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DOMINGO XXXIII

Estamos viviendo el penltimo domingo del ao litrgico que


nos invita a mirar las cosas de arriba Y entonces vern al Hijo del Hombre,
viniendo en las nubes con gran poder y gloria. Nuestro destino que es
contemplar a Dios, La bienaventuranza eterna. Que gran
esperanza! que alegra! que gozo! No tengis miedo deca San
Agustn, honrar el nombre (Poder) de Dios. Sed testigos de las
maravillas de Dios de su poder sobre tu pecado, su poder sobre tu
muerte. Glorificad, alabad y dad gracias a Dios por la gracia de vivir.
Seris perseguidos por mi nombre ( Poder ) porque vivs como
hombres libres que nada ni nadie puede someter Eso si que es
peligroso porque este mundo quiere que vivamos esclavos. Los
cristianos somos peligrosos porque no vivimos de ideales, ni
alindados (Templo bello) sino libres en la realidad (somos libres para
no huir de nuestra cruz) el poder de dar dar la Vida, viendo y viendo
la realidad con los ojos de la Fe.
Si sois perseguidos, insultados dad gracias porque el espritu de
nuestro Seor esta en vosotros, tenis Vida.
Y si estamos vivos no lo estamos solo en la liturgia de la eucarista,
sino que nuestra vida es una liturgia, una espera alegre incluso en
medio de las persecuciones. Y el trabajo es una manera de servir
(oracin de colecta) a los hermanos y de dar gloria a Dios.
Por eso hermanos fijaos que Vida! Una vida que nos mantiene en una
Santa Tensin que no es agitacin, angustia sino una espera de
nuestro Seor y Rey.

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