I have a dream, uno de los discursos ms clebres de Martin Luther

King, nos habla de la posibilidad de superar la discriminacin racial e

ir hacia un horizonte de libertad y justicia. Fue pronunciado en 1963
en Washington, capital de los Estados Unidos. Es precisamente ese
horizonte hacia el cual se dirige Selma, la pelcula que retrata la
marcha por los derechos civiles desde aquella localidad hacia
Montgomery, ambas ciudades en Alabama.
El sur de los Estados Unidos ha sido conocido histricamente por su
conservadurismo en diversos temas, pero sobresale el racismo.
Pelculas como Mississipi en llamas, de Alan Parker, o la reciente 12
aos de esclavitud de Steve McQueen, hacen diferentes radiografas
de esta regin marcada en su historia por las grandes plantaciones y
la mano de obra esclava, que por supuesto fue negra.
En Selma, vemos a un Luther King que se erige como el lder
carismtico por excelencia. Aquel que puede tomar decisiones
cruciales en cualquier momento sin ser cuestionado; aquel que opt
por la no violencia a diferencia de Malcom X, otro lder de la causa
negra en el pas del norte; aquel que era el destinado a guiar a su
pueblo a la justicia y la libertad definitiva, que en teora estaba
otorgada por las leyes pero que nunca se hizo efectiva. Interesante
espejo de nuestra realidad, donde hay suficientes derechos pero nada
de hechos; los primeros terminan convertidos en solo papel y una
catedra de constitucin en las escuelas. Aunque es ms interesante
ver como en el caso del movimiento por los derechos civiles en
Estados Unidos, la religin sirvi para reunir y cohesionar la poblacin
en contra de la segregacin racial; mientras que en Colombia, en
estos momentos, la religin est sirviendo para movilizar la gente a
favor de la segregacin por cuestiones de gnero: dos caras de una
misma moneda.
Pero volvamos a la realidad norteamericana. El horizonte en aquel
momento era claro, justicia y libertad; sin embargo, haba un paso
necesario para poder llegar a alcanzarlo: afirmar a los negros como
sujetos polticos mediante el ejercicio del derecho al voto. Han pasado
ms de cincuenta aos y hay un presidente negro en la Casa blanca;
ya el problema no es el voto, sino que estn muriendo jvenes negros
a manos de la polica blanca en la nacin del norte. Aquel sentimiento
de odio que fue combatido por Martin Luther King en los 60s nunca se
ha ido y hoy amenaza con ganar en la carrera para llegar a la casa
blanca.