estudiar fu obra que sin abjurar de su caro ‘mundo. neodisico, "en las ultinas composiciones salidas de su plums, Tracta 1838, regitré un acerearient® roderade & las formas zoménticas de expresién, Al-morir Varela, en 1830, ‘quedé aventada para siempre la poe: sla neoclisea E! Nacional fue un incansable érgano ao batalla y de propaganda doctr- varia, Mochos articalas aparecieron all sobre literatura, teatro, flosofie, politica, ete. Le difusin activa, mi Titante, de estos ideales,abrazados con tanta “decisibo yes, prosiguid Aespués, sn regu, on alos siguientes, fen otros periédicas montovideanos. En caanto’a la ertea de los romdn- tices, no tuvo por exclusive. destina- tario a los exponentes del viejo par tido unitario. Nadie podola negar que Ja eultura argentina debia a aquella generacién de Mayo valosos esfuer- 40s y algunos logees flices. Con los Unita, Ta Tacha, ain enconadla, era octrinaria'y principista. Em cambio, foo Rosas y su sistema Ta hicha se libsaba en otro terreno. Desde EI Nacional, y tras laboriosas gestiones, Alberdi logeé aunar a los diversos grupos de exilados eno} Uruguay (unitasos, federales, inde- pendientes y sa propio nicleo) en tor. no de le organizacion de la campana militar “libertadora que se puso al mando de Lavalle (1858). Peto en el fondo de esta coineidencia lala tna Aiscrepancia que diflelmente podeia disimularse. los viejos partidos les reocupaba To inmediato, esto es, Ia caida de la dictadure, que se prevela Inminente; y a los. romduntios, ade- mis de esto, la orientacién.y pro- grama del régimen que la rermple- zarla. Como se ve, las discardancias Se sban acumulanda, ‘La citada expedicién de Lavalle con- 16 con el apoyo de las fuereas fran- ‘esas bloqueadoras. Esta eireunstan- ia hn servido para que se formlen ftcusaciones de connivencia con el cxtranjero en ol propisito de rewiver problemas interne de los argentins. ‘uienes fea Tos atiulos de ED No- Clonal comprenderin que no habian tmbvilessibalteros en es, empresa De todos modos no ay dada Ge que cee paso fee ure ingenuldad mis “ha dura experiencia do. la lucha alevclonabay hacia recttcar rum. bos, porque Alberdi y- los demas compatriots estos Hegaron a le allanea tas fora sus propas pro venciones contra la intfomision ex. tbat confundieron ala Franla que Bese nol mseon americanes piva su comercio eon Ia Francia revehuconai, ln de lo Ken. lex goneross de liberacion yTrater- sided En 1641 se organiza en In capital Sruguaya on ‘certamen, potion con motivo de la festvided' del 25 de Mayo. Se invita. particioar a los posts residents sl Et forad, al fscemir Ios premios —la hedalla de foro gorrespondié. a Catiérer rey podtina Gar a expliencion dock nevis del dicamen, El extenso doou- mento estuvo a cargo de Florencio Varela, quien sostvo, en To esenclal, jue antes de 1810 no habla. enstido Ja Iteratera nacional, que és mais con ls Revolucion, y que le poesis wemécula reconocia” dos atopas.s0- cestvas la pin y a filosben Alberti, al publiest ls. composico- net premiadas en el Certamen podica dle Mayo, ls precedié do un prdlogo polimioo’ donde refute ls eas sus. tentadas por Varela, Una vee. mis rominticor ¥neodisiee. so ponian Frente a frente, Dice Alberdi que en Plata hbo expresiones potess hasta distinguidoscaltores antes, de I Revolicln, que, hiego, le guera de In Tadependencia monopoliz6 la inepttacibn pottics, que se. oxpre: sabu revesida sogin los efnones for- tales mpaestoe: por la propia Es Dafa; que hasta ahi ln poesia revo: Hncionariacarecin dev am carkcter verdaderamente. amercano; y que Félix Prias (1816-1881) 997 s6lo con el movimiento roméntico surgen en realidad las letras nacio- nes, pues por fin se liberaban de Ja tutela espafiola, Inaugurando un ‘camino renovador, filosético, espon- ‘tine y nativiste. Ya habré que’ vol- ver sobre esto. Lo cierto es que la Joven Generacién Argentina —aun- ‘que desarticulada institucionalmente ues fracasé un intento de reorga- nnizar le Asociacién en Montevideo pprosigui6 las tareas que se habi ‘puesto, sin desfallecimientos ni clan- Gicaciones, Es clerto que los afos fueron atemperando intvansigencias y Gosvaneciendo sectarismos. Pero. lo esencial, lo que les dio razén de ser, siguid airoso por lo menos hasta la caida de Rosas. Trabajaron intensa- mente, casi con obsesién febri, du rante la larga década de su destierro. Muchos no regresaron al suslo natal y faltaron a ia cita victoriosa de la jomada de Caseros, porque —dosvali- dos de salud, de ‘dinero, de afecto = habian emprendido aquel viaje larguisimo, sin rotorno, haela la ausencia supreme e inexorable. Fue Ja Giniea manera de arrebatar el pen- én de combate a Echeverria 'y ‘Quivoga Rosas, adalides de un idea rio que al fin parecia eleanzar la vietotia, No fueron Jos Gnicos: tam ign Miguel Trigoyeny Florencio Balearce hallaron tempranamente la muerte, lejos de su atorada, Buenos Aires. Era el tributo que todos ellos agaron para amasar el futuro. ar gentino. El aporte cultural de Tos jéve- ines, — Pero veamos ahora qué hicie- yon qué aportaron— en el. cat Ge ta teratra durante esos dos aos del exilio los integrantes de la sgeneracin de 1837, con exelusién de Jos no roméatieos, por importantes que sean, como en el caso de Flor reneio Varela, Valentin Alsina, Fran- seo A. Wright, Domingo de Oro, Mariano Fragueiro, Juan Ignacio Go- rit, Faoundo Zuvira, 0 los memo- 929 “EL Tigre Juan Manuel, con ‘en Montevideo) Bt 6g 8° Begin el Seed emma eet Portada del Hlimno de los Restauradares, de Rivera Indarte 230 lalistas José Marla Paz, Tomés do Iriarte, Gregorio Anéoz de Lamadsid, de tan variados matices politicos to: dos ellos, y que serin estadiados en otra parte El periodismo, en primer téemino, se vio enriquesido en nimoro y calidad por tantas plumas inguietas disponi- Bes. ‘A los. érganos “montovideanos ya cllados.podrlan agregarse_ estos ‘otros, también exclusivamente redac- tados por argentinos: FI Grito Argen- tino (1880), Recita del Plata (1809), EL Gaucho en Campaia (1839), Ei Corseo (1840), Bl Porvenir (1640), El Gorsario (1846), BI Talismén (1810), Paguete de Buenos Aires (1841), Eb ‘Albu (184%), La Enciclopedia (18, Tirieo (1841), {Muera Roms! 184i" 1849), E1 Royo de Caaguazt (1812), EL Gentinela (1843), El Cuerilero (1819), EI “Couche Jacinto Cielo (1849), Comercio det Plata (1885. 1858), EI Consoroador (1847-1848), EL Comeo dela Tarde (1850), La Semana (1851-1852), La Defensa (1851). Unos som tuna doc Tins, otros desnudos arites de com- bate. No faltan los que euriosamente se expresan sélo en verso. Hay tam: bién algunos que apelan al Tengusje gauichesco. para llegar al pueblo. Otros, cuando adn el pesiodismo ios: trado’no se habla abiorto camino en el Plata, aparecen.omados con se- Imanales’ ldtminas sutidoas. En sa abramadora mayoria los redactores ‘que alimentaron estas miltiples ho fas son proséitos del romanticismo, ‘A'sa tumno so vord Ia obra que desde @l destiero realizaron los roméntioos mds importantes, como Echeverria, Alberdi, Marmol, Gutiéree, Mitre, tanto en el campo de Ta lirica come de Ia literatura dramética ola mae rrativa. Mencionaremos aquf, sin que deba verse on esto una némaina ex: hhaustiva de Te falange roméntica, st ‘unos nombres de orcon menor. Entre ellos, debe recordarse a Luts L. Do- tminguez (1810-1868), poeta que do- rante alos usd. su inplracton combatr a Rosas, ye cuya, dora con la decantacién del tiempo, 1a critica reseata solamente los felices verses consagrados a “El Ombi. José Marla Cantilo (1816-1872) fue también un vate de tono menor que canis los fastor do la patria y onde- ez contra el dictador de ‘Buenos ‘Aires muchas rimas de dolorido son- timiento. Florencio Baloarce (1S18- 1839), tempranamente desaparecido, dej6 algunos versos que muestran su corazén hechizada por el deslumbra- miento roméntico, Miguel Irigoyen fue un melogredo critico literario, ceuyos trabajos merecen salvarse del olvido, Juan Ramén Mufoz Cabrera (1816-1869) dio a Ja estampa un ex tenso poema, “Cienfuegos” (1840), gue tuvo gran repercusién en tiempo. Luis Méndez, dramaturgo fen Buenos Aires, donde estrené Car- ls 0 el infortunio (1838), foe poeta em Mentevideo. Reun algunas de sus composiciones en. un volumen ti- turlado Cantos det alba (1844). Por su parte José Rivera Indarte (1814-1845) fue um personaje sing Tar, batallador, de pasado horrascoso, do odios profundes. Incondlicional de Rosas primero —escribi6 ol. "Himano de los Restauradores” (1835)—, fue Alespuss su mortal enemigo. Desde las coltumnas de EE Navional (1890-1845) bré- una. guerra. sin cuartel contea el gobierne de Buenos Aires, Reoogié algunas de sus prosas politicas on voliimenes y folletos: Rosas y sus ‘opositores (1843), Tablas de sangre y Ee accién santa matar a Rosas. Ee tre sus optiseulos poéticos cabo men- sionar Don Cristobal (1840) y La ba- talla de Caaguazé (1842). Adopté el romanticismo pero no fue cafrade de los romnantioos argentinos. Echeve- rai, en Aspero episodio polémico (1844), Te espetard que un Tuchador asi, fandtico y sin guia de principio doctrinario algano, flaco favor hacia a Te causa de los oxpatriados. La plumna de Indarte resbalaba constan- temente por entre el barro del pas- ‘quinismo: Tas mentiras y tergiversa- ciones formaban parte habitual de sus escritos. En. este faena encontrd tun par digo de él en su antiguo coneligionario Nicolds Mario (1817- 1851), redactor por aftos de Le Ga- eta Mercantil. Ambos sostuvieron ‘una porfiada guerra de insultos y dia- inibas. Este peviodismo destructor y Tibelista era la antitesis de todo pro- rama serio de reconstruccién na- sional. Ello expliea que estuviera poco menos que aislado en Monte- video. En sintesis, en Rivera Indarte el romanticismo no es se signo dis- tintivo ni tiene mayor trascendeneta {uo cast siempre un mero vehfclo formal para desahogar pasiones des- Leesan Si dejamos este sombrio personaje nos dlrigimos hacia Hilario Ascazubi (1807-1875) —que seré estudiado de- tenidamente en otro sitio~ sentiremos or fin una rifaga de aire. fresco. Ascasubi hizo suya una veta poética de estirpe auténticamente poptlar en cuanto representativa de Ia expresion campesine. Sus composiciones gau- chescas, tras las huellas de Hidalgo, el iniciador del género, le granjeston simpatia y respeto. A través de-pe- ‘dieos, hojas suelas y flletos hacia también su guerra Roms, a cuyo sistema politica -acaso. inguietaran mis estos versos sencilotes que las largas tiradas en. prosa.exuberantes de odio y violencia de otros de sus tudversarios. Los dilogos y trovos de Paulino Lsscero (1848) enlazan el 10- rmantiismo de Echeveria ~por quien sentia real aprecio y admiracién— con la poética gauchesca que desde Jos tiempas de la Revoluctén habfa adquirido carta de ciudadania en le repiblica de las letras. Ascasubi con- vive con os rominticos: yes un x0- :méantico a su manera. Cuando el calor local que aquellos preconizaban era generalmente expresién de lo urbano - con Ia precisa excepeién de La Cautiva-, l To enriquece con viva espontancidad recreando hombres y paisajes propios de rurales horizontes. eave, 2g CE a) Nicolds Marifio (1817-1851) etal, sa | Una figura controvertida: Pedro de Angelis Edcador en su tera natal, Népales, tls tarde diplomitico on Risia y escritor en Pars Pedro de Angelis (4764-1850) fue invitado por Rivadavia 2 viajar Buenos Ares, dane fo enoontramor a fines do 1298, Ex ents ciudad drige junto con José Joaquin de Mora Ia Cronica poles ¥Ikeraia de Bucvos Aes, Seg ial dl able radavan, y luego la Gaceta Mercantil, de donde pas6 a colaborar en El Lucero J ms tarde en El Monitor, Hacin 1943 fmperé a publicar el Archivo americano yrempsits de la preest del wand, {ayo ancl habia hecho cmocer tres als ants, Provigld en Buenos Aires su actividad Alocente, pero su fama se halla asentada btiocpabmente on we labor do historiador. En su haber pueden mencionrse Ensayo histérico sobre la vida de D. Jona Manuel de Hoses (180) Nollelas Bogriticas del gobemador de Santa Fe, Brigadier Estanislao Lopez (1890), Blografia del sedor general Arenles (4889), Memoria sobre el estado de la hacienda pablica (804) Recoplasia de leyes y decretospromalgados en Bunce Aires deve 1610 hasta 1595 180), Caleccién de obras y documentos Telativos a ln historia antigua 7 moderna de la Provinias del Rio de la late, (G vols) (1885-1838), Colecciin de obras limpresas y manoscrias que tratan ‘palmente del To de la Plata (1853), ‘te. Sur velekdosas opiniones polticas fue’ suecsivamente Fivadavian, onregust, avast, baleaeista y Hinalmente ‘rosta~ le searresron”uotoio dleworélto, Fue tenuzmente combate por Tos aiversarios do Rosas. Pero el fiers extraordinaso de su obra Fistoriogrifen merece, sin duda, cl juicio favorable de la posteridad. 932 Los escritores del interior. — Si bien Buenos Aires fue el centro promotor de la renovacién y expan- sién literaria que levamos apuntada, tno debe ereerse que en todo lo largo ¥ anc del pat no habia, ningin ‘movimiento © sintoma de {tr E vas eludes linet Ja inguietud roméantica prendié oom renovados brios. La leetura de los rismos libros y las mismas revistas ‘que sus congéneres portefos, leva ron a los muchachos provincianos & idénticas conclusiones: y_decisiones Erm evidente que un clima inteleo- tual particularisimo y generalizado predisponfa a las gentes en la Con- federacion Argentina; y que sélo bas- taba para fructificar ja presencia de anlmosos que aprovecharan los es timulos puestos a su alcance. No eran flores de un dia —se ha visto con reiteraci6n— sino apenas ol tanteo preliminar do una empresa de vastos aleances y para muchos afis. En San Juan, un reducide grupo de jdvenes, encabezados por Sarmiento, Quiroga Rosas_y Antonio Aberas- tain, comenzé allé por 1888 trabajos para organizar una Sociedad Litera- ria, filial do la Asociacién de Mayo. Fue Quiroga Rosas quien llevé alli la antorcha preadida por Echeverria. Las tertulies de lectura ¢ Interoam: bio de impresiones derivaron en la fandacidn de un colegio y de un po- rédico. Asi salié a la calle BY Zonda, en 1839, que venia a remover la de- masiado apacible quietud provinela- nna, To que a la postre resulté fatal para esta primera incursién de Sar- miento por le prensa, pues al gober- nedor ordené su elausura cuando apenas habia tirado media docena de nimeros. Desde 1840, en que huyé a Chile, Sarmiento se constituiré en la mic xima figura de los exiliados en el pais ‘trasindino. Uno a uno sur otros ca maradas también buscaron refugio all, Definitivamente ingvesa Sar- miento en ol periodisma, que 20 abandonaria jamés. ED Mereurto de Valparaiso fue ol poldafio. decisivo. Lasego funda El Progreso (1842) EL Horaldo Argentina (1882) Viaja a Europa y @ los Estados Unidos, ¥ 4 su rogreao prosigue escibiendo en La Créntea (1848), La Tribuna (1819) y Sud América (1851). Trabajador Jncansable, jomada a jomads, sn te- ‘us, eserfbe cuarilas sobre tall tpt os distintos, como ejercitindese para Je gran tarea de la préxima y-neco- saria reconstruccién argentina de que ‘ego seria uno de sus seieros prote- gonistas. En ssomobrost exterior. coin de fecundidad, la. lista de los Iibres esrits en esos aos compren- de ii Defensa (1843), General Fray Félix Aldao (1845), Facundo (1845), Baducecién Popular (1849), Recuerdos de Provincia” (1850), Vigjes (1851, fdemés de una multitud de trabajos Aidactics, originales 0 traducidon, y otros opascules politicos, literarios © histéieos. Es de todos conocida st vocacién’ de massto, que vole6 en muchos o importantes establecimien- tos escolaes. Particips activamente en las luchas clivicas chilenas, agiteda tarea que afadié voluntariamente a su. gran lucha por la'ibertad y progreso de Jos argentinos. Roses no fue tanto si cobwesion sino lo que vendsla después. Fue consumado polemiste y su nom. he est vinealalo «.butallas Itera- slag “donde se proclamé.roméntico Y socalista~, ortogrticas, educacio- hale, y desde Tuego polticas Bste célebre y singelar poifaceismo con arranques do genio y de mon tonero- indlsolublemente gad as exuberante pasion de hacer, le olorgd bien temprino un lugar de celebri- dad. privilegiada. Facundo su mie ima ereacién, sin duda— que as tomo se eta dataset, t= ne vigencia permanente por Ia pro- fundidad de su anilisis saciologico Ja eigueza de sus valores estticos Es el ensayo mas enjundioo y re. presentativ de la generscién do Tos omdnticos ‘Acaso uno de los viltimos miembros de la Asociacién de Mayo que abs doné Buenos Aires fue Vicente Fidel Lépez (1815-1909), hijo de Vicente Lépez y Planes. Se dirigié a Cérdoba 2 principios de 1840 y alli establecié tuna filial de la entidad. Se le incor. on varias figuras jévenes de pre- dicamento, como Paulino Paz, Ent que Rodriguez, Avelin Ferreira y Francisco Alvarez. Mesos después, sia filial orgunizé una revolucién aque llevé al gobierno a Alvarez. Su- ccesos posteriores, vincelades con los fracasos que iban jalonando la ex pedicién libertadara de Lavalle, de- terminaron el desbande de los com- pprometidos en esa primera ~y dnica— experiencia de gobierno de le Joven GCenoracién. Léper. vijé a Chile, donde permane- ceria hasta 1847, en que se trasledé @ Montevideo. Solo 0 con Sarmiento redacté La Gaceta del Comercio (1841), Ia Revista de Valparaiso (1842), EL Progreso, y otros. En esas publicaciones anticipé fragmentos de algunos de sus libros, ya decidid ‘mente voleado hacia los estudios his \éricos, Ta gran vooaclén de su vida ‘Manual de ta Historia de Chile (1845), Memoria sobre los resultados genera: les con que los pueblos antiguos han contribuido a la civilizacion de ta Humanidad (1845) obras ambas rea- lizadas con enfoques modemos, que muestran. su preocupacion por los fandamentos filoséticas de In histo- ria; Curso de Bellas Letras (1845), novedasa sintesis de estétiea litera: via; La novia del heveje, publiceda cen folletin, novela con. fundamento histérico, que sigue las pautas tra- zadas por Walter Scott. Mientras vie vi6 en Chile, Lopez preparé materia- Jes para su futura_y monumental Historia de la Repiblica Argentina, Fue protagonista, junto con Sarmien- to, de una sonada polémice de 70- miénticos contra neoclésioas, acaudi- Mados estos nada menos que por An- diés Bello. Y durante su permianencia Viconte Fidel Lépe (1815-1903) Vicente Fidel Lopez Destacado exponente de Ia primera eneracion romintica argentina, Vicente Fidel Léper (1918-1903) fue io del Salén Literary Foca dents de aden de senda 320 después de graduarse de al se aslé en Chile, donde se destact ‘como periodists, eduendor ¢ historiador En su produccién chilena anatamos: Memonin sobre los resultados generales con gue lo publ mntigns han ontetbuido' a la historia. dela ilizaetén; Manual dele hstoria. de Chile; y Curso de Bellas Letras. ‘Trasladado & Montevideo, donde compartié la vida con Echeverria, publics tana Compilacién de. documentos sobre las invasiones ingles, Después de la caida de Rosas fue destucado dirigente politica y ccrp6 altos cargos pablicws Restor de la? Universidad de Buenos Aires, Presidente del Banco de le Provincia, y Ministro de Hacienda de la ‘Nacién, Sin embargo la fama de Lopes est indiolublemente unida’® las grandes obras histreas que dara'a hur fn sus aios maduros. Entre elas: Ta Revol Argon (Sol Historia de la Repiblica Argentina Q0 vols}; y Debate histrico (2 vols), ‘Marco Avellaneda (1813-1841). (too en ta Eepislatura de Sala MARCO M. DE AVELLANEDA (0818-1841). Goncluyé estudios do abogado en Buenos Aires y regresé a Tucummén, donde estaba cstablecida su familia. Ocuipé alt altos argos public, pese a su fuventud, como presidente de Ia Legislature y tministro de Gobierno, En 1840 fue une de los mis activos dorganizadores de In Liga del Norte, grupo de provincias alzadas contra la dictadura de Tosas. La suerte ae Tas armas fae esquiva, Ia coalicién Seshecha y Avellaneda Fue dogollado’y expuesta su cabeza en ‘Tocumin a Ia contemplacién_piblica Bn su breve y agitada exstencla hallé tiempo ‘para ejereer ‘esporidicamente el periodismo y serie poestas. Su hijo, Nicos, lleg6 a ejercer la presidencia de le Repablica (1574-1880). 234 ‘en Montevideo dio « la estampa su tolaboracién con Valentin Alsing, una Conpilaién de documentos obre las Invasions inglesos (185 Fair Frias (8161881), quion acom- ad al general Lavalle en su cary Dafa militar, so asl6 en Bolivia al Terminar aquella, yall elerclé al petiedisme. Tuego asd. Chil El erstiantomo catieo (1844), La Repiblice Argentina (1847) y La glo- fia del tirano. Rosas (3842), som soe producciones més notables de. ese tiempo, Los esritos de Fras extrio- fizan sus convteeiones religisss, por ceaya defense saldria muchas yeces fla palesra. EL primer trabajo es tina replica veherente a la préica radical del chileno Francisco Bilbao; yal titimo, respuesta aun folleto de Alberdt que’ en su oportunidad fcusb desconeterto en las Hilas do Tos Droscriptor argentino: Pedro Fekagie (1821-1880) vineul6 su nombre en el pais tasandino con si vocacin tetra. Puso en escent all varias comedias propiss ~De mal en peor, Memoriae de un coronel, Primero’ es ta. patria, y otras ce Jograron tnnezable éxito. Muchos otros escritores angentinos vivieron yescrbieron en Chile. La némina es extensa pero ereamos que con los nombres ya expuestos es su- fate ‘are so slr papel relevante que. desempetiron. Dintamos. ahora ‘mada’ a oto confit, Hacia 1899. Benjamin Villa fate, miombro de Ia Avociacién de Mayo, logé a ‘Tucumén, su provineia natal para busear nuevos. prosltos Y orginizar otra. filial. Marco. M. Avellaneda (18134841), abogado poets, se adbirié de inmedisto, sxt Como otros joven, entre ellos Brie ido Silva y Plo edin. El fracaso de Ts coalictin del Norte de efimers exitencla, dispers6 al grapo en 1841 ‘Avellaneda. —contaba, solamente 23 dior pagé con si vida el compro- Imise, De él han quedado varias oom postciones poétieas de innegable ins- vii omit ie restantes revolucionarios se asilaron STHSSLTONS? te Fa ~en las columnas de La Gaceta Ofi- clal, El Restaurador, EI Fénix Boli- ad Sete oe ean en universidades y colegios secunda- na “Seva recuerdan varios optisculos politicos Psa” cane la sonales, que se publicaron con el aR, Rc A we etin” iyan c ce Ca) ted Ie eS oor ee sh ai SE SOs GUVs 4: ted ng SPE Gata abc Se alll lt" Sisal ol Sathe: wet tle Et Ss Solna Sa sconreanlas Se Tea ATS ales rié perfiles propios. Estimulada por et ey Redman tt ear Peta tt ena suena rae wie is Saat fon eau au a Fe ak Ske See le at cca 1ST ly tee ronemiran ste ste Se ne ne ee oe ‘tng tS omic scke es Ppt cme, Sse, o's et Se zee suficiente realidad heredada, Queda- ions rents St fn ate aame | me construyendo, La actividad literaria en Buenos ‘Aires, — Frente al éxodo en masa de intelectuales, poco quedaba en le Buenos Aires rosista, Por de pronto, al faltar Jo que podrfamos Tamar Ta generacién intermedia, solo quedaron Jos hombres madwros —los de la ge- neracién antocedente— y los muy j6- venes los de la generacién siguien- te-, Esta ruptura generacional puede explicar las singularidades que ca racterizaron la vida intelectual, entre 1838 y 1852, en la quo de hecho era Ja capital de la Confederacién Ar- entina. Es ingemo sostener, sin embargo, camo tantas veces se’ ha hecho, fen Buenos Aires no hubo actividad ccutural alguna durante ose tan pro- Tongado lapso. No fue abundante ni notable, pero exists. Es preciso, pues, esentrafiar, aunque sélo sea en for- ima esquemitica, algunas de esas ma- nifestaciones en relacién con las le- tras. Buenos Alzes so caracerzs,sompre por sus abundantes y prolificas im- prentes. De ellas salieron 2 lo largo de los afios multitud de periédicos, folletos, hhojas sueltas y, en menor ntimero, libros. Pero esia produceién ‘mermé notoriamente durante los tres ‘ilkimos Tustros del gobierno de Ro- sas, En 1816 se publicaron 11 peri dicos; en 1826, 24; en 1836, 4 y en 1846, 4. S6lo en las posttimerias det réginen se animan algo mis las pren- ‘as: en 1851 computamos 6 poridlicos. La Gaceta Mercantil (1823-1852) fue a columna fuerte del diatismo de Rosas y su érgano oficial por anto- nomasia, Tiré su vltimo niimero el dia mismo de la batalla de Caseros Entre los numerosos y sucesivos 72 actores que tuvo puede recordarse a Nicolés Marifio, de Angelis, Rivera Indarte, Manuel’ de Trigoyen, y a Cavia, Pero resulta imposible ‘en la ‘mayorla de los easos identificar con precisién a los autores de Jos articu- los 0 de los editoriales, Segin las lreunstancias, La Gaceta Mercantil oseild entre 1a monotonfa de los fanuncios de comercio y las transerip- ciones de documentos oficiales, y la combatividad més exaltada, Como ya hhemos rocondado, sostuvo duras polé- micas con EI Nacional de Montevi- deo, cuando esta hoje era redactada, por Rivera Indarte. EL Diario de la Tarde (1881-1852), de Pedro Ponce, sirvié hasta 1897 como tribuna de expresién de las in- quietudes literarias de la juventud pportefia. Pero luego, rehuyendo com- promises, se convietié en una simple coleccién de avisos mereantiles que solla alterarse muy esporidicamente al insertar alguna nota editorial. The British Packet (1828-1855) fue un se manario en lengoa inglesa que ro dacté durante anos Thomas George Love. Estaba destinsdo a los comer. clantes britinicos y norteamericanos residentes en el pals, y también a di- fondirse en el extranjero. Es merito- rio su prokijo registro de Tas activi- dades teatrales y circenses que se desarroflaban en I ciudad. Archico ‘Americano y Espiritu de ta Pronga del Mundo (1843-1851), a cargo de de. Angelis cde ti — FUNCION EXTRAORDINARIA. Parece evidente que el teatro —en 4 AGNES CIO 08 2 Sennen ge ANTONIO CASTANERA. ee eee 2 roms 30 mu novrsminn3 90 eee |e ba URBAGA ie ae LADRONA taciones de toda indole y —signo elo- = nig on Sees de la centuria, cofncidentemente con suo see esta enn de ete a Eh on Ja lamada época de Rosas, se dan 100 eos ‘Pith’ Bonaeret La fash ve tng ol ono de ficeon Sao ae aaa | create eres Fee cn sa suihgiae i ene bi a io, tats, Cae ati totale Frectr en Buenos Ales 0 A heir area eee eas, ten cae i shea eater ge ata Se qulere, un cote de cantidad y Te kel on calidad de producelon, Y de perdu reelén, Por ahora, basta con fir la Atenelén en el contraste Ae Ia. pro dices intelectual, antes despues del adveninienta ‘del romantcome en el Plata. Y et que, con el roman: tsimo se inkla —tncloso por la dl veruifteactin de los géneroe™ peti propo, nacional, de ave liters rac Abu taro, ser etudisdoe de trode particular los personajes 9 Tas bras, mis representatives de ete iodo clave de Ta Iteratura angen. 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