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Revista de Neuro-Psiquiatria, 60:248-278, 1997 CONDUCTAS Y FANTASIAS SEXUALES Y DIMENSIONES EYSENCKIANAS DE LA PERSONALIDAD EN UN GRUPO DE ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS DE LIMA METROPOLITANA Por: RAMON LEON * y JORGE LUIS PUGA VASQUEZ ** RESUMEN 1053 estudiantes universitarios (446 varones y 607 mujeres, entre 16 y 25 aitos} respondieron el Inventario de la Personalidad de Eysenck y Eysenck y ef Inventario de Fantasias Sexuales de Eysenck & Wilson (un reactive que explora cuatro tipos de fantasias sexuales: sexo exploratorio, sexo intimo, sexo impersonal y sexo sadomasoquista) ¥ a una hoja de datos acerca de su conducta sexual, en ta cual, entre otra informacién, se solicitaba Ja valoracion de la fuerza del inpulso sexual propio y del sexo opuesto, asi como la valoracién de la frecuencia de las fantasias sexuales propias \ las del sexo opuesto. La edad promedio de la primera relacién sexual fue para los varones 15.8 afios y para las mujeres. 18.3. 78.7% de las mujeres (480 personas) afirmaron no haber tenido relaciones sexuales (versus 20% de hombres; 89 personas). 39.9% de hombres y 16% de mujeres declara relaciones sexuales con sus enamorados; 13% de los hombres con prostitutas. En promedio, los hombres consideraron la fuerza de su impulso sexual como mavor que la de las mujeres (7.34 versus 6.08; p<0.05); hombres v mujeres consideraron a la fuerza del impulso sexual en ios varones como mas elevado que ia de las mujeres. Hombres y mujeres fueron del parecer que la frecuencia de las fantasias sexuales es mayor en los hombres, En los cuatro tipos de {fetasias sexuales los hombres abiuvieron promedios mds elevados que las mujeres. con diferencias significativas (p<0.05). Las fantastas de sexo éntimo obmuvieron los promedios ids elevados, seguidas por las de sexo exploratorio, SUMMARY 1053 students (446 men and 697 women with ages between 16 and 25 years} answered the Eysenck Personality Inventory and the Sex Fantasies Inventory, by Eysenck & Wilson. + Universidad Ricatdo Palma y Universidad de Lima Ben, s+ niversia Ricard Pai ama, Per CONDUCTAS Y FANTASIAS SEXUALES DE ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS _249 which evaluates four types of sex fantasies (exploratory sex, intime sex, impersonal sex, and sadomasochistic sex). A number of questions about sexual behavior (frequency of intercourse, strong of the sexual drive) were also answered, The mean of the age of the first sexual intercourse was 15.8 years for the mate students and 18.3 for the female students. 78.7% of the female students (N=480) said that they had not sexual intercourse (versus 20% of the male students; N=89), 39.9% of the male students and 16% of the female students informed about sexual intercourse with their boy and girlfriends; 13% of male students with prostitutes. The male students scored their sexual drive higher as stronger than the sexual drive of the female students (7.34 versus 6.08; p<0.05), but men and women were of the same opinion when they scored the sex drive of the men as stronger than the sexual drive of women, In the four types of sex fantasies the men had higher scores than the wonmen (p<0.05), with the highest scores in exploratory and intime sex. PALABRAS-CLAVE Key worps Conducta sexual, Fant “EL problema del sexo, dificil pero inevitable, nos asalta desde todos los lados. Desde que se rompid el dique de las inhibiciones victorianas, la cuestidn del sexo ha llegado a abrumarnos a tal punto, en arte, literatura, psicologia, publicidad, periodismo € inclusive en la conversacién, que empeza- mos aasfixiamosenella”,escribe Facomey"*; (pig. 244), Asi es: hoy se habla y se discute mas de sexo que, por ejemplo, hace medio siglo y se ha tomado algo frecuente la publicacién de encuestas acerca de la conducta y de las actitudes sexuales '2*7- Pero la sexualidad y su significado no se aprehenden ni se agotan plenamente a través de conversaciones y de encuestas. En parte, porque ella es uno de los mds inexpugnables reductos de nuestra intimidad; pero también porque la sexualidad se expresa de inodo impensado, elusive y ubicuo a la vez, en casi toda nuestra conducta, como Jo demostrara FReub con su teorfa y en sus obras. Es precisamente gracias al creador del psicoandlisis que podemos distinguir dos planos de la sexualidad. Uno, el dela realidad sexuales, Dimensiones de la personalidad. + Sexual behavior, Sex fantasies, Dimensions of personality. tangible, la conducta sexual misma, con sus condicionamientos determinados por la época y a individualidad de cada cual, Y el otro, el de Ia sexualidad desiderativa, Ja sexualidad vivida (y muchas veces agotada) sdlo en la fantasia. FREUD no se refirié sdlo a fantasias exclusivamente sexuales, tal como lo de- muestra su ensayo “El poeta y la fantasi de 1908" (si bien el deseo principal que se expresaatravés de las Fantasias es el erditico™. Su preocupacién abarcaba un espectro mayor: el estudio de los misterios de la vida psicolbgica, uno de cuyos aspectos mis fascinantes es el de las fantasfas en general, entre ellas las del artista. Dostotevski, Leovaro be Vinci y Micuet, ANGEL fueron, entre otros, protagonistas de estudios suyos?'*" “El poetahace lo mismo que el niffo que juega: crea un mundo fantastico y lo toma muy en serio; esto es, se siente intimamente ligado a él, aunque sin dejar de diferenciarlo resueltamente de la realidad”, escribe el padre del psicoan sis en El poeta y la fantasta®; (pg. 1057) 250 R.LEON y JL, PUGA V. Pero volvamos al tema de esta comunica- cidn; Las fantasias sexuales. “Hay todo un mundo de la actividad sexual que esta limitada a fa mente, incluyendo las imagenes eréticas pasajeras, las fantasias entretejidas, de manera compleja, los recuerdos sexuales que se desvanecen y las ‘esperanzas frescas, todo lo cual entra y sale de Ja conciencia una gran parte del tiempo”, escriben KatcHapourIAN & Luxbe™, agre- gando que “es dificil imaginar a una persona que no las tenga” (pag. 303). Puc asimismo Freup quien nos llevs a tomar en serio el plano desiderativo de la sexualidad. Aunque, en realidad lo que hizo Fue colocarla frente a nuestros ojos, porque de hecho ha existide siempre. El Kama Sutra, milenario texto hinds, lo evidencia, Que estas fantasfas existen. que se expresan de mil maneras y que muchas veces se imponen ent nuestra conciencia, como obsesiones, Jo sabemos los seres humanos en ocasiones por experiencia propia. La literatura ofrece sobre el particular abundantes y contundentes. pruebas: basta con mencionar libros como los de Henry Mutter (Trdpico de Cancer, Trépico de Capricornio y La crucifixion rosada), Vla- dimir Nasoxoy (Lolita) 0 el Ulysses, de James Joyce, obra a la que ‘Lérez-Inor considera como “uno de los. primers ‘ejemplos del fetichismo en Ia literatura” y “compendio de anomalias sexuales™; (pg. 150). Las fantasfas permiten la realizacion de una vida que tal vez nunca habré de vivirse en Tos hechos, posibilitando 1a expresién de impulsos de modo indirect, lo cual favorece Ja adaptaciOn a fa sociedad, que no siempre tolera la manifestacién directa de ellos’. Hay acuerdo en que las fantasfas son “el refugio cen que se cobija el sujeto después de una frustracion”®; (pag. 124), trastadando “la pulsin al plano imaginario, a fin de satis facerse, simbélicamente, mediante la crea- cidn de imagenes” (pag. 129) Faeup sostiene que “el hombre feliz jamais fantasea, y si tan s6lo el insatisfecho” : (pg. 1058), agregando que “los instintos insati fechos son las fuerzas impulsoras de tas fantastas, y cada fantasta es una satistaccién de deseos, una rectificacién de la realidad insatisfactoria’” Es precisamente Ia sexualidad uno de los dominios de la vida humana en el cual muchas veces la realidad no se concilia con las expectativas y deseos de los individuos. Por ello, la importancia de las fantasfas. McCaay & McCay * escriben sobre el particular: “la fantasfa constituye una parte de Ta existencia humana de la cual es imposible escapar, En In actualidad pocos discutirfan el postulado que expresa que lo que ¢s universal en la naturaleza humana es también normal y aceptable. Y de la muestra de Kinsey (1953), 65% de las mujeres que reportaron masturbarse empleaban la fanta- sfa cuando menos en forma ocasional para aumentar el placer del acto, Nuestro estado mental conciente involucra un flujo continuo: de fantasfa sexual y de otf0s tipos, ya sea de imagenes efimeras o ensoffaciones volitivas prolongadas” (pp. 126-127) A su vez, Kucer* trata el tema de las fantasias sexuales del modo siguiente: “La gemte tiene un rango enorme de fantasias durante el sexo, pero el mas frecuente es tener relaciones sexuales con otra persona que con el partner real. Esa persona puede ser alguien conocido o un amante roméntico imaginario, Puede suceder que el que fan- tasea repita escenas sexualmente excitantes de peliculas 0 de libros. Temas comunes incluyen el imaginarse partes delcuerpo de la CONDUCTAS ¥ FANTASIAS SEXUALES DE ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS. 251 pareja imaginaria en un ambiente mas romantico, tener sexo oral o de otro tipo con Ja pareja imaginaria; tener més de una pareja al mismo tiempo; ser amarrado por la pareja o forzar a otra persona a relaciones sexuales. Estas fantasias no son substitutos del disfrute del acto sexual en sf, ni inter- fieren con el placer sexual. Por el con- trario, en promedio las personas que con frecuencia tienen fantasfas durante el acto sexual parecen disfrutar tanto © més que ‘otras personas (...). Ellas simplemente usan Jas fantasias sexuales como un modo de elevar su placer sexual” (pg. 39) McCary & McCaay® agregan: “no slo durante Ja masturbacién ocurren fantasfas sexuales. Pueden tener lugar en ausencia de cualquier actividad sexual, en el curso del coito y en el contacto homosexual, al igual que durante la masturbacién. Sus efectos pueden ser benéficos, indiferentes © detcimentes independientemente de cuales- quier forma de actividad sexual que acompafia a dichas Fantasias” (pag. 127) Como ha sucedido (y atin en buena parte continda sucediendo) con mucho de fo referido a ta sexualidad, et misterio y el desconecimiente han rodeado por largo tiempo el mundo de las fantasfas sexuates. {Por qué ocurten? jcudl es su frecuencia? cul su contenido? geémo se expresan? je qué modo estén vinculadas a la personalidad Ue cada cual? {qué diferencias hay en ellas entre hombres y mujeres? jen qué medida y circunstancias se actuatizan tas fantasfas a través de las conductas sexuales? Los progresos registrados en el trata- miento de las disfunciones sexuales han traido consigo el aumento del interés por el mundo de las fantasfas. su contenido y Ia posibilidad de emplearlas con fines tera- péuticos", Asi, por ejemplo, Flowers & Booraca™ y Wist*informan acerca del uso ce fantasias en el tratamiento de las dis- funciones sexuales. Houcn et al. sefialan que “es importante analizar las fantasfas y técnicas de masturbacién en los hombres” (Pag. 317) en el tratamiento de tas dis- funciones sexuales; y, Kworr & SEILER proponen “¢jercicios de fantasfas sexuales” en su libro Inhibited sexual desire. Los trabajos de Masters & JoHNsoN y de otros terapeutas sexuales han sido pioneros sobre el tema®, Hegando a establecer, como lo seftala SALAMaNca-RopetcvEez”, “Ia potente accién estimulamte de las Fantasias erdticas” (pag. 426), que se pone de manifiesto por ejemplo en la masturbacién. Como to sefiala Gieaivo*:(pp. 139-140), “frecuentemente se asocia la imaginacién con la masturbacién, de modo que la fantasfa puede producir la excitacidn que conduce a lamastusbacién y el orgasmo o placer que se obtiene a través de éta, refuerza a su ver fa imaginacién, introduciéndola posiblemente en el guién sexual", Por su parte, en su. Sexopatologia general, VASiLcHENKo seifala que ef fantaseo asociado a la masturbacién “caracteriza si- tuaciones que se aproximan al Sptimo indi vidual para obtener sensaciones. sexuales més brillantes”®; (pag. 409). De acuerdo con studios revisados por McConacuy, alrede- dor del 83% de muchachos y 90% de las muchachas que se masturbaban tenfan al- gunas 0 muchas veces fantasias sexuales al mismo tiempo. Asi pues, es plausible Ia afirmacién de Scuwarrz” al sefialar que “la mayorfa de hombres y mujeres tienen fantasias de alguna actividad psicosexual mientras se masturban. Las fantasfas no infrecuentemente involucran ‘@ parejas y actividades sexuales que los individuos no han experimentado y_ que inclusive evitarfan en Ia vida real” (pg. 240) Pero no sélo en la masturbacién. Las fantasias sexuales pueden, por supuesto, ser empleadas también para aumentar la viven- 252 RLEON yJ.L.PUGA V. cia sexual durante la relaciGn sexual misma. Cuando esto sucede, afirman Doremann & Hisscn'", estan referidas a parejas sexuales previas, a pricticas orogenitales y a ta idea de ser sexualmente irresistible. Carkosies’ afirma, por su parte, que “la ineapacidad para fantasear sobre imigenes sexuales ex- citantes suele acompatiar a ciertas distun- ciones sexuales tanto en la mujer (carenci de orgasmo) como en el hombre ¢impoten- cia)" (pag. $26). Alejado del dominio de la terapia sexual. Hans J. Eysencx, el reconocido in- vestigador del Instinte of Psychiarry de ta Universidad de Londres, en e] marco del de- sarrollo y verificacién de su teria de a personalidad, también ingres6 al estudio de las relaciones entre la sexualidad y Tas dimensiones de personalidad que él propune En sus investigaciones Eysexck ha establecido diferencias en las conductas, en las actitudes y en las fantasfas sexuales vineuladas a las dimensiones de estabilidad -inestabilidad y extroversién- introversicn, planteando que los extrovertidos se caracte- rian por una frecuencia mayor ¢ inicio mas temprano de la actividad sexual en contraste con lo que ceume con Tos introvertidos (e.9.""*""), Bn lo concerniente a fas fantasfas sexuales eneontrd que los hombres reportaban mais famtasias sexua- les que las mujeres. No son todavia muchas las investiga ciones averea de ta sexualidad en el Pert si bien en Jos dlkimos afos frente a la pro- blematica del SIDA los trabajos sobre el particular van en aumento, como resultado de la intensa necesidad de informaeisn sobre las actitudes y conductas sexuales que cconstituyya una base sdlida para la toma de decisiones""”, Los estudios existentes: sin embargo se han concentrado de manera especial en aetitudes y conductas, sin tomar en cuenta mayormente el plano de las fantasfas, Dado que otro hallazgo de EYSENCK ha sido el de que las personas tienden por fo general a actualizar sus fantasias en su conducta sexual’, la averiguacidn de ellas es un tema de interés. Existen numerosos problemas cuando se trata de averiguar la conducta sexual de las personas (véase por ejemplo), y esas dificultades son atin mayores cuando fo que se busca es obtener una visién (aunque sea parcial) del plano desiderativo. A pesar de esto, hemos crefdo de interés Hevara cabo el trabajo de investigacidn cuyos resultados reportamoy seguidamente, pucs él ofrcce (con todas las reservas. que en el rea de la investigacién de Ia sexualidad se deben tener) informacién y estimulo para trabajos postetiores. Tres fueron los propdsitos de este estudio, De un ado, obtener informacién acerca de algunos aspectos de la conducta sexual de un grupo de estudiantes unive sitarios de Lima Metropolitana, continuan- do y actualizando la informacién reportada en un estudio previo" Por otra parte, el trabajo estaba encami- nado a conocer la frecuencia y contenido de las fantasfas sexuales de dicho grupo. a como también a determinar si existfan diferencias entre un sexo y el otro. Y, por Lilimo, se quiso establecer las relaciones entre las Fantasias y las dimensiones de la personalidad propuestas por EYsrseK. MATERIAL Y METODO. 1100 estudiantes de una universidad privada de Lima Metropolitana (entre fos 16 y 4Oaios) respondieron de modo anénimo y colectivo al Inventario de Personalidad de Eysenck & Evsesck ya un breve laventario de Fantasias Sexuales publivado on The psychology of sex'’, traducido al castellano y adaptado por los autores det presente reporte (véase el Apéndice). CONDUCTAS Y FANTASIAS SEXUALES DE ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS 253 La hoja de informacién personal que se adjunt6 a los reactivos antes mencionados, incluia entre otras las siguientes pregunt: 1. {Ha tenido Usted relaciones sexuales? (si/no). 2. GA qué edad tuvo Usted su primera relacién sexual? {Con quién tiene Usted normalmente relaciones sexuales? (esposo/a; enamorado/a; amigo/a: fami- res [primos, etc.]; empleados/as de la casa; desconocidos, prostitutas). 4. (Con qué frecuencia tiene Usted rela- ciones sexuales aproximadamente? (dia- riamente; 3-4 veces por semana; 1-2 veces. por semana; 1-3 veces al mes; trimes- tral; etc.),

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