Está en la página 1de 32
ee ———————————— Caetano, Gerardo, Rilla, José. Cap.3. L era militar. P. 79-110, En‘El Uruguay de le dictadura (1973-1985). Montevideo : Ediciones de la Banda Ori 255 p. tal SRL 2004. La era militar* Gerardo Caetano - José Rilla Bl trabajo que presentamos procura simetizar una interpretaci6n’del largo y complejo proceso dictato- rial que vivid la sociedad uruguaya entee 1973 v1 BaMDS canter de divagacion mative de esta co- leceién se ha buscado ofrecer una estructura simple, con una primera parte que hace hincapié en los suce~ 508 histéricos y una segunda que aporta pists y ele~ mentos de carééter-predominantemente analitico © interpretativo. ‘Asimismo, se ha buscado clarificar la expost ci6n mediante la utilizacién de un criterio de perio- dificacién que pudiera funcionar a la vez como eje trientador de todo el trabajo. Es asi que hemos se- ‘guido la disefiada por el politéiogo uruguayo Luis E, Gonzilez, la que en su parte medular plantea que los doce afos del régimen autoritario uruguayo recon0- ccerfan tres etapas claramente distinguibles: | ~ 1) lac rs Y 193 y 197 yuna se dicho autor denomina del 3) _y 1a wiltis Stransicidn de- mocrdiea" que concluye formalmente —mingue no SPRRIERG aspectos sustantivos~ con la asunciGn de Ins autordades legitimas en 1985 TE registro de estas tres etapas sucesivas perm te a nuestro juicio una aproximacién valedera a lo aque consttuy6 ia rama y el tinerrio fundamentales Et regimen militar, al tiermpo que hace referencia 2 Ia evolucién en las respuestes de la sociedad civil ant os desaos propios de os cambios de context. iiisu vez, cada una de esas tes etapas se identifica ‘con “momentos” y “proyectos” especialmente signi- ficativos del perfodo dela dictadur Dorante el primer perfodo, el dea llamada “dic- tadura comisarial", lo politcaente distintiva po- dia Simtetzarse, en esa perspectiva, como la caren tia de un proyecto politico propio del égimen, in matiiesta de" 258 en orden", para reconatrir luego una vida politica ‘tsaneada®, mis 0 menos democratic. En 1976 se opera un cambio cualitativo del ré- men autortario inaugurado en 1973, abriéndose la pt del “ensayo fundacional”, en In que se busca eee ie past tstr nuevo ordopotice Seenfatnn (que emer caso UTUgIAye (@ Oferencia de lo ocurrido tn olfos pafses ltinoamericancs) la dictadura nunca habla legado a configurar un verdadero “proyecto, ena 7 En esa inisma direcein, el proyecto de reforms cconstitucional-plebiscitado en_ 1980 habria configu: rado el modelo final del“ ica Teégimen, Su rechazo, al tiempo de cerrar definiti- ‘YarRente el “ensayo fundacional”, abris el campo & Ja "iransicién" hacia la democracia ‘Lo ‘comiserial, "fundacional” y “transicional”, ademas de referir -como veremes~ a los énfsis de ada una de esas elapas sefaladas, fueron tendencies {que de algin modo siempre coexistiron dent el ‘égimen, La dictadura en este sentido osil6 con fre~ cuencia entre lo fo y lo innovador, entre-fa ‘yetta a “lo ve de “lo nuevo", tn un juego pendular que muchas veces sustentd mmarchas y contramarchas en diversos niveles de la politica gubemamental. En esa perspectiva interpre- fativa es que se inseriben fondamentalmente las pi- ginas que sigoen. Hts text resume la primera vers de un trabajo esrito en 1987, en el marco de une investignién reatizada pos los autores en el CLAEH y publicads exe ao por Ediciones de In Bi anda Oriental con el ale Bréve Historia de lq Dictadura. Fue sine por EBO-Grupo lito, con ajstes y ampliaciones en 1998, ys¢ lo ha reyisedo nuevamente para su publiacion on tte libro en el ao 2002. oe FOTOCOPIADORA MW CEHCE Durante los dlkimos afios desde la restauracién democrética, Ia historiografia, el andlisis politico y socioeconémico (asi como también otras miradas aportadas por a literatura testimonial ¢ incluso de fiecién), han avanzado en el conocimiento del pe- sfodo. Sin embargo, mds allf del valor empirico & interpretativo de estos aportes es mucho lo que resta por investigar acerca de 1a dictadura militar en el Uruguay. COS HECHOSRET™: El “orden” autoritario (1973 - 1976) La catda de las instituciones . Hacia comienzos de los afios 70, para muchos actores podfa resultar pronosticable la perspectiva dictatorial en el sistema politico uruguayo. En efec- {o, la trilogia de crisis econémica, social y politica se cconcreté como corolario de un extenso periodo de deterioro en las condiciones generales del pats. Du- ante 1973 las seiias golpistas resultaban inequivo- cas si se advertfa él desembozado protagonismo mi- litar, la debilidad parlamentaria, el juego de empates Y vetos recfprocos en et sistema politico, y Ia agudi- zacién de la conflictividad social enfrentada a nue- vas précticas represivas del gobierno. Luego de Ja embestida de febrero de 1973, y en ‘medio del desprestigio presidencial que se combina- ‘ba con diversas interpretacione’s de la inielativa cas- trense, result6 muy dificil concretar una respuesta civil firmemente opositora. Sila defecci6n del presi- eats Bordaberry results desi mucho misloTe ld perplejidad y hasta el entusiasmo de algunas fuer- ‘aa POUICAT y sociales, partidos y sindicatos, entre i204 chreular (no sin Twertes debates TntEmos), la consigna del “apoyo critica". ~prtaiont, le deeshTzactorde Tos mando ic litares remared la autonomfa de las Fuerzas Arma- ddas, que culminaron presionando por desafueros como los de Enrique Erro y Amilear Vasconcellos— y procesando unilateralmente a militares constitueio- nalistas. A pesar de que el gobierno de Bordaberry renovaba sus frégiles apoyos politicos (confirmanda Ja presencia de las minarfas aacionalistas en el “Acuerdo Nacional”), todo el contexto conflufa en el desczecimieato institucional: algunas votaciones clave en el Parlamento (sobre suspensién de garan- Was individuales, desafuero del senador Erro, ete.) pusieron otra vez de manifiesto el empate politico que paralizaba cualquier decisign; se multiplicaban las denuncias sobre torturas, se decretaban clausuras y Secuestros de Grgenos de prensa nacionales y ar- ‘gentinos, se producfan atentados de grupos de extre- ma derecha en centros de ensefianza media, entre otras manifestaciones draméticas de la crisis. E115 de mayo de aquel afo, expresando cabal- mente el giro de los acontecimientos, el Gral. (t.) Mario Aguerrondo, de militancia nacionalista y gran predicamento en circulos golpistas; anunciaba su desvinculacién de la actividad partidaria en vied dg "la falta de organteacién para combatir la co- rrupeién e infiltracién'y en la insistencia de un libe- ralismo sin ninguna vigencie El golpe de Estado y la primera resistencia cio nfs palmars del enfrentamiento ent xl Poder agisativo y el Bjecutivo y el 27 de junio, el presi- dente Bordabery desreté la disolucién de ambas Cimaras y la creaciGn, en su luger, de un Consejo de Estado a integrarse oportunamente. Como dos caras de tan conflictiva coyuntura, das antes del golpe un grupo de empresarios e inversores extranjeros plan- teaba un programa minima a tos aos oficiales cas- tenses: “terminar con las huelgas, despoliticar @ los obreros y privatizar el sector pablico”; \gmnisma mafiana del 27, en cumplimiento de resoluciones SEE tomas por CNT. UAE ADSI RSOET OST aban us Tugares de wabajo (librcas, oficinas pi- Hiteas contas de Siueacin, ene Sisal dando ca nilenzo a Ia huelga general contra'la dictadura, a SEEN TET ROIEUe ENR COMETS la posiaién de os actores “duros” en pequicio de les SapUestas posbdades del "percamiana™” Gane es. patie de progrestimo mitar™origmazo en la expe- tiencia de Velasco en Peri). La-represién desatada evidenei6 claramente el curso de los hechos y-hasta algunos confusos espacios de negocincida (como el «qe reunid a ia CNT con el minstro Bolentini) fue- fon liquidados. Tres das después del golpe de Esta- dbo, el Poder Bjecutivo deeretaba la disolucisa de la central sindeal, la clausura yconfiscacin de sus bie- nes y valores y la psin de sus principales dirigen- lentamente desalojados; los detenidos, conducids at “eitagio Ciindro Municipal “age con algin avance reapecto 2 febrero, volviecon a la superficie as dffeuttades en la const tucién de un feentepottco anidictatocial. Los pari- dos wradiclonales.evideneiaron marcadas divergen- cias: mientras el pechequismo adheria a Rordabery, "Unidad y Reforma” (dirigida por Jorge Batlle) ma- 80 adhe » d rifestaba su oposici6n pero deslindando toda vincu- senrpagepshe.nant.te SG 2s? SERRE laci6n posible con el Frente Amplio. En el Partido facional, el apoyo de su derecha arg era notoriamente superado por el repudio explicitado por los mayoritarios movimientos Por la Patcia ZA (Wilson Ferreira Aldunate) y de Rocha (Carlos Julio. Pereyra), que cbnvergfan de ese modo con el Frente z ‘Amplio en explicitas acciones de resistencia, En ese mares nsrbiron as “Bases pare Lesaide deli banerestabTecimignto de ibertades ro ‘Hii isialocion de una asamblea consttnyemte y— zanvo‘dtata a elecciones nacionales. cellos primeros dias d&JONG'encontraron su inflexign decisiva en la multudinaria manifestacion (Gararneate reprimida y en la que fue devenido, ene Samal Gra Liber Seegni) y en el levantamiento, tra decisin mayortaria de Ia drecci6n, de In hu! gu general impulsada por 12 CNT. La huelga habia Gejado dos vicimas estudiantes: Ramén Peré y Walter Medias. Céustico titulo de Quijano al decreto del 27/6/73. La “normalizacin” del régimen SopesadasLescollo dela huelga yirasfustrados mentada el 28 de noviembre con Ia ilegalizacién-y intentovoficialistas por alentar un “nuevo sindicalis- disofucrOn de diversos partidos y movimuenios (Pac- no Tehovel dictadura emprendié una Fuerte ofer- ido Comuniste, Partido Socialist, Uni6n Popular FAT TET ET objetivo de desarticular las actuantes @° Movimiento 26 de Marzo, ctc.).La oposicion al ré- Wa Senressteacias Las disposiciones adopladas en men duranie aquelo MBS: sul6 un proceso Fimo supusieron la suspension sine die de Tis ClandesunizaciOn cxecieate [0 que no impidié Is de actividades delos p Fanidos policos medida coma polices, medida comple- tenciGn de muchos dirigentes en improvisadas cér- £19 de julio de 1973, a las cinco de la tarde, gente desbordé 18 de aie cantando ol Himno y ‘entonande consignas. Tormando una masa compacta. La dura ‘rapresién culminé con tanques en la calle All tugron detenidos e! Gaal, biber Seregri, presidente’del Frente ‘Amplio, y el CN {F] Omar Murdoch, que lo ara del Ee Me Walter Medina y arn Ped on vas da ropreson ols habe general do 1973 celes. Un cierto nivel de publicidad qued6 reservado 2 los opositores mis moderados, que Wegaron inclu- 80 a firmar un manifiesto piblico en “defensa del sistema democrético", de muy escasa repercusién, Un importante campo opositor a desactivar fue el vinculado al sistema educativo: Bl gobierno legs suprimir los recreos en algunas centros de estudio para evitardisturbios en Ia enseflanza media, clausurs los institutos de’ formacién docente e incrementé el fitmo de las destiwuciones de docentes v funciona. sos. Tal vez en espera de un resultado que le fuera Taras tolerd In realizacion de Ta leceTonss uiversitaries Tas qué, COMRRMaRAG eT CANTO CE tas teaencias opositoras-anbienaron Tadeo la “imtervenctn deeretada a fines de octubre. Tntervenciéa decretada a fines de octubre. ~graro del golpe culminaba “hormalmente” para el cégimen en-medip-de-anuntios sobre el “auevo raga” y so" proceso revolucionario” EL prone ME ECOMOTMEG GE Te tad, offealizado en tos cénelaves de San Miguel y Nirvana, no aportaba ‘mayores novedades y suponfa la acoptaciocr™as ple- . Desarrollo 1974-1977 E programa politico sy- peditaba las elecciones nacionales a “la seguridad” yaa construccion de una "nueva Docirina Politica Se ee Soaceoalh eneapeee on eon poe ou imagen: cenpat artes a thor dear et peloe ee iat de pone ene Boreabony Gombe Deco pede ba la Direccion Nacional de Refrionss Pibices (DINARP). Sus objetivos quedaban explicitos: para que “el proceso revolucionario: que orienta y con- duce el gobierno" fuera “conocido y comprendido or ta opinidn piiblica a efectos de propender, con ‘su consenso y adhesin al logro de objetivos nacio- rales”. La consolidacién dictatorial Durante 1974, a dictadura conficmé sus defini- ciones poitcas a wavés de importantes cambios ins- Gitucionales y jerquicos y de un incremento de la represin y del contol autoritari sobre la sociedad. {Al confuso relevo del més tarde asesinaco en Pars Cnet, Ramén Trabal, sigui6 la aprobaciéa de una nueva Ley Orginica Miltary Iadesignacién de Ale- jandro Végh Villeges como tinistro de Economia y Finanzas. By el plano repreivo se increment6 gran- demente cl atinero de press pOINGSS SESE ‘notariaiient Ts condiciones te recluign, se exten. Teer ECoSUTT wales y comena6 a implementarse Ta Tey pore que sgLGxigin-a las funcionarios pOblicos un ceiTicada. de fe democritica’ “Aunque Ta tniea del régimen era comisarial, no faltaron atisbos de una discusiGn “fundacional”, cen- trada ef el futuro del sistema politico y de los parti- dos. Volvieron al ruedo algunas viejas ideas (¢ inclu- so algunos antiguos exponentes) que habfan circula- do en otras épocas de la historia politica uruguaya, q =o a ‘Altemaron en la cuestién las Fuerzas Armadas (que rechazaban entonces el régimen del doble voto imulténeo y Te Tey de Temas), el Dr DeTavcneU, Pres dente del Consejo de Estado (que proponta un Par- lamento von integracién corporativa) y el Dr. Apaicic Méndez (que imaginaba una “democracia represen} tativa" con deveras restricciones al funcionamient partidario). Seré en la discusidn o el desarrollo df estas y otras dead gue el presidente Bordaberry gest rfa més adelante su proyecto politico autoritariq, antidemocrético y antiliberal ‘La oposicién dentro de los partidos radicionales, ‘entre tanto, en lx medida que pudo hacerlo, envié und extensa carta al presidente solicitando la “vigen- cia de la Constitucién y ta ley. La respuesta de Bor- daberry (con un aire amenazante y literalmente "dan- tesco") fle un claro indicio de las perspectivas: "Es- tartos en el tiempo de la Nacién y no en el de los partidos politicos. ..] Por eso todos los que invo- ‘can el plazo constitucional de hovienbre de 1976, sofiando con volver a la caza de votos, ..] que hoy pierdan toda esperanza” l “Affo de la orientalidad" de las definiciones ‘De todas formas, la inminencia del 76 “apura- bo’ las definiciones politica en medio de soterradas as enlte camacillas civico militares. Fue notori ‘Abril de 1985: Humorada de Jaque sobre las rigideces I dictadura. de sus dirigentes, Walter Pagés y Eduardo J. Corso, acusados de “alague a la fuerza moral de las FF.AA."), Puy fico militares, Fue notorja os comerciantes ¢ industriales nucleados en sus Ereste contexto la initiative de Bordaberry, la ex- respeclivas CEimaras se encargaron de brindar Sucnfé- pectac \jcbTrespaldo a la dictadura artidos politicos. El solo registro de las alocuciones ‘Las précticas represivas centraron entonces su presidenciales en los actos patrios de aquel 1975, permite advertir los perfiles de su propueste, que postulaba le “creacién de un nuevo Estado" para “en- {frentar un enemigo que no extstia cuando su crea: ‘cién: el marsismo Internacional” y que anunciaba, en “plena coincidencia” con el dictador chileno Pinochet, la imposibilidad de un “retroceso” a la “democracia formal y hueca” Las Fuerzas Armadas, porsu parte, evitaron pro- rnuniiarse sobre el fondo de la cuestién y prefirieron, fen cambio, el despliegue de un espicitu militarista, lanzado a partir de Ta repatracién de los restos del Coronel Lorenzo Latorre (dictador durante el sitio cuarto del siglo XIX), de la conmemoracién del 14 de abril como “el dia de los caldos en la lucha con tra la subversién” y de la realizacién de la XI Con- ferencia de Ejércitos Americanos. si (SF empresanioy rurates Megaroa a manifestar al- icin en el Partido Comunista, cuyos militentes y irigentes fueron duramente perseguidos, en medio de una virulenta campafia lanzada por la DINARP. ‘Aquel espiritu militarista, cuya penetracién en 1a sociedad resulta dificil de medir, fue complemen- tado por la euforia historicista que rodeé la celebra-~ cidn del Sesquicentenario de los hechos de 1825. Ast 11975 fue convertido en et “Afio de la Orientalidad’, se GeeretS Ta “omina oficial™ de Tos Treinta y Tres Offentales, se cre6 la condecoracion “Provecior de ‘ps Pueblos Libres Gal, José Artigas”. vse sSceT= Gia general al corone! Leonat lor de Tgs tempos de Ta independencia. La encrucijada de 1976 Muchos factores conflufan para hacer de 1976 vo afio crucial. La “veda” politica no ocu ic ‘eraun “aio electoral", Io que junto al avance del pro- ‘Jeato Dorsabernsta exigia definiciones sobre el fu- tuco: Puesta la “casa en oven”, la disyuntiva pare aaa 3 Zelmar Michelin! y Héctor Gutiémez Ruiz fueron asesinados en Buenos Aires en un operativo que incluyé a dos vanes typamaros, en un torpe intento de vincularos palticamente. Otros dirigentes que residian en fa capital ‘argentina debieron exiiarse rdpidamante en Europe, salvando sus vidas a duras pens. fa simple: apertura politica o fundaridn dewn “aue- vo orden’, Si a expectativa aperturista era desca‘ta- a, Tos hechos en cambio se encargaron de anunciar ambiciones fundacionales de largo pla20 por parte del gobierno. El recrudecimiento represivo fue prue~ ba contundente: los operatives en Argentine que cul- ‘minaron con el asesinato de Zelmar Michelini y Héctor Gutiérez Ruiz, el secuesto de nfo, el des- baratamiento de algunas resistencias apostadas en la vecina orlla la del Partido por la Victoria del Pue-~ blo, entre otros grupos, Ja desaparicién forzada de 25 personas y Id segunda detenci6a del Gral. Liber Seregni junto al desplazamiento de varias decenas de cagitanes del Bjército, eran todas accignes que evideneiaban una vocacién de permanencia en el poder. Ou de ns evidence de ate abla fun. dacional Fue Ta igeusi6n sobre el destino institucional del pais. Lo’ tres exteNSOs documentos elevados por ‘Boraaberry a la Junta de Oficiales Generales intro- ujeron discrepancias en el seno mismo del gobier- no, en la medida que las FAA, no se mostraban dispuestas & aceptar sus postuledos. Si el presidente explicitaba —incluso fuera del pafs~ sus ideas sobre “una nueva legitimidad", los militares comenzaban a dar muestras de autonomfa programética, de ma- yor “prudencia histérica” o'de mero pragmatism. Los puntos del litigio no eran menores en tanto Bordaberry propugnaba la sustitucién de los patti dos por “corrientes de opinidn publica espontdnea” y la reubicacién del rol de los militares en el nuevo ‘marco institucional. E1 ministro de Economia y Fi- rnatzas, ingeniero Végh Villegas, tercié en la polé- mica, admitiendo algunas coincidencias con Borda- berry pero alertando sobre el “vacio politica” que ‘ocuparian los “sectores marxistas" en caso de que 5€ climinaran los partidos tradicionales Finalmente, las desavenencias desembocaron ‘Emocién_presideacial y la ssuntOn Ine De. Demichelli de la primera magistratura. En el do- mento public porlis FEAA,, estas decla- raron su negativa a “compartir el compromiso, la responsabilidad histdrica de suprimir los Partidos Politicos Tradicionales”, al tiempo que anunciaron su oposici6n a la “inmediata promulgacign de una ae Consitucién con prncipios [..] que disenten pro- fundamente con nuestras més caras tradiclones de~ ‘mocrdticat Co BustjendOTsCUaRTE Wt PETC trdnstorio por Leyes Consttucionales”. El intento de ta “ (1976 -1980) iueva Repiiblica”” La fundacién del “nuevo orden’ 1976: afo electoral a pesar de todo; ao mitico para todos Ios uruguayos. La clave milta residia en Superarlo sin eleceiones, pero con un plan politico de mediatio plazo que diera Gempo para la funda- cidn del “nuevo orden”. EL Jez, un ‘elo polftco de larga militencia nacionalista, asu:, thi6 la presidencia de la Replica, Una serie de “ace te intone” separa caine pu que co0 sia Ta que habla sido negada sito Deraichel, a pesade proseripeién sobre el elenco poles inkabiltaciones deeretadas, mas allf de sus grada- ciones, estaban previstas para una vigensia.de-quie— ce afios, lo que sin duda mostraba las previsiones OR jograba, aemés, la Cras ‘porters sitrcargar con el costo politico de la supresién de los partidos como tales. Pocos dias més tarde, el comandante en jefe del Bjército, Gral, Julio C. Vadora, marcaba algin indi- cio del plan politico: mientras esegurabia Ia perma- rencia militar en el poder (“nunca cesaré un gobier- no cfvico militar”), anunciaba una “apertura paltt- ca” en cinco afios y elecciones nacionales con un ceandidato tinico en 1981, Estados Unidos, “piedra en el zapato" Donde més escollas encontré la fundacién det “nuevo orden” fue en las relaciones internacionales. El despliegue de denuncias de buena parte del exilio curuguayo, junto al énfasis que la Administéaci6n norteamericana comenzé a mostrar en la problemsti- cca de los derechos humanos, oblig6 al gobierno a salir al cruce con algunas definiciones. Pese a ciertas rmarchas y contramarchas, en setiembre de 1976 el Congreso de los Estados Unidos resolvi¢ finalmente Ja suspensi6n de la ayud militar al Uruguay, lo que £1 Dr, Alberto Demichell (i2q) cups la prasidencia por poco’ tiempo: su negativa a firmer la proscripeién de los partidos politicos dolermind su relevo por el bien dspuesta ‘Aparicio Ménder (18 de setiambre de 1976). . rmotiv6 la furibunda respuesta de las jerarquias del orgs Borad acus6 ala poten- uritanismo") y la aprobacién de un nuevo decreto constitucional, estableciendo Ia tutela del Estado a los derechos humanos y restticciones aos organismos de contol intertacionales. En noviembre de ese ao, el gebierno en pleno esperé Gon ansiedad el resultado de las elecciones norteamericanas, las que darian el tiunfo a James Carer, Su disposicién a continuar con la “diploma- cia moral” no amedrenté al gobierno uruguayo, La versiGn oficial rezaba tajantemente: “El Uruguay no tortura, no veja, no malirata ni al mas abyecto de tos criminales” a y del Poder Judicial (de allf en més, la inidad dee roberenter-se raed con la te del Poder EjecutivarIsTusicia “denpalieada” «ip estaria “en la-efapide” del Estado), la profandl= acion de Ta represi6n, eV anunelo del plan politico de las FRAA. y una nueva inflexién en las relac nes con el gobierno norteamericano, ‘A fines de mayo, el presidente Méndez sorpren- fa ala poblaciéa en un intento de fundamentar una La “dplomacia morai" de Carter na logré quia 82 olvida- se la implicancia norteamericana en la génesis de las dictaduras dal continente, nuova legitimidad police, ea tanto au juici, et suyo era “un gobierno impuesto y aceptado pacifi- amen”. “Las ittinas encwese de Calley -al- tbe mustrn gue un 3% dela poblaidn es apo: Iticay consider 37% restante Come commit Sedciosr ypoticas que han pero sus cargo Eire tant, 219 de agosto, el gobiemo en plen di valgaba su plan que ila la "depuractn” de os patios tratlionales la plbislacin de una nue va Carta Magna que incuyer los deereos consi lonales y ls convocatra a cleciones naclonaes on un eanddate Unico, de acuerdo ene ambos pa Toe ce ascents 011" Gemgontn habia ado anos a taaeso'yperiodsta de Mareha Talo Casuo) erg también gfsticade al grado de coninuar short pot rade un nuvS GeareCrCoMSMMMCIona canal “ta naan dela Admanisiactn Publica" STEP ren sited” io bls converido en una de as ss Tani oa TE WORN ce, tat l gabe pretest pois “palliaion” yin discrmneciones econgmicas de os organist is temacionls, el enviado del Departamento de Ess do, Tereage Todmen, reunfa en le embajada nofteamericana a algunas figuras polfdeas de Iimportancia omo Cerlos Jullo Pescyra, Omar Mardéch, Agustin Coput, Alejandro Végh Villeges, Dardo Ora, Mario Heber Juan‘A. Singer ‘Al ai siguiente, les presions aumentroay obismo so vio bligedo« end ucslas en vais trgenismos intenecionles. Carlos iambrano lo tizo en laconferenca dela OBA en La Pay eu. 16 instando alos asstnts a "ocnpare des anu tos", aire los excasondefensoés verteulos de Ia poitura del gobiemo en la oportunidad, ae enconré In Revista Bsquede, quien por bea de uno de sus Columalstas‘logiéfeevrosamente lactacin de Giambi en trinos -inluro per enonces~ poco gualet oa tbe civics "er clerio que la dere chs humanos quedaron en suspenso, pero se justifi- ca por-los valores que estaban en riesgo"; "no es ‘momento de juicias bizantinas", “ nos arafiaron para salvarnos, poco importa"; “las batallas han sido bbatallas, las guerras han sido sangrientas y el man- do ha.servido para mandar, aunque duelal..)” ‘Sélo la derrota electoral del presidente Carter permiticfa algiin “suspiro de alivio” -segin la opi- niGa de jerarcas militares. Pero debe tenerse en cuenta ‘que si bien 1a presién internacional se hacfa visible, la inicfativa politica en todos Tos planos seguta en ‘qiinos de las FEA. aan ‘equierda ‘Aparicio Méndez con 2! tntonces dictador argentino, Unar“prudente apertura” cen biased del ciudadano Entre 1978 y noviembre de 1980, el gobiemo se mosieé decidido a legitimar su actuacién mediante la “convos "proceso wonvecatoria de Ta ciudadania a las urn A cle re astvidad potica dela civilidad con- tinuaba prohibida (restringida, alo sumo, a reurio- nes de escala familiar o a algin tipo de acciones de corte clandestino), las FF.AA. aprovechaban todo . acto piblico pare expiftar y fundamentar ta Gont- naa de ou taeda sobre el sistema poles TENDS TE THVT, AT TIE, OFal. Gregorio Aivarez pasaba a retro eglamentario y tras intensas ‘2a hoes de deliberecin, era designado en la coman- dancia el Gra. Luis V. Queirolo, quien despidis a su antecesor con elogios asu ratz "febrerista”. Alvarez, por su parte, para quien “el pzncesa” exauna “dts disra yno tiranéa” (segiin la distinci6n latina), se des- eats confiemando au brmaando seguridad al desarrollo y tutelando et brensvar octal desde su sitial que han conguista- Seema seerfite aut bai ina con coffee dispuesta-o-abandanas I prudente apertura” ~segin expresi6n del Geral, Roirinder~suponta la depuraci6n y reactivay cién de los partidos histrieos 0 tradicional. En dicho contexto, la Corte Electoral elabor6 un ante- proyecto de ley de estatuto de Tos partidos que in- lu a eliminacién del doble voto simulténeo, inati- {uto tradicional del sistema uruguayo que habia me= recido discusiones ¢ impugnaciones-antes del golpe de Estado y los merecerfa ~dfgase de paso- luego de la restauracién democrétics. Durante las deliberaciones de la cdpula militar sobre la materia constitucional, las jerarquiascasten- Ses desestimaron algunas “sugerencias” de civiles Jorge Fatal Vie Deracha: ‘Gral. Luis V. Qusiroio: "a los vencedores no se les pone condiciones". adeptos, como las del Dr. Alberto Gallinal, sobre 1a inconveniencia de las proscripciones politicas. Se tescamoteaban de esa forma un relativo apoyo civil {que bien pudo ser de entidad para la instancia plebis- citaria, prefiriendo, en cambio, convencidos de la vie bilidad politica de su proyecto, sostener que “en la democracia caben las proscripciones”, segiin afi maba por aquellos dfas el Brig, Gral. Rati Bendahan, Hacia el plebiscivo ‘Tras la extonsa deliberacién que ocup6 los dlti- mos meses del afio 79, el gobierno comenzé 1 dar ‘cumplimiento 2 los pasos previstos en el acto institu cional N° 2: en acuerdo con el f ecutive fofmul6 “Tes pautas" con arreglo alas cuz- [eat Consojode Fiat prepara un texto qUe Te go Girfa aprobado por el Consejo de Ta Naci6n vel ‘erin ean “ieorporizados en Asamblea Cons- En el foterin, el gobiemo se “alland” a iniciar ‘un “didfogo” con algunas figuras politicas de_los patties Wadicionales y de Ia Unidn Radical Cristia- ina (eseatada de apufo para adornar un supuesto plu- ralismo). Lejos de hallar aquiescencia, el Gral Raiménde2, presidente de la COMASPO, se encon- tr6 otra vez con algunas observaciones que las FF.AA, interpretaron como condicionamientos. De esta for- ‘ma, el “primer didlogo” habfa fracasado sin haber Tegado a un nivel razonable de exigencia entre las partes y la fugaz aparici6n de alguna figura piblica ‘que se opuso a las pautas, desencadené una nueva avalancha de discursos contra ta “clase politica”. El Tee. Gral. Queiralo fue el mas célebremente tajante: “A los vencedores no se les ponen condiciones”, dijo entonces. Porsu parte, CX 14, radio “El Espectador”, “opi 16" por aquellos’ dias, dando muestras de un 87 a oficialism que serfa norme en los més importantes medios de eomunicacién durante la campafa plebis- citaria: “Pensamos como el Tre. Gral. Queirolo ~ decfa la nota editorial~: las vencedores son el pue- blo, las Fuerzas Armadas, que cumplieron la liber- tad del pats, ;Gracias por el triunfo! Gracias por el esfuerzo!” 'A pesar de algunos eabildeos entre el enviado del presidente Carter, Samuel Eston, y dirigentes po- Iticos y militares, cl Consejo de la Nacién aprabé Sinalmenns ol prove coresticonat con ales mies de TORT Fabra un candidato nico avala- io por Tas FRA; ratificaban todos los decretos CONSTRNCTONATES Cincluidos Tos que Weran a aictarse hasertmarzo te T9827; ¢ esablecia Ta actuaciOn pre- Teeptiva Ter COSENA, en materia de "segurtetrtrt- =a El proyecto militar Conviene repasr sumariamente los sapectos spi relevantes, 8 : ‘iiucional del 80. En- materia saran- ucional det 0, Bn materia de-derachor y-earan. fas, se climinaba la prohibicién de allanamientos PGS, se incrementaba el lapso disponible por Tue son evi ne Sh od dete dealers del Bjecutivo, ¢ fa aprobucidn-parlamentaria poe esd a crab ae fonts ee REINS conO EY COTES EVES ¢fercicto; se suprimfa Ta inamoviidad de Tos funeio- TEIOS publicos, Ea lo referente a Ta organizacién institucional, las FAA. asumfan competencia di- reetaren materia de “seguride Pose ingeitucionalizaba por ello el COSENA y se crea~ ba un Tribunal de Control Politico para desinvestir 0 estituir hasta autoridades partidarias, En cuanto 2 la soberania y a los partidos, se eliminaba el dobie ‘datos Gnicos, se alteraha la reptesentacisn propor, onal intra confiriendo In mayan absolut partido gana namient I Hfarmacion de partidos poltcos. EL Sty el NO, tina nueva linea divisoria A comienzos de noviembre, l radio y la televi- si6n comencaron a difundir publicidad en favor del Si a tavés de misicas pegadizas, caras alegres del “nuevo Uruguay" y apelaciones al riesgo latente de la “subversion y el comunismo internacional”. pesar de las resricciones @ la oposicién; el pals, y sobre todo Montevideo, parecieron politizarse ace- leradamente en I fos al plebiscito. eradamente en los veinte dias previos al plebiscito. ‘a Tamilie calle yeltabelo vlefanaset-Lugaz y sigilosamente,el escenario de lo politico. “Gor promurcaraerios perTdaros aporaron una cuota importante en la definici6n del pleito: dentro del campo colorado, Unidad y Reforma, la “315”, el sector de Manuel Flores Morey los disidentes del reeleccionismo, como Raumar Jude y Victor Cortazzo, e defiieron claramente en contra del pro- yecto constitucional. Lo mismo hicieron en el inacionalismo los Movienientos de Rocha y Por Ia a is pas Racal Dem ‘La Semana’, cotrecida por los canilitas como “a Marchita de los ‘sdbados", no logré ‘cubri finaimente fasas expeciativas. Seria "Opinar’, en ofinitva, el sera nario que marco el renacimiento del periodismo escrito opesitor, were La Gonstitucién ‘axia complaia deta Constuelén i r L Propussia por Tos iltares:conté con ef respaldé de Pacheco y Galina Bale, Tarigo, ef Movimiento de Rocha, Porla Pattia y muchos otros, on la vereda de enlrente, Nicols Storace Arrosa (Gerecha) presiié la Cone Electoral de fa pace, la que no generd dudas de traude. 5a 1: Pauia asf como Ios sectores herretitas de Jorge Silveira Zavala y Luis A, Lacale ESL, por supa, ont con ia adhesion ~deade Washington de Jorge Pacheco Areco, de alginos grupos herersas y de fectresorontados por Alberto Galina. La Unisn Radical Castana dejo a sus adherentes en libertad, fungue sus prncpales drigentes miltaron a favor HINO. En medio dela proserpein, el exo y 18 prisi, ln iguirdn toda ee defini por el NO yal- anor de sus niltanesoftecieron chal en eto sociales y puroulies ; Muchos digents pollicos de los partidos uae diciates Jorge Dale enre vo recoreon ol Sava Seapets contra la nueva Constidn 7 Te cron remaver Ya ; Hncnir muy vives El Dr Enrique Targo, colors Bae eeaaton Vesconcelista, pero de mis notoda feuicign univeitata como docentey editor, s@ transformarisen uno de los simbolos mds convin- centes de i campata por el NO. Ante la idetni cidn de “EI Die” (lo que no obst6 a un tardio pronun- Siamiento del Di Julio M, Sanguine con el pro yecto), Tarigo fundé el semanario “Opinar” (1980), Joctcon ular posture oposiora arcu muchas disiencis y mare el rineto del peiodiamoescr- to oposior. "nos as ‘antes de la consuls, el gobierno se mostré preocupado y jugé sus tiltimas cartas en un terreno que seguramente desconocfa. Tras denunciar prensa cI tex! on Se ca80_con zecuadeos que pretendian replicar a artidario es Tia pared La nueva Constinicion ~de- “cia= es uta apuesta en favor de los partidos polti- “No se concentra el poder del Estado"; “Et Cosena no suplanta al Poder Politico”; "El Tribunal cde Control Politico no tiene facultades para Juzgar ..” Pero las consignas de ditima hora no Hegaron 2 siempo. EID de noviembre hasta el da y el mes Jog-unuguayos concurta ica y silen- closamente a votar,en medio de escepticismos, sos. pecan de dana ye Teande, Sufago més de un 85% de os habiltados, haciendo ex conta dl po, yeEIO RS. B24 ciudadais (57 9%), y aTAVO 643.858 (4a), La relacién de 3 42 en contta del proyecto Giorno, F bien Mo suponia numécicamente un Gesequilibrio aplasante, cobraba sin embargo una fenomme trascendencia politica, que sorrendi6 tao al gobiemo como a sus opositors. a scat transconal ) (980 -1985) Elnuevo plan militar ig mediacion partidaria ‘La misma noche del plebscito, en medig dees tej que no paderon sec mas que friars, el Mi misc del Tneioranunciaba por cadena de rio y. ‘TV lasuspensi de toda la atvided poltien Ene diciembre de 1940 y Julio del afosiguente, el go- expo prosesd un importante eajsteingero y cle 39 6 bord, tras el percance plebiscitaro, un nuevo plan politic. Preparado por una también nueva Junta de Ofi- ciales Generales, reconocfa de manera implicita al- uhgs de las razones del fracaso: proponia un proce- so ue otra vez apuntaba al logro de cierto consenso de la sociedad civil, proven este caso, buscando 1a rmediacién paridaria, En sintesis, el gobierno militar hhabia procurado en 1980 cl apoyo ciudadano sin los partidos y contra ellos; ahora lo buscaria a través dé ellos y obviamente no de todos. “EL Tde julio de 1981, el gobierno convocs sorpresivamente @ algunos dirigentes del partido Colorado, e1 Pastido Nacional y 1a Unién Radical Cristiana. Las "Bases para el Didlogo” incluian 1a (revision una wansftGn de tres alos en el curso jos cual de Bstado hi is aprobaci6a de un estatuto de los partidos, se refor- 2 cleceiones nacionales. ‘Pero aun 1a oposiciGa-permitida se mostré e3- Guiva y rechaz6 su inegraciGn t gobleme, que de- re sitonecs en su bisauada, Ast. por ejemplo, Bag Gal Jorge Borad y el Gral Atdén Raimindez Ievaron adelante una serie de inesperadas conversa- ciones con el proscripto lider del Movimiento Na- cional de Rocha, Carlos Julio Pereyra. : Si bien el Partido Nacional mostraba divergen- cias internas (a0 menos de ocho grupos reclamaron su calidad de interlocutores vélidos ante los milita- res) su mayorfa expresada en el semanario La De- ‘mocracia tendia a nuclearse a partir del reconoci- tmiento del liderazgo de Wilson Ferreira Aldunate Exilindo en Londres, Ferreira viaj6 a Rio de Janeiro cen setiembre de 1981 y reunid un “enclave” nacio- nelista al que asistieron los miembros del Teiunvire~ {o Cartos Julio Pereyra, Dardo Ortiz y Jorge Silveira Zavala, ademis de algunos lideres de su sector como ‘Alembert Vaz, Juan Pivel Devoto, Femando Oli, ‘Alberto Zumarén y cuatro dirigentes de la juventod. Enel Partido Colorado, la sinuaci6n pareefa algo ifs simple: mienteas Pacheco Areco prometfa st Yoolta al pais, Walter Santos, Ulysses Pereira Reverbel y Eugenio Capeche (de su sector) y Enri- que Tarigo, José Luis Batlle y Méximo Gurméndez (Como representantes del batlismo opositor) eran de- signados para las conversaciones con, los militares rossi, pte vreanide enue eins sesidentes, la izquierda no figuraba-en los planes. Tilitares; no obstante, 1a intemngante de qué hacer con ella comenzé a plantearse con creciente frecuen- eeeeEeEe—e—EE EL NUEVO CONSZIO ‘run delonado pasado anes ‘humo Cons de stad, ue {naa on oe pei saclay de 32 Mino, mb ‘ado am ot gant spare Notas Sate paris ot Bante apache SR. ALBERTO AGUIAR, (young Srna OF HUGS SOIGNGARAIR oer suan SShrander)s PROF. FERNANOS REEONEAD (or Foto Mion: fie BEARARGO BARMAN, “oaNle es: » | flat rata: eedeanie TT BRA TAM) ry AAO bene SAAN I Armanda art Suit" nOnbehro “Ben | Sin! isto. Sea eNEC. ay Aeron eucesr, SHES (Oe ica Rely 25 PEBRG Ws Censosibedy (or ‘irda Cate dl Ria); ROOD: i Rute Andre, OR, EDUARGS ESYE-| Yared rasa On| SRudana “Erchlevenniro, (ra, Romina Bocca {Santo Gatiro sanaics, (or eaten Moras) E30: MA‘ (Wet v. “GASTeKUMEND) (Prat, biardo , Gaeorn Sre'reoenico Gancia ca DR. CARLOS A. GELP| (May: fh ea Oe Siti (a eo Beare this, "edUnROO "PRAGER|, RUBEN ‘tt (Gezapledn Reput Sian? for Jost 90 jonsejo de Eslado que acompalié @ Gregorio warez durante su_mandato (reouadeo p: ‘nterie). En las folos, de izquierda a derect ‘Alvarez y su primer gabinete ministerial: Valentin ‘Arismendl (Economia), Julio C. Espinola (Justice), ral. Yamandd Trinidad (Interior), Francisco Tourrelles {un sobroviviente, Industria y Energla), E. Valdés (Otero (Felaciones Exterirés), Carlos Mattos Mogiia. (Agricultura y Pesca), Carlos Maeso (Trabajo), Luis A Givogre (Salud Pubes), Raquel Lombardo de De Bptolaza (Educacién y Cultura), Justo M. Alonso (Defensa Nacional) y E. Sampson (Transports y Obras Publicas) cia y preocupacién en algunos dmbitos politicos l= allzados por el «égimen Desandando el camino ‘A comienzos de julio, el Ministro det Interior comenzé a citar a su despacho a politicos proscrip- tos de los partidos tradicionales. Alo largo de dioz dias se establecieron los aleances del nuevo rambo y €l dia 26 ol gobiemo publics las primeras despros- Gripciones de la nueva era que incufan a més de un tcentenar de poltcos. Asimismo, se remarcaba un ti: teto gradual, en tanto = mantenia la ponhibicn ~en Jos hechos poco efectiva- sobre Iideres de primera U- seacomo Carlos J. Perey, Dardo Oniz, Pedro Zabalza, ‘Oscar Lépez Balestra, Jorge Batlle, Amflear Vascon- cellos, Raumar Jude y Carlos Cit. De, todas fr thas no resullaba poca cosa si se-calira lo que la ac- Gin partidaria avana6 desde entonces en explictacidn ¥ con ello en inieiativa politic. ‘Confiemada la transici6n de wes aios y Iuego de,una tensa deliberacién, la Junta de Oficiales Ge- netales designaba para ello al Te. Gral (R) Grego- tio Alvarez como presidente de ls Repsblica Las tensiones expresadas en Ia eleccién de Alvarez incidieron en la ulterior conformaci6n de la COMASPO, la que dej6 de contar entre sus miem- bros al Brig, Borad y mis tarde al Gral, Raimtindez. (sindicados desde tiempo atrés como los principales impulsores de la fraccién “aperturista"). Sobre fina- les-del afo, a pesar de algiin empuje represivo cen- (pen ls pain oo parla SNARES 2 GE 82 fuera el ano de Ins elecciones intemnas de los “partidos politicos habiitados" pbartos pein eae re La discusién del estatuto partidario se vio signada por una nueva marginacién de Ia izquierda, la auto- ‘marginaci6n de Ia mayorfa nacionalista ~que'logré no Obstante sentar su posicién~ y el acuerdo del Partido Colorado en su totalidad, Para los militares el acuercio ‘esultaba insuficiente en la medida que un solo “socio” hharia pqgo confiable la salida. Pero los partidos habil tados oBtenian algiin respiro al comprobar que las FRAA. parecian abandonar sus enconos iniciales con- tra el régirrien del doble voto simulténeo. Cuando la sociedad se despierta 1982 fue un aflo decisivo si se advierte que en ‘ranscurso Fue Tegalizada buena parte de la oposicién tow tque VOMS 1St.e01las umnas),se con- firmaron y alistaron nuevas oposiciones sociales y ca- ‘ea6 a desencadentrse, sobre rales de ofo.ladeba- cle econdmica y financiers. f Elesfuerzo de ladictadura por ambientar ina “nue- va sociedad" habia fracasado y el régimen perdia eré- dito entre tas diversas fracciones de los sectores domi ‘antes. Salvo I alta finan2a, an alenada por la espe- culaciéa, los demas grupos delas clases altas—industria- les, comerciantes y sobre todo rurales~ fueron restan- do su apoyo de manera cada vez més explicita, Pero también las disidencias se reforzaban y or- ganizaban “desde abajo": algunos sindicatos mostra. En (a “nueva ea" sa mantuvieron las proscrisciones sobre Carlos J. ‘Pereyra, Dardo Ortiz, Pedro Zabalza, Jorge Batlle, Amilcar Vasconcellos, Raumar Jude, Cir: ‘os Ciglutt y Oscar Lépez Balesira (lo) quian transior ‘m6 su farmacia en un activo foco de resistencia. ron en aquel afio importantes signos de reactivacién, a pesar de que el-gobiemno denegé el permiso para celebrar el 1° de Mayo. Los estudiantes reinieiaron también su niicleamiento con los preparativos pura Ja fundaci6n, al aio siguiente, de la Asociacién So- cial y Cultural de Estudiantes de la Ensefianza Pabli- ca (ASCEEP). Iniciativa y revisionismo La politica de las Fuerzas Armades en este af electoral se vio confituada con la amenaza de cup. tura del colegialismo mila, coneretada a partie de In eleceiGn de Alvarez y de alguna lniiaiva de fon. dacién de un “partido del proceso”. La mayoria de los generals (deafectos 0 al menos reticentes ante ese tipo de proyectos) lograron sofocar ambos inten. tos y presevarde esta forma Ia inicativa hegeméni- cay orgica de ls FRAA. en cl sono del gobierno, Los contejeros de Estado que habfan vis. lumbrado la permarencia de sa “enero” através de un "parti del proceso" con prediarmento en fas casienses,viewon frstada su estraegia y ge epee Suraron a modifiar la apuesta: de los 35 miembros del Consejo de Estado, 11 de ellos manifestaron de pronto su deseo de postularse como candidatos en Tas cada vez més cereanaseleeciones internas de los partidos tediionales, Pero el respeto a las reglas cclegilistas supé- nia, como contprestaién de los mands militares, Japromessde algunas segidades paral futuro "aa. serlan acepta ta se del pobierna”™ fede 2 (B25115n del gobierno” l futuro seriede“sorrespon— Sar : Gea feats mittens Benes neler Medina qs ata ge ber i Ie denocetsaaan aoe costes aes Camparia etectoral Iniiada la movilizaciéa putida, el gobierno hino saber desu preocupecign por el curse tes ta mabe la campaia A nae escapabael hecho oe ase tmufan des r iésanes, per, en Uo inmedit, augue e Boba nena pespeculaba on Tastee go, ‘Tan tnmievo ctimen par Teer ee est Tt, Tos cares PONTO WME a a campata en tna polaided muy silat» ln del 80, definendo tu pei en funcion desu posture frente eo a Se LEA LAS PAG. BAYS PIENSO... NOSOY uncon Ni civico,Ni COLORADO. LUEGO,.. jNOEXISTO! Ta equierda buscé la manera de marcar su presencia electoral en el mapa politico del pais a ravés del volo en al autortarismo militar. Mfs allé de los resultados puramente electorales, la campafia aument6 en sus demandas por las lbertades, las Gesproscripcioncs, [os iS cofcas & Ts onde Gp scopemice #1 deteiore "yer Te reclamacién mas persisteate fue 1a de tg schibiniaeion Se ear oh de Ta taquierda, A Tos esfuerzos de 155 que-directamente implicados solicitaban por los canales posibles su desproseripeiGn, se sumaban di- versos intentos provenientes de los partidos habilit- dos, algunos de cuyos sectores démostraban mucho mayor interés ante el tema por temor ala “inBiltra- idn” de sus filas que por prineipios de pluralismo politico, Pero las FR.AA. se mantuvieron inflexibles tasuncgava En cuanto alos alincamientos para las elecciones, fue &1 pachequisimo el que evidencié mayor empuje inca, reforzado por la adhesin dela toalidad de los ‘cganos de prensa colorados (lo que Hev6 a a desvin- culacicn del grupo de “Unidad y Reforma’ del diario “BI Dia) A los pocos dias de iniciada la campatia de Ia lisia 15, se formaliz6 un acuerdo politico electoral de dicha fraceién con el sector conducido por el Dr. Enrique Tarigo, acuerdo que supoinia la presentacion de candidates comunes en sus respecivas lists y que blanco, La tapa de este nimero de “Opcién" Je costd a la revista su clausura definiiva. determiné el estallido de hondas divergencias dentro del tariguismo, Sus sectores juveniles nucleados en la Corriente Batllista Independiente, optaron por sepregarse: “el baillirmo dejé de ser renovador por culpa de Unidad y Reforma’, afirmaba entonces Ma- ‘uel Flores Silva, orientador de la CBI. En el Partido Nacional, el alineamiento fun- damental se produjo a partir de la confluencia (histéxi- 2, por cieita) de los Movimientos Por la Patria y Na- cional de Rocha, los que concurisfan a la eleccién con ‘une lista comin y en el marco de un discurso que ed ‘quirié crecientes tonos de radicalismo democritico. Tequierda bifureada "El panorama de la iaquierda, excluida del pleito elector no pareci tan unnime como en I instancia Gel 80. En ese mismo af se habia fundado en gle 1a “Convergencia Democrdtia”, agrupaciénintegrada ~por antes del Partido Nacional, det Partido Comu- isla y dl Partido Socialist, Su sola existencia deer- ‘pind que rauchos voto frenteamplistas Seaver Te iver ha Gia los sectores més oposivoresy presurubTemente ma oritarios del Partido Nacional Si bien esta opcidn re- Yous eT pa aniidlettoral Gel mismo, tambiéo IS increment6 las acusaciones de “infiliraci6n izquier- disca” provenientes de la derecha. Por otra parte, los sectores y grupos de ta iz- quierda que no participaban de la Convergencia, con el apoyo expreso del Gral, Liber Seregni que atin per~ maneefa en prisién, convocaron piblicemente “a ‘quienes no se sintieran expresados por los partidos habilitados”, a votar en blanco para expreses no solo “su espiritw democrético”, sino también su propia identidad expresamente negada por las reglas de jue- go. La efimera campafia lanzada por la revista “Op- cién” mereeié el cuestionamiento de algunos secto- es de la oposicién blanguicolorada y la clausura (y prisiGn de sus promotores) por parte del gobierno Nueva derrota, nueva victoria Ea resumen, las opcionss 4s seletanics Baek 1a cindadanta en as elesciones del 28 de noviembre, robo fovimienfos Por éCudl ho sale esta semana Cc fe Patriay Rocha, Libertad y Cambio, Uni6n Batlista Renan piace Mont, Coiente Batlista Indepen- tido en perjucto del pachequismo. En sintsis, aciu- 7 voto en blanco); las miaderadamente oposi- toras (Unidad y Reforma, Consejo Nacional Herre- SUry Union Civica) y las vinculadas y proclives Frcvatiamaa (ORTH Colorada y Batlista ~pachequis- reiorde Alberio Gallinal). TH 60,4%% de los hablitados concurs a las ur- nas voleando 619.945 votes hacia el Partido Nacio- nal, 527-562 al Partido Colorado, 14.986 a a UniGn Civica y 85.373 en blanco, Mirsdos en Ia.perspecti- va dal régimen, los resultados fueron rads adversos (is Tos del BOren a mecioa Que Tx oposica habia fo por smpTS mat teadicionales. Los blancos "ganaron" la contien- lo qué marcari su estategia-j os colorados on- firmaron la inversi6a de supremacias adentro del par- dadanfa depositaba de esta ofitenes habian ofrecido un perfil mis netamente de- THOCTIUGD, en quienes habfan Invocado la represen- Taei6ar global de a sociedad uruguaya, en quienes a ESTO Tals EnTas ea Tas personas que en Tos ign, La ebstenciGn habia avenzado lo suficiente para gue de elf en adelante las estrategias polticas del gobierno y del Partido Colorado apuntaran alas “ma~ yorias silenciosas" ‘Como elecciones partidavias, éstas fueron un epoliizaron Tntensamente a la sociedad uruguaya SHIGA Un PIES que av Bien Ta afectba drecta- fmente, contribuy6, ante todo, a consolidar los parti- dos tadicionales. Las motivaciones de la destitucién de Bordaberry parecfan estar cabalmente justficadas. ‘Ante la clausure de OX30 su director, José Germén Arai, nisi una huelga de hhambre que convocd 2 miles de uruguayos esfilando incesantemente bajo sus bbalcones para manifestar su solideridad. Tu confianza en Naturalments, el rambo dela dead s vole nterna habia trans- formado a i oposiién policy er Ur MErIoomaT aifos siguientes sorfan_de conflicto y nezociaci6n, Enmareados en Ja contradiccién basica que surgia de cesenlacién, pero sin el gobierno y el gobiero, una Yee més, sin representaci6n. Del “pronunciamiento de Acegu” al “Obeliscazo" Cuando atin no se habfan acallado los ecos de los comicios de noviembre y comenzaban a instalar- se las autoridades partidarias, el presidente Alvarez y su grupo-lanzaban una nueva ofensiva tras su proyecto del “partido del proceso”, simbolizada en Jo que algunos periodistes Hamaron pomposamente el “pronunciamiento de Acegua, en referencia @ un discurso del entonces presidente en dicha localidad, cen el mes de marzo, Pero la franca revitalizacién par- tidaria rest6 eco al “histérico llamado”, como lo ca- La de Alberto Candeau ue, en o! Obolsco, la vor de {edo un pueblo que reclamaba por sus Mbertades. ificara por entonces el ex diputado colorado Wilson Craviotto, En ef marco de una importante movilizacion popular, euyo puinto més alto fue “la vuelta del 1° de ‘mayo ala calle" en el acto organizado por el flaman- te Plenario Intersindical de Trabajadores, el 13 de ‘mayo daba comienzo en el Parque Hotel el “didlogo politico milicar". De inmediato se evidencié ta rigi- ez castrense, al tiempo que el “cfreulo alvarista”, relativamente ajeno a la deliberaci6n, promovia cen- ssuras de prensa y prisiones de dirigentes. Las peno- sas negociaciones, sacudidas ademés por la visita del rey de Espafia -que cobré en Ia época una imprevis- ta significacién politica-, y por desavenencias en el seno del nacionalismo, culminaron el 5 de julio con Jn suspensién del dislogo. La ruptura volvig a cohesionar al frente opo- sitor y la dinémica politica comenz6 a reflejar més directamente la radicalizaci6n observable eni el campo social, Ia que no aminoré su empuje a pe- sar de los endurecimientos politicos y represivos del gobierno. Ni el decreto de suspensién de la actividad politica, ni la amenaza de nuevas pros- cripciones, ni feor aun, la detencién y tortura de jJ6venes comunistas, lograton moderar la resisten- ‘ia civil, pautada entonces por las primeras “ca- ceroleadas”, las movilizaciones sindicales, 1a marcha estudiantil del 23 de setiembre y el ayuno, del Servicio de Paz y Justicia (SERPAS) en de- fensa de loi derechos humanos, entre otras impor~ tantes acciones de gran repercusién publica ‘Cohesionado por la ruptura de 1as.negociacio: nes y acicateado por Ia iniciativa de la movilizacién popular, el frente opositor cobraba de esta forma mayor fuerza en SU pUjETON ef gobiemo militar, que Gonena6 enonces © MORAY CeDMTGGUES y CORI ae “Mientas el 4 se completaban las desproscrip- cones de los dirigentes de los partidos habiltados {conia sola excepcién de Ferreira Aldunate), na dura ‘epresién se desat6 apenas cinco dits después sole tine manifestacin pacifia orgehizada por el PIT, y oncreiada a pesar de advertencins y operativos d& represiGn previos ‘a concentraci6n popular del 27 de novis en laf Tnmediacrones del Obelisco mares el punto-de ciasenso paridario dewts de un programa taransi- gentemente democratico. De-allen més, la izquier- “Ge police quedé definiivamente integrada vac ‘gedar ono ents opast pas Toyaso yp ‘Bese mss Gur no le ston on a le fz mucios (que no sso alstaban en Tes fils el gobiemo} eak El protagonismo de la movilizacién popular Paiede definirse a 1983 como el afo de Ins mmoviTizacTonss-popuatee at que pores ase ‘onInespecada para muchos loprern pesaren fo ma decisiva on la selaciones de ox panos gol cos on loa mlitres. Es prota qua la ended dl {enémeno ~vistos, bere por homentos-hubien ocultado a grandes secre (0 alo eolradon yareferia presencia de “mayorfassilencioesy" eye Felevancia se demostarfa en ots escensios cone Cl dels eleciones Las FAA. por su pare, lgraron definc tas un intense trie interno usa cnategia que supe, ainel total abandono dele dea del “pertidedetrno {e,peo tambign del mnimaliso cxpesade ca Tas negociaciones del Parque Hotel Latenenia por fin predominante era aque se planieabae problsea ea temminos de una “walida” arn cul ets bus arse el mejor atajo, aquel que dejara Scene es [Afio 83 culminaba, no obstante, con una esca- lada represiva del gobierno, que establecié Ia censu- ra previa a la prensa, clausuré CX 30 “La Radio” (medida replicada por la huelga de hambre de su di rector, José G. Araijo) y sometis a prisidn al diri- gente colorado Luis B. Pozzolo. 1984 comenzaria Con.un avance opositor promovido por el movimien- to sindical a través del paro civico dal 18 de enero, Su extensi6n sorprendié los eélculos de muchos di- rigentes blancos y colorados, que habfan mostcado reticencias ante Ia veraniega osadia sindical, final- mente reprimida por él gobiemo con el decreto de isolucién del PIT. Dos meses mis tarde ¥ en medio de contactos reservados,entre politicos y militares, fue levantada Ja censura previa de la prensa, fue liberado el diti- gente comunista Ing. José L. Masséra y en un hecho de evidente significacién hacia el futuro politico y la negociaciéa, fue también liberado el Gral. Liber Seregai, Los partidos retoman (a iniciativa Si 1983 se destacé como el afio decisive en la inflexi6n de la lucha contra Ia dictadura (en un proceso que tuvo a las fuerzas sociales como pro- tagonistas salientes), 1984 se confirmé como un alo de puje interpactidaria en eT que Tos BotOre sectoral (lo que afirmd a Tos partidos “también at Frente Amplio~ en la condueci6n del curso polfti- cay-Tat vere problema m-rovor de Tz pugna “Entré los partidos fue dado por la evidente asime- (cia que significaba la proscripeién y amenaza de prisin sobre Ferreira Aldunate. Marginado de est forma del escenario crecientemente dominante, el Ider nacionalista lleg6 a plantear, através de Juan Pivel Devoto, In posibilidad de realizar eleccio- nes indirectas que le permitieran competir en el mediano plazo. El pacto. "Ferreira - Alvarez", como dirfa més tarde Sanguinetti, fue denunciado por el Partido Colorado como un intento de “brasilerizacién" del proceso. . De todas formas, el contexto politico se valve- tfa menos favorable’ para el gobierno en la medida ‘que no ogr6 neutralizar los efectos politicos dl ase- sinato del Dr. Roslik, perpetrado en abil, en una se- sin de tortura y luego de un operativorepresivo con- tra el pueblo de San Javier. Aquella dramética ins- lancia marcaba pues algunos limites de la etapa de transici6n; la dictadura atin podfa torurer y matar, pero ya le resultaba imposible mantener el secreto 0 silenciara los enterados El siguiente elemento confictivo Jo plantes el retomo de Wilson Ferreira a Buenos Aires el 23 de abril. Su estrategia politica ~estrategia del Partido ‘Nacional al fin~ postulaba la negociaciGn pero des- de posiciones de mayor fueraae insinvaba un curs de accién unilateral del nacionalismo, al “oftecer’ renunciar a su eandidatura, a eambio de la vigencia integral dé le Constituci6n del 67,0 iniciar la eco- leocién de firmas para plebiscitar la derogecién del Acto N° 4 referdo a las proseripeiones. Los demas partidos, sobre tod el Colorado, objetaban lo que entendian como énfasis personalista de le estrategia nacionalista. “Evianias muy cerca de la salida ~ad~ vertiaentonees Sanguinetti-y también de los Tejera" (Gn alusi6n al militar golpista espafiol que amenaz6 con un refoceso de ia democratizacién en Espaia). Eh mkdio de tales divergencis en el frente op0- sitor (16s blancos terminarfan retirandose de 1a Interpatidaia)y tal vez por elas las FAA. se apre- suraron a entregar un nuevo documento de “bases ara el didlogo", que fue recibido sin entusiasmo or todas las diigencias partdaris El retomo de Ferreira y la “Wegada” de Medina Al finalizar el mes de mayo, Wilson Ferreira y su hijo anunciaban su retomo definitivo al Uruguay, Confirmando asi-el curso unilateral de la estrategia : 96 Liverado -pero no despros- roto Sereqn saluca a la Tnulltud que se acercé @ su ‘casa a colebrar el ‘acontecimiento nacionalista, Casi coinciden- temente se producfa un cam- bio en la efipula castrense que el tiempo demostrarfa como decisivo: el Gral. Hugo Me-

También podría gustarte