que en el cielo te vimos nacer, de esa tierra que ardiente palpita con el alma del gran Santander (bis). Es la ciencia destello divino para el hombre sublime esplendor y que eleva su noble destino por senderos de gloria y honor. En tus aulas se enciende una llama, manantial de torrentes de luz, facultades que al orbe proclaman de la patria el emblema y la cruz. Salve Atenas, gloriosa y bendita que en el celo te vimos nacer, de esta tierra que ardiente palpita con el alma del gran Santander (bis).