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La hermosa devocin de las tres

Avemaras
Santa Matilde de Hackeborn, monja alemana benedictina, quien naci en
1241 en una noble familia, pensando en su muerte, suplic con gran fervor
a la Madre de Dios que la asistiera en los ltimos instantes de su vida. Ella
escuch que Nuestra Seora le deca:

S que lo har; pero quiero que por tu parte me reces diariamente tres
Avemaras. La primera, pidiendo que as como Dios Padre me encumbr a
un trono de gloria sin igual, hacindome la ms poderosa en el cielo y en la
tierra, as tambin yo te asista en la tierra para fortificarte y apartar de ti
toda potestad enemiga. Por la segunda Avemara me pedirs que as como
el Hijo de Dios me llen de sabidura, en tal extremo que tengo ms
conocimiento de la Santsima Trinidad que todos los Santos, as te asista yo
en el trance de la muerte para llenar tu alma de las luces de la fe y de la
verdadera sabidura, para que no la oscurezcan las tinieblas del error e
ignorancia. Por la tercera, pedirs que as como el Espritu Santo me ha
llenado de las dulzuras de su amor, y me ha hecho tan amable que despus
de Dios soy la ms dulce y misericordiosa, as yo te asista en la muerte
llenando tu alma de tal suavidad de amor divino, que toda pena y amargura
de muerte se cambie para ti en delicias.

Al instante escuch una voz que le dijo: Despus del Poder del Padre, la
Sabidura del Hijo y la Ternura Misericordiosa del Espritu Santo, nada se
compara al Poder, Sabidura y Ternura Misericordiosa de Mara.

A Santa Matilde la Virgen le prometi que quien rece diariamente las tres
Ave Maras, recibir su auxilio durante la vida y una especial asistencia al
momento de su muerte, presentndose la Virgen con un brillo y una belleza
tal que con slo verla recibir consuelo y las alegras del cielo

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