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Roberto Blum
28 de mayo del 2016
El peridico New York Times report que los soldados mexicanos son
enormemente eficaces para matar, mucho ms que cualquier otro ejrcito
del mundo moderno. Y si bien algunas personas podran enorgullecerse de
esa eficacia militar mexicana, es necesario ir un poco ms al fondo sobre lo
que la misma puede significar.
Hay datos slidos y confiables que muestran que, en los combates de las
guerras modernas, siempre hay ms heridos que muertos. De hecho, dicha
proporcin es en promedio de cuatro heridos por cada muerto. No as en
Mxico donde las cifras de la eficacia del ejrcito son de ocho muertos por
cada herido, y en los combates en que intervienen los efectivos de lite de la
Marina Armada la proporcin sube a treinta muertos por cada herido. Estas
son cifras que ponen de manifiesto una eficacia letal verdaderamente
increble.
Las autoridades mexicanas -- tanto las civiles como las militares -- explican
estos extraordinarios nmeros como el resultado del buen entrenamiento y
de la superioridad del armamento con que cuentan las fuerzas militares del
Estado Mexicano frente a los grupos de narcotraficantes que combaten.
Sin embargo, hay algo que no cuadra. Los datos de la Cruz Roja Internacional
muestran que en todas las situaciones blicas del mundo, a partir de los
aos setenta, siempre el nmero de heridos es significativamente mayor que
el nmero de muertos, en una proporcin aproximada de cuatro a uno.
Mxico sera, segn los datos de letalidad, la excepcin, a menos que la
llamada guerra contra el narcotrfico sea un fenmeno completamente
diferente.
Es claro que existen situaciones donde el nmero de muertos es superior al
nmero de heridos. Podramos recordar las matanzas bblicas, en las que el
dios judo ordenaba asesinar sin excepcin a todos los habitantes de los
pueblos enemigos -- hombres, mujeres y nios: En las ciudades de estos
pueblos que Yahveh tu Dios te da en heredad, no dejars con vida nada que
respire; destruirs por completo a los heteos, amorreos, cananeos, ferezeos,
heveos y jebuseos, tal como Yahveh tu Dios te ha mandado, (Deut. 20-17) o
bien Gengis Kan quien, en 1219, al tomar Samarcanda, orden degollar a
ms de trescientos mil de los avecindados en ella. Los heridos que quedaban
eran muy pocos. Los nazis, cuando mataban a los judos, tambin eran
sumamente eficaces: dejaban muchos ms muertos que heridos.