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El racionalismo inmanente en cada espiritu finito. La experiencia tiene una funcién; pero, gcémo est4 concebida? Como un mero «choques sin conte- nido objetivo. No es un choque del espiritu contra una realidad exterior que le seria revelada por dicho choque, sino un choque del espiritu contra si mismo, por asi decir, ocasionado porque el espiritu ¢s finito y toca sus limites. La experiencia, dice Brunschvicg, no es nada més que el espiritu humano que «acusa 1a recepcién de la propia limitacién». 2. Los argumentos del racionglismo. Se comprende que. ‘wal, y y especialmente él conocimiento ciegn que re rebasa mani- festamente los alos boutos de la seagihiidad, Pero el racionalism> su_adversario, su En Descartes, las_pruebas del innatismo son muy sencillas, La La, primera 8 metafisica: es evidente que un un Cuerpo Ni no puede actuar ‘actuar } sobre un espiritu para ‘pr roducii cias de natu?aled Tadicalmepte diferente, La segunda es esicolgin ex) concebidos por_sl.entendimiento,-por ejemplo una recta / } tio estrictamente «geométricos». ° Leibniz aporta muchas pruebas de su teoria del ii ta €l_argumento metafisico de Descartes, seneralizandolo segdn las exigencias de su propio sistema. No slo un cuerpo ni ede _ac- tuar sobré un’ espiritu. Sind du anici eae ae actuar sobre otra, En efecto, una_ substancia ‘ es_un centro de fuerza y di de argumento 1 psicoligico de su invencién que expresa en la célebre forma nisi ipse intellectus. Quiete decir con él que ‘a iateliaencia es_innata_a_si_misma, y solo necesita reflexionar_sobre_sf_ pa concebi el ser. el "pensamiento_y y todas las safer ey eet ont 57 Epistemologia generat Por dltimo, Leibniz establece un_puente entre Descartes..y.Kant tomando el segundo argumento de Descartes en una forma ya _kan- tiana; la experiencia solamente da casos particulares, ejemplos, nunca una verdad general; nos presenta el hecho de que una cosa es, © que es asf, nunca Ia necesidad de que sea, o sea asi. Por consi- suiente, caga_vez_ que_elespiritu afirma una verdad necesaria y uni- de si mismo, no de la experiencia. Kant apoya_su_racionalismo nO sobre und Unico argumento que le viene de Leibniz y le -parece_perentorio, ‘La-ciencia_consiste en_jui- cios 10s _y universales, ya que no se_limita a examinar_los hechos, sino que enuncia leyes, Ahora bien, un_juicio necesario y universal _no puede fundarse en la experiencia, Pues, §sta_s6lo pre- senta hechos pares y contingents. En_los juicios analiticos, el | predicado esth incluido en“e ‘A Bajeto; por_tanto, podemos_atri- vie sujeto. un. -predicado que no estd cont Den él. Estiende al su conocimiento. Cuando un juicio sintético est4 fundado en la expe- Tiencia, no presenta ninguna | lificuktad, pues 2s la experiencia, nos. da el sujeto con este predicado. Pero hay en_las ciencias unos ji sintéticos que son_nesesarios y_unit juis dan_en_la_ experiencia, porque so son a priori, ni en el principio ‘de. contradiccion, puesto. que. son sintéticos,, ,Cual es pues su funda- mento? Sélo puede ser la razén,_sean las formas de la Sensibilidad, sean las categorias deJ entendimiento..Las primeras fundamentan los juicios matematicos, ias segundas Ios juicios de la fisica. Después de Kant, toda Ia escuela racionalista consideraré se- gura Ja doctrina de los jui ticos a priori: syuesfuerzo consis- tiré_en.explotarla, no en, aria. A titulo de ejemplo, demos una ojeada sobre Ja rama francesa de la escuela. Para Renouvier, la experiencia da fendmenos pasticulares, es su misma definicién. Por consiguiente, las ideas generales no pueden ser empiricas; son una especie de marco que el espiritu impone a los hechos para comprenderlos. Hamelin afirma en principio que el saber es siste- mAtico. Ahora bien, un sistema ¢s un conjunto de relaciones nece- sarias. De ahi se sigue que el saber no puede reducirse a una colec- 58 Et racionalismo cién de hechos, que no puede ser engendrado por la experiencia como pretende el empirismo, que debe ser obra de la razén, es decir, construido a priori. Para Brunschvicg, la ciencia es un con- junto de relaciones. Pero una relaci6n no puede ser un dato de la experiencia, resulta de un acto del espiritu que no es otro que el juicio, de suerte que el espiritu no estaria mal definido como una actividad relacionante. La experiencia no puede hacer nada mas que aportar un indice de existencia a ciertas relaciones afirmadas a priori por el el mateméatico. 3. Critica. de los urgumentos racionalistas. La primera observacién que hay que hacer es que los argumen- tos del racionalismo_se reparten en dos grupos: los unos_son l6gi- camente correctos, pero su_base es fragil; Tos_otros tienen una base conclusién rebasa Jas premisas, Lo que equivale a fisica segin Ja .cual_ninguna_substancia puede actuar sobre otra, Formalmente, el razonamiento es justo. En una _perspectiva realis- ta,.en la que se admiten una pluralidad de substancias, si_toda especie de accién_transitiva ¢s imposible, las ideas que una substancia s6lo_ pueden. brotar_de su esponianeidad interna, Pero, ges imposible la_accién de una substancia sobre otra? Nada hay menos seguro. Por el contrario, nosotros tomaremos como un hecho que la accion es. real,-que jos seres del_universc_actiian los unos sobre los otras. Y, partiendo de ahi, diremos que si_la_accién trap- sitiva es inconcebible en el sistema de Leibniz, ¢s una_prugba. ampliamente suficiente_de_que_su_metafisica_no vale _muchg. Asi. se desmorona uno de los pilares del innatisma. Paralelamente, cuando Bi hvicg define el espiritucamo una. actividad que establece relaciones. por la raz6n de que la expe- riencia no puede darselas, el tazonamiento es correcta, Pero la cuestion ¢s saber si realmente la experiencia no nos da relaciones. Es una idea muy extendida la de que una relacién no tiene existen- ‘ 39 Epistemologia general cia mas que en el espiritu; esta idea _procede de los escépticos griegos, y ha pasado a Hume, después a Kant y se ha extendido en toda Ia filosofia moderna. Pero es falsa. Lo que es cierto, 2s que. la eipericricia no da Ia relaci6n, ta la_esencia «relacién», que es una abstraccién, ni las relaciones universales_y necesarias como tales; volveremos a tratar de ello, Pero | periencia nos da indudable- mente relaciones concretas, como tna armonia o un contraste de co- lores, un acorde de notas, etc. este_caso ¢] _argumento de. Brunschvicg se derrumba. Examinemos ahora el segundo argumente de Leibniz: Ia inte-_ ligencia_es innata_a si misma, s6lo tiene que eflexionar_pera-ballar punto de vista en que nos Siunane Es_cierto, ¢ incluso evi- dente, que es i es puede cultivarla, pero no adquiriclas forma parte de su naturaleza a titulo de facultad. Pero misma, como. objeto, de, conocimiento. Por el “contrario, atrario, sélo puede conocerse si esté.en_acta, y s6lo pasa al_acto cuando Ja sensibilidad 'e presenta un objetoDe hecho, conoce su propia existencia_por reflexion sobre un acto directo de Gonocimiento, lo que no cons-_ tituye una idea sino una experiencia. Y sélo se forma una idea de su_naturaleza espiritual_por analogia con las cosas_sensibles_JSin duda, puede Mamarse innato todo conocimiento adquirido por la experiencia interna, por conciencia y reflexién, pero es abusar de las palabras. Despejado el terreno, nos_encontramos ante a_serie de argu- percibir_pues tienen uni 1a parte de verdad Coincid stante exactitud de modo-que;-en_realidad, no _forman_mnds que uno: el argumento de Kant, preparado por Descartes y Leibniz, empleado por toda la escoldstica dstica_postkantiana. El problema Géntral es seguramente el de los juicios sintéticos a priori, pero no es el Gnico. E! problema de Ja aprioridad se plan- tea ya para los juicios analiticos, y antes atin para los conceptos universales. Examinémoslos en el orden conveniente. 60 El racionalismo Empecemos por una ojeada general. Toda _facultad de conoci- miento, tanto los sentidos como la_inteligencia, es _innata.en—el hombre, y tiene_sus_propias_Jeyes_de funcionamiento que-derivan_. de su naturaleza. La facultad define, pues, a priori una parte o mas bien un. aspecto del univer Ge las cosas sensible en. a este _a priori «formal», puesto que con- cierne al objeto formal de cada facultad, pero en w ti pletamente distinto del sentido kantiano. Pues en Kant, la facultad. confiere a los datos sensibles una forma que no tienen, mientras que nosotros tomamos como_un hecho que las cosas. tienen una forma, a Ja vez-sensible. e.inteligible. Lo que es a priori, pues, en la aper- tura_de la facultad, su _dngula de mira, podriamos Hamarlo, pero nada mAs. Todo lo que aparece en este Angulo _y gracias a esta aperr tura_es de origen empirico. ‘Vayamos ahora a los problemas especiales, La experiencia sd} nos da i lo que ‘lamemos ella_que lo universal €s prion a_psiori. En un sentido amplio, _pued je decirse_que la inteligencia misma, como faciliad A @ prion iori, pues no procede de Ja _experien- cia; pues no-es un _reconocimiento a priori, ¢s_-solamente-ua_princ’ pio _a priori ide c conocimiento., ‘La cuestion es determinar su ir_su_ papel {Consiste en_aportar a Ja ex a ynatorma_de la que estaria privada? No, sino..solamente, actualizar Jo jnteligible que est4 en. potencia en 2 To sensible. Sobre esto hay que advertir lo siguiente. Cuando cuando _décimos_que_la_inteligencia. iene iene por obieta_lo_universal,_ hablamos por abreviaciGn. La inteligencia tiene por objeto lo inte- Tigible, "qué~es_una_esencia, que tiene por propiedad ser_universal cuando es abstracta. 1a funcién primera de. 2 la. inigligencia no pues «hacer la universalidad», sino abstract. una. esencia de Jo sen. sible, Esto nos _da_Ja_clave del problema. La universalidad dels esencja, que deriva de su estado de abstraccién, eg obra de la inte- ligencia; como no es un dato de la experiencia, podemos decir que es a priori, Pero Ia. ssenciaesié_en_las-comss-senuibles oases concreto; ngha sido creada completamente cia, eS. anterio: ncia; tanto, i n 61 Epistemologia general ido restr: o.que da Kant a esta palabra. Volveremos a tratar de ello, pues est punto nO é$ fidda més que el antiguo «problema de jos universales». Y vemos que este problema preocupa a toda la filosofia moderna como en otro tiempo a Ia filosofia medieval. Consideremos ahora log_juicios llamados Kant analiticos. El predicado.¢ gsté _incluido en el sujeto. Asi, ‘pues, si analizamos el Sujeto encontramos en aad p el predicado, y tenemos el derecho de atribuirselo sin i han abstraido de la experiencia. Por ejemplo, s si se | se comprende To qu que 3 el todo y una parte de este todo, vemos a priori la verdad del principio: el todo es mayor que una de sus partes, Pero las ideas de todo, de parte, y de la relacién de contencién entre un todo y una ane. son de origen empirico. Queda ain la espinosa cuestién de los juicios sintéticos a priori. Kant cstaba_orgulloso de_su_descubrimiento 7 ciel aie ‘ierecia hacerse, clasico. Y_ha sucedido asi, ep efecto, pero a nuestro modo de Ver es jamentable, pues su_simplicidad es _engafiosa, y resulta_de rible contusion de ideas. Intentemos ver claro: Todo juicio es_a_la_vez_analitico y sintéticn, Todo.juicio verdad pues e] predicade no pusde.ser-deptimamen- te referido al _sujeto_m4s que i si_le ¢s inherente, es decir, idéntica. Incluso un juicio particular conti ite come «Pedro es sabio» dere riamente distinto del suictoy el espiritu la.distingue de él_porel- Solo_hechode-temarlo_comopredicado, Incluso en una tautologia, no es exactamente ¢l mismo concepto que se repite. Al sujeto con- siderado como una substancia, se le atribuye un carécter, una forma que lo determina. «Un hombre es un hombre» significa «Todo hombre ileva én si la forma de la condici6n humana.» De donde se sigue que todo juicio aumenta el conocimiento. 2° La La _distincién_entre_juicios_analiticos—y--juicios _ Ssintéticos — solo § se justi ia «con en_la_que-el concep-- ui toe eel objeto mismo de la inteligencia, id quod cognoscitur, diria- mos en lenguaje escolastico. lonces, en efecto, hay juicio analiti- 62 El racionalismo co o sintético segin que se atribuya al concepto-sujeto un concepto- predicado_que contenia o no. Pero la distincién_no tiene ningun sentido si el concepto no es el objeto, sino el medio de conocer el al objeta,Vuna intencién, id quo obiectum cognoscitur. Eutonges. 20 efecto, por_sus_conceptos el espiritu apunta hacia una cosa. El con- cepto sujeto representa esta cosa segin uno de sus aspectos, y el juicio consiste en completar el sujeto atribuyéndole un carécter que se ve en la cosa. jeto_y un. predicado, 1e2-modies_ posites de_atribusiony iS se laman los cprednablocs 'En relacion con el suisto, el pre- dicado_puede 5 eepesie,-sinaro, diferencia rosie ois. qascidente, En ica, _un_mit tice 0 Sintico Sepin 1o-que se lome come sista sein el modo cise se defing el suicto. 4° TG? os lees. de_a prior y_a pesistionoa concisenen di rectamente al juicio, sino a la demostracién cuyo sentide indican: puede ir ésta_de lo que ¢s anterior a.lo.que ¢s posterior del_nrins cipio a Ja consecuencia. dela cawsaalefecto, @ priori ad posterio- rem, © inversamente a posteriori ad priorem. Aplicados abusiva- mente al juicio, estos términos designan, no al acto mismo de juzgar. que es una asercién, sino a su materia, aquello a lo que se aplica la asercion, La distinci6n se reduce pues a ésta, que es cldsica: juicio en materia necesaria y juicio en materia contingente. Y en- tonces fos cuatro primeros predicables son a priori, s6lo el quinto €s a posteriori. 5.° Por ultimo, Ia expresién de juicio sintético a priori, ztiene algan sentido, designa una realidad psicolégica? Si, pero es exac- tamente lo que se Mama un prejuicio: se da un juicio sin haber examinado la cosa que se juzga. El inico fundamento valedero de un juicio es la intuicjén del objeto. A veces el juicio se refiere di- rectamente a una intuicién: es el caso de los juicios per se nota. A veces estd unido a la intuicién por un cierto nimero de interme- diarios: es el caso de Ios juicios demostrados. Pero la fuente de su verdad es siempre la intuici6n. ZY cual es esta intuicién? Puesto que aqui s6lo consideramos los iuicios a priori, la intuicién que los 63 Epistemologia general fundamenia no es sensible sino intelectual. Es pues ya la intuicién de.alguna esencia particular, como la esencia «tridngulo», ya la intuicién del ser, objeto adecuado de la inteligencia, sobre la que se fundamentan los juicios metafisicos. Aparece, pues, a fin de cuentas, que el car4cter universal y nece- sario de algunos juicios se explica, no como pretende el raciona- lismo, por la intervencién de wna forma a priori que uniria los datos de Ja experiencia, sino por la intuici6én de las esencias que la inteligencia abstrae de la experiencia. 4. Discusidn del racionalismo. c L-Nuestra critica de] racionalismo ser4 natuzalmente comple- mentaria de nuestra critica del empirismo, puesto que son dos mo- vimientos inversos y adversos. = Diremos, pues, que el racionalismo aclara Jos diversos puntos que el empirismo dejaba en la obscuridad. Primero, el innatismo de la in- teligencia en el hombre, y su espontaneidad natural. Después la aprioridad de los principios primeros, al menos en cuanto a su verdad. Por ultimo, ja originalidad del conocimiento intelectual, su trascendencia respecto del conocimiento sensible: ¢] pensamiento encuadra la experiencia, la ilumina, la comprende en e] doble sen- tido de Ja palabra. Pues sin conceptos no sabriamos lo que vemos, literalmente, no comprenderfamos Jo que son las cosas que la expe- riencia nos da. Y sin principios no podriamos explicar los hechos, ya que toda explicacién exige un razonamiento que se apoya en principios. . Por el contrario, al atribuir a la inteligencia ideas innatas o for- mas a priori, el racionalismo miega Ja pasividad constituciona] del espiritu humano que debe esperar para pensar a que Ja sensibilidad le presente un objeto. Minimiza también el papel de Ja experiencia. En el caso limite, como en Spinoza, Hegel o Hamelin, no atribuye ningin papel a la experiencia en la génesis y organizacién del saber. Pero si intenta justificar su posicién, no puede evitar pagar tributo al empirismo, gC6mo sabemos que la experiencia da solamente hechos particulares y contingentes, que no nos da esencias universales 64 ni de relacion necesaria? Por Ja experiencia misma. Es un hecho de experiencia que Ja experiencia sélo nos da hechos, Esto no se deduce de ningiin principio, no se demuestra de‘ ningin modo. La_ base del racionalismo es, pues, una verdad de experiencia, lo que no deja_de ser embarazoso., Pero atin hay alga peor. Cuando, partien- do.de_abt,-se-Iega_a_sostener que la experiencia no aporta nada al espiritu, ninguna selacién_nitampoco_ningtin objeto, s¢ cae en_un_ circulo icioso, Pues para justificar una doctrina del _a_priori, se traiciona Ja experiencia y sus datos més claros, La doctrina del a Priori est4, pues, fundada sobre_un_a priori. lo que equivale a decir __ que. no.tiene fundamentos No seria dificil aplicar estas observaciones generales a cada forma particular del racionalismo. Consideremos_solamente-dos—de Jas més importantes: la idea_cartesiana de la _matemética universal y Ja idea hegeliana de un sistema dialéctico. , La idea de una ‘matemética universal es_caracteristica del rac cionalismo porque consiste endefinir ¢l método del_saber indepen- dientemente de su, objeto. Creyendo que Ja ciencia_matemitica_es la Gnica satisfactoria, para el espiritu_porque es clara_y rigurosa, Descartes quiere extender su método a todos las Ambitos del cono- _ cimiento.y, de Ja realidad. Pero esta decision es arbitraria. Nada garantiza que un..método inventado para resolver problemas que conciernen a la cantidad abstracta, valga para otra cosa. Es tam- bién bastante ciaro, por el contrario, que no vale, y que debe haber tantos métodos diferentes como objetos especificamente diferentes que estudiar. En resumen, un discurso def método es esencialmente_ cartesiano y debe rem irse a su inventor. YY esto tiene con: encias, pues, en una forma u otra, esta idea gobierna toda Ia filosofia moderna, El \vismo, el cientismo, la fenomenelogia son ejemplos de ello, Hegel y Marx también. Y, si se niega el postulado racionalista, se dejan a un lado, por este mis- mo hecho, al menos tres doctrinas, que son sus consecuencias légi- cas. La primera consiste en negar la existencia de todo lo que podria escapar al método elegido. La segunda, sin negar formal- mefite que una parte de lo real pueda escapar al método, Ja declara incognoscible para el espiritu himano. La tercera reconoce Ja existencia de un elemento rebelde, admite por ejemplo que lo da 65 Epislemologia general la experiencia, pero lo declara irracional o absurdo porque no puede someterse a las exigencias de la raz6n. Todos estos movimientos de pensamiento, por mucho que parezcan imponerse, no son mds que secuelas del racionalismo cartesiano, EI hegelianismo es un renacimiento. Para Hegel, el saber sola- mente puede ser sistematico, y el sistema del saber sélo puede construirse por via dialéctica. Hallamos aqui de nuevo el postulado racionalista, y respecto de él se plantean dos cuestiones. 1° ~Qué es lo que obliga a entrar en el sistema? Nada. Si se entra, se queda sin duda prisionero de él, pues esté admirablemente montado. Pero no es la razén la que obliga a entrar. sino el amor al sistema. Pues en Ja razon hay una exigencia de expticacion, y una exigencia de orden, pero no esta exigencia precisa de construir un sistema de conceptos por via dialéctica. Incluso, a nuestro enten- der, seria m4s bien lo contrario, y de buen grado sostendriamos que hay en la raz6n una repugnancia natural por la dialéctica por- que este método es para ella una tortura. Pero dejemos este punto. Tal vez la dialéctica es util para tratar ciertas cuestiones, pero no es ciertamente ef método. tinico del saber. 2.° {Qué es lo que garantiza que el sistema es verdadero, e in- cluso exhaustivo, es decir, que corresponde a la realidad y ain la agota? Es el sistema mismo, porque se considera que demuestra sobre la marcha el idealismo y el pantefsmo, Segin el idealismo, no existe nada mds que lo que es pensado; ningtin peligro hay por consiguiente de encontrar un ser que sea rebelde al método. Segiin el panteismo, la raz6n humana es idéntica a la raz6n divina; nin- gin peligro hay, por consiguiente, de dejar escapar 1a menor parcela de realidad si se piensa racionalmente. No obstante, no se ha di- sipado el malestar que se siente ante las pretensiones del sistema. El sistema es tal vez coherente, admitamoslo. Pero ello no basta para que sea verdadero, Se ha desarrollado el postulado raciona- lista en un sistema coherente, nada mas. El postulado mismo no esté demostrado en modo alguno por la construccién, por ingeniosa que sea, que reposa sobre él. 66 EL racionalismo Conclusion. Igual que el empirismo no puede evitar emplear Ia inteligencia si quiere afirmarse como verdad universal, el racionalismo no puede justificarse sin recurrir a la experiencia. Ambas son posiciones igualmente insostenibles. Bl mayor error dei racionalismo, a nuestros ojos, consiste en englobar en el empirismo 1a teoria aristotélica de la abstraccién. Segtin esta doctrina nuestros conceptos son sacados de Ia expe- riencia. Pero no quedan limitados a ella, porque el acto de abstrac- cién consiste en separar de la experiencia una esencia universal. El empirismo veia mds claro, aunque rechazaba las ideas abstractas a la vez que las ideas innatas, porque trascienden lo sensible. En de- finitiva, s6lo la teoria de la abstraccién escapa al dilema y permite dirimir el conflicto de las dos escuelas. 7

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