Está en la página 1de 6
© XXI da la vuelta y lee sus huellas en este libro, apenas a su primera década pero sus pasos son sthistéricos, esto es, rastro de ruinas, escombros duos. Nos ha hecho pasar, sin contemplaciones, anestar al recycling, de las Torres Gemelas a la acionalizacion de a Crisis. Por lo mismo, es un siglo 2 deja leer como pasado: nos toca hacer sentido memoria. Rubi Carrefio se adelanta a reconocer ‘ola traza de ese tiempo de catastrofe prefigurada, téculo ensayado y testigos privilegiados, La ciudad espacios cullurales, los géneros y sus formas icas, la dictadura y su caricaiura, son el substrato "2s memorias temoranas, que hacen de la erica onio de parte y reparto, Se trata, por ello, de un libro ‘as adolantades y celebraciones ciertas, cuya critica iva #s un pensamiento actuante, una escritura de iones, rica de empatia y aguda de inteligencia, quia de trayectos es, por lo mismo, una apuesta 3 $8 reconoce al dia siguiente de la globalidad sultura de exportacién, de la subalteridad de los s endeudados al sistema, y de la autoridad de los dds fluctuantes. De alla viva imagen convergente scumenta: nos hace actores de una letra més legi- 2 su libertad prometida como nuestra, JULIO ORTEGA AUN SS EI S$ Z Fa 4 b ‘a Es RUB/ CARRENO BOLIVAR MEMORIAS DEL NUEVO SIGLO: jvenes, trabajadores y artistas en la novela chilena reciente Ensayo / Literatura EDITORIAL CUARTO PROPIO ‘et iia aa arora el mew sis Runt CARRERO BOLIVAR Inseincign N179.771 ISBN. 978956-260-47 © Editorial Cuaro Propio Keller 1175, Peovidencia, Sntingg FenevFaxs (36-21 31 7406 / 343 0494 Tennal-comunidadcuarapropio.ct Proaniin grey Ream yr Imagen porate de Calendario 203), be Ta " Composicidn: Praducciones €.M.T. S.A. Imre ben Aes Gris IMPRESO EN CHILE PRINTED IN CHILE Medicisn, mayo de 2009 ued prohbidolrepreducién de te Hor on Chile ‘eval amor surataten prt Ol Gato INDICE Agradecimientos Introduccién: Historia persanal del presente | JOVENES: 1. De nifios de septiembre a pasajeros en transite: memorias del dos mil en Electorat y Fug 1.1 Asamblea general 1.2. Historia de dos vecinos: Las peliculas cle oni vida (2003) de Albedo Fuguet y La busta del treampo (2004) de Mauricio Eleciorat 1.3. Cansideracinnes flaubertianas 2. ¢Factura 0 bolera? El anista de ta letra en ef campo cultural def dos mit 2.1. Retrata ciel antsta postadolescente 2.2 Los cuaclemos privactos de los chicas clel re I. TRABAIADORES 1. La ciudad de los trabajadoces: memoria, ppatimonio y literatura en Fit (2002), Rivera Letelier (2002) y Lorenzini 2003) 1.1 Turismo acacémice 1.2. Memorias obreras en el nuevo siglo: simulactos urbanos, simulacros literarios 1.2.1, Mano de obra Clit, 2002: 2 retornd de [os trabajadores 1.2.2, Santa Marfa te fas Flores Negras (Rivera Letelier, 2002): zmatanza con banda sonora? 1.2.3. Sewell: luces, sombras y abandon: el amor de las mujeres 1.3. Simulacros urbanos, campos de externinio, imperdibles turisticos 2 ” 47 43 6 63 67 B $1 stems det nace sige: oeenes, rbayadnes ata. RUBICARRERO BOLNAR delirante por estar haciendo este gran cambio social, si, la verdad me queda un poco grande, pero es de Magenta, piezas tinieas ;Que Jos libros no se reparten?, no importa, si enemos varios negocios en edo con ellos. ;Que los profesores ouian la reforma? Pero si hasta 2 ‘ni, que nunca he hecho clases, me hace ilusién este proceso. Vamos 3 pasar ala historia, cabros, ast que esfuércense un poco mis. Hay ‘que subie cuarenta, no mejor sesenta unidades, que nadie nos vaya 4 decir que mo hacemos las cosas bien, Toma, aqui estin los discos, Y¥ ti grajste més maceriales? Pocos aftos despucs el chico Maco se convirtis en lo mejor de lo mejor de los escritores subcuarenta y con sinceridad, también dle otras categorias erarias. Ademis era poeta, critica, editor, pro- fesor, doctor, postdoctor y miisico viajero, cosas que hacia mis 0 ‘menos con la misma superioridad que le vi en lz Fundacién. Se le ctiticaba, sobre todo, la doble milicancia entre ser ceitica y edi- tof, como si en Chile el multiempteo literario tuviera mis que ver con las ansias de poder que con la precariedad de los trabajos. ¥ nora no menor, nadie durante meses escribié una sola linea sobre su primera novela, solo habia declaraciones de fiias y fobias en. como a su persona, su juventud y Ia prestigiosa editorial que lo haba publicado. Era literalmente un nene, y como tal, habia que sactificaro. Me puse en fa lista de los que le pedian cosas y me senté a su Indo en el escritorio para que me ayudara a subir los materiales y calladamente, pero no en secreto comenzamos a hablar de La Chile, de lo que leiamos, cle las resis. Una conversacién tan fuera de estilo que nos fsimos al patio a fumnar ya tomar el sol, como recordando {a ocra vida, antes dé convertirnos en lo que los ms vigjos llaman sintiéndose “caballo,” “un obrero de la cultura,” seguro que con otro sentido, con otra épica 2: Facts oboe ait de a evo campo ull el sm a 2.2. Los cuadernos privados de los chicos del reality 2Qué significa crear y enconcrar un lugar como artista en el ‘Chile del dos mil? La representacién del campo culeural del dos mil y de los nuevos papeles que escritores y escritoras cumplen en él es luna preocupacién presence en autores tan disfniles en edades, esi los narratives y politica literarias como Alejandro Zambra, Marce lo Sanchez, Cynthia Rimsky, Francisco Casas, Mauricio Electorat Ramén Diaz Etetovic, Jorge Edwards y Diamela Eleg,siendo esta lileima quien inauguta en la agenda literaria del siglo XI la super: posicién entre el trabajo asalariado y el atistco en su novela Meno de Obra (2002). ‘Una parte importante de los inceleecuales del siglo XX utiles alos obreros y el trabajo manual como inscancias privilegiadas para reflexionar en torno a sus poéticas y quehacer liceratio, Pensemos cu las “Lajas de herramientas" y “trabajadores de la euleura” de los discintos proyectos que en el siglo pasado cruzaron la estética con la politica de manera consiscente” “Adelante, obreros y escudiantes” era la consigna que expresaba el suefio maexista en que los que eran Ja mano de obra y los que hacian obras de mano avanzaban hacia una liberaciin definitiva y final. Desde esta utopia, la literatura de- jaba de ser considerada un indcil asunto de salén y, por otro lado, el trabajo asalariado cta dotado de una dimensién creativa, inaliena- ble, Ast, dos mundos del trabajo supuestamente opuesto prestaban sus atribucos al otro a fin de liberar al hombre nuevo. En los afos sesenta y principios del secena, tanto los artistas de ‘origen popular como los de los que entonces se llamaban de clase alta, se aurodefinian a través de un compromiso (o falta de este) con Jo que en aquella época se llamaba el pueblo, 0 en una expresién posterior y poco feliz, “el otro.” Si se pincaba, cantaba o se escribla 9 Em ests reflexiones sobre erabaj y abajo lterario me ayudé mucho la pets- pectva sobre el ema de Richard Astudilo, ajc ata, RUB CARRENO BOLIVAR al “pueblo,” se cumplia, entonces, con ta dimensidin politica que el trabajo artistico requeria y se podia, enzonees, Hamarse sin cemon, “un obreto de la culeur ean Jos iempos en que Ia literate © Isidore Aguite, por jermplo:™ bien, l posibilidad de excapardel abajo aliemada, ya sea aslaciado el dloméstien, que ex como lo considera Mercedes Valdivieso en La breche (1961). La literatura era la manera de “contar al pueblo 1 Carlos Droguet, en fn, era cualquier ‘cosa, menos, un trabajo. 0, dares,” Con el golpe de Estado de 1973 esca alianza entre obteras y sstudiantes se pauperiz6. Loy trabajadores y sus estilo de vida des aparecian liceralmente y literariamente dando paso a un sector mis dogradado, Como recone! nos, los opasicores eran flamados “get= seus.” “humanoids “eincer marsista” que habia que extic pat. Es por ello que en proyectos narrativos como el de Diamela El- titel “pueblo” dio paso a otra colectividad mucho mas pauperizada, se teataba del Luinpen como espejo de la sociedad entera, y cambién de quien escribia Los escritores cle los ochenta se iniciaron como artistas con- testando a la dictadura a través de diversos calectivos de artistas, combinando muchas veces escrirura y performance. Ee ese sentido, los pilidos y la mujer en la plaza de Lumpérica expresaban de mejor ‘manera la prictica artistica que el obrero en la fibrica. La inservién en el campo cultural de escritores como Rail Zurita, Diamela Elie, Francisco Casas, Carmen Berenguet, Pedro Letaebel fue también tuna “Salida a la calle” y en algunas casos “del eldset,” es decix, una (© Entrevista & Lsidors Aguieecelizada por Rickard Ascdill, Crstdn Ope 20, Andrea Jofanosic y Rubi Carrefa, Documento de trabajo Fonderyt 2051005 scr obolaa lars ce alata ane ary curl del si rectuperaciSn politica y areistica de los espacios piblicos. Los ralleres licerarios y las Organizaciones no gubernamentales (ONG) serian el mado. preponderante para ganarse fa vida. Me parece que esce modelo de artista, aunque en completa vigencia creativa, esti en retirada. A los escritores que se han iniciado en los aftos del dos mil, ya sean narcadores, poetas o dramarurgos, les toca escribir en un ticmpo en que el imperativo no es politica ni estétio. Se les exige profesional, ojalé globalizado, de la literatura. Uno de estns modelos es el del escritor 0 escricora de 30 safes con docrorado poscdactorado, que pueda rendie entonces, en pregrida y postgre- do, que publique en tevistas indexadas, que pueda trabajar de editor y eekico, que tenga un alto nivel de gestién y de autopromocisn, ser rau de alguna escuela ereativa y que estableaca re des, vinculos, nexos intemacionales, 0 sea, que se deje de joder de que pus una buena ver y que craiga dinero a casa, Si estudio afuera, su lugar no seri el taller, sino la academia (de escricuea creativao wa). Siesta suficientemente medidtico tended un lugar en un ‘er de televisin, y-siesté en una posicién més aspiacional hard suyas las pginas de You tube 0 de Facebook Siu la década de 1980 la publicacién equivalia a una coma de posicidn respecto ale dictadura, en esea primera década del dos mil, las pugnas tienen que ver con las estraregias de posicionamiento en el campo cultural a través de las negociaciones con el mercado del que todns somos parte. Esto no sole ocucte con los ms jave- nes, apenas legade la transicién gcupos artisticos emblemdticos en |i lucha contra la diceadura como Inci Iimani y Quilapaytin en el terreno de la miisica y Las Yeyuas del Apocalipsis en el de la perfor- ‘mance, se separan con més © menos ira en pro de la consecuciéa de las carreras personales. En el escenario fcticio del dos mil cobra special relevancia la escena de Rufied Denceri ls aftr de formacién (Sincher, 2006)'en el que codos los miembros del caller, la femi- nista, ef escritor de sensibilidad gay, el de eaices cnapuches, el de iaguierda, el ingenuo de provincia, es decir, codas las especies del mercado de las subjetividades y sus luchas, termina por aceptar y 52 Mears de nuevo sf: fvenes. wabatacres yard. RBI CARRERO BOLIVAR firmar el contrato para patticipar en el reality de creacién lieraria programado por el canal estatal Como indeseables herencias del pasado dictatorial legitimado en el presente, aparece un campo cultural en que el eseitor es una “correcta y necesaria pia de servicio” (Ekit, 2002); en que los co lectivos de artiseas han devenido en realitier de supervivencia (Casas, 2004) y (Séncher, 2006); y en que el libro o toda ereacién siempre s la novela de otro, en cuanto el trabajo creativo es alienado por el editor o el eritico (Rimsky, 2004), (Diaz Exerovie, 2002). Un cam- po .en que la creatividad se debe esconder de los ataques usando, por cjemplo, ef nombre o fackada de otra pecsona para poder salir al «spacio pliblico, como vemos, en La noveld de otro (2004) de Rimns- ky, en que le narradora adjudica la autoria del libro a su hermano o en Et Imitil de la Familia (2004) de Edwards, cuyo narrador habla no solo de su vida, sino que de su forma de comprender la creacién literacia y su campo, recusande sus ideas en un antepasado. Estas «stearegias tienen como antecedente el libro escrito por el mudico en Elobsceno paéjaro de a noche de Donoso y mucho antes, el gran libro de la literatura y psiquis chilena, el £/ socio, de Jenaro Prieto En este campo la critica aparece muda, sin prestar ojos ni ofdos a los nuevos escritores, como se ve en Rafael Denegri los atios de for- macién (Sénchez, 2006) 0 queda confinada a aplaudi, obsecuente, 4 los mismos de siempre (Rimsky, 2004) descinardo, con esto, a la amargura a aquellos que no calzan © no se ubican en un campo pequefio y estrecho, En esta narrativa no hay maestros. Asi por ejemplo, el escri- or mayor que no conoce las nuevas tecnologias de la escritura explota a su mujer o a su amante pata que cranscriba sus ma- auscritos, y si ninguna esté disponible, quiere 2 algiin jovencito sobre el cual montar gu trabajo como se ve en Bonsdi (Zambra, 2006). En eftel Denegri los afior de formacién el director del taller, el dramarurgo y mediatico comentarista de television De fa Roa, insea a todos los miembros del taller a firmar el contrato para el reality. Este nco Fausto no ofrece conocimiento sino que farna 2. 4Facura bolt? atista dea era en camp aia de os al En Mano de Obra, Gabriel, el joven artista que ya no esconde las cajias bajo las camas de las viejas como en Donoso, sino que las exhibe en el supermercado o en su séplica doméstica, es tratado por los mayores como un de rebeldia. Por otto lado, se le encarga lo que nadie quiere hacer: cuidar ala guagua. Los profesores de La burla del siempo (Eleccorat, 2004) de Las peliculas de mi vide (Faguet) y de la Novela de otro (Risky) son literalmente delatores y corturadores o bien, ucilican las escracegias del fascismo como “Pestalozzi.” Los profesores de izquierda que han vuelto del exilio en La novela de otro (Rimnsky, 2004) han perdido su fuerza y gastan su tiempo en competic sobre quién experimenté més dolor durance la dictadura, los que se quedaron 0 los que sc fusron. El tinico maestro en estas novelas es el dramacurgo anciano que opta por vivir en la provincia y que al no explotar ningéin nicho politico © de policicas de la subjetividad, permanece fuera de campo y del campo. La universidad y Ia escuela, también Ia familia son instancias de sujecién que producen y reproducen, en el mundo posible de las novelas, [a dictadura. Ineluso, la misma faculcad de letras, se convierte en un cencro de detencién y tortura (Rimsky, 2004), En la rivera opuesta del dandy 0 del curista, los personajes de las novelas del incipiente siglo XI cambian el encieero del Fando cziollista y donosiano por ciudades del mundo que se recorren tra- bajando. Si se trata de las calles locales, estas se recorren a pie ven- diendo libros (Zambra, 2007), cachivaches con los que el escricor subsiste (Casas, 2004), o en busca del libro y un hermano perdido (Rimsky, 2004). A la calles globales se llega a través de viajes en los que se mezclan los motivos politicos, familiares 0 laborales. En todo «aso, sean cuales sean las motivaciones, los viajes terminan cn una eapecis de decepcién organizada. La tierra promecida seré la que acoge al estudiante de humanidades para convertirlo en traductor de manuales (Electorat, 2004) y el joven eseritor que emigea a la gran ciudad en busca de maestro deviene en el concursante de un reality (Séncher, 2006). iota en cuanco todavia posee wn catdal 54 Memo evo it: jovoes cabainde y iis. RUBIEARRESO.BOLKAR Ba estas novelas queda claro que es mis imporsante la defi- icién como esctitor latino que como chilenw y que como piezas intercambiables en el mercado, la variable de géncro y de clase, re- sulta mucho mas importante quc la nacionalidad 0 el estilo literario. De “cronista del dolor” que es como José Promis define al narrador dle finales del siglo XX pasamos a un escritor que ha homogenizado su experiencia rercetmundista al autodenominarse “lating” 9 “su daca,” o escritora de “barrio.” La subjetividud ya no se defini, en estas novelas, por la perte wancia que muasera el éxodo siempre pobrecéi en que el romintice chileao “pata de perro” de principios de siglo gremio 0 nacién, sino por una teas XX devendrd “latins” como en Las peliculas de mi vida de Fuguet, "sudaea,” como en fa busla del tiempo de Eleccorat, © se blanqueaniéneyseatd al dat o pedir rabsjo, como en Man de obra de Diiamncla Elin, En este contexto, la fiteracura envendida como la artesania que sequiere cultivar un bonsai; 6 como un gesto amoroso y cotidiano semejance a las nartaciones a la hora de dormir que el escrivor de La vide privada de los drboles cuca a ks hijastea (Zambra, 2008}; po dria, evencualmente, rescatar “la mano de obra" y dejar solo la “obra de mano,” El autor devlarado muerto en los secenea ha dado paso a tun cuerpo “sobzevendido” (como se dice en algunos cfrculos de les profesionales de la leera), a través del viaje acadéimico-liveracio-de tnegocios, el mulcicimpleo, la capacitacidn permanente, e cabajo de gestién artstica @ académica, las clases, los talleres, las ediciones de ‘textos, los manuales y la oblignoriedad de estar en los medio. Anceuna subjerividad sobsetrabajada lo que quiere recuperarse, amis que las promesas de un amplio mundo globalizado es el espacia el cuaderno ¥ la libreta, Hs en este espacio donde se sigue cealizan do el gran viaje reasmutador, el que modifica las teificaciones del scabajo doméstico en Chauderno ae economia domestica (Montecing, 2005) cuando la protagonista cambia su cuaderno de cuentas por luna que le permite “darse cuenta;” ls del trabajo escolar en Eicenae rio de Guerra (Jeftanovic, 2000}, en que el espacio de la libreca azul se convierre en un lugar en que Tamaca no es discriminada, y por Fac oboe? tad oe an el camp cura dl es i = nile, le subjetividad se realiza y las del crabajo literatio en Bonsai de Zarabra (2006) en que se cambia el gesto explorador del esctitor mayor, por un “robo literacio”, esto es, escribie el mismo su propia novela y no contentarse con transcribir la de! otra El artista es un joven explocable en Mano de obra de Elst; una mujer que limpia y pule st rabia en Economda Domésica (Monte: cino, 2005); un homosexual que borda los signas patrios ea nyo miedo sorera (Lemebel); ex la militante de una secta perdida en Ja rads ef fuego nunca (Elvi delicos del nuevo campo liceratio del dos mil, como ocurre en La 2007); un seudaderective en busca de los novels de otro (2004) de Risky y Ef hombre que pregunta (2002) de Dia Exerovics un escricor de dia domingo y profesor el resto de la semana como anuncia el protagonista de Lit vids privada de ls dirboles (Zambea, 2007) mictras el resto de la semana crabaja en cuatro universidades privadas La escrirura como artesanéa nos rescata de la serializacién del trabajo, La pagina en blanco, como la calle, no es solo el lugar por donde tcansitan los emigrantes despedidos, sino que el lugar desde el cual podemos volver a imaginar, a revolucionas, a deseat. ¥ mis que la pagina, el amor, en todas sus dimensiones, se va a constituic en estas novelas en el motor de la fccién y de una justicia, que a veces, solo existe en la ficcidn: xy me dan unas infinitas ganas de deciee:levineate,o decite; resucia de una ver por todas...” (Elst, 2007, 205) Seria peeferibleeerrar el libro, cert loslibtos,y enfrentar, sin més, no la vida, que es muy grande, sino la fedgil armadura del presente” (Zambra, 2007.37),

También podría gustarte