Está en la página 1de 1

Usted, querido profesor, nos ense que un

buen maestro no es quin nos da las


respuestas correctas, sino aquel que nos
seala el camino y nos permite tomar
nuestras propias decisiones y cometer
nuestros propios errores, de tal forma que
aprendemos a valorar nuestros triunfos y
fortalecemos nuestro carcter.
En la escuela muchas veces nos enfadamos
con nuestros profesores, ya que a veces
nos hacen sufrir. Cuando somos pequeos
no pensamos ms que en jugar y disfrutar
mientras que los docentes tratan de
ensearnos para que tengamos una vida
mejor.
Seguro que ya adulto recuerdas con cario
a algunos de los profesores con los que
coincidiste y que se esforzaron para
hacerte un hombre o mujer de provecho,
ensendote todo lo que saban con
paciencia y dedicacin.
Dios entendi nuestra sed de conocimiento,
nuestra necesidad de ser dirigidos por
alguien ms sabio, alguien que pudiera ver
nuestro potencial y sacar lo mejor de cada
uno de nosotros... y por eso es que Dios
creo a maestros tan buenos y dedicados
como usted. Feliz Da, Maestro Querido!

También podría gustarte