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EL arte de la posrevolucion ] a renovada Gonzacez. MATUTE Laon pute moderna deMericO Laura Gonzdlez Matute aco = S ; Mexico, Anhgeo Coleco OU ae Ome UNAM, 2000. Para mis hijas Gabriela y Daniela Flafio 1920 fue crucial para la historia politica y cultural de México. Finalizé la contienda armada que habia desgastado al pafs por més de diek aio! » nuevas proyectos econémicos ¥ polfticos que buscaban estabilizar a una sociedad con evidentes carencias y grandes expectativas sociales. En el campo educativo, renovados conceptos estéticos y pedagégicos inyectaron fmpetu al desarrollo de la cultura de un pafs abatido por la muerte y el desencanto, donde la ig norancia y la incultura se habfan tornado caracterfsticas predomi- antes del grueso de sus habitantes. La educacién artfstica en vigor durante la etapa posrevolucionaria (1920-1930) qued6 marcada por la afluencia de diversas iniciativas culturales que confluyeron al inicio del movimiento muralista mexi- cano, la aparicién del grupo de escritores del estridentismo, la creacién de las Escuelas de Pintura al Aire Libre, la puesta en marcha del método de dibujo Best, la instauracién de las Misiones Cultu- rales, la propuesta de los artistas ligados a la revista Contempordneos Joes Chanente Orece at made, 1926 y las consignas antiacadémicas del grupo de pintores ;30-30! Todo ello infundi un evidente espfritu vanguardista, una vi- sin novedosa ante los conceptos tradicionales en Ia creacién antstca y los métodos pedagégicos conservadores. El derrotero 4gil y entusiasta que moti el auge cultural zenerado a partir de 1920 tuvo su antecedente en la conscien- tizacién que desde afios antes se forjabs en los intelectuales del momento; sobre todo aquellos esritoresy artistas que liga- dos alas revistas de avanzada como la Revista Moderna y Savia Moderna —por s6lo mencionar dos—, asf como los plante mento formulados por el grupo de intelectuales del Ateneo de la Juventud y del Ateneo de México, eimentaron las bases para que los desequilibrios educativos y sociales que padecta la poblacién del pats fueran paulatinamente superados. La formacién artistica durante el porfiriato (1880-1910) fue considerada elitista y restringida a los sectores medios y altos de la poblacién. La institucién preponderante para llevar a cabo el adiestramiento de pintores, escultores y grabadores, se concentré en la capital de la Repiblica en la Escuela Na- cional de Bellas Artes, también conocida como antigua Aca- demia de San Carlos. De 1a misma manera existian algunas escuelas 0 academias de arte en provincia que llevaban a ‘cabo intentos interesantes por desarrollar la ensefianza de Jas artes en diversas regiones, fundamentalmente en Jalisco, Veracruz y Puebla, empero éstas, al igual que Ia antigua ademia, se consagraban bésicamente a atender a altmnos ‘con recursos econémicos estables y nivel ercolar medio © superior. El arte provinciano, distante de las escuelas de arte esta- blecidas, tuvo la caractertstica de desarrllaire con cierta autonom{a, I> eual propicié la representacién de algunos de sus valores locales. Sus exponentes fueron en general pintores autodidactos o con estudios adquiridos en las escuelas de arte ‘en boga. Por lo mismo, sus manifestaciones artsticas se dis- tinguieron por su candor, primitivismo e ingenuidad, al mos- trar sus peculiaridades espectficas mediante ensefianzas no siempre promovidas por el Estedo. [A pesar de que el gobierno del general Porfirio Diaz be- neficié de manera evidente a uns élite de intelectuales,notuvo fen cuenta el desarrollo de-un proyecto global para las masas desprotegidas. La ensefianza artistic para los nifios en aquella época apenas era considerada en las escuelas primarias de la capital, mientras que en las escuclas ruraes o “rudimentarias” no exist Si bien es cierto que durante ese periodo y en los slbores al you eigla ce Ain wn importante implen 9 Tn educeein artftica y elemental al haberse reorganizado en 1843 la cademia de San Carlos al erearse el Ministerio de Instruc- ain Pablica y las escuelas rurales 0 rudimentarias, esto no basté para solucionar de raz la problemética educativa y cul- tural de la nacién y promover de manera més dinémica tanto la educacién artistice como la tradicional. [Ast, el gobierno del pats, no obstante visualizar a una am- plisima pablacién con grandes carencies y sobre todo marca- a por el analfabetismo, no estimalé su desarrollo educativo y menos ain su espfrit artstico. ‘Ante la grave situacién educativa que vivi el pafs inmersa en la crisis politica, social y econdmica que cada dia se agu- dizaba més por la polarizacién de intereses entre el gobiemo del presidente Porfirio Diaz y los grupos antirreeleccionistas «que pedian su destitucin, el descontento popuilar no tard6 en rmanifestarse. Encaberado por Francisco I. Madero, que ante todo promo- via la renuncia del presidente el establecimiento de eleccio- nes democréticas, la revuelta popular no se hizo esperar. En 1910 se produjo el estallido revolucionario que exigfa un cambio de gobierno, Las consignas fueron: “Sulragio efectivo. No reeleccién”, “Tierra y libertad” y “Educacién para todos Jos mexicanos”. Durante la lucha armada —de 1910 « 1920— se vivi6 una apa de inestabilidad y caos que se manifests en todos los Diego Rivers Ea abe ve, 1982 Jrmbtos. En cuanto al aspecto cultural, se erearon la condicio- nes para posiblitar un desarrollo artistico acorde con las necesi- dades del pats, pero se desprotegi6 atin ms la educacin. Entre los hechos importantes que marcaron nuevos derro- teros en el arte preponderante en visperas de la Revolucién, se puede contar con la exposicién de los alunos de le antigua ‘Academia de San Carlos durante los festeos del Centenario de la Indeperidencia (1910), la cual dio cuenta de las inquie- tudes de renovacin en el ambiente del momento. Esta se ca- racteriz6, sobre todo, por presentar una serie de obras en que Ja presencia del espritu nacionalistaafloraba con particulari- dads muy propias. Por otro lado, en pleno movimiento revolucionaro, el estalli- do de la huelga que enarbolaron los misnnos estudiantes de la Escuela Nacional de Bellas Artes contra los métodos de ense- ‘Kanza que predominaban en la institycién (1911) fueron mues- tra elocuente de los eambios que se empezaban a gestar. Finalmente, la fundacién de la primera Escuela de Pintura al Aire Libre, llamada Santa Anita o Barbiz6n (1913), como fruto de la triunfante huelga de los estudiantes, cuyo princi pal propésito era salir de los encerrados talleres de Is Aca- demia, fue otra sefial de la renovacién pedagégica y artistica «que comenzaba a irradia, En cuanto a algunos factores que influyeron para descuidar la educacién durante esta etapa bélice, pueden mencionarse la supresiGn en 1917 del Ministerio de Instruccién Pablica, asf como el constante cierre de instituciones y escuelas, entre (6stas la misma Escuela Nacional de Bellas Artes, que era cerra- day reabierta de acuerdo con los conflictos que se sucedian Antonio Raa Care. dee, 986 ene Giariamente en la capital. Por lo mismo, la mayorta de los proyectos educativos quedaron truncos o apenas encarilados sin grandes posibilidades de desarrollo Alfinal de la contienda armada, después de dies afios de lu- cha desgastante, el pueblo esperaba ansioso que ademés de “tierra y libertad” se les otorgara “escuela” a todos los ciuda-

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