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VIOLENCIA DE GNERO

Soy un varn de setenta aos casado, en casa ramos tres varones y una
hembra. Mi madre, que no tenia empleo remunerado, se ocupaba de la casa,
educarnos y sacarnos adelante. Mi padre se ocupaba de traer el dinero
trabajando mucho. Vivamos con los abuelos maternos a quienes mi madre
tambin los tenia que atender. Todos fuimos suficientemente escolarizados
y veamos normal que al llegar a casa despus de jugar en la calle nuestra
madre nos cambiara y pusiese ropa limpia. La queramos pero no
aprecibamos su esfuerzo.
En la escuela estbamos separados por sexos. nuestros juegos eran
violentos, luchas, ftbol, vaqueros. Si una nia jugaba con nosotros se le
asignaba un papel secundario, salvo si era muy
machota.
Cuando se empezaba a trabajar y/o estudiar tambin era muy diferente lo
que haca el hombre. Era preparado para llevar una familia con su trabajo.
Fruto de todo esto: nos lo fuimos creyendo y aqu esta el mal, la mujer fue
siendo relegada, salvo raras excepciones, a un papel de madre de familia,
sin mas horizontes que cuidar a su esposo, su prole y su casa.
Tuvo que llegar la democracia y nuevas leyes para que la liberaran y que
ellas primero y los hombres despus tomaran conciencia de que somos
iguales.
Algo se ha conseguido y la situacin ha mejorado, pero cuando se
maltrata a una mujer aparte del instinto criminal de quien lo hace, hay una
parte de la educacin recibida que influye y que hoy se intenta eliminar.
Se trata de educar de forma que ni el hombre ni la mujer tengan
privilegios por razn del sexo. Ser una labor ardua pero con tesn y sin
bajar la guardia lo conseguiremos.
Otros pases nos llevan ventaja porque en ellos, Francia, Inglaterra, la
mujer se incorpor al trabajo al estar los hombres en las guerras.
La independencia econmica es fundamental para no tener que soportar a
nadie.
Como es natural este relato no es un biografa ni se aproxima a la
realidad, digamos es una ficcin creble.
TIC-4

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