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~r Ay be Cte Uy MA ee — MARITZA MONTERO IDEOLOGIA, ALIENACION E IENTIDAD NACIONAL Una Oproximacién psicosocial al ser venezolano UNIVERSIDAD CENTRAL Dp VENEZUELA BDICIONES DE LA BIBLIOTECA, CARACAS, 1964 Gite temsideramos en este trabajo. Un andlisis comparativo sobre Tesante Y muy revelador jue se han ocupado de ia tarea de gobernar el pals ' concepcién sobre el hombre y la sociedall de ue dirigen y que influyen en la accién politica, Tal stick , asi como otras formas de expre- sion de la cultura, no porque hayan sido consideradar nese tra ausencia es la considerac Pos (secundarios y_ prim < Yenel modelo general, del rol jugado por los gru- caso analizedo en particular ¢s explicable por varias razones, En el caso de la autoimagen nacional venezolane la eval comporte un €stereotipo, estudiamos un fenomeno de una identidad y una forma de concicnci Bresentes en las capas sociales mas jen conocide en s una accion mediadora de los grupos fap msotes, traducrores y generadores de los proceeos de Ie sociedad como globalidad hacis e} vieeverss, Pero fr, cts9 specifica de la autoimagen aqui estudieds sent eee TG get objeto de cstudios particulates, ya que lo que halts gue dee encenimer lugar es su accién en tanto que eransmccne ds Is ideologia de la dependencia y del suddessvello te decir, como los. diferentes grupos, especialmente los gripes primarios, Ie mamiterl esta Ideologia y en el easo concreio, come se derma icentidad correspondientes cn los individuor estos grupos, De igual manera, cules son los 42, Secundarios fundamentales pare este fendmeno, én y movilizacion de un complejo sisters ificaciones. Como podem. \dependiente, Nuestra In autoimagen y que pertenecen 10N Ll, UN MODELO TEORICO PARA LA EXPLICACI DEL COMPORTAMIENTO DE LA DEPENDENCIA. No ¢s la conciencia lo que deter rina la vida, sino la vide ke que etermina ls concie Karl Mare, M.£.G.A,, p. 16. DEPENDENCIA ¥ COMPORTAMIENTO, EL. CONPORTAMIENTO ‘COMO ANTECEDENTE Lo que lamames comportanient dela dependencs he 7 seiialado muchas veces como tesponsable de las acusaciones i- daltons datas tacos (cscncialmente aquellas que conforman lo que se denomina Tercer Mundo, casi siempre naciones coloniza- das), y en particular contra sus poblaciones. Loe congustadores fioles atribuycron ese comportamiento @ la pol ¢ de. América y lz misma cona be ha cho de Le chines, maascg javaneses y africanos, Existen similitudes impresionan Grecia bess atribuidas: pereza, indolencia, emotividad opucsta ala racionalidad, falta de motiva: crucldad, supers i adguiere una cierta elasticidad prolongand a ue el futuro es apartado lo més lejos posible (no hay porvenir umediato), micntras cl pasado parece sumergido en une Yaga nie- Algunos, como McClelland, hablan de falta de motivacion de logro: una explicacion del progreso social fundamentalmente basa a sobre las motivaciones sociales de los grupos y que realiza un verdadero ejercicio de prestidigitacién, a través del cual las conse cuencias son transformadas en causas, desapareciendo los or{genes reales de ciertas situaciones. Un mecanismo de uso frecuente cuan- 19 do se trata de explicar la eae plicar la ausencia de progreso 0 el lento deserve stas descripciones y explicacion E y 1s tienen ya una tradicion: on primer hg ss que dieron conguistadares v colantatores, os ayos cientifics que ! los yn inteprear fos dics provenicnes declares He jas metropolis. Asi, existe una ex; 1699 por Thorstein Vebien, en la que se sosiene she se ena mie o en cl azar conduce a un enfoque barbaro de la existenci Broduciendo socieades inefeaccs, menos prod readas ‘or la pasividad. Esto coincide con las descr i r lescripciones dadi Inima época por antropélogosy viajes que teresaoan de pales ‘as exoticas, que eran analizadas. segtin los criterios europeos. Esta creenci i srcpes ia en el azar, que venia a reforzar la idea de cticerios como el de R.K, Merton oda ser interpretada com 5a, lo que ciertos psicdlogo: cate ee lo permite la ente al fracaso”, aunque podria, sin , i, sin embargo, engendrar es - 0s casos un comportamiento tendiente 2 le pada & ls os due impedir un esfuerzo sostenido, Pero de manera gencral, aun. he la supercon eis ene trundo entero y se hile presente ;, hay todavia la tendencia ‘a cultura "primitivas Z z donedene culeu primitives", on los ‘paganos”’ del mundo moderno: las A partir de 1930, los i , los progresos de le antropologta social, la psicolo; fs experimental yl Posibilidad aerecentace, tanto ena © téenico, de abordar cultures diferente fompararag (posibilidad de viajar, uso de computadore 1 Nevado ciertos igadotes a proporcionar un sin fin de expl Geiones Bara certo tipo de comportamiento, Ya en 1947, por plo, Kardiner y Spiegel consideraben que la eficacia del ¢g0 Gependia de la poiibilidad de ejercer un control sobre el medi, 2 ; ‘ le p re el medio, MITKIN Y LOS ESTIL0S coGNoscITivos En 1960, Herman in 6 i expats Se Geta, ta conan « estudiar las relaciones f¥rmuléd una teorfa sobre los sistemas 20 cognoscitivos que constituye una tipologia en la medida en que establece dos polos: la dependencia iepencencia en relacién con el campo, segin la tendencia a “atribuir més crédito ales refe- rencias externas”, que se encuentra en ¢l primer caso, 0 al "yo en tanto que referencia primari 63), Witkin descubrié que los individuos que se orientan hacia el campo también son los mAs orientados hacia el préjimo y requieren de la proximidad fisica y emocional, siendo al mismo tiempo los més conformistas y los més dependientes, Esto influye sobre la conducte cognoscitiva y, especificamen- te, en la conducta interpersonal, En el primet caso, los individuos dependientes cel campo tendrdn la tend décjarse influir por las propiedades dominantes del medio” (Ibid, p. 64), mientras que los independientes tendrén referencias internas que juegan el rol de mediadores, lo que les permitird reestructurar el medio asu manera. Estos dos modos significan que, en el plano de las relacior sntes del campd serin es sociales suministra- -ntes tendrén ten- mis propensos 2 t das por los otros. dencia a mostrarse bid.) Los primeros se interesan en los otros, los segandes, en sus propias ideas y abstracciones. Los dependientes son habitazlmente descritos como “..amables, amistosos, considerados, diplomé- ticos,...", gozando de la reputacién de mantener a su alrededor un clima agradable. Los indivicuos independientes son calificados como desconsiderados, déspotas, susceptibles de librarse a las ma- nipulaciones para alcanzar sus objetivos. Y si los primeros prefie- ten obrar usando sus cualidades para las relaciones interpersonales, los otros desarrollan un talento cognoscitivo y de reestructuracion. Witkin y otros inves Goodenough), han cons tatado que las mujeres, los nifios y ciertos pueblos son més depen- dientes en relacion al campo y que el estilo cognoscitivo vendrfa siendo el producto de un aprendizaje adquirido durante los afios de socializaci6n, tanto en la escuela como en el seno de la familia. Y en 1976 este autor investigaba las consecuencias eventuales que podrisn tener esos estudios sobre las relaciones internacionales, ‘Aunque Witkin insiste en el hecho de que la escalaproductora de sta tipologfa es bipolar —y, por ende, neutra en valor pudiendo ticas clasifieadoras servir por igual en lo que concierne 1 de Ios individuos, esta neutralidad es ilusoria: en 21 efecto, los descubrimieatos empiricos sitien a los individuos en uno u otro polo, y aquellos que, historica, politica y culeuralmente, se orientan hacia la dependencia con respecto al campo son consi- derados como personas en situscién de inferioridad, mientras que los segundos ocupan, en tanto que grupo, situaciones de poder. Ademiés, esta explicacién comporta una suerte de simplifica. Gidn de Ja sociedad y de su funcionamiento quc cucstiona esta lad” y que aparece claramente cuando se analizan las teflexiones de Witkin sobre la influcncia de las variables ecolégicas ¥ culturales sobre los estilos eognoscitivos. El considera fundamen- talmente tres: el tipo de estructure familier, el tipo de estructura social y una subvariante de esta dltims, el coricter némada o se- dentario de una sociedad. La primera de estas variables Ia estruc- tura familiar— ejerce su influencia a trevés del proceso de s cin y, Segiin Witkin, las familias que promueven la obediencis y ion a la autoridad paternal engendran, por lo tanto, un estilo ‘ependiente del medio que los rodea. Entre los mecanismos de socializacién que operan en el primer tipo de estructura figurat‘an la severidad y cl castigo fisico, y ast la madre jugaré un rd. predo- minante en el cuidado de los hijos, conformandose al rol maternal tradicional de las mujeres, mientras que el padre conserva una pos ‘onal que lo separa de esas tareas. Fl cxso extremo seria aquel de las estructuras familiares en que el padre esté ausente y el de las far lamadas “extensas” y *polige- mas” (Ibid, p. 72), en donde cl rol del padre se reduce al minimo ¥ que engendran una dependencia més grande con relacion al me. dio, Es sobre la base de comparaciones transculturales come llega a esta conclusion. Ahora bien, no solamente seria aventur: sino que ademas resultarfa inexacto, pensar que toda situacion en la que cl padre esté ausente o en que su rol en cl seno de la familia lo involucre menos en la relacion interpersonal con sus hijos, supone un rol tradicional de la madre, Para citar un ejemplo gue conocemos bien, en la sociecad venezolana, cuys estructure familiar es predominante matrifocal como consecuencia del aban dono o del hecho de que el padre no cumple a cabalidad con su rol (53% de filiaci6y ima, segin las ciftas de 1974, proporcion que desde hace un siglo se mantiene con ligeras vatiante la madre debe ser redefinido. Es cierto ~y cso coincide con lo datos de Witkin~, que la mujer, casi exclusivamente y en una gran Proporcién, tiene a su cargo el cuidado de los ninos, pero también 2 le onde la direccion del mantenimiento del hogar. Asi mis- cies sobre este tema (Montero, 1974), revel que la izadora no esté exenta de severidad y de castigos, aunque la transgresion de las normas sea paralelamente estimulada en el caso de los hijos, No conocemos estudics sobre los est cognoscit gran niimero de individuos dependientes del campo. Y pensamos que las razones de ello son harto complejas. tra variable, el tipo de estructura social, para la cual utiliza una calificacion que enfoca dos tipos de sociedades: tas” y “flexibles”” (tomada de Pelto, 1968), atribuye mis depen- dencia del campo, en las primeras y més independe: segundas. En estas Gltimas, se estim ras, el conformismo. La clasificacién tiene como base la influencia gue poscen las autoridades sociales, religiosas y pol ticas. Una vez més este punto de vista nos parece demasiado sim- plista, £Acaso se trata de la influencia de las autoridades, en tanto Que personas, 0 en tanto instituciones? 2Cémo podrfamos in pretar un tipo de sociedad en la que se respetan las leyes, las inst tuciones funcionan de manera satisfactoria y en donde las figuras de autoridad importantes, tales como el presidente, son a veces objeto de burlas? Por otra parte, éa qué tipo de sociedad responde- ria aquélla donde las leyes son irrespetadas, las instituciones no funcionan, pero donde las figuras de autoridad (presidente, clero, rocables? Imente, la distincin entre sociedades nomadss, que mulan la independencia del campo, y las sociedades sedentarias, favorecen esa dependencia, no contribuye a hacer menos con- iso Hl penovame, e@ puricaler 3 la we Ge los trabajos Ge Bern) (1966) y de Berry y Annic (1974), quienes siguiendo los pasos de Witkin comparan grupos némadas no occidentalizados con grupos de agricultores occidentalizados (esquimales, cazadores ¢ indios Cree sedentatios). En estos trabajos, la variable occidentalicacion esti ligada a la posibilidad de aculturacién, en el sentido en ques una mayor independencia del campo corresponde una probabili- dad de aculturacion menor. Pero dado que los mas dependientes del campo son los némadas no occidentalizados, se nos plantea interrogante: écual sera el peso de esta varia le de occidentalizacion que, incxplicablementc, no ha sido toda via analizada? La segunda pregunta concierne a la definicion de la 23 variable en sf, tampoco esteblecida. ¥ una tere é ; i era cuestion es saber si estos resultados indican una tendencia creciente en la depend Sie del campo, ligada al proceso de sedentarizacion,definido sin el punto de vista occidental. Este aspecto entraria en contr cion con los datos que se desprenden de estudios sobre el estilo cognoscitivo y Ia estructura familiar, y sobre la est cognencitvo y sobre la estructura social En este trabajo no profundizaremos en el anilisis erftico de este tema, pero creemos que la explicacion de Witkin deseribe una conducta cuyas causas son escamoteadas. Nos parece que se trata de un caso de falsa identidad tedrica con miras a destruir directamente la ‘‘neutralidad’” que su autor reclama con tanta insistencia. LA DEMORA EN LA GRATIFICACION 0 GRATIFICACIONES POSPUESTAS W. Mischel (1958, 1961), estudiando la capacidad de pospo- ner las gratificaciones, constato que era menor en las clases més bajas de Trinidad (negros e hindues), y en los niios de Granada ‘cuyos padres estaban ausentes del hogar, lo que resulta compren- sible cn la medida en que ellos viven en condiciones dificiles, en el seno de familias en que la madre es probablemente asumir Ja carga del hogar, Hecho que no se toma en cuenta en el estudio cn cucstién, pero los resultados son interesantes ya que dejan entrever que los sujetos se hallaban ‘tados més hacia el presence y que la posibilidad de una planificacion organizeda del porvenir probablemente no existfa, o que al menos en lo que concierne a ciertas acciones, estaria més reducida, La situacion parece ser distinta en los casos de otros individuos que parccen tenet acceso al control. Asi, los nifios de Trinidad sujetos de ese estudio proventan de un sector de la sociedad en el que podria producirse cierto tipo de actitud planificada, involucrando una demora en las gratificaciones, para poder obtener recompensas mas satisfactorias, como es el caso del carnaval. El hecho de no posponer para més tarde la recompenss, podria entenderse como la respuesta a une necesidad de proteger lo que existe de manera tangible ¢ inmediata, aunque sea poca cost. Ello podria estar tra- duciendo el temor de perder lo que es estable y concreto, una vez aprendido que las promesas y proyectos pueden decepcionar en un mundo que escapa al control del individuo, 24 LAPSICOLOGIA DE LA POBREZA Algunos investigadores, como Oscar Lewis® y, posteriormen- te R. Ardila (1979), han considerado que la pobreza se caracteriza por expresione: tales como algunas de las que hemos venido men Ronando: lenguaje pobre y directo, falta de motivacion, pasividad, Gerrotismo, incapacidad para planifiear, ereencia en que fuerzas Externas controlan el destino de las personas, generadas cn un pro- ceo de aprendizaje, que se da en un ambiente frustrante, que provee modelos derrotistas y que es parte de una cultura particu Jar la cultura de lz pobreza, la cual mas que de indicadores socio~ econdmicos, trata de un modo de vida, de factores psicoldgicos, mediante los cuales se transmiten valores y pavtas de conducta, Se sume asi que los pobres son los responsables principales de sw pobreza y agentes directos de su desgracia. Ryan (1976) ha defi- vido este fendmeno como parte de un proceso de culpabilizacion Ue la vietima, proceso que tendriz como cordlario 10 que se ha Genominado ley de ingratitud colonial. Segin esta ley, y en otros niveles de explicacion, los paises pobres, despojados de sus mate- Tias primas, al volverse contra las metropolis, tatando de romper Con fa situacion de despojo y de liberarsc, estarian mostrando su desagradecimiento, ya que ¢! proceso de colonizacion sujecion y dependencia sufrido, los puso en la via del desarrollo, De un dese: frello determinada’ externamente, pero ademas, sembrado de Sbsticulos, Diversas opiniones se oponen 4 este tipo de reflexién. Escovar, por ejemplo, declara que el proceso de, ‘culpabill c de la vierma’”es de uso muy frecuente en los andlisis para indagar las causas de la pobreza, que se realizan en los Estados Unidos. ‘Una ver identificada la pobrera como problema social, l segundo paso consistiria en estudiar a los pobres con el fin de observar en Fue son susceptibles de distingurse de los otros miembros de la sociedad. Estos estudios diagnésticos tienden a revelar que los pobres son proclives 2 a apatia y que din muestra de menor mocivacién f ingciativa, que desarrolian, ademas, relaciones sexualcs cn la mis alts promiscuidad, que poseen un foco de control extemo, etc. ‘Ahota bien, después de determinar estas diferencias, otra etapa Jogiea debe ser franquezda: en efecto todo aquello que evidente 7 Aniropologia dela pobrezs Los hijor de Sinchess Lo vids, 25 mente constituye sintomas de la pobreza, ¢s catalogade como causa, Un argumento asi nos conduce a su. propio punto de par- icado es adop- 0s latinoamerieanos que se in- inturones de miseria alrededor de Jas ciudades, y sus consecuencias psicolégicas, pero que estin de. masiado influidos por las explicaciones provenientes del exterior, como para dilucidar un fenémeno que no cs otra cosa sino el pro. ducto de un desarrollo mediatizado, EL CONCEPTO DE BIEN LINITADO Se puede carencia de e: que inten- de la totalidad de los sposicioa, Est cegla interven- lador, oponiéndose a que un i del promedio, Ello funciona ismes, 0 mediante c: cere- rituales en la que toda la ganancis suplementaria desapa ten apropiarse de una proporcion exc productos limitados puestos a su dria, pues, como un mecanismo Este curioso modo de accién nos recuerda le. descripcion sobre el comportamienco de ciertas tribus del noroeste de Améri- ca, los Kwakiutl, descritos por Krickeber, entre los cuales exist Ocial que con‘erfa prestigio: la ceremonia. di un tito dionisiaco en el curso del cual, jos individuos que habjan logrado acumular un cierto niimero de riquezas que lo comiin, las quemaban en una gigantesea hoguera publ Prestigio emanaba més del quemar todas las riquezas (pieles, obje- os diversos), que de la riqueza misma, Esta ceremonia, 2 la ver que engrandecia a los ojos de los otros, celebraba, redw cfs al mismo tiempo y de rrever lemento distinti Vo que Jo situaba por encima de los demas miembros del grupo, Aunque esta descripcién, asi como la de Foster, puedan ser teresantes, ellas plantcan sin embargo numerosas dudas en relacion a la posibilidad de une generalizacién explicativa, ¢No 26 seré esto el producto de interacciones aisladas, de grupos més bien reducidos, alejados de los centros urbanos, privados de comunica- cidn? Al parecer, nos encontramos frente a una hipotesis de trabajo urgida de una investigacion empirica més profunda, més que ante una explicacion proplamente dicha. El estudio del concepto de bien limitado sugiere una orienta- ibn cognoscitiva de desconfianza mutua que impide todo progre- so, Sin embargo, Huizer (1973) ha dado a ese fendmeno una acion positiva: a la vex que reconoce la existencia de este iento de desconfianza, considera que se trata de una reac- siacion de una maners equit ite proceder a investigaciones LA ACTITUD COMO CONSECUENGIA Es cierto que existe una actitud predominante en los paises pobres, aunque no es exclusiva en las clases més pobres de la socie- dad, y que se encuentra también cn el seno de ciertas clases socia- les em paises desarrollados, 0 en ciertos grupos minoritarios, y que curiosamente’tiende a encontrarse en esas categoria de individuos que, por diversas razones poseen un status de sumisién dentro de la sociedad, tales como las mujeres, los negros, lor indios y los wmigrantes, particularmente aquellos recién llegados que atin no se han adaptado 2 la nueva cultura y no poseen las claves para lograr tal adapta tipo de actitud compor- 5 sc refiere a la actitud publica de los individuos y la relacién entre ciertos estimulos y Tespuestas; otro, a los procesos cognoscitivos que los mediatizan, Se consideran tres tipos de variables: independientes (estimulo); dependientes (respuestas), que pueden a su ver convertirse en esti- mulos, ¢ intervinientes, es decir, los procesos de pensamiento que suponen creencias, actitudes, estercotipos, representaciones socia- les y una configuracin mas general: logia como sistema de integracién en que los primeros componen una ciert weltan- schauung, una vision del mundo, suprimiendo o negando toda otra consideracion, 7 Aunque por definicién la psicologia trata del individuo, la psicologfa social escudia al individuo en relacion con el grupo en Cuyo seno habita y conla sociedad que lo rodea. Esto constituye st objeto de andlisis y ella debe tomar en euenta el marco social en el ccual surgen estos grupos en la medida en que dicho marco influye sobre los individuos, la vez que es producto de ellos, Cuando se estudia ¢l comportamiento de la dependencia hallamos ciertas circunstancias histéricas y socioeconbmicas tales como aquellas producidas pot la situacibn colonial, o todas aquellas situaciones en las que existe una relaci6n encre grupos dominantes y domina dos. Es lo que se conoce como rclacién autoritarie entre in-growps (dominantes) y out-groups (dominados). En este tipo de situacién, los primeros (dominantes) definen las reglas, las condiciones, y determinan qué y quiénes serin incluidos, asi como aqucllo y aquellos que serdn excluidos, influyendo esto sobre las condiciones materiales de vida de los individuos que ocupan una situacion de dominados, en la cual se ven privados del poder politico v econd- Toda forma de autogobierno de la cual dispongan se da en una situacién de paternalismo o de manera tal gue la politica de alla derivada queda sujeta a les directivas y condiciones impuestas en su beneficio por los detentadores del poder. Esta carencia de poder conduce al fracaso parcial o total de los planes que se apar- ten de las orientaciones dictadas desde el exterior. 2] fracaso conduce @ la inseguridad y a efectos econdmicos y polftices que tienden a engendrar inestabilidad pol{tica, Una de las consccuen- as anckas a este conjunto de circunstancias es lo que podris lla- marse “el desarrollo mediatizado”, una suerte de limbo en que las naciones ricas en materia prima, pero no poseedoras ni del nivel de desarrollo necesario para su independencia, ni de la independencia necesaria para su desarrollo, flotan a la deriva. Justificaciones provenientes de la ideclogfa, tales como el desplazamiento de la responsabilidad y la culpabilizacion de la vic- tima han sido propuestas para explicar esta situacion ambigua, attojandose el peso de la falta sobre Los individuos, acusados de ser los responsables de este retardo y de su incepacided para llegar a ser autosuficientes y eficaces, debido 2 su helgazaneria, su apatia, su pasividad y su deficiente naturaleza. Esta visibn negative no solamente surge del exterior, ella se desarrolla también en el mo seno del grapo acusado, donde las circunstancias sociecondm i | cas ertan las condiciones favorables para su desarrollo, Se engendra asf un estereotip nacional negativo del cual hablaremos més ade- lante, Una autopercepcién nacional negativa, ¢ incluso en ciertos casos, la construceién de una identidad nacional negativa (como en fl caso de Venezuela), donde la propensién 2 autoacusarse, a ast mir las faltas y sentitse culpables esta siempre presente, Esto se produce de manera tal, que el estereotipo nacional, la visién inter na de s{ como grupo de individuos, esté calcada sobre la ealifica- cion externa que es impuesta del exterior. LA NOCION DE CARENCIA DE PODER Sin lugar a duda, la nocién de falta de poder est4 presente aqui, Desde un punto de vista psicosocial, podria definirse al poder como el dominio real o esperado sobre el medio (Escovar, 1980), o, para citar el punto de vista de Geyer (1980), como is Ja capacidad de controlar el nlimero 0 efectividad de las alterna: tivas que prevé alguien para actuar o reaccionar", Este autor prec 52, sin embargo, que no se tata de un atributo personal, sino de una relacion entre el individuo y su medio. Por supuesto, la caren: cia de poder y la impotencia que se deriva no se deben tnicamente a las circunstancias 0 4 los agentes exteriores, aunque sea posible encontrarlos en el origen de este fenémeno, ya sea aislada 0 com juntamente, Como lo sefiala Geyer (Op. cit.), ellas pueden origi arse dentro del sistema mismo, es decir, del individuo (nosotros no adoptaremos la terminologfa ni el punto de vista de Geyer, rigurosamente acorde con la teorta de los sistemas). Esto significa que el individuo (sistema) “...puede inhibir tanto el mimero de sus propias opciones de acci6n o reaccion, como la cfectividad de estas Opciones mismas" (Idid., p. 13). Geyer cita como ejemplo, situa- iones psiquidtricas andlogas a aquella que describe Seligman (1975), En nuestra opinidn, 1o importante esti en cl hecho que el individuo se reconozca como agente activo de su falta de poder En este caso él se transforma en agente de su propia alienacion y de su impotencia, estando inconscientemente al servicio de les intereses ocultos, ‘desconocidos, que mantienen y provocan estas situaciones Geyer, quien sitit los problemas a partir de la teoria de los sistemas, introduce por lo tanto, para el conjunto del proceso, una 29 serie de instancias que a la large terminan por separarse y conver- tirse en un falso problema ya que son enfocadas aisladamente Establece as{ una cistinci6n entre falta de poder inducida por el medio y falta de poder engendrada por el sistema (el incividuo). En el primer caso, considera circunstancias tales como las respues- tas negativas provenientes del medio, que ademas son sentidas en forma negetiva y no pueden ser modificadas ni evitadas mediante una manipulacidn del medio. En el segundo caso, la falta de poder del individuo se caracterizatia por la incapacidad para poner a prueba la realidad y se producirfa de la manera siguiente: ¢l indivi- duo desea emprender una accibn (output) dada, pero en razon de los procesos de aprendizaje previos (influencia del medio), llega a la conclusion, con ¢, de que el medio reaccio- nara de manera negativa, y por no haber analizado la realidad o por haberla interpretado de una manera erronea, termina negando © ignorando todo cambio personal o toda modificacion de su me- io, susceptible de provoear una respuesta diferente, (Geyer, Op. oi Como se puede constatar, la di ¢s de carécter ficticio. En efecto, es imp. de su medio, incluso si Geyer admite que cion tipo ‘ideal’ ”. En sus esfuerzos por poner en evidencia los extremos a los cuales pueden condacir les excesos de la tcorizacion aprioristice. cidn entre los dos orfgenes le disociar al individuo LANOCION DE FOCo DE CONTROL _,_ Para referimos ahora ala interaccién social, en el origen de la idea de falta de poder hallamos ta nocién psicologica de falta de control. Esta nocion ha sido constmuida a partir de resultados expe- Himentales en los cuales se evidencid la presencia de dos focos de control: uno extemo, el otro interno, existiendo en tanto que polos opuestos. Julien Rott manifiesta en relacion con esto que la reaccion a un acontecimiento puede ser diferente segiin sea percibido por el individuo, como la recompensa o como el teforzamiento, resultante, o dependiente de “su propia conducta © de sus propios méritos” Ahora bien, cuando el sujcto no lo percibe como dependiente totalmente de su propia accibn (0 no estando ligado a él), en nucs. tra cultura cl suceso 0 acontecimiento “...es tipicamente percibido 30 producto del azar, de la suerte, del destino, como bajo el control de otros poderosos, © como impredictible debido a la gran complejidad de las fuerzas que rodean al individuo”, Op. cit. p. 1). Si cste es el caso, estamos en presencia de lo que se denomi- na control extemo, Si sobreviene lo que hemos descrito en primer término (nexos de dependencia con la propia conducta del indi- viduo), se trata entonees de lo que se ha calificado de control interno. EI predominio de uno u otro de estos focos de control con duce una “.actitud, creencia o expectativa generalizadas en cuanto 4 la naturaleza de la relacibn casual entre la conducta pro- pia y sus consecuencias”, (Ibid., p. 2). Estas expectativas, tanto izadas como especificas, determinen “una n y el valor de los reforzamientos potenciales”. Ell ducen también a “diferencias caracterfsticas en la conducta en tuna situacién culturalmente categorizada como determinada por el azar por oposicion a aquella determinada por la capacidad” (Idem). En et primer caso se trata de circunstancias en las que el resultado dela accién del sujeto est4 en funcién de las circunstancias independientes de su actividad. EI segundo, determinado por la capatidad, es denominado asi porque [os resu directa mente ligados a los talentos posefdos y desplegados por el sujeto. Se “wata de un elemento extiemadamente importante, ya que, constaté Phares (1957), influye sobr je. En los casos donde entra en juego la capacidad, los tos tienen, por lo tanto, repercusion sobre 1a reduc- ion o el acrecentamicnto de las expectativas en cuanto 2 sus reforzamientos futuros. En circunstancias dejadas al azar, donde el control es exterior al individuo, intervicnen menos expectatives en cuanto a los refor- zamientos futuros y a los éxitos derivados de ellas. Estas expecta- tivas tienden, asimismo, a aumentar luego del fracaso y a reducirse después del éxito (el sofisma del jugador). Como lo msnifiesta Rotter, *..bajo condiciones en las que entra en juego la hi Je conducta del sujcto sigue lo que podrfa considerarse como w modelo mis légico o de sentido comin” (1966, p. 25). Mis ain, cerca de cuztro mil o mas estudios (investigaciones experimentales y trabajos de campo), empleando la escala Roweer y los constructos Propuestos por este autor, sostienen la idea de que el foco de con- trol intemo abre la posibilidad de "...estar mas alerta ante aquellos como un aspectos del medio ambiente que: proporcionan informacién util para mejorar su condi- acordar mayor valor a I2 habilidad oa 1 gencralmente involucrado con stir mejor las sutiles tentativas que su habilidad”. En fin, de tratan de influir sobre el sujeto’ Al contratio, el control extemo desemboca en una falta de interés con respecto al medio, sea para encontrar las claves o para transformarlo. El individuo otorga una importancia mayor ab azar y Ia suerce, Se muestra més sensible 2 las influencias exteriores ¢ incapaz de asimilar las informaciones que se refieren al control, susceptibles de contribuir a atenuar o incluso a suprimir los sent tmientos de impotencia (Geyer, 1980, p. 40). Este tipo de control influye asf sobre el proceso de aprendizaje, y se ha constatado que existe una relacion entre el poder y lo que un individue eprende 0 es incapaz de aprender (Geyer, Op. cit.). En efecto, zi si la impo- tencia pudiera venir de una incapacidad fisiolbgica para aprender, es probable que Ia falta de instruccién o Ie inhibicién que traducen ciertas actitudes y que se deben 2 presiones o limitaciones prove- nientes del medio, y la imposibilidad de aprender ciertas respuestas (© modos de accidn, por el hecho de vivir en un medio que no pro- porciona los estimulos necesarios, ejercen una influencia mayor (Geyer, Op. cit.). Aunque los conceptos de externalidad c interna- lidad imy ican una tipologia, carscter y otto un continuum, a ‘duos, variando su lugar segi nalidad conduce a creer que es pi sobre los hechos politicos, la externalidad produce el efecto inverso: el gobierno, las autoridades politicas en general ignorarin todo esfuerzo ini dual, Entre una y otra posicion se dan méltiples posibilidades, més (© menos extremas, que ademés no son rigidas ya que estin auna serie de condiciones provenicntes del medio, y de las reac nes del sujeto ante En 1974, Collins lanz6 una hipotesis segiin la cual esta escala contiene al menos dos jones sobre las que se pueden hacer i iad y legalidad como opuestas al ree que los acontecimien- tos son I por lo tanto, controlables) isibles (de- terminados por el azar, Ia suerte, e} destin: atribuciones que estén en relacién con las ada por sus extremos, hay aciones opuestas a 32 aquellas que estin en relacibn con !a disposicion unidas en la medi- da en la cual se esté conv. acontecimientos fastos y nefastos estén colocadas en manos del actor, y no en el medio ambiente”, (bid, p. 382), Sobre este fundamento, y empleando como recurso un anilisis factorial, Collins distingue dos estructuras factoriales segin que predomine'la externalidad o la intemalidad y que exis- ten en funcién de cuatro factores fandamentales. El primero de estos factores es la creencia en un mundo dif{- cil 0 en-un mundo facil, Los luos en quienes predornina la extemalidad consideran que el medio.en el cual viven es diffcil, complejo y lleno de tareas irresolubles. En un medio asi, el mérito personal no es reconocida y los acontecimientos no responden a les esfuerzos individuales desplegados. £1 segundo factor es la creencia en mundo justo o injusto. La internalidad conduce a los individuos a considerar que lo que les pasa cs ¢l resultado de sus ‘acciones de manera que ellos son responsables se sti propio desti- no. Lo contratio sucede para aquellos en quienes predomina la externalidad: no hay relacién entre la accion y su resultado y no tendzin responsabilidad, puesto que la intervencién de fuerzas exteriores reduce sus esfuerzos a la nada. E] tercer factor es la creenoia en un mundo impy le. Aqui los concep- tos de suerte y destino son fundamentales. La externalidad se caracteriza por el hecho de que se considera que los acontecimien- tos que ocurren en el medio son producto del destino o de la suerte ¥ que, por lo tanto, no se podré jamés conocer con certeza lo que ocurtirs. Se encuentra, finalmente, la ereencia en un mundo politicamente sensible, es decir, que responce a las acciones de los individuos, por oposicion a la creencia en un mundo polfticamente insensible. La intemalidad incita a creer que es posible influir sobre los hechos politicos. La externalidad produce el efecto con: tario: el gobierno, las autoridades politicas en gencral, no toma: rin en cuenta ningin esfuerzo individual. sino que ayuda también a comprender la gama de sus expresiones cofnplejas. De esta manera, se ha constatado que la creencia en el azar mantierie una relacin negativa con la creencia en un mundo justo, o como lo declara Collins: “...el mundo de Dofia Fo: ¢s solamente impredictible sino también injusto y desigu 33 prucba como de suerte que los resultados son independien- susceptible de ser cometido~, se desi. : 1, "...disminuye la persona picr- “ativa para la accion, ya sea que la situacién incontrola, ble en la que se encuentra see negativa, ...0 positiva ol del individuo, 2. a tcontrolable”. (Bandura, Ibidem). 3. La a Aesajustes emocionales que en los seies amore seman un primer momento bajo la forma de temor, para convel pués, generalmente, en depresiOn. Entre las reacciones curaien (s- Uicas de estos tractornos de la moti iguran la aceptacién de + Una posicién de sumision: un del de la facultad cimientos ya adquirid To coal imp! tsluerao cognitive y tal vez un esas tg £0, Se tata a incide con lo que L. Festinger des oda dae, Principio de la disonancia cognitiva: el rechazo de gue se ha lamado epi significa un rechazo de los cambios en la medida en la en que iy esfuerzos para aprender, adaptarlos a lo que ya ive g » Yun debilitamiento de la competitividad (una de pales virtudes attibuidas y exigidas a los ‘cjecutivos mec Aunque Seligman declara qu 1 consci que fe entuenareman declara qué el hecho de estar consciente de Tepertorio de conduc embargo, que el una d iempo a establecer fentos, lo que en nuestra a onducta adaptativa, Pero toda esta argumentacion es discutible: es necesario Pieguntarse si como suelen serio las con todo control que toda innovacién puede poner en peligro al sujcto. Aunque la desesperanza pone, sin dudas, un freno al desarrollo |, pucde objetarsc que en muchos casos la pasividad cs la \inica forma de conducta posible para ciertos grupos sociales y que constituye ademas una forma de conducta que le es impuesta y que es cotidianamente reforzada, Mis allé de esta interpretacion del comportamiento, se halla la concepcion aristotélica segin la cual las respuestas voluntarias exigen incentivos y no se producen en su ausencia. Para que ellas intervengan e: necesario que exista un incentivo bajo la forma de expectativa en el éxito de la respuesta. Si el organismo cree que es initil responder, no habrd respuesta voluntaria (Seligman, 1975). Esta nocién se opone a la explicacién de G: ba que el estado natural de los animales es el tatig, de manera que la pasividad, cuando ex ie, es voluntaria. seria considerada menos costosa y més reforzadora, Sin embargo, los efectos de la pasividad no son precisamente remuneradores, y las expericncias y trabajos demuestran que los individuos que ejer- cen control se divierten més, padecen menos de dileeras, se sienten mis realizados (Weiss, Strobel, 1969), y rien mas (Foessa. Ademés, como lo expresa Seligman, el hecho de esperar a que los resultados de una accién scan independientes de esta ultima, reduce la motivacién que impulss a ad aprender que las respuestas (es decir, la accion), permiten ee control y, silos resultados son traumaticantes serlo el fracaso), engendra miedo “..Mientras el seguro de la imposibilidad de controlar los resultad. do después a la depresion, Esto cs lo que ciertos viajeros prove- nientes de Oriente, Africa y América han llamado fatalismo Los sincomas’ sociales de la desesperanza iprendida son entonces los siguientes: pasividad, dificultad para eprender que las respuestas y la accién aportan alivio, falta de agresividad, falta de se sentido de proyecto que, bajo otro ingulo y en un contextc aislado, he sido considerado como una incapacidad para demorar las gratificaciones, y en lo que concieme al rol personal en el me- dio, como una orientacién cognoscitiv negativa. Este concepto ha sido utilizado para explicar las diferencias obtenidas respecto de los negros norteamericanos, en los resulta: dos de ciertas investigaciones acacémicas, por ejemplo: Sowel (1973) estima que la conviccion de una impotencia, de hecho justi- 39 ficada hasta época muy reciente por el contexto social, es respon- sable del hecho de qu jenos que ics blancos en sus estudios univer fécilmente explicar |: hay dificultad para acepter y aprender que sus pr: son 0 pueden ser coronadas por el éxito y que, por el contrario, se censefia que el Exito y el fracaso son independientes de sus ac- ciones: La actividad se vuel valor, y no con- duce a ninguna parte. Para qué luchar entonces? En esto conduce a lo que se conoce bajo cl nombre de desastre, que puede acarrear una actitud pasiva e incl gica. La conducta de la desesperanza aprendida no existe solamen te en los seres humanos. Se Ja encuentra en toda una serie de ani- ive letér= males: ratas, palomas, monos ¢ inclusive insectos. Pero, de manera general, la conducta pasiva y derrotista descrite por Seligman, y ide con el comporta- ‘que esti asociada a la falta de control, coi miento atribuido 2 los grupos sociales en situa términos, se podrfa decir que la desesperanza esl producto final de Ia externalidad, La desesperanza implica también le existencia de tuna autoeficacia negetivamente afectada, y la conviccién de que los acontecimientos en que un individuo est& involucrado son ineon: trolables, juegan aqui un rol fundamental, lo que suponenecesaria- mente toda una experiencia de aprendizajes acumulados. Sin em- argo, no se puede Megara afirmar que sca posible as claramente este paradigma con la teorla de los estilos cognitivos, porque la desesperanza implica una valoracién claramente negativa, que, como Jo hemos visto, Witkin insiste teéricamente neutrilidad de sus dimensiones. Asimismo, conviene sobre observar que Dweck, Goetz y Strauss (1980), por ejemplo, han constatado que en el seno de un grupo analizado por ellos, las mu- jeres tenfan mas tendencia que los hombres 2 dejarse ganar por la desesperanza. Los trabajos de campo, en relacion con los estilos cognitivos, coinciden sobre este aspecto en la medida en que ellos indican que las mujeres son mds dependientes que los hombres = Coclnte de Inteligenc ~ 2 al campo. No haremos ninguna generalizacion a partir de esta similitud, pero hebria que subrayar que son las personas olocadas en situaciones cuyo control les escapa las que estin més sujetas 2 la desesperanza, y que esa misma variable, a saber, la suceneia de control, aparece también, aiin si no se la admite, en Situaciones en la que se habla de dependencia frente al campo. Se ha hecho también una comparacion nia entre el adigma de la desesperanza aprendida y otras explicaciones pst Peete des como i teori de la atbucon, ya que como [0 dice Zaroff (1980), analizindolo bajo

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