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PRIMERA PARTE El amor visto bajo una nueva luz Se ESP REDARAAI IIIT T TITEL El amor: un enfoque revolucionario «Vivimos al amparo del otro.» Proverbio celta La palabra «amor» es una de las mas empleadas y también una de las mas poderosas en cualquier lengua, Se han escrito rios de tinta sobre él, ha inspirado infinidad de poem: bre él y rezamos para que nos sea concedido. H, tras (como la de Helena de Troya) y se han erigido monumentos en su honor (el Taj Mahal). Cuando estamos en Sentimos en el séptimo cielo y nos hundimos en los infiernos Suando el amor se acaba. Pensamos en ély hablamos de él... has- ta la saciedad. as. Cantamos so- lamorados nos Sin embargo :qué es el amor en realidad? Durante siglos, infinidad de eruditos han intentado de y comprenderlo, Para algunos, desde una perspectiva obje! finirlo tiva, el amor es una alianza basada en el beneficio mutuo, una especie de toma y daca. Para otros, mas historicistas, es un uso social crea- do por los juglares de la Edad Media. Seguin bidlogos y ant: Jogos, se trata de una estrategia biolégica que tiene por objetivo Fr ———— Con todo, para la mayoria, el ropé- amor ha sido y sigue siendo una emoci6n inefable y misteriosa, facil de describir pero dificil de de- finir. E 1700, Benjamin Franklin, cientifico y estudioso de muy diver materias, s6lo pudo dar fe de que el amor era «cambian_ 24 ABRAZAME FUERTE ‘© fransitorio y accidental», Més recientemente, Marilyn Mayon, Sn tn ensayo sobre la historia dela esposa, se confess derrotada y Ss refirié al amor como «una combinacién embriagadora de sexe ¥ sentimientos que nadie puede definir». La descripcién de mi ‘madre, camarera inglesa, era igual de acertada, aunque un poco més cinica: «cinco minutos de diversiénn, Hoy dia no podemos seguir definiendo el amor como una fuerza extraia mds allé de nuestra comprensiGn. No nos lo po- demos permitir. Para bien 0 para mal, en el siglo xx las relacio- ee —. Por una parte, el aislamiento social va en aumento. El escritor Robert Putnam sefiala en su libro Sélo en la bolera que sufrimos tina pérdida preocupante del denominado «capital social» (tér- mino acufhado en 1916 por un educador de Virginia para referir- sea la ayuda, consuelo Y compafierismo constantes que se ofre- cfan los vecinos en otra €poca). Casi nadie cuenta ya con una Comunidad en la que apoyarse, ni tiene cerca a su familia de ori. Bin © @ sus amigos de infancia, Trabajamos cada vez més horas, Fecorremos largas distancias a diario; las oportunidades de hace, amigos intimos escasean. Las parejas que acuden a mi consulta viven casi siempre en una comunidad de dos, En una encuesta llevada a cabo en 2006 porla Fundacin Nacional de Ciencia de Estados Unidos, la mayoria de Sntrevistados afirmé que su circulo de confianza estaba dismint. yendo y muchos decian no contar con nadie en absoluto, Como dice el poeta irlandés John O'Donohue «una soledad inmensa y plimbea se cierne como un invierno helado sobre el ser humano». Es logico que, en momentos asi, solicitemos de la pareja la co- Rexién emocional y la sensacién de pertenencia que ami abuela, Por poner un ejemplo, le proporcionaba todo un pueblo, Por otra parte, la cultura Popular ensalza sistematicamente el Sk momma ERQRHEVSPEDRRADISIVGALYLLLL El amor: un enfoque revolucionario 25 amor roméantico. Peliculas y series de televisisn nos bombardean a diario con imagenes de parejas en pleno romance, como si fuera la primera y tinica finalidad de toda relacion. Diarios, revistas y te- levisiones informan sin descanso de la ultima conquista del actor © la celebridad de turno. A nadie le extrafiaré que la maxima prio- ridad en Estados Unidos y Canada, segiin una encuesta reciente, sea conseguir una relacién de pareja satisfactoria, por delante del éxito financiero 0 la realizacién profesional y personal. Ante semejante situacién, parece vital entender qué es el amor, cémo conseguirlo y hacerlo perdurar. Por fortuna, desde hace dos décadas ha empezado a emerger un enfoque revolucio- nario que abre nuevas y emocionantes perspectivas al respecto. Por fin sabemos que el amor es la ctispide de la evolucién, el mds apremiante mecanismo de supervivencia de la especie hu- mana. Y no porque nos obligue a reproducirnos. ;Podemos apa- reamos muy bien sin amor! Nos impulsa a crear vinculos emo- cionales con personas que llegardn a ser nuestro recinto intimo de seguridad ante las tormentas de la vida. El amor es un baluar- te disefiado para protegernos de los altibajos existenciales. Por eso, la necesidad de vinculacién afectiva —poder mirar a alguien a los ojos y decirle «abrézame fuerte»— viene programa- da en los genes y en el cuerpo. Es tan basica para la vida, la salid y la felicidad como la comida, el abrigo 0 el sexo. Para gozar de bienestar mental y fisico —para sobrevivir— necesitamos rela- ciones de apego. Una nueva teoria sobre el apego Si nos ponemos a buscar, descubrimos que los primeros indicios tesricos sobre la verdadera naturaleza del amor se remontan 26 ABRAZAME FUERTE muy atras. En 1760, un obispo espafiol decia en una carta a sus superiores de Roma que los nifios criados en orfanatos, por bien cuidades y alimentados que estuvieran, muchas veces «morian de tristeza», All por la década de 1930 y 1940, los huérfanos, pri- vados de contacto fisico y emocional, fallecian a pufiados en las salas hospitalarias de Norteamérica. Los Ppsiquiatras se dieron cuenta también de que algunos nifos fisicamente sanos se volvi- an insensibles, apaticos e incapaces de relacionarse con los de- més. En 1937, David Levy, en un articulo del American Journal of Psychiatry, atribuy6 dicha patologia infantil a la «privacién emo- cional». E] analista estadounidense René Spitz, en 1940, acuiié el término «problemas de desarrollo» para hablar de nifios aislados de sus padres y aquejados de tristeza crénica. No obstante, hasta la llegada John Bowlby, un psiquiatra bri- ténico, no supimos exactamente lo que estaba pasando. Os seré sincera: como psicéloga y como ser humano, si tuviera que dar un premio a la mejor formulacién tedrica jamés realizada, se lo entregaria a John Bowlby sin dudarlo, por delante de Freud y de cualquier otro tedrico del tema. Atando cabos a partir de estu- dios e informes diversos, consiguié formular una teorfa del ape- go coherente y magistral. Nacido en 1907, Bowlby, hijo de un baronet, fue criado, como era habitual entre la aristocracia de aquel entonces, por nifieras y amas de llaves. No se le permitié sentarse a la mesa con sus padres hasta los doce afios, y aun entonces sdlo a los postres. Estudié en un internado y después fue enviado al ‘Trinity College de Cam- bridge. Su vida dio un vuelco cuando se present6 para trabajar de voluntario en unas escuelas de planteamientos innovadores para nifios emocionalmente inadaptados. Fundadas por visionarios en lalinea de A.S. Neill, practicaban una pedagogfa basada en el apo- yo emocional en lugar de la tipica disciplina férrea. é & i k ® Ada ddARLALL cee RE ee ek AWA A Elamor: un enfoque revolucionario 27 Fascinado por la experiencia, Bowlby se matriculd en medici- na y se especializ6 en psiquiatria, estudios que requerian siete afios de psicoanilis . Al parecer, su analista lo encontré un pa- ciente particularmente dificil. Influido por mentores como Ro- nald Fairbairn, quien sostenfa que Freud habia subestimado la ee ——S—S axioma de que los trastornos clinicos radicaban en conflictos in- ternos y fantasias inconscientes. Insistié en que los problemas ¢ran externos en su mayoria y que su rafz debia buscarse en las relaciones con personas de carne y hueso. En la Child Guidance Clinics de Londres, donde trabajaba con nifios probleméticos, empez6 a pensar que aquellos mucha- chos habian desarrollado estrategias tan pobres para afrontar sentimientos basicos a causa de las negligentes relaciones con sus padres. Mas adelante, en 1938, cuando inicié el trabajo clinico bajo la supervisi6n de la analista Melanie Klein, Bowlby tuvo que tratar a un muchacho hiperactivo. Y aunque saltaba a la vista que la madre del chico era nerviosa en extremo, no se le permitié ha- blar con ella, por cuanto sdlo las proyecciones y fantasias del chi- co se consideraban dignas de interés. La experiencia le enfurecio tanto, que decidié formular su propia teoria, seguin la cual, la ca- Tidad del vinculo con las personas que amamos y una desaten- cin emocional temprana definen el desarrollo de la personali- dad y los lazos que establecemos con el resto del mundo. En 1944, Bowlby publicé su primer estudio sobre terapia fami- liar, Forty-four Juvenile Thieves [Cuarenta y cuatro ladrones juve- niles], en el que decia que «detras de la mascara de indiferencia hay una desgracia inmensa y detrés de la aparente crueldad, desespera- cién». Los jévenes pacientes de Bowlby se habfan aferrado a una idea como mecanismo de supervivencia: «Nunca me volverén a hacer darion, y estaban atrapados en la desesperacién y la rabia. 28 ABRAZAME FUERTE Después de la Segunda Guerra Mundial, la Organizacién Mundial de la Salud le pidié a Bowlby que realizara un estudio sobre los nifios europeos que, a causa del conflicto, habian que- dado huérfanos y sin hogar. Los resultados de la investigacién confirmaron sus teorias sobre el abandono emocional y su con- viccién de que necesitamos el carifio tanto como el alimento. Mientras Ilevaba a cabo sus trabajos, Bowlby se interesé en las teorias de Charles Darwin sobre seleccién natural y llegé a la con- clusi6n de que el apego a los mis allegados constituye una mag- nifica estrategia, fruto de la evolucién, para favorecer las meca- nismos de supervivencia. Lo radical de sus teorias levanté furibundas protestas, tanto que estuvieron a punto de expulsarlo de la Sociedad de Psicoa~ nalisis Briténica. Seguin la creencia mas extendida, si la madre u otros miembros de la familia mimaban a un nifio, harian de él un muchacho dependiente y, a la larga, un adulto incompetente. A los nifios habfa que criarlos a una distancia aséptica y racional, incluso si estaban tristes o enfermos. En la época de Bowlby, a los padres no se les permitia quedarse en el hospital junto a sus hi- jos; tenfan que dejarlos alli y marcharse. En 1951, Bowiby, junto con un joven trabajador social, James Robertson, rodé una pelicula titulada Una nitia de dos afios va al hospital, en la que se veia a una pequefia gritar aterrorizada al quedarse a solas con las enfermeras. Robertson mostr6 la pelicu- Ja a la Royal Society of Medicine de Londres con la esperanza de que los médicos comprendieran el estrés que padece un nifio cuando ée le separa de su familia, y la necesidad de caritio y con- suelo que tiene en tales situaciones. El filme se consider6 un frau- de y estuvo a punto de prohibirse. Todavia a mediados de la déca- da de 1960, lo habitual era que los padres no pudieran visitar a sus hijos en el hospital més que una hora a la semana. ee eee a Lit VLLNVAIDIAY RRREELERAL lamor: un enfoque revolucionario 29 Pero Bowlby tenia que encontrar otra manera de demostrar al mundo aquello que él sabia en su fuero interno. Una ayudante del Psiquiatra inglés, Mary Ainsworth, investigadora canadiense, dio con la solucién, Ide6 un sencillo experimento para plasmar los cua- ‘ro comportamientos que, en opinién de ambos, demostraban los principios del apego: que buscamos la cercania emocional y fisica de las personas que nos cuidan; que los necesitamos cerca cuando nos sentimos inseguros, intranquilos o tristes; que los echamos de menos cuando nos separamos de ellos y que necesitamos contar con su apoyo cuando nos aventuramos a explorar el mundo. El experimento, denominado «la situacién extrafia», no sdlo ha generado miles de estudios cientificos, sino que ha revolucio- nado la psicologia del desarrollo. Un investigador invita a una madre ya su hijo a entrar en una sala en la que nunca han estado. Al cabo de un rato, la madre deja al nifio a solas con el investiga- dor, que lo consolara en caso necesario. Transcurridos tres minu- tos, la madre vuelve. La separacion y el reencuentro se repiten. Cuando la madre se marcha, la mayoria de nifios se intran- quiliza; se mecen, Horan, tiran los juguetes. Algunos, sin embar- 80, demuestran mayor capacidad de adaptacion emocional que otros. Se calman en seguida, restablecen el contacto con la madre én cuanto regresa y reanudan el juego de inmediato, compro- bando de vez en cuando que sigue ahi, Cuentan con que tendran a su madre cerca si la necesitan. Los nifios menos adaptables, en cambio, se ponen nerviosos y responden con agresividad, o de- muestran desapego y distancia al regreso de la madre, Las ma- dres de los primeros suelen ser afectuosas y responsables; las de los segundos, impredecibles; las de los terceros, frias ¢ indiferen. tes. Mediante aquellos sencillos experimentos sobre la separa cin y el reencuentro, Bowlby observé los mecanismos del amor en accién y empez6 a codificar sus pautas. 30 ABRAZAME FUERTE La teorfa del psiquiatra gané en repercusi6n algunos afos * después, cuando escribié una célebre trilogia sobre el apego, la separacion y la pérdida. Su colega Harry Harlow destacarfa tam- bién la relevancia del llamado «consuelo por contacto», una teo- ria para cuya formulacidn llevé a cabo un estudio con crias de mono separadas de la madre al nacer. Descubrié que las crias ais- ladas tenian tanta necesidad de contacto que cuando se les daba a elegir entre una «madre» de alambre que las alimentaba y otra de trapo que no, casi todas escogian la de trapo. A grandes ras- gos, los experimentos de Harlow demostraron el dafio que hace un aislamiento temprano. Separadas de sus madres el primer aiio de vida, crias de primate fisicamente sanas experimentaban graves dificultades al crecer: les faltaban estrategias para resolver problemas y no entendian las pautas sociales de los otros indivi- duos. Se deprimian, desarrollaban comportamientos autodes- tructivos y no se apareaban. La teoria del apego, tan ridiculizada y despreciada en sus ini- cios, acab6 por revolucionar los métodos'de crianza estadouni- denses. (Hace poco, durmiendo junto a mi hijo que se recuperaba de una operacién de apendicitis, daba gracias a John Bowlby.) En Ja actualidad, ya nadie discute la necesidad que tienen los nifios de seguridad, contacto y afecto constantes; ignorarla se paga caro. El amor entre adultos Bl psiquiatra britanico murié en 1990. No vivié para ver la segun- da revoluci6n de su propuesta: la aplicacién de la teoria del apego al amor adulto. El propio Bowlby sostuvo en su dia que los adul- tos sienten la misma necesidad de seguridad y carifio que los ni- fos, Observando a vitidas de la Segunda Guerra Mundial, descu- SERERBEPEELAARAAAIDPIAVLALE Elamor: un enfoque revolucionario 31 brio que seguian pautas de comportamiento parecidas a las de los Pequefios sin hogar... y que la necesidad del otro era la base tam- OO ,_———— fue rechazada. Nadie podia creer que un caballero inglés, conser- vador y reservado, hubiera resuelto el gran enigma. Ademés, pen- sébamos que ya habiamos descubierto todo lo que se podia saber: cl amor no era mas que un sentimiento efimero, atraccién sexual distrazada, el instinto basico del que hablaba Freud un poco ma- quillado, © tal vez un deseo inmaduro de atarse a otra persona. © quiz4, decfan otros, una eleccién moral, un sacrificio desintere. sado més relacionado con dar que con necesitar o recibir. Puera como fuese, la teoria del apego se distanciaba, y atin lo hace, de los presupuestos tanto sociales como psicolégicos sobre Ja madurez predominantes en nuestra cultura: que ser adulto im- Plica independencia y autonomia. La idea del guerrero invulnera- ble que afronta a solas los peligros de la vida est4 muy arraigada —=—C—t héroe autosuficiente, que sigue triunfando después de cuatro dé- cadas. Los psicélogos utilizan palabras como «indiferenciado», «codependiente>, «simbi6tico» e incluso «fusionado» para des. cribir a las personas dependientes, incapaces afirmarse a si mis- mas frente a los demés. Bowlby, por el contrario, decia que la «de- pendencia efectiva», ser capaz de buscar apoyo emocional en los demas a lo largo de toda la vida, és sintoma y fuente de entereza, Las investigaciones sobre apego adulto hoy documentadas em- Pezaron a llevarse a cabo justo después de la muerte de Bowlby. En tuna de ellas, dos expertos en psicologia social, Phil Shaver y Cindy Hazan, que entonces trabajaban en la Universidad de Denver, de- Gidieron interrogar a hombres y mujeres sobre sus relaciones amorosas para averiguar si sus reacciones y pautas conductuales se parecian a las de madre ¢ hijo. Con ese fin, redactaron un cues- 32 ABRAZAME FUERTE tionario que se publicé en un periédico local, el Rocky Mountain News. En las respuestas, la gran mayoria decia necesitar vincula- cin emocional con su pareja y saber que la tendria cerca si esta~ ban preocupados. Igualmente, afirmaba sentir inquietud ante la idea de separarse o distanciarse de ella y encontrarse més segura en el mundo cuando contaba con el apoyo de su ser amado. Los encuestados se refirieron también a distintas formas de relacién en pareja. Cuando confiaban plenamente en el otro, se acercaban ye relacionaban con él sin problemas; en momentos de inseguri- dad, los traicionaban los nervios, se irritaban, trataban de mani- pularlo o evitaban todo tipo de contacto y se distanciaban. Exac- tamente lo mismo que Bowlby y Ainsworth descubrieron de las relaciones entre madre e hijo. Hazan y Shaver ampliaron la investigacién, y corroboraron tanto los resultados de la encuesta como las teorias de Bowlby. Aquel trabajo provocé un aluvion de investigaciones, y cientos de estudios, como comprobaréis a lo largo del libro, confirmaron las intuiciones del psiquiatra britanico sobre el apego adulto. Conclusién: la sensacién de pertenencia es fundamental para disfrutar de relaciones amorosas positivas y proporciona un enorme caudal de entereza a los individuos. Entre los hallazgos ins significativos estan los siguientes: + Cuando nos sentimos seguros de nosotros mismos, es decir, cuando no nos molesta la cercania ni nos incomoda depen- der de las personas que amamos, nos cuesta menos pedir ayuda.... y proporcionarla, En un estudio llevado a cabo por el psicélogo Jeff Simpson, de la Universidad de Minnesota, se pidié a ochenta y tres parejas que rellenaran un cuestio- nario sobre su relacién y se quedaran esperando en una sala. A las mujeres se les habia dicho que al cabo de unos instan- i a Prreer & & & ay f= B i Lo = = i » AVIMAL ee hEHREAREHELRA RAIA Elamor: un enfoque revolucionario 33 tes participarfan en una actividad que solfa intranquilizar a la gente (la actividad no se especificd). Las mujeres que en el cuestionario hab{an dicho sentirse seguras de su relacién amorosa hablaron abiertamente de su inquietud y pidieron apoyo a sus parejas. En cambio, las que tendian a negar su necesidad de apego y evitaban la intimidad se encerraron més en si mismas, Los hombres respondieron a sus parejas de dos maneras: entre aquellos que decfan sentirse c6modos en la relacién, las muestras de apoyo a la pareja aumentaron: la tocaban, le sonreian y la animaban. Por el contrario, los que decian sentirse incémodos con las necesidades de ape- g0 demostraban atin menos empatia cuando sus parejas ex- Presaban sus nécesidades, menospreciaban la inquietud de ellas, se comportaban con frialdad y las tocaban menos. Cuando disfrutamos de un vinculo seguro en pareja, supe- ramos mejor el dafio que un momento dado puede hacer- nos y reaccionamos con menos hostilidad cuando nos enfa- damos. Llevando a cabo una serie de investigaciones, Mario Mikulincer, de la Universidad Bar-Ilan de Israel, pregunté a los participantes qué grado de confianza les inspiraba su relacién y cémo gestionaban la ira en caso de conflicto, Al mismo tiempo, monitoriz6 la frecuencia cardiaca para me- dir sus reacciones ante distintas situaciones de posible con- flicto con sus parejas. Aquellos que se sentian unidos a éstas y admitian su dependencia dijeron sentir menos rabia y atribuir un grado inferior de malicia a la pareja. Asimismo, consideraban que expresaban el enfado de forma controla- da y se concentraban en objetivos positivos, como resolver los problemas y recuperar la comunicacién. La uni6n segura con la persona amada nos fortalece. Me diante una serie de investigaciones, Mikulincer demostré 34 ABRAZAME FUERTE SF —SOSOON_OC_OUN mejor a nosotros mismos y nos gustamos més. Al escoger, de entre toda una lista, los adjetivos que mejor los describieran, los individuos que disfrutaban de un vinculo seguro eligie- ron rasgos positives. Cuando se les pregunté por sus defec- tos, respondieron sin dudarlo que no se sentian a la altura de sus propios ideales, pero que atin asf estaban a gusto consi- go mismos. Mikulincer también descubrié, tal como Bowlby habia predicho, que los adultos vinculados con éxito son més cu- riosos y estén mejor predispuestos a la nueva informacion. A éstos no los incomodaba la ambigiiedad y decian disfru- ‘ar con las preguntas que admitian mds de una respuesta. En uno de los ejercicios, se les describfa el comportamiento de cierta persona y se les pedia que valoraran sus rasgos po- sitivos y negativos. Los participantes mejor vinculados ab- sorbieron la informacién con facilidad y fueron més ecud- nimes. Por lo visto, la flexibilidad y la buena predisposicién @ nuevas experiencias aumentan cuando nos sentimos uni- ee ee ta en situaciones de seguridad; la resistencia, cuando esta- mos en guardia ante una posible amenaza, Cuanto més capaces somos de recurrir a nuestra pareja, més independientes nos sentimos, Aunque esta idea desafia el credo de nuestra cultura sobre la autosuficiencia, la psi- céloga Brooke Feeney, de la Universidad Carnegie Mellon, en Pittsburg, la corroboré en un estudio realizado con 280 Parejas. Los individuos cuyas parejas aceptabari mejor sus necesidaces demostraban mas confianza en su propia capa- cidad para resolver problemas y tendian a alcanzar sus ob- jetivos con mayor frecuencia, ee Pr PP Pr ewe owe ae we we Ca ow MEREREARELPLALAVAQ ST, Elamor: un enfoque revolucionario 35 Pruebas en abundancia La ciencia, en todos sus campos, expresa con didfana claridad que RO somos meros animales sociales, sino que necesitamos un tipo especial de vinculo con los dems, e ignorar esta realidad sdlo Puede perjudicarnos. Desde hace tiempo, los historiadores han observado que la unidad de supervivencia en la Segunda Guerra Mundial era el par, no el individuo aislado. También sabemos desde hace tiempo que los casados viven mas que los solteros, Vincularse a los demas beneficia la salud en todos sus aspec- tos: mental, emocional y fisico. Louise Hawkley, del Centro para Ja Neurociencia Cognitiva y Social de la Universidad de Chicago, estima que la soledad aumenta la presi6n arterial hasta el punto de duplicar el riesgo de ataque al corazén y de embolia. El socié- logo James House, de la Universidad de Michigan, ha declarado que el aislamiento afectivo constituye un enorme riesgo Para la salud, mayor que fumar o tener la Presin arterial alta, por mu- cho que sdlo nos adviertan de los dos Ultimos. Quizas estos des- cubrimientos no sean més que la expresin clinica de un antiguo refrén: «Una pena entre dos es menos atroz» Sin embargo, la cuestién no termina en si disfrutamos o no de lazos afectivos; la calidad de éstos también cuenta, porque las rela- ciones negativas minan nuestra salud. En Cleveland, investigado- res de la Universidad Case Western Reserve preguntaron a varios hombres cuyo historial inclufa angina de pecho y presién arterial alta si su esposa solia demostrarles afecto. Durante ios siguientes cinco afios, el nlimero de episodios de angina entre los que res- Pondieron con una negativa doblaba al de aquellos cuya respues- ta fue positiva. El corazén femenino también se resiente. Las mu- jeres insatisfechas en su matrimonio y que suelen protagonizar episodios hostiles con su pareja sufren més riesgo de padecer pre- 36 ABRAZAME FUERTE sién arterial alta y estrés hormonal que las que se declaran feliz mente casadas. Otro estudio descubrié que las posibilidades de re- caida entre mujeres que habian sufrido un ataque cardiaco se tri- plicaban si reinaba Is discordia en su matrimonio. En el pronéstico de supervivencia para un plazo de cuatro afios tras un paro cardiaco congestivo, afirma Jim Coyne, psicé- logo de la Universidad de Pennsylvania, la armonia conyugal del paciente es un factor tan fiable como la gravedad de los sintomas y el grado de deterioro. Los poetas de la antigiiedad, que hicieron del corazén un simbolo del amor, sonreirian al saber que los cientificos han acabado por concluir que la salud del corazon de- pende en gran medida de la fuerza del carifio. El malestar en una relacién perjudica los sistemas inmunol6- gico y hormonal, e incluso la capacidad de curacién. En un ex- perimento fascinante, la psicéloga Janice Kiecolt-Glaser, de la Universidad del Estado de Ohio, pidié a varias parejas.de recién casados que se enzarzaran en una discusién. Durante las horas siguientes, les sacé muestras de sangre. Descubrié que cuanta mas hostilidad y desprecio expresaban, mayor era el nivel de hormonas de estrés y més se deprimfa el sistema inmunolégico. El efecto persistia durante veinticuatro horas. En un estudio atin més sorprendente, utilizé una bomba de vacio para producir pe- quefias lesiones en las manos de algunas voluntarias y, a conti- nuacién, les pidié que discutieran con sus maridos. Cuanto més cruenta era la pelea, més tardaba la piel en sanar. La calidad de nuestras relaciones amorosas influye también en la salud mental y emocional. Nuestra sociedad, tan préspera en muchos aspectos, padece sin embargo una auténtica epide- mia de angustia. El conflicto y Ja critica hostil incrementan las dudas sobre uno mismo y provocan sensacién de impotencia, clasicos desencadenantes de la depresion. Necesitamos hasta tal ‘eeee ve db thhdd dS IIIT TITY Elamor: un enfoque revolucionario 37 punto la aprobacién de las personas que tenemos cerca, que, se- Bun los investigadores, jel malestar conyugal multiplica por diez el riesgo de depresién! Hasta aqui las malas noticias Pero también hay buenas. Cientos de estudios corroboran hoy dia que las relaciones po- sitivas y afectuosas protegen del estrés a la vez que ayudan a su- Perar mejor los retos y traumas de la vida. Investigadores israe- es afirman que las parejas unidas por una fuerte relacién de Se ————. ques de misiles Scud que otras peor avenidas. Experimentan me- nos ansiedad y no padecen tantas secuelas fisicas después de un ataque. El mero acto de dar la mano a la pareja puede tranquilizar a Jas neuronas en situaciones de estrés. El psicélogo Jim Coan, de Ja Universidad de Virginia, hizo un escaner cerebral de resonan- cia magnética a una serie de mujeres, advirtiéndoles que cuando se encendiese una luz roja en la maquina tal vez recibiesen una Pequefia descarga eléctrica en el pie, o tal vez no. Aquella infor- maci6n alteré el centro de estrés del cerebro de las pacientes, Sin embargo, cuando sus maridos les tomaban la mano, registraban menos estrés. Y cuando se producia la descarga, experimentaban menos dolor. El efecto se advirtié sobre todo en las que disfruta- ban de una relacién feliz, aquellas cuya relacién puntuaba més alto en términos de satisfaccién Y que los investigadores deno- minaron «las superparejas». El contacto con la persona amada acti, literalmente, como antidoto contra el miedo, el estrés y el dolor. Las personas que tenemos cerca, afirma Coan, son los «regu- ladores ocultos» de los procesos corporales y de las vidas emo- cionales. Cuando el amor falla, sentimos dolor. En ese sentido, la expresion «sentimientos heridos» seria literal, como demostré la 38 ABRAZAME FUERTE psicéloga Naomi Binsenberger, de la Universidad de California. Sus investigaciones sobre el cerebro prueban que el rechazo y la exclusién activan los mismos circuitos, en idéntica zona del cere- bro —el cingulado anterior— que el dolor fisico. En realidad, esa parte del cerebro se activa cada vez que nos sentimos emocional- mente aislados de los seres que amamos. Cuando lei aquel estu- dio, recordé cuanto me habia sorprendido mi propia reaccion fi- sica ante la tristeza. Al enterarme de que mi madre hab{a muerto, me quedé destrozada, como si me hubiera arrollado un camién. En cambio, cuando la pareja te cuida, te abraza o mantienes re- laciones, las «hormonas del amor», oxitocina y vasopresina, inundan el cerebro. Por lo visto, dichas hormonas liberan sus- tancias quimicas, como Ja dopamina, que producen bienestar y felicidad activando los centros de «recompensa» cerebrales, a la vez que bloquean las hormonas del estrés, como el cortisol. Hemos recorrido un largo camino para comprender la funcién del amor y su importancia. En 1939, las mujeres otorgaban al amor el quinto lugar en la jerarquia de factores que determinaban su eleccién de pareja. En 1990, este factor habia ascendido al pri- mer puesto entre las mujeres, y también entre los hombres. Los estudiantes universitarios afirman hoy dia que su maxima expec- tativa respecto al matrimonio es la «estabilidad emocional». El amor no es la guinda del pastel de la vida sino una necesi- dad bésica, tanto como el agua o el oxigeno. Cuando lo com- prendemo’ y lo aceptamos, nos cuesta menos desentrailar el ori- gen de los problemas de relaci6n. EPADQULQUVQGLL = = a S Sarl a 4 a a a a a a a éAdénde ha ido a parar el amor? Cuando se produce el desencuentro «Nunca somos tan vulnerables como cuando amamos.» Sigmund Freud «Lo que pasa es que Sally no entiende de dinero», afirma Jay. «Es muy emotiva y le cuesta confiar en mf, No deja que yo me haga cargo.» Sally estalla: «Si, claro. El problema soy yo, como de cos- tumbre. jComo si ti supieras administrarte! Por tu culpa nos compramos aquel estuipido coche que tanto querias. Un coche que ni necesitamos ni nos podemos permitir. De todas formas, a ti te da igual lo que yo opine. Para ti, yo no cuento en absoluto», Chris es «cruel, rigido y un padre negligenten, le acusa Jane. «Los nifios necesitan cuidados, jsabes? Requieren atenciones, ademas de 6rdenes.» £] mira hacia otro lado. Habla en tono pau- sado de la importancia de la disciplina y acusa a Jane de no po- ner limites. Siguen discutiendo. Al final, ella se tapa la cara con las manos y gime: «Ya no te conozco. Me Pareces un extrafio». De nuevo, Chris aparta la mirada. Nat y Carrie guardan un silencio obcecado hasta que Carrie se derrumba y cuenta lorando lo horrorizada y traicionada que la hace sentir Ja aventura de Nat, Este, con ademan agotado, se explica por enésima vez: «Te he dicho mil veces por qué sucedid. He sido Sincero. j¥, por Dios, pasé hace dos afios! ;Pertenece al pasado! ;No es hora ya de que lo superes y me perdones?> «{Tti no tienes ni idea de lo que significa ser sincero!», le grita Carrie. 40 ABRAZAME FUERTE Después, su tono baja hasta un susurro: «Yo no te importo, no te afecta mi dolor. $élo quieres que todo vuelva a ser como antes». Ella se echa a Llorar, él clava la mirada en el suelo. Siempre pregunto a las parejas cuél consideran el problema basico de su relacién y qué solucién proponen. Ellos se pinchan un poco primero y después empiezan a dar ideas. Sally dice que Jay lo quiere controlar todo; tiene que aprender a ejercer el poder de forma més equitativa. Chris sugiere que Jane y él tienen per- sonalidades opuestas; es imposible ponerse de acuerdo en el modo de educar. Tal vez un experto en educacién infantil los pu- diera ayudar. Nat esté convencido de que Carrie arrastra algin tipo de complejo. Quizé si visitaran a un terapeuta sexual volve- rfan a disfrutar en la cama. Estas parejas se esfuerzan al maximo por discernir los moti- vos de su malestar, pero estan obviando el nticleo del problema. Sus razones, dirfan muchos terapeutas, sélo son la punta del ice- berg, la parte tangible de un gran nudo de fondo. Entonces jqué conflicto se oculta tras esos sintomas? . Si consultésemos a distintos expertos, muchos coincidirfan en que estas parejas estdn atrapadas en Iuchas de poder muy des- tructivas o en pautas de discusién negativas, y que necesitan aprender a negociar y mejorar sus técnicas de comunicacién, Sin embargo, tampoco ellos habrian legado més allé de la superficie. Habria que seguir buceando para dar con el problema basico: todos esos matrimonios han perdido el contacto emocional. Ya no se sienten seguros en su relacién. Tanto las parejas comé los tera- peutas suelen obviar que la mayoria de discusiones, en el fondo, no son sino protestas de separacién. Bajo tanto malestar, las dos perso- has estan diciendo: ;Puedo contar contigo, depender de ti? ;Estas disponible? ;Responderds cuando te necesite, vendrds cuando te lla- me? ;Te importo? Me valoras, me aceptas? ;Me necesitas, confias 5 a Wit MRRERGQEARILARADADS gAdonde ha ido a parar el amor? Cuando se produce... 41 en mf La ira, las criticas, las exigencias son en realidad llamadas de socorro a un ser querido, destinadas a conmoverlo, a recuperar el acceso emocional y a reestablecer la sensacién de pertenencia. El panico primigenio La teoria del apego nos ensefia que la persona amada es nuestro refugio en la vida. Cuando se vuelve emocionalmente inaccesi- ble, nos sentimos como abandonados a la intemperie, solos ¢ in- defensos. Nos asaltan todo tipo de emociones negativas: ira, tris- teza, dolor y, por encima de todo, miedo, una reaccién légica si tenemos en cuenta que el miedo es nuestro sistema de alarma: se dispara cuando la supervivencia esté amenazada. Perder el con- tacto afectivo altera nuestra sensacién de seguridad. En la amig- dala o «centro del miedo», como la denominé el neurocientifico Joseph LeDoux, del Centro para la Investigacién Neuronal de la Universidad de Nueva York, suenan las sirenas. Esta zona en for- ma de almendra situada en el cerebro medio desencadena una reaccién automatica. No pensamos; sentimos y actuamos. En una discusién de pareja, todos sentimos miedo en alguna medida. No obstante, si el vinculo es seguro, s6lo experimentamos una angustia momenténea. Cuando comprendemos que la ame- naza no es real, o que nuestra pareja nos tranquilizaré si se lo pe- dimos, el miedo se disipa con facilidad. En cambio, si estamos uni- dos al otro por un lazo fragil 0 no muy fuerte, nos inunda lo que el neurocientifico Jaak Panksepp, de la Universidad del Estado de Washington, denomina el «pnico primigenio». En ese caso, reac cionamos de dos formas distintas: o bien con exigencias, en un in- tento de arrancar al otro consuelo y seguridad, o bien aislandonos, en un intento por protegernos. Sea cual sea la forma de expresar- 42 ABRAZAME FUERTE lo, con esas reacciones estamos diciendo: «Hazme caso. Quédate conmigo. Te necesito». O: «No voy a dejar que me hagas dafio. Si no reacciono, conservaré el control» Las estrategias para afrontar la ansiedad de separacién son in- conscientes y suelen funcionar, al menos de momento, Sin em- bargo, cuando una pareja con problemas recurre a ellas unay otra vez, entra en un circulo vicioso que los aleja mas y més, Cada vez con mayor frecuencia, protagonizan episodios en los que ningu- no se siente a salvo, se ponen ala defensiva y acaban suponiendo lo peor del otro y de la relacion. Si amamos al otro, spor qué no ofmos su Hamada de socorro y reaccionamos con carifio? Porque la mayor parte del tiempo no es- tamos en sintonia. Inmersos cada cual en sus propios fantasmas, ig- noramos el lenguaje del apego y fallamos a la hora de enviar men- sajes claros sobre nuestras necesidades o sobre lo mucho que el otro nos importa. A veces, hablamos con rodeos porque no estamos se- guros de qué queremos en realidad. Otras, enviamos mensajes tefii- dos de rabia y frustracion porque la relacién no nos inspira con- fianza.Al final, acabamos exigiendo més que pidiendo, lo que suele desembocar en luchas de poder; desde luego, no en caricias. En ocasiones, quitamos importancia a nuestra necesidad natural de vinculacién afectiva centréndonos en aspectos parciales, por ejem- plo el sexo. Mediante mensajes camuflados y distorsionados, evita- mos exponer demasiado nuestros anhelos més intimos, sin darnos cuenta de que con esa actitud se lo ponemos muy dificil al otro, Los «didlogos malditos» Cuanto mas tiempo lleva distanciada una pareja, mas dafinos se vuelven sus desencuentros, Los investigadores han identifica- SRERENEPROLRAERLADADVLALLLED 2Adbnde ha ido a parar el amor? Cuando se produce... 43 do distintas pautas nocivas y las han denominado de formas di- versas. Yo he puesto nombre a tres, que considero los «didlogos malditos» basicos: «quién tiene la culpa», «la polca de la protes- ta» y «lucha o huye», Hablaré de ellas con detalle en la Conver- sacion 1. La més frecuente es, con mucho, «la polca de la protesta», En esta dinémica, un miembro de la pareja se vuelve critico y agre- sivo mientras que el otro esta distante ya la defensiva. El psicé- logo John Gottman, de la Universidad de Washington, en Seattle, ha descubierto que las Parejas que se instalan en este patron de comportamiento al principio del matrimonio tienen mas de un 80 por ciento de probabilidades de divorciarse en un plazo de cuatro 0 cinco afios. Tomemos como ejemplo a una pareja. Jim y Carol discuten desde hace un tiempo porque él llega tarde cuando quedan. En una sesin, Carol ataca a Jim por su tiltima falta: no llegar a tiem- po alasesion de cine. «sCémo es posible que siempre llegues tar- de®», le increpa. «;Te da igual que hayamos quedado, que yo esté esperando y que siempre me dejes colgada?» Jim contesta con frialda me otra vez con eso, quizé deberiamos interrumpir la sesién y ‘No pude llegar antes. Pero si vas a empezar a fastidiar- volver a casa». Carol responde enumerando todas las veces que Jim ha llegado tarde. El empieza a defenderse, pero renuncia en- seguida y opta por el silencio. En esta disputa interminable, Jim y Carol se quedan atrapados en el contenido. ;Cudndo fue la ultima vez que Jim llegé tarde? ela semana pasada o hace meses? Tratan de inclinar la balanza a su favor en el relato de lo que «en verdad sucedi6», dictaminar qué historia se ajusta més a la verdad y quién tiene la culpa, Para ellos, el problema es uno de dos: o la irresponsabilidad de é! 0 las quejas de ella. 44 ABRAZAME FUERTE En realidad, el contenido de la discusién es lo de menos, En otra sesin, Carol y Jim discuten por la reticencia de él a hablar de la relacién. wAcabaremos enfadados», dice Jim. «;De qué sir- vet Siempre estamos igual. Es frustrante. Ademés, al final, termi- namos hablando de mis defectos. Me siento mejor cuando hace- mos el amor.» Carol niega con la cabeza: «Si ni siquiera podemos hablar, c6mo vamos a tener relaciones?» éQué esté pasando? La pauta «ataque-evasién» con la que Ca- rol y Jim abordan la cuestién de la impuntualidad ha invadido otros dos temas: «no hablamos» y «no tenemos relaciones sexua- les». Estdn atrapados en un bucle espantoso, en el que la reaccion negativa de uno genera hostilidad en el otro. Cuanto més culpa Carola Jim, més se aisla éste, y cuanto més se distancia él, mas vi- rulentos se vuelven los ataques de su esposa. Al final, los motivos de la pelea son lo de menos. Cuando las Parejas alcanzan este punto, el resentimiento, la desconfianza y el desencuentro envenenan toda la relacién. El minimo desacuerdo, a menor divergencia se toma por el lado negativo. Una palabra inocente es considerada una amenaza. Un acto ambiguo se inter- preta de la peor manera posible. Consumidos por terribles mie- dos y dudas, estén siempre en guardia, a la defensiva. Por mucho que lo intenten, no consiguen entenderse. El titulo de una famo- sa cancién de Cherry Bombs define perfectamente la sensacién de Jim: «Es duro besar por la noche los labios que llevan todo el dia poniéndote verde». Algunas parejas llegan a atisbar por un momento el «didlogo maldito» en el que estén inmersas. Jim sabe en qué momento Carol va a decir lo decepcionada que se siente antes de que em- Piece a hablar, ¢ incluso se dispone a prepararse para «detener el fuego», pero la pauta se ha vuelto tan automatica, tan compulsi- va que no puede hacer nada por evitarla. La mayorfa de parejas, TPF PF Pe me ewe ie ie ror a fo QF P LMRERRAAAVALRESAAVAVYALVAQLLE gAdénde ha ido a parar el amor? Cuando se produce... 45 sin embargo, no son conscientes de la pauta destructiva que se ha aduenado de su relaci6én. Enfadados y frustrados, buscan una explicacion y llegan a la conclusién de que el otro es un ser insensible 0 cruel, 0 se culpan asimismos. «No sé, quizd no soy normal», me dice Carol. «Como decia mi madre, quién va a quererme, si soy tan complicada.» AL final, deducen que no se puede confiar en nadie: el amor es un en- gatio. Para muchos psicdlogos y consejeros, la idea de que esta dina- mica se instale en la relacién a causa de la ansiedad de separacién sigue siendo revolucionaria. La mayoria de colegas que acuden a mf para formarse en TCE han aprendido a considerar el conflicto y las luchas de poder el principal problema. En consecuencia, procuran ensefiar a las parejas técnicas de negociacién y de co- municacién para abordar las diferencias, pero al hacerlo asi slo estan tratando el sintoma, no la enfermedad. Si utilizamos la me- tafora de la danza, estarfan diciendo a las parejas instaladas en el baile de la frustra sos, cuando en realidad deberian buscar otra musica. «Deja de decirme lo que debo hacer», exige Jim. Carol lo considera duran- ny el distanciamiento que cambien los pa- te una milésima de segundo antes de contestar enfadada: «(Si no te lo digo, no haces nada por cambiar y todo sigue igual!» Hay muchas técnicas distintas para afrontar los problemas de pareja, pero mientras no entendamos el nticleo a partir del cual se organizan las relaciones amorosas no liegaremos a desentra- fiar lo que de verdad esta pasando nia ser capaces de ofrecer ayu- da a largo plazo. La dindmica «ataque-evasién» no sélo es una mala costumbre, también refleja una realidad implicita: las pare- jas inmersas en ella sienten una gran ansiedad porque han perdi- do la fuente de apoyo emocional. Ambos se sienten desvalidos, necesitan desesperadamente recuperar el sustento. 46 ABRAZAME FUERTE Mientras no aceptemos que toda relacién gira en torno a la necesidad basica de vinculacion afectiva y el miedo a perderla, los métodos habituales —aprender técnicas de comunicacién o de resolucion de conflictos, indagar en los traumas de la infancia © tomarse un tiempo muerto— no funcionaran. Las parejas feli- ces no dominan mejor las técnicas de comunicacién ni son més «conscientes» que las infelices. No siempre atienden con empatia ni han averiguado qué expectativas irrealizables concibieron en el pasado. A mi consulta han acudido personas muy conscientes de si mismas y de sus actos pero incapaces de expresarse con co- herencia cuando las inunda el tsunami emocional. Una de mis clientas, Sally, me dijo: «Se me da bien comunicarme, ;sabe? Ten- go muchos amigos, soy asertiva y creo que sé escuchar. Pero ante esos silencios interminables, ponerme a recordar lo aprendido en la terapia de pareja es como tratar de leer las instrucciones de un paracafdas én plena caida libre». Los remedios estandar no sirven cuando estan en juego la se- guridad del lazo emocional y la ansiedad de separaci6n. No ayu- dan a las parejas a reestablecer la conexion ni a conservarla. Ese tipo de técnicas tal vez ponga fin a una pelea, pero a un precio muy alto: los cényuges pueden acabar atin més distanciados, lo que aumenta su miedo a ser abandonados justo cuando més ne- cesitan afianzar su vinculo, Momentos clave de apego y desapego La teorfa del apego proporciona un marco tinico para identificar las pautas destructivas en la relaci6n amorosa. Sefala en qué mo- mentos clave una relacién se crea o se destruye. Mis clientes a ve- ces me dicen: «Las cosas iban de maravilla. Pasamos cuatro dias zAdénde ha ido a parar el amor? Cuando se produce... 47 estupendos y pareciamos viejos amigos. Pero un dia de repente ‘tuvimos un tropiezo y todo se fue a paseo. No lo entiendo». Las crisis de pareja evolucionan con tanta rapidez y son tan caéticas y acaloradas que no da tiempo a captar lo que pasa en realidad y no podemos reaccionar. Ahora bien, al examinar con detalle la situacién, podemos identificar los momentos clave y valorar nuestras posibilidades. Las fuertes emociones que nacen de la necesidad de apego aparecen en el momento més inespera- do. La conversacién mis trivial deriva, en un instante, a cuestio- nes de seguridad y supervivencia. «Johnny ve demasiada televi- sién» se transforma, como por arte de magia, en «Ya no puedo soportar mds las rabietas de nuestro hijo. Soy una madre pésima, pero a ti qué mis te da, no me estas escuchando... Ya sé, ya sé, tienes trabajo, eso es lo tinico que importa, ;verdad? Mis senti- mientos no cuentan, en el fondo estoy sola» Si confiamos en nuestra pareja y nos sentimos unidos a ella, esos momentos serén sélo soplos de aire frio en un dia de vera~ no, pero ante un vinculo inestable se desencadena una espiral de inseguridad que congela la relacién. Bowlby describié a grandes rasgos en qué instante se dispara la alarma. Sucede, dijo, cuando de repente nos sentimos vulnerables 0 percibimos un vuelco ne- gativo en nuestra sensacién de pertenencia a la persona amada. En esos casos, sentimos que la relacién corre un grave peligro. Las amenazas pueden proceder del mundo exterior o del univer- so interno. Pueden ser auténticas oimaginarias. Lo que cuenta es la propia percepci6n, no la realidad. Peter, que lleva seis afios casado con Linda, se siente ultima- mente algo alejado de ella. Su mujer ha cambiado de trabajo y hacen menos el amor. En una fiesta, un amigo comenta que a Linda se la ve radiante, pero que él en cambio est perdiendo pelo. Cuando ve a su esposa enfrascada en una charla con un 48 ABRAZAME FUERTE hombre increiblemente guapo —y con mucho pelo— nota un nudo en el estémago. jLe bastard para tranquilizarse pensar que su mujer lo adora y que le prestard atencién y apoyo si se lo Pide? Tal vez le ayude recordar alguna situacién similar del pa- sado y utilice la imagen para superar su malestar, 2Qué pasa, por el contrario, si no puede acallar su inquietud? 3Se enfada, va hacia su mujer y hace un comentario sarcdstico s0- bre el flirteo? 30 trata de quitar importancia a sus miedos y se va a buscar otra copa, o seis mas? Mediante cualquiera de ambas es- trategias, el ataque o la huida, s6lo conseguiré alejar a Linda. Ella adoptaré una actitud distanciada, lo que, a su vez, aumentaré el panico primigenio de Peter. El segundo momento clave tiene lugar cuando la amenaza in- mediata ha quedado atrés. La pareja tiene la oportunidad de re- Parar el vinculo, a menos que haya recurrido a estrategias nega- tivas. En esa misma fiesta, mas tarde, Linda va en busca de Peter, éSe abre él, le revela el miedo y el dolor que ha sentido al verla en una actitud tan {intima con otro hombre? 3Expresa sus emocio- nes dando pie a que ella pueda tranquilizarlo? ;O quizé la acusa de «andar golfeando» y le exige que vuelvan a casa de inmediato a hacer el amor? 3O se protege tras un muro de silencio? El tercer momento clave se produce cuando, al entrar en con- tacto con las emociones que despierta nuestra necesidad de ape- 80, buscamos el apoyo de la persona amada y ésta. responde. Pongamos que Peter se las arregla para llevar a Linda a un lado, toma aire y le cuenta que le ha sentado mal verla charlar con un desconocido tan guapo. O quizé se limite a ponerse a su lado y demostrar su malestar con un ademan de disgusto. Supongamos que Linda responde de manera positiva. Aunque él no expresa como se siente, ella nota que algo anda mal y le toma la mano. Le Pregunta con suavidad si todo va bien, Est4 accesible, demuestra a co wo wor wr ww woe Ayadd abba ddd éAdénde ha ido a parar el amor? Cuando se produce... 49 Sensibilidad. sAcepta Peter su gesto, confia en ella? gla acoge, se " siente aliviado, se acerca a ella y se lo agradece? 30 bien opta por Fr ——C~——————— vulnerable? aLlega incluso a meterse con ella para comprobar si le afecta? Por fin, cuando Peter y Linda reanudan su interaccién habi- tual, gsigue él considerando a su esposa un recinto intimo de se- guridad para los malos tiempos? 30 atin lo abruma la duda? ;In- fenta manipularla y la obliga a reaccionar para comprobar que lo amai {Se dice que no la necesita y busca algo para distraerse? Esta historia gira en torno a Peter, pero sila Protagonista fue- ra Linda saldrian a Ja luz las mismas necesidades de apego e idéntico miedo. En realidad, hombres y mujeres experimentan las mismas dudas y temores, s6lo que las expresan de manera algo distinta. Cuando hay problemas en la relacién, ellos dicen Sentirse rechazados, inadecuados y fracasados; ellas, en cambio, abandonadas y aisladas, Por lo visto, las mujeres tienen también otra reaccion ante la inquietud. Los especialistas lo Haman «velar Por los suyos». Quiza porque por su sangre circula mas oxitoci- na, la hormona del amor, las mujeres buscan apoyo en otras per- sonas cuando el vinculo de pareja se resiente Segiin un famoso estudio realizado por Ted Huston, de la Unic versidad de Texas, los problemas matrimoniales no se deben aun incremento en los niveles de conflicto, sino a la disminucién del carifio y de la respuesta afectiva, En ese sentido, la ausencia de reaccién emocional y no la cantidad de discusiones constituiré el mejor indicador de las posibilidades de ruptura matrimonial en un plazo de cinco aftos. El fracaso de un matrimonio empieza con una disminucién progresiva de comunicacién y respuesta afectiva. El conflicto aparece més tarde. 50 ABRAZAME FUERTE Al enamorarnos, caminamos juntos por la cuerda floja. Si so- plan los vientos de la duda y nos aferramos con fuerza el uno al otro 0 nos separamos de golpe para salvaguardarnos, la cuerda se balanceara con més fuerza y es posible que perdamos el equili- brio. Para seguir en lo alto, debemos sincronizar los movimien- tos respondiendo a las emociones del otro. Cuando sintoniza- mos, nos hacemos de contrapeso el uno al otro: estamos en equilibrio emocional.

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