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ARQUITECTURA Y EXISTENCIALISMO: UNA. CRISIS DE LA ARQUITECTURA MODERNA Ignasi de Sola-Morales La explicacién del desarrollo a lo largo del tiempo de la arquitectura del movimiento modemo se hat he cho siempre con bastante debilidad conceptual. Primero fueron los protagonistas de la fase funda ional quienes pensaron que este desarrollo era pric ticamente un proceso natural, Mis tarde se pens6 que lo Gnico que sucedia, dentro de una supuesta ortodo- xia, eran movimientos de crecimiento y extensin de los mismos principios en un proceso orgginico que extendia las mismus doctrinas hacia nuevas dreas y nuevos problemas, Por tltimo porque con la explica- cién de una vision biografica y generacional se paso de las ideas a las personas produciéndose una ver siGn de dicho desarrollo como el traspaso de un tes timonio en una carrera de relevos en kt cual kt segun- da, la tercera o la cuarta generacion eran eslabones de una misma cae En los ilkimos aitos una idea mis radical de crisis: hizo pensar que aquella continuidad se haba 1000, de modo que e! hilo de aquella Modema Traclicién, co mo la Hkamara Giedion, se cortaba ante el racicalismo de quienes abominaban de ella © ante quienes, para refundask, retrocedian dle nuevo a los origenes, fue- ran éstos los heroicos hos cle ka vanguardia 0 los no menos fundacionales tiempos de [1 cultura ilustrad, El trabajo que se presenta a continuacién quiere explorar esta situacién aportando algunas hipotesis, que permitan colocarse fuera de la logica deserita. Para ello parte de dos supuestos. En primer lugar de que no hay wna crisis de la arquitectura del movi miento moderno sino muchas, Crisis distintas que forman parte de las contradicciones que la misma idea de un movimienro moderno, coherente, unitario comporta, Pero también crisis distintas porque, en kt medida en que fuese posible reconocer unos princi pios y unos métodos comunes Estos fueron puestos en entredicho descle el mismo momento de su formu- lacion, En este texto no se trata de hablar de todas y cada una de las crisis que se pueden detectar en la cultura arquitectonica del movimiento modemo en los én hos sesenta aos sino de anallizar uno de estos distin~ tos puntos de inflexidn st causst del cual los cambios cn las formas y repertorios ligurativos no son produc tos de una simple mutacin del gesto sino el result do de cambios epistemol6gicos que «fectan a kt cul- tura del momento y por extension tumbién a ka arqui- tectura. La hipstesis que se propane es ka de considerar la incidencia del existencialismo no ya como corriente filosofiea sino como un difuso clima cultural en et cual se reordenan los puntos de vista éticos y estéti- cos que incidiin en cambios profundos en la arqui- tectura posterior a la 24 Guerra Mundial Pig. anterior. Rater le Nigel Henderson 1. Heinrich Fesenow Lo que se pretende examinar es cémo una reorga- nizacién de objetives culturales ligados a una distinta concepci6n del individuo y de la sociedad socavan la estructura teérica de la arquitectura del movimiento modemo desplazindola hacia valores distintos y ¢6- mo este desplazamiento en los valores tiene conse cuencias decisivas en la concepeién que, fundamen- talmente en la década de los atios cincuenta, domina. ron la arquitectura europea y americana. 1. HABITAR Ta carta de Atenas de 1933 habia dividido la activ dad arquitecton cin, Ocio, Trabajo y Transporte eran competencias diferenciadas de la arquitectura que se traducian en, investigaciones tipol6gicas diversas y en zonificacio- nes uth: a en cuatro grandes areas. H. das sélo hay que buscar aquello que sea simple y valido, Advirtamos cusiles son los adjetivos empleados pa: ra caracterizar ka nueva residencia. No se trata de Ia mar a lo racional, lo tecnolégicamente nuevo o lo minimo indispensable sino que se utilizin adjetivos bastante distintos, La sencillez y la validez, apelan pricticamente a lo contrario de lo nuevo y lo experi: mental, El soporte de la experiencia, la apelacion a lo auténtico, confirmado por un cierto tipo de retomo a los origenes estén en la mente de quienes firman el texto de 1947. En el mismo aao, en Bridgwater, en Inglaterra, se retinen de nuevo los C.LA.M. En una de las ponen- cias Aldo Van Eyck toma la palabra para formular una cerrada critica a toda suerte de Mecanicismo en at quitectura, El mecanicismo que critica el arquitecto holandés es identificado con una palabra has tonces clave: el funcionalismo, De esta manera se A gunda Guerra Mundial el tema de iz de las destrucciones producidas por ki se- habitacion se hace prioritario por razones evidentes. En el mani- fiesto de 1947 publicado en Bawkunst und Werkform tun grupo bien representativo de arquitectos alema- nes entre los que se contaban Max Taut, Bill Bau meister, Lily Reich, Otto Barthing 0 Heinrich ‘Tesse~ now hacen un Iktmamiento a ocuparse de las necesi- dades fundamentales, E\ punto primero de firma: Las grandes ciudades del ste texto en reconsiruirse con nuevas unidades residenciales capaces de vida auto- noma, Sélo los centros de antiguas ciudades deberdn adquivir nueva vida como corazon cultural y polit: laa las nuevas ciudades © en lay zonas que deben ser rmacién de la prioridad de la residencia en reconstruidas se acompaia de una afirmacién de consecuencias estéticas destacables, Para las vivien- abre una grieta profunda entre las inamovibles con- vicciones funcionalistas de pre-guerra y el nuevo cli- ma representado por los j6venes arquitectos incorpo- rados al debate de la arquitectura moderna. Para Van. Eyck lo que se trata de conseguir no son respuestas concretas a necesidades puntuales cuantificables por su inciclencia fisica, sino, por el contrario, lo que hay que buscar es una arquitectura que satisfage las nece- sidades bumanas de tipo emocional (man’s emotio- nal needs). El mismo cambio de tono y de registro de intereses se encuentra en la intervencién de Bakema. El futuro reconstructor de Rotterdam clama también por una arquitectura cuya intencién fundamental sea Ta de estimular el crecimiento espiritual del hombre Los nuevos términos del lenguaje del existencialismo, humanismo, emociones, crecimiento espiritual, au- téntico, vdlido... ha hecho su aparici6n en escena, Su aplicacién al discurso de la arquitectura empieza a empapar los textos de los autores mas permeables al nuevo clima cultural. Con ellos, en un lento pero ine xonible desplazaamiento de lis coordenadas desde las, que pensar la arquitectura, se inicia un proceso de traskacién conceptusll que seri dominante en la proxi ma década Es en el CLAM. de 1954, en Aix-en-Provence donde este cambio de valores se refuerza en relacién explicita y prioritaria a la vivienda, Los Smithson, por primera ve, formulan ineipientemente su teoria de la estructura urbana, Una teoria pensada desde y pars la residencia, Habitat es el paradigma de la vid urbana y el sistema articulado de kr casa, la calle, el distrito y la ciuclad es una conceptualizacion de kt forma urba- na que abandonando Ia division cuatripartita de la Giudad tal como se concebia en la Carta de Atenas, pone al individuo en el centro de la organizacién del espacio La llamada a la construccién de millones de vivien- das lanzada por José Luis Sert no pone sus esperan: zas en la produccion seriada 0 en la mecanizacién de los servicios sino en una estructura a la medida del individuo, de habitante de kt ciudad como sujeto, En el siguiente congreso, el de 1956, en Dubrov nick, un nuevo concepto clave se coloca en el centro, de la reflexién de los arquitectos y urbanistas: ident: dad. La identidad adquiere un rango primordial preci nente porque su carencia es interpretacit como el mal mis grave de la ciudad existente y lt por venir Evidentemente hay en la reflexi6n en torno al proble- ma de la identidad urbana un sutil pero contundente ataque a los criterios candnicos de kt arquitectura del ‘movimiento modero. Cuando en 1959 se convoque el tltime congreso, de los C.LA.M, en Oterlo el cambio esté consumado, EI enfrentamiento de los jovenes» Van Eyck, Sert Giancarlo de Carlo, E.N, Rogers y los Smithson con los Giedion, Gropius y Le Corbusier es algo mas que una pequena batalla doméstica, La Hamada a la iden- iad! y la difusion de otros conceptos como core 0 clusterno puede ser interpretado solo como tna sus titucién de un lenguaje metaférico de ka maquina por un lenguaje metaforico de lo orginico. Mas allt de la formalizaci6n inspirada por modelos del mundo na. tural el core es un coraz6n, el niicleo germinal y pro- fundo de las cosas, la rz6n Gitima de su modo de ser, mientras que el cluster es no s6lo un racimo de tuvas 6 un manojo de flores sino la reuni6n, la asocia- cién de aquello que vive conjuntumente, intercam- biando sus flujos vitales en una convivencia que da sentido al individuo como parte inseparable de un grupo humano mis amplio. Que todos estos términos se conviertan en claves para hablar de los problemas de la ciudad y de ta irquitectura de fa reconstruccion europea y en los albores de los milagros economicos que provocarin las grandes expansiones urbanas, significa no sélo la prioridlad del ha pitar como motor de lk transforma- i6n urbana sino también que durante, por lo menos, dos décadas sera en la casa, en la vivienda donde se concenttrari la bisqueda de una arquitectura acorde con estas solicitaciones existenciales. El tan divulgado texto de Martin Heidegger, Cons- truir, Habitar, Pensar (Bauen, Wohnen, Denken) no es un texto salido de las cavilaciones de un filosofo al margen de cuanto sucedia en la Europa post-bélica sino una respuesta concreta del antiguo rector de Heidelberg a una inciativa que en torno al problema de la ciudad y la vivienda reunia en el Dassmstidt Gersprach a expertos procedentes de areas diferentes con el fin de aportar sus sugerencias desde campos diversos. La conferencia pronunciada en 1951 y en la que, por cierto se encontraba presente José Ortega y Gasset, fue publicada un afto mas tarde, en 1952, por tuna revista de Darsmstilt y mis tarde en el volumen de Ensayos y Conferencias de 1954 Ningin escenario mas dramstico que la ciudad re- ducida a ruinas por los bombarderos aliados en los 2 Ald Van Byck 3. Gingreso CIAM en Bérgamo, 1949, Segura fila: Basen 5, Partcipantes en el VII Congreso CLAM. Otero, 1958 Gltimos dias de la guerra para provocar una reflexi6n dirigida a constructores, arquitectos, urbanistas y po liticos, Heidegger comienza su conferencia tomando nota de la vivacidad del problema del habitar en el momento que esti hablando no ya como problema teGrico sino como algo en lo que se esta manos a la obra, Pero el filosofo da inmediatamente un giro de lo coyuntural a lo esencial. Para Heidegger el habitar se ha vuelto problemitico. El hombre contempo- ineo no habita en la ciudad y en el mundo con una relacion plausible y fecunda. La necesidad de recons- truir la habitacién no es un problema dle falta de vi- Viendas sino una consecuencia dle la condiciGn del hombre modemo. El hombre contemporineo es un apitrida, carece de morada, dle un lugar en el que la llamada al habitar pueda darse de un modo inmedia- to. Por el contrario habitar es una tarea. Los mortales, tienen que aprender a habitar y pueden hacerlo a partir del mismo momento en que advierten que su. situacion desarraigada debe ser cambiada. Hay un. ‘so por el cual el hombre debe Ila- marse al habitar, Pero este proceso no es otFa cosa 6n. Algo que esta por hacer y que se hard paso a paso, reuniendo los elementos necesi- sios. BS por esta r4z6n que el habitar lleva al construir camino, un proc sino una consteus y la construcci6n es el proceso por el cual el hombre congrega cosas, objetos, pero también se retine con otros. De modo que el habitar que comienza como un proceso por el que nos esforzamos por salir del desarraigo nos lleva a la construcci6n, Una construc- ci6n en la que reuniendo, congregando, el hombre cuida de las cosas, las promueve, se hace con elas. El fin del habitar es morar y el proceso del construir es levantar una moracdla, es decir, un lugar en el que la vida se entretenga con las costs y en la que este habitar constituya un germen espiritual, moral La conferencia de Heidegger e: ferencias a la construceion y 2 de re alpica juitectura, El puente de Heidelberg, las autopistas, su casa en la Selva Negra son imagenes que el pensador ae a f6n para ilustrar su pensamiento. También su, rellexi6n sobre el espacio del habitar leva hacia lo radical y fundamental. Siguiendo la critica hursseliana aartesiano Heidegger liga la Wo del espacio abstracto esencia de la espacialidad a la experiencia del su que esti en el mundo. El espacio del habitar no es un, espacio more geométrico sino existencial, resultado de la percepcién fenomenolégica de los lugares y una construcein a partir de esta experiencia. Como, en Lantos otros textos heide; bre el habitar es un alegato contra la eivilizacion téc~ niea y su pérdida de autenticidad. Una llamada a {quienes estin manos a la obra para que piensen li Vivienda como la respuesta a la necesidad esencial del habitar entaizado, esencial, constituyente, Contra la habitaci6n cuantitativ rer, en su conferencia, apela a un habitar cualitativo, que colo- lierra y los dioses. cerianos la reflexién so- inesencial, Heide que a los hombres entre I Que al mismo tiempo y ante el mismo panorama de destrucci6n y reconstrucci6n, aunque sea en con- textos separados, se formulan intenciones similares, tanto en el caso de los arquitectos revisionistas de los, mecanismos productores de las ciudades ideado por los primeros C.1.A.M, como en el caso de un fil6sofo invitado a reflexionar sobre el problema de la habita- cién en el mundo contemporineo, pone de manifie to la corel Uno y otro caso, in de intereses y de puntos de vista en Tanto para los arquitectos como para los pensado- ka imprecision y diversidad de posiciones que se retinen tris este mino— no s6lo el habitar es una actividad fundamer res del existencialismo —con toda tal —fundante— sino que ésta debe ser repensadat no. éenicamente sino a partir de la experiencia vivida del individuo. Solo desde estos puntos de partida cabe reconsiderar la arquitectura de las ciudades en el mo- mento en que éstas se aprestan para el gran creci- miento de los afios cincuenta, 2. HUMANISMO El referente Giltimo del sistem de valores que pre- domina en la nueva escena arquitectonica europea es el que puede englobarse bajo el término humanismo. Giertamente esta es una palabra aplicada a situacio~ nes historicas diversas pero que renueva su efic sintetizadora en el clima existencialista en favor del hombre concreto, con su experiencia espacios y tiempos determinados y bajo la angustia producialt por It pregunta sobre su destino, Sien el periodo de entreguerras los térmiinos clave fueron posiblemente los referidos nociones como, progreso, racionalidad, felicidad en ta situacion de los aitos posteriores a la Segunda Guerra Mundial kas, claves éticas que legitimaron la arquitectura estarain ligadas « esta noci6n en la cual el universo personal de cacla uno de los individuos, su intimiclad y subjet- vidad sobresalen como las finalidades principales a las que la construcei6n de la arquitectu dad deben estar encaminadas, ray de la ciu- En José Luis Sert, por ejemplo, la preocupacién recurrente en los textos de estos aos sera la de lo- grar sia ciudad mds bumana y seri precisamente ‘el que constituira el tema del CIAM 8. este problen en Hoddesdon de 1951 con el titulo La humaniza- cién de la ciudad. La nocién clave de las reflexiones de estos arqui- tectos, supuestos representantes de la mas genuina tradicion moderna seri la nocién de core. La ambi- alledad de esta palabra inglesa y su pluralidad de significados ejemplifica exactamente el tipo de preo- cupaciones que mueve a los jovenes revisionistas de Ja Carta de Atenas, Efectivamente corees a la vez el nticleo central de alguna cosa y muy especialmente el niicleo germinal ‘on humano © de una fruta pero también es el cor cuanto menos de todo organismo viviente. La discu: siGn mas renovadora de estos aios sobre el core de las ciudades, como una nueva zona a contemplar en. la disposicion separada de las distintas funciones ur banas significa establecer no solo la necesidad de un, centro pluriforme y méximamente social para la cit dad sino, sobre todo, la caracterizacion de esta cen wali en el que parecen encontrar asiento los sentimientos humanos mis € nitud de una arquitectura en busca de un nuevo hu- lad como coraz6n, es decir, como el lugar fisico evadlos y mis necesarios para la ple- El core centralidad fisica se descubre como cora z6n humano en una discusi6n sobre la arquitectura, en la cual la funci6n parece dejar paso a la pasion significativos de la pro- duccién te6rica de estos aiios, The hearth of the cities, se produce exactamente este desplizamiento buma- ray la ciu- En uno de los textos nistico en el modo de pensar la arquitectu dad Cuando Aldo van Eyck, en 1959 planted su contri- bucion a la reflexién actual sobre los problemas de la arquitectura lo hizo desde la pregunta: Is a architec ture going to reconcile basic values? Desde su con: viecion de que en la naturaleza humana hay unos principios arcaicos que son fundamentalmente siem- pre los mismos se estara colocando en la perspectiva del humanismo existencialista. Con citas de Mastin, Buber y con el trasfondo de su apasionado interés por la antropologia, van Eyck muestra su voluntad de lograr que la nueva arquitectura respire —segiin su expresién— al unisono con el respirar del hombre haciéndose contenedor y espacio plausible para que estas condiciones del respirar-vivir humanos encuen- tren su envoltorio adecuado. Nuestro José Antonio Coderch, fugaz miembro del grupo de arquitectos reunidos bajo el epiteto del Team X, no representa otra cosa sino esta prioridad ial existencial que se resuelve aparente- general y la Uae ra situaciones con- de lo espiri mente con el rechazo de toda teor mada a la dedicacién concreta pa 6, Gtancarla de Carlo Martin Heidegger 8 Josep Ls Sen, cretas, Desde su humanismo cristiano Coderech re presenta otra voz en el conjunto de llamadas a lo ‘esencial del hombre —asi en singular— como correc- tivo necesario a la abstracci6n, generalismo y meca- nismo de Ios puntos de vista heredados de los maes- tros de la vanguardia, Este programa del humanismo no es casual ni ex- clusivo de los arquitectos. Todo lo contrario, no es sino la versin especifica con la que en este campo. de la actividad prictica se pretende responder a las Hamadas al humanismo y a la reflexién sobre su sig- nificado que se estén produciendo contempo- rineamente entre los fildsofos, artistas ¢ intelectuales, Un pensador diseipulo de Hursel y enmarcado por tanto en su orientacion fenomenolégica como pueda ser Max Scheler conoceri en estos momentos una maxima difusién y popularidad, Su libro BI lugar det ‘hombre en el cosmos se convierte en un best-seller de est08 aos, Su obra se presenta como una antropolo- gia filosofica es decir como el intento de explicar no los principios o categorias generales de la realidad y él pensamiento sino lo concreto, personal, intimo del hombre situado en el infinito del cosmos y del tiem po histérico El debate sobre el humanismo conoce la contribu cin de J-P. Sartre en 1946 con el texto El existencia- lismo es un humanismo: en el cual el existencialismo, es decir su propia filosofia, es presentada como el abandono de toda la radici6n metafisica par truir otro modo de pensamiento basado en la expe- riencia, lo personal, lo particular y lo vivido de los, hombres concretos, A este texto largamente difundido, contestara de un modo oblicuo, como gust6 siempre de proponer sus réplicas, Martin Heidegger con su no menos fit 30 mosa Carta sobre el Humanismo, en la cual bajo el pretexto de la correspondencia con su amigo... Hei- degger retoma la fluida y prestigioss categoria del humanismo para llevasla a un lugar problemtico aunque necesario, EI humanismo heideggeriano esti en el método: fenomenologico; esta también en el objetivo; la brisqueda de Ia conciliacion del hombre contemporineo con su mundo técnico. Pero se trata le un humanismo por hacer, por conquistar. Mas que tun dato es un objetivo a conseguir, problemstica- mente, tal vez imposible Las metiforas del coraz6n, la Hamada a lo huma- no, la creciente atenci6n a la antropologia pueden ser referencias que ayucen a entender un fenomeno im- portante de estos aos, Nos referimos al nuevo auge del pensamiento organicista en arquitectura. Mecanicismo u organicismo son, en ka tradicion intelectual de la arquitectura del siglo xx, la contrapo- sicion de los modelos. Dos metaforas con las que el hacerse de la arquitectura busca un modelo formal que le permita una explicacion conjunta, Muchos historiadores de la arquitectura del siglo xx han hablado de una contraposici6n entre mecani- cistas y organicistas, como si esta explica definitiva y excluyente. Parece incluso posible el es tablecer la do que a -schlemme én fuese snealogia de estas clos tradiciones de 1 corriente meciiniea (sconstructivistas ~ ite ~ spicabiana- - -lecorbuseriana-) se contrapondria otra tradicién (wrightiana ~ vandevel- diana - scharouniana - maxernstiana - aaltiana), En nuestro discurso esti claro que desconfiamos de esta explicacin morfo-simbélica y que nos parece necesario llevar esta posible dualidad cuya formula- ci6n mas polémica llevaran a cabo Mumford, Neutra © Zevi, hacia otra vertiente: la de la asociacién del organicismo y humanismo, “El organicismo es un humanismo- podrian haber dicho Alvar Aalto o Richard Neutra, para los cuales la naturaleza no era la arquitectura acorde con el hom bre y con la tantas veces mencionada escala humana que se proponia como tarea para las nuevas edifica- Contra la abstraccién una voluntad de realismo que encontraba en lo vernacular lo esencial humano, antes de toda contaminaci6n cultural 0 técnica, como si las arquitecturas sin arquitectos de las que hablaria Rudofsky fuesen el Gnico referente posible desde donde qué producir lo humano esencial, antes de los tilos, desde la fuerza teldrica de la naturaleza de la cual Ia substancia humana es considerada como una 3. LA NUEVA ESTETICA Fl existencialismo, hijo de la fenomenologia pro- duce un sistema estético renovado cuya difusion afectara de un modo central a la arquitectura y all modo de pensarla y explicarla en la crisis de los anos cincuenta, Para la tradici6n fenomenologica el primer dato es el de la intencionalidad de la consciencia. Es decir, el postulado de que no existe un sistema de objetos regulables por leyes formales que garanticen la efica- cia estética sino que lo que hay, en el principio, es la voluntad del sujeto por relacionarse con el mundo todavia por construir a través de la mediacién del cuerpo. El sujeto que es una nada, una pasién inti, construye el mundo a través de la mirada bacia, la apertura, |a consciencia de. 1a obra de arte es un gesto emanado del cuerpo, En Sartre 0 en Merleau- Ponty Io que se produce no es la apertura del sujeto hacia los valores ideales. La intencionalidad del suje- to en Sartre es mundana, se queda en un mundo que se construye desde la percepcién, la imaginacién y la emocién, Lo ofro del cuerpo del sujeto se presenta como una produccién del propio cuerpo. En Mer- Jeau-Ponty todo el problema entomo al cual giran sus textos filos6ficos fundamentals es el de la supera- ‘ién del solipsismo, Es decir, el cuerpo del sujeto establece el mundo a partir de algo que le hace salir de si, y que no es otra cosa que el comportamiento. Las nociones idealistas de concepto, idea, espiritu, re- ‘presentacion son substituidas en Merleau-Ponty por las de articulacion, borde, dimension, nivel, config- rraci6n, cuya fandamentacion empirica ha establecido icologia de la Gestalt y cuya evidencia procede dela experiencia estético-perceptiva, Asi lo plantea el filosofo francés desde Ios primeros textos sobre la naturaleza y la primacia de la percepcion hasta su Lltimo texto filos6fico, inacabado, sobre lo visible y lo invisible. Merleau-Ponty es el mits sistemitico de los existen- clalisias en el momento de poner las bases de una relacién no normativa sino productiva de nuestra re- laci6n con los objetos que constituyen nuestro entor- no, Quien conozea la obra reflexiva de arquitectos co- mo EN, Rogers, © Paul Virilo podrit hacerse cargo inmediato del impacto del pensamiento fenomenol6- agico de los existencialistas en la arquitectura de mitad del siglo xx. Todavia en Le Corbusier la maxima debilidad de su concepcién estética estaba en su dependencia del idealismo del siglo x1x, recibido a través de la teor estética acaclémica. Con la crisis posterior a la Segun- da Guerra Mundial que aqui estamos analizando se desvanecen las estéticas basadas en la psicologia em- pirica 0 en la de la simpatia simbélica, De lo visual se past a la percepciin total, cinestésica, productiva, Al destruirse los principios generales de lo estético pasa ser no la adecuaci6n a una norma nila imitacién de tun modelo sino la produccién desde el sujeto de ex- periencias perceptivas elementales capaces de gene- rar significadlos a través de las emociones. La obra te6rica de Amheim o Hesselgren tiene como punto de partida la fenomenologfa de la percepcion y como consecuencia la liberacién de toda exigencia previa mente determinada, las fronteras entre lo artistico y lo estrictamente emotive quedan borradas de forma que a arquitectura ya no tiene como cometido ni la crea ci6n de determinados efectos ni la adecuacion a de- terminados contenidos. La arquitectura, al igual que todos los demas campos de la creacién estética, ad- quiere la absoluta libertad de experimentacion per ceptiva lo cual se traduce no sélo en el abandono de ‘unos dleterminados estilemas codificados por la traci cin moclema sino la apertura a posiciones espectal- ‘mente experimentales en los afectos de las formas, Jos materiales y los espacios, Fl aparente desmembramiento del lenguaje mo- derno que se produce en estos momentos tiene una explicaci6n plausible en la nueva concepcién estética hija de Ia fenomenologia existencialista, Colores, tex turas, luces, formas, espacios, sin olvidar un renacien- te decorativismo y una apertura hacia el libre juego de los experimentos provocara tanto el brutalismo como el neo-liberty, tanto el organicismo vernacula rista como el hipertecnologismo experimental de Candela, Nervi o B, Fuller. 9. JA. Coderch 10, Alear ato 31 4, EPILOGO. DEL INDIVIDUO A LA SOCIEDAD FI humanismo ético y la fenomenologia estética tendriin su época de maxima influencia en la arqui- tectura de los afos cincuenta. Realizacion personal, produccién experimental, plena libertad estética, di solucion de la tradicién moderna como métodlo cio nalmente elaborado serin puntos de apoyo de un sinntimero de obras arquitectonicas en las que ka ex periencia individual, la primacia de lo privado, el an- timonumentalismo, la incorporaci6n de matei tGenicas antropol6gico-vernaculares, la busqueda, en. definitiva, de un grado cero para la arquitectura cons- lituyen el lugar comGn que atina arquitectos y obras aparentemente tan dispares como las de Aalto, New tra, Van Eyek, Rogers, Kahn, Nervi o Fuller Plantear el organicismo como humanismo no es casual sino la consecuencia de la crisis de la arquitec- tura racionalista, del funcionalismo y de la nueva téc- nica, EL humanismo problematico de Heidegger se podia materializar en la basqueda orgiinica de la per dia escal humana de los edificios y las ciudades. El paso posterior sera el de la critica al individua- lismo fenomenol6gico y el despkizamiento hacia una logica social determinante de la forma arquitectonica En Sartre © Merleau-Ponty, ya no en Heidegger 0 Jaspers, pero sien Luciks 0 en Fromm, el impacto, del marxismo seri decisive part explicar la nueva situacin de los aitos sesenta, De ka critica de la ortodoxia modems la critica social de la arquitectura. El compromiso ti co desde Ia lucha de clases Hevari a las primeras criticas radicales de la arquitectura. La internacional situacionista de Jorhn, Debord y Vaneigheim tratard se pasard de substituir a la intermacionalidad de los éltimos CIAM y del TEAM X. El consumo como motor de la producci6n estética, Ia ideologia de clase de toda produceton antistica, la inviabiliad de la ciudad moderna como nuevo mar- co de la confrontaciGn y segregacién social, la critica alas imfgenes del inconsciente colectivo hechas des- de la herencia del surreatismo y desde una lectura — fenomenologica— de la vida cotidiana producirin una nueva Bauhaus, kt Barhaus Imaginista, en la que, al revés, como critica negativa, los situacionistas intentan organizar un proceso sistemitico al nuevo rquitectura y la ciudad a partir del milagro econdmico de los paises desarro orden producido en el arte, a llados. Esta ya no es una historia de las rekaciones de la arquitectura con el sistema de referentes creado por el existent ismo. Tampoco es ki historia de la crisis existencialista en la arquitectura moderna, Otro l nbivalente y promiscust expe- episodio critico, el del marxismo situacionista, si que cancelara aquella a riencia 1 touts b. Kab 12. Paul Vir. 33

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