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que no hay que ser adivino o ni siquiera hablar el lenguaje para enterarse de los
problemas que afectan a una sociedad. Esto lo digo por que es un detalle común
dentro los politólogos y sociólogos contemporario de que los problemas de una
nación son reflejados en las acciones y sucesos de su población cotidianamente.
Quiero dirigirme a este tema por las experiencias que tuve un día cuando
caminaba desde el distrito de Santo Domingo este hasta el centro olímpico,
caminata que me he acostumbrado a dar casi diariamente no solo por su
recompensa cardiovascular e hypermetabolica. Si no también para despejar mi
mente de publicaciones e opiniones sujetivas cuales nos bombardean tan a
menudo que empañan la línea entre la verdad y la propaganda partidaria.
Mi primer encuentro con lo que solo puedo decir es la flaccidez de los
morales Dominicanos cuando caminaba bajo el elevado de la Avenida 27 de
Febrero y a mi sorpresa vi un hombre obstruyendo el tráfico de una de las
intersecciones totalmente desnudo de su cintura para abajo, bailando y
sosteniendo largos trozos de caña como si fueran lanzas precoloniales. Y les
quiero recordar que esto pasa a medidas de las 9:00am en un lugar pesadamente
comercial donde transitan mujeres, y niños. Lo asombroso no fue que parecía
una escena de “National Geographic” porque dios sabe que soy muy tolerante de
las expresiones étnicas de cualquier fenotipo y si eso fuese una exhibición de
rasgos culturales del Kalahari tal vez hasta me hubiese inclinado a participar en
el rito, pero no era una parte remota de África si no pleno centro de la ciudad
donde estaban estacionados cuatros oficiales de la Autoridad Metropolitana de
Transporte. Quienes ni por un nanosegundo desviaron su atención a su
conversaciones matutinas para corregir o por lo menos remover el obstáculo de
la vía trancisional. Me quede observando el espectáculo por unos segundos
mientras seguía caminando hacia mi destino pero me encontré con otro oficial de
AMET mas alante y decidí decirle con mucho respeto. “Comando por allí hay un
hombre desnudo impidiendo el trafico de los vehículos”. El me respondió
diciéndome en canto vernacular “ A’ si ,eso e’ un loco que hay”. Yo respondí “y
usted no cree que por lo menos no deberían quitarlo de ahi?” El me retorno la
pregunta diciéndome “ Nosotros no tenemos tiempo para eso”. En su mente tal
vez el tenia la razón y estaba muy ocupado hablando con un vendedor local de lo
que parecía ser algo de suma importancia, también que parecía estar tragado por
el deber de proteger el hombre vestido de civil quien estaba durmiendo en el
lado de pasajero de el vehiculo oficial de esas institución. Asi que me reí y seguí
la misión de llegar a mi destino con la una sonrisa sarcástica en mi cara.
Luego casi al final de mi trayectoria vi lo que ha sido la pesadilla de
muchas mujeres que transitan en transportación publica. Un pasolero quien
metió su mano por la ventana de un carro publico y se llevo la cartera de una
señora que iba en el. Después el asaltante salio como “una bala” por la
intersección de la 27 de Febrero con Máximo Gómez donde seis oficiales del
AMET se quedaron rascándose la cabeza y mirando para el otro lado como si
nada hubiera pasado. El tercer y cuarto episodio pasaron en el autobús que tome
de regreso a mi casa. El conductor del mencionado choco a un carro de pasajeros,
se bajo a ver el autobús y como no vio nada siguió su rumbo sin ni siquiera
pedirles disculpas a la persona quien choco. Luego en mi viaje se monto un señor
que venia en muletas con un pie en una bota ortopédica, y no tengo que decirles
lo difícil que seria para el mantener el equilibrio con su pie en esa condición.
Después de unos segundos la única persona que le cedió el asiento fue una dama
que parecía venia de la universidad mientras que el señor que ocupaba el asiento
al lado de ella ni la volteo a ver.
Bueno para llegar al grano quiero decirles como se reflejan estos
problemas sociológicos a los problemas internos de estas sociedad y díganme
ustedes si no son reflexiones de todo lo malo que pasa en este país. El primer
asunto del hombre desnudo reflexiona la disposición de las autoridades por
voltear la cara a situaciones donde se requiere su intervención. Todos hemos sido
victimas de una entidad de la ley o del ministerio publico que se perpetúan a
ignorar “El elefante rosa” en la sala. El que da mal ejemplo a la población y les
dice que si “no me toca nada para mi pues a mi no me importa, aunque yo sea el
responsable por mantener el orden”. Ese es el mayor problema de nuestra
infraestructura nacional, si no le importan a los que están en el mando menos le
va a importar a los de más. El segundo ejemplo sirve para aumentar el primero,
la decadencia de la criminalidad en el país es debida a la falta de acción
inmediata de los poderes quienes están supuesto a mantener el orden. El ignorar
el delito no significa que el delito no se cometió. A pesar de que le pagan muy
poco a los agentes del orden eso no debería ser excusas para solo resolver los
crímenes que no le tomen mucho esfuerzo.
El tercer y cuarto incidente se refieren a la falta de respeto por la persona y
la propiedad privada en el país. Como va hacer que un chofer de un autobús del
gobierno destruya propiedad privada y ni siquiera pida perdón por el hecho. Ese
tipo de negligencia y falta de comunicación ha sido la causa de innumerables
muertes a manos de gente que ni siquiera sabe leer pero le dan a manejar una
arma de 4 toneladas, eso es como darle una pistola a un niño de cuatro años. La
ultima falla social reflexiona la falta de bondad y solidaridad entre el pueblo
Dominicano, tal vez fue una falla de sus padres a no enseñarles como compartir
o talvez es el sentido de egoísmo que tanto tiñe a los Dominicanos pero eso fue
una señal para mi de que estamos en serios problemas cuando las personas mas
caballerosa es una dama, pero los hombres son los que tienen el poder. Esto me
dice a mi que nos vamos a enfrentar a una dura vida como ciudadanos de esta
nación.
Sin amparo de las autoridades, sin enseñanzas morales, y sin el respeto de la
propiedad privada en mis ojos solo nos quedan dos opciones, o cambiar esta
manera de ser antes que nos autodestruyamos, o nos mudamos a un país mas
civilizado y le dejamos este a los salvajes que se quieran quedar con el.
“ Hay que ser el cambio que uno desea ver en la sociedad”
Ghandi