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UNIVERSIDAD PANAMERICANA DE GUATEMALA

Facultad de Educación
Profesorado en Pedagogía y Ciencias de la Educación
Psicología del Aprendizaje I

La Discriminación en el aula

Daris Jeaneth De León Álvarez


María Verónica Samayoa Aragón
Edna Janeth Aldana
Lesly Lorena Solares Anzueto
Rocío Elizabeth Estrada
Joesselene Muñoz Mayen
Luis Alfredo Aguilar Trejo

Guatemala, 19 de Junio de 2,010.


La Discriminación en el aula

Daris Jeaneth De León Álvarez


María Verónica Samayoa Aragón
Edna Janeth Aldana
Lesly Lorena Solares Anzueto
Rocío Elizabeth Estrada
Joesselene Muñoz Mayen
Luis Alfredo Aguilar Trejo
Licenciada Noemí Cardona Polanco (Facilitadora)

Guatemala, 19 de junio de 2,010.


La Discriminación en el aula
La Discriminación

La discriminación de cualquier tipo que se vive en nuestro país y a nivel mundial, es un


tema que no deja de dolernos, nos cuesta hablar de ella, analizarla, nos cuesta hablar de
discriminación porque no sabemos en qué momento somos discriminados o
discriminadores y si somos discriminadores nos cuesta reconocerlo.

La discriminación se produce cuando hacemos notoria la diferencia o diferencias de una


persona comparándolas con otras con el objetivo de hacerle ver que no coincide con nuestro
esquema de lo que para nosotros es “Normal”. La Discriminación produce exclusión,
puede ser producida por diversos factores: Género, religión, edad, preferencia sexual,
ideología política, clase social, etnia, discapacidades, entre otros. La discriminación
entonces se remite a la idea de separar, diferenciar (Fay y Mazzaglia, 2,003 pag. 143).

En nuestro país, se discrimina todo lo desigual, lo que es diferente, acto de discriminar lo


realiza la persona que se considera que si es igual a los demás, por lo que se siente
capacitado para discriminar al diferente, “al gordito,” “al chaparrito” , etc. Consideramos
que discriminar es un señalamiento para hacer sentir mal o anular a otra persona. La
discriminación puede entenderse desde dos ángulos, positiva y negativa. La positiva es
cuando le hacemos ver algo notorio a una persona pero para enriquecerlo o enriquecer al
grupo y la negativa (que es la más usual) es la que ofende y hace sentir mal a las personas.

Discriminación en el aula

Enfocándonos en el tema que nos atañe, sabemos que el aula es un espacio en el que los
alumnos llevan a cabo la socialización, intercambian ideas, puntos de vista, gestos
conocimientos etc. (Masip, 2000). Todos los estudiantes son diferentes entre sí, incluso
aunque pertenezcan a una misma etnia o género.
Mujeres y Hombres: Diferencias en el aula

Años de investigación sobre la personalidad indican que los hombres son en promedio más
asertivos y tienen una autoestima ligeramente mayor que las mujeres. Las mujeres son más
extrovertidas, ansiosas, confiadas y tiernas (Feingold, 1994). También hay algunas
diferencias en habilidades especiales. También desde que somos muy pequeños
aprendemos las acciones de nuestros padres y se da que el niño tiene que ser igual a su papá
y la niña igual a su mamá. Quizá a lo anterior se deba que la discriminación más notoria
en el aula sea la de género, donde los niños no se quieren ni sentar junto a las niñas o las
niñas junto a los niños, en el deporte solo los niños quieren jugar futbol y que las niñas se
encarguen de las porras, cuando se hace la limpieza las niñas barren y los niños levantan
bancas, todas estas formas de comportamiento han sido heredadas por nuestros abuelos,
padres quienes tienen una ideología machista que ve a la mujer como una asistente del
hombre lo cual es una forma clara de discriminación.

Un problema grave que resulta de los actos discriminatorios es la violencia que generan,
cuando a un alumno se le ofende constantemente puede terminar agrediendo al compañero
con golpes y los docentes nos hacemos la pregunta ¿Quién tuvo la culpa? , el que ofendió o
el que golpeó, ante este problema que podemos hacer los maestros frente a la
discriminación?.

La Tolerancia ante la Discriminación

Tomando como referencia las situaciones de los actos mencionados, consideramos que
estos actos discriminatorios derivan del constante cambio de identidad que viven nuestros
alumnos en nuestra sociedad (nuevas modas, programas de tv., adoptamos otras culturas
con facilidad, nuevos hábitos etc.).

Consideramos que al igual que la familia, la escuela es un espacio idóneo para la formación
en valores, que permite identificar los actos que provocan la discriminación y allí se puede
incentivar a que se dejen de practicar.

Cuando hay situaciones tan extremas como la de golpes, un valor que servirá como primer
paso para erradicar la discriminación es la “Tolerancia” la cual es la capacidad para aceptar
a las personas tal y como son.
Fomentar la tolerancia en el aula servirá para aceptar y respetar los puntos de vista de los
otros, la tolerancia también nos servirá para lograr la equidad y la igualdad, permitirá que
los alumnos entiendan que todos somos diferentes y que por ello ya tenemos derecho a ser
escuchados aunque los demás no estén de acuerdo con lo que escuchamos.

Otra forma de practicar la discriminación es el prejuicio. La discriminación está basada en


el prejuicio que como su nombre lo indica son conceptos previos al razonamiento.

Uno de los aspectos más importantes de nuestra labor como docentes es, sin duda, la
educación en valores. No solo se trata de enseñar a los alumnos o alumnas una
determinada especialidad, si no formar a los ciudadanos del futuro.

En el aula se puede tratar este concepto de la discriminación, tratando de hacer ver a los
alumnos y alumnas que en realidad somos todos iguales, que no se puede discriminar a
nadie ni por su sexo, religión, o raza. Como educadores tenemos que orientar al niño y
darle a conocer que vivimos en un mundo globalizado en el que debemos vivir en paz y en
armonía.

Como educadores tenemos la obligación de ayudar a comprender al mundo y a comprender


a nuestros semejantes para así comprendernos mejor a nosotros mismos. El fin es
comprender la diversidad como derecho y su atención e integración como una de las claves
para mejorar nuestro sistema educativo. También debemos procurar la igualdad de
oportunidades, tanto para niños como para niñas y desarrollar en ambos sexos las
competencias necesarias para que se desempeñen en la nueva sociedad del conocimiento.
Bibliografía

Wolfot W., Psicología Educativa, Novena Edición.

Romero Adolfo, 2,009, Coeducación

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