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Revoluciones cientificas Compilador IAN HACKING Traduccién de Juan José Urrutia + Ea FONDO DE CULTURA ECONOMICA MEXICO eimera edicién en inglés, 1981 Primera edicién en espafl, 1985 ‘Scientific Revolutions 1 1981, Oxford University Press, Oxford ISBN 0-19-875051-X D. R. © 1985, FonDo ne CULTURA BooNOMICA, S.A. BEC. ¥, ‘Av, de in Universidad, 975; 03100 México, D-F. ISBN 968-16-2117-4 Impreso en México INTRODUCCION A diferencia de muchas otras Oxford Readings in Philosophy, ya tenemos tres obras esenciales en este campo que son econémicas y ficiles de conseguir: La estructura de las revoluciones cientificas (11, de T. S. Kuhn, “La falsacién y la metodologia de los programas de investigacién” [50], de Imre La- kkatos y Contra el método (67],* de Paul Feye- rabend, Estas obras nos oftecen wna manera de hacer filosofia de la ciencia y también frases. vivi- das como “paradigma”, “inconmensurable” y “pto- grama de investigacién”. No cabe duda que el li- bro de Kuhn, publicado en 1962, constituye el punto de partida. Muchos otros trabajadores tuvieron ideas relacio- nadas, cuyo momento habia Uegado, pero la po- tencia, la simplicidad y el vigor del andlisis de Kuhn fijaron la pauta, Cualguiera que se interese en ta filosofia de Ia ciencia tiene que leer su libro. Esta introduccién no es més que una revisién de algunas de las cosas que dijo. La estructura de tas revoluciones cientificas co- mienza diciendo que “si se considera 1a historia como algo mas que un depésito de anécdotas 0 cronologia puede producir una transformacién deci- siva de la imagen que tenemos actualmente de Ia ciencia”. {Qué era esta “imagen de Ia ciencia” que Kubn se proponfa cambiar? Fra, indudablemente, © Los niimeros entre corchetes denotan entradas en Ia Bibliografia, pp. 317-333. 8 INTRODUCCION alguna combinacién de los nueve puntos que se- fialamos en seguida: 1) El realismo. La ciencia es un intento por des- cubrir wn mundo real. Las verdades acerea del mundo son verdades sin que importe lo gue la gente piense, y hay una tinica descripcién mejor de cual- quier aspecto elegido del mundo. 2) La demarcacién. Existe una distincién bastan- te aguda entre las teorias cientificas y otros tipos de creencias, 3) La ciencia es acumulativa, Aunque son bas- tante comunes las partidas en falso, Ja ciencia en general edifica sobre lo-que ya se conoce. El propio Einstein es una generalizacién de Newton, 4) Distincién enire observacién y teorla. Existe tun contraste bastante agudo entre ios informes de Tas observaciones y los planteamientos de la teoria. 5) Fundamentos. La observacién y e] experimen- to aportan los fundamentos y la justificacién de hipotesis y teorfas. 6) Las teorfas tienen una estructura deduetiva y las pruebas de las teorfas proceden deduciendo in- formes de observacién partiendo de los postulados te6ricos, 7) Los conceptos cientificos son bastante preci- sos, y los téminos empleados en ciencia tienen significados fijos, 8) Existe un contexto de justificacién y un con- texto de descubrimiento. Debemos distinguir: i) las circunstancias psicol6gicas 0 sociales en que se hace un descubrimiento de, ii) la base légica para justi- ficar la creencia en los hechos que se han descu- bierto. 9) La unidad de ta ciencia. Debe haber una sola INTRODUCCION 9 ciencia acerca del mundo real. Las ciencias menos profundas son reductibles a otras més. profundas. La sociologia es reductible a la psicologia, 1a psi- cologia a la biologia, la biologia a la quimica y la quimica @ la fisica. Ningin filésofo ha sostenido exactamente estos nueve puntos, pero forman un titil conjunto, no s6lo de discusién ‘filoséfica técnica sino también de di- fundida concepcién popular de ia ciencia. Los capi- tulos m y , de Shapere y Putnam, empiezan con ‘buenas descripciones breves de parte de la filosofia de la ciencia anterior a 1960, Considérense, por ejemplo, tres fildsofos de gran influencia, todos los cuales emigraron de Alemania o Austria durante los treintas: Karl Popper (representado por el ca- pitulo rv, infra) considers que su problema central era ef punto 2, la demareacién entre la ciencia y Ia no ciencia, Siempre rechazé la idea de que Ja cien- cia tiene fundamentos, punto 5, y cada vez més cuestioné el punto 4, Ia distincién entre teoria y observacién, En contraste, Rudolf Carnap (1891- 1970) subrayé los fundamentos y Hans Reichen- bach (1891-1953) prest6 particular atencién al punto 8, la distincién entre descubrimiento y jus- tificacién, Todos ellos fueron realistas cientificos en al sentido del punto 7, y todes maduraron en una tradicién donde la unidad de la ciencia, punto 9, se daba por sentada. ,Qué otro cuadro de la cien- cia presenta Kuhn? Algunas de sus tesis se pueden resumir en unos cuantos puntos. a) Ciencia normal y revolucién. Una vez que una ciencia especifica ha quedado individualizada, carac~ teristicamente pasa por una secuencia de ciencia normal-crisis-revolucién-nueva ciencia normal, La 10 INTRODUCCION “ciencia normal” es, bésicamente, una actividad de resolver enigmas, en que los investigadotes intentan a Ta vez extender unas téenicas triunfales y supri- mit los problemas que existen en un cuerpo esta- blecido de conocimientos. La ciencia normal es con- servadora, y se elogia a sus investigadores cuanto més hagan de lo mismo, Pero de cuando en cuando Jas anomalfas de alguna rama del conocimiento se desbocan y no parece haber manera de enfrentarse a elas. Esto es una crisis. Tan sélo un completo replanteamiento del material bastard, y esto produce una revolucién, b) Los paradigmas. Una ciencia normal se carac- teriza por un “paradigma”, Kufin distingue (3] dos ‘maneras principales en que desea emplear esta pala- bra, Existe el Paradigma como realizacién. Esta es Ja forma acertada para resolver un problema que entonces sirve como modelo para futuros investiga- dores. Luego est el paradigma como conjunto de valores compartidos. Esto significa los métodos, las normas y las generalizaciones compartidas por quie- nes fueron preparados para llevar adelante un tra- bajo que se modela a s{ mismo de acuerdo con e} paradigma como realizacién, La unidad social que transmite ambos tipos de paradigmas puede ser un pequefio grupo, tal vez de cientificos, poco mas o menos, que se escriben y se telefonean, componen Jos libros de texto, arbitran en cuestin de articulos y ante todo discriminan entre problemas planteados para st solucién. ©) La crisis. El cambio de un paradigma a otro por medio de una revolucién no ocurre porque el nuevo paradigma responda mejor a antiguas pre- guntas; tampoco ocurre porque haya mejores pruc~ INTRODUCCION n bas de las teorias asociadss al nuevo paradigma que de las teorias encontradas en cl antiguo para~ digma. Ocurre porque Is antigua disciplina es cada vez més incapaz de resolver anomalias urgentes. La revolucién tiene luger porque las nuevas realizacio- nes presentan nuevas formas de ver las cosas y Tuego, a su vez, crean nuevos problemas para que fa ‘gente los resuelva. A. menudo, los antiguos proble- mas quedan archivados u olvidados. d) La iaconmensurabilidad. Los sucesivos cuer- pos de conocimiento, con paradigmas diferentes, pueden ser muy dificiles de comparar. Quienes tra- ‘bajan en un periodo posrevolucionario de una nueva cieacia normal pueden ser incapaces hasta de expre- sar de qué trataba la antigua ciencia (a menos que se vuelvan historiadores muy agudos). Las sucesivas etapas de una ciencia pueden enfocar problemas distintos sin que haya una medida comin de su éxi- to: pueden volverse inconmensurables. En realidad, como a menudo se explican conceptos abstracts por las funciones que desempefian al teorizar, tal vez ni siquiera podamos comparar [os conceptos de las sucesivas etapas de una ciencia, El término newtoniano “masa” acaso no signifique siquiera lo que significa on Ja fisica relativista de Einstei ) La ciencia no acumulativa. La ciencia no es estrictamente acumulativa porque los paradigmas en ambos sentidos de 1a palabra— determinan qué tipos de preguntas y de respuestas proceden. Con un nuevo paradigma, 12s antiguas respuestas pueden dejar de ser importantes y hasta pueden volverse ininteligibles. f) El cambio de Gestalt. “Transbordar” 2 un nue- vo paradigma es una transicién posiblemente subita 2 INTRODUCCION @ un nuevo modo de observer algtin aspecto del mundo, Un paradigma y su teoria asociada ofrecen diferentes maneras de “ver el mundo”. Tal vez el contraste fundamental entre la imagen de fos puntos 1-9 y los af de Kwhn no se encuentre tanto en un choque frontal acerca de puntos espe- cfficos cuanto en una diferente concepcién de la Telacién entre el conocimiento y su_pasado. La antigua imagen era ahistérica y empleaba la historia de te ciencia tan sdlo para ofrecer ejemplos de pun- tos légicos, Kuhn y muchos de los autores represen- tados en esta antologfa piensan que el contenido de tuna ciencia y sus métodos de razonamiento e inves- tigacién estén integralmente conectados con su desa- rollo histérico. A consecuencia de este punto de vista, Kuhn est en in, en diversos grados, ‘con todos los puntos, del J al 9, El punto 3 dice que la ciencia es acumulativa; al ede Kuhn Jo niega. Kuhn rechaza una clara dis- tincién entre teorfa y observacién porque las cosas que notamos y Tas formas en que las vemos 0 al menos en que las escribimos, en gran parte estén determinadas por nuestros modelos y problemas, No hay un modo “atemporal” en que las observa. ciones apoyen o den fundamentos a Ia teoria. Las relaciones entre observacién e hipétesis pueden dife- rir en paradigmas sucesivos, Por tanto, no hay una pura logica de evidencia o siquiera de las hipétesis de prueba, pues cada paradigma en su propio mo- mento ayuda a fijar 1o que cuenta como evidencia © prueba, Y las teorias empleadas en la investigacin tampoco tienen limpias estracturas deductivas. Sus conceptos habitualmente son més flexibles que pre~ cisos. El paradigma como realizaci6n suele enseitar- INTRODUCCION B se, no presentando axiomas ni haciendo deducciones sino dando ejemplos de problemas resueltos y luego empleando ejercicios en el libro de texto para que el aprendiz,‘transborde” al método de solucién de problemas. Incluso hay algunas analogfas entre los cambios de gusto y estilo durante las revoluciones artisticas y los cambios de paradigma en la ciencia. Por tanto, Kuhn disiente de todos, del 2 al 8. Por cuanto a la unidad de la ciencia, punto 9, Kuhn convendré en que ha habido una estrategia triunfal para unir ramas de Ia ciencia o reducirlas unas a otras, El triunfo aproximado de algunas reducciones es, en sf mismo, un logro que ha ser- vido de modelo a otros intentos: sin embargo, el espititu del enfoque de Kuhn va contra la unidad de la ciencia, Hay una pluralidad, que no una uni- dad, en las representaciones del mundo, y las repre- sentaciones triunfales enfocan distintos problemas que no necesitan tener mucho en comin. La unidad de la ciencia da por sentado el realis- mo cientifico, punto 7, la idea de que solo hay un mundo real que tratamos de investigar, Gran parte de lo que Kuhn escribe es congruente con la idea de tuna realidad a la que construimos diferentes re presentaciones. EI realismo es compatible con d, la inconmensurabilidad, pues las representaciones que hhan surgido de intentos de responder a diferentes problemas no necesatiamente se mezclan bien entre si. Tal vez el mundo sea demasiado complicado para ‘que nosotros logremos una teorfa generalista, Aun si nuestras teorfas fueran plurales e inconmensura- bles, podemos seguir pensando que tienden a dife- rentes aspectos de una totalidad. Sin embargo, algu- nas de las palabras de Kuhn, a las que atribuye 14 INTRODUCCION considerable importancia, van mucho mas lejos que a negar simplemente la unidad de la ciencia. Su- giere una doctrina mucho més poderosa, que al desplegar paradigmas sucesivos, casi literalmente legamos a habitar diferentes mundos. En conclusién, deseo disipar tres temores genera- les infundados, En primer lugar, se piensa que Kuhn pide que la filosofia de la ciencia se vuelva parte de a sociologia del conocimiento. En particular, debiéramos remplazar Ja historia “interna” de la cioncia —que estudia el desarrollo del verdadero contenido de una ciencia— por un estudio “ex- terno” de los grupos que practican Ja ciencia, el medio econémico, politico, social, educative y de comunicaciones en el que se encuentran. Ahora bien, Kuhn ciertamente ha inspirado a muchos soci6- Jogos pero considera esencial la historia interna de- tallada, Y esto no es simplemente un punto acerca de Kuhn. Para comprender el paradigma como rea- lizacién debemos comprender lo que se ha realizado. El libro més reciente de Kuhn [7] contiene precisa- mente tal estudio “interno” de los primeros dias de la mecénica cugntica: no “interno” en el sentido de que excluye los demés factores sino “interno” al pedir un conocimiento fntimo y preciso de la ciencia de la época. En segundo lugar, como Kuhn es tan maravilloso popularizador, algunos lectores suponen que pode- ‘mos discutir sus temas sin prestar mucha atencién a los detalles de ninguna ciencia. Uno de los prin- cipales defectos de esta antologia es que no incluye una historia seria de ninguna ciencia, ni ofrece un entendimiento de cémo se siente trabajar en alguna ciencia antigua, ya un tanto ajena. Precisamente INTRODUCCION 1s tal experiencia determin 1a propia filosofia de Kuban, Su escrito sobre ta termodinémica [5] ¢s va- lioso ejemplo elemental de su obra hist6rica. En tercer lugar, la excelencia de su libro. més célebre como pulido sistema de filosoffa puede dejar Ja sensacién de que los otros ensayos de Kuhn no hacen més que reiterar los temas de La estructura de las revoluciones ciemtificas. Yo no creo esto. Con- sidérese por ejemplo su notable tesis de que la medi- ccién desempefié un papel muy pequefio en la ciencia fisica hasta después del decenio de 1840, cuando se mnvierte en parte integral de casi toda experimenta- in [6]. Tal escrito trata de encontrar “una funcién para la medicién”, asi como fa seleccién siguiente es llamada “una funcién para los experimentos men- tales”, Empieza con algo comin a lo que prestamos poca atencién, ;Debemos encontrar una funcién pa- ra la medicién en las ciencias fisicas? Kuhn nos so- bresalta diciendo que la medicién no siempre ha desempefiado su funcién actual en Ia ciencia experi- mental, y que ni aun hoy se la emplea en las formas que todos dan por sentadas. Crea, asf, un problema nuevo. Trata de resolverlo en un marco nuevo, La capacidad de Kuhn para transformar el modo en {que comprendemos lo familiar es una de las razones de que este historiador se cuente entre los principales filésofos de hoy. ‘A Jos lectores les interesard saber que las selecciones de Kuhn y de Feyerabend fueron de su propia elec- ccién. Deseo expresar mi especial agradecimiento a Larry Laudan por haber escrito un nuevo articulo para esta coleccién. | I. UNA FUNCION PARA LOS EXPERIMENTOS MENTALES* T. S. Kuan Mis de una vez los experimentos mentales han des- empeftado un papel de critica importancia en el desa- rrolio de la ciencia fisica. El historiador, cuando menos, debe reconocerlos comé un stil ocasional- mente’ poderoso para aumentar la comprensién de | Ja naturaleza por parte del hombre. No obstante, esté lejos de set claro cémo han tenido efectos con- siderables. A menudo, como ocurre en el caso del tren de Einstein alcanzado por el rayo en ambos extremos, se ocupan de situaciones que no han sido examinadas en el laboratorio.! A veces, como sucede en el caso del microscopio de Bohr-Heisenberg, postulan situa- * Tomato de Liaventure de la selence, Mélanges Ale- xandre Koyré, vol. 2, pp. 307-334, Hermann, Paris, 1964, | Con autorizaciin. | +f B sHlebre experimento del wen aparece por primera | vyex en la popularizaci6n de la teoria de 1a relativid Einstein, Ueber die spezielle und allgemeine Relaivitits- theorie'(Gemeinversiandlich) (Brunswick, 1916). En la 4uinta ediciSn (1920), que yo he consultado, el experimen- to aparece descrito en las pp. 1419. Nétese que este expe | Himesto mental slo es una vin simplicada del em- pleado en ef primer articulo de Finstein sobre la relatividad, | “Zar Blektrodynamik bewester Kérper", Annalen der Physik | 47, 1905, pp. 891-921. En aquel original experimento men- tal sélo'se emplea una sefial luminose, reflejos en un | cspejo que ooupa el lugar del otro, w 18 LOS EXPERIMENTOS MENTALES ciones que no pudieron examinarse plenamente y que no es necesario que acontezcan para nada en Ja naturaleza.? Esta situacion hace surgir una serie de enigmas, tres de Jos cuales serén examinados en esta obra por medio del andlisis extenso de un solo ejemplo. ‘Ningiin experimento mental puede, por supuesto, explicar todos aquellos que han sido histéricamente significativos. La categoria “experimento mental” es en todo caso demasiado amplia y demasiado vaga para que Ja tomembs como epftome. Muchos expe- rimentos mentales difieren del que examinamos aqui. Pero este ejemplo particular, tomado de Ja obra de Galileo, tiene un interés propio, y ese interés se ve aumentado por su evidente parecido con ciertos ex- perimentos mentales que resultaron efectivos en la reformulacién de Ia fisica durante el siglo xx. Aun cuando no analizaré este punto o cuestin, sugiero que el ejemplo pertenece tipicamente a una clase im- portante, Los principales problemas acasionados por el es- 2 W. Heisenberg, “Ueber den anschaulichen Inhalt der quantentheoretischen Kinematik und Mechanik”, Zeitschrift fiir Physik. 43, 1927, pp. 172-198. N. Bobr, “The Quan- tain Postulate’ and the Recent Development of Atomic Theory", Ait! del Congresso Internazionale det Fisici, H- 20 Settembre 1927, vol. 2, Bolonia, 1928, pp. S65-588. EL argumento empieza tratando al electrén como par- ticula clisiea, y analiza su trayectoria antes y después de su colisién con el fotén que se emplea para determinar su posicién 0 velocidad. El resultado debe mostrar que estas mediciones no pueden efectuarse clisicamente y que, por tanto, Ia descripcién iniclal ha supuesto més de lo que permite la mecénica eudntica, Sin embargo, tal violacion del principio de la mecénica cudntica no’ disminuye Ta importancia del experimento mental. LOS EXPERIMENTOS MENTALES 19 tudio de los expetimentos mentales pueden formular~ se en ua serie de preguntas. En primer lugar, pues to que la situacién imaginada en un experimento mental, claramente puede no ser arbitraria, ga qué condiciones de verosimilitud est sujeta? ;En qué sentido y en qué extensin puede la situacién ser de tal indole que la naturaleza pueda presentarla © Io ha hecho en realidad? Ese enigma, a su vez, sefiala un segundo enigma. Concediendo que todo ex- perimento mental feliz incluye en su disefio alguna informacién anterior acerca del mundo, esa infor- macién no esté en sf misma en disputa en el experi- mento, Por el contrario, si tenemos que ver con un verdadero experiment mental, los datos empfticos en que se apoya debieron de ser bien conecidos y generalmente aceptados antes de haber concebido el ‘experimento. ,Cémo, entonces, apoyado exclusiva- mente en datos familiares, puede un experimento mental conducir a un nuevo conocimiento 0 a una nueva comprensién de la naturaleza? Finalmente, para formular la tercera pregunta de manera més breve, gqué clase de nuevo conocimiento o compren- sién puede producirse asi? T implica un cambio de si fificado. Porque aun cuando los valores cuantita vos de las fuerzas difieren casi por doquier, no hay razén para sostener que esto se debe a la accién de diferentes clases de entidades (61, P. 267). ‘Ast pues, parece que Feyerabend quiere decir que dos teorias son distintas si asignan diferentes valores 100 SIGNIFICADO Y CAMBIO CIENTIFICO cuantitativos a fo factores implicados (“casi por doquier”); y los significados de los términos impli- cados son distintos si se relacionan con diferentes clases de entidades. Feyerabend hace explicita sy idea del “cambio de significado” (y a la inversa, de la “estabilidad del significado”) en el siguiente pasaje: Un diagnéstico de estabilidad del significado abarca dos elementos, Primero, se hace referencia a las reglas de acuerdo con las cuales se retinen objetos (© sucesos, formando clases. Podemos decir que esas reglas determinan conceptos 0 clases de objetos. En segundo lugar, encontramos que los cambios produ. ceidos por un nuevo punto de vista ocurren dentro de la extensién de estas clases y, por lo tanto, dejan sin cambiar los conceptos. A la inversa, diagnosti- ccaremos uin cambio de significado si una nueva teo- ria entrafia que todos tos conceptos de la teoria pre- cedente tienen extensidn cero, o si introduce Teglas que no pueden interpretarse atribuyendo propieda- des especificas a los objetos dentro de clases ya exis tentes, pero que cambian cl sistema de clases mismo [G1, p. 268). A primera vista, este andlisis parece introducir algu- 14 La norma del cambio de significado, segdn Feyera- bend, tiene algunas consecuencias que parecen paraddjicas, por decir lo menos. Si una nueva teoria entrafia que ut Concepto de Ia teoria precedente tiene una extensiin cero, al parecer no ha ocurride ningdn cambio de significado. Si todas menos una de las clases de la teoria precedente tienen una extensién de cero, tampoco ha ocurrido un cambio de significado. Y si\ 13s extensiones de todas, las clases se cambian radicalmente, pero no tanto que las extensiones previas sean cero, ‘ampoco ha ocurrido ningda cambio de significado. SIGNIFICADO Y CAMBIO CIENTIFICO 101 pa aclaracién, aunque al precio de adoptar la que Darece ser una idea irrazonablemente extrema de Paiferencia de teorfa” (después de todo, un leve refinamiento en el valor de una constante fundamen- fal conduciré a diferencias difundidas en las predic- Cones cuantitativas, y asf, segdn el criterio de Feye- Stbend, a una nueva teorfa “distinta”). Empero, Gna inspeccién més minuciosa revela que la mejora fograda nto es de ninguna manera sustancial. Con- sideremos el anilisis de “cambio de significado” (y, Sorrelativamente, de “cstabilidad del significado”). Exte andlisis depende de la idea de poder colectar “entidades” (“objetos o sucesos”) en clases, y esto a su vezse apoya en poder hacer referencia a “reglas” para “recolectarlas”. Si fos cambios s6lo ocurren dentro de las exiensiones de estas clases (‘clases de tentidades”, “objetos 0 sucesos”), los significados no han cambiado; si la nueva teorfa cambia todo el sistema de clases (0 “implica que todos los concep- tos de 1a anterior teorfa tienen extension cero”), Jos significados si han cambiado. Sin embargo, pri- mero, para poder aplicar ese criterio, las reglas de clasiticacién deben ser Gnicas y determinadas, per- mitiendo una clasificacién inequivoca de las “enti- - dades” de que se trata. De lo contrario, no podria- mos determinar siel sistema de clases, o simplemente la extensin de las clases anteriores, ha cambiado. ‘Ademas, puede haber dos diferentes conjuntos de re- fglas y consecuentes sistemas de clasificacién, de acuerdo con uno de los cuales ha ocurtida wa cama bio de significado, mientras el otro implica que el significado no ha cambiado. En realidad, esto pare- cerfa ser lo que generalmente ocurte: Podemos, tanto en el uso comin como en el cientifico, reunir 102 SIGNIFICADO Y CAMBIO CIENTIFICO entidades en clases de muchas maneras, y sobre la base de una gran variedad de consideraciones (“re- las”), y el modo de clasificar que usemos dependerg en gran medida de nuestros propésitos y no simple- mente de las propiedades intrinsecas, de las propie- dades implicadas, por medio de las cuales se supone que nosotros las agrupamos inequfvocdmente en cla- ses. 2Son los mesones “clases de entidades” diferentes de los electrones y los protones, o son simplemente uuna diferente subclase de particulas clementales? {Son los rayos de luz de la mecénica clisica y de ta relatividad general (dos teorfas que segiin Feyerabend son “inconmensurables”) diferentes “clases de enti- dades” 0 no? Dichas preguntas pueden responderse de cualquiera de las dos maneras, segiin el tipo de informacién que se busque (esto equivale a decir que las preguntas, tal como son formuladas, no estén laras), pues existen diferencias ast como similitu- des entre Ios electrones y los mesones, como existen entre los rayos de Iuz de la mecénica clésica y los rayos de luz de la relatividad general. Puede darseles una respuesta sencilla (“diferente” o “la misma”) s6lo si se estiputan como inesenciales las similitudes © diferencias no deseadas. Y aunque estemos de acuerdo con la decisién de Feyerabend (bastante arbitraria) “de no prestar atenci6n a ninguna simili- tud prima facie que pudiera surgir en el plano de la observacién, sino basar nuestro juicio [en cuanto 2 si ha ocurrido cambio o estabilidad de significado] s6lo en los principios de la teorfa” (61, p. 270], los marcos espaciotemporales de la mecénica clésica y de la relatividad general todavia son comparables con respecto a que poseen ciertas clases de propie~ dades matematicas: métricas y topoldgicas (ambas SIGNIFICADO Y CAMBIO CIENTIFICO 103 teorfas tienen algo que ver con los “espacios” on ‘un sentido matemético bien definido). Y todavia surge la pregunta —y es igualmente indtil y posible de responder s6lo por estipulacién— sobre si los marcos espaciotemporales implicados comparten las mismas clases de propiedades y son las mismas ‘clases de entidades (“espacios”), 0 si estas propie~ Gades no son lo bastante “especfficas” para que ayu- ‘den a hacer de esos marcos las “clases de entida- ers ee" [odas Tuces, resulta dite! comprender ebmo cualquier teoria implicarfa que todos los conceptos de una teorfa rival tienen extensién cero o cambia- ian todo el sistema de clases.1° Incluso teorfas que tienen que ver con temas muy diferentes, por ejem- plo, las teorias geolégicas de la estructura y la evolucién de la tierra, por un lado, y las teorfas fi- sicas de las ondas y su transmisi6n, por el otro, tienen algo en comtin. Las teorfas sobre la estructura y evolucién de la tierra dependen estrechamente en realidad de los modos en que las ondas sismicas se transmiten @ través de diferentes clases de material. Por supuesto, podemos decir, en ejemplos como éste, que Ia teoria fisica es parte de los “antecedentes 15 Feyerabend reconoce que sus notmas requieren com- plementacién: "Es importante comprender que estas dos rormas conducen a resultados inequfvocos s6lo si antes fe toman algunas otras decisiones. Las teorias pueden vers sometidas a toda una gama’ de interpretaciones. (p. 268). Pero su anilisis siguiente no hace nada para enfrentar las dificultades aqui planteadas. 1 Sea como fuere, no es claro cémo una nueva teoria puede “entraflar” que conceptos de otra teorfa tengan ex: fensi6n de cero si los Ultimos conceptos mi siquiera apare~ cen en la primera teor 104 SIGNIFICADO Y CAMBIO CIENTIFICO prestados” de la teoria geolégica, mas que ser parte de la teoria geoldgica. Pero esto lo tinico que hace es volvernos a remitir a la pregunta, formulada al principio, sobre las concepciones de Feyerabend, en cuanto a qué, supuestamente, se incluye en una “teoria” y qué no se debe incluir. SIGNIFICADOS ¥ ANALISIS DE LA CIENCIA Hemos visto que ta interpretacién de la cieticia por Feyerabend acontece en un completo relativismo, en el cual es imposible, como consecuencia de sus ideas, comparar dos teorias cientificas y elegir entre ellas, sobre bases que no sean la mds subjetivas, En particular, su “teorfa pragmatica de ta observa- cidn”, que constituye su maximo esfuerzo por evitar esta desastrosa_conclusién no lo Jogra, pues, dado que todos fos significados dependen de las teorfas, y étas pueden forjarse a voluntad, y dado que, final- mente, todos fos datos de la observacién (en el sen- tido de Feyerabend) pueden reinterpretarse para apoyar un marco tedtico determinado, de ello se desprende que el papel de la experiencia y del expe- rimento en la ciencia se vuelve una farsa, Al tratar de asegurar Ia libertad de teorizar, Feyerabend ha hecho que la construccién de teorfas sea demasiado libre; al despojar a las afirmaciones observacionales de todo sentido o significado (independiente de las teorfas), fa ha privado también de todo poder de juicio sobre tas teorfas; deben ser interpretadas atri- buyéndoles un significado, y por ende aplicando la teoria a esos significados; y estamos en libertad de interpretarlas como Jo queramos: como no perti- SIGNIFICADO Y CAMBIO CIENTIFICO 105 rnentes, 0 como apoyos a la evidencia, Al otorgar jlimitado poder de interpretacién, por un lado, a aquello que permite posibilidades sin limite de in~ terpretacién, Feyerabend ha destruido ta posibilidad de comparar y juzgar las teorfas por referencia a la experiencia. ¥ al sostener que todos los significados varfan con el contexto teético, ¢ implicar que una diferencia de significado es a fortiori una diferencia completa, una “inconmensurabilidad”, ha destruido fa posibilidad de compararlas sobre alguna base. En la primera parte de este capitulo, Hamé la atencién hacia las grandes similitudes que cxisten centre las ideas de Feyerabend y las de otros autores a quienes agrupé, sobre la base de sus similitudes, como representantes de un fuevo enfoque de la filosofia de la ciencia. Entre estos autores esté Tho- mas Kuhn, Hay diferencias, por supuesto, entre las ideas de Kubn y las de Feyerabend, Por ejemplo, mientras Feyerabend insiste en que os deseable desa- rollar un gran ntmero de teorfas mutuamente in- compatibles en todas las etapas de la historia de la ciencia, Kubn afirma que, como cosa deseable y como cosa de hecho a través de la mayor parte de su desarrollo actual, 1a ciencia es “normal”, en ef sentido de que hay un punto de vista dominante o paradigma” sostenido en comin por todos los miembros de la tradicién; sélo en Tas ocasiones muy excepcionales y raras de las revoluciones cientificas, vemos el desafrollo de ottas opciones en competen- cia, Sin embargo, no es en las diferencias sino més bien en las similitudes entre sus opiniones en lo que yo estoy interesado, En vista de estas similitudes, s6lo es de esperar que las interpretaciones de la ciencia por Kubn y 106 SIGNIFICADO Y CAMBIO CIENTIFICO por Feyerabend puedan quedar expuestas a muchas de las mismas objeciones. Esto es lo que realmente sucede. En un trabajo anterior, en el cual comento el libro de Kuhn, La estructura de las revoluciones cientificas, hice una serie de criticas a sus ideas, que son en realidad notables, como tas que he tratado de mostrar en conexién’ con Feyerabend [24]. La idea de Kuhn acerca de un “paradigma”, como el concepto de “teorfa” de Feyerabend, se vuelve tan amplia y general en el curso de su anélisis que fre~ ‘cuentemente no podemos saber qué incluir en esta denominacién y qué excluir. Asimismo, ninguno de os dos autores nos ofrece una norma para deter- minar qué cuenta como parte del significado de un término, 0 qué cuenta como cambio de signi- ficado, aun cuando estas ideas son centrales para sus descripciones de la ciencia. Comparten tam- bién otras criticas; sin embargo, més importante para los propésitos presentes es el hecho (que tra- té de establecer para Kuhn en mi resefia de su libro, y para Feyerabend en este capitulo) de que ambos conceptos dan por resultado el relativismo: Jas clases mas fundamentales de cambio cientifico son en realidad remplazos completos; las diferent cientificas més fundamentals son en realidad in- ‘compatibilidades totales. Seré instructivo para nos- otros comparar las fuentes de este relativismo en ambos autores, porque la dificultad, como creo que se puede demostrar, es compartida por una gran cantidad de escritores actuales, representantes de lo que yo he lamado “la nueva filosofia de la ciencia”, y €5, creo yo, la principal trampa a la que se enfren- ta esta concepcién. {Cual es el motivo, en opinién de Kuhn, para SIGNIFICADO Y CAMBIO CIENTIFICO 107 ar un paradigma como mejor, més aceptable, fee otto? ‘ogra sia dficultad analizar la idea de Progreso dentro de una tradicién de paradigmas, 0 Pia, dentro de una ciencia normal. All el “progreso fonsiste en més articulacién y especiticacion del ‘adigma tradicional “en condiciones nuevas o més ewictas” [1, p. 23]. El problema comienza al fregumtar c6mo podemos afirmar que se hace un Fprogreso” cuando un paradigma es remplazado, mediante una revolucién cientifica, por otro, ya que, de acuerdo con Kuhn, “las diferencias entre sucesi- Vos paradigmas son tanto necesarias como irrecon- Uliables” (p. 102]; esas diferencias consisten en que fos “‘paradigmas” son “inconmensurables”. No es- tan de acuerdo respecto a lo que son los hechos, y ni aun tespecto a los problemas reales que deben enfrentarse y las pautas que una buena teoria debe satisfacer. Un cambio de paradigma implica “cam- bios en las normas que rigen los problemas, Jos conceptos y las explicaciones permisibles” [p. 105]; To que es metafisica para una tradici6n de paradig ma es ciencia para otra, y viceversa. De ello se des- prende que las decisiones de un grupo cientifico para ‘adoptar un nuevo paradigma no pueden basarse en ‘buenas razones de ningén tipo, facticas o no; todo lo contrario: lo que cuenta como buena razén es determinado por la decisién. A pesar de la presencia, fen el libro de Kuhn, de condiciones para este rela~ tivismo extremo (aun cuando, como sucede con Feyerabend, estas calificaciones en realidad s6lo con- tradicen su’ principal concepcién), la tendencia 16- pica de su posicién va claramente hacia la conclusién de que el remplazo de un paradigma por otro no es ‘aeumulativo sino que es mero cambio: siendo “in- 108 SIGNIFICADO Y CAMBIO CIENTIFICO conmensurables”, dos paradigmas no pueden ser juzgados por su capacidad para resolver los mismos problemas, ocuparse de los mismos hechos 0 inven- tar las mismas normas, porque los problemas, los hechos y las normas son todos definidos por el para- digma, y son distintos —radical e inconmensuratle- mente distintos— para diferentes paraidigmas. iCuén similar es esto al sendero légico que con- duce al relativismo en el caso de Feyerabend! En realidad, es fundamentalmente el mismo camino: los significados, ya sea fécticos o de cualquier otra indole, son dependientes de teorias-(paradigmas) y, por elio, son distintos para las diversas teorias (pa- radigmas), pues el que dos conjuntos de significados sean diferentes es para ellos ser “inconmensura~ bles”; si dos teorias (paradigmes) son inconmensu- rables, no pueden ser comparadas directamente entre si. Ni Kuhn ni Feyerabend logran ofrecer una base extratedrica (problemas, normas, experiencias inde- pendientes de toda teoria) sobre la base de cuéles teorfas (paradigmas) pueden compararse o juzgarse indirectamente. Por tanto, no queda ninguna base para elegir entre ellas. La elecci6n debe hacerse sin ninguna base, arbitrariameate, Cuando su’ razonamiento (y las objeciones a él) se resumen de esta manera, resulta obvio que la raiz del telativismo de Kuhn'y de Feyerabend y de las dificultades que Ilevan a ello estriba en su rigida concepeisn respecto a 10 que equivale a una dife- rencia de significado, a saber, absoluta incompara- vilidad, “inconmensurabilidad”. Dos expresiones 0 conjuntos de expresiones deben tener exactamente el mismo significado, 0 de lo contrario deben ser total 0 pot completo distintos. Si las teorfes no son SIGNIFICADO Y CAMBIO CIENTIFICO 109 invariables en sentido a lo largo de Ia historia de su desarrollo € incorporacién en teorias més amplias y profundas, entonces esas sucesivas teories (para bigmas) no pueden realmente compararse, a pesar Spm) to poner elmer Fen Ser rechazadas como no pertinentes y superficiales. Si el concepto de historia de Ja ciencia como pro- deso de “desarrollo por acumulacién” es incorrecto, Entonces Ia tnies opcidn es que debe ser un proceso completamente no acumulativo de remplazo. Nunca gxiste wérmino medio y, por tanto, no deberia sor ender que el echazo de los principios positivistas Fe la invariabilidad de significado y del desarrollo por acumulacion nos deje en una posicin reativista, pues ésta es la tinica posibilidad que deja abierta Bite concepto de diferencia de significado, Pero este relativismo y las doctrinas que surgen en él, no son resultado de una investigacion de Ia ciencia ver~ dadera y su historia; més bien, son consecuencia puramente ldgica ce wna preconcepcién estrecha hoerca de lo que es el “significado”. No deberia tampoco sorprender que la rafz de la dificultad, aun- que no sea fact de discernir sino después de un {argo andlisis, resulte ser algo muy simple, pues las Gificultades filosofices con frecuencia son de este tipo. PAAst pues, luego de haber encontrado el lugar donde Kuhn y Feyerabend siguieron el camino fequivocado y terminaron por darnos un completo relativismo respecto al desarrollo de la ciencia, 2p0- dremos ofrecer un terreno medio alterando su rigida idea de significado? Por clempo, cpodemos, decir ue los significados pueden ser similares, compa~ MS en certs sentidos, aungue también diferentes 10 SIGNIFICADO Y CAMBIO CIENTIFICO en otros? Porque al optar por este camino, podria. ‘mos esperar conservar el hecho de que, por ejemplo, Jas dindmicas newtoniana y relativista son compara. bles —algo que Feyerabend y Kuhn niegan— aug siendo més fundamentalmente distintas de como las concepciones empiristas légicas més usuales las pre~ senten. Ast pues, podriamos evitar, por medio de este expediente, los excesos tanto de 1a concepeién positivista del desarrollo de Ia ciencia como proceso de desarrollo por acumulacién (y sistematizacién) caracterizado por 1a invariabilidad del significado, cuanto la concepcién de la “nueva filosofia de 1a ciencia”, de que diferentes teorias, cuando menos diferentes teorias fundamentales (paradigmas), son “inconmensurables”. La sensatez de tomar este camino depende de c6mo interpretemos este nuevo concepto de grados de parecido (0 diferencia) de significados. Porque si todavia insistimos en alguna distincién entre To que es y lo que no ¢s, en el uso de un término, una parte del significado del término, entonces nos expo- nemos al peligro de relegar algunos rasgos del uso de un término a la categorfa de “menos importante”, de no ser “parte del significado”. Sin embargo, esos mismos rasgos, para algunos propésitos, pueden de- mostrar que son los de importancia fundamental en la comparacién de dos wsos, ya que la importancia relativa de los rasgos de uso no debe ser consagrada en una distincién absolut y a priori entre rasgos esenciales y no esenciales, Ast, parece més prudente permitir que todos los rasgos del uso de un término sean igualmente pertinentes, en potencia, al compa- rar el uso de los téminos en diversos contextos. Pero este paso releva la idea de significado de toda SIGNIFICADO Y CAMBIO CIENTIFICO 111 jmportancia como «til para analizar las relaciones tuire distintas “teorfas” cientificas. Si nuestro pro- posto es comparar los usos de dos términos (o del Pyemo término en diferentes contextos), y si cua Iesquiera de sus similitades y diferencias son cuando menos potencialmente pertinentes para revelar rela Giones esenciales entre los usos (la verdadera per- finencia e importancia sigue siendo determinada por al problema de ese momento mas que por algin fasgo 0 caracteristica intrinseca de los usos; su ser ono ser “parte del significado”), entonces, jeudl es {a utilidad de referirse a esas similitudes y diferen- ‘Gas como similitudes y diferencias de “significado”? Una vez més, introducir el término “significado”, ¢ jncluso admitir grados de significado, sugiere que puede haber similitudes y diferencias que no son Nparte del significado” de los términos, y esto a su vez podria sugerir que esos rasgos son, en algiin ‘entido intrinseco, esencial 0 absoluto, menos impor- fantes que los rasgos que sf son “partes del signi cado”. Pues para el propésito de buscar rasgos cen- trales de teorias cientificas, y de comparar diferentes teorias, patece innecesario hablar de significados y, por otto lado, esa idea es potencialmente engafiosa. Peor todavia, ya hemos visto cémo esa idea, que adquiere una importancia tan fundamental en las obras de Feyerabend y de Kuhn, en realidad ba sido un obsticulo, que leva a dichos autores a desem- bocar en un callején sin salida. ‘Todo esto no es sostener que no podemos o in- cluso que no deberiamos emplear el término “signi- ficado”, aun si lo queremos a menudo, siempre que no permitamos que nos conduzca erréneamente, como condujo a Kuhn y a Feyerabend, 0 como es 112 SIGNIFICADO Y CAMBIO CIENTIFICO posible que nos conduzca al hablar de “grados de parecido de significado”. Tampoco equivale a decir que no podemos formular un critetio preciso de sig. nificado, que distinguiera entre lo que es y lo que no 8, para contar como parte del significado, y que también servitia para especificar aquello que cuenta como cambio de significado. Tampoco equivale a afirmar que para algunos propésitos no podria ser muy valioso formular ese eriterio preciso. Todo Jo que hemos dicho es que, si nuestro propésito es entender el funcionamiento de los conceptos y teo- rias cientificos, y las relaciones entre diferentes con- ceptos y teorias cientificos, si por ejemplo nuestra finalidad es comprender términos como “espacio” “tiempo” y “masa” (0 sus correlatos.simbélicos) en la mecénica clisica y la relativista, y las relacio- nes entre esos términos tal como son usados en aguellas diferentes teorfas, entonces no hay necesi- dad de introducir ninguna referencia a tos signifi cados. Y en vista de que ese término ha demostrado ser un obsticulo para el cumplimiento de este. pro- pésito, lo ms sensato parece ser que lo evitemos or completo como herramienta fundamental al tra- tar esta clase de problemas. Tanto la sesis de que los significados dependen de la teorfa (0, como yo Jo he dicho —miis exacta- mente, como lo hemos visto— la teorfa de presu- posicién del significado), como su opositora, Ia con- dicién de invariabilidad del significado, se apoyan en una clase de error (0 exceso). Esto no significa que no haya considerable verdad (asi como también deformacién) en ambas tesis, Hay, por ejemplo, co- mo lo he argiiido (24), afirmaciones que pueden ha- cerse, preguntas que pueden formularse, conceptos SIGNIFICADO Y CAMBIO CIENTIFICO 113 que pueden ser sugeridos como posiblemente correc~ tos, dentro del concepto de la fisica cinsteiniana que no tendrian siquiera sentido —y que serfan contr dictorias— en el contexto de a Fisica newtoniana. Y esas diferencias, tanto naturalmente como para mu- chos propésitos, provechosamente, pueden mencio- arse como cambios de significado, indicando entre otras cosas que hay diferencia entre los términos que utiliza Einstein y los que emplea Newton que fo surgen por la deduccién de afirmaciones propias de la teorfa newtoniana a partir de einsteinianas. Pero atribuir esas diferencias las alteraciones del “significado” no debe cegarnos —como ha cegado a Kuhn y a Feyerabend— ante cualquier parecido que podria haber entre los dos conjuntos de tér- minos. Es una de Jas tesis fundamentales de la concepcién de la ciencia, segin Kuhn, que es imposible descri- bir adecuadamente en palabras cualquier paradigma; cl paradigma, “el concreto logro cienttfico” que es Ia fuente de la coherencia de una tradicién cienti- fice, debe ser visto como “anterior a los varios con- ceptos, teyes, teorias y puntos de vista que pueden abstraerse «~ ella” (1, p. 11], en vez de identificarlo con todos ellos, Sin embargo, 2por qué (simplemen- te porque hay diferencias entre las concepciones © formulaciones de conceptos sostenidos por los miem- bros de Jo que los historiadores clasifican como una “tradicién” de Ja clencia) debe haber una concep- cidn tinica inexpresable, sostenida en comin por to- dos los miembros de esa tradicién? No cabe duda de ‘que algunas teorias son muy similares, tan parecidas que pucien ser consideradas como “versiones” a 114 SIGNIFICADO Y CAMBIO CIENTIFICO “diferentes articulaciones” de otra (0 de “el mismo tema”). Pero esto no implica, como parece creerlo Kuhn, que debe haber un “paradigma” comén del cual son expresiones incompletas e imperfectas las teorias similares, J del cual se toman. No es necesa- rio que haya, unificando una “‘tradicién” cientifica, un Unico ¢ inexpresable paradigma que gufe los procedimientos, como no es mecesario que nuestra capacidad de dar una tnica y sencilla definicién det término “juego” signifique que debemos tener una idea unitaria e inexpresable de Ia cual se toman to- dos los diversos usos de la palabra “juego”. Pareceria que la idea de Kuhn de que, para que podamos ha- blar de “tradicién cientifica”, debe haber un tinico punto de vista sostenido en comin por todos los miembros de esa tradicién, tiene su fuente, asimis- mo, en el error de suponer que, a menos que haya tuna identidad absoluta, tiene que haber una diferen- cia absoluta, Donde hay similitud debe haber identi- dad, aun cuando pueda estar oculta; de lo contrerio, s6lo puede haber completa diferencia. Si hay tradi ciones cientiticas, deben tener un elemento idéutico —un paradigma—, que unifique esa tradicién. Y puesto que hay diferencias de formutacién de las diversas leyes, teorias, reglas, etcétera, que forman esa tradicién, el paradigma que los unifica debe ser inexpresable. Y como lo que es visible muestra diferencias, lo que une esas cosas debe ser invisible. ‘Asi pues, de nuevo Kuhn ha cometido el error de pensar que hay s6lo una alternativa: absoluta iden- tidad 0 absoluta diferencia. Pero los datos que tene- mos a mano son las similitudes y las diferencias; y {por qué no deben bastar para permitinos hablar acerca de ideas més 0 menos similares y, psra cier SIGNIFICADO Y CAMBIO CIENTIFICO 115 Jsitos, clasificar puntos de vista suficiente- tos te aimilares como, por ejemplo, partes de Ia mis- Ja tradiciGn? Después de todo Ios desacuerdos, la profiferacién de alternativas en competencia, ts de- Bates sobre hechos fundamentales, tanto sustantivos ‘como metodolégicos, estin mis o menos presentes Gn todo el desarrollo de 1a ciencia; y siempre hay Elementos gufa que son més o menos comunes, in- Sluso entre fas que se clasifican como “tradiciones’ Gferentes, Endureciendo Ia idea de una “tradicién ‘ientifica” en una unidad oculta, Kuhn se ve obli- fgedo por un punto puramente conceptual a pasar r alto muchas diferencias importantes entre activi- Fades cientificas clasificadas como pertenecientes a fa misma tradici6n, asf como también importantes ‘continuidades entre tradiciones sucesivas. Este es el mnismo tipo de exceso en el que cae Feyerabend al imponer su propia concepeién de “teorfa” y “sig- ttificado”. Todo Jo que es de valor positivo en el punto de viste de estos autores, y mucho de lo que F: excluido por Ia légica de sus errores, puede con- servarse si tomamos en cuenta estos puntos. (El ensayo concluye con un estudio de la dindmica del impulso y de la inercia.) Til. LA “CORROBORACION” DE LAS TEORIAS* Hivary Porwan Sin Kart Porrer es un filésofo cuya obra ha ine fluido y estimulado virtalmente a todo estudioso de la filosofia de la ciencia. Esta influencia es en parte explicable sobre la base de salud mental de algunas de las actitudes fundamentales de sir Kar: “No hay ningin método que sea particular a la filosoffa.” “El aumento del conocimiento puede co- nocerse mejor estudiando el crecimiento del cono- cimiento cientifico.” Los fil6sofos no deben ser especialistas, De mf pue- do decir que estoy interesado en Ia ciencia y en Ia filosofia, s6lo porque quiero saber algo acerca del enigma del mundo en que vivo, y el enigma det gonocimiento de ese mundo por parte del hombre, Y creo que s6lo una revitalizacién dei iuterés en estos enigmas puede salvar a las ciencias y a la filosofia de una fe oscurantista en la capacidad es- Pecial del experto y en su personal conocimiento y autoridad, Estas actitudes acaso sean un poco estrechas (zpue- de estudiatse el crecimiento del conocimiento sin * Tomado de The Philosophy of Karl Popper, presen- tada por Paul A. Schilpp, vol. 1, pp. 221-240, Copyright 1974 por The Library of Living Philosophers, Inc. Se re- produce con autorizacién de The Open Coutt Publishing. Company, La Sille, Minois. 16 LA “CORROBORACION” 7 tener que estudiar también el conocimiento no cien- tifico?; los problemas que Popper menciona son de interés meramente tecrico, simplemente “enigmas”?), no tan estrechas como las de muchos filéso- fos; y la “fe oscurantista” contra la cual advierte Popper es un verdadero peligro. Ea parte esta in- fluencia surge del realismo de Popper, de su nega- < tiva a aceptar las peculiares tcotias del significado de Jos positivistas, y su separacién de los problemas de la metodologia cientifica, de los diversos proble- pas acerca de Ia “interpretacin de las teorias cien- tificas” que son internas en las teorfas del signi cado de los positivistas y que los fildsofos positivistas de Ia ciencia han continuado debatiendo (he anali zado la teoria positivista del significado, en [38] i, cap. 14 y ii, cap. 5). 7 En este articulo quiero examinat sus concepciones acerca de la metodologia cientifica —de lo que en general se llama “induccién”, a pesar de que Popper rechaza este concepto— y, en particular, criticar los supuestos que Popper tiene en comtin con la recibi- da filosofia de la ciencia, mAs que fos supuestos que son peculiares de Popper. Porque creo que hay una gran cantidad de esos supuestos comunes, y que re- presentan un camino equivocado para comprender Ia ciencia. 1. Et CONCEP TO DE “INDUCCION” DE POPPER El propio Popper utiliza el término “induccién” para referirse a cualquier método de verificar 0 demos- trar que son ciertas (0 incluso probables) unas 1e- yes generales sobre la base de datos experimentales 18 LA “CORROBORACION” © de observacién (lo que é! llama “afirmaciones bé- sicas”), Sus concepciones son de un modo radical huma- nas: no existe ni puede existir ese método, Un prin- cipio de induccién tendria que ser o bien sintéti @ priori (posibilidad que Popper rechaza) o justifi- cado por un principio superior. Pero ese camino necesariamente conduce a una regresi6n infinita, Lo novedoso es que Popper no saca en conclu. sign que la ciencia empirica es imposible ni que la ciencia empfrica se apoya en principios que son, cen si mismos, incapaces de justificacin, Antes bien, su posicién és que la ciencia empfriea no depende realmente de un principio de induccién, Popper no niega que los cientificos plantean leyes generales, ni que ponen a prueba esas leyes genera- Tes contra los datos de la observaci6n, Lo que dice es que cuando un cientffico “corrobora” una ley ge~ neral no afirma con ello que fa ley sea verdadera © siquiera probable. “He corroborado esta ley en alto grado” sélo significa “he sometido esta ley a severas pruebas, y las ha resistido”, Las leyes cien- tificas son falsables, no verificables. Puesto que los cientificos no estén siquiera tratando de verificar leyes, sino de falsarlas, no se presenta el problema de Hume para los cientificos empiticos. 2. UNA BREVE CRITICA A LA CONCEPCION DE POPPER Es un hecho notable acerca del libro de Popper, The Logic of Scientific Discovery, que s6lo contiene una media docena de breves referencias a la aplica- LA “CORROBORACION” 119 cidn de las teorfas y las leyes cientificas y entonces fodo lo que se dice es que la aplicacién es otra prueba miis para las leyes. “Mi opinién es que... el feorico esté interesado en las explicaciones como tales, es decir, en las teorias explicativas comproba- bles: aplicaciones y predicciones Je interesan s6lo por razones te6ricas, porgue pueden ser usedas co- mo pruebas de las teorias” (40, p. 59]. ‘Cuando un cientifico acepta una ley, esta reco- mendando a otros que confien en ella; que confien en ella, con frecuencia, en contextos pricticos. Sélo dislocando la ciencia dei contexto en que realmente ‘surge —el contexto de los hombres que tratan de cambiar el mundo y tratan de controlarlo— pue- de Popper plantear siquiera su. peculiar concep- cién de la induccisn, Las ideas no son simplemence ideas; son guias la accién. Nuestros conceptos de “conocimien- to”, “probabilidad”, “certidumbre”, etcétera, estén todos ligados a contextos, y con frecuencia usados cen ellos, en los cuales Ia acciGn esta en disputa: ipuedo confiadamente apoyarme en una determina- da idea? ;Confiaré en ella tentativamente, con cierta prudencia? 7Es necesario comprobarla? Si “esta ley es altamente corroborada”, “esta ley es cientificamente aceptada”, y locuciones por el es~ tilo significan simplemente “esta ley ha soportado severas pruebas”, y no se ha sugerido para nada que una ley que ha soportado severas pruebas es probable que soportaré otras como las pruebas im- plicadas en una aplicacién o intentada aplicacién, Popper estaria en lo cierto; pero entonces la ciencia seria una actividad por completo carente de impor- tancia. Carecerfa précticamente de importancia por- 120 LA “CORROBORACION’ que los cientfficos nunca nos dirfan que se puede confiar en una ley 0 una teorfa con propésitos préc- ticos; y seria carente de importancia para la fina idad de Ia comprensién, puesto que segtin la idea de Popper, los cientificos munea nos dicen que una ley o teorfa es verdadera o siquiera probable, Saber que ciertas “conjeturas” (de acuerdo con Popper todas las leyes cientificas son “conjeturas provisorias”) no han sido todavia refutadas equivale a no entender nada. Puesto que la aplicacién de las ciencias cientificas si implica la anticipacién de futuros éxitos, Popper no esté en Jo cierto al sostener que la induccién es innecesatia, Aun si los cientificos no anticiparan inductivamente el futuro (y, por supuesto, si to ha- cen), los hombres que aplican leyes y teorfas cienti- ficas lo hacen, Y no es un consejo sumamente razonable decir a esos hombres que “no hagan in- ducciones”. Tampoco es razonable el consejo de considerar todo conocimiento como “conjeturas provisorias”. Consideremos a gente Juchando en condiciones de sweatshop.* {Deberian decir “es sélo una conjetura provisoria que el duefio del taller es un canalla? Suspendamos nuestra huelga y tratemos de apelar 2 su mejor indole”, La distincién entre conocimiento y conjetura no funciona realmente en sus vidas; Popper puede mantener su extremo escepticismo s610 por su tendencia extrema a considerar la teo- ria como una finalidad en si misma. * Taller donde se impone un trabajo excesivo por papa ‘que escasamente alcanza para la vida. (T-] LA “CORROBORACION” 12 3, LA CORROBORACIGN SEGUN POPPER ungue segin Popper los cientificos no hacen in- james, en cambio sf “cortoboran’” teorfas cient- cas. Y aunque la afirmacién de que una teoria fue gumamente corroborada no significa, segtin Popper, que la teoria debe ser aceptada como verdadera, 0 Gguiera como aproximadamente cierta’ 0 siquiera como probable y aproximadamente cierta, sin. em- fargo, no cabe duda de que la mayoria de los Jecto- res de Popper interpretan su explicacién de 1a corro- ‘poracién como algo parecido a a verificacién de Ins teorias, a pesar de sus protestas, En este sentido, Poppet tiene, contre lui, una teoria de Ia induccién. Yes esta teoria, las determinadas presuposiciones de esta teoria, 10 que criticaré on este ensayo. La reaccidn de Popper a esta forma de interpretarlo, dice lo siguiente: Mi reaccién a esta réplica setia lamentar mi conti- nuado fracaso, af no explicar mi punto principal con suficiente claridad. Porque el tinico propésito de la Gliminacién defendida por todos estos inductivistas fue establecer lo més firmemente posible la teoria su- perviviente que, segiin piensan ellos, debe ser Ia ver- dadera (0 quizs, s610 una sumamente probable por cuanto no hemos logrado eliminat del todo toda teo- ria salvo la verdadera). En contra de esto no creo que podamos jamés re- ducir seriamente por eliminacién el numero de teo- rfas en competencia, pues este niimero sigue sien- do casi infinite. Lo que hacemos —o deberiamos hhacer— es sostener, por el momento, la més impro- bable de las teorias sobrevivientes, 0 més precisa- 1 Para un estudio de fa "verdad aproximada", véase (361, 120 LA “CORROBORACION” ‘que los cientificos nunca nos dirfan que se puede confiar en una ley o una teoria con propésitos préc- icos; y seria carente de importancia para la fina- lidad de Ia comprensién, puesto que segin Ia idea de Popper, los cientificos nunca nos dicen que una ley 0 teorfa es verdadera o siquiera probable, Saber que ciertas “‘conjeturas” (de acuerdo con Popper todas las leyes cientificas son “conjeturas provisorias”) no han sido todavia refutadas equivale ano entender nada. Puesto que la aplicacién de las ciencias cientiticas si implica la anticipacién de futuros éxitos, Popper no esté en Jo cierto al sostener que Ia induccién es innecesaria, Aun si los cientificos no anticiparan inductivamente el futuro (y, por supuesto, sf 10 ha- cen), los hombres que aplican leyes y teorias cienti- ficas lo hacen. Y no es un consejo sumamente razonable decit a esos hombres que “no hagan in- ducciones”. ‘Tampoco es razonable el consejo de considerar todo conocimiento como “conjeturas provisorias”, Consideremos 2 gente luchando en condiciones de sweatshop.* ;Deberian decir “es s6lo una conjetura provisoria que el duefio del taller es un canalla? Suspendamos nuestra huelga y tratemos de apelar a su mejor indole”. La distincidn entre conocimiento y conjetura no funciona realmente en sus vidas; Popper puede mantener su extremo escepticismo solo por su tendencia extrema a considerar Ia teo- ria como una finalidad en si misma. * Taller donde se impone un trabajo excesivo por paga que escasamente alcanza para la vida, (T] LA “CORROBORACION* 121 3. La CORROBORACION SEGUN PorPER Aunque segin Popper los cientfficos no hacen in- ducciones, en cambio si “corroboran” teorfas cienti- ficas, Y aunque la afirmacién de que una teoria fue sumamente corroborada no significa, segtin Popper, que la teorfa debe ser aceptada como verdadera, 0 siquiera como aproximadamente cierta! 0 siquiera ‘como probable y aproximadamente cierta, sin em- bargo, no cabe duda de que la mayorfa de los lecto- res de Popper interpretan su explicacién de la corro- boracién como algo parecido a la verificacién de las teorfas, a pesar de sus protestas. En este sentido, Popper tiene, contre lui, una teoria de la induccién. Y es esta teorfa, las determinadas presuposiciones de esta teoria, lo que criticaré en este ensayo, La reaccién de Popper a esta forma de interpretatlo, dice Io siguiente: ‘Mi reaccién a esta réplica seria lamentar mi conti- muado fracaso, al no explicar mi punto principal con suficiente claridad. Porque el tinico propésito de la eliminacién defendida por todos estos inductivistas fue establecer lo mds firmemente posible la teoria su- perviviente que, segiin piensan ellos, debe ser la ver- dadera (0 quiza, s6lo una sumamente probable por ‘cuanto no hemos logrado eliminar del todo toda teo- ria salvo la verdadera). En contra de esto no creo que podamos jamés re- ducit seriamente por eliminacién el nimero de teo- rias en competencia, pues este mimero sigue sien- do casi infinite, Lo que hacemos —o deberiamos hacer— es sostener, por el momento, la més impro- bable de las teorias sobrevivientes, 0 més. precisa- 1 Para un estudio de Ia “verdad aproximada”, véase [36]. 12 LA “CORROBORACION” mente, 1a que pueda ser probada con més rigor. ° ‘Tentativamente “aceptamos” esta teotia, pero s6lo en el sentido de que Ia seleccionames como digna de ser sometida a més critica, y a las pruebas més se- ‘eras que podamos inventar. Def lado positive, podemos afiadir que a teoria sobreviviente es la mejor teorfa —y 1a mejor teoria comprabada— de la que tenemos noticia [40, p. 419]. ‘SK descartamos Ia iltima frase, tenemos en forma pura Ja teorfa que hemos estado criticando: cuando un cientifics “acepta” una teorfa no afirma que es probable. En realidad jla “selecciona” como la més improbable! Sin embargo, en la tiltima oracién, i¢s- toy equivocado 0 en verdad he detectado una vibra- cién inductivista? {Qué signifies “mejor teoria”? {A buen seguro Popper no quiere desi “mis pro- en 4, EL Méropo ciENTiFICo, EL ESQUEMA RECIBIDO La comin explicacién “inductivista” de 1a confir- macién? de las teorfas cientificas dice algo como es- to: La teorfa implica prediccién (oracién basica, u oracién observacional); si la prediccién es falsa, la teorfa queda falsada; si suficientes cantidades de predicciones son ciertas, la teorfa queda confitmada, A pesar de todo su ataque al inductivismo, el esque- 2 “Confirmacién” es el término en aso para el apoyo «que un resultado postivo experimental 2 observacional da una hip6tesis; Popper se vale del témino “corrobora- ci6n", pot regla general, pues abjea las comnotaciones de ‘meatrar que es verdad” (0 al menos protable) que & considera concomirante del primer término. LA “CORROBORACION” 123 ma de Popper no es tan diferente: teoria implica prediccién (oracién bésica); si la prediccién es fal- sa, la teorfa queda falsada; si cantidades suficientes de predicciones son ciertas, y se cumplen otras determinadas condiciones, 1a ieoria es sumamente corroborada. ‘Ademés, esta interpretacién de Popper tiene cier- to apoyo, Popper afirma que la “teoria supervivien- te” es aceptada; su explicacién es, por ende, una explicacién de la \6gica de aceptar teorfes. Debemos separar dos preguntas: jesté Popper en lo cierto acerca de lo que quiere significar el cientifico —o deberia significar— cuando habla de una teoria co- mo “aceptada”? y jesté Popper en lo cierto acerca de la metodologia implicita en el hecho de atribuir esa condicién a ana teoria? Lo que estoy diciendo es que su explicacién de esa metodologia se adecua al esquema recibido, aun cuando su interpretacién de la situacign sea muy distinta. Desde luego, hay algunas condiciones importantes que Popper affade, Las predicciones que podriamos hacer sobre la base de un conocimiento del tras fondo, no ponen a prueba una teoria; s6lo las pre~ sciones son improbables en relacién con un cOno- cimiento de los antecedentes que pone a prueba una teoria, Y una teorfa no es corroborada, segiin Po- pper, menos que hagamos sinceros intentos por derivar falsas predicciones de ella. Popper conside~ ra que estas condiciones son antibayesianas;? pero 8 El teorema de Bayes afirma, en términos generates, que Ie probabilidad de una hipétesis H al darse una evi Aencia E es directamente proporcional a Ja probabilidad de E dada la hipétesis H, y también directamente propor tional a la probabilidad’ antecedente de H: es decir, Ia 124 LA “CORROBORACION” a mi me parece una confusién, al menos en parte, Una teorfa que implica una prediccién es improba- ble, sin duda, pero puede suceder que sea fa més probable de todas las teorias que implican esa pre- Giccidn. Si esto es asi, y la predicci6n resulta cierta, entonces el propio teorema de Bayes explica por qué la teorfa recibe una elevada probabilidad. Popper afitma que seleccionamos la més improbable de las teorias supervivientes, es decir, la teorfa aceptada es sumamente improbable incluso después que la prediccién haya resultado cierta; pero, por supuesto, ello depende de usar el término “probable” de un modo que ningin otro filésofo de la ciencia acepta- ria. Y un bayesiano no esté comprometido con la idea de que cualquier prediccién acertada confirma significativamente una teoria. Comparto con Popper Ja idea de que las medidas cuantitativas de la pro- babilidad de las teorfas no son empresa prometedora dentro de la filosofia de la ciencia (ef. [38) i, capi- tulo 18); pero esto no significa que el teorema de Bayes no tenga algtin acierto cualitativo, al menos en muchas situaciones. Sea todo esto como sea, el meollo del modelo de Popper es el vinculo teorfa-prediccién. Debido a que probabilidad de #7 si no sabemos que E. El teorema afir ‘ma también que la probabilidad de H dada ta evidencia B es menor, siendo iguales otras cosas, si In probabilidad de E sobre una suposicién 7 (no-ff) es mayor. Hoy, tos te6ricos de Ia probabilidad se dividen entre quienes acep- tan el concepio de “probabilidad antecedente de una hipé- tesis”, que es crucial para el teorema, y quienes rechazan ‘este concepto, y por tanto el concepto de la. probabilidad dde una hipétesis con una evidencia dada. La primera es- cuela se Hlama de los “bayesianos”, Ia segunda de los “antibayesianos”. LA “CORROBORACION” 125 las teorias implican frases bésicas en el sentido de “igmplicar” asociado a Ia I6gica deductiva —debido a que las oraciones bésicas son pEDUCIBLES de las teorfas— de acuerdo con Popper, las teorias y las le- yes generales pueden ser falsables por las oracio- nes basicas, Y este mismo vinculo es el meollo del esquema “inductivista”, Ambos modelos afirman lo siguiente: Mirad las predicciones que una teoria implica; ved si dichas predicciones son verdaderas. Mi critica va a ser de ese vinculo, de ese Gnico punto en el que Popper y los “inductivistas” estén de acuerdo, Yo afirmo: en muchos casos importan- tes, las teorias cientificas no implican para nada predicciones, En lo que resta de este articulo quiero elaborar esto, y mostrar su significado para la filo- sofia de la ciencia, 5. La TEORIA DE LA GRAVITACION UNIVERSAL La teorfa que utilizaré pera ilustrar mis puntos de vista es una con la cual el lector esté familiarizado: la teoria de Newton de la gravitacién universal. Di- cha teoria consiste en la ley de que todo cuerpo a ejerce sobre otro cuerpo b una fuerza Fey cuya di- reccién es hacia a y cuya magnitud es una constante universal G veces M,M,/d?, junto con las tres leyes de Newton. La eleccién de esta teoria particular no es esencial a mi caso; Ia teorfa do Maxwell, o Ia de Mendel o a de Darwin habrian servido igualmente. Pero ésta tiene la ventaja de que todo el mundo Ja conoce. {Nétese que esta teoria no implica una sola oracién basica! En realidad, todo movimiento es compatible 126 LA “CORROBORACION” con esta teorfa, puesto que no dice nada acerca de qué fuerzas aparte de la de gravitacién pueden estar presentes, Las fuerzas Fa, no son en si mismas di- Tectamente mensurables; en consecuencia, no puede deducirse de Ja teorfa ni una sola prediccion. ZQué hacemos, entonces, cuando aplicamos esta teoria a una situaci6n astrondmica? Tipicamente, ha- ‘cemos ciertas deducciones simplificadoras. Por ejem- plo, si estamos deduciendo la érbita de la Tierra, podemos suponer como primera aproximacién: 1) Ningiin cuerpo existe excepto el Sol y Ia Tierra, I) El Sol y la Tierra existen en un gran vacto. Mi) El Sol y Ia Tierra no estén sujetos a ningu- nna fuerza, salvo las fuerzas gravitacionales mutuamente inducidas. De la conjuncién de Ia teoria de la gravitacién universal (GU) y de estos enunciados auxiliares (BA) podemos, por cierto, deducir determinadas predic- ciones —por ejemplo, las leyes de Kepler. Haciendo 1), 1) y U1) més “realistas” —es decir incorpo- rando otros cuerpos en nuestro sistema solar mode- 1o— podemos obtener mejores predicciones. Pero es importante advertir que dichas predicciones no pro- vienen de Ia sola teorfa sino de 1a conjuncién de la teoria con EA. Como los cientificos actuales utilizan el término “teorfa”, las afirmaciones ra dificilmente podrfan ser parte de la “teorfa” de la gravitaci6n, 6, {8s TeRMINOLGGICA LA CUESTION? No estoy interesado en hacer de esto una cuestién meramente terminolégica, No solo se trata de que r | LA “CORROBORACION” 127 Jos cientficos no emplean el término “teorfa” para referisse a la conjuncién de GU con Ba, sino que ese empleo oscurecerfa profundos temas metodol6gicos. Una teorfa, tal como el término se emplea actual- ‘mente, es un conjunto de leyes. Estas son enuncia~ dos que esperamos que sean verdaderos; se supone que son verdaderos por la naturaleza de las cosas, ¥ no simplemente por accidente, Ninguno de los entinciados 1), IK) y IIT) tiene este carécter. No creemos realmente que ningtin cuerpo excepto el Sol y la Tierra existen, por ejemplo, sino tan s6lo que todos los demas cuerpos ejercea fuerzas tan peque~ fias que podemos dejarlas a un lado. No se supone que este enunciado sea una ley de Ia naturaleza: es un enunciado acerea de las “condiciones limitrofes” que se obtienen, de hecho, en un sistema particular. Borrar la diferencia entre BA y GU equivale a hacer desaparecer la diferencia entre leyes y enunciados accidentales, entre enunciados que el cientifico de- sea establecer coma verdaderos (las leyes), y emun- ciados que ya sabe que son falsos (las simplficacio- nes excesivas de 1), I) y HII). 7. Urano, MERCURIO, “‘coMPASEROS OscUROS” Aunque los enunciados A pedrian haberse expresa~ do més cuidadosamente para evitar Ia objecién de ‘que se sabe que son falsos, es sorprendente que n0 ocurra asi en la préctica, En realidad, no se les “ex- presa” en absoluto. El célculo de Newton de las leyes de Kepler hizo los supuestos 1), T1) y 111) sin més que una indicacién casual de qué ello es lo que se hace. Una de las indicaciones més sorprendentes 128 LA “CORROBORACION” de Ia diferencia entre una teorfa (tal como Gu) y un conjunto de Ba es el gran cuidado que los cien- tificos tienen al plantear Ta teoria, en contraste con €l descuido con que introducen los diversos supues- tos que conforman los EA. Los EA también estén mucho més sujetos a revi- sién que Ia teoria, Durante doscientos afios, la ley de la gravitacién ‘universal fue aceptada como in- cuestionablemente cierta, y empleada como premisa de incontables definiciones cientificas. Si la clase comin de BA no condujo a una prediccién correcta en ese periodo, deberfan set modificados ellos, no la teoria, En realidad, tenemos un ejemplo, Cuando las predicciones acerca de ta érbita de Urano que se hicieron sobre la base de Ta teorfa de la gravita- cién universal y la suposicién de que los planetas ‘econocidos eran todos results errénea, Leverrier en Francia y Adams en Inglaterra, predijeron simulté- neamente que debia de haber otro planeta, De he- cho, este planeta fue descubierto: era Neptuno. Si esta modificacién a los EA no hubiera resultado, se habrian tratado 0 experimentado otros, por ejemplo, postulando la existencia de un medio a través del cual se desplazan los planetas, en lugar de un gran vacio, o postulando la existencia de importantes fuer- zas no gravitacionales, ‘Se puede argilir que era fundamental que el nuevo planeta pudiera ser observable. Pero no es éste el ‘caso. Ciertas estrellas, por ejemplo, muestran un comportamiento irregular, Esto se ha explicado pos- tulando Ia existencia de compafieros. Cuando esos ‘compatieros no son visibles a través del telescopio, se stigiere que las estrellas tienen compaiieros ascu- ros, € decir, compafieros que no pueden verse a LA “CORROBORACION” 129 través de un telescopio. El hecho ¢s que muchos de los supuestos que se hacen en las ciencias no pueden demostrarse directamente. . , hay muchos “compafie~ ros oscuros” en la teorfa cientifica. Por supuesto, tenemos finalmente el caso de Mer- curio, La érbita de este planeta puede explicarse casi pero no de! todo correctamente mediante la teoria de Newton. ,Quiere decir esto que la teoria de Newton esta errada? A la luz de otra teorta, afirma la teorfa general de Ja relatividad, respon- demos que “si”. Pero, a falta de ese tipo de teo- ria, la 6rbita de Mercurio es simplemente una leve anomalfa, cuya causa se desconoce. Lo que estoy arguyendo es que todo esto es préc- tica cientitica perfectamente aceptable. Es importan- te el hecho de que cualesquiera de los postulados A pueda ser falso; en realidad, son falsos, tal como lo afirmamos y enunciados més cuidadosamente ex- presados también podrian ser falsos. No conocemos de seguro todos los cuerpos del sistema solar; no sabemos con seguridad que el medio en que se des- plazan es (a un grado suficientemente elevado de aproximacién en todos los casos) un vacfo infle- xible; no sabemos qué fuerzas no gravitacionales pueden dejarse de fado en todos los casos. Dado el abrumador triunfo de la Ley de la Gravitacién Uni- versa) en casi todos los casos, una o dos anomalias no son motivo para rechazarla. Es més probable que los EA sean falsos a que la teoria lo sea, al menos cuando no se ha propuesto seriamente otra teoria. 30 LA “CORROBORACION” 8. EL EFECTO SOBRE LA DOCTRINA DE POPPER El efecto de este hecho sobre la teoria de Popper es inmediato. La Ley de la Gravitacién Universal no es fuertemente falsable; sin embargo, es, sin duda, un paradigma de una teoria cientifica, Durante més de doscientos afios, los cientificos no felsaron Gu; derivaron predicciones de GU pate explicar varios hechos astronémicos. Si un hecho se mostraba re- calcitrante a esta clase de explicacidn, era puesto a un Tado como anomatia (el caso de Mercurio). La doctrina de Poppet no da una explicacién correcta de Io aaturaleza de la teoria cientifica, ni de la préc- tica de la comunidad cientifica en este caso. Popper podrfa replicar que no esta descubriendo lo que los cientificos hacen sino lo que debertan hacer, ;Deberfan los cientificos, entonces, no haber propuesto GU? {Era Newton un mal cientffico? Los Cientificos no trataron de falsar Gu, porque no po- dian tratar de falsarla; las pruebas de laboratorio quedaban excluidas por la tecnologia de la época y la debilidad de las interacciones gravitacionales. Asi, los cientificos se vieron limitados durante largo tiem- po a los datos astronémicos. E incluso en los casos astronémicos surge el problema de que no es posi- ble estar absolutamente seguros de que ninguna fuer- za no gravitacional es pertinente en una situacién dada (o que se han sumado todas las fuetzas gravi tacionales). Por esta raz6n los datos astranémicos pueden apoyar ta cu, pero dificilmente podrian fal- sarla. Habria sido incorrecto rechazar la GU debido a la desviacién de la drbita de Mercurio; dado que la Gu predecfa las otras drbitas, hasta los limites del error de medicién, no podia descartarse 1a posibili- LA “CORROBORACION” 131 dad de que Iz desviacién en este (nico caso se de- biera a una fuerza desconocida, gravitacional o no gravitacional, y al dejar de lado el caso como cues- tién que no podfa explicarse ni se le podia atribuir tun significado sistemético, los cientificos estaban ac- tuando como “debieran”.* Hasta aqui hemos dicho #) que tas teorfas no implican predicciones; es s6lo la conjuncién de una teorfa con ciertos “enunciados auxiliares” (Ba) lo que, en general, implica una prediccién; i) los EA frecuentemente son suposiciones acerca de condi- cciones limitrofes (incluyendo las condiciones inicia- les como caso especial de “condiciones limitrofes”), y son suposiciones sumamente arriesgadas como ta- les; ii) puesto que estamos sumamente inseguros de los B4, no podemos considerar que una falsa predic~ cién demuestra definitivamente que una teoria es falsa; fas teorfas no son fuertemente falsables. Todo esto no es negar que a veces los cientificos derivan predicciones de teorfas y de BA con objeto de poner a prueba las teorfas. Si Newton no hubiera sido capaz de derivar Jas leyes de Kepler, por ejemplo, ni siquiera habria propuesto la GU. Pero aunque las predicciones que Newton hubiese obtenido de la cu hubieran sido totalmente erréneas, aun asi la GU se- ria cierta: los Ba podrian ser erréneos; asf pues, aut- que una teoria sea “derribada” por una prueba expe~ imental, la teorfa atin podria ser cierta, y la teorfa puede regresar en una etapa posterior cuando se descubra que los BA no eran aproximaciones ‘tiles a la situacién verdadera, Tal como anteriormente se 4 La respuesta de Popper a este tipo de analiza en (41, p. (144). 132 LA “CORROBORACION” ha sefialado. Ja falsacién en Ta ciencia no es mas concluyente que la verificacién. Todo esto refuta la opinisn de Popper de que to que el cientifico hace es proponer teorfas “suma- mente falsables”, derivar predicciones de ellas, y Ine- g0 tratar de falsar las teorfas, falsando las prediccio- nes, Pero esto no refuta la opinién comin (lo que Popper llama la opinién “inductivista”) de que los cientfficos tratan de confirmar teorias y EA derivan- do predicciones de ellos y verificando esas predic- ciones. Existe la objecién de que (en el caso de la GU) se sabia que los BA eran falsos, de modo que {os cientificos dificilmente tratarian de confirmarlas; pero a esto podemos decir que en principio, los EA pudieron ser formulados de manera més cuiidadosa, y de haber sido Io bastante cautelosos no habrian resultado falsos.° Creo que, de hecho, hay cierta verdad en la opinién “inductivista”: se demuestra que las teorfas cientiticas son correctas mediante 5 Este punto ha sido establecido por muchos autores. Lo que a menudo se plerde de vista es que, en casos como cl gue estamos analizando, las afirmaciones auxitinres son mucho menos ciertas que fa teorfa que esté a precba; sin festa observacién, a critica de que alguien podria conser- var una teoria revisando les A parece una pieza de Idgiea Formal, sin verdadera relacién con Ia préctica cientti (véase 41, pp. 798 y 1144), ‘© Tengo en mente decir “los planetas ejercen fuerzas ‘unos sobre otros que son més de 0.999 (o cualquier can- tidad) gravitacionales”, en vez de “los planetas no ejercen fuerzas no gravitacionales unos sobre otros”. Cambios sik millares en las ottas £4 podrian convertitias en afirmacio- nes ciertas, aunque no carece de importancia metodolégi el que ningin cientifico, hasta donde yo sé, se haya mo- lestado en calcular exactamente qué cambios en tas Ex las hharian ciertos wa dejar de comservar su utilidad. LA “CORROBORACION” 133 sus logros, asi como todas les ideas humanas se de- muestra que son correctas, en Ia medida en que Io son, por sus éxitos en la préctica, Pero el modelo inductivista sigue siendo inadecuado, salvo como cuadro de un aspecto del procedimiento cientifico. En las siguientes secciones, trataré de miostrar que Jn actividad cientifica no puede, en general, pensatse como cuestin de derivar predicciones de la conjun- cién de teorfas y EA, ya sea con propésitos de con- firmacién 0 con propésitos de falsacién. 9. La crencia sean KUHN Recientemente, buen mimero de filésofos han co- menzado a proponer uta nueva versién de Ja activi- dad cientifica. Creo haber anticfpado esta opinién unos diez aiios atrés, cuando argiif que no es posi- ble rechazar algunas teorfas cientificas solamente por experimento y observacién, sino tan sélo por otras teorfas. Esta idea fue anticipada también por Hanson [18], pero alcanza su expresién més aguda en los es- critos de Thomas Kuhn [1] y de Louis Althusser en sus libros La revolucién te6rica de Mare y Para * Teer El capital. Creo que ambos filésofos cometen etrores; pero también creo que la tendencia que representan (y que yo también represento, por la misma razén) es una necesaria correcci6n ai deduc- tivismo que hemos estado exantinando. En esta sec- cién, presentaré algunas de las ideas de Kuhn, y fuego trataré de hacerlas avanzar en la direccién de una formulacién més aguda, El meollo de la explicacién de Kuhn es el concepto de paradigma. Kuhn ha sido legitimamente ctiticado

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