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Del libro: Filosofia medieva ndo maderno. Escclastica. Figuras’y problemas de la filosolia inedieval, (ir det al. de Sercés) Maurid, Rialp. 1973. (Cap |, pp, 17-29: Cap. VL pp Vill, pp. 132-198, 138-143:Cap XW pp. 1 ica, pp. 197.201) LA FILOSOFIA ESCOLASTICA Quien dice hoy “Edad Media” no suele darse cuen: ta de que este término fue originariamente algo. asi como un insulto; de forma ansloga a como ye no con- sideramos un insulto Hamar "g6ticas” a las catedrales de Paris y Colonia, cuando. en un principio tambien significaba expresamente tanto como “birbaro”. Media aetas, medium aevum'; hace cuatro siglos estos. mings eran-totalmente deSpectivos; designabiny et" termedio”, una especie de tiempo de espera en el que no sucedid nada significativo, una época inautentica, tun “intermezzo entre dos edades "auténticas”, es decir entee Ia Antigicdad greco-romana por un lado y la "Edad Moderna” por oifo. La eleceiin de este Ultime nombre expresa la autoestima de la época; con él se quiere significar que verdaderamente no habia sucedido ada “entretanto™ hasta que no se 4G. Gordon, Medium Accum and the Middle Age. Ox ford 1935 67 dio un “Renacimiento”, un. resurgimiento de Jos cli- sicos antiguos. Asf, el epitafio de Descartes en St. Gei main-des-Prés elogia al “redescubridor de la ciencia” (reconditor doctrinae) y al “primero” que habia de- fendido los derechos de la razén humane, naturalmente no el primero absolutamente, sino desde la decadencia del mundo antiguo, Tal valoracién de la Edad Media, y ante todo de su Filosofia y de su Ciencia, se ha mantenido, como es sabido, durante largo tiempo. Todavia en Hegel, fen las Leceiones sobre la Historia de la Filosoffa, se encuentra que él quisiera “calzarse las botas de siete leguas”® para “salvar” répidamente los mil aos que corren entre el siglo vi y el siglo xvi. Y cuando tfe- lizmente Mega a Descartes dice que ya puede “como el marinero... gritar ‘tierra’”?; y que “a nadie se le deberia exigit” conocer directamente la Filosofia de la Edad Media como “por medio de una autopsia”, “ya que aquélla es tan vasta como mezquina, volu- minosa_y horriblemente escrita"*, Es cierto que en esas mismas_primeras décadas del siglo XIX al pén- dulo oscila también marcadamente hacia el otro ex- tremo, hacia Ia supervaloraciOn indelereuciada por los roindnticos de todo lo medieval. Hoy dia todo esto esté afortunadamente més 0 me- 1nos olvidado, Por lo menos nos encontramos en con- diciones de contemplar imparcialmente el concepto de dad Media”, y especialmente las figuras y proble- 3 Hegel, Op. omn. Edici6n jubilar. Ed. H. Glockner, 7. 19. Sturtgart 1928, p99. > bidem, p. 328. 4 Ibidem, p. 149. El hecko de que Hegel, junto a biblio sratia secundaria y general, cite a pesar de todo, como tink &2 fuente, a Summa Theologica de Santo Tomss, se podria Somsiderar como pesitivo sno existiese ol temor de que hhubiese Querido Sludir precisamente a esta obra con el califeativa de "horrorasamente escrita.y soluminos® 68 mas de la Filosofia medieval, sin una valoracién po- sitica o negativa a priori. Y esto es asi en no pequeta medida gracias al poderoso trabajo de investigacién que, desde algunos decenios, se ha dedicado al des- cubrimiento de esta époce*, ‘Todas las cosis adquieren su forma mediante sus limites. Quien quiera conccer su figura tiene que con siderar los limites por los que aquélla se constituye frente «Io demés que 1a roses. Sia Filosofia medi, val tiene una figura histérica propis de sello diferente, tiene esto que aparecerclacamente al que ditige si mirada a los Ifmites, a los limites de lo no-medieval frente a lo anterior y a lo posterior. Dicho de otta manera, hay que preginta‘se por epi fin de ia-Titaofi medicval-y de Ie F a St Naturalmente es imposible especificar un momen: to determinado, una fecha, para el comienzo dela Edad Media. No obstante se suele citar un aio que seo un_sigeTcado- especial, simbOlc por ast deli 5 eafio 529) También Hezet cita este ano en el que, Como et dice, tiene lugar la "ecadencia de los gre. 5 Nombres especialmente importantes: Cl, Bacumker, Fr, Ehrle, B, Geyer, M. Grebmann, |. Koch, A. Landgral, A. Stock, MD. Chew, E. Gilson, P: Mandonnet, J) Masiain, F. van Steenberghen, M. de Wull. Hay que. citar también sl ustado, asombrosd para. su tlempo, aun cwande, se pueda isentir em puntos particulares, de "J.-E. Erdmann: Der Emuicktungspong der’ Scholutik. “Zetschrite t mssers shaftiche Theologie", aio 8, Halle 1865, pp. 113-171 69 supvestes_esternos_de la Filosofia pagana”*. Ea et “Bio SOV un edico del enpeiador cfettans asta “Bera Ta_ Academia _platsnica en Atenas, qUe-hablar ‘permanecido alli, bajo el msmo nombre, a lo largo de novecientos. aos. Pero en el mismo afio ocurre otra cosa que Hegel silencia: San Benito funda Moate~ sino; es decir, entre Roma y Nipoles, sobre un alto y junto a una de Tas rucas estrategicas de la in- vasién de los birbaros, surge el primer monasterio denedictino. Con ello se pone de manifiesto en reali dad algo asi como un limite en el que se tocan mu tuamente_dos_edades, una pasada y otra que co- jenza, Sin embargo, fa contraposicidn tiene un mil- tiple significado que no Sof aon sin mas de los scontecimientos del ano 529) aunque éstos. apunten a aquél. ese Al hablar de la decadencin de ta Filosofia “paga- na”, Hegel eapresa lo que es propiamente decisivo: en 1a Edad Media, se. contraponen la. Filosoffa_ctistiana 4,15 pagana, No es ficil pensar en una delimitacién y iferenciacidn més radical. Este corte es incompara- blemente mas profundo que, por ejemplo, el corte que separa Ia Filosofia de ta Naturaleza jénica de la Fi- losotia de Séerates y Platin, El paso de Tales a So- crates 0 de Platén al estoicismo no. puede compararse con el paso de Tales, Sécrates, Platén y el estaicismo, por un lado, a Origenes, San Agustin, San Anselmo y Santo Tomés por el otro, porque, en iltimo caso, entre las dos épocas ha ocurrido un determinado acon: fecimiento; un scontecimiento no en el campo de los conceptos y de las ideas. sino en el campo de lo © Hegel, Op. cit. p. 99, n_su_mis estricl sentido, no en el terreno Tae i Sie ld, no no tvreno de Ia realidad misma, Naturalmente hay también acon. tcemientes histricos de carter revelusionsio entre In época de Plan y Ia del estocismo y, nataraimente que la confusién © inseguridad, que siguieron a Ia descompoticién del imperio de’ Alcianive, terkron una profunda influeneit en ef flosofar sobre la exis: tencia hursana. Peto el acontecimiento.hstoico entre Ja Edad Antigua y la Edad Media de que agui se hi bla es de tal especie, que por su causa queda neccsa- Fameate.y cambia desde la base la rolenién cobss toda la realidad y sobre el sentido de la existencia hu- ‘mana, es devi, la Filosolla. ¥ esto oeurre de tal modo que la Filosofia medieval no puede entenderse pura: mente corpo una centiniacion —~defectuosa 0 deserro- lada— de la. Filosofia antigua, ni como. una, men “nueva época" en la Historia del pensamiento hu- mano. A’nadie le habri pasado inadverta que me refiero al acontecimiento que et lenguaje ténico de tes teslogosdesigna.con Ta pslabri“Encamnacin™ Como puede verse, con esto entean inevtablemente en juego actitudes muy esenciales Estas mismas. ac titudes no necesitan str digcutidas aqut ‘dete Ciertamente tiene que quedar claro que la compren- sién de la Filosofta medieval no es la misma parg uno que diga: “toda la Historia se dirige a Cristo y vies ne de El” (éstas son hs palabras ton fas que, Karl Iaspers parafratea la. concepcién hepeliana yo) ava tino que’ opine, como el propio Jaspers, que el “cnrte tis profundo” y "el ejede la Historia Universal” encuentra “en el_ proceso spiritual que. tiene lugar entte el 800 y el 260 a, de C con ls casi contemeor rénea aparicién de Lao-Tse, Confucio, Buda, Zarathus- K. faspets, Yom Ursarume und Ziel der Geschichte Minchen 1949, p, 19. 1 tra, Isais, Perménides, Heréclito y Platén*. Como se ha dicho,’ esta cuestién ni puede ni debe discutitse aqui. Solamente hay que resaltar la imposibilidad de comprender a cualquier autor medieval si no se con- sidera que entre los fundamentos de su. pensamiento sobre el mundo y el hombre se halla el convenci- miento indudable de que, precisamente en aquel acon- tecimiento de la Encarnacin, se ha aleanzado una ver- dad que no es comparable, en fuerza reveladora de realidad, con ningiin conocimiento humano y que afecta de forma muy precisa al objeto con el que tiene que vérsetas el filésofo. Alguiea podria decir: el “limite mas alld del cua! empieza el pensamiento “medieval”, :no deberia equi- pararse con el comienzo de la Era ctistiana en general? La “Historia de la Filosoffa eristiana en fa Edad Media” ‘deGilson_cmpieza electivamente con ua exposicion” ela doctrina del Nuevo Testamento®. Sin embargo.~ creo que también tiene sentido“hablar-de una época de Ia Antigtiedad cristiana y considerar, por tanto, a Agustin, y con mas razén a Justino oa Clemente de Alejandria, 3 pesar de su eristianismo, como. penss- ores antiguos, anteriores a la Edad Media. Con ello viene a colacién un segundo elemento significative que se cculta en los acontecimientos de aquel ano frontera de 529, dicho mis exaciament ‘LL trasiado del punto de mira desde Atenas, en la Academia ple Gnica, al monasterio benedictino en la tuta de | invasiones.birbaras. Agustin —y no Slo Af, sino también sus oyentes y fectores— vive del todo atin en el imbito del Zmperitom Romanum, en el mundo intelectual helenistico. def nido por ef neoplatonismo, el estoicismo y los epic * Ihde, p19 ¥ a » Gilson, History, p.3 5. 72 eos, £ dbs los nos qu cisamer ligro, pe intelect: ponen dunn cién ha, cierto ¢ vital po campo « Bua; per tes y lec perio de Personae Parece reflejo en tin moril datos", a los ojds « tanto, y 1 aun cuan mismos' y desu & ya no esté bien alr. inadvertid los ojos a rium Rom no 0 en R, afecta 2 que 1 cual quik reral? argo, epoca nto, a te de a ello ‘tivo 1 aio sslado a phe te las nes y eeti- pict ( feos. Esta es su patria intelectual, Para i, y para to- os fos que tienen que ver con el; Roma es nada nie 98 que el simbslo el orden en ef atadee ES eee isamente. expla, por-stra parte Te heme oon, mociGn que se desencadené tras la conquista de Roma Por Alarico (aio 410) y que Iuego encuentra su cris, talizacién en la concepcién teolégico-histérica del “Es- tado teocratico”. Aun cuando el marco vital de Ja An- tigiedad greco-romana esté. yn amenazado. yen ne. ligro, para Agustin comprende atin todo el mundo que inteltualmente te concieme. Cuando, los sdnktog ponen sitio su ciudad episcopal de Hipona, es ya 4 ue moribindo, Apenas un siglo despues, It sitio: cién ha cambiado totalmente. Boeci io, por ejemplo, es cierto que crece atin igualmente dentro del espacio vital poltico del Imperium Romomim y denise det campo de radiacién intelectual de la Filosofia anti- Ua: pero esto ya no reza en abseluwo eon sus oyete tes y lectores, Boecio trata ya con los godos del im- Fetio de Teodorico: ellos Son tos nuevos. dramats Parece que este cambio de situacién tiene ain un reflci eel observador de hoy. En el eundro de “Ag tin meribando en la ciudad. asediada por lor tae dls, ai vemos las cosis, involuntaramente, cou 195. 0105, de. Agustin, con_Jos_ojas~de-los_romanos” por. f28{e..y no con Jos de los conguistadores germanicas, aun eaando ellos, en cierto sentida, somor "ocotecy mismes", Cuando. por el contrario se habla de Boecio y de su actuacién en el eirculo de Jos godos, entonces lara si-nos seatimos unidos & éL.9 mis —gedo-Tealoricn;-esto” quiere decit qos lamente mpezamas’a mira las cosas con los eixs de los pueblos jOvenes que inundan el impr, lu: Romanum. Si mas adelante: pensamos em Alco noo en Rabano Mauro ya hemos sin duda completado 73 el cambio de puesto de observacion. Este momesto critico me parece que esti situado exactamente en la linea limitrofe que separa la Antigiedad de la Edad Media. Precisamente la Filosofia medieval es cosa de os pueblos que, procedentes del Norte, invaden et mbito de la Antigiedad. Y Boecio, que muere poros afios antes del 529, es el primero que se dirige expre- samente a ellos. Naturalmente que en el terreno intelectual no se puede hablar de un corte raso. De miltiples formas Se ve, por ejemplo, que Agustin ya formulé los. prin- Cipios de Ia Filosofia medieval, Pero, a pesar de todo, I sigue siendo, en su existencia historica, un hom: bre antiguo, premedieval También espacialmente cambia deste los tiempos de Boscio el centro de gravedad de la vida intelectual, En el lugar de Atenas, Alejandria, Antioquia y Car- ‘ago se sittian la corte de Teodorico (Ravena, Verona, Pavia) la corte de Carlomagno, Canterbury, Paris. Ox: ford, Colonia. Es cierto que Roma, ¢ Italia en general, martienen. su importaneis, pero se trata de una Ita lia ocupada por principes de estirpe germinica, Es iesto que Santo Tomés de Aquino seta italiano del Sur, peto tendré una madre normanda y su patiia ertenecerd al reino sicifiano de los Hohenstaulen. Este hecho histérico de que los pueblos “barbaro:" se instalen como vencedores en una casa que ellos mismos no habjen construido, este hecho hace com prensible una discrepancia —de otro modo dificil de ‘entender— que caracteriza desde el principio, y_pre- cisamente en ese principio, 3 ta Filosofia medieval Sobre esto ha hecho Hegel una observacién muy p2- etrante a pesar de ls rapider sumaria de eu visic “el elemento fundamental de la Edad Media es este desdablamiento,..csta_duplicidaddos_naciones, dos mas, Vemos a pueblos que dominaron ex una 14 or ot crecid: un vox de pen cosas y ma cor fa Filos adquier Con que detir premedic a Ta ists rio resul, de la épe Hess "Reider " Ihider fe pocos + expre- [no se formas tiempos relectual. ay Gr Verona, ‘general, sna [ta inica liano del si patcia ‘barbaros” que. ellos dite de vio, ¥_ pre- medieval muy pe cu vision fia es este ioves, dos nen una clapa anterior, vemos a ux mundo perteneciente ya al pasado, pero que ha legado, como patrimono. vive, Sut lengus, sus artes y sus ciencias; y sobre el secle de esta cultura extraia se asientan las nuevas nacienes, ue aparecen asf ante ta historia, en mo de nacer, con una vida rota y precaria forma se explica Hegel lo extraiio que le results la Excolistica, se, como. él dice, “extiavio total del entendimiento escucio y seo en las rugesidades de ta naturaleza nétdico-germinica”"", para el que “la infinita verdad del espiritu" habia sido como una ‘piedra abrumadora”, “cuyo terrible peso sole. podian sentir pero no digerit” ¥. En tanto que este ansddio ¢$ falso y de una falsedad demos:rable, sigue siendc, Por otra parte, verdad que la apropiaciin te algo ng erecido en el propio suelo, «l aprendizaje 40 stlo de lun vocabulario extraio, sino de una diferente fora de pensar, la asimilacién de un vasto pattimenie de cosas ya pensadas, todo esto es en realidad ef proble, ma.con el que se las tiene que ver y ha de resclrer Ja Filosofia medieval. Precisamente en esta resalucon adguiere ella su propio. pert Con alguna exactitud se puede localizar lo nuevo que delimita Ia Edad Media frente a Ia Edad Antigua, Premedieval; el limite, que seals sv comicazo, sake is va. Por el contr distinguir el fin de la época medieral, sus fronteras frente a lo pose Hegel, Op. ces 139, 8 bide, p. 199. 2 bide, p. 201, 18 Se podria penser que esto es debido a que ham aleantado estas fronteras, zEs que tal = fo atin la Edad Media? En realidad ceo ella difcultad es el siguiense uun-nuevo. capitulo. de fa no 2a terminad: que el motivo de aquell con la Edad Media comienza sot de la bumanidad en general que.no.termina Sramo tiempo que ocurre el fin de la. Edad Medi primer. periodo, ya pasido, ‘pero este capftulo continga ea y en la época presente, “post- in més alla de ésta cltima, ivocam a Ya Edad Media es un este nuevo capitulo; la Spoca postmedieval mederno"” ya, y tambiés Precisamente esto hace dificil el sefalar uni te dénde se halla lo diferencialmente “medieve” de fa Edad Media, Pues, comparada con ta Edad Acti- ‘eur, parece poder sefialarse como" Gleval mucho de lo que sigue siendo caracteristico snhiéa de los siglos postmedievates. Ast, por ejem- flo, seria un. poco absurdo afirmar que, et clemnto Enotiana de ta Filosofia medieval —mediante el cual Se distingue efectivamente del pensamiento de la An- Tiuleded= es algo. tan. “especificamente” medieval con el fin de la Edad Media, haya perdido su Uuider o por Io menos su fuerza féetica al igual que, Soa la deesdencia del mundo antiguo, habia pasado 0 Gesapareeido Ia actitud pagana de Ta Filosofia pre- enistiana. La linea limitrofe en la que termina Ia Edad Media se hard mds comprensible si tomamos en considera- Sion el segundo elemento conceptual del que. hemos hublado, Me refieroal-hecho. en modo alguno de r sf evidente— por el que los nuevos pueblos, inva: Tores del Imperigy Romano, reconocen como su ta apoderarse y-asimilar el pstrimonio. de. tradicion gue se almacena y-que-comprendia no slo Ye Filosofia _antigua,-sino también Ta inmensa cose- 16 9 che tier fan en gue ve « zaje, ment tigue el pr a or nacié. cia? forma deseo; ganiza mente encant Posibit Poco ¢ ‘minos, de otr del ant spropia bo escol necesari tenido 1 tual 2 F Precedia elementa inmenso Ios esoot nomia e ue ain tal vez termine | Media sado, de tinda en ce, “tpost= V alti. vocamen- ieval” de jad Anti ate” me acteristico por ejet- Maement> ate el cual de Ja An- medieval erdido su igual ques fa pasado 0 lesofia pre Edad Media fn considera~ {que hemos ‘9 alguno de saeblos, inva- pmo sti tates fa tradiion dia no solo fpmenst cose cha de Ja Teologia de los Padres de ta Iglesia, Par- fiends de esto, se pone ya de manifesto sumxaspo fundamental distintivo del pensamiento medieval en genera, , la “sistematizacion escolar” a la que apunts el términ fe parece que fo se entiende nada de 'a Escoldstica cuando no’ se ve que ésts, ante todo, ha sido un enorme aprendi 2aje, una erganizaciin escolar de enormes dimensio. nes mantesida durante varios siglos. Si verdaders, mente habis que apropiarse la herencia de! mundo an. Uuguo, tanto del pagano como del cristiano, entonces el primer gresupuesto para lograrlo era electivamente la ordenacisn del pattimonio encontiado, una. orde- hacién bajo el aspecto de la docencia y de la dicen. cia, No era de esperar otra cosa, sina que, de esta forma, adquiriese una significaciin, hasta entonces Aesconocida. el trabajo, siertamente’ prosaico, de on gavizar, seleccionar y ciasificar. Y por ello, natu. ea Ia bra de la Escoléstica medieval le falta el encanto de la inmediatividad personal: no cabe. otra ppostbilidad sino a de que los libros de texto dejacee Povo espacio a In originalidad de sus autores, En tore Iminos generales es evidente que no se puede aprender dle otra forma. ¥ si, en aquellos siglos de diseluciin del antiguo orden, fa tarea his -cra_Ja aproplacon-discente dels rqueza resihia, eaten Io escolar de Ia Escakistic es no Slo inevitable, aise ita ai6Gurar que Foy hubieramos Tenido la posibitidad de un inmediato acceso intelen tual a Platés, Atistételes y Agustin, si'no le hubiera Precedido aquel paciente esfuerzo de la exposicisa elemental. Ademés, la conguista de un patrimono tan inmenso suponfa, por parte de los maestros y diseipu, los escolisticos, tanto una medida inusitads’ de sen ‘oma e independencia intelectuales como también de 7 implicacién en las _propias circunstancias; se neces: taba la genial fuerza intelectual de hombres como Al berio Magno y Tomés de Aquino, {Qué tiene esto que ver —se podria preguntar— con el fir de la Edad Media, que es de lo que se teaia que hhaber hablado? Respuesta: Tenia que suceder cue aquella actitud, ante todo “diseente”, pérdiera su ac- idadent in_momento.dado, En ld Wisma medida ‘en que Ta tarea de la apropiacié’ del patrimonio se iba cumpliendo y nuevas cuestiones salfan al paso, derivadas de ta experiencia propia del mundo, que exigian reflexion y respuesta desde un angulo propio, tenia que irse convirtiendo en menos importante ¢ in- cluso en sencillamente inadecuado el mero tratamiento de lo ya sabido, Naturalmente habia que contar, por otra parte, con que la empresa cientifics, altamente ins titucionalizada, de la Edad Media intentaria sferrar- se y hacer prevalecer ulteriormente el modo de pro- ceder al que estaba acostumbrada, aun cuando este modo de proceder se amoldaha primariament> a la apropiacién de conocimientos anteriores, Peto tal intento sélo podia conducir en deinitiva a una completa esteritidad y descomposicidn. Y esto es, con bastante exactitud, Io que en realidad sucedié Sobre este punto sdlo existe una opinion entre los historiadores. El fin no Hlega, como en e| caso dei cierre de la Academia platénica —mediante un acto impe- rial—, en forma de acontecimientos externos. La Filo sofia ‘medieval degenera desde dentro, Grabmann habla _de una decadencia que tiene. lugar repentin: mente; Gilson“ dice qué ef fin. de la Filosofia me- dieval ‘puede s6lo, deseribirse como un” entremo 19 Seholast, Methode |, p. 137, 1s History, p52 78 mar: Wal, Perec Poy etal 1 De Wg min por RE Hhen Phiten no Al: —con via que er que su ac: medida onio se 1 paso do, que propio, ramiento war, per ente ins aferrar | de pro- do este rte a definitiva n. ¥ esto sucedib. entre 0s dal cierre eto impe- 5, La Filo rabmann '* repenting- losotia me- xtremo o> marshamiento y des id.._ intelectual; Ja obra de De Wall se" cierra Con Ta Trase de quella Escolisticn. perece no por falta de ideas sino de cabeza “ene EE este “iltimo™” Ft $515 podta tratarse en Aetalle al final det ibeo je BE caazta edicién (Lovaina 1912), teaducida al ale Man Por R. Eisler: M. de Wull, Gesehichie dor svnectuit lS: chen Phitooophie (Tabingen 1913). 448 79 Mul Casi al mismo tiempo en que Ia concepeién univer sal de la Cristiondad Occidental empieza w crstaizar por primera vez en und sistematica cerrada; en que se transforma Ja actitud recopiladora de los Libros de Sentencias en el propio y personal contenido ideciési- co de las Sumas: en que. ademis, va ganando forma fa instituciin es decir Ia Universidad— que corses- ponde a una tal interpretaciin de Ia realidad sniver- Salen ese mismo tiempo va se prepara tambitn ura Coamodién tan inesperada como profirnda, sfectardo a Tas propias rafces, de ésta imagen universal apenas lo- feada, principalmenteinspirada ten” 10. 3Ustin/ano phitonico y fundads en el. Brevigrio agustiniono de Podco Lombardo. Esta conmeciin laewa a constivuir el hecho de que Ia obér de Aristaroter que ast entonoes habia permanecda desconocida en Orcidente, se tra cal latin y asi se sitia- en el sainpa.sdsual de-Oe- ‘Sidente, Con ello no va slo a “aiadirse algo nuevo" p. 189. Van Stevaberghen, Le IIe siéele, 80 aly cet iuie tone ‘tel los tado find, comp ido pats, cia] tados fos 30 Peta ree “Cane et soli lament Pera ew del mae mind Hen, Sica de del Libr: Ia Pot v5 en que se § Tbres de ido ideoldgi- nando forme fue cores jidad ver taerbién wnt rafectando 8 ‘al apems striate: feustinano 8 fast emoncen ‘dente, se tra- p visual de Oc se algo nuevo" 139, al Patrimonio ya existente: en la obra de aquél co cietra mas bien un desafio que va a poner en tela ie jicio desde los cimientos todo Io pensado hasta of fonces. Y este desafio, porque lleva el nombre de "Arn, {6teles", es imposible que pucda ser dejado de Mas Tos eserites I6gicos de Arist6teles, tradueidos y omen fades por Boecio, pertenecen ya desde hace gion a {undamento admitido de toda formacién, En esto se fomprende solamente la Antigua’ Logica, es doce la doctrina det concepto y del juicio a fa que det Pues, cuando un veneciano? los traduzca al latin he Cia 1930, se afiaden como Nuevw Légica in in a sino, de la prueba, de la disputacion y de Tos sofismas. Pero ya este fragmento de [ao peta asté para que Abelarda di Acistételos- 2,1 mds-petsplcaz-de-todos-los-filésofas", perspy Ssimus Omnium’. Y Juan de Salisbury escrike, yGando Platén desaparecis de este mundo parecla que {1 s0l habia caldo det cielo; todos promumpiertn ig Jamentos de que se habia apagado la luz del munde Fero cuando su diseipulo Aristdteles subid a la cated dle! maestro, luci6 como una estrella matutina, ils miné la tierra... ete, ete. Est le L160, cuando nadie ain en Occidente conocia Is Pt Aca de Arstételes, por no hablar de Ia Metafssica Gel Libro sobre el alma, de la Btica a Nicdmace y {a Politica. Cuando estos libros se hacen accestbles Por primera vez, no puede pues menos de ocutrit que S€ dirija hacia ellos una atencién extraondinariamerrs = Las “Categorias” y "Peri hermencias’ Cl, Grabmann, dMitelaterl. Geistesleben, Ih. 66, jachmbes “Analiticos", la “Tépiea”, tas “Rettaciones. so fist {Sie Non, prolon. Mitne, Patrologia Latina 178, 1349, Gk, Bs datos cronolégicos esactor en yan Steeabergher, Le Nile stclery. 1B, a1 expectante. Pero este desafio no habia surgido atin en tempos de Pedro Abelardo y Juan de Salisbury. No obstante se aproxima por varios caminos, que en arte estin Mlenos de aventura. Por ejemplo, las obras de Arist6teles no sélo se traducen det griego (Sobre 1040 en Sicilia, que desde siempre habia sido un emprrio natural para el intercambio material y espiritual con el Oriente), sino que las traducriones de Aristételes_, de [a Edad. Media se"remontan-en-~ 7 ‘tallucciones.drabes. “Cuando, no con injustificado vr gullo, hablamos de las conquistas de ta cultura ccc ntal” —dice Gilson ‘— “no debe nunca olvidarse lo que el Oriente ka contribuido a ello... La Eu: dieval_no_secibié la filosofia griega directamente” (es decir, de Grecia), “sino por medio de sabies, cientifcos ¥ filésofos sirios, per bes". Quizas habits que preguntarse por qué no Tue posible tradueir los estri- tos de Aristételes directamente del griego al latin al igual que ya en ef siglo 1x habia ocurrida Dionisio Ateopagita por medio de monjes irlandeses y {rancos. Quien a esto respondiese que precisamente tradueci6n del Dionisio estorbs a la traduccion de Aristételes, no se equivocaria del todo. La compten- sidn eristiana del mundo y del yo, representada ente todo por Agustfa, es de una proximidad incomparable mente mayor al espiritu platénico que a la concepcién aristotélica. Y precisamente esto es lo que, hacia me Giados del siglo xn, se halla abocado a un cambio ra- dical. Una figura como Juan de Salisbury * muestra en qué forma habia crecido en el pensamiento o:ci- dental una disposici6a completamente nueva de abt rse a la realidad universal inmediatamente conereta con aquella misma actitud que forma el rasgo esencial di- ferenciador de la flosoffa aristotélica. 1 Gilson, History, p. 179. 8 Videetp. Vp iO ss 82 au a la La en pue fio: tas al iy simt la crists ment comp nesto Atist su do terpre de tal creto Como concep como aristoce ose e: doctrin herética Ser ese imperio los. "her 08 sin n refugian ermanec al otto b esta 0 occh abrirse eta con rcial di- Con esto naturalmente ain ro se ha dicho nada aque pueda hacer mis comprensible el increible rodeo a través de los drabes de la traduceién de los escritos aristotéicos; anté todo, ain no se ha dicho nada de la forma en que Aristételes habia Hlegado a los drabes. La respuesta a esta ultima cuestién es come sigue ‘emigracién politica, Es Ia misma res- puesta que puede explicar también e itinerano de la filosofin j6nica desde lac costas de Asia Menor has ta Sicilia y el sur de Italia y, finalmente, hasta Atenas, al igual que hoy dia el establecimiento de Ii Logica simbélica en las universidades americanas, La extraieza entre el pensamiento aristotélico y el cristiano que evistis detde el principio y que se ali mentaba de diversas fuentes, suire en el siglo V un comprensible agudizamiento por el hecho de que el nestorianismo se une expresamente con Ia filosofia de Arist6teles. Nestorio, persa de nacimiento, influido en -Sudoctrina por la escuela teolGzica de Antiogu‘a, in- expreta el acontecimiento de la. Encarnacién-deDios ae tal forma que en Cristo ee acentia ante todo lo con= creto histético y lo visible, y, por’ tanto, To huian, » aqui se da'ya una Gerta annidad con fa concepcién de Aristételes, Un centro de nestorianismo como también, de forma caracteristica, de la flosofia aristotélica, es Ia Escuela de Edessa en.Sitia, muy fa- mosa en Jas décadas inmediatas al ario 400. Cuando la doctrina cristolégica de Nestorio es tondenade como herétiea en el Concitio de Efeso (3, 431), ya ne puede ‘Ser enseiiada publicamente dentro de las fronteras del Imperio Romano, Ei gran nimero de los afectad los “heréticos” y también, aun cuando no sean ident cos sin més, los “aristotélicos", abandonan Edessa y se refugian en Ja vecina Persia; fa mayorfa parece haber ‘Permanecido en Niche, situada en las inmediaciones al otto lado de ta frontera, dond> muy pronto surge 83, una Escuela, igualmente famosa, concwrrida, por unos mil estudiantes (esta Escuela va a servir de modelo para Ia Universidad que, cien aiios mas tarde, va.a fun- dar Casiodoro en Roma)’. Esta Cristiandad sitio-nes- toriana representa, por tanto, con sus Escuelas y Mo~ nasterios el asilo en el que se custodian y se transmi ten en aque] tiempo los escritos filoséficos y eientificos de Ios griegos y, mas exactamente, Ia madeja aristoté- fica de esta herencia: no s6lo el propio Aristoteles, sino también Euclides, Hipéerates, Galeno, Arquime- 10s filosSficos, mateméticos y médicos de des, Los ese estos autores parece ser que fueron traducidos primero, del griego al siro, y luego, tal vez incluso a través del™ “Estilo, MilezmieWb. del_perso, con toda seguridad al Htabe, cuando el Isiam invade todo el préximo Orien- Ey tambien el Imperio sasinida de los persas y los gatos avnteins, en ou avons sos y pers, sn famados a lt corte del Califa de Bagdad. Hacia e $00 fegbe-eg goa. como ana lengua. cent ‘Tnundial. Aristoteles, traducido « Barbe, se FUERTE tanto como el Islam, esto es, por el Oriente hasta el Indo y por el Occidente hasta los Pirineos, En el dmbivo de esta cultura surgen también es- pués tos grandes Comentarios de Aristteles, euyos futores se citarin casi en cada pagina de las Sumas Teolésicas del siglo xin: Apicend, nacidoen.Pessia on el 980, nédico de corte pero al mismo tiempo fls- Sofo y te6logo, Sezun su propio testimonio™, se, habia es la Metofisicn de Aristételes, sin rado_el-caining para s¥_auténtica_com- ‘prensién; conoce el texto de memoria, cuando por fin SET aclara el sentido del todo (un acontecimiento que para celebrarlo hace repartir ricos presentes entre los pobres). Averroes, nacido en 1126 en Cérdoba; jurista, ® Vid capt I, 9.56, 18 Cf, Hohner, Chriott, Philosophie, p. 402 84 méd anto ‘tuee ha Rene mo", dea Cure Filos ments como histor al Co la Fil mdi lo, ‘dics, ¥ por imanter tinos no en abe, a cause la Reve ménide: ting arg secuent expresar hace ple se haya | Quien fla ardbi que, por U ope 22 Bohy rificos stot Steless yuime tos de és del dad al Orien- sy los a, son el ano entifiea abe, 5¢ Oriente ineos: ien di 5, eayas 5 Sumas teles, si ica com: lo por fin ay jorista, médico, filbsofo; “el” comentador de Aristételes por antonomasia para el Occidente del siglo xii Su j fluencia en el Occidente latino es de tal fuerza que ce fh podido ealiear ton alguna'rabi'a Ta Filosolia del Renaciniento~eurdpeo precisamente -como.."“aveisats- iio, €08 19 que de paso también se dice algo acerca Be Ta direcci6n en ta que aquelia infiuencis se mucve, Curiosamente estos pensadores arabes influyen en la Filosotia y Teotogia occdentales mucho més intensa- mente que en el Islam. Fl Islam no conoce algo asi como una “recepcién de Aristételes”; antes bien, la historia de su Teologia, “eserituristicamente” limitada al Corin, es igualmente la historia de su oposicién a Ja Filosofia''. Un tercer gran nombre: Moisés..Mai- ménides, nacido. igualmente. en. Cordoba, fa..1135), ju io, fuertemente inclinado hacia la concepcidn aristo- télica, pero con Ja misma resolucién estricto-ereyentey ¥ por ello inquieto por la misma inmensa tarea que ‘mantendria en suspenso a los grandes. macstecs Chis: tianos de la Edad Media. Su obra principal, escrita no ea hiebieo —vomo sus restantes libros, sino en arabe, la Guia de indecisos, se ditige a aquelles. que, a causa de la Filosofia y la Ciencia, vacilan en su fe en la Revelacién biblica y que, en opinién de Moisés Male monides, sSlo. podrin, volver a su f tuna_arguimentacion centiico-flo jualmente coa- ‘Secuente. Es evidente que se trata Tambien en Gate Siva &Xpresainente de la conexi6n entre fe y ciencia. Esto hace plausible el que el libro de Moisés Maiménides se haya lamado una Suna judeo-escolistiog ™ Quien considere Ia objetiva rigueza de esta Fitoso- fia aribigo-judia por una parte, y la compare con la qe, por otra arte, se considers como importante —con excepcién de lo propiamente teoldgico- en la 11 Ct, Gilson, History, p. 26. Oberwes-Geyer, p, 309. 12 Bohner, Christ Philosophie, ps 406. 89 misma época en las Escuelas de Occidente (Ia forma: cién que se podia adquirir alrededor de 1200 en Pa- ris en Ja Facultad de Aries“TbetNs Batindose ante Todo en ef “culto de la Logica", “vo encierra algo que ni siquiera se parezca’2 una concepeién filosé- fica de la realidad total"), a quien considere esto, salts a la vista ‘con qué fuerza natural tuo que pre- valecer en el Occidente latino esta invencible stpe- rioridad. Este es el momento de hablar de las tradueciones del irabe con més detalle. En el tiempo en que Ave- Froes y Moisés Maiménides habian nacido en Cér- doba, al sur de Espaaa, mad sored la Renin {a ya estaba de nueva “Thee del dominio.musulmn, Toledo, por ejemplo, la capital de la Espaia visigoda, ya habla sido reconquistada en el afio 1085_y, desde esté momento hasta la época de Carlos V, sera una de las ciudades influyentes del pais. La marea del Is- lam que se retiraba habia dejado libre una Espafa, ciertamente intocada en su sustancia cristiana, pero no obstante intelectualmente cambiada de multiples formas. Un signo de tal cambio es, por ejemplo, I Escusla de Traductores. que fue fundada en Toledo ‘Wee sista. por un obspo. de smplias mira Yes este centro’ de trabajo, nico en Su estilo, que se pro- Tongard durante muchas generaciones, el medio por el cual serian traducidos al latin las grandes obras del aristetelismo ardbigo-judio y especialmente tos. escti- tos del propio Aristételes. jY hay que pensar que se ataba de los escritos aristotélicos anteriormente traducidos del griego al irabe, a través del sitio y (Galvez) del persa! Casualmente ha llegado hasta nosotros a forma casi increible en que EI libro de {2 curacién del alma, 1a gran obra de Avicens, fue 32 Van Steenberghen, Le Xtife stele, p. 188, 6 Ibldem, 86 miento en abs mente t escritos de “Mi produjo todas ¢ sus obr. “més ur 1M. dischen + 6 Obe De CoM. E chaft, OF ten; Vista del Briey. ew, ». Jol. forma an Pa e ante a algo filos6- le pre- ‘supe- ciones » Ave. 1 Core infosu- almén. sigoda, desde una del Is- spaia, + pero itiples plo, la Toledo Yes ie pro- por el as del que ‘mente tiio y hasta vr de a, fue transportada” del arabe al latin en Toledo hacia el afio 1140. La traduccién es la obra comin de Do- -Minicus Gundissalinus, que también ha dejado esctites loséficos propios, y de un judio de nombre Abes, dehud. Este ltimo informa sobre el modo de froce fer: 1, que dominaba tanto el arabe como el caste. Mano, tradujo al castellano las palabras drabes una a tna, singula verbs, que luego eran traducidas alla tin, de nuevo una a una, por su compaiiera'™. “Es ssombrase” —se dice en la Historia de la Filosofia fe Uberweg *— “que-a-pesar de este trabajo mecé- nico, surgiera.en buena parte un sentido razonable” _Sin embargo, estas asombrosis dificultades del ca- ‘ino no impidieron esencialmente'™ ta trianfal pee netracién de Ja concepcién aristotdica en el pensa- miento de Occidente, Esta penetraciOn no necesita ea absoluto de los escritos seudo-aristotélicos, igual- mente traducidos al latin, aun cuando de uno de esos escrites —con el titulo en modo. algunc aristotélico de ""Misterio de los Misterios"— se ha dicko " que Predujo mds aceptacién en el “gran publica” —"en todas partes lefdo, extractado, paratraseado"— que sus obras auténticas; en aquella obra se dice mis o menos que Dios mismo habfa Yamado a Aristételes “més un dngel que un hombre” y finalmente le habla 12M. Horten en “Zeitschrift der Deutschen Morgentin slacken Gesellschaft’, t €6 (1912), p. 34, % Oberweg-Geyer, ». 310, [De todos modes, contra ls insuficiencia de las traduc- Gicaes se quejaron. Roger Bacon, Alberto Mogno'y ‘Tants (ch M. Horten, Zeitschrfe d- deutsch, Morgenland: Geant? chatt, t 66 (1912), p. 754): y pronto fueron emprendidas, er eiemplo por Guillermo de Moerbecke, concecioncs iy vista del terto griego o nuevas tradueciones dittctas del eFiego. WW. von Hertz, Gesammette Schriften (Stuttgart 1905), pele. 87 fis comentaristas drabes ez deci, junto con Geterminada interpretacion formulada ya sitemstica- debicae a snl -hosizonte dela Cistiondadoc tételes, cas uni en alia Siones aun de Agu: mente— cidental. ~ “En todo caso, dos cosas eran I6gicamente de esp. tar. En primer lugar el irresistible dinamismo con ¢l gue le doctrina de la tealidad aristotélica a la que| en el mismo campo no se le podia oponer nada de arrebatado en una columna de luz. De més trascen- dencia es otra cosa: que. Aristételes,.cn-compania pasar expresi 1 } | ‘un rango ni siquiera aproximadamente parecido— tlegs) en si F a ser conocida y reflexionada,JEn segundo lugar, ta elosiosa fIpreocupacién natural, exteriofada en un gesto’ de tador 2\ tepulsa, de que Ia continuidad de Ia tradici6n y la Uiyane | totalidad de Ta verdad pudiera Negara saltar por la Giones y (wehemencia de aquel proceso de apropiacién,|Ambas toteles “Cosas conjuntamente son caracteristicas de le primera propia mitad del siglo xin; y ambas se entrelazan 2 menudo Siguiente “Ge la forma mas extrana, ia: Farid Asi hay, por una parte, entre 1210 y 1263una decir oc: larga serie de advertentas,limiacionesy_prohibicio las probi nee cdesldsticns Gue-aieclen ie’ leg ecctones cintiere— todas tas tarlaspablicas sobre” AristSteles, especialmente sobre alza lan a Fisica, la Psicologta y 1a Metaffsica ". Por lo dems, toridad & ni por ascmo sucede algo asf come sf ‘in Iles” 6 parte del cualquier burocracia curtal se opusiese al frente ce tSteles. st rrado de Jos intelectuales; antes bien existe an fuerte década, grupo entre los propios profesores de Universidad sided que se opone a Ia incémola rovedad: y pronto se son estas pondrd de manifiesto que lz autoridad eclesiistica en bl cg modo alguno piensa identificarse con este conservadu- alo 1255 rismo por principio. de Artes Por otra parte tiene igualmente lugar, al margen de cidm, aque toda declamacién revohicionaria 0 slo. polémica, un surgir y de = terodoxo” ta detallada sinonsis en Steenbershen, Le Xillesdcte, 1p, 191-196; pp. 239-242. = Lexi 88 ascen- vatica- do espe con el a qe da de ilegs ar, la to de y la oor la Xmbas enudo 3 una ibicio- iversi- sobre lemis, sia” 0 fuerte rsidad Wo se ica en ren de te, Pasar por ako continuo, consccuente, siempee: mis txprsive, de agutllas prohibicioness Gene Wore is Jediceién en alto grado intensiva-a: ly sora a An toteles, y ciertamente también en las lecciones publi- 25 unversitarias. Esta paciente opcsiciGn pene tiones“difcil de comprender, Por Clenpin Ssect, ain vigentes tas prohiiciones de Arisiegs, Tan Ge Aauin, totalmente dentro dsl sentite do ts ne fn i primer escrito. tabla con unt tort ease erosiosamente det "Flésofe™ tambien del ne sag. tadot” (Averoes). Por otra ‘parte. el mismo Ban, Urbane IV, gue x. 1203 rept las anteriores mea Giones y peobibiciones, perms weet eles sean traditidas de_nuevo del srieio ex a6 propia corte de Orvieto, Asombroso es también ef siguiente hecho, en cielo sentido dehniriver nya la Facultad de Arts de Pars en_mace ge 1s deciF Ocho anos antes de la renovada in las prohibiciones,acoge en fu ‘nach -tolas las obnas attoralans os flea la ms miaima provesta, “my por tte ee toridad episcopal, ni por parte de tos tedlogos, nt por Parte del Papa, La prohtieion de las keene i Ibieles estaba em desucoy tal ver yu donee sate déeada, y nadie en Parls pensd en desperteis 2 vida de nuevo", Fernand van Steenbergheer te gee Son estas palabras”, afade la ebsewacion sig Ser eonsiderada de que el estatate de ertuien dt aio 1255 habla enterrado enel suelo de la Facultad de Artes arising, slo ya preparado pace I sad ciéa, aqueta semi de in que hy ec aye surgir y desarrollarse ef totelismo anticristiano, “he- # Le Xiltesitele, p12 89 vu Alberto Megno es “el primer teblogo de la Edad Media que mir6 clara y agudamente a la cara al aris- totelismo” ', Con la desacostumbrada hambre de res- lidad que caracteriza a este hombre, Alberto se pone por su propia cuenta* a trabajar y asimilar toda la obra de Aristételes. El joven Rogerio Bacon, amigo de polémicas, saticizard luego al profesor parisino que queria ensefior sin haber side anies disefpulo. Pero para la ciencia a la que San Alberto se dedica no habia entonces ni un maestro ni una escuele, Aun cuando no conoce el griego*, concibe el casi fantéstico plan de hacer inteligible para el Oceidente latino toda ia obra de Aristételes, esta docttina de a realidad to- talmente nueva: nostra intentio est, omnes. dictes partes facere Latinis intelligibiles *, Boecio habta anun- Giado %, seteciontos afios antes, casi el mismo proyecto * Grabmann, Mittlalterl Geistsleben, Th, 10. 2 "De hecho {ue autodidacts on sor ettudios de Arist teles". Oberwer-Geyer, p. 403. S'Grabinann, Mittelaltor. Geistesloben. Ml, 352 © Comentario a It Fisica aristewlica 1, 1, 1. Opera omnia Borgen) 3, p.2. SIMid. cip. Uh, p39. 90 En si teniar cadores, también Sensible el sentic * Come Opera ons 2 Fa trimonig. ¥ templar y al o10 sir Edad V aris: pone dala amigo yo que Pero + habia aando, plan oda ts lad to- dictas 1 anun- royecto Arist. con uaa frase semejantemente pretenciosa, Pero ¢s cier- {0 que Alberto, contrariamente a Boceio, lev6 2 caho St tesolucion en sus Comentarios a todes los escuin, de Aristételes, con aquella poderosa “fuerza anaice ue emprende lo dificil y que se descarga también, fecia y tumultuosamente, contra “gentes que nada es, bem, pero que combaten de todas las mantrae cl sav, ie 1a Filosofia, rudos animales, que alzan su voce. HO contra aquello de to que nada entienden'*, eco de alguna forma suena a suabios y de hecho, como se sabe, Alberto habia nacido en Suabya Boel En sus viajes por Occidente apenas v puede con. cenrat Alberto con preguniar y observar a los pes. fadotes. cazadores, colmencros y pajareros, sino auc también personalmente dedica a las cosas del inustis Sensible una atenciin despierta en todas direcciones extraordinariamente. precisa y “no. preten gl sentido de Goethe. No silo va a describir la man zaa*, desde la piel hasta la semilla, sino. tamisien Comentario a las cartas de Dionisio Areopagita 7, 2 8, Opera omnia Borgnet) 14, p. 910 3 En una carte de Goethe desde Roma dirigida al mac trimonio Herder 0 Nov. 1786) se dice: “Mi tired det Cate templar y leer toGas las cosis como son, mi lealtad & cejer al ojo ser lez, mi completo. sbandono. de toda ‘pevensear Ime hacen tottimente feliz aqul, en el silencio % De vegetabilibus VI, 1! cap. 25: ssrage. 129, p. 402, 91 las “hojes aterciopelatas y_perennes” del muérdago, “easi como las hojas det olive, pero con destellos de amarillo limén” *. Proporciona datos exactos acerca fe qué tipo de eraiies** hilan sus telas y dénde lo hacen —en les ventanas, en los boseajes, en el suelo— y- qué araias cazan a sus presas mediante saltos. Dis- lingue entre espinas y prias. Sabe, porque [0 ha pro- bado con su paladar, que la sevia de los drboles*" es nds amarga on Ins raices y que en Ta parte inferior del cuerpo de las abejas se encuentra un saquito trans- pareate de fino sabor a miel*. La anguiia no vive del fango, como dice Aristételes: “Yo mismo be vis- to cémo Se come a una rana, a gisanos y a trocitos de peces y que st pesca con tales cebos en el anzue- lo”, Con alguna frecuencia corrige de ese modo, ir, acudiendo a la experiencia, a Aristételes " y, naturalmente en primer lugar, los datos puramen- te legendarios del libro popular’ Fisidlogo. Estas _co- rrecciones tienen a menudo un tono intelectual, pero a veces también otro ligeramente agresivo. Por ejem- plo: “Sobre lo conereto no puede darse. flosotia al- guna", de porticularibus enim philasophiae esse non poterit®, O en otro pasaje: “El fénix es un ave de ‘Arabia Oriental; eso escriben aquéllos que investigan mas en la Tsologia mistica que en la Naturaleza" *. 3 Bbidem, LY, 23 cap. 4; paragr. 64, p. 252. 26 De envmdibus VIM, 43 cap. I; parage. 134 6, p.628 55. #1 be vegetabilibus IE, 1; cap. 33 parant. 31, pe 114 2% De enimalibus IV, 2: cap. 7: parage. 71, p. 390. 29 Thidern, NIL, 1; cap, 34 parasr. 26, p. 508. 24 Por sjemplo, dice (Meteor. 1, 4: cap. 11: Opera Omnia, Borgnet, tr ps 679) que no er verdad que sl arco ire lunar s6lo aparczca dos veces en 30 afes; que, antes bien, es una fuestion de experiencia el becha de que él to hava visto aparecer dos reces en el mismo afio (verdict expermenta fores experti sunt) 31 De vegetabilibus VI, 1: cap. 1; paragr. 1, p. 339, 38 De animelibus XXME: cap. 24; ‘paragr, 116, p. 1493. En qt ues tna { flor ¢ visa ¢ Alber forma Perc acerve emptri berto europe aun ce haya "Si se dela berto, : Pero 'k del per con un miento mediate punto ¢ terreno, compro validez, donde indepen cualguie De 30m, ind Arts Tune 9, 5. Fa qué medida un tal seatido de fa realidad tiene poco que ver con un trivial “cientificismo” se evidencis oe una frase que habla de las formas clementales de In flor en la que, al mismo tiempo, se contiene una grat Gist observacin y pura poesfa. Las fores tienen, dice Alberto en su Libro de las plantas*, tres clases de formas: de p§jaro, de campana, de estrella Pero, en sentido estrieto, no es por el asombroso acervo de conocimientos de ta Naturaleza, adquirido empfricamente,_por lo que hemos dicho que San Al. berto puso en marcha en la Historia de la Filosotia europea algo trascendentalmente rico en consecuencias, aun cuando también el investigador de la Natucalezs haya sido con razén considerado como un iniciador {Si se hubiera continuado et desarrollo de las ciencias de la Naturaleza por el camino abierto por San At berto, ie Pero lo revolucionariamente nuevo. para el. progreso del pensimiento filasdfco es que San Alberto: Masee con una firme determinacién, expone-que-el conse. miento. concrete deta. realidsd, edquirido en el ie mediato encuentro con las cosas, es el indispensable Punto. de partida de todo conccimiento natural: Bi at ferreno accesible a la experiencia, debe superar’ |a comprobacién a Jo transmitido, si pretende exigis validez. Esto significa nada menos que, alla hatte donde puede penetrar Ia experiencia, ss evidente is independencia del hombre con uso de :az6n frente a cualquier imaginable autoridad. Exporimentum solsan 22 Be vegetabitibus U1, 2; cap. 6; parse. 135, p. 157. if gs, Staler en Verhandlungen deutscher Maturforsc lund Arste (Leipzig 1909). p.35, 93 contficat in talibus *; éste es, © lun nuevo principio fundamental: “en tales cosas s6lo la experiencia da certeza". Y hay que darse cuenta que esto se dice en forma de contrapesicién y exclusién. Se dice que primariamente no estriba ni en los forma- ismos de 1a Légica ni en la imaginativa combinatoria de “sintesis de la especulacién racional, sino en el sa- ber objetivo, adquirido de cara a la realidad experi- mentale, Esto se dirige claramente contra los “que estiman cualquier distincién conceptual como soluci6n Objetiva”, qui omnem distinctionem solutionem esse reputant *. “En lo que a mi se refiere, odio las ar- gumentaciones I6gicas en las ciencias que tienen que ver con las cosas". Wemer Heisenberg ** ha dicho hace algin tiempo que en Ia Edad Media "se imagind a la Natureleza como la obra de Dios”, “y hubiera parecido sin sen- tido a los hombres de’aquel tiempo preguntarse por el mundo material independiente de Dios". En rela- cién con hombres como Alberto Magno y Tomas de ‘Aquino esto significa, dicho moderadamente, una for- ‘mualacién inadmisiblemente simplificadora. Naturalmen- te que ambos estin coavencides de que el mundo ex creacién (creatura), Peto, porque creacién per defini: 35 San Alberto habla de las plantas de Tas que va 4 tra: tar, “De aqucllas de las que vemos a tratar, unas Jas hemor Conoeldo nosotros ‘mismos por experiencia (ipsi nos expert tnento probavirtus), de Ins otras tenemos noliciae por aque iios que, coma hemor comprotado, no dicen fécilmente algo a nol scr que. Io hayan eonstatade por la. experimeniacion tum). Pues eh ‘ales cosas s6lo Ja experimentacién ‘da certeva”. De seeetabiibus VI, 1; cap, 1; parags. 1, 339s ‘38 Comeatario aia Metafisica aristotélica I, 13 cap. 2. Overa Omnia (Borknet) 6. 6 SY go tales logicas ‘consequentias in scientis de rebus abhorseo. Ioidem. 3 W. Heisenberg, Das Ni Die Kinste im technischen Z: ‘itd der houtiten Physik. En: ter (Darmstadt, 1956), p. 32 94 tie pic tar ser fac Es sar Bice tens lay ban loss, man sup sible: ment Gene te pr logia ra ot te po en el Filoso un ine stasis, = séio aque Jae orm ators elo pert Moe luetin ese as at nae iempo raleza sen ve por rela- nds de aa for almen- ado es defini- F hemos exper or aque rte algo ineasion entaciéa 3398 "can 2 ‘e rebus sk. En: 5, 0 32, Komen quiere decir que a las cosas se es da el pro- io cer verdaderamente Como su propiedad, saben doe fambién que las obras de Dios en absolute pueden Sef comprendidas, a no ser que se tomen en conside. raci6n en si mismas, secundion quod hujuimodi sunt", Es letto que esto mismo antes de Alberto. Magno hunca se habia dicho con tal enérgice precisién. Peet Samente esto ts lo nuevo. Para Alberto Magno es Sencillamente evidente el rehusar argumentos teolo. icos dentro de la discusién cienttfico- natural ®, Y no pees Come expresa Gilson, “paciencia alguna con {a pla candider de los tebiogos”, que se dispensn, an de dar una respuesta flosdfica a cuestionee losbficss. Antes bien exige del teGlogo que de ante. mano adquiera la formacién filoséfica y sientifiea de su tempo *. Se comprende muy bion’la reserva de Gente justieads el hecho de que varios. Capftules Generales (aitos 1271, 1278, 1280) adviertan In cethees fe primacfa para una comunidad religiosa de la Ten, logia sobre el saber profno "*. No obstante, no dete ria olvidarse que Alterto formula con ello validamen. {e Por primera ver Is verdadsra tarea de la Teologia Fy oft amundo, aun cuando esta tarea, al igual que la rorofta, nunca pucds ser realizada completamente por un individuo, De nuevo, pues, la conexion entre fides y retio se hha hecho més dificil y exigente en un aspéctor ante %3 Sime Tomés de Aquino, Summe contra Gentes 2,4 (I), $28. Gover, Albertus Magnus, 6 Diy 8! Gilson, tfitony 259. £2 lbtdem, 278. 19 Van Steenieralien, Le Xille siete, p, 239 95 Heda cave de gute. grep tein setae? une Signifcacion nueva y mis omplia Pata’ Alberto Magno vaiio" ap. solagukia tixit la ceotaat aero, aiento cierto forrval, ni tampoco primariamente la fa. cuitad de conestar las verdndes Ge le Salvcion me: diante analogias creadas_y por “motivos de conve- Blencia® y hacelas accesible: s nucsiro conosinicnt, fine, sabe toda oth coe, [a eapecidad de hasore de comprender la realidad con la ques encuentra) See ee ricamente, habia fundado, eso seré formulado como privcipo pee albette Magno, 2 const we ana oes Enpls experiencia Ue lecssbied 9H ura teins de un conocimiento més profundo de toda la Filo- sofia y Teclogt contempotiness. “Une, en tanto. en cuanto puedas, la fe con Ja.raaén"s sta. irase_de. Nasco va’ « Aountar aesiecatira: In tacs dactleuac Ja fe a una coordinacion.coherente, respecto al ince- Gino mere tee Se entre mundo, que se pierde en una multiple inmensidad. 96 No gileda ia mis instan, produc cede a prey; por enc yur liad de Bsta que bus medieva lugar in tante a ast. cons todas Jas Media, ¢ influyend agno aia mnve- ento, bre stra. 66 empo, Filo to en se de llevar ince y del ad XI No sélo se dice hoy que la época “entre” Ia Anti siiedad y la Edad Moderna se acabé, sino también que Ja misma Edad Moderna se acaba’ Quien en iltime instancia esté interesido en saber no “cémo se ha Producida propiamente eso", sino qué es lo que su cede aqui y ahora con lo que merece penserse siem, pre y para sicmpre, es decir, et filésofo que, saltando Por encima de toda una Edad, considera la Edad Media ¥ su Filosofia, se pregunta cémo es posible la actua. lidad el pasado. Esta pregunta no ha de entenderse como que haya que buscar la “supervivencia” de los conceptes ¢ ides medievales en el pensamiento actual, Que esto tiene lugar incesantemente de mil maneras distintas, y bas. ante @ menudo ée una forma imperceptible, que, asi considerado, el pasado de todas las éposas y de todas las latitudes, y por tanto también de la Edad Media, de alguna forma siempre esti presente y sigue influyendo, esto pertenece sencillamente a los hechos 7 elementales de la Historiz humana en general. Oimos, por ejemplo: “Si el ojo 10 fuese capaz del sol/ebmo podriamos mirar a la Iv2...", y decimos: Goethe, Pero el propio Goethe dice: “in mistico”; y compro: bbamos luego que este verso de Goethe intenta expresac lun pensamiento de Plotino * en “rima alemana” *. Tal influencia permanente del pasado prevalece incluso cuando se rechaza el pasado; por ejemplo, et drama de Sartre de la “sociedad cerrada” (Huis clos) no se puede coneebir sin Ia idea medieval" del inferno. Pero la preguata sobre la eventual actualidad de la Edad Media no se ditige a algo de esta especie Tampoco aludo a les cuestiones de la Filosofia me. dieval de las que, sin que haya de extrafiarse de ello, la Filosoffa de todos los tiempos se ha ocurado mas 0 menos expresamente, Mds bien se trata de aquellas caracteristicas estructurales: de Ja Filesofis. medieval que se nos fan mostrado como “especificamente me- dievales” y de las que a primera vista se podria sos- pechar que hubieran desaparecido con la época mis- ma. Y Ia pregunta es precisamente si a esto aparente- mente por completo “‘medieval” Ie corresponda. tal Yyez_una especial actualidad que ataiia inmediatamente al filbsofo de hoy. Hemos visto que ta imagen de Ja Filosofia medieval compone de los siguientes”elementos: Lox pueblos histéricaments jovenes del norte y mediante un aprendizaje metddico, nal-de-fe-Antigiedad pasana y-cristiana, E al que se lleva a cabo la vida intelectust de ta época, fundada_en_esta_herencia, es la Iglesia (monasterio, zacucln’catcialldie, Unlvesead COM privlegies, pay * Breadas, 1,6, 8 2 Farbenlehre. Didaktischer Teil, Einleitung. Ed. G. Ipsen. (usel-Verlag, Leipela), p36. 98 Pales es y mien muy inver, Emp la site dela Ja Eda de uni mente tiempo halage 843i: No « ciemplc empren ‘Amerie Sentan ton, A Dante, win, Bo levid 2 Det simoderae prern ertotonas i Seon ie mos, mo ethe. apro- resat _ Tal cluso rama Pero Edad a me- » ello, mas 0 iuellas dieval ‘a sos a mis- arente da tal umente edieval aueblos Suropa, tat adicio- into en 1 época, lasterio, sios pa G. Ipsen, pales), La Filosofia, casi exclusivemente hecha por mon- jes y elérigos, se mueve ademds a partir de plantes. ientos y objetivos teol6gicos y es, en este sentido ‘muy especial, “Filosofia cristiana”. No es del todo inverosimil que en cualquiera de estos elementos se exconda una “actualidad de la Edad Media"? Empecemos con lo més inverostmil. Evideatemente la situaciéa de una mera apropiacién por apcendizaje de la tradicién ha pesado ya. Precisamente desaparcce la Edad Media cuando el hébito del mero aprendizaje de una tradicién de autoridad tiene que ser violenta- ‘mente mantenido en una época en la que desde hacia tiempo son positivamente mas importantes los nuevos hallazgos de 12 propia experiencia del mundo?, Esto esast, sin ambages, No obstante hay que decit aqui unas palabras, por ejemplo, acerca del experimenta de 10s “grandes libros” emprendido hace aios en los centros académicos de América, con 10 que se alude a los libros que repre- sentan el “legado” desde Homero, pasando por Pla- 6a, Aristételes, Virgilio, Plotino, Agustin, Tomas, Dante, hasta Shakespeare, Kant, Hegel, Goctie, Dar- win, Dostoiewski y Sigmund Freud. Este experimento, Nevado a cabo con la seriedad de una asombrosa im! Se eee aS 99 picialidad, sobre el que con razén se. puede pole Fizar en aspectos particnlares, ha nacido de la preocu: I firme propdsito de que el propio tesoro picid Geo pueda estar a dieposicion det Nuevo Continedte, pidiendo de esta manera ser ensehado 7 Gprendida. Pero éste es mas o menos el mismo props Seo y la misma necesidad de los que también surgi th empresa académica de la Escolistica medieval. Y no solamente son idénticos los problemas sino también io “problematico", desde la absoluta necesidad y al tnismo tiempo inseguridad de la traduccién (en el sen- tido més amplio) como de la sele ibién por tanto de lo que st prescinde—, ign entre una simplificacién legitima o ilegitima, An Joga parece también Ia decisién, tal vez demasiado esprrocupada, de censiderar primeramente 10. pro- blemitico a causa de su mera necesidad absoluta, Cier- tamente se odria afrmar que esto no deja de ser interesante, pero apenas algo més que un parallismo mn el fondo casual. Pero creo que es mds que esto. Wuando se vuelve a auestras Universidades europess después de haber tenido experiencias con estudiantes imericanos que, de esta forma, aun evando “especia tigados" en otros estudios, han conocido tanto la Etica Nicomaquea como las Meditaciones de Marco Awre fio, ast como también grandes. partes de la Summa Theologica de Sento Tomés y los Pensées de Pascal, por supuesto en traducefones, pero de alguna manera fon cierta proximidad, entonces, digo, apenas puede ta serie de los Great Books of the Western World, apa~ resides “cn bt edliorial de la. Encyclopaedia. Britannica en. {Sanveditados por R. M, Hutchins (en un total de 54 toms) Jon totalmente “escolseicos” y, wegin mi parecer, enfocados Trude naner extraordinariamente pedagdsiea mediante dos de Migs tomar introductorics titulades The Great, ideas. A ‘Simtonicon of Great Books of the Western World. Ed. por A Kater y W. Gorman (Chicago, London, Toronto 1952), 100 uno d tica" de ta media chosar Iuto p sabidu Yat tién di europe primer dores" hembr no pod era e hasta ¢ Cizlidar dido, ¢ ser unc (Posibh piacién to de factorie nocienic capaz ¢ se enct divino Por 1 dela E de la Ip recido, Hermo Frailes vanera puede 4, aa ‘ica en ‘omos) focatos pte dos eas. A 2d, por 1952). uno didar que tambign aqui en Europa tal “Escolés- tica" seria una de_las.pocas_posibilidades,.ci medio “de Wwimundacioo, de der a conocer y mantener vivo mediante un_material_erudito en-modo.aleuno capri- ehosamente amontonada —no dominable ya en abso- Tuto. por nadie legado”, es decir, fb “‘acopio de Vive_intelectualmente el hombr fie" plintear ugui otra eacstOev- Te Ste tin de si el patrimonio tradicional de las culturas no europeas, sobre todo de las del lejano Oreente, hechas primeramente accesibles a nosotros como “‘ccnquista- ores”, si esta inmensa riqueza del conocimiento del hombre y de la interpretacién filesdfica de la realidad, no podria de nuevo ser conquistada —si de alguna m neta es posible— mediante una tal “esvoléstica”, Si hasta ahora esta tarea, més alld del campo de la espe- cialidad ervdita, parece que apenas se haya empren- dido, es seguramente por varios motivos. No podria ser uno de ellos el de que hemos olvidado “aprender”? (Posiblemente es cierto que para que ocurra tal apr: piacin hay que presuponer otra cosa: el convencimien- fo de que en ello reside una tarea obligatoria y satis- factoria més alld de un conocimiento histérico, un co- nocimiento que tal vez tan sélo puede tener quien sea caper de ver la verdad en el mundo, donde quiera que se eneuentre, como participscién en el nico Logos dlivino mismo) Por lo que respecta al segundo elemento estructural dde Ia Escolistica medieval, si insercion ene mbito- dels Igsia parece evidente que ha pasado y desapa ido. Y realmente es un hecho simbélico que Gui- Hermo de Ockham. que huye del convento de los Frailes Menores a la corte imperial alemana, sigue el 101 mismo camino que recorte Casiodaro al. principio de la €poca, aun cuando en dicecci6n contraria, cuando abandona su cargo politico en Ia corte real goda y “se retira al claustro”, Desde Guillermo de Ockham empieza de nuevo la Filesofis a asentarse en el mis amplio espacio vital del “mundo”. Y hoy dia apenas podemos imaginar otro estado de cosas. Pero, con todo lo incontestable que es esto, queda uno un poco desconcertado cuando, en medio del modeo mundo del trabajo —inguietado por la creciente politizacion del campo académico y por la amenazante reduccion de las, posibilidades, tanto interiores como exteriores, del didlogo piblico, especialmente de ta auténtica po. lémica— se busca el “espacio libre” en el que sélo pueda cultivarse In theora, es desir, cl ocuparse de “la verdad y nade mds” sin estar constrefido por nin- guna sujeci6n prictica (politica, econdmica, técnica, confesional). ¥ le viene a uno a fa memoria el notable hecho de que Ia Academia te Platén fue un ¢hiases, tuna asociacién cultural que s2 reunia con ocasién de celebraciones sacriicizles regulares. En cualyuier caso, la cuestién que [a Filosofia medieval contesta con su entrada en e} reducto del claustro, con lo que habia tun espacio no s6lo para Ia Biblia y los Padres de ta Telesia, sino también para Platén, Aristételes, Cice- rén, Séneca y los grandes arabes, esta cuestion tiene que’ ser evidentemente contestada en cada época. ¥ tomo como signo de la considerable dificultad de una Fespuesta totalmente moderna y al mismo tiempo po- sitivamente satisfactoria, el que un hombre como. T. S. Bliot * habla precisamente de que hoy es deseable tun fortalecimiento de la vida mondstica (monastic life) ara qué en el ambito libre del claustro, “incoatami- nado del diluvio det barbarismo de fuera”, se les pro- ©, 5, Blot, Modern Education and the Clarses. Selec- ted Essays (Lonion 1953), p. 515 5 102 orcione a los laicos una formacién filosifica que “tie- he que ser algo mas que la preparacién para un puesto de funcionario al servicio del Estado oun medio para la eficiencia técnica 0 para el éxito social 0 piblico” Esto me parece una propuesta totalmente ut6yica y es de presumir que su autor tampoco se engaite con cllo. De tedos modos hay que considerar que a. s0- I" dieval" de fo_que Ahora queda por discutir el elemento estructural citado en Ultimo lugar y que ya no es puramente for- mal: que Ia Filosofia’ medieval no es s6lo una Fie losofia hecha por monjes y clétigos, sino que es una “Filosoffa.cristiana” determinada temdticamente por la Teologfa. Con ello se plantea algo en cierto modo difculteso pero también en sumo grado decisivo. En el fondo se trata de dos cosas distintas: de la estcuc tura de la Filosofia cristiana en general y de la preemi nencia de Is cuestidn teoligica dentio de esta estruc tura. De esto, por tanto, hay que tratar, baio el 3s. pecto de Ja “actualidad de la Edad Medi La estructura “Filosofia cristiana™ s6lo se puede dis cutir-seriamente si se considera valido un presupuesto que aqui sélo se nombrars, pero no se discutiré. Es resupuesto de que en Cristo se le ha proporcionado al hombre una informacion que concierne a la total dad del mundo y de la existencia y, por tanto. por Sefin:cion, conciérne a los fildsofos y que, ademis de ‘ello, es valida en virtud de una exigencia de verdad sobrenatural Para quien rechace este presupuesto, Igicamente 'a “Filosofia cristiana” ¢5 una inconsecuencia, ssa 10 que sea Jo que se entienda bajo ese nombre en con. 103 creto. ¥ toda la Filosofia medieval le seri inaccesible ea todo aguelio que la mueve en el fondo; no hay que esperar otra cosa sino que aquélla se le aparezca como tun lujo. de ingeniosidad formal, tal vez asombroso, pero en tiltimo término irrelevante, aun cuando aqué. a, por to demas, pueda ser explicada “histéricamente” de forma plausible y se le pueda agradecer tal vez ciertos progresos, por ejemplo en la Logica, en la in- terpretaciin de Aristételes 0 en alguna otra cosa. Pero tan pronto como se acepta aguel presupuesto, surge también la tarea de la "concordan:ia", 0 al me. nos Ja cuestién de cémo hay que compaginar It in- formacién creida sobre et mundo y la existencia con Ja informaci6n sabida sobre el mismo mundo que est ante nuestros ojos y la misma existencia bu- mana. Si at hombre le interesa existir de la plenitud y de la inagotable energia de la vida espiritua, lo que quiere decir tanto como existir cara a todo lo que en tte en su radio de accién, entorces es del todo impo sible no intentar por lo menos la concordancia entre fides y ratio. No intentarlo es desde luego imposibte bbajo el supuesto de que se acepten ambas cosas, lo creido y lo sabido, como igualmente verdaderas, es decit como una atinada informacién sobre la realidad. La concordancia de fides + ratio comprende natu ralmente dos tareas parciales: en primet Igar Ie_un ferpretacidn-dela informacién divina que sale_al_en- Sventro_del_hombre_tento_en forma de imagen, pa- ‘ola ¥ acontecimiento, carmen Ts forma de expre- sion, deuna_determinada interpre ta lante 0 por lo menos digna de fe, tiene que poner en juego el patrimonio toial de la verdad conecida por el hombre. La segunda tarca parcial consiste en ta co- arespondencia formal de esta interpretacién on 104 jn, asunto propio de la Teslogis, para ser vincu-- totalidad « tencia Como s de este Ih tema del ¢ Boecio y selucion ¢ la misma han perdic filosofe ho a la realiz simplemen parte es"; Parece ‘Sumas. Es reso lar: todo lo re como la de Mena de te nados; mi el mundo, ign del gi profundida que se de donde alea ROS ¢= pos © La mish Paton, cuye ie Ia recs donde, yor « ‘como "en Io tamente sep arraciéa si “teotosiea’ sign det con: alia para | Se ve que el rade amplia « accesible hay que tal vez aha in- cosa, apuesto, do que cia hue “enitud Yo que > impo- a catre iposible 2525, 10 zalidad. lain aten- Dae oxpre- terpre vine mer en da por ta co “on la ‘CoMO"se ha puesto de manifesto en cada capitulo e este libro, con ello se describe precisamenee at tema det esfuerzo flosé odeoligco|del peiodo entre Peecia, y Duns Escoto. {Intentas. patticulares de ne Solucién también xe-mostraron como irrealisables en fn misma Edad Media, Pero los grandes esbozos no han perdido su significaciéy paradigmitiea para quien Rlosofe hoy como cristiano}Paradigmitica™ lamamos a la realizacién rmodélia qie'sin embargo no. puede simplemente imitarse o repetirse y que, y tanto, en parte es “actual” y en parte es “paseda’ Parece ser que’ irrepetiblemente pasadas.estin lac Sumas. Es cierto que Santo Tomas de Aquino ex. res6 claremente la insondabilidad por principio de todo Jo real. No obstante se nos muestra su actitud como la de un hombre que mita a una sala iluminada Mena de tesoros inconmensurables, pero también orde- nados; mientras que nuestra propia experiencia, con cl mundo, antes bien se puede comparar con la situa ion del que, bajado en una campana submarina 1 la Profundidad de} mar, pone mis o menos en clare lo gue se destaca de ia interminable oscuridad hasta donde aleanza la tur del reflector. Evidentemente no nos es posible de una forma legitima una redonda y donde, por ejemplo, habla FlatSa de i vide para ie tact come en los disiogos Gorstar y Feddn st caceten ne Famente separables tre: coms: ia simple’ cposldior det jarracién mitia (del juicio de los muertos): la sigmihcaids “tealésica” de esta hisioria (Gorpion, $246 Is ie erdeen cign del conocimiento experimental de la tierra y del commas Y Sus contemporineos (Fedéx, 103 cm) stiana tiene que ser entendido desde ona nds amplia oposiciSn que la refeiida a la “Edad Men 105 cerrada afrmacién del mundo, Para ello es demasiado insondatle la riqueza del conocimiento natural del mundo. Y ni al cientifico y fléscfo ni al teblogo le conviene redondear precipita¢amente en una unidad Ja multiplicidad mediante la mera adicién, por cjem- plo, de un “‘aspecto cristiano”. Precisamente la renuncia a la imagen cerrada de Ja realidad, Ia expresa apertura tanto de la interpreta- cidn racional de! mundo frente a la Teologfa (y no progiamente por un acto especial de reverencia sino por una disciplinada limitacién relativa alo que en verdad se puede conocer exactamente), como tain- bién la apertura de la Teologfa trente a la siempre ampliable investigacién del mundo y del hombre (teo- légicamente formutado: irente a ta investigacién de a Creaci6n), precisamente este expreso atenerse a lo suyo puede tener el sentido de “salvar” Ia imagen de uun mundo, que sin embargo no deja de ser armonioso de raf, y'de dejar libre la mirada a la {ntegra tota- lidad de cualquier estorbo no objetivo. Este es el momento de recordar que fa mayor "Sum- ma’ de la Edad Media no sélo quedé igualmente in- completa, y precisamente porque su autor Tomés de Aquino asi lo quiso, sino que atemis fue pensada como un manual elemental “para la enseianza de los principiantes", ad eruditionem incipientium', [0 que significa que su redonda plenitud, incluso si_hubiese.» Sido tealizada, expresamente-no-iba-a.teclamat vali definitiva alguna, El Tomas “definitive” hay que @ncontrarlo iis bien en sus Quaestiones disputatee. Este titulo quiere decir tanto como: “cuestiones. ven- tiladas polémicamente”. Son el resultado de aquellas conversaciones que descansan en una ilimitada recep- tividad abierta al partidario y al oponente y que no ¥ Santo Tomis de Aquino, Summa theologica, prologus 106 sobre © todos | mis cit y sobre ‘mahom mismo lémica Ios gen mente opinién gue oct Apen de en danela mente Chet * Ouie Bre cone asiado al del ago le anidad ejem- da de ‘preta- (y 10 a sino ue en tam: empre 2 (teo- on de ealo zen de ‘onieso 2 tota- “Sum ate in mas de ensada Ge los to gue Iubese ear Mtatae sven queias recep. wen fogs, he eeeree ec SO Bose tanto conduce a una “eonclusiéa” como a una aper tara del camino del conocimiento hacia el infinito. Y s2 puede afirmar bastante razonablemmente que a uni- versalidad del punto culminante de la Edad Media se realiza menos en las obras individuales de las gran- des Sumas que en esta recherche collective de le vérité'; es decir, en las “discusiones” que no se cie- tran a ningdn tema ni a ningin participante, a nin guno, jtampoco al participante no cristiano! Es un error frecuente creer que la Filosoffa medieval fue una ocupacién “‘intracristiana”, reducida al circulo de los miembros y de los consagrados. Es cierto que una de sus reglas de discusién dice que una conversacin sobre cosas cuyos fundamentos ao son reconocidos pot ‘odes los participantes es imposible initil, Pero To mds cita un fundamento que es reconocido por todos y-sobre cya base se puede dialogar también con. ae mahometanos y paganos": la ‘razén natural” § ¥ él mmismo Heva a Cabo este dialogo en la en absolito po- lémica y més tarde inj Jos gevtites. Pero la “razén natural” no es primera- mente la técnica dialéctica para defender la propia opiniéa, sino la capaciéad de “comprender” todo lo que ocure. Apenas es necesario decir una palabra mas acerca deen qué forma tal estilo paradigmatico de la concor- dancia de fe y razén posee una actualidad inmediata- mente presente, 5 Chen, Introduction, . 29 * Quis... Mahumetistae et paani ron conveniunt nobiseum in euctoritate alieujus Seripturae, per quarm posting conelocs niecesse est ad niaturalem rationem recurrere, cui omnes arseh. fire cogsntur. Summa cantra Gentes 1,2 107 Ahora hay que hablar ain de la preeminencia de ta Teologia que caracteriza la forma medieval de aquella concordancia, También en esto hay que distinguir lo irrepetiblemente pasado de lo que atin sigue valido. Es cierto que las aportaciones que la Edad Media hizo al conocimiento filoséfico tienen un caricter totalmente filos6fico; yes cierto. que Tomds, frente a conside- raciones teol6gicas, rehticaexpresamente todo. temé- tico constrefimiento de la discusién filosGfica " (igual- mente apoyado en argumentos tcolégicos). No obs- tante, no es sélo incontestable que todos estos filésofos de hecho son al mismo tempo teologes, sino también que su ilosofar, como no era menos de esperar, parte de un impulso teolbgico. Pero esto evidentemente esté tan pasado que més bien se podsfa decir que el filo- sofar viviente del presente no surge precisamente de Ja Teologia, sino de la experiencia temporal histérica, de la Fisica moderna, de la Psicologia profunda, de la investigacién de la evolucion, No obstante, quedan dos cosas por considerar. En primer lugar: en tanto-ea cuanto la noticia creida, a Ta_que recurré Te Filosofia cristiana, vale en sentido, stricto como “palabra divina”, corso. “Revelacién”, tiene que sér también eo ipso entendida como norma de verdad superior sin mis ni mas. Como quiera que puede determinarse en detalle esta super y subordi- naciin, pertenece sencillamente al concepto de una “Filosofia cristiana” el que fa razén natural reciba de Ja Revehciéa de Dios una nomatividad por lo menos “negativa”. Se puede naturalmente discutir si tal mitacién de la autonomia de la raz6n es o no defen- dible; slo hay que tener en cuenta que no se trata en esta discusién acerca de la diferencia “medieval” "sino de Ia diferencia “eristiano".""no cris. 10 CE Toset Pieper. Hinfihrune 24 Thomas von Aguin, pp. 209, 216. 108 tiano”, conoci Revela: rifieade que es it, ba tanto ¢ tal, "L evar : has ott: viene atrevid tro tien princip; imparei investie hace cx Bids de en qué pirada legitims durian afirmaci la"t de la 0 dicionac tinica fo Pier der Erde (Preibure 1S Thi re phie2, en hen 195. ade ta aquella guir lo ido. Es ia hizo mente stérica, de la ar. En fda, a ra que abordi. je una ‘iba de menos. al Ih defen- e trata ieval 9 cris: Aquin, iano". En segundo lugar, mediante Ja insercién_del ato natural. en. la més vasta verdad de Ta Revelitién se hace patente por completo el poder cla-, soficador de los hallazgos cientifico-filos6ficos. supuesto ‘que esa insercién se lleve a cabo legitimomente, es de. Gir, basada en un conocimiento meditado y exacto tanto de I verdad teolsgica como de Ia verdad natu- ral, “La mistica es... la nica fuerza que es capaz de evar a una sintesis Ias riquezas acumuladas mediante las otras formas de actividad humana”. Esta frase pro- viene de Pierre Teithard de Chardin ', uno de los més atrevidos y espirituales pensadores teoldgicos de nues tro tiempo, que al mismo tiempo es uno de los cerebros principales de la investigacién paleontol6gica. Quien iparcialmente considere e} {mpetu, al mismo tiempo investigador y tealégico, con que Teilhard de Chardin hace corresponder la teoria de la evolucién a su vi- sin de un “Cristo mayor”, empezard a presentir eo qué forma una concordancia de fides y ratio ins- picada por la Teologia, siempre que se lieve a cabo Jegitimamente, es capaz de poner en marcha la sabi- duria natural del_mundo hacia su perfecto poder de afirmacién. La “Filosofia cristiana” no e5.tuna forma_pasticulas octet tae desviada, con- ‘Giciowiada por un interés especial (“religioso”). Es la inca forma dela Filosofia, si es verdad que el Lo” H Pierre Teithard de Chardin, Geheiminis und Verkeistung der Erde, Cartas de viaje 1923-1939. Ed, por Cl. Aragomnés (Freiburg: tunchen 1938), p. 45. 3 Ioidem, p. 106 1 Ch Josek Pieper, Gibt es eine nicht.chtisliche Philoso en: Weistum, Dicheurg, Sakrament (Kést-Verleg, Mis. hon 1984), pp 51 se 109 ‘Ges de_Dios.se ha heche Hombre en Cristo y si por “Filosofia” se entiende Io que entendieron los gfay- des iniciadores del, losotar europeo (Pitagoras, Platon, “AristOteles). Los pensadores de la Edad Media for- mularon por primera vez como tarea la concordancia de fides y ratio inherente al concepto de “Filosof cristiana’, y la emprendieron con una energia intel tual incomparable. Nadie que intente hoy colaborar en la superacién de esta interminable tarea puede dlispensarse de considerar el exigente y mukiforme paradigma de la Filesoffe medieval. Pero tendré que dar a las cuestiones. planteadas no Ia respuesta me- dieval, sino su propie respuesta 110 Se incl habla-en antes por atén, for ancia sofia elec vorar uede arme que TABLA CRONOLOGICA fg, imcluyen exclusivamente los datos de fos que se habla en el texto, antes 80 481 480 493 500 525 529 540. 553 568 Agustin mueré en su sede episcopal de Hippo Regius, asediada por los vinda- Jos. Concilio de Efeso. Condenacién de la Gocirina cristolégica de Nestig, Emi. Bracién de los aristotdicos ‘Nace Boecio en Roma. Fundacién del reino de tos ostrogodos en Italia Origen probable de tos escritos de Dio- nisio Areopagita Bjecucién de Boecio, Grerre de la Academia platonica en ‘Atenas. Fundacién de Montecasina jor Benito de Nursia, Casiodoro deja su magistratura. poli fay se retira al monasterio. de \ varum. Fin del reino ostrogodo en Italia. Fundacién det reing longobardo en Ia: lia, aun 571 635 668, mu 732 ca 810 ca, 830 980 a. 1010 1033 1037 1066 1079 1085 1091 1096 antes 1100 después 1100 not N09 ca. 15 1126 1126 Nacimiento de Mahoma en La Meca Comienzo de las conquistas arabes (Per- a, Egipto). Teodoro, nacido en Tarsos, llega a zobispo de Canterbury y funda los es- tudios clésicos en las islas Briténic Comienzo de la conquista de Espata Carlos Mastel obliga a retirarss a los rabes en las batallas de Tours y Poi- tiers. Nace Juan Erigena en Irlanda. Hildwin, abad de St. Denis, escribe la Vita 5.’ Dionysii ‘Nace Avicena en la provincia persa de Bochara. Nace Lanfranc dé Pavia. Nace Anselmo d: Canterbury en Aosta Muerte de Avicena en Hamadan. Batalla de Hastings. Conquista de In- glaterra por los normandos, Nace Abelardo cerca de Nantes, Liberacién de Toledo de la dominacién Nace Bernardo de Claraval junto a Di jon. ‘Nace Hugo de Sen Victor en Hartigham am Harz, Nace Arnoldo de Brescia Nace Pedro Lombardo en Novara, Nace Elofsa en Paris. 3 Muerte de Anselmo de Canteibury, Nace Juan de Salisbury. Nace Avertoes en Cérdoba. Raimundo de Sauvetit lega a arzobis- po de Toledo y funda la Escuela de tra ductores de Toledo, 112 13 1g T 15 1s ca 17 na MB cf, 119 1s antes 126 120 121 122 122 ca, 122 122 12 ca, 124 + Meca ves (Per- “Tos es Espaia © a los y Poi cribe la versa de | Aosta, de In- oa Di tigham ry. \rzobis- de tra 35 ma naz 1153 1160 ea. 1170 1180 sz cd. 1197 198 antes 1200 1204 1210 1221 121 ca, 125 126 1237 ea, 1240 ca, 1240 1266 124 124 wi Nace Moisés Maiménides en Cordoba Muerte de Hugo de San Vietor en Pa. tis, Muerte de Abelardo junto a Cluny. Mucrte de Bernardo de Claraval Muerte de Pedro Lombardo en Pars, Nace Santo Domingo en Caieruega (Cas tila. Muerte de Juan de Salisbury en Char: tres Nace Francisco de Asis en Asis Nace Alberto Magno en Lauingen (Su bia), Muecrte de Averroes. ‘Nace Jordin de Sajonia en Rorgberge junto a Dassel Muerte de Moisé: Maiménides Primera prohibiciéa eclesidstica de Atis- tételes en Paris. Muerte de Santo Domingo en Bolonia. Nace Buenaventura junta a Viterbo, Nace Tomas de Aquino en Roccasecca Muerte de Francisco de Asfs en Asie Muerte de Jordan de Sajonia junto a Akkon. Nace Sigerio de Brabante en et obispa- do de Liittich, Nace John Peckham. Nace Duns. Escoto en Maxton (Esco: cia), z Mucrte de Tomés de Aquino en Foss: nuova, Muerte de Buenaventura en Lyon du rante el Concilio Condena del aristotelismo extremo en Paris y Oxford. a 1280 ca. 1280 1282 1292 antes 1300 1308 1343 1349 Muerte de Alberto Magno en Colonia, Nace Marsilio de Padua en Padua, Muerte de Sigerio de Brabante en Or- vieto. Muerte de John Peckham en Canter bury. ‘Nace Guillermo de Ockham en las cer- canias de Londres. ‘Muerte de Duns Escoto en Colonia. Muerte de Marsilio de Padua en Mu- nich, Muerte de Guillermo de Ockham en Munich, 14a ti att vei 001 waz at | ynona 006 oot on os oe one AE RE aR os

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